Dos memoriales inéditos de Manuel Glinzunio (1582)

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REVISTA DE HUMANISMO Y TRADICIÓN CLÁSICA

15 HOMENAJE PÓSTUMO AL PROFESOR JOSÉ GUILLERMO MONTES CALA. I

ALCAÑIZ 2014

ENTIDADES PATROCINADORAS

© INSTITUTO DE ESTUDIOS HUMANÍSTICOS ISSN: 1576-3471 D. L.: M-17.064.2000 Imprenta: Kadmos - Salamanca

Biblid [1576-3471 (2014) 15; 137-152]

DOS MEMORIALES INÉDITOS DE MANUEL GLINZUNIO (1582)

José M. Floristán Universidad Complutense de Madrid Edición y comentario de dos memoriales inéditos de Manuel Glinzunio (1540-96). Palabras clave: Manuel Glinzunio; griegos; Italia. Edition and commentary of two unpublished memorials of Emmanuel Glynzunios (1540-96). Keywords: Emmanuel Glynzunios; Greeks; Italy.

0. La biografía y actividad de Manuel Glinzunio (1540-1596), copista y marchante de códices, editor de textos litúrgicos y agente al servicio de la Monarquía española, presentan aún algunas sombras, pese a la atención que recibieron en la segunda mitad del s. XX por parte de estudiosos como Amantos, Sicherl, Patrinelis, Canart, Hassiotis, Gamillscheg-Harlfinger, el Repertorium, Engberg y, en España, Revilla, De Andrés, Lasso de la Vega, Fernández Pomar, Bravo y quien suscribe estos renglones.1 Dos son las líneas * Dirección para correspondencia: Dr. D. José Manuel Floristán Imízcoz, Departamento de Filología Griega y Lingüística Indoeuropea, Facultad de Filología A-301, Universidad Complutense, 28040, Madrid (España). Dirección de correo electrónico: [email protected] 1 . ,       1566-1822 (  ) ( 1946; reimpr. : . . , 1976); M. Sicherl, “Manuel Glynzunios als Schreiber griechischer Handschriften”, BZ, 49 (1956), 34-54; Die Handschriften, Ausgaben und Übersetzungen von Iamblichos De mysteriis. Eine kritischhistorische Studie (Berlin: Akademie Verlag, 1957); “Parerga zu griechischen Kopisten der Renaissance”, Studi in onore di Aristide Colonna (Perugia: Istituto di Filologia Classica, 1982), 265-281; . . , “     ”, 137

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de investigación sobre su persona y obra: una mayoritaria, que busca esclarecer sus actividades de copia y venta de manuscritos y, en concreto, identificar los códices griegos salidos de su mano conservados en bibliotecas occidentales, y una minoritaria que atiende a su labor como agente de Felipe II de España. En este segundo campo se enmarca este breve estudio. Edito dos documentos inéditos sobre Glinzunio conservados en el Archivo General de Simancas (Valladolid, España). El primero es un memorial en el que propone al rey un medio para ganarse la voluntad de los griegos de levante, y el segundo, una carta del rey sobre la reclamación que presentó para que se le pagaran sus servicios. Sirvan estas fruslerías como homenaje póstumo de reconomiento y admiración a Guillermo Montes Cala, cuya sabiduría filológica sólo encontraba parangón en la bonhomía que le adornaba. 1. La figura de Manuel Glinzunio empezó a perfilarse con luces nuevas en la segunda mitad del s. XIX. Miller no lo mencionó en su Catalogue,2 pero sí Veludo en su   :3    , 8-9 (1958-59), 63-124; “       ,    ”,    , 4 (1992), 283-319; P. Canart, “Scribes grecs de la

Renaissance. Additions et corrections aux répertoires de Vogel-Gardthausen et de Patrinélis”, Scriptorium, 17 (1963), 56-82; “Nouveaux manuscrits copiés par Emmanuel Glynzunios”,    , 39-40: .    . . .  (1972-73), 527-544; . . ,          1970); E. Gamillscheg-D. Harlfinger, “Specimen eines Repertoriums der griechischen Kopisten”, Jahrbuch der Österreichischen Byzantinistik, 27 (1978), 293-322; Repertorium der griechischen Kopisten, 800-1600, ed. E. Gamillscheg-D. Harlfinger, vols. I-III (Wien: Verlag der Österreichischen Akademie der Wissenschaften, 1981-1997); S. Engberg, “Greek Literacy during the Tourkokratia and Manolis Glynzounis’ edition of the Prophetie, Venice 1595/96”, Proceedings of the First International Congress on the Hellenic Diaspora from Antiquity to Modern Times (Amsterdam: Gieben, 1991), vol. II, pp. 41-45; A. Revilla, Catálogo de los códices griegos de la Biblioteca de El Escorial, vol. I (Madrid: Imprenta Helénica, 1936); G. De Andrés, Catálogo de los códices griegos de la Real Biblioteca de El Escorial, vols. II-III (Madrid: Real Monasterio de El Escorial, 1965-67); Catálogo de los códices griegos desaparecidos de la Real Biblioteca de El Escorial (El Escorial, 1968); J. S. Lasso de la Vega, “Un nuevo manuscrito de Polieno”, CFC, 12 (1977), 9-45; J. M. Fernández Pomar, Copistas de los códices griegos escurialenses. Complemento al catálogo de Revilla-Andrés (Madrid, 1986); A. Bravo, “Sobre algunos manuscritos de Manuel Glynzunio en la Real Biblioteca de El Escorial”, en: D. Harlfinger (ed.), . Festschrift M. Sicherl (Paderborn, 1990), pp. 313-331; J. M. Floristán, “Humanistas, copistas y diplomacia en la España del siglo XVI”, en J. M.ª Maestre – J. Pascual – L. Charlo (eds.), Humanismo y pervivencia del mundo clásico. Homenaje al profesor Luis Gil (Cádiz 1997), vol. 3, pp. 1159-1179. 2 E. Miller, Catalogue des manuscrits grecs de la bibliothèque de l’Escurial (Paris: a l’Imprimerie Nationale, 1848; reimpr. Amsterdam: A. M. Hakkert, 1966). 3 G. Veludo, “Cenni sulla colonia greca orientale”, Venezia e le sue lagune (Venezia: Antonelli, 1847), vol. I, pp. 78-100; versión griega reelaborada y ampliada:  138

