Álbum de poesias

July 4, 2017 | Autor: Daniela Montiel | Categoria: Poesía
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Rubén Darío.


Rubén Darío (cuyo verdadero nombre es Félix Rubén García Sarmiento) iniciador y máximo representante del Modernismo literario nació el 18 de enero de 1867 en Metapa (Nicaragua). Sus padres fueron don Manuel García y doña Rosa Sarmiento.

Su infancia la pasó al lado de su familia. Durante sus primeros años estudió con los jesuítas. A los doce años publica sus primeros versos. Obtuvo el cargo de funcionario de la Biblioteca Nacional de su país.

Publica sus escritos a partir de 1885, pero en el año de 1888 su poema Azul le da fama en España y América. Fue cronista en el diario la Nación de su país.
Rubén Darío se casó en 1890 con Rafaela Contreras Caña.

En 1892 viaja a España como delegado de su nación a las festividades del Cuarto Centenario del Descubrimiento de América.

En 1914, a su paso por Nueva York, su vida se pone en peligro por una pulmonía, enfermo y con una tristeza muy profunda, regresa a Nicaragua.

Muere en la ciudad de León el 6 de febrero de 1916.
Octavio Paz.















(1914-1998)
Ensayista y poeta mexicano. Es uno de los grandes poetas hispanos de todos los tiempos. Escritor fecundo. Su obra abarca varios géneros, entre los que sobresalen textos poéticos, el ensayo y traducciones. Colaboró activa y constantemente en el impulso de la cultura a través de la fundación y participación en innumerables revistas, como Taller, Plural y Vuelta. También fungió de profesor, conferencista, periodista y diplomático.

No cabe duda que, a través de los años, Paz fue una personalidad polémica. Desde muy temprano dejó las formas poéticas tradicionales para lanzarse a la modernidad. Su obra poética pretende "liberar a la palabra de reglas o propósitos utilitarios" para devolverle su esencia mágica, haciendo uso casi exclusivo del pensamiento y de una rima interna y sutil, algunas veces difícil de captar.

En cuanto a sus ensayos, nos encontramos ante una variedad impresionante de temas, sobresaliendo los de asunto antropológico, en particular en lo referente al mexicano, como lo atestigua su obra clásica El laberinto de la soledad. Pero también abundan, especialmente en su poesía, los temas del amor, del erotismo, de la poesía, de lo religioso y de la metafísica del ser.

Recibió varios premios literarios, como el del Príncipe de Asturias, el Premio Cervantes y el de Tocqueville. Pero el mayor de todos fue el Premio Nobel, en 1990, otorgado como reconocimiento universal a su obra. Fue el primer escritor mexicano en recibirlo, y uno entre los varios concedidos a los autores de la literatura hispánica.
Manuel Gutiérrez Nájera.
















(Ciudad de México, 1859-1895) Poeta y escritor mexicano. Manuel Gutiérrez Nájera pasó toda su vida en Ciudad de México, salvo breves visitas a Querétaro y Veracruz y alguna temporada en una hacienda familiar de Puebla, donde se sitúa la dramática acción de su cuento La mañanita de San Juan.
Manuel Gutiérrez Nájera cultivó diversos géneros literarios en prosa y en verso, y perteneció a la primera generación modernista. Influido por el marcado afrancesamiento de su ciudad, se inspiró en Verlaine, Gautier y Musset, aunque también admiró a los místicos españoles.
En su madurez poética se inclinó por los parnasianos, el simbolismo y el modernismo, el cual contribuyó a difundir desde 1894 a través de la publicación de Azul, revista clave del movimiento.
Entre las obras de Manuel Gutiérrez Nájera destacan La duquesa Job, los volúmenes de cuentos Cuentos frágiles, de 1883, y Cuentos de color de humo, de 1894. Falleció a los treinta y seis años de edad, y su obra lírica fue recopilada en 1896 en el volumen Poesías.

Manuel Acuña.















