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May 29, 2017 | Autor: V. Solís Medina | Categoria: Sociology of Sport
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"Por puro amor al Deporte"

Por Víctor M. Solís Medina.

Pelotero la Bola…….

Tratar una temática referida al deporte, podría abordarse desde una
perspectiva meramente descriptiva y como se dice en el argot taurino:
"solo se cumpliría a secas en la faena" ; no obstante, para salir en
hombros de esta empresa tan trascendente para la historia contemporánea de
Pabellón, creo necesario comprender el fenómeno desde una perspectiva
social.

No solo se hace deporte por sobresalir, ganar un trofeo, conseguir un
emolumento, matar el ocio, por mera salud, o legitimación del ego; a su vez
en el deporte se convive y se lucha simbólicamente, legitimando la
concepción mítica y totémica aún en esta época globalizante e hiper-
tecnologizada.

Parto de la hipótesis que el deporte es un acto social, una necesidad del
otro para demostrar que la victoria es posible y que en cualquier tipo de
deporte; el competir es la necesidad que proviene desde los griegos o de
los antiguos mexicanos, para trascender teológicamente al nivel de los
dioses y obtener la corona de laurel o ser elevado al nivel de los héroes,
y emular a la esencia de un hijo, producto de la unión entre un dios y una
diosa, o de un dios con un ser humano.

El juego siendo un elemento simbólico en el que se experimentan los polos
opuestos de la existencia: vida-muerte, contra los elementos (en los juegos
dedicados a la vida agrícola) o el encuentro entre las fuerzas hostiles
(juegos guerreros) o contra uno mismo (el propio miedo, la debilidad, las
dudas) es un hecho social.

Los juegos originalmente estaban aliados a lo sagrado, todos derivan de
este origen. Para los griegos y romanos eran ceremonias periódicas, que
acompañaban a ciertas fiestas religiosas y en el curso pruebas, por una
parte atletas y acróbatas y por otra músicos y rapsodas. [1]

El juego aparece en las ciudades de la antigüedad como un rito social que
expresa y refuerza a la manera de símbolo, la unidad de grupo, cuyas
oposiciones internas se exteriorizan y resuelven en esas manifestaciones
lúdicas.

Los grandes juegos públicos revisten una importancia sociopsicológica
considerable; alrededor de ellos se cristalizaron el sentido cívico y el
sentimiento nacional o local. Los juegos eran el vínculo que le recordaba
los intereses comunes y el común origen.

Los juegos mantenían la idea entre las sociedades que la educación del
cuerpo, debía ser impulsada con el entrenamiento de los jóvenes en la
palestra; pero también era la ocasión para que los miembros dispersos de
una etnia se uniesen y se reconociesen en un ideal y con estos elementos
culturales, se diferenciasen de los bárbaros.

Para celebrar semejante ideal las rivalidades y los odios de una ciudad a
otra se sometían al silencio de la derrota.

Durante el tiempo de los juegos no había guerra, ni ejecuciones
capitales, ni embargos judiciales; había tregua general.

Ciertos juegos y juguetes fueron ricos de un simbolismo que con el tiempo
se pierde, por ejemplo el futbol se refiere a la conquista del cielo, con
la disputa del globo solar (el balón) entre dos grupos antagónicos.

En Corea la Cometa de papel y estructura de popote, cumplían la función
de emisario para liberar los males a una comunidad pecadora.

Jugar con algún objeto: balón, tolete, pelota, manopla, bastón etc.
Implica darse al objeto con el cual se juega, el jugador coloca su propia
líbido en la cosa con que se juega.

De ello resulta que el juego se convierte en una acción mágica que
despierta la vida… Jugar es lanzar un puente entre la fantasía y la
realidad, a través de la eficacia mágica de la libido propia; jugar es un
rito de entrada y prepara el camino de la adaptación al objeto real.

Pero este texto a pesar de apropiarse de interpretaciones mitológicas y
semióticas referidas al deporte, debe beber de la historia, de ahí que
volví los ojos a la génesis de mi amado Pabellón.