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       1597      ,         ,       ,  ,        (1596)      .4

Con posterioridad su nombre está presente en la obras de Graux5 y, sobre todo, de Legrand,6 que publicó su testamento y dio la lista de los libros editados por él, pero ausente de la de Vogel-Gardthausen.7 Manuel Glinzunio (, , 8), hijo de micer Basilio, era natural de Quíos, isla bajo dominio genovés hasta su conquista en 1566 por Pialí, kapudán pachá de la flota otomana. Su nacimiento se fecha ca. 1540. No sabemos cuándo emigró a Venecia. Su presencia en la ciudad está documentada en 1570, cuando el gobierno de la República le encomendó una misión ante el patriarca Metrófanes III a propuesta del naupliota Gregorio Malaxo. Éste había presentado a la Señoría, a comienzos de abril, un memorial en el que recomendaba se negociase el apoyo del patriarca a los movimientos balcánicos de sublevación contra la Puerta. Glinzunio viajó a Constantinopla a comienzos del verano de 1570, pero no pudo entrevistarse con él por estar ausente de la ciudad.9 Meses después, ya de vuelta, se vio implicado en la negociación de la propuesta que hizo a la Señoría el obispo de Almissa (Omiš, Croacia) de parte de un vaivoda válaco de nombre Pagrignano. Éste había pedido a los venecianos ayuda para un levantamiento antiturco que debía tener lugar el día de Pascua de 1571 en connivencia con diversos señores de los Balcanes    .       . , 1872; 18932 [ed. póstuma]). 4

Ya Sicherl, “Manuel Glynzunios”, p. 37, n. 30, manifestó su extrañeza ante la afirmación de Veludo de que había sido el emperador quien había encargado a Glinzunio la recogida de códices griegos. No conozco testimonios en este sentido. Glinzunio apenas tenía ca. 18 años al morir Carlos V, y dos menos cuando abdicó los reinos de España. Sí hay testimonios, en cambio, de que Felipe II le encargó reunir libros para El Escorial. 5 Ch. Graux, Los orígenes del fondo griego del Escorial, ed. y trad. de G. de Andrés (Madrid: Fundación Universitaria Española, 1982; ed. francesa, Paris: F. Vieweg, 1880). 6 E. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, 4 vols. (Paris: Ernest Leroux, 1885-1906; reimpr. Maisonneuve & Larose, 1962). 7 M. Vogel - V. Gardthausen, Die griechischen Schreiber des Mittelalters und der Renaissance (Leipzig: Harrassowitz, 1909; reimpr. Hildesheim: Olms, 1966). 8 Sobre las variantes documentadas de su apellido, cf. ,  , p. 61, y Sicherl “Manuel Glynzunios”, p. 34, n. 1. 9 Cf. ,  , p. 124ss. Edita (ibid., pp. 237-238) una carta de Glinzunio a la Señoría, de la primavera de ese año, en la que promete servirla fielmente y pide, en caso de morir en el desempeño de su misión, que su hermano Juan y su familia queden atendidos. 139

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centrales y occidentales. Al no encontrar en la Serenísima el apoyo necesario, por consejo de Glinzunio el obispo de Almissa lo pidió al embajador español en la República, Diego Guzmán de Silva (1569-77). Con carta del 16 de abril de 1572 Silva informó a Juan de Austria y al cardenal Granvela, virrey de Nápoles (1571-75), de las propuestas del vaivoda. La ausencia de noticias posteriores parece indicar que los ofrecimientos tampoco encontraron una acogida favorable entre las autoridades españolas de Nápoles.10 2. Por las informaciones de Legrand11 y Veludo (cf. supra), Sicherl creyó que Glinzunio había ejercido de maestro en Quíos.12 Las fuentes lo presentan como consumado especialista en el cómputo pascual y experto matemático, autor de un Tratado de aritmética que estuvo en uso en las escuelas griegas hasta comienzos del s. XIX.13 En Venecia tuvo trato con las personalidades más destacadas de la colonia griega, como Gabriel Severo, arzobispo de Filadelfia, y Máximo Margunio, obispo de Citera, al primero de los cuales dedicó un Psalterio (1586), un Florilegio (1587) y un Evangeliario (1588).14 Se dedicó a la copia y comercio de libros manuscritos griegos, lo que le puso en contacto con ilustres copistas y humanistas como Manuel Provataris, Andrés Darmario, el cardenal Sirleto o Antonio Agustín, obispo de Tarragona. Fue editor de libros litúrgicos (psalterio, evangeliario, menologios, leccionario, etc.) entre 1586 y su muerte en 1596.15 Además de las copias de textos que 10

Cf. ,  , pp. 119-123. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol II, p. 122. 12 M. Sicherl, “Manuel Glynzunios”, p. 54. 13 En la carta dedicatoria al patriarca Jeremías II Trano que encabeza su edición del Evangeliario (1588), Gabriel Severo dice de Glinzunio lo siguiente: “... ,      ,           ...”. El manual de aritmética es el nº 219 de E. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol. II, pp. 120-124. Legrand reproduce la advertencia de Glinzunio al lector de la pág. 2. Sobre el manual, cf. T. , “       ”en   et alii (eds.),       15-20 .  . , 1988) pp. 69-96 (pp. 74-76). 14 Cf. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol. II, nos 174, 175, 183. Las epístolas nuncupatorias de los dos primeros volúmenes son de mano de Margunio. La del tercero es del propio Glinzunio y va seguida de un epigrama de aquél dedicado a éste, que Legrand reproduce. 15 Cf. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol. II, nos 174, 175, 182, 183, 206, 212, 213, 216, 217, 219, 282. Con Margunio editó una traducción al griego moderno de la Escala del paraíso de Juan Clímaco (ibid., nº 185). El leccionario del Antiguo Testamento () editado en 1595-96 (nº 216) incluye, además de la dedicatoria de Glinzunio a los lectores, “la cruz de Glinzunio” (sic Legrand), con las siguientes inscripciones:    [en los cuatro ángulos exteriores de la intersección];  /  [en el interior de la intersección, cruzadas en sentido horizontal 11