Nació en la ciudad de Saltillo Coahuila, un 27 de agosto de 1849. Hijo de Francisco Acuña y Refugio Navarro.
Médico y poeta quien aprendió sus primeras letras de parte de sus padres, luego estudió en el Colegio Josefino de la ciudad de Saltillo y alrededor de 1865 se trasladó a la ciudad de México, donde ingresó en calidad de alumno interno al Colegio de San Ildefonso, ahí estudio Matemáticas, Latín, Francés y Filosofía.
En enero de 1868, inició sus estudios en la Escuela de Medicina, siendo un estudiante distinguido pero inconstante. A su muerte cinco años después apenas había terminado el cuarto año de su carrera.
Un tiempo vivió en un humilde cuarto del ex-convento de Santa Brígida, luego se trasladó a un cuarto (13) situado bajo el segundo patio de la Escuela de Medicina; curiosamente el mismo que años antes habitara otro infortunado poeta mexicano, Juan Díaz Covarrubias.
En este lugar se reunían muchos de los escritores jóvenes de la época como Manuel M. Flores, Miguel León Portilla, Vicente Morales y Juan de Dios Peza(con este último mantuvo un fuerte vínculo amistoso), algunos de ellos inscribieron sobre un cráneo, como si fuera un álbum; pensamientos y estrofas.
En 1868 Acuña inició también su breve carrera literaria. Dándose a conocer con una elegía a la muerte de su compañero y amigo Eduardo Alzúa. En ese mismo año junto con Agustín F. Cuenca y Gerardo Silva entre otros intelectuales, fundaron la Sociedad Literaria Nezahualcóyotl escenario donde dio a conocer sus primeros versos.
Los trabajos presentados en la sociedad se publicaron en la revista "El Anáhuac" (México 1869) y en un folletín del periódico " La Iberia" bajo el nombre de "Ensayos literarios de la Sociedad Nezahualcóyotl. Este folleto se puede considerar como una de las obras de Acuña, ya que contiene además de trabajos de otros escritores, once poemas y un artículo en prosa, obras de Manuel.
Tiempo después en que a Acuña se le reconocía ya como un destacado poeta, el 9 de mayo de 1871 se estrenó "El Pasado", drama de su inspiración que recibió una buena acogida por parte del público.
No se sabe con certeza cuál fue el motivo por el cual Manuel Acuña aquel 6 de diciembre de 1873 decidió dejar de existir luego de ingerir cianuro de potasio. Su cadáver cuyos ojos estaban cerrados se dice, derramaban lágrimas.

Mario Benedetti.





Nació en Uruguay, de padres italianos, en 1920. Hombre polifacético, ha escrito numerosos libros, ensayos, poemas y artículos periodísticos. Su larga trayectoria comenzó en 1945, fundando el semanario "Marcha" y colaborando a lo largo de esos años en multitud de publicaciones. Desde 1971 se integró activamente en la coalición de izquierdas de su país "Frente Amplio". Tras el golpe de Estado de 1973 abandona su cargo en la universidad y ese compromiso político en su tierra natal le llevó al exilio, primero a Buenos Aires y posteriormente a España durante diez años. En 1983 vuelve a Uruguay y se reencuentra con su esposa, que se vio obligada a permanecer todos esos años cuidando a las madres de ambos. Ha sido galardonado en multitud de ocasiones y en diversos países, y caben destacar, como simple botón de muestra, en 1999 el Premio Reina Sofía de Poesía y en 2005 el Premio Internacional Menéndez Pelayo. En el año 1997 fue nombrado Doctor Honoris causa por la Universidad de Alicante.

Cabe destacar en su personalidad una defensa acérrima de los valores cívicos, así como de la libertad y de la igualdad, que bien se reflejan en sus escritos que hoy nos permitimos traer a este recital, como son el comprometido "El sur también existe", el de sentido más emocional "Hombre preso que mira a su hijo" y el muy ingenioso y atrevido "Embarazoso panegírico de la muerte".

Jaime Sabines.


















Jaime Sabines fue un poeta y un ensayista mexicano que nació en Tuxtla Gutiérrez en el año de 1926 y murió tras una larga enfermedad en la Ciudad de México en el año 1999.
Vivió en la Ciudad de México desde 1949 y allí comienza sus estudios de Filosofía y Letras. Escribió sus primeros poemas antes de cumplir los dieciocho años y público en la Universidad su primer poema a la edad de veintitrés años.
Su obra tiene un marcado acento informal que lo convierte en un poeta de todos los tiempos. En 1985 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes, en 1986 el Gobierno del Estado de Tabasco le entregó el Premio Juchimàn de Plata y En 1991 el Consejo Consultivo le otorgó la Presea Ciudad de México. Por su libro Fragmentos de sombra que es una antología de su poesía traducida al inglés y editada en edición bilingüe, obtuvo el Premio Mazatlán de Literatura en 1996. Entre sus poemas se encuentran Me Encanta Dios, No es que muera de amor, muero de ti.... y Yo no losé de cierto, pero supongo....


Pablo Neruda.





Neftalí Ricardo Reyes Basoalto (quien escribiría posteriormente con el seudónimo de Pablo Neruda) nació en Parral el año 1904, hijo de don José del Carmen Reyes Morales, obrero ferroviario y doña Rosa Basoalto Opazo, maestra de escuela, fallecida poco años después del nacimiento del poeta.

En 1906 la familia se traslada a Temuco donde su padre se casa con
Trinidad Candia Marverde. En 1919 obtiene el tercer premio en los Juegos Florales de Maule con su poema Nocturno ideal.

En 1921 se radica en Santiago y estudia pedagogía en francés en la Universidad de Chile donde obtiene el primer premio de la fiesta de la primavera con el poema La canción de fiesta, en 1924 aparece en Editorial Nascimento sus Veinte poemas de amor y una canción desesperada,

En 1945 obtiene el premio Nacional de Literatura. En octubre de 1971 recibe el Premio Nobel de Literatura.

Muere en Santiago el 23 de septiembre de 1973. Le había afectado mucho el golpe de estado contra Salvador Allende. Póstumamente se publicaron sus memorias en 1974, con el título Confieso que he vivido.

Nicolás Guillen.