Y me pregunto: ¿Cómo surgiría el primer encuentro deportivo en este lugar
llamado la Estación de Bandera? quizás siglos antes que Almíndez Chirinos
descubriese estas tierras y posteriormente fuesen legalizadas a favor de
Don Diego de Ibarra, Juan de Tolosa, Cristóbal de Oñate, Baltasar Termiño
de Bañuelos y los fundadores de la Villa de Nuestra Señora de las
Aguascalientes.

Los inicios de ese primer juego lo encontramos en los estudios de
arqueólogos como el de Peter Jiménez, quien nos indica que los pobladores
guachichiles desde el año 850 d.c. contaban con un juego de pelota, llamado
Pachtli y que se jugaba con una pelota de ulli o hule y que representaba el
eterno juego entre la vida y la muerte, recientes investigaciones
antropológicas afirman que se llegaban a apostar chalchihuites, esclavos
mujeres y joyas; quizás ese sería el más antiguo antecedente de la tan
famosa…… "Jugada de San Marcos", bueno la dejo como una hipótesis remota.

Los restos de este juego prehispánico se encuentran situados en la cañada
de la Antigua Hacienda de Santiago, mismos que se encuentran en peligro de
depredación, debido a la ignorancia y la falta de apoyo a la cultura y a
nuestro legado histórico; por parte de nuestras autoridades inopias.

Pero este artículo no pretende censurar la inopia cultural de nuestras
autoridades de todo nivel, sino que al escudriñar sobre la historia del
deporte en nuestro municipio, nos encontrarnos con esa necesidad de hacer
deporte por parte de la sociedad, la cual proviene desde épocas
prehispánicas.

No es ocioso decir que el juego principal de los antiguos mexicanos
llamado Ulama o juego de pelota del árbol del hule, consistía en hacer
pasar una pelota por dos aros de piedra , que representaban la lucha entre
el día y la noche; la vida y la muerte la gloria y la derrota.

Y quienes perdían en este cósmico juego eran sacrificados a los dioses.
Existía en el mundo mesoamericano la afición a los concursos de cacería con
arco, flecha y lanza o jabalina y pudiesen ser éstos los paleo- deportes
complementarios de esta región.

Otros deportes mesoamericanos eran: las carreras, la caza, la gimnasia,
la lucha, la pesca, el remo, y el ritual del "Palo Volador" conocido
contemporáneamente como los "Voladores de Papantla",

Xochipaina, en español significa: Correr por la flor, y esta prueba se
celebraba en honor a la diosa Cihuacóatl: [2]

"Salían todos los mancebos recogidos de la casa que allí tenían y
haciéndoles señal subían a toda prisa el que más podía subiendo a porfía de
llegar primero y así unos primero y otros después y luego otros tomaban
aquellas rosas que causaban un gran regocijo de ver la contienda y porfía
que había".

Posteriormente y con el advenimiento de los conquistadores españoles a
estas tierras, contamos con datos de que los "Juegos de cañas" o luchas
entre dos bandos los moros y los cristianos, era un deporte muy socorrido y
que en estas tierras, éste se transformó en la lucha fingida entre
chichimecas y españoles; mismo que posteriormente se transmutó en la
tradicional Danza de Indios de Mesillas de Tepezalá y en la más
contemporánea….de Chicahuales.

El antiguo juego de rebote de influencia mesoamericana, era practicado
por los peones de las haciendas porfirianas, heredero quizás del juego de
pelota; aún todavía se encuentran lugares donde se juega rebote, en pueblos
remotos de Zacatecas y de Durango.

Al juego del rebote se unen las carreras de caballos de influencia
española y sus derivaciones como el juego de la gallina, el cual trataba de
capturar una plumífero en plena carrera, entre dos o varios jinetes y el
vencedor lograba los listones de la reina de la fiesta y bailaría con ella
en el baile nocturno; el jaripeo que se derivó de las jornadas del campo en
el período colonial y se transformó en el deporte nacional o sea la
charrería.