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hizo, conocemos al menos cuatro escritos suyos: un memorial presentado a Gregorio XIII, quizás del tiempo de su llegada al papado (mayo de 1572), en el que se ofrece como copista para la Vaticana;16 una carta a Provataris sin fecha, pero que por su contenido debe de ser poco anterior o posterior al 21 de junio de 1567, fecha de otra de Hipólito Bárelis a Provataris de tema semejante;17 la carta dirigida en la primavera de 1570 a la Señoría de Venecia (cf. supra), y la carta de 1581 para Antonio Agustín (cf. infra). Amantos18 mencionó la presencia de dos cartas suyas dirigidas a Gabriel Severo en un manuscrito de la Biblioteca del Parlamento de Atenas,19 pero Patrinelis lo enmendó y afirmó que tanto éstas como otras dos de la British Library20 son las de Margunio editadas al frente del Psalterio y Antología mencionados.21 A estos documentos originales de Glinzunio hay que añadir su testamento, así como el primero de los dos documentos que edito, en el que se incluye la reproducción literal de un memorial suyo dirigido en 1582 a Felipe II. 3. En tiempo de la Liga Santa (1570-73) Glinzunio fue llamado a Roma por Pío V por medio del cardenal “Amulio” (Marcantonio da Mula, 15061572),22 al que ya conocía de su etapa como prefecto de la Biblioteca Vaticana (1565-66) por haberle traído libros de levante. El papa lo envió a Nápoles al servicio del virrey Granvela y de Juan de Austria. No sabemos cuánto tiempo permaneció allí ni cuándo regresó a Venecia. Si aceptamos la hipótesis de Canart de que la carta de Glinzunio a Gregorio XIII antes mencionada es del tiempo de la llegada de Ugo Boncompagni al trono de san Pedro (mayo de y vertical];   [en la base del brazo vertical]. S. Engberg, “Greek Literacy...”, cree que el leccionario fue impreso como libro escolar para la lectura de los alumnos de lengua griega en un nivel medio-alto. 16 Conservado en el Vatic. lat. 6415 f. 109 entre los papeles del cardenal Sirleto, fue editado por P. Canart, “Nouveaux manuscrits”, p. 544. 17 Vatic. gr. 2124 f. 150. Fue editada por Patrinelis, “  ”, pp. 312314. En ella Glinzunio se lamenta de su retraso en enviarle un Triodio que Provataris le había encargado. La carta es el testimonio más temprano de su presencia en Italia. 18 . ,  , p. 61, n. 5. 19    101, pp. 42 y 45. 20 Ad. ms. 19551, ff. 15r-v, 16r-v. Al final de la segunda carta puede leerse:              . El Par. Sup. gr. 1310 ff. 54-57 contiene también estas dos cartas de Margunio a Severo. Cf. C. Astruc, “Maxime Margounios et les recueils parisiens de correspondance (Mss. du Supplément grec 621, 1310 et 1334)”,  , 3 (1949), 211-261 (pp. 219-220, nos 22 y 23). 21 Cf. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol. II, pp. 47-48, 49-50. Las cartas tienen fecha del 5 de febrero de 1586 y 6 de noviembre de 1587. 22 Cf. “Da Mula, Marcantonio”, Dizionario Biografico degli Italiani (Roma: Istituto della Enciclopedia Italiana, 1925-), vol. 32, pp. 383-387 [G. Gullino]. 141

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1572), nuestro copista ya estaría de vuelta en Venecia para esta fecha.23 En ella afirma que sigue al servicio del rey de España, que le ha concedido un pequeño entretenimiento en Venecia. Ofrece al papa sus oficios como copista de libros que no están en la Vaticana, para completar los que están incompletos o enmendar los que tienen errores, o para cualquier otro servicio relacionado con la Biblioteca. El escrito no es de puño y letra de Glinzunio, sino un memorial de sus ofrecimientos y peticiones redactado por un secretario de la curia.24 4. En 1580 Glinzunio se preparaba para viajar a España. Del 20 de mayo son sendas cartas de presentación dirigidas al cardenal Granvela, por entonces regente de los reinos en ausencia de Felipe II durante la anexión de Portugal, y al nuncio en España, en cuya casa se alojó durante su estancia en Madrid.25 La carta enviada por Glinzunio a Antonio Agustín desde Zaragoza (cf. infra) menciona un tercer escrito de presentación dirigido al propio Agustín. Ignoramos la fecha de salida de Glinzunio de Roma. Nuestra siguiente referencia cronológica es el 6 de abril de 1581, fecha de la carta que envió a Agustín desde Zaragoza. En ella le ofrece ocho manuscritos griegos que había llevado consigo. Por motivos que desconocemos Glinzunio no pudo entrevistarse con él y entregarle en mano la carta de presentación que traía, por lo que decidió enviársela con la suya que incluía la relación de los manuscritos.26 Graux supuso que Agustín había adquirido los ocho manuscritos que le ofreciera Glinzunio, mas no parece que así fuera. Los estudios posteriores de Sicherl, Canart, el Repertorium y Fernández Pomar se han esforzado por identificar la mano de Glinzunio en las diversas bibliotecas occidentales, entre ellas, también en la Laurentina. Graux y Sicherl identificaron el nº 1 de la lista ofrecida a Agustín con el Escor. gr. .II.4 (Jámblico, De secta Pythagorica), del 23 Aunque la carta carece de indicación de lugar de redacción, por su contenido parece que fue escrita en Venecia. 24 A su actividad como copista y corredor de códices en esta etapa anterior a su viaje a España y a la identificación de su mano en los manuscritos de la Biblioteca Vaticana (Vaticani y Ottoboniani) dedicó Canart su estudio “Nouveaux manuscrits”. 25 A[rchivio] S[egreto] Vat[icano] Spagna 18 f. 192; 27 f. 66. Cf. J. Olarra – M.ª L. Larramendi, Índices de la correspondencia entre la nunciatura de España y la Santa Sede durante el reinado de Felipe II (Madrid: Real Academia de la Historia, 1948-49), regestos nos 4114 y 4116. 26 Se ha conservado en la Biblioteca de la Universidad de Barcelona, cf. F. Miquel Rosell, Inventario general de manuscritos de la Biblioteca Universitaria de Barcelona (Madrid: Direcciones Generales de Enseñanza Universitaria y de Archivos y Bibliotecas, 1958-69), ms. nº 94. Fue publicada por Graux, Los orígenes, pp. 423-424, doc. nº 17, y Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol. II, pp. 384-385.

