Paz, Infraestructura y Política

Paz, Infraestructura y Política Por Paola Chaves y Fabio Andrés Díaz* El histórico acuerdo firmado recientemente sobre el cese al fuego bilateral entre el gobierno Colombiano y las FARC parece consolidar la posibilidad de poner fin al conflicto entre estos dos actores. Esto se ve afianzado por la aprobación del referendo por parte de la Corte Constitucional. Adicionalmente, un cese al fuego bilateral y –el previo cese al fuego unilateral por parte de las FARC han permitido que se registren los últimos diez meses como el periodo con la menor intensidad de violencia en toda la historia del conflicto. Esto demuestra el valor que tiene este proceso de paz para salvar las vidas de muchos colombianos, soldados, guerrilleros y civiles por igual. Los acuerdos preliminares firmados en la Habana abarcan temas como: políticas agrarias y reforma agraria, participación política de desmovilizados, cultivos de uso ilícito y drogas, políticas para compensación y participación de las víctimas y mecanismos de justicia transicional. Los puntos que están aún en debate son los acuerdos con respecto al fin del conflicto, de los cuales el cese al fuego es sólo un componente. Sin embargo hay tres elementos vitales, encaminados a terminar este proceso de paz y reducir la magnitud de la violencia en Colombia más allá de la violencia de las FARC, que aún están sin resolver. 1. Otros actores del conflicto, como el ELN y el EPL, no están aún en procesos formales de negociación. Adicionalmente hay varias organizaciones que operan más al estilo de mafias y carteles de drogas (anteriormente fuerzas paramilitares, ahora llamadas bandas criminales o BACRIM). Estas organizaciones no se adherirán necesariamente a los acuerdos entre el gobierno y las FARC; probablemente intentarán beneficiarse de los repliegues territoriales de las FARC en algunas zonas del país, e incluso en algunos casos tratarán de sabotear los resultados de las negociaciones de manera similar a lo ocurrido tras la desmovilización del EPL a finales de la década de los 90. En un país con un área de más de un millón de kilómetros cuadrados, realizar acciones violentas más allá del control del gobierno es aún una posibilidad. La violencia de las FARC en la década del 90 es el ejemplo del error en el que puede incurrir el Estado Colombiano al no lograr un proceso de paz con todos los grupos armados. A inicios de la década del 90 el EPL, La Corriente de Renovación Socialista (una sección del ELN), el Quintín Lame y el M-19 se desmovilizaron, pero en aquel entonces las FARC no hicieron parte de este proceso de paz. 2. Los acuerdos en la Habana deberán ser interpretados y ejecutados a nivel departamental, las instituciones regionales necesitarán implementar los acuerdos en un contexto donde hay alta demanda por recursos y con una capacidad institucional deficiente. No es un accidente que el 65% de los pobres en Colombia estén en los departamentos periféricos, mientras el 99% de las personas que nacen en estas zonas tienen oportunidades muy

limitadas para mejorar sus condiciones de vida. La capacidad institucional de Colombia es centralizada, fuerte en las principales capitales, pero muy débil en los departamentos y en zonas marginales. Las diferentes dinámicas regionales generan una brecha gigantesca entre departamentos al momento de implementar los principios de la democracia moderna. Es decir, los carruseles de contratación, el clientelismo, la corrupción, los padrinazgos, etc. que son mecanismos para ejercer política a nivel regional, no han permitido una implementación efectiva de los mandatos y la visión de la Constitución Colombiana. 3. En muchas instituciones la influencia de actores armados todavía sigue latente por parte de grupos de izquierda y derecha. Recordemos que Colombia tuvo un senado en el cual hasta el 30% de sus miembros llegaron a estar apoyados o ser representantes de algunos grupos paramilitares. El hecho de que se haya proscrito el termino de paramilitares y paramilitarismo (por el termino de BACRIM) es esconder debajo de la alfombra el hecho de que estos grupos paramilitares representan una red de intereses y poderes cuyo fin principal es mantener el status quo, que ha permitido a algunos sectores acceder controlar y monopolizar el poder político y económico en diferentes regiones del país. La existencia de estos grupos armados reduce los espacios para aquellos movimientos políticos y sociales de derecha e izquierda que no utilizan armas (tanto guerrillas como paramilitares no permiten a grupos opositores ejercer la política en sus zonas de influencia). Este fenómeno de ejercer política con armas es el legado de una política nacional, donde casos como los pájaros, la chusma, las AUC, los paramilitares, entre otros, han gozado de apoyo institucional, por acción u omisión, por parte de los gobiernos y autoridades locales. La mayor diferencia entre movimientos armados de derecha y de izquierda contemporáneos, es que los primeros trabajan en alianza con los gobiernos locales, mientras los segundos buscan confrontarlos. Mientras existan grupos armados aliados con sectores de los gobiernos locales, nuevos grupos armados encontraran su razón para emerger y “defender” los derechos de sus “constituyentes”, aunque mutarán bajo nuevos nombres y franquicias de la violencia.