En la época colonial hacia los años (1521-1570) La Corona española otorgó
concesiones de tierras y tributo a los conquistadores.

Estas concesiones conocidas con el nombre de encomiendas y mercedes,
consistían en el otorgamiento de tierras y la consignación de un grupo de
indígenas a cambio de doctrina y protección. Las mercedes de tierra fueron
destinadas a la agricultura, la ganadería y minería.

A las tierras se les llamó caballerías o peonadas; a las del ganado,
estancias según el personaje y la extensión que se les otorgaba.

De esta forma una estancia de ganado mayor comprendía 1,750 has. Las de
ganado menor 775 y la de caballería de tierra 40 hectáreas de extensión.

Con la introducción inicial de diversas especies de ganado, se transformó
en una fabulosa población animal.

El lugar de origen de las especies introducidas en la Nueva España fueron
las Antillas: Cuba, Santo Domingo, San Juan Puerto Rico, etc.

El ganado caballar fue el primero en hacerse presente y éste se convirtió
en un elemento muy útil para la vida de la colonia: era necesario para
recorrer las grandes distancias, así como en desempeñar el papel del
tributo vinculado a los deberes del encomendero.

Durante esta etapa colonial se creó una instancia para reglamentar la
ganadería, esta es: la mesta, cuyos miembros eran los propietarios de
estancias de ganados; es necesario aclarar que en esta etapa histórica, la
crianza del ganado mayor sólo estaba permitida a los españoles y los
criollos (hijos de españoles nacidos en estas tierras). El rodeo comenzó
como la expresión más mexicana de la mesta, y aparece regulada de dos
formas: la principal, desde el día de San Juan el 24 de junio hasta
mediados de noviembre. Cada estancia debía de hacer un rodeo semanal de
ganado vacuno y caballar para separar las reses mezcladas; la otra forma
más limitada, obligaba a cada dueño de estancia de ganado mayor a contar
con un estanciero español por cada dos mil cabezas, más cuatro negros o
indios, dos montados y dos a pié que harían el mismo rodeo semanal".

Cuando en la Nueva España se extendió el uso de caballos sin distinción
de castas, debido a las necesidades y actividades propias del campo
surgieron los antecedentes de la charrería; es decir cuando se realizaban
las faenas de herrar, capar, curar y tuzar.

Además la cruza del caballo prosperó con el tiempo por el cuidado de los
hacendados, rancheros y caporales, lo que permitió que el caballo llegara a
ser indicador de distinción social. [3]

Esta obscura época de la colonia afortunadamente como Pabellonenses no
nos tocó vivir, ya que nuestro pueblo se fundó hasta el siglo XX en el año
de 1927, pero una hacienda cercana; la de Pabellón de Hidalgo, la de
Santiago, la de Paredes o la estancia de San Luis de Letras; vivieron esas
épocas donde sólo los españoles podían gozar del deporte el cual
posteriormente se denominaría charrería.

Un evento histórico dio origen a los primeros vestigios de nuestro
pueblo; fue la inauguración de la vía ferroviaria México- Ciudad Juárez en
el período porfiriano la cual trajo influencias y un movimiento económico
inusitado a esta zona de haciendas decimonónicas; entre ellas la de
Pabellón de Hidalgo.

Pero un hecho fortuito como el que la empresa ferrocarrilera antes de
lograr comunicar por la vía férrea, directamente a la Hacienda de Pabellón,
y a causa de los altos costos; creó la Estación de Bandera, que
posteriormente sería nuestro amado Pabellón.

Uno de los antiguos pobladores describe cómo era la antigua estación,
antes de que llegasen los ingenieros que construirían la Presa Plutarco
Elías Calles.