Poeta cubano al que se le considera un genuino representante de la poesía negra de su país.
Trabajó como tipógrafo antes de dedicarse al periodismo y darse a conocer como escritor. Desde su juventud participó intensamente en la vida cultural y política cubana, lo que le costó el exilio en varias ocasiones. Ingresó en el Partido Comunista en 1937, y tras el triunfo de la Revolución cubana en 1959 desempeñó cargos y misiones diplomáticas de relieve.
Inició su producción literaria en el ámbito del posmodernismo y la afianzó en el de las experiencias vanguardistas de los años veinte, en cuyo contexto se convirtió pronto en el representante más destacado de la poesía negra o afroantillana. Sin renunciar a otras posibilidades, en Motivos de son (1930), Sóngoro cosongo. Poemas mulatos (1931), West Indies Ltd. (1934) y poemas dispersos en libros posteriores, usó todos los recursos característicos de esa poesía con la voluntad de lograr una expresión auténtica para una cultura mulata, la propia de un país mulato como él mismo, y manifestó una preocupación social que se fue acentuando con el paso de los años.
Desde West Indies Ltd., evolucionó rápidamente hacia esas preocupaciones políticas y sociales: en Cantos para soldados y sones para turistas (1937), El son entero (1947) y La paloma de vuelo popular (1958), mostró su compromiso con la patria cubana y americana, con sus hermanos de raza y con todos los desheredados del mundo, mientras en España. Poema en cuatro angustias y una esperanza (1937) acusó el impacto de la Guerra Civil española y el asesinato de Federico García Lorca. Crítico con la injusticia y el imperialismo, eso no le impidió verse afectado por las inquietudes neorrománticas y metafísicas que también dominaron la literatura de esa época, pues el amor y la muerte son también temas fundamentales en su poesía. Con Tengo (1964) manifestó su júbilo ante la Cuba revolucionaria, y Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), La rueda dentada (1972), El diario que a diario (1972) y Por el mar de las Antillas anda un barco de papel. Poemas para niños y mayores de edad (1977) demostrarían su capacidad para conjugar preocupaciones diversas y encontrar formas de expresión siempre renovadas. En Prosa de prisa (1975-1976) se han recogido sus trabajos periodísticos.
José Marti.















José Martí nació en La Habana el 28 de enero de 1853. Hijo de los españoles Mariano Martí y Leonor Pérez, su vida fue una auténtica lucha a favor de la libertad en Cuba y para Cuba. Desde su juventud fue simpatizante del levantamiento del 68, lo que le supuso al año siguiente su primer paso por la prisión por conspirador. En 1871 fue desterrado a España, donde aprovechó para estudiar Filosofía y Letras y Derecho. En 1875 comenzó un periplo de años de constantes viajes a México (donde se casa el 20 de diciembre con la camagüeyana Carmen Zayas Bazán), Guatemala (donde conoció a María García Granados, la famosa «Niña de Guatemala» de sus Versos sencillos) y Nueva York, tras el que regresó temporalmente a Cuba en 1878. Trabajó allí como profesor, pero sin abandonar su constante preocupación política, y vio nacer a su hijo José Francisco el 22 de noviembre. En 1879 fue descubierta la conspiración que organizaba con el Movimiento, y fue desterrado de nuevo a España, para en 1880 establecerse como periodista en Nueva York, donde comenzó a contactar con militares cubanos, como el general Calixto García, y donde entró a formar parte como presidente del Comité Revolucionario Cubano. Pasó una pequeña temporada en Venezuela durante 1881, de donde también fue expulsado por causas ideológicas, para volver a Nueva York en 1882 y dedicarse allí a preparar la revolución final que consiguiera la independencia de Cuba: además de escribir y publicar Nuestra América el 10 de enero de 1891 en La Revista Ilustrada de Nueva York, consiguió dinero, armas, embarcaciones, entrenó a los revolucionarios, buscó apoyo internacional y mantuvo el espíritu de rebelión de los cubanos, para lo que realizó diversos viajes por países de Latinoamérica. En 1895, cuando todo estaba preparado, les fue confiscado el contingente logístico por parte del gobierno estadounidense, y contra viento y marea lograron prepararlo todo para, en mayo de 1895 Martí, junto con Máximo Gómez y otros más, desembarcar en Playitas y avanzar tierra adentro para reunirse con otras fuerzas revolucionarias. El 19 de mayo de aquel año las fuerzas del Apóstol, sobrenombre por el que ha sido conocido después por sus compatriotas, se enfrentaron al ejército español en Dos Ríos, batalla en la que murió el 19 de mayo el inspirador y héroe de la independencia cubana sin que sus compañeros pudieran siquiera rescatar su cuerpo.
Amado Nervo.
















Poeta mexicano, Amado Nervo perteneció al movimiento modernista y también destacó por su producción de novela y ensayo.

Nervo comenzó a publicar artículos para El Correo de la Tarde antes de viajar a Ciudad de México, donde sus colaboraciones aparecieron en revistas como Azul y periódicos como El Universal o El Mundo. De esta época son poemarios como Perlas negras o Místicas.

