Multiculturalismo versus Cosmopolitismo

October 15, 2017 | Autor: Roberto Bustamante | Categoria: Multiculturalism, Human Rights, Women's Rights, Cosmopolitism
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Multiculturalismo versus
Cosmopolitismo







Roberto A.
Bustamante M.
Estudiante de
Medicina de la
Universidad Diego Portales.


Con el paso del tiempo y hasta el día de hoy, el fenómeno a través del
cual nos relacionamos con otros ha cambiado. Los medios de comunicación
posibilitaron la expansión de nuestro círculo social, las personas con las
cuales entramos en contacto y en buena parte, el cómo nos influenciamos los
unos a los otros. El proceso a través del cual exploramos el mundo mediante
estas nuevas herramientas otorga a las personas, entre otras cosas,
conciencia de la diversidad cultural. Cuando encaramos realidades y
contextos que han dado lugar a diferentes modos de vivir, aún más cuando
estos tienen lugar dentro de nuestro país pero que antes de ello
desconocíamos en absoluto, este es el punto en el cual la tolerancia y el
respeto se transforman en nuestros mayores aliados. Sin embargo, en un
mundo globalizado y de vertiginoso avance, no sólo en el aspecto
comunicacional, tales valores han sido puestos a prueba: en la puerta de
nuestras casas, en los barrios en los que vivimos y donde somos en
comunidad, se ha instaurado aquello que en el pasado sólo parecían lejanas
visiones a través de un computador o la televisión.

Casi tan diverso como las culturas mismas son la manera en las que elegimos
sobrellevar este nuevo modo de hacer mundo, y es allí donde las ideas y
perspectivas encuentran en otras sus iguales, o bien, sus opositoras más
claras, cuando tienen lugar el debate. ¿De qué modo recibimos a una
determinada tradición externa a nosotros? ¿Cómo lidiamos con ello, no sólo
en lo social, si no también, en lo jurídico? ¿Cuál es el verdadero valor y
qué tanto podemos aprender?

Hay, ante estas interrogantes, teorías que sobresalen y que están hoy en
pugna: El Multiculturalismo y el Cosmopolitismo. Una definición parcial de
ambos términos permitirá visualizar de mejor manera la discusión y, más
adelante, el desarrollo de un caso más específico.

El Multiculturalismo es un término paragua para caracterizar las demandas
morales y políticas de un amplio rango de grupos menoscabados como los afro-
americanos, las mujeres, gay y lesbianas y los discapacitados. Los
multiculturalistas consideran que lo que tiene que ser reconocido y
protegido es la cultura de esos grupos, en tanto la cultura implica
identidad. La cultura puede estar centrada en la religión, la etnia, la
nacionalidad y la raza. Es una forma institucional, jurídica y política
para abordar las diferencias culturales.

La palabra "Cosmopolita" proviene de la palabra griega kosmopolitês (el
ciudadano del mundo), usada para describir una amplia variedad de puntos de
vista importantes en la filosofía moral y sociopolítica. La nebulosa
esencia compartida por todas las visiones cosmopolitas es la idea que todos
los seres humanos, independientemente de su afiliación política, es (o
puede y deben ser) ciudadanos en una única comunidad.

Las disputas entre cosmopolitas y multiculturalistas discurren en
diferentes terrenos donde el individuo es en sociedad. Por esta misma
razón, de ahora en adelante, para hacer efectiva una postura en relación al
debate, desarrollaré el tema en torno a dos hechos puntuales.

El 16 de octubre del presente año fue publicado en un medio de
noticias un artículo, el cual alude a una serie de protestas
realizadas en el norte de Italia por un conjunto de jóvenes
pertenecientes a un grupo de tinte nacionalista en contra de la
realización de un curso de natación para mujeres musulmanas en una
piscina pública en los suburbios de Milán. Todo ello se debió al
requisito del uso del burkini, vestimenta que exige dicha religión.(1)

En otro artículo más reciente, publicado el 22 de noviembre, el
mismo medio da cuenta de un incidente ocurrido en la ciudad de Forlì
del mismo país, donde una jovencita musulmana de 15 años fue golpeada
y maltratada severamente de parte del hermano de la joven y su padre a
raíz de una fotografía que éste último recibió en donde se mostraba a
la chica caminando con un compañero por un centro comercial, hecho que
su padre calificó de ser "demasiado occidental". Debido a las heridas
producto del ataque, la joven tuvo que ser hospitalizada luego de ser
encontrada en el baño de su casa, lugar en el cual, luego de la
golpiza, fue encerrada por su hermano y desde donde ella logró
comunicarse con la policía. (2)

Ambos artículos son un ejemplo de hechos en una sociedad que goza de
diversidad cultural antes mencionada. Los dos dan cuenta de un modo en el
cual las personas pertenecientes a dichos grupos hacen justicia de lo que
su credo demanda. No puede pasarse por alto el que la religión sea un
factor común, pese a ello, para efectos prácticos, entra en la definición
sostenida previamente constituyendo cultura y por ende, identidad de
quienes la practican.

