escribir no importa (2014)

June 4, 2017 | Autor: Gabriela Milone | Categoria: Poesía
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ESCRIBIR NO IMPORTA de Gabriela Milone

En resonancia con “Libro de cenizas” de Mauro Césari Postfacio de Oscar del Barco

Revista Caja Muda 2013

ESCRIBIR NO IMPORTA de Gabriela Milone

i

En resonancia con “Libro de cenizas” ii de Mauro Césari

Postfacio de Oscar del Barco

iii

hay que escribir solamente en la incertidumbre y la necesidad Maurice Blanchot

venir / a vencer el cuerpo / sin más / escribir no importa / en el desconcierto de la lengua / que acaso / sólo sepa / de algún sabor que gusta / o no / escribir no importa / el deseo incalmable / llama / desde la desgracia / de su nombre / y no traza / más que la inesperada / o la pequeña / catástrofe / del cuerpo en desamor

cuerpo / no se despierta / siquiera con la escritura de su / nombre / apenas / nadie / dice su / nombre / vigilia de los que duermen / en los cuerpos de los otros / o acaso / en el deseo de los que no desean / indeseable cuerpo / vencido / por el deseo de lo ausente / quién jugaría / a despertar un cuerpo muerto / o apenas / un círculo / un juego / indeseable / indeseado / quién habla del deseo / cuerpo de nadie / desconcierto de lo que ya no vuelve / o acaso / o apenas / una letra mal anudada a la piel / cuerpo de nadie / nadie juega

mis labios sobre tu mano / no mi lengua sobre tu piel / fragmento del arte del deseo / boca perdida / en la súplica por su quién / por su dónde pongo lo incesante / cuando no hay quién / ni dónde / ni súplica

bésame con los besos de tu boca / promesa de las mujeres de Jerusalén / gacelas saltando montes / olivos tumescentes / almendros hinchados de sol / promesas más oscuras / que el cielo / que prometen sus cuerpos / almendra y mirra / vientres como pequeños / montes / que salta / gacela / olivo y miel / un hermano desea a su hermana / y buscan / el beso / que quisieran / no saber dar

desmayo / en la cima / de la palabra / que / no nombra el deseo / lo pierde / en hijos del pensamiento / abandonados / por un talento que vuelve / a su tormenta / la pasión que dona / los días / y quizá / dormir en la piel que fascina / y soñar / que algo se despierta

solo para mí florezco yo, desierta / solo desierta florezco para nadie / el juego dolido de ser otro / la risa cambiada / la mirada vacía / el cuerpo muerto / que nadie despertaría / así/ surge/ la desnudez/ en un temblor / blanco

muriendo porque no muero / buscar refugio en la pasión inconclusa / de la santa dormida / en su imposible / rasgada en su vientre / hecho a la medida / del hombre que es / su dios / clavado / en el abandono / debemos irnos del deseo que pudo ser / fugarse merodeando el madero ardiente / cruz / para la suerte improbable / ésa que no sabe de su deseo /no más / que en el paladar / que desgarra / las heridas

pétalos volando como llagas / carnalidad dulce / de algo menos que una fruta / difícil el mundo cuando tiembla / cuando se repite lo deseado / sin nada más / o menos / el deseo / se vuelve paradoja / y lo sabemos / los discípulos / sólo se tocan / cuando dejan de serlo

retirar el lenguaje / de su curso / insistir / en la carne de la fruta / turbación de la lengua muda / aturdida en la miel y el acre / insistir / algo cae / algo más / acaso una certeza / o una gota / gotean los ojos /en la gracia / que invita a las cosas / tersura de lo ausente / sólo / ciertas veces / restaura el matiz / y acontece una sonrisa / hacia lo inesperado / silencio / o filo / de una voz / apenas

ninguna voz donde el canto sonaba / la niña que cantaba / una sospecha / ahora vuelta sola espera / espera sola de un tiempo suspendido / palabras buscadas allí donde no son / espeso destiempo / de la piel mudada / de la lengua rota / no brota la boca / que espera/ su improbable / resabio

dónde está su cuerpo / o lo que dijeron / que era su cuerpo / nadie supo qué era eso / apenas algo / que nació a destiempo / cuerpo que desconoce / mutilado en el centro / de su ausencia / así / pequeñas yemas / caídas en la inflorescencia / y en el silencio / que cruza la flor / cuando florece / hacia adentro

otro miedo: perderse / y cómo estar / yéndose / sosteniendo / fuertemente / el cuerpo en equilibrio / sin que nadie / advierta esa lucha / un dolor / sin dolor / una pérdida / que se prueba / cada vez / toda vez / como miedo / o acaso / también / como deseo

el juego de las niñas / las siestas explorando sus cuerpos / el sabor de cada cosa / en el miedo / de lo no dicho / de cuanto existe ha sido ya pronunciado su nombre / dice el que recuerda su plañido / pero no el dolor / ni la ciudad indestructible / de los olivos que renacen / ni las letras purpuradas / de un habla sin voz / puro vacío sostenido / pura caída / insostenible / silente

