Malabares Académicos

Malabares Académicos

Me pregunto si hoy en día los procesos de evaluación universitaria para contratación de profesores están basados en los méritos académicos y profesionales o en meras conjeturas de conveniencia, amiguismo y política partidista. En Puerto Rico existe un trato preferencial en la academia a extranjeros y a los supuestos doctorandos provenientes de las universidades del norte, desplazando a la academia local y al “Inbreeding” intelectual académico puertorriqueño.

En la academia pública, utilizan el amiguismo político e intelectuales de reconocimiento público con intereses económicos; como medida de contratación desplazando al talento local y de creación doctoral local dejando a la diáspora las posibilidades de empleo. Es un fenómeno social y económico que lo catalogo como “Los doctores de la Diáspora”. Las posibilidades de ser profesor universitario en Puerto Rico se están centrando actualmente a meras maniobras del profesorado de una clase aquí y otra allá, sin ataduras por las instituciones públicas como privadas para poder participar de la academia.

Muchos han optado por buscar empleo fuera de Puerto Rico y cambiar de profesión ya que las humanidades, ciencias sociales y/o ciencias administrativas no tienen una remuneración económica en nuestro país en la academia. En especial cuando hablamos de doctores en las ramas antes mencionadas.

Triste por demás es la escases de plazas para la demanda estudiantil, el cierre de cursos porque no es negocio para la institución a pesar de que hay estudiantes y la contratación “part-time” por curso del profesorado doctorando, creando una inseguridad e inestabilidad económica en quien enseña que no sabe si habrá trabajo el próximo semestre o no.

El desarrollo de un sistema de educación universitario saludable, pro-activo y reaccionario dará paso a una revolución educativa y laboral en las plazas y procesos de contratación de los profesionales locales pertenecientes a la academia. El talento esta, falta reconocerlo, utilizarlo y explotarlo.

Ricardo J. Blanco Guillermety, PhD