Pragmática cultural familiar con sinófonos taiwaneses

May 30, 2017 | Autor: Luis Roncero Mayor | Categoria: Pragmatics, Interlanguage Pragmatics, ELE para chinos, Español Para Sinohablantes
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Luis Roncero Mayor Universidad Nacional de Taiwán [email protected]

Pragmática cultural familiar con sinófonos taiwaneses

Resumen Los términos de parentesco en la lengua china están plagados de dificultades para el estudiante occidental. No ocurre lo mismo, a primera vista, para el estudiante sinohablante de español. En chino los términos de parentesco son precisos y expresan con exactitud la relación jerárquica entre los miembros. Esto se debe a que la familia es una imagen de la sociedad, por tanto, se ha de respetar el orden que ocupa cada uno de los miembros. Así pues, el alumno sinohablante encuentra en ocasiones dificultades para precisar en español las relaciones familiares a las que él está acostumbrado en su lengua. Además de este problema de precisión en el uso, existen otras cuestiones de carácter sociopragmático. Entre ellas se encuentran el registro a utilizar con diferentes miembros de la familia y, sobre todo, el tipo de preguntas permitidas en el contexto familiar. Son de gran importancia para entender los comportamientos de ambos grupos, y se pueden atajar desde una primera etapa. Al hispanohablante le puede sorprender la inflexibilidad de la jerarquía familiar china y las conversaciones entre sus miembros; al sinófono le puede parecer informal, y hasta irrespetuosa en algunos casos, la relación entre miembros de la familia hispanohablante. En ambos casos, la comprensión cultural y pragmática ayudará a enseñar y aprender de forma más holística. En este trabajo se explican, desde el punto de vista sociopragmático y cultural chino, los aspectos más relevantes de los términos de parentesco chinos y sus correspondencias en español, así como las expectativas comunicativas de ambas culturas en un contexto familiar. Palabras clave: familia china

ELE

sinohablante

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jerarquía social

1. EL PAPEL DE LA PRAGMÁ TICA

El Diccionario de términos claves de ELE define la competencia pragmática como una capacidad del uso de la lengua que tiene que ver con las relaciones entre el propio sistema de la lengua, los interlocutores y el contexto de comunicación (Martín Peris et al, 2008)1. Por su parte, el Marco común europeo de referencia para las lenguas (MCER en lo sucesivo) divide a la competencia pragmática en discursiva, funcional y organizativa. Así, los seis niveles de lengua descritos en el marco incluyen términos como la coherencia o la precisión en la transmisión del mensaje, que están directamente relacionados con el nivel de competencia pragmática en cuestión. Sin embargo, tradicionalmente la pragmática y la competencia intercultural se ha relegado a un lugar inferior y no se ha considerado necesario incluirla en las clases de lengua. La pragmática y el conocimiento sociocultural de la lengua meta debe ser un factor a tener en cuenta en la didáctica del español como lengua extranjera, especialmente cuando se trata de la enseñanza de ELE a sinohablantes, cuyo bagaje cultural presenta grandes diferencias con la realidad lingüística y cultural hispana. La tendencia entre los investigadores y profesores de lenguas extranjeras es precisamente la de conceder cada vez mayor importancia a la pragmática en el aula. En un estudio sobre las opiniones de los estudiantes de español como lengua extranjera en los Estados Unidos se ha demostrado que existe un interés entre los aprendientes por conocer los aspectos interculturales y pragmáticos de la lengua (Pearson, 2006, 111). En otros estudios también se ha demostrado que una exposición frecuente a cuestiones pragmáticas en contexto o mediante vídeo o texto ha resultado ser positiva para los alumnos (Lyster, 1993; Tateyama, 2001) . El objetivo principal de la enseñanza de la pragmática en las clases de lengua extranjera es estimular la conciencia pragmática del alumno y ofrecerles diferentes opciones comunicativas dependiendo del contexto en el que se encuentren. En la enseñanza de este campo se debe recalcar la flexibilidad de la lengua, algo que contrasta con las normas gramaticales, que son mucho más estrictas y con frecuencia no dan lugar a cambios en la producción oral. Mediante el aprendizaje de una serie de patrones sociolingüísticos se pretende que los alumnos se familiaricen con la gran variedad de recursos pragmáticos en la lengua meta. Como señala Kondo (2004), los aprendientes podrán así mantener su propia identidad a la vez que participan de manera más completa en la comunicación con un mayor control de sus contribuciones en la interacción oral. En definitiva, una exposición continuada a la pragmática de la lengua desde los niveles iniciales les ayuda a expandir su percepción de la lengua meta y su conocimiento acerca de los hablantes de la misma (Giles, Coupland & Coupland, 1991).