En resumen, la existencia de otros grupos armados sin desmovilizar, las dinámicas regionales y la persistencia de la unión entre grupos armados y algunos sectores de los gobiernos locales son algunas de las razones por las cuales el Alto Comisionado para la Paz en Colombia ha insistido sobre la importancia de la implementación de los acuerdos en los departamentos como una fase esencial del post-conflicto. Y sin embargo la pregunta más importante persiste: ¿Cómo se puede construir capacidad administrativa en un ambiente donde varios actores legales e ilegales están involucrados en actos de corrupción y violencia? El Estado Colombiano debe expandir sus alcances de tal manera que pueda establecer una presencia sólida en todos los territorios, más allá de la presencia meramente militar, y lograr esto será un gran reto. Más recursos y personal van a ser necesarios en las regiones. De hecho, los representantes del congreso han estado debatiendo

recientemente los costos y recursos necesarios para financiar las diferentes iniciativas y la expansión del Estado. Por supuesto, no se deben ignorar los logros y éxitos que los diferentes organismos gubernamentales han tenido a pesar de los recursos limitados de que disponen. Por ejemplo, la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) ha logrado establecer sólidas políticas para la desmovilización y reintegración de ex combatientes. Sin embargo, ésta y otras instituciones similares son administradas a nivel central desde la capital del país. En las regiones, la corrupción se cierne a los márgenes del Estado dando lugar a casos como el departamento de La Guajira, donde las transferencias del gobierno en 2015 representaron US $ 266 millones mientras que niños de la región siguen muriendo de hambre. Este caso es sintomático de las prácticas políticas que operan en las regiones; de hecho, algunos políticos ya están pidiendo abiertamente cuál será su ganancia de los fondos asignados para la ejecución de los acuerdos de paz. Por tanto, existe el riesgo de que la paz y los recursos asignados para apoyarla terminen alimentando el mismo sistema político que generó la guerrilla, los paramilitares y las mafias. En última instancia, la guerra y los grupos armados son un síntoma visible de los problemas de la estructura política colombiana. Es en este contexto es que instituciones como el Ministerio para el Post-conflicto son fundamentales y necesarias para la paz. Sin embargo, a pesar de los anuncios iniciales de la creación de este nuevo ministerio, las responsabilidades del gabinete parecen haber cambiado a una mera función de asesoramiento. Limitar la capacidad del Ministerio es desperdiciar el conocimiento y la experiencia que el Ministro Pardo ha tenido en torno a la paz y la guerra en Colombia por más de tres décadas. Entonces, ¿cómo se efectuará la coordinación de todas las iniciativas para la aplicación de los acuerdos de paz y los recursos para apoyarlas? ¿Cómo se ejecutará la paz en la práctica?. Creer que el estado se puede construir a través de consultores es un error sistemático de política pública que el país no se puede permitir cometer. La capacidad del Estado colombiano para asignar recursos y personal en los próximos 20 años va a definir el éxito de las iniciativas de paz y los acuerdos alcanzados con las FARC, si esto falla en algunos años vamos a utilizar otro acrónimo para describir un nuevo grupo armado que emergió como un subproducto de la corrupción y la falta de capacidad del estado en la Colombia después de los acuerdos con las FARC. Ignorar esto es ignorar nuestra propia historia y sus lecciones, una vez más. * Paola Chaves es Comunicadora Social, candidata a Doctorado en Comunicación Estratégica de la Universidad de Wageningen en los Países Bajos. Fabio Andres Diaz es Investigador Asociado en el Departamento de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la Universidad de Rhodes en Sudáfrica.

Fuentes

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https://www.theguardian.com/world/2016/jun/23/colombia-farc-rebel-ceasefireagreement-havana http://blog.cerac.org.co/monitor-de-desescalamiento-del-conflicto-armado-interno-encolombia-10 http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/Paginas/inicio.aspx https://www.dnp.gov.co/Paginas/La-paz-requiere-arquitectura-institucional-para-laparticipaci%C3%B3n-ciudadana.aspx http://elibrary.worldbank.org/doi/abs/10.1596/1813-9450-4659 http://www.semana.com/nacion/articulo/procuraduria-adelanta-519-investicaciones-porparapolitica-y-bacrimpolitica/470010 http://www.altocomisionadoparalapaz.gov.co/Prensa/Discursos/Documents/La%20transi cion_en_Colombia_09_de_mayo_de_2013.pdf http://www.redmasnoticias.com/portal/redmas/noticias/nacional/paz/detalle/colombiaposconflicto-paz-874169/ http://www.reintegracion.gov.co/es http://maparegalias.sgr.gov.co/#/proyectos/?zoom=8¢er=11.413628278240296,73.0272&topLeft=13.539990307148642,78.2566921875&bottomRight=9.28726624933195,67.7977078125&departamento=44®ion=03&periods=2015 http://www.semana.com/nacion/articulo/los-ninos-de-la-guajira-mueren-dehambre/396290-3 http://scholar.harvard.edu/jrobinson/publications/la-miseria-en-colombia http://wp.presidencia.gov.co/Gobierno/Secretarias/Paginas/Posconflicto.aspx https://research.hks.harvard.edu/publications/workingpapers/citation.aspx?PubId=9884&t ype=WPN