¿es eso el miedo? / ¿eso que nada busca? / ¿ese no querer mirar la pérdida que los otros le traen? / ¿es esto el miedo? / ¿este algo tenido en la boca? / escribir no importa / cuando el miedo es la pregunta

algo / ahora / la mantiene despierta / aunque / sabe que / un cuerpo se calla / se lanza / se emana / se apaga / un cuerpo / no sabe / decir

ya no habrá / cuerpo nuevo / no vendrá / la protección de las manos / soñadas bajo el sol / no queda voz / non c´è niente da fare / el hilo se tensa / hasta su límite / y sólo se oye / il pianto senza fine / delle donne / che sono il tuo corpo

la boca dolorosa hablaba sosegadamente / había que aprender / a pensar / con dolor / con los labios puestos / en la íntima verdad / de cada noche / saberse prefiriendo / un no / señalando el saber / de lo que nunca / deja de sustraerse / dolor que piensa / cada detalle / llevando / la marca del sosiego / y exponiendo / su hendidura / para que otros / hablen de su belleza

por qué / creer en una palabra / venida de la nada / ellos no saben / del desgarro / pero insisten / y todas las cosas / confirman el cuerpo / en el temblor / acostumbrarse / al desastre / de toda pérdida / y sin importar / preferir / dulce y lacerante / no decir / ya más / cada abandono

olvidar / lo que es / tocar / levemente / un cuerpo / suavemente / un cuerpo / la espesura / de lo que brota / bajo las manos / el dolor / el vértigo / y la alegría / olvidar / lo que parece / simple / es una grieta / un desconsuelo / y es preciso / que algo más / parta / acompañando / lo que ya no lastima

la lengua es sutil / y es insoportable / tener que / ocultar / un deseo / o un secreto insignificante / el cuerpo / no sabe callar

el cuerpo no se esconde: guarda su secreto /que puede ser / tan sólo / algo posible

tiempo extraño / debe terminar / la pregunta interminable / nadie podrá responder / por el abandono / ni por la crueldad / el cuerpo se seca / queda la pesadumbre / de un quién / que pudo no ser / queda la impasible sombra / de la herida / en el espejo de los días / queda el equívoco / de lo que vuelve / en su oscuridad / latente y desnuda flor de mis labios

abandonar lo que abandona / es preciso una potencia de olvido / que apenas parece humana / ninguna voz soporta / el abandono / sin quebrarse / escribir no importa / si los labios pendientes de la voz / murmuran esa duda interminable

deseo satisfecho es delicia del alma / deseo inconcluso / deslizamiento del cuerpo / desquicio de lo insalvable / salvo / el recóndito silencio de la piel / que atesora / su secreto / y lo alza / alguna vez / como delicia / sí / aunque improbada / y como desgracia / incierta

habría que escribir / inciertamente / la intrazable / señal del abandono / sólo eso / nada / que pueda ser escrito / más que en el inscribir / importándose en la lengua / exportándose al dolor / escribir no importa / sólo el derrumbe del cuerpo / puede decirlo

Las otras voces Roland Barthes (p. 9) Cantar de los Cantares (p. 10) Stephan Mallarmé (p. 14) Teresa de Ávila (p. 16) Héctor Viel Temperley (p.18) Circe Maia (p. 23) Eclesiastés (p. 24) Pascal Quignard (p. 26) Maurice Blanchot (p. 30) Roland Barthes (p. 33) Jean-Luc Nancy (p. 24) Stephan Mallarmé (p. 35) Pascal Quignard (p. 36) Proverbios (p. 37)

(posfacio) escribir no importa Oscar del Barco

iii

I la poesía, el poema, digamos, no dice, cómo diría si es el decir, si dijera algo lo diría a la nada, todo lo que dice, y así puede decir todo, se-ella lo dice a sí, y ese decir no tiene término penetrar la entraña del poema es imposible, el análisis, la interpretación, gira en el vacío, cada lector es el donde del poema sin límite, o su allí, el poema no es de nadie, no hay autor ni lector, hay la imposibilidad de un decir final o la sola presencia de signos y sonidos insensatos escribir no importa, pero… estoy escribiendo que “escribir no importa” - es una afirmación grave: escribir, abrir un surco, una hendidura, una fosa… no un habla degradada, mejor una conjunción donde lo que se “inscribe” abre a las posibilidades de la escritura y del habla en escritura… pero quién hace las incisiones? el poema no se cansa de decirlo: nadie – agrego, el misterio (si un dios escribiera esta escritura que somos, quién escribiría la escritura de ese dios?) - es una criatura desolada, ¡la mujer! la poesía siempre es mujer donde o como de la manifestación del eso indeterminado, sin concepto, que es-somos esto que llamamos mujerombre