2. LA PRAGMÁ TICA EN LOS NIVELES INICIALES Al igual que ocurre con la gramática y el vocabulario, la pragmática se debería empezar a introducir en los niveles iniciales como una herramienta más de comunicación. De hecho, en 1

Diccionario de término clave de ELE. http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/diccionario/competenciapragmatica.htm. (Consulta realizada el día 17 de junio de 2013).

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muchas ocasiones un conocimiento sociocultural apropiado puede ser la clave para evitar malentendidos y la creación de falsos estereotipos debido al desconocimiento de la cultura origen del interlocutor. Pearson (2006, 489) indica la necesidad de la pragmática en niveles iniciales citando varios estudios (Eisenstein & Bodman, 1986; Félix-Brasdefer, 2004; House, 1996; Olsh-tain & Cohen, 1990; Steele, 2006; Thomas, 1983). En ellos los autores coinciden en señalar que muchos aprendientes con niveles altos de competencia en la lengua meta carecen del conocimiento pragmático adecuado. Pearson sugiere que la enseñanza de la pragmática debería empezar en los niveles iniciales, al igual que se hace con el vocabulario y la gramática, para así aportar opciones adicionales a los alumnos a utilizar durante la comunicación (Ibidem). La introducción de la competencia pragmática se hace aún más necesaria entre alumnos sinohablantes de ELE debido a las disparidad lingüística y cultural. No se debería ver como algo que se activa de manera automática a medida que aumenta la competencia lingüística, sino que puede servir de ayuda adicional para comprender aspectos gramaticales como el subjuntivo, que deriva en aplicaciones pragmáticas (Ibidem). Además, al presentar las formas lingüísticas en un marco pragmático se facilita la adquisición de la lengua meta, ya que se harán conexiones inmediatas entre la estructura lingüística y su aplicación real en la comunicación. Por ejemplo, en el caso de la lengua china, en la que no existe una palabra equivalente al adverbio de afirmación «sí», habría que explicar desde su introducción los diferentes significados y valores que adopta dependiendo de la entonación.

Afirmativo Tono

Usos e implicaciones

Posibles equivalencias en chino



Descendent Afirmativo, tajante, no shi de 是的 (SER + posesivo) e deja lugar a duda. meicuo 沒錯 (NO HABER ERROR)

¿Sí?

Ascendente Pregunta de Zhidao wo de yisi ma 知道我的意思嗎? comprobación en una (SABER + MÍ + INTENCIÓ N + conversación. INTERROGATIVO?) Responder a una ni zhao wo (ma)? 你找我(嗎)? (¿TÚ llamada personal o al BUSCAR YO?) teléfono. wei 喂 (INTERJECCIÓ N PARA LLAMAR LA ATENCIÓ N DE ALGUIEN)

¿Sí?

Descendent Duda, incredulidad. e y ascendente

shi o? 是喔? (SER + PARTÍCULA) you ma? 有嗎? INTERROGATIVO)

(HABER

+

En la tabla anterior se puede observar cómo las estructuras gramaticales que emplea el chino para expresar la misma idea diferen considerablemente del adverbio español «sí». Una palabra tan utilizada como el adverbio afirmativo puede tener implicaciones diferentes tan solo dependiendo de la entonación empleada. Si se comienza a motivar a los alumnos a entender las implicaciones pragmáticas de la lengua desde los comienzos, éstos contarán con más herramientas para desenvolverse en la interacción de la lengua meta. Sin embargo, en las descripciones de los distintos niveles fijados por el MCER este tipo de competencia pragmática sólo aparece en niveles superiores. 3

Será en los niveles B2 y posteriores donde encontraremos exigencias a los alumnos a niveles de fluidez y espontaneidad para conseguir una comunicación normal. En el apartado de interacción oral correspondiente al nivel B2 se exige lo siguiente2: Nivel B2 Interacción oral

Puedo participar en una conversación con cierta fluidez y espontaneidad, lo que posibilita la comunicación normal con hablantes nativos. Puedo tomar parte activa en debates desarrollados en situaciones cotidianas explicando y defendiendo mis puntos de vista.

Según esta explicación, la espontaneidad y la comunicación normal son dos aspectos fundamentales de la conversación en el nivel B2. Ahora bien