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que en el s. XVII se desgajó el actual Harleianus 5795 de la British Library:27 en su estado primitivo de unidad se correspondían con el nº 208 del inventario de los manuscritos que dejó Antonio Agustín a su muerte en 1586.28 Por la información contenida en una carta de Markus Welser a José Justo Escalígero del 31 de julio de 1602, en la que le notificaba la puesta a la venta en Venecia de un lote de ca. 50 manuscritos griegos, Sicherl postuló que estos libros serían los de Glinzunio dejados al rey de España por testamento (cf. infra). Ya Legrand y Revilla habían señalado la ausencia de indicios evidentes de que la colección hubiera entrado en la Biblioteca Escurialense. Sicherl29 opina que los años intermedios entre la muerte de Glinzunio y la venta de sus manuscritos (1596-1602) habrían transcurrido entre litigios y juicios de impugnación del testamento, porque no es probable que su albacea, el embajador Íñigo López de Mendoza, se los dejara quitar sin pleitear. Sicherl identificó otros cinco manuscritos de la lista de la carta a Agustín (nos 2, 4, 5, 6 y 8) entre los Monacenses de la Bayerische Staatsbibliothek, a la que se incorporaron en 1806 procedentes de Augsburgo. Schindler30 y, tras él, Lasso de la Vega31 pusieron en duda que el Polieno identificado por Sicherl (Monac. gr. 401) fuera el mencionado en la carta a Agustín, porque tiene contaminaciones con una copia de Darmario que Glinzunio habría visto durante su viaje a España.32 Otro manuscrito de la lista (nº 3) es el actual Vatic. gr. 1183 (nº 161 del inventario de la biblioteca de Agustín), enviado a Roma en 1587 a petición de Sixto V. Por último, Canart33 identificó el último manuscrito de la lista (nº 7) con el Par. gr. 3030. 5. Junto a la identificación de los manuscritos traidos a España por Glinzunio, los estudiosos han buscado su mano en otros códices griegos de las diversas bibliotecas europeas. Además de los mencionados cinco Monacenses de la lista de Agustín, Sicherl34 identificó otros siete, a los que Canart35 añadió 27

Cf. Graux, Los orígenes, p. 298; Sicherl, “Manuel Glynzunios”, pp. 38, 40; Die Handschriften, pp. 123-127; De Andrés, Catálogo de los códices griegos, nº 201. 28 Aeternae memoriae viri Ant. Augustini archiepiscopi Tarraconen. Bibliothecae Graeca manuscripta, Latina manuscripta, mixta ex libris editis variarum linguarum (Tarracone: apud Philippum Mey, 1586). 29 “Manuel Glynzunios”, p. 43. 30 F. Schindler, Die Überlieferung der Strategemata des Polyainos, Sitzungsber. Österr. Akad. Wiss., phil.-hist. Kl. 284, Bd.1 (Wien, 1973), p. 129. 31 “Un nuevo manuscrito de Polieno”, p. 42, n. 83. 32 Años después Sicherl, “Parerga”, pp. 280-1, insistió en su hipótesis, argumentando que el códice pudo ser copiado en España y luego ofrecido a Agustín. 33 “Nouveaux manuscrits”, p. 531. 34 “Manuel Glynzunios”, p. 43ss. 35 “Nouveaux manuscrits”. 143

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doce de la Biblioteca Vaticana, entre Vaticani y Ottoboniani, y GamillschegHarlfinger36 otros siete en bibliotecas de Londres, Oxford, Cambridge, Upsala y Viena. Entre los los escurialenses, además de .II.4 tienen su letra los ff. 1-44 del y.I.11,37 que contiene también textos de Jámblico. De Andrés atribuyó con dudas a Glinzunio otros dos códices perdidos, el E.III.838 y el .III.1.39 Fernández Pomar, por su parte, identificó la mano de Glinzunio en otros diez códices laurentinos y Bravo analizó diversos aspectos materiales de cinco de ellos (tamaño, paginación, composición del volumen, filigranas, colaboración con otros copistas, etc.), llegando a la conclusión de que serían al menos una década anteriores a su viaje a España, producto de la primera etapa de Glinzunio como colaborador del taller de Darmario. Por último, el Repertorium recoge un total de 44 manuscritos total o parcialmente de su mano.40 6. Pero volvamos al viaje de Glinzunio a España. Además de comerciar con sus libros, Glinzunio pidió una recompensa por los servicios prestados en Venecia. Por cédula del 8 de julio de 1581 firmada en Lisboa, donde residía tras la anexión de Portugal, Felipe II ordenó a Cristóbal de Salazar, secretario de la embajada española en Venecia, que pagara a Glinzunio un sueldo de ocho escudos mensuales de los fondos extraordinarios de la legación.41 De dos meses antes, 8 de mayo, es una carta de Granvela al cardenal bibliotecario Guglielmo Sirleto (1570-85) en respuesta de la suya de presentación de Glinzunio, en la que menciona la posibilidad de emplearlo en la compra de libros para la Biblioteca Laurentina.42 36 37

304.