y si los seres humanos fuéramos escritura sin nadie que la escriba y sin nadie que la lea? una paradoja y… sí… la escritura, la humanidad misma, importa? - a la humanidad, hablo de la pobre, no puede importarle la humanidad, sólo escindiéndose podría compadecerse a sí, pero… podemos llorar en la humanidad pero la humanidad no puede tal vez desgraciadamente llorarse escribir importa, a quién le importa? a nadie, dicho de otra manera, al escribir, quiero decir que al escribir le importa escribir el poema que es digamos la divinidad lo sacro del escribir mismo de nuevo lo eso se… escribiendo su escritura escribiéndose… más bien diría la manifestación en y como escritura, o diría incluso la posibilidad de lo imposible vuelto posible tal vez en un exceso de claridad scardanelli dice que habitamos poéticamente y así sumerge a la criatura en lo ignoto de ella misma… lo poético en tal sentido es abismo, simplemente abismo, diría donde se conjuga muerte y resurrección - hay un rescate, un poner en movimiento, en “tempestad” o “tormenta”, dice el poema la escritura habla con muerte adviene vida, la poesía un vendaval en la escritura, su negación, su metamorfosis, su furia… un impedimento loco a la parálisis del habla, a su instinto de muerte…

como si la escritura-habla buscase un descanso absoluto huyendo paradojalmente de su propio horror, de su pulsión autodestructiva - el poema es esa inestabilidad, imposibilidad, agujero que abre a la intemperancia, a los “rayos” de esto dice algo el poema? dice y no dice, dice-sin-decir, no dice diciendo… qué? una nada-todo “tempestuosa”, es un dejar… que las palabras palabreen, que el aire airee… dejar al ser ser y al dios dios… siempre en el caos - cómo se podría salir del caos? llevándolo, llevándonos a otro caos más caos? mover la escritura es más difícil que mover una montaña - se necesita el sacrificio del más hondo abandono… y la poesía lleva ese abandono… el abandono del mundo ¡del yo! ¡de Dios!, abre a la escritura su necesaria posibilidad del lugar, del dónde de la manifestación que es la propia escritura sin nadie… abrir el yo, el mundo, el ser, dios… abrir al otro, a los otros, a la comunión ¿original? con los otros que son lo dado, esta escritura… la escritura del poema desplaza la escritura llevándola o perdiéndola en la oscura selva afirmándose abandono, desolación, vencimiento sin horizonte, un horizonte en pasado de olvido, o imaginario deje de desvariar, de qué hablá, qué quiere decir…perdón nooooo quiero decir nada…

II nadie juega / escribir no importa / nadie dice su nombre (de la madre) / no hay quién / ni dónde/ni súplica / besando lo imposible / florezco para nadie / juego dolido de ser otro / nadie despertaría / pedir piedad / cruz cruz cruz / pétalos volando como llagas / la palabra desolada…la flor cuando florece hacia adentro / habla sin voz / señal del abandono / ¡ay! Retirar el lenguaje del curso del mundo / habría que escribir sí, ¿cómo? / inscribir previo, en un muro, en una piedra, en el alma? /exportándose al dolor / sólo el derrumbe puede decir: escribir no importa si hubiese dios tal vez le importaría a dios leerse leyéndonos, pero como supongo que no existe ese dios… escribir sí importa, pero… si el propio escribir dice que no importa, cómo decir que importa? a quién y cómo y qué quiere decir que importa? ante todo la misma escritura dice en el poema habría que escribir – que? leo: se escribe en desmesura, en un exceso agobiante y mortal, que aunque no importe habría que escribir en salvación de la propia escritura, más aún, salvarnos de la escritura-cosa, ente, enloquecida enajenación de las palabras… Pero por que habría que y no hay que? un ruego? a quién nadie? estamos en referencia a la poesía, y la poesía no depende de la buena voluntad del “poeta”, el poeta, el lugar, el donde, (es) pura expectativa de manifestación, es el puro y doliente aguardar… (el don de nada de nadie y a nadie) doliente por necesidad de extinción del yo sujeto o necesidad de ahuecamiento donde la escritura sea; el poema dice “derrumbe”, agrego del yo, mundo, dios, ser… En ese derrumbe la “flor” (la escritura-habla) habla sin voz, se inscribe