En 1900 se instala en París como corresponsal extranjero donde conoce a artistas como Wilde o Rubén Darío. Allí escribiría El éxodo y las flores del camino o Jardines interiores, entre otros trabajos.

De vuelta a México, donde era una figura literaria consagrada, trabajó como profesor antes de ingresar en el cuerpo diplomático mexicano y conseguir plaza en Madrid, donde escribiría En voz Baja, Serenidad o Plenitud. Su carrera, interrumpida en varias ocasiones, acabó por llevarle a Argentina y Uruguay, donde moriría en 1919.


Gabriela Mistral.


Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, llamada Gabriela Mistral (quizá por su admiración hacia Gabriele d'Annunzio y Frédéric Mistral) (Vicuña, 7 de abril de 1889 - Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poetisa, diplomática y pedagoga chilena, que bajo el seudónimo de Gabriela Mistral se destacó de forma especial en la literatura.

Fue la primera latinoamericana (y la primera mujer en su especialidad) en ganar el Premio Nobel de Literatura, en 1945.

La niñez de la autora está marcada por la ausencia del padre, quien abandonó a su familia cuando Gabriela todavía usaba pañales. En 1904 comienza a trabajar como profesora ayudante en la Escuela de La Compañía Baja y empieza a mandar colaboraciones al diario El Coquimbo de La Serena, Chile. Al año siguiente escribe periódicamente en el diario anteriormente mencionado y en La Voz de Elqui de Vicuña. Estudia en la Escuela Normal de Copiapó, actual Universidad de Atacama, obteniendo el título de Profesora Normalista. Desde 1908 es maestra en la localidad de La Cantera y después en Los Cerrillos. Como maestra le encantaban los estudiantes y sentía el deber de educar y enseñar. Para ella los libros eran algo sagrado. Posteriormente, en 1910, valida sus estudios ante la Escuela Normal N° 1 de Santiago y obtiene el título oficial de Profesora de Estado, otorgado por el Instituto Americano.
Federico García Lorca.


Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros, Granada, el 5 de junio de 1898.
Poeta, músico, dramaturgo, ensayista, pintor, conferenciante, artista sobre todas las cosas...
Entre 1919 y 1928, vivió en la Residencia de Estudiantes, de Madrid, un centro importante de intercambios culturales donde se hizo amigo del pintor Salvador Dalí y del cineasta Luis Buñuel, entre otros, a quienes cautivó con sus múltiples talentos.
Perteneció a la llamada "generación del 27", compuesta, entre otros, por Rafael Alberti, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Jorge Guillén, Dámaso Alonso, Pedro Salinas, Vicente Alexaindre... con quienes compartió amistad e inquietudes artísticas.
Su primera vocación artística fue la música. De muy joven comenzó a tocar la guitarra y a estudiar piano. Compuso canciones con fuertes raíces flamencas e investigó el cancionero popular andaluz con Manuel de Falla. Así manifestaba Lorca su actitud de artista: "Si es verdad que soy poeta por la gracia de Dios -o del demonio- también lo es que los soy por la gracia de la técnica y del esfuerzo".
En su obra se unen lo popular y lo culto en un estilo donde lo preponderante es la expresión del autor. Trata problemas sociales e individuales como la frustración amorosa, las represiones sexuales y el destino trágico. "El artista debe reír y llorar con su pueblo", dijo.
Como dramaturgo, abordó diferentes géneros, aunque su reputación descansa principalmente en las tres tragedias populares: "Bodas de Sangre", "Yerma" y "La casa de Bernarda Alba". Dirigió el teatro universitario "La Barraca", con el que viajó por toda España representando obras de Lope de Vega, Tirso de Molina y Calderón de la Barca.
Su vitalidad y su simpatía eran arrolladoras. Pero también poseía una sensibilidad como pocas: "Un poeta es alguien que está siempre, y por todas las cosas, a punto de llorar".
Federico siempre estuvo a favor del desprotegido: "Creo que el hecho de ser de Granada me inclina siempre a la comprensión simpática del perseguido. 
Del gitano, del negro, del judío, del morisco que todos llevamos dentro"- decía.
Sus posiciones antifascistas y su fama le convirtieron en una víctima fatal de la Guerra Civil española, en Granada, donde le fusilaron, en agosto de 1936.
Sor Juana Inés de la Cruz.




Era una mujer que exploró sus ideas y talento durante una época donde muy pocas mujeres podían hacerlo. Su nombre verdadero era Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana y nació el 12 de noviembre de 1651.
Entró a un convento de monjas a la edad de 16 años donde se le esperaba que dedicara su tiempo a la oración y meditación pero Sor Juana, con sus ideas y talento, decidió explorar el mundo de las ideas por medio de la lectura, la conversación y también la escritura. Sor Juana escribió ensayos sobre religión, poemas amorosos, comedias y una reflexión sobre su vida.
Hoy en día sus obras son apreciadas y tienen gran estima. Su curiosidad y su capacidad de ser muy intelectual le trajo la enemistad de las autoridades de la iglesia. Eventualmente fue obligada a renunciar a todos sus libros y hacer lo que la sociedad esperaba de alguien como ella. Sor Juana murió en 1695 después de ayudar a unas monjas enfermas durante una epidemia, a la cual ella también cayo, pero su obra no fue olvidada.
Hoy día Sor Juana es una persona muy importante en la literatura escrita en español y también la internacional.