“Specimen eines Repertoriums”. Sicherl, “Manuel Glynzunios”, p. 129; De Andrés, Catálogo de los códices griegos, nº

38 Graux, Los orígenes, p. 443; De Andrés, Catálogo de los códices griegos desaparecidos, nº 300. Se correspondería con el nº 197 del catálogo de Antonio Agustín. 39 Graux, Los orígenes, p. 443, n. 2; G. De Andrés, Catálogo de los códices griegos desaparecidos, nº 578. Se correspondería con el nº 8 de la lista de libros de Agustín. 40 Repertorium der griechischen Kopisten, 800-1600, 1A nº 248; 2A nº 341; 3A nº 409. 41 A[rchivo] G[eneral de] S[imancas] E[stado] 1526 f. 165 = E1342 f. 80. Fue editada por A. Revilla, Catálogo de los códices griegos, p. CII, n. 1. La cédula surtía efecto desde el mismo día de su concesión, no desde el primero de enero de 1582 como afirman Revilla (ibid.) y Sicherl, “Manuel Glynzunios”, p. 37. Lo confirman los cálculos de la deuda que se tenía con Glinzunio hechos en 1590 por Juan de Olave, secretario de la embajada española en Venecia (cf. infra). Glinzunio llegó a Venecia de vuelta el 27 de octubre de 1582, no el 22, como afirmó Revilla (ibid.) y aceptaron Sicherl y Bravo. 42 Se conserva en el Reg. 387 ff. 141-142 y fue publicada por E. Legrand, Bibliographie hellénique des XV et XVI siècles, vol. II, p. 385, n. 1, que la tomó de M. Pierre de Nolhac, Lettere inedite del Card. de Granvelle a Fulvio Orsini e al card. Sirleto (Roma, 1884), pp. 2122.

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A comienzos del verano de 1582 Glinzunio aún estaba en la Península, a juzgar por los documentos que edito. El primero (doc. nº 1) es una carta de Felipe II al virrey de Nápoles, Juan de Zúñiga y Requeséns (1579-82), del 4 de junio de 1582.43 En ella le pide que escuche a Glinzunio acerca de la propuesta que ha hecho y, tras consultarla con el Consejo Colateral, le transmita el parecer de ambos, para que se pueda tomar la decisión más conveniente. La propuesta de Glinzunio está contenida en el memorial que presentó, que se reproduce en su integridad. Para ganarse la voluntad de los habitantes de levante, Glinzunio propone que se permita la instalación en los reinos de su majestad de un metropolita de la nación griega encargado de examinar a los que vengan de levante. De este modo los espías que viajaban con fes falsas quedarían al descubierto, muchos griegos vendrían a refugiarse en los territorios del rey, se tendría en levante toda la ayuda necesaria, muchos lugares se repoblarían, los cristianos obligados a entregar a sus hijos por la devşirme y los renegados tendrían donde refugiarse, las galeras tendrían abundancia de remeros y, en definitiva, la corona obtendría grandes beneficios. 7. No era ésta, sin embargo, la opinión de Granvela. En carta del 18 de febrero de 1584 a destinatario desconocido se muestra contrario a la propuesta de Glinzunio de hacer pasar a Italia un número elevado de prelados ortodoxos, vistos los escasos resultados que han tenido los servicios de los entretenidos del rey. Cree que bajo la piedad aparente de la propuesta se esconde algún interés, por lo que recomienda ganar tiempo y no desengañarlo del todo. Manifiesta, además, su opinión favorable a emplearlo en El Escorial, si bien no quiere inmiscuirse en este asunto para que nadie pueda reprocharle una injerencia en asuntos que no son de su incumbencia.44 La postura de Granvela es coherente con la situación política y religiosa del momento. Granvela, que había sido virrey de Nápoles en los años posteriores a Lepanto, estaba convencido de la escasa o nula repercusión que habían tenido en la jornada los agentes de la red de espionaje creada en la Puerta por Giovanni Maria Renzo en la década de 1560.45 Consideraba un dispendio el dinero que se había invertido en ellos y los tenía por palabreros y mentirosos, cuando no directamente por agentes dobles. Además, en febrero de 1578 Giovanni Margliani había alcanzado en nombre de Felipe II un principio de acuerdo con el gran visir Mehmed Sokollu por el que ambas partes se comprometían a no sacar armada ofensiva. El acuerdo, que se fue renovando 43

Sobre Zúñiga y Requeséns, cf. Diccionario Biográfico Español, 50 vols. (Madrid: Real Academia de la Historia, 2009-2013), vol. 50, pp. 1020-27 [Carlos J. Hernando]. 44 AGS E1531 f. 4. 45 J. M. Floristán, “Fraudes, prejuicios e incomprensiones en las relaciones hispanogriegas del Renacimiento”, Erytheia, 18 (1997), 95-110 (96-97). 145

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en los años siguientes, puso fin a medio siglo de lucha encarnizada por el Mediterráneo central entre la Puerta y el Imperio Español. A partir de ese momento el interés político de Felipe II se orienta hacia el norte (Inglaterra, Flandes) y oeste (Portugal y su Imperio), y el Mediterráneo pasa a un segundo plano. No sorprende, pues, la oposición radical de Granvela a hacer pasar a los reinos de Italia un gran número de griegos. 8. Por otra parte, la situación religiosa tampoco era propicia a la propuesta de Glinzunio. Concluido el concilio de Trento, el régimen eclesiástico de la Unión de Florencia de autonomía de los ritos bajo un único pastor por diócesis fue reemplazado por otro de normalización, por el que las comunidades italogriegas de rito oriental quedaban sometidas a la jurisdicción del ordinario latino. Tras la toma de Constantinopla en 1453 la emigración de griegos y albaneses a Italia, en especial a Venecia, pero también a Nápoles y Sicilia, había dado origen a comunidades que conservaban su propia tradición religiosa y la conciencia de pertenencia a la Iglesia oriental, a diferencia de las comunidades helenófonas medievales de Apulia y Calabria que, con el paso del tiempo, se habían ido latinizando. En la etapa de la Unión (1439-1563) diversas bulas y breves papales habían asegurado a estas comunidades nacidas de la emigración de época otomana autonomía de la jerarquía latina y dependencia directa de metropolitas griegos y del patriarcado ecuménico. Tras el cierre del concilio, sin embargo, sendas bulas de Pio IV (1564) y Pio V (1566) eliminaron esa autonomía e inauguraron el nuevo periodo de normalización. La creación de la “Congregación para la reforma de los griegos” (1573), de efímera existencia, la fundación del Colegio Griego de San Atanasio (1577) y, décadas después, la erección de la Congregación De propaganda fide (1622) fueron los instrumentos empleados por Roma en esta nueva fase de las relaciones con la Iglesia ortodoxa griega.46 Uno de los problemas fundamentales suscitados por la nueva política de normalización fue el de la ordenación del clero, tanto el destinado a las comunidades italogriegas como a las misiones en territorio balcánico. La presencia en Italia de obispos orientales llegados para administrar los sacramentos (en especial, el Orden), recolectar limosnas, repartir indulgencias, etc., no era bien vista por Roma. La solución más sencilla, que muchos obispos adoptaron, fue la reducción de los italogriegos al rito latino. Una minoría 46