la escritura-mujerombre no puede abrevar en la masa del dolor humano, en tal sentido la mera escritura no importa (no hay consuelo)… hay dos escrituras unidas en origen la propia de la cotidianeidad no rescatada y la poesía… ésta importa; la primera también importa mas no en su cosificación, en su “charla” enajenante - la segunda está en lucha, perforando la primer escritura, rompiéndola para rescatarla con su “tempestad” - el “no” es negado por el “sí” que es el poema, como si dijese: esa masa oscura de escritos no importan, no son lo que importa, lo que esencialmente importa, lo que importa es la escritura en su revelación adviniendo a la situación primigenia de lo abierto nadie juega, ¿en qué sentido? nadie, ningún humano, juega en este mundo de horror donde todo jugar es fuego, en realidad el incendio casi no deja lugar a lo libre del juego donde el riesgo de lo mortal convierten la escritura en horizonte luminoso no hay nadie, hasta la madre es un cuerpo sin nadie, al que no despierta ni la escritura de su nombre, “nadie dice su nombre” - nadie ¿quién? “juega a despertar un cuerpo muerto”… pero ese nadie puede ser el nombre innombrable - nadie, en lugar de borrar a todos da, es posible, lo más alto, lo único, en otras palabras, como ser entonces nadie juega dice que alguien tal vez un posible más incluso que dios juega este juego trágico de la creación - ¿eseeso-Nadie, juega a escribir su juego que somos? y la escritura querría rescatarnos salvarnos del juego de la “tormenta” del fuego este que irrumpe en la estela de lo imposible donde nada valen las súplicas y las lágrimas, escribir no importa pero escribimos en el páramo como destino?

retirar el lenguaje del curso del mundo… ¿el lenguaje-escritura? ¿el abandono llevado a un espacio de fatalidad? ¿morir no es repetir la misma imagen? tal vez sólo la poesía sea capaz del intento de tal consumación, del terrible sacrificio de nadie leamos lo posible imposible de lo salvo

i Gabriela Milone (San Luis, 1979). Doctora en Letras por la Universidad Nacional de Córdoba. Actualmente se desempeña como docente en la mencionada universidad y como becaria posdoctoral de Conicet. Es autora de Héctor Viel Termpeley. El cuerpo en la experiencia de Dios (ensayo, Ferreyra Editor, Cba, 2003) y de Las hijas de la higuera (poesía, Alción, Cba, 2007). Es co-autora de Georges Bataille. Inhumanidad, erotismo y suerte (Alción, Cba, 2008) y de La escritura y lo sagrado. Bataille, Derrida, Marion, Blanchot, Foucault (Alción, Cba, 2009). Es compiladora de La obstinación de la escritura (ensayos, Postales Japonesas, Cba, 2013). Algunos de sus textos poéticos han sido incluidos en las siguientes antologías: Si Hamlet duda le daremos muerte. Antología de poesía salvaje (Los detectives salvajes, Bs. As. 2010); Última poesía argentina (Ediciones en Danza, Bs. As, 2008); .Poetas Argentinas 1961-1980 (Ediciones del Dock, Bs. As, 2008) y  Hotel Quequén. Antología poética  (Editorial Sigamos Enamoradas, Bs. As., 2006). ii Mauro Césari nación en Paraná, Entre Ríos, en 1977. Publicó el entrerrianito (Alción, 2009), Prótesis para fantasmas (Avantacular, 2010), El fonema mut (Spiral Jetty, 2011) y EL ÓRéGANO DE LAS ESPECIES (Alción, 2011). Dirige para Alción la colección Un lento venir viniendo, donde se han publicado libros de Héctor Libertella y Jorge Santiago Perednik. Se encuentran en preparación textos de David Wapner y Lorenzo García Vega. iii Oscar del Barco Nació en la ciudad de Bell-Ville (Córdoba) el 5 de enero de 1928. Estudió y egresó de la Faculta de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional de Córdoba. Fue profesor de Introducción a la Historia y de Teoría Política en la UNC). Fue Director del Departamento de Filosofía en la Universidad Autónoma de Puebla, en México, desde 1976 a 1983. Ha publicado libros de filosofía: El abandono de las palabras (edición de la Universidad Nacional de Córdoba). Exceso y donación (edición Biblioteca Martín Heidegger, Buenos Aires), Poesía y ética en la obra de Juan L. Ortiz y La intemperie sin fin (editorial Alción, Córdoba); El otro Marx, Esencia y apariencia en”El Capital” de Carlos Marx y Teoría y práctica lenistas (Universidad Autónoma de Puebla). Ha publicado varios libros de poesía. Entre otros, Infierno (Todos Bailan, Buenos Aires), Dijo, tú-él, poco-pobre-nada, espera la piedra (editorial Alción, Córdoba), y Partituras (Buenos Aires). Fue codirector de la revista Nombres (de la Facultad de Filosofía de Córdoba) y de la revista Confines, publicada en la ciudad de Buenos Aires

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