Documentos como tesoros populares ( Press Release )

CULTURAS

Lunes 20.07.15 LA VOZ

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Documentos como tesoros populares La investigación de Adip en los archivos de La Palma trae importantes descubrimientos El historiador Antonio de la Cruz descubre la autoría genovesa del triunfo de la Inmaculada y datos sobre los sorteos de dotes entre mujeres pobres de La Viña :: JESÚS A. CAÑAS CÁDIZ. Hubo un tiempo en el que una mujer solo podía sentirse completa y realizada si se casaba. Y, para ello, necesitaba una buena dote a la que no todos tenían acceso. Por eso, una buena medida de caridad era sortear dotes entre mujeres «pobres de solemnidad». También hubo un momento en el que, para honrar a Dios, se encargaban y realizaban a los más insignes autores las más fastuosas obras de arte. De esa noche de los tiempos quedan ecos que tan solo son escuchados por oídos expertos y sensibles a un pasado que ayudó a construir nuestro presente. Un ayer que hoy merece ser redescubierto, conocido e interpretado. Por ello, hace nueve meses la asociación de defensa del patrimonio Adip comenzó un arduo trabajo en los archivos de La Palma. Miles de documentos que escudriñar y de los que se encargó el historiador y máster en textos y documentos Antonio de la Cruz. Tal y como explica el experto, su labor de escudriñar el pasado en los archivos privados de la archicofradía de La Palma ya se encuentra avanzado «en un 85 o 90%». La idea, es recopilar información para editar una publicación que ahonde en la construcción y origen del actual templo y sobre los sucesos acaecidos en el maremoto de 1755. Un fin que avanza a toda máquina y que pronto se verá reflejado en una obra. Sin embargo, en esta labor, De la Cruz ha encontrado también documentos esenciales que permiten arrojar luz sobre hechos sociales del barrio de La Viña y sobre el patrimonio que posee la ciudad. Así, entre los documentos atesorados se conserva el contrato de construcción del triunfo de la Inmaculada Concepción que hoy se conserva en las inmediaciones de las Murallas de San Carlos. La pieza de mármol fue encargada por Fray Pablo de Cádiz, capuchino y creador de los rosarios públicos de Cádiz. A su muerte, «se crea un litigio que llega a Roma», ya que tanto los capuchinos como la archicofradía de La Palma pedían limosna para el mismo triunfo. Una pugna que terminó cuando la corporación presentó el contrato de hechura fechado el 28 de agosto de 1695 y firmado por el propio Fray Pablo y el escultor que lo realizó, Andrea Andreoli. El mismo documento que ahora De la Cruz ha descubierto y que cobra impor-

Antonio de la Cruz lleva más de nueve meses investigando en los archivos de La Palma. :: J. A. C.

Documentos de sorteos de dotes de principios del siglo XIX. :: LA VOZ tancia ya que, hasta ahora, se desconocía la autoría del citado triunfo. Aunque se creía que era de origen genovés, hasta el hallazgo del investigador no se tenía certeza que el que fuera escultor también de importantes obras para la Catedral vieja fuera también el autor de la Inmaculada. Pero las sorpresas no acaban ahí. Como De la Cruz reconoce, los archivos tienen un valor inconmensurable para comprender la historia social de un barrio popular como el de La Viña. Entre

los documentos, hay testimonios de procesiones de rogativas para el fin de epidemias como la de Fiebre Amarilla (y que llevó a salir al Nazareno en 1800) o listados de hermanos que pertenecieron a la hermandad de La Palma. También, De la Cruz ha encontrado referencias a sorteos de dotes que la archicofradía realizaba como medida de caridad con las mujeres «pobres de solemnidad» que, de esta forma, podían acceder a una boda. El experto también ha encontrado una carta en la que un gaditano le

pide a su hermano que le realice unas gestiones durante su estancia en la mar, con la peculiaridad de que ese antepasado «se embarcó en la Fragata Mercedes», la del caso Odyssey. Todo ello, por no hablar de los propios testimonios que De la Cruz buscaba para la realización del libro. Así, destacan los que hacen referencia a la donación de la familia Peñalva que tenían una casa y una viña, justo donde ahora se levanta la iglesia. Con respecto al maremoto, el miembro de Adip ha localizado también una crónica «sin datar y fechar» que relata lo ocurrido esa mañana del 1 de noviembre de 1755. Se trata de un escrito que parece transcrito de otro anterior y que estaba pensado para que los sacerdotes oradores pudiesen prepararse sus homilías de los primeros de noviembre. En cualquier caso y aunque está sin fechar, los conocimientos de De la Cruz en marcas de aguas de documentos le ha permitido averiguar que tiene una proximidad de unos 20 años con los hechos. Se trata, por tanto, del documento más antiguo relativo a este hecho que parece conservar la hermandad. Un gran esfuerzo altruista de investigación que tanto desde la asociación, como desde la cofradía ya impulsan para convertirse en una publicación. La idea es que se adentre en éstos y otros aspectos de un pasado que, de vez en cuando, aflora para recordarnos quiénes fuimos y que no debemos olvidar.