Cf. al respecto los estudios fundamentales de V. Peri, “La congregazione dei Greci (1573) e i suoi primi documenti”, en I. Forchielli - A. M. Stickler (eds.), Collectanea Stephan Kuttner III [=Studia Gratiana XIII] (Bologna, 1967), pp. 131-256; “Inizi e finalità ecumeniche del Collegio greco in Roma”, Aevum, 44 (1970), 1-71; “Chiesa latina e Chiesa greca nell’Italia postridentina (1564-1596)”, en La Chiesa greca in Italia dall’VIII al XVI secolo, vol. I [=Italia sacra 20] (Padova, 1973), pp. 271-469; “L’unione della Chiesa orientale con Roma”, Aevum, 58 (1984), 439-498. 146

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ilustrada (Santoro, Sirleto, Carafa), sin embargo, consciente de la antigüedad y validez del rito griego, buscaba la depuración de los abusos y errores presentes en las comunidades italogriegas, pero no la eliminación de una lex orandi más antigua incluso que la latina. Por otra parte, cuando comenzaron a salir del Colegio Griego las primeras promociones de alumnos, se planteó el problema de su ordenación sacerdotal. Tradicionalmente la ordenación para un rito implicaba la pertenencia a éste y la dependencia de la Iglesia correspondiente. Por ello los alumnos del Colegio temían que, si recibían el Orden por el rito latino, fueran rechazados por las comunidades greco-albanesas de Italia o por sus misiones de destino en el territorio de la Puerta. Era, pues, necesaria la ordenación por un obispo griego con licencia del papa. La solución final que se alcanzó fue el establecimiento en 1594 de un obispo griego en Roma encargado de ordenar al clero de rito griego. 9. En estas circunstancias, la propuesta de Glinzunio de establecer un metropolita griego en los reinos de Felipe II, en concreto, en Brindisi, chocaba con el proceso de normalización que Granvela como cardenal, antiguo virrey de Nápoles y presidente del Consejo de Italia desde 1579 debía conocer bien. En realidad la propuesta no menciona aspectos del régimen eclesiástico, tan sólo políticos (repoblación de los reinos, detección de posibles espías, acogida de renegados y de padres que huían con sus hijos de la devşirme, etc.), pero no cabe duda de que Granvela los tendría in mente. Glinzunio sólo habla de un metropolita; Granvela, en cambio, se opone al establecimiento de un número elevado de prelados ortodoxos. Es posible, aunque no probable, que la respuesta de Granvela sea a otro documento posterior al que edito. Lo más verosímil, sin embargo, es que creyera que la llegada de un gran número de griegos propuesta por Glinzunio habría de producirse necesariamente en compañía de sus obispos, de ahí su oposición. Glinzunio no se olvida de aludir a los beneficios que la propuesta podría reportar a la corona y a la Iglesia, y se ofrece para aclarar las posibles dudas que pudieran surgir. No tengo noticia de que el asunto pasara de aquí, antes bien, es probable que la respuesta de Granvela le cerrara definitivamente las puertas. 10. El segundo escrito (doc. nº 2) es otra carta de la misma fecha, también del rey al virrey. En ella le ordena pagar a Glinzunio la cantidad que se le adeuda desde el virreinato del marqués de Mondéjar (1575-79). Al parecer, éste había retenido a Glinzunio más de un año en Nápoles con la promesa de darle el mismo sueldo de 300 escudos anuales que tenía en la armada, si bien finalmente no le había pagado más que sesenta ducados de moneda local, a pesar de que Glinzunio había prestado sus servicios a entera satisfacción. Durante su viaje a España de 1581-82 Glinzunio pidió que se le pagara la deuda y el rey ordenó al virrey que así lo hiciera. Me faltan indicios para fechar la estancia de Glinzunio en Nápoles, pero parece lógico pensar que 147

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fuera inmediatamente anterior a su viaje a España, quizás durante el último año del virreinato de Mondéjar. De allí habría pasado a Roma, en donde habría recibido las cartas de presentación para el viaje (cf. supra). 11. Tras su regreso a Venecia, Glinzunio cobró su sueldo de ocho escudos mensuales con irregularidad. En 1586 reclamó las cantidades que se le adeudaban a través del secretario Cristóbal de Salazar, que tramitó la petición a Nicolò Sestich, secretario personal de Granvela. Por una relación de los pagos que Glinzunio presentó hacia mediados de ese año sabemos que desde la concesión del entretenimiento sólo había cobrado 201 ducados de los casi 500 que le habrían correspondido en los cinco años transcurridos. Además de Salazar, también intercedió por él Cesare Carafa47 con una carta dirigida al secretario Juan de Idiáquez del 22 de agosto de 1587.48 A pesar de estos apoyos, la situación económica de Glinzunio no cambió sustancialmente en los años siguientes. Hasta noviembre de 1589 había cobrado poco más del veinte por ciento de su salario.49 A partir de entonces hasta su muerte en 1596 cobró puntualmente a comienzos de cada mes. Los atrasos se le abonaron de golpe el 21 de noviembre de 1591.50 12. Los servicios que Glinzunio prestaba a la corona eran básicamente de dos tipos, de información sobre levante y de compra y copia de libros para El Escorial.51 Por lo que respecta al primero, se conserva un poder notarial de fecha 30 de diciembre de 1583 concedido por Manuel Paleólogo52 a Glinzunio, al que le unía una estrecha amistad, para que cobrara en su nombre unas deudas que tenían con él un mercader de Yánina y un habitante de Igumenitsa. Conservamos también una fe de Glinzunio del 30 de marzo 47