Félix Lope de Vega.



















Poeta y dramaturgo español nacido en Madrid, de humilde familia. A los 5 años, según sus biógrafos, ya leía perfectamente latín y español.

Su verdadero nombre fue Félix Lope de Vega Carpio, llamado luego El Fénix de los ingenios. Participó como voluntario en la expedición de las Islas Terceras, donde conoció a Elena Osorio (Dorotea y Filis en sus obras) con la que mantuvo relaciones amorosas hasta que la familia de Elena se opuso y logran que lo destierren por insultos, durante cinco años: rompe el destierro y rapta a Isabel de Urbina (Belisa) y se casa con ella. Esta muere en 1595.

En Madrid conoce a Micaela de Luján (Camila Lucinda) y en 1598 se casa con Juana de Guardo, quien muere en 1613.

Se ordena de sacerdote en 1614. En 1618 conoce a Amarilis (probablemente se llamó Martha de Nevares) el último gran amor de su vida, quien murió loca y ciega en 1631.

Lope de Vega muere en agosto de 1635. Fue un gran poeta lírico y en sus poesías se manifiestan los más variados sentimientos, desde la ternura paternal hasta la pasión amorosa atormentada. Lope tocó todos los géneros, excepto la novela picaresca.



Salvador Novo.
















"Nació en 1904, en la Ciudad de México [murió en 1974]. Fundador, junto con Xavier Villaurrutia, de las revistas Ulises (1927) y Contemporáneos (1928), fue activo participante en la renovación de nuestra literatura. Si Novo puede ser el prosista más diestro de los "Contemporáneos", su poesía cuenta entre las mejores de ese grupo. (Como autor de versos satíricos nadie se le compara.) Espíritu afín al de Tablada en algunos aspectos, Novo "nacionaliza" el humor de vanguardia: sus poemas manifiestan la burla del sentimiento modernista y la apertura hacia el paisaje de la primera posguerra: urbano, industrial, publicitario. En las letras inglesas descubre su auténtica voz. Las breves, casi epigramáticas, composiciones de Espejo rescatan, fijan con distancia crítica, imágenes de la infancia perdida. En Nuevo amor el encuentro, la separación, la memoria de sal o de ceniza se
expresan directa y libremente, con una tonalidad de íntima pesadumbre que no menguó nunca su novedad ni su frescura. Novo ganó el Premio Nacional de Literatura en 1967."* 
Su poesía completa nunca ha sido publicada. Su poesía está en XX poemas (1925), Nuevo amor (1933), Espejo (1933), Seamen Rhymes (1934), Décimas en el mar (1934), Romance de Angelillo y Adela (1934), Poemas proletarios (1934), Never ever (1934), Un poema (1937), Poesías escogidas (1938), Dueño mío. Cuatro sonetos inéditos (1944), Decimos: "Nuestra tierra" (1944), Florido laude (1945), Dieciocho sonetos (1955), Poesía 1915-1955 (incluye Poemas de infancia, 1955), Sátira (1955) y Poesía (l961). 

Salvador Novo fue el primer poeta mexicano del que se tradujo un libro completo en inglés en 1935 (para entonces ya había sido traducido al francés y al portugués). Algunas de las traducciones que aquí se presentan provienen de Nuevo amor, traducido por Edna Worthley Underwood (The Mosher Press: Portland Maine). Otras provienen del libro Now the Volcano: an Anthology of Latin American Gay Literature, editado por Winston Leyland, traducido por Erskine Lane, Franklin D. Blanton, Simon Karlinsky (San Francisco: Gay Sunshine Press, 1979). 
Las memorias de Salvador Novo han sido recientemente publicadas bajo el título La estatua de sal(México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Colección Memorias Mexicanas, 1998). Varios tomos de La vida en México..., con buena parte de su trabajo periodístico, han sido publicados en la misma colección.

LOS CISNES


¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello
al paso de los tristes y errantes soñadores?
¿Por qué tan silencioso de ser blanco y ser bello,
tiránico a las aguas e impasible a las flores?

Yo te saludo ahora como en versos latinos
te saludara antaño Publio Ovidio Nasón.
Los mismos ruiseñores cantan los mismos trinos,
y en diferentes lenguas es la misma canción.

A vosotros mi lengua no debe ser extraña.
A Garcilaso visteis, acaso, alguna vez...
Soy un hijo de América, soy un nieto de España...
Quevedo pudo hablaros en verso en Aranjuez....

Cisnes, los abanicos de vuestras alas frescas
den a las frentes pálidas sus caricias más puras
y alejen vuestras blancas figuras pintorescas
de nuestras mentes tristes las ideas obscuras.

Brumas septentrionales nos llenan de tristezas,
se mueren nuestras rosas, se agostan nuestras palmas,
casi no hay ilusiones para nuestras cabezas,
y somos los mendigos de nuestras pobres almas.