Juan Guardado, que conoció la estación antes de que se instalara el
campamento de los ingenieros afirma en un testimonio oral [4]

"No estaba más de que una bodega de ladrillos, estaba pasando la vía,
donde está el crucero; ahí está ahora una farmacia, ahí estaba un cuarto
nomás de ladrillo, nomás que ese era de la hacienda, de la hacienda de
Pabellón, y ahí se almacenaba el maíz, fríjol y trigo y lo embarcaban en
tren". La estación no sólo servía para almacenar grano, sino que también
como habitación, como lo menciona Juan Guardado: "un cuartito, nada más un
cuartito... llegamos a dormir allí, cuando los años eran llovedores, nos
íbamos allí, porque ese cuartito no se gotiaba [sic], estaba bien hecho y
ya era de ladrillo, era de ladrillo. Nomás que el ladrillo era así como
adobón grande [sic]." 

Así comenzó la vida social, en el lugar donde hoy ocupa la Farmacia y
balcón que fue de don Pepe Quezada, posteriormente se comenzó a poblar
intensivamente a raíz de la creación de la presa Calles, la cual fue
construida y asesorada por la compañía J. W. White Engineering de Nueva
York y cuyos estudios comenzaron en 1925.

Pero no todo era estudio trabajo y colonización, en los tiempos libres
los ingenieros norteamericanos, comenzaron a inculcar el gusto por este
deporte entre sus trabajadores.

Y resulta que el deporte norteamericano por excelencia, el Béisbol se
comenzó a practicar en nuestro terruño, pero no sólo este, sino también el
deporte de la realeza, el tenis.

Se enuncian varias versiones que afirman que el beisbol llegó a nuestro
país, por el puerto de Mazatlán hacia el año de 1847, Tamaulipas y Nuevo
Laredo en 1870, Veracruz tuvo beisbol en 1886, San Juan Cadereyta Nuevo
León cerca de Monterrey jugaron beisbol en 1889 y Ciudad progreso
Michoacán en 1890. Recordando los orígenes del béisbol en nuestra tierra,
nos brinda su testimonio Don: Hermenegildo Pérez:

"En Pabellón comenzó el primer equipo de béisbol dirigido por un
ingeniero norteamericano, de los constructores de la Presa Calles, en el
año 1937; no recuerdo su nombre yo contaba con diez años y recuerdo que el
equipo nuestro siempre ganaba a Aguascalientes. El primer campo de Beisbol
estaba situado en el lugar que hoy ocupa la farmacia Guadalajara; allí
estaba situado el home, la línea de tercera rumbo al sur y lógica la línea
de fair ball a la derecha, este parquecito lo patrocinaban los
constructores de la Presa Calles.

En ese campo conocí a don Celso Sánchez, una autoridad como fundador y
promotor de este rey de los deportes; a su vez a un tipo pintoresco que
bailaba rumba cuando efectuaba una buena jugada, le llamaban cariñosamente
"King Kong" y jugaba el center field, era un espectáculo en el equipo.[5]

A su vez fue célebre un señor, que jugaba la tercera base, al que
apodaban el "Chunco", este señor se llamaba Apolonio González, en la
segunda base figuraba aquel beisbolista "Gallina Palos", Marcelino Palos
Noriega; en la primera base se defendía don Salvador Luévano Romo, en ese
tiempo era difícil mantener un equipo de beisbol, pero se mantenía gracias
a este ingeniero norteamericano- su nombre no lo recuerdo pero con él
comenzó el rey de los deportes en Pabellón, fue el primer promotor del base
bal en Pabellón de Arteaga.

A don Ramón Claverán se le debe la idea de crear un almácigo de béisbol y
se lanzó a la odisea de crear y organizar tres ligas de béisbol: una
infantil, y una de primera y segunda fuerza juvenil. [6]

Don Ramón Claverán fue un pionero de la agricultura científica en el
estado, a su vez un promotor nato del deporte en el recién nacido Pabellón
de Arteaga y él recuerda que Pabellón de Arteaga fue una población surgida
como producto neto de la Revolución Mexicana.

