De otro país a otra TV

August 31, 2017 | Autor: M. Rivera Careaga | Categoria: Telenovelas, Chile, Television, Teleseries
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DE OTRO PAÍS A OTRA TV

Hace casi un año Mega fue el primero en sacudir la parrilla programática chilena con la primera teleserie turca "Las mil y una noches", y si bien la apuesta era arriesgada, ya que junto a las producciones nacionales, la audiencia estaba acostumbrada a las historias venezolanas, colombianas, mexicanas y brasileñas; la jugada resultó y se encaminó a las semanas como líder indiscutida en sintonía nocturna. Nuevas locaciones, interesante estética visual, ritmo narrativo y de montaje pausado y nuevos rostros permitieron promediar 25 puntos durante los meses de exhibición, y no aminoró el éxito las constantes filtraciones de sus capítulos y el enterarse que la serie se emitió hace ocho años en Turquía. El éxito repentino de una solución económica, invadió a no solo a Mega sino a todos los canales: rostros de noticieros y noteros de farándula viajaron a conocer a sus actores, expertos en medios hablaban del fenómeno, concursos de "igualito a.." colmaron los matinales, trending topic cada noche fueron la tónica, y por supuesto, las otras emisoras vieron la "pepita de oro" y compraron otras teleseries similares, como C13 aprovechando la Feria de Televisión realizada en Los Ángeles, EEUU, hace unos meses. Y así, a dolo unos días del nuevo año, ya están desfilando por nuestras pantallas de parte de C13, las historias de "Amor Prohibido", "El Sultán" y "Kuzey Güney", Chilevisión con "Tormenta de Pasiones" y el iniciador, MEGA, con "Ezel" y "¿Qué culpa tiene Fatmagül?", esta última, con un promedio de rating cercano a los 20 puntos. Al revisar los puntos diarios y los promedios semanales de los diez programas más vistos de la televisión chilena, seis corresponden a este tipo de teleseries turcas, y cada noche ocupan los espacios de los canales más importantes, siendo solo La Red, la que contraprograma (ofrece algo diferente) con espacios de conversación en directo, y mantienen cierto grado de creatividad mientras los canales parecen dormirse. Lo que para algunos partió siendo un fenómeno, ya se estabilizó y radicó en nuestro país. La gran pregunta es ¿hasta cuándo? En Twitter por ejemplo, son algunos reconocidos críticos de medios y centros de estudios reconocen el éxito cuantitativo, pero extrañan una mejor apuesta para las señales, un contenido de calidad, diferente, y que permita ofrecer alternativas a los espectadores. El caso más comentado es el de TVN. El canal público, se dice, no debiera sumarse a la oleada turca, y debe por "razón social y no económica como el resto" ofrecer espacios culturales, educativos y que proyecten una televisión de calidad para todos los chilenos. Es cierto el punto, pero revisemos que en este momento el canal nacional vive una de sus crisis más grandes a nivel de audiencia pasando del primer al cuarto lugar en dos meses, y con serios problemas económicos, por tanto, emitir una teleserie envasada desde el 2008 le resulta no solo de bajo costo, sino que una punta de lanza para remontar la senda nocturna, que dejó tras terminar sus teleseries de esa franja.

Lamento que la temporada estival que antes servía para nuevas apuestas, más frescas y atrevidas, ahora se extrañen y solo se ocupen para un repleto franjeado nocturno, simple, y de escaso aporte en contenido significativo. Aquella apuesta de otro país, nos convirtió en otra TV. Quizás, el llamado "fenómeno turco" pase pronto, y este primer semestre sea solo su agonía y el tiempo para que los ejecutivos revisen otra táctica de contenidos. Pasó ya cuando nos llenamos de música Axe, Pokemones, programas de juicios, de reality, de los programas de "talento" en baile, imitadores y dobles de cantantes, solo por nombrar algunas tendencias que se masificaron. Lo interesante es rescatar qué nos aportaron. Esas diferencias que hicieron que la gente las siguiera, debieran tomarse como una lección para las áreas de ficción nacionales, permitiendo ampliar sus temáticas, propuestas de cámara, iluminación, lugares y refrescar los rostros protagónicos. Se suma a ello, la opción de proponer nuevos espacios, como pueden ser musicales o infantiles, las recetas están en el cable, y por ello quien tiene la opción, emigra rápidamente hacia allá.

Manuel Rivera Careaga Máster en Comunicación y Educación Audiovisual (UNIA – UHU Huelva, España) Magister en Comunicación Estratégica Lic. en Comunicación Social Comunicador Audiovisual menc. Dirección Cine-TV / Postproducción Multimedia Realizador Televisivo / Docente / Consultor www.manuelrivera.cl @manuel_riverac

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