Nos predican la guerra con águilas feroces,
gerifaltes de antaño revienen a los puños,
mas no brillan las glorias de las antiguas hoces,
ni hay Rodrigos ni Jaimes, ni han Alfonsos ni Nuños.

Faltos del alimento que dan las grandes cosas,
¿qué haremos los poetas sino buscar tus lagos?
A falta de laureles son muy dulces las rosas,
y a falta de victorias busquemos los halagos.

La América Española como la España entera
fija está en el Oriente de su fatal destino;
yo interrogo a la Esfinge que el porvenir espera
con la interrogación de tu cuello divino.

¿Seremos entregados a los bárbaros fieros?
¿Tantos millones de hombres hablaremos inglés?
¿Ya no hay nobles hidalgos ni bravos caballeros?
¿Callaremos ahora para llorar después?

He lanzado mi grito, Cisnes, entre vosotros,
que habéis sido los fieles en la desilusión,
mientras siento una fuga de americanos potros
y el estertor postrero de un caduco león...

...Y un Cisne negro dijo: "La noche anuncia el día".
Y uno blanco: "¡La aurora es inmortal, la aurora
es inmortal !" ¡Oh tierras de sol y de armonía,
aun guarda la Esperanza la caja de Pandora.

Rubén Darío.

El Pájaro


En el silencio transparente
el día reposaba:
la transparencia del espacio
era la transparencia del silencio.
La inmóvil luz del cielo sosegaba
el crecimiento de las yerbas.
Los bichos de la tierra, entre las piedras,
bajo la luz idéntica, eran piedras.
El tiempo en el minuto se saciaba.
En la quietud absorta
se consumaba el mediodía.

Y un pájaro cantó, delgada flecha.
Pecho de plata herido vibró el cielo,
se movieron las hojas,
las yerbas despertaron…
Y sentí que la muerte era una flecha
que no se sabe quién dispara
y en un abrir los ojos nos morimos.

Octavio Paz.

¡SI TÚ MURIERAS!

Anoche, mientras fijos tus ojos me miraban
y tus convulsas manos mis manos estrechaban,
tu tez palideció.
¿Qué hicieras —me dijiste— si en esta noche misma
tu luz se disipara, si se rompiera el prisma,
si me muriera yo?

¡Ah! deja las tristezas al nido abandonado,
las sombras a la noche, los dardos al soldado,
los cuervos al ciprés.
No pienses en lo triste que sigiloso llega;
los mirtos te coronan, y el arroyuelo juega
con tus desnudos pies.

La juventud nos canta, nos ciñe, nos rodea;
es grana en tus mejillas; en tu cerebro, idea,
y entre tus rizos, flor;
tenemos en nosotros dos fuerzas poderosas,
que triunfan de los hombres y triunfan de las cosas:
¡La vida y el amor!

Comparte con mi alma tus penas y dolores,
te doy mis sueños de oro, mis versos y mis flores
a cambio de tu cruz.
¿Por qué temer los años si tienes la hermosura;
la noche, si eres blanca; la muerte, si eres pura;
la sombra, si eres luz?

Seré, si tú lo quieres, el resistente escudo
que del dolor defienda tu corazón desnudo;
y si eres girasol,
seré la pare oscura que en hondo desconsuelo
sin ver jamás los astros se inclina siempre al suelo;
tú, la que mira al sol.

La muerte está muy lejos; anciana y errabunda,
evita los senderos que el rubio sol fecunda,
y por la sombra va;
camina sobre nieve, por rutas silenciosas,
huyendo de los astros y huyendo de las rosas;
¡la muerte no vendrá!

La vida, sonriendo, nos deja sus tesoros.
¡Abre tus negros ojos, tus labios y tus poros
al aire del amor!
Como la madre monda las frutas para el niño,
Dios quita de tu vida, cercada de cariño,
las penas y el dolor.

Ahora todo canta, perfuma o ilumina;
ahora todo copia tu faz alabastrina,
y se parece a ti;
aspiro los perfumes que brotan de tu trenza,
y lo que en tu alma apenas como ilusión comienza,
es voluntad en mí.

¡Ah! deja las tristezas al nido abandonado,
las sombras a la noche, los dardos al soldado;
los cuervos al ciprés.
No pienses en lo triste que sigiloso llega;
los mirtos te coronan, y el arroyuelo juega
con tus desnudos pies.

Manuel Gutiérrez Nájera
Misterio

Si tu alma pura es un broche
que para abrirse a la vida
quiere la calma adormecida
de las sombras de la noche;

si buscas como un abrigo
lo más tranquilo y espeso,
para que tu alma y tu beso
se encuentren sólo conmigo;

y si temiendo en tus huellas
testigos de tus amores,
no quieres ver más que flores,
más que montañas y estrellas;

yo sé muchas grutas, y una
donde podrás en tu anhelo,
ver un pedazo de cielo
cuando aparezca la luna.

Donde a tu tímido oído
no llegarán otros sones
que las tranquilas canciones
de algún ruiseñor perdido.