Al redactar el prólogo para el libro referido a la "Reunión Anual de
Pabellonenses"

Afirma que Pabellón es el producto de la política de irrigación y
agricultura extensiva, con la asesoría científica del Centro de
Investigaciones Agrícolas, elementos primordiales pára crear una sociedad
progresista y plena de una ideología racionalista la cual sería depositaria
de los más profundos valores del deporte, que fueron el referente cultural
para las generaciones Pabellonenses.

"Pabellón nació como un pueblo diferente sin "Señores hacendados" mi
peones, en Pabellón todos éramos colonos, ejidatarios o empleados de los
diversos niveles de gobierno; y un grupo reducido de particulares que
brindaban servicios al grueso de la población. Era una estructura social
única en el país, fue uno de los primeros experimentos sociales para
implementar la modernidad en el país.

Celso Sánchez ha sido uno personaje que en las primeras tres décadas de
vida de Pabellón es un ejemplo de entrega al deporte, y a la camaradería".


























































Prosiguiendo con el testimonio oral de Hermenegildo Pérez,

"Recuerdo a un jugador que el apodaban el "Chinto", eran dos hermanos y
uno de ellos jugó en esta liga , Maurilio Dávalos, Erasmo Durán Robles, y
un muchacho del barrio de Palo Alto apellidado Delgado, así como Enrique
Prieto.

Y quién iba a pensar que entre estos jovencitos, en esa camada saldría un
gran beisbolista, gloria de Pabellón: el gran Héctor "Conejo" Lara.

De esta liga saltó directamente para jugar con los Diablos Rojos del
México, de donde surge como un gran bateador; de allí emigra al beisbol del
pacífico y alterna con jugadores de talla internacional y a su vez se
corona campeón bateador con los Tomateros de Culiacán; y fue tres veces
campeón y el orgullo es que fue originario de Pabellón".

En un reportaje de Daniel Rodríguez López, publicado en el Sol del Centro
[7] se recuerda la figura del laureado beisbolista pabellonense: Héctor
"Conejo" Lara.








































Este citado beisbolista oriundo de Pabellón de Arteaga, comenzó a ser una
estrella en su natal pueblo, dirigido desde niño por el señor don Ramón
Claverán, el cual saltaría a la escena nacional con Tecolotes de Nuevo
Laredo, Diablos Rojos del México, y Tomateros de Culiacán; siendo campeón
con Tecolotes de Nuevo Laredo, en los años 1953 y 1954 dirigidos por Adolfo
Luque.

En el año 1953 el "Conejo" Lara se coronó campeón de bateo con 13 home
rounds, sus logros no sólo se limitaron a las glorias nacionales ya que
militó además con el equipo Indios de Cleveland a nivel internacional, en
las ligas menores de los Estados Unidos de Norteamérica.

En aquellos tiempos de los años cincuenta y sesenta; los encuentros
clásicos del beisbol eran contra "Cotuchas" Emiliano Zapata, jugadores muy
humildes, que jugaban por puro amor al deporte sin cobrar; y de ese
memorable trabuco son recordados los hermanos Contreras, Rodríguez,
Alvarado; y pues allí tiene que el Señor Celso Sánchez trajo al equipo
Rieleros de la Liga Central, a que jugase un partido amistoso y Pabellón se
reforzó con los de Cotuchas, sus acérrimos enemigos- deportivamente
hablando.

Pues se llegó la fecha del juego contra Rieleros de la Liga Central, yo
me atrevo a decir que era similar al nivel de la liga mexicana, ya que
Rieleros de Aguascalientes contaba con dos jugadores cubanos muy
reconocidos, pos cual sería la sorpresa que el juego lo ganó Pabellón; una
carrera por cero con home round de Leonardo Contreras, el popular Leona.

Aún recuerdo que pichó Juan Manuel Rodríguez y entró a relevarlo a sacar
una entrada, el Señor Celso Sánchez….

Otro pilar del deporte y de la promoción cultural, es sin lugar a dudas:
el maestro Antonio Robledo Urzúa [8] éste recuerda que su padre provenía
de la Hacienda del Espíritu Santo Zacatecas, y comenzó a trabajar en la
construcción de la Presa Calles como operador de máquinas.