Cf. “Carafa, Cesare”, Dizionario Biografico degli Italiani, vol. 19, pp. 519-521 [C. Russo]. 48 Ambas cartas, de Salazar y de Carafa, fueron mencionadas por A. Revilla, Catálogo de los códices griegos, p. CII. Sicherl, “Manuel Glynzunios”, p. 37, supuso que Glinzunio había viajado a España con ellas por segunda vez, suposición en la que le siguó J. S. Lasso de la Vega, “Un nuevo manuscrito de Polieno”. Las cartas, sin embargo, fueron remitidas desde Venecia y nada hay en ellas que nos haga pensar en un segundo viaje. 49 El 3 de febrero de 1590 Juan de Olave calculaba que se le adeudaban unos atrasos de 619 escudos y diez sueldos del periodo 1581-89, frente a los 168 escudos y cuatro sueldos que había cobrado (AGS E1540 f. 386). 50 Para una reconstrucción pormenorizada de las retribuciones de Glinzunio desde la concesión del entretenimiento en julio de 1581 hasta su muerte a finales del verano de 1596, cf. Floristán “Humanistas, copistas y diplomacia”, pp. 1171-1172. 51 AGS E1528 f. 70 (carta de Granvela a Salazar del 12 de enero de 1583). 52 Sobre él, cf. J. M. Floristán, “Linajes imperiales bizantinos en la corte de España (c. 1571-1621): Comnenos, Láscaris, Cantacuzenos y Paleólogos”, Erytheia, 33 (2012), 117163 (pp. 148-151). 148

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de 1584 en la que confiesa haber cobrado el dinero que había adelantado a Damián de Corón por los servicios prestados en Bar (Hvar, Croacia) y Cattaro (Kotor, Montenegro) en la vigilancia de las personas que pasaban a Ragusa.53 Son noticias vagas, pero que dejan entrever que Glinzunio prestaba en Venecia los mismos servicios de información y fomento de revueltas antiturcas que hacían en Nápoles y Sicilia otros entretenidos del rey. 13. A su muerte Glinzunio legó sus libros manuscritos griegos a Felipe II para la biblioteca de El Escorial. Su testamento, otorgado en Venecia el 11 de septiembre de 1596 ante el notario Vicenzo de Conti, quedó depositado en el archivo de San Giorgio de’ Greci de la ciudad. Fue publicado íntegro por Legrand54 y parcialmente por Revilla.55 En él instituye como albaceas a Domenico da Gagliano y a los sucesivos administradores de la escuela de San Jorge de los Griegos, y por encima de ellos al embajador español Íñigo López de Mendoza.56 Tras disponer unas mandas para diversos legatarios, deja mil ducados para sustento de un maestro en Quíos. Deja también su casa en la isla, cercana a la iglesia de Sta. María Thermeriotissa (), para que le sirva de alojamiento. Por carta de tres diputados del común de la isla del 3 de febrero de 1604 sabemos que en esta fecha ocupaba este cargo Francisco Coco, natural de Naxos.57 Glinzunio pidió ser enterrado en Quíos y asignó cien ducados para los gastos de traslado de su cuerpo. Sus libros impresos, griegos y latinos, ingresaron en la biblioteca de la comunidad griega de Venecia, pero con el tiempo se perdieron. Por lo que respecta a sus manuscritos griegos, ni Legrand ni Revilla conocieron ningún listado de los mismos ni ninguna noticia sobre su ingreso en la Biblioteca Escurialense. Como ya he dicho, Sicherl postuló su compra por la Biblioteca de Augsburgo en fecha indefinida entre 1600 y 1633, años de redacción de los catálogos de Georg Henisch y Elias Ehinger respectivamente. No es seguro, con todo, que los códices identificados por Sicherl formaran parte de la herencia o, dicho con otras palabras, que Glinzunio no los hubiera vendido en los años que mediaron entre su viaje a España (1581) y su muerte (1596). Además, la identificación de su mano en un códice escurialense, parisino, muniqués o vaticano no implica necesariamente que formara parte de su legado. Sólo el hallazgo de pruebas documentales a favor o en contra del ingreso de los 53 Sobre estos documentos, cf. Floristán, “Humanistas, copistas y diplomacia”, pp. 11721173. 54 Bibliographie hellénique, vol. II, pp. 386-388. 55 Catálogo de los códices, pp. CII-CIII. 56 Legrand transcribió equivocadamente su nombre como “Domingo de Mendoza”, que A. Revilla, Catálogo de los códices, p. CIII, y Sicherl, “Manuel Glynzunios”, p. 43, mantuvieron. El error fue señalado por I. K. Hassiotis,  , p. 130, n. 4. 57 Amantos,  , p. 63.

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libros en la Biblioteca Laurentina, o argumentos basados en la ordenación que habrían recibido al ingresar en ella podrán cerrar de forma definitiva esta vexata quaestio del destino final de la herencia de Glinzunio. Documentos 1. SP lib. 503 f. 134r-v [Lisboa, 4 de junio de 1582] Emanuel Glinson El rey. Illustre príncipe et cetera. Por parte de Emanuel Glinson nos ha sido presentado el memorial del tenor siguiente: “Sacra Católica Real Majestad. Emanuel Glinson dice che già sonno diece anni che Dio lo ha mandato a servire Vostra Maestà, et sempre ha considerato in che modo potese far il servizio de Dio et di Vostra Maestà e de soi popoli. Onde li ha parso di proponerli con che manera Vostra Maestà si potesse far signor deli animi di tutto levante, il qual è questo. La Vostra Maestà potria permettere nelli soi stati, come è nell’ regno di Napoli in Brindisi, un metropolita della natione greca, persona di confidentia, di molta speriencia, cognitione e sapere e di essemplar vita, il quale havesse ad approbar tutti quelli che vieneno dalli parti di levante, con la qual provisione si toglierianno le false fedi, se schifiarianno le spie del turco, molti beni venerianno di quelli parti sotto il refugio di Vostra Maestà, li ribaldi non potrianno venire, tutto il servizio che si potria desiderar da levante se haveria facilissimamente, faria habitar molti lochi nelli soi regni, molti di quelli che danno li loro figlioli al turco forzatamente hirianno dove fugirsene, li christiani che contra voluntà renegano haverianno dove riterarse senza dar peso a Vostra Maestà, non mancaria de impir le reggie galere di marinari e de ogni altra sorte di gente che per suo real servizio potesse desiderarse, o finalmente con la deputatione di questo metropolitano greco se troncarianno infiniti inconvenienti, se resuscitarianno gran beneficii e servicii alla sua real coronna |134v et alla Chesa catholica, et il supplicante se offerisce a sodisfare a qualsivoglia dubio che sopra di ciò li fosse mosso”. Y porque antes de resolvernos en esta pretensión os la avemos querido comunicar, por ende os encargamos y mandamos que oyendo al supplicante acerca della y comunicándola con los del Consejo Colateral, nos aviséys de lo que allí se resolviere después de discutido y tratado en la materia, junto con 150