Donde a tu mágico acento
y estremecido y de hinojos,
veré abrirse ante mis ojos
los mundos del sentimiento.

Y donde tu alma y la mía,
como una sola estrechadas,
se adormirán embriagadas
de amor y melancolía.

Ven a esta gruta y en ella
yo te daré mis desvelos,
hasta que se hunda en los cielos
la luz de la última estrella.

Y antes que el ave temprana
su alegre vuelo levante,
y entre los álamos cante
la vuelta de la mañana,

yo te volveré al abrigo
de tu estancia encantadora,
donde el recuerdo de esa hora
vendrás a soñar conmigo...

Mientras que yo en el exceso
de la pasión que me inspiras
iré a soñar que me miras,
e iré a soñar que te beso.

Manuel Acuña.
Por Siempre

Si la esmeralda se opacara,
si el oro perdiera su color,
entonces, se acabaría
nuestro amor.

Si el sol no calentara,
si la luna no existiera,
entonces, no tendría
sentido vivir en esta tierra
como tampoco tendría sentido
vivir sin mi vida,
la mujer de mis sueños,
la que me da la alegría...

Si el mundo no girara
o el tiempo no existiese,
entonces, jamás moriría
Jamás morirías
tampoco nuestro amor...
pero el tiempo no es necesario
nuestro amor es eterno
no necesitamos del sol
de la luna o los astros
para seguir amándonos...

Si la vida fuera otra
y la muerte llegase
entonces, te amaría
hoy, mañana...
por siempre...
todavía.

Mario Benedetti.
Espero curarme de ti

Espero curarme de ti en unos días.
Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte.
Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno.
Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, ni es poco, es bastante.
En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego.
Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado.
Y también el silencio.
Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama.
(Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: "qué calor hace", "dame agua", "¿sabes manejar?", "se hizo de noche"...
Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho "ya es tarde", y tú sabías que decía "te quiero".)

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo.
Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura.
No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas.
Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.














Jaime Sabines.
MUJER, NADA ME HAS DADO


Nada me has dado y para ti mi vida 
deshoja su rosal de desconsuelo,
porque ves estas cosas que yo miro, 
las mismas tierras y los mismos cielos,

porque la red de nervios y de venas
que sostiene tu ser y tu belleza
se debe estremecer al beso puro
del sol, del misino sol que a mí me besa.

Mujer, nada me has dado y sin embargo 
a través de tu ser siento las cosas:
estoy alegre de mirar la tierra 
en que tu corazón tiembla y reposa.

Me limitan en vano mis sentidos 
-dulces flores que se abren en el viento-
porque adivino el pájaro que pasa 
y que mojó de azul tu sentimiento.

Y sin embargo no me has dado nada,
no se florecen para mí tus años, 
la cascada de cobre de tu risa 
no apagará la sed de mis rebaños.

Hostia que no probò tu boca fina, 
amador del amado que te llame, 
saldré al camino con mi amor al brazo 
como un vaso de miel para el que ames.

Ya ves, noche estrellada, canto y copa 
en que bebes el agua que yo bebo, 
vivo en tu vida, vives en mi vida, 
nada me has dado y todo te lo debo.


Pablo Neruda.


GUITARRA


Tendida en la madrugada,
la firme guitarra espera:
voz de profunda madera
desesperada.

Su clamorosa cintura,
en la que el pueblo suspira,
preñada de son, estira 
la carne dura.

¿Arde la guitarra sola?
mientras la luna se acaba;
arde libre de su esclava
bata de cola.

Dejó al borracho en su coche,
dejó el cabaret sombrío,
donde se muere de frío,
noche tras noche,

y alzó la cabeza fina,
universal y cubana,
sin opio, ni mariguana,
ni cocaína.

¡Venga la guitarra vieja,
nueva otra vez al castigo
con que la espera el amigo,
que no la deja!

Alta siempre, no caída,
traiga su risa y su llanto,
clave las uñas de amianto
sobre la vida.

Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcohol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.

El son del querer maduro,
tu son entero;
el del abierto futuro,
tu son entero;
el del pie por sobre el muro,
tu son entero. . .

Cógela tú, guitarrero,
límpiale de alcohol la boca,
y en esa guitarra, toca
tu son entero.

Nicolás Guillen.
Yugo y Estrella


Cuando nací, sin sol, mi madre dijo:
-Flor de mi seno, Homomagno generoso,
De mí y de la creación suma y reflejo,
Pez que en ave y corcel y hombre se torna,
Mira estas dos, que con dolor te brindo,
Insignias de la vida: ve y escoge.
Este, es unyugo: quien lo acepta, goza:
Hace de manso buey, y como presta
Servicio a los eñores, duerme en paja
Calente, y tiene rica y ancha avena.
Ésta, oh misterio que de mí naciste
Cual la cumbre nació de la montaña,
Ésta, que alumbra y mata, es una estrella:
Como que riega luz, los pecadores
Huyen de quien la lleva, y en la vida,
Cual un monstruo de crímenes cargado,
Todo el que lleva luz se queda solo.
Pero el hombre que al buey sin pena imita,
Buey vuelve a ser, y en apagado bruto
La escala universal de nuevo empieza.
El que la estrella sin temor se ciñe,
Como que crea, crece!
Cuando al mundo
De su copa el licor vació ya el vivo:
Cuando, para manjar de la sangrienta
Fiesta humana, sacó contento y grave
Su propio corazón: cuando a los vientos
De Norte y Sur virtió su voz sagrada,-
La estrella como un manto, en luz lo envuelve
Se enciende, como a fiesta, el aire claro,
Y el vivo que a vivir no tuvo miedo,
Se oye que un paso más sube en la sombra!
Dame el yugo, oh mi madre, de manera
Que el puesto en él de pie, luzca en mi frente
Mejor la estrella que ilumina y mata.

José Martí.




¡Oh Cristo!

Ya no hay un dolor humano que no sea mi dolor;
ya ningunos ojos lloran, ya ningún alma se angustia
sin que yo me angustie y llore;
ya mi corazón es lámpara fiel de todas las vigilias,
¡oh Cristo!

»En vano busco en los hondos escondrijos de mi ser
para encontrar algún odio: nadie puede herirme ya
sino de piedad y amor. Todos son yo, yo soy todos,
¡oh Cristo!

»¡Qué importan males o bienes! Para mí todos son bienes.
El rosal no tiene espinas: para mí sólo da rosas.
¿Rosas de Pasión? ¡Qué importa! Rosas de celeste esencia,
purpúreas como la sangre que vertiste por nosotros,
¡oh Cristo!

Amado Nervo.


EL ÁNGEL GUARDIÁN



Es verdad, no es un cuento;
hay un Ángel Guardián
que te toma y te lleva como el viento
y con los niños va por donde van.

Tiene cabellos suaves
que van en la venteada,
ojos dulces y graves
que te sosiegan con una mirada
y matan miedos dando claridad.

(No es un cuento, es verdad.)

El tiene cuerpo, manos y pies de alas
y las seis alas vuelan o resbalan,
las seis te llevan de su aire batido
y lo mismo te llevan de dormido.
Hace más dulce la pulpa madura
que entre tus labios golosos estruja;
rompe a la nuez su taimada envoltura
y es quien te libra de gnomos y brujas.

Es quien te ayuda a que cortes las rosas,
que están sentadas en trampas de espinas,
el que te pasa las aguas mañosas
y el que te sube las cuestas más pinas.



Gabriela Mistral.

LLUVIA 


La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de somnolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje. 

Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante. 

Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe. 

La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne. 

El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales. 

Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre. 

Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe. 

¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes! 

¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres. 

El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentagrama sin clave. 

Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte. 

¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

Federico García Lorca.
A una Rosa

Rosa divina, que en gentil cultura
Eres con tu fragante sutileza
Magisterio purpúreo en la belleza,
Enseñanza nevada a la hermosura.

Amago de la humana arquitectura,
Ejemplo de la vana gentileza,
En cuyo ser unió naturaleza
La cuna alegre y triste sepultura.

¡Cuán altiva en tu pompa, presumida
soberbia, el riesgo de morir desdeñas,
y luego desmayada y encogida.

De tu caduco ser das mustias señas!
Con que con docta muerte y necia vida,
Viviendo engañas y muriendo enseñas.


Sor Juana Inés de la Cruz.

A la Noche
Noche fabricadora de embelecos,
loca, imaginativa, quimerista,
que muestras al que en ti su bien conquista,
los montes llanos y los mares secos;

habitadora de celebros huecos,
mecánica, filósofa, alquimista,
encubridora vil, lince sin vista,
espantadiza de tus mismos ecos;

la sombra, el miedo, el mal se te atribuya,
solícita, poeta, enferma, fría,
manos del bravo y pies del fugitivo.

Que vele o duerma, media vida es tuya;
si velo, te lo pago con el día,
y si duermo, no siento lo que vivo.

Félix Lope de Vega.


JUNTO A TU CUERPO

Junto a tu cuerpo totalmente entregado al mío 
junto a tus hombros tersos 
de que nacen las rutas de tu abrazo, 
de que nacen tu voz y tus miradas, claras y remotas, 
sentí de pronto el infinito vacío de su ausencia. 

Si todos estos años que me falta 
como una planta trepadora que se coge del viento 
he sentido que llega o que regresa en cada contacto 
y ávidamente rasgo todos los días un mensaje 
que nada contiene sino una fecha 
y su nombre se agranda 
y vibra cada vez más profundamente 
porque su voz no era más que para mí oído, 
porque cegó mis ojos cuando apartó los suyos 
y mi alma es como un gran templo deshabitado. 

Pero este cuerpo tuyo es un dios extraño 
forjado en mis recuerdos, reflejo de mí mismo, 
suave de mi tersura, grande por mis deseos, 
máscara, estatua que he erigido a su memoria.
Salvador Novo.
"De poetas
y
algo más … "
Alumno: Luis Ángel Montiel Santillán.
Profesora: Luz Marcela Sepúlveda M.
Materia: Español.
Grado: 6° Grupo: B.
Colegio: Fray Matías de Córdova.

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