Debido a su tesón y amor por el trabajo llegó a ocupar el puesto de Jefe
de Distrito de Riego. Su madre era oriunda de Calvillito, su recordado
padre fue miembro del primer equipo de béisbol que tenía por nombre PNR,
Partido Nacional Revolucionario, en su amado Pabellón.

Después de una breve estancia de la familia en La Barca Jalisco, regresa
ésta al terruño, y de allí inicia una vida de promoción del deporte
comenzando en el seno de la familia misma.

Desde la temprana educación primaria sus logros en el deporte, comienzan
hacia el año 1952 cuando el maestro Antonio representando a la escuela
primaria Lic. Benito Juárez en los Juegos Nacionales de Atletismo en
Veracruz, y en la disciplina de lanzamiento de bala; logra una marca de 12.
19 mts.

Con este hecho es nombrado seleccionado estatal, y posteriormente
ingresa a la selección de Básquetbol de la misma escuela; y ya para el
período de 1953 a 1957 es integrante del equipo Club 45, posteriormente
es representante de la selección de Béisbol de Pabellón y de futbol, siendo
campeones en este deporte en el año 1957 a nivel estatal, en la categoría
de Segunda fuerza.

Hacia el año 1994 a invitación del autor de este artículo, comenzamos un
grupo de pabellonenses liderados por el popular "Califa" Antonio Robledo,
una idea que no tardó en fructificar: la creación del Museo Comunitario del
Deporte Pabellonense, el cual desde sus inicios hasta la fecha, ha
recorrido un camino largo y sinuoso.

Desde la expropiación de la antigua casa del Jefe de Estación del
Ferrocarril, hasta el mantenimiento de un Museo dedicado a las glorias
pabellonenses del deporte, las luchas han sido cotidianas por la gestión de
insumos básicos y el apoyo en energía y agua que es primordial para la
supervivencia de esta experiencia "sui géneris".

Hacia 1998 se rescata la finca de madera ícono de la antigua "Estación de
Bandera", la cual se encontraba en total abandono tanto de Ferromex, como
de las autoridades municipales; se dignificó el lugar y se montó lo que
actualmente sería el Museo del Deporte inaugurándose en día veinticuatro de
julio del año citado, organizándose los promotores como una Asociación
Civil, la cual hasta nuestros días vela por la preservación de la historia
y legado del deporte en Pabellón.

Los apoyos para lograr este acometido se gestionaron con el programa de
Apoyo a las Culturas Populares y Comunitarias, así como con particulares,
para lograr la magna empresa. El Museo cuenta con más de mil quinientas
piezas entre objetos y fotografías así como un acervo auditivo y visual,
producto de los Encuentros de Historia oral, promovidos desde sus inicios
hasta 2010.

Recapitulando este sencillo trabajo afirmaré que cuando inicié este
sencillo trabajo, recuperé historias y testimonios que darían pie no sólo
para un artículo conmemorativo, por el medio siglo, honrando la erección
como municipio de Pabellón de Arteaga; sino que éstos abarcarían un bien
fundamentado libro, que publicaré posteriormente.

No obstante estos ejemplos de pasión, e identidad pabellonense deportiva
nos remiten a la expresión inicial que la identidad de nuestro amado
Pabellón de Arteaga comenzó: ……………….." Por puro amor al deporte"

"LAUS DEO" 6 de abril del 2015.












































































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[1] www.efdeportes.com./efd90/juego htm

[2] www.efdeportes.com./efd90/juego htm op. cit.

[3] www.mx.geocites.com/toniory/charrería/historia

[4] www.herenciapabellonense.org

[5] Entrevista realizada por VMS. 2006

[6] Reunion Annual de Pabellonenses, (mecano.)

[7] El Sol del Centro. Sección de Deportes 2 de octubre del 2007 .

[8] Entrevista de VMS, 2006. Antonio Robledo es maestro jubilado y ha
sido el principal impulsor del Museo Comunitario del Deporte en Pabellón de
Arteaga Ags.




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