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su paresçer y el vuestro, para que con tanto más maduro acuerdo se provea en el negocio lo que convenga. La presente et cetera. Datum en Lisboa a quatro de junio MDLXXXII. Yo el rey. Con señal del cardenal. Vidit comes generalis thesaurarius. Vidit Ramondettus regens. Vidit Carvajal regens. Vidit Simoneta regens. Vidit Herrera regens. Vidit León regens. Vidit Moles regens. Çayas secretarius. Solvat carlenum unum. Didacus de Vargas pro taxatore. Al visorey de Nápoles, para que oyendo a Emanuel Glinson lo que acerca de su pretensión le ocurre y comunicándola con los del Consejo Collateral avise de lo que después de discutido y tratado sobre ello se resolviere, junto con su paresçer. 2. SP lib. 503 fs. 134v-135r [Lisboa, 4 de junio de 1582] Eiusdem El rey. Illustre príncipe et cetera. Por parte de Emanuel Glinson nos ha sido hecha relaçión que aviéndole detenido en esse reyno el marqués de Mondéjar, siendo visorey dél, más de un año con offresçerle el mismo sueldo de trezientos escudos que solía tener al año en la armada, no le dio más que |135r los sessenta ducados de moneda desse reyno, aviendo servido en él en quanto se offresció con mucha satisfactión suya, supplicándonos fuéssemos servido mandar que se le pague la restante quantidad, pues la ha gastado él de su bolsa para entretenerse. Y porque siendo su petición justa y el supplicante persona de servicio es razón que se tenga cuenta con él en todo lo que le tocare, por ende os encargamos y mandamos proveáys y deys orden que todo lo que por la dicha razón se le deviere y hubiere de aver justamente, se le pague y satisfaga con toda brevedad y effecto de qualesquier dineros dessa nuestra regia corte, assí ordinarios como extraordinarios y que más promptos estubieren, teniéndole en la execuçión y cumplimiento dello por muy encomendado, que por lo que está referido, proçede assí de nuestra voluntad y nos ternemos de vos por muy servido. La presente et cetera. Datum en Lisboa a quatro de junio MDLXXXII.

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Yo el rey. Con señal del cardenal. Vidit comes generalis thesaurarius. Vidit Ramondettus regens. Vidit Carvajal regens. Vidit Simonetta regens. Vidit Herrera regens. Vidit León regens. Vidit Moles regens. Çayas secretarius. Solvat carlenum unum. Didacus de Vargas pro taxatore. Al visorey de Nápoles, de satisfactión a instancia de Emanuel Glinson. Recibido: 17/12/2015 Aceptado: 29/12/2015

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ÍNDICE Págs. LIMINAR José M.ª Maestre Maestre, Homenaje póstumo al profesor José Guillermo Montes Cala.......................................................................................... Ángel Urbán Fernández – Joaquín Salinas D’Anglada, Fotografía del Prof. Dr. D. José Guillermo Montes Cala................................................ Rafael J. Gallé Cejudo – M.ª de la Paz Fernández Montañez, Currículum científico del profesor José Guillermo Montes Cala.................................... Jesús Fernández Palacios, Para Guillermo..............................................

7 13 15 37

ARTÍCULOS AYUSO GARCÍA, MANUEL: La forma textual de las ediciones incunables de Marciano Capela: modelos, relaciones e influencia en la tradición impresa del inicio del s. XVI..................................

41

BAEZA-ANGULO, EULOGIO: El exordivm del Ibis ovidiano en la traducción al castellano de Diego Mexía de Fernangil...................

81

DÍEZ YÁÑEZ, MARÍA: Aristotelianism and Alfonso de Cartagena (ca. 1385-1456). Ethical and Political Theory for the Administration of a Kingdom: Liberality, Magnificence and Magnanimity............

95

FALQUE, EMMA: Los prólogos en la historiografía latina medieval: la Historia Compostelana y el Liber Eliensis........................................

121

FLORISTÁN, JOSÉ M.: Dos memoriales inéditos de Manuel Glinzunio (1582)..........................................................................

137

GIL FERNÁNDEZ, LUIS: Tres cartas de Roberto Sherley.................

153

JIMÉNEZ DEL CASTILLO, JUAN CARLOS: El tópico del concilium deorum en la Austriaca siue Naumachia de Francisco de Pedrosa....

171

359

Índice

Págs. LÓPEZ FONSECA, ANTONIO: Rodrigo Sánchez de Arévalo, un humanista pionero en educación...................................................

193

LÓPEZ-MUÑOZ, MANUEL: Bartolomé de Alcázar (1648-1721) y la retórica......................................................................................

207

PASCUAL BAREA, JOAQUÍN: El epigrama de Fernando Bravo a Santa Helena en la justa hispalense de junio de 1555....................

229

PINO CAMPOS, LUIS MIGUEL: Telégono y Edipo en la obra sobre el parricidio de Juan de Solórzano.................................................

243

RODRÍGUEZ HERRERA, GREGORIO: Las Gnomai en las In Hesiodum Annotationes de Georg Henisch: entre el progymnasma y el florilegio....................................................................................

257

RUIZ ARZALLUZ, IÑIGO: La Vita Terrentii de Petrarca en el Fons memorabilium universi de Bandini.................................................

279

SALAS SALGADO, FRANCISCO: Presencia clásica en la biblioteca de la familia Martínez de Escobar: una primera aproximación.......

299

SÁNCHEZ SALOR, EUSTAQUIO: Estructura binaria de la oración. De Platón al siglo XVIII................................................................

327

360

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