Charles Taylor en su texto la Política del Reconocimiento, expone al
respecto una idea que me parece interesante de mencionar: La de que el
reconocimiento y el no reconocimiento se vinculan con la identidad a través
de dos procesos históricos: Por un lado, el desuso de la palabra "honor",
reemplazada por "dignidad" como una forma de reconocimiento igualitario y,
por el otro, el surgimiento de la identidad individualizada y que uno
descubre por sí mismo.

Sin embargo en este punto aborda mi interrogante respecto del punto de
vista práctico de lo que sostiene: ¿No es la excesiva violencia que dejan
ver los familiares de la joven un claro ejemplo de que, en determinadas
culturas, ninguno de los conceptos mencionados por Taylor parece ser una
opción a la que ella pueda aspirar?

Aunque no hablaré aquí de aquellos lugares que, bajo la crítica
cosmopolita, entran más bien en la categoría de "islas", donde el
relativismo valórico prima la hora de justificar un tipo particular de
tradición; he de enarbolar para mi cometido aquel que pienso es, de los
dichos de Seyla Benhabib, el más acorde para representar mi postura:

"El estatus de las mujeres y de los niños y niñas constituye una
prueba de fuego para las aspiraciones multiculturalistas y sus
defensores teóricos, porque la tensión entre una perspectiva
universalizante de los Derechos Humanos y la defensa de las prácticas
culturales específicas, llega a su punto máximo en torno de esos
temas"[1]

El caso de la joven de 15 años en Italia es evidente. La violencia y el
maltrato intrafamiliar que menosprecia pasa a llevar de los derechos de los
que goza la pequeña, no sólo por ser mujer, sino más bien por extensión de
los Derecho Humanos, debe ser considerada como un precedente en la
contienda que pretende sostener culturas como aquella.

Pese a esto y en la que parece ser la vereda opuesta, el caso ocurrido de
parte de las protestantes en contra de la forma de vestir, da luces de lo
que suele denominarse "discriminación inversa". ¿Nos sitúa este tipo de
actitudes, sostenida fuera de los países de origen de esas culturas, en el
mismo papel que aquellos a los que criticamos? Mi respuesta es un rotundo
no. Hay quienes podrán sostener lo contrario, que no se hace nada diferente
de lo que las culturas mismas hacen dentro de los márgenes de sus fronteras
o en las de los países a los cuales han migrado, pero aquí no entra en
discusión la motivación detrás de una política o una medida de parte de los
gobiernos de los países de llegada, sino el método a través del cual
llegamos a aquellos grupos. No es posible pretender cambiar y esperar que
exista una respuesta masiva por parte de los grupos oprimidos
pertenecientes a dichas culturas. El sentido de pertenencia, la conciencia
de identidad que los invade es demasiado potente como para pensar, casi de
modo infantil, que los procesos de reivindicación de derechos que ansiamos
tengan lugar serán rápidos y no encontrarán resistencia en aquellos que
luchan por mantenerlos. No pretendo de ningún modo que este trabajo de fin
por sí sólo al problema. El acercamiento debe de ser paulatino, pero en el
entretanto, no es posible que aquellas tradiciones que involucren
vejámenes, violencia física para con los derechos de los seres humanos
ganen terreno, mucho menos a los países a los que migran.

No obstante, no debe confundirse este último punto con la falsa idea de que
las culturas son en sí homogéneas. La delgada línea que separará finalmente
las decisiones que se tomen al enfrentar estos desafíos, sin caer en una
persecución de aquellos que practicantes de una cultura distinta, es algo
que finalmente sólo se podrá contrastar con la práctica, tal que esto
constituya un cuerpo firme y compacto de leyes que amparen a los grupos más
perjudicados de todo esto dentro de las distintas culturas.


Bibliografía


(1) TV-Novosti. (s.f.). RT Question More. Recuperado el 25 de 11 de 2014,
de http://rt.com/news/207939-italy-teen-beaten-muslim/

(2) TV-Novosti. (s.f.). RT Question More. Recuperado el 25 de 11 de 14, de
http://rt.com/news/196528-muslim-swimming-protest-italy/





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[1] Otero, Edison. Críticos del Multiculturalismo (I). Cosmopolitismo.
Universidad Diego Portales. 12 de Noviembre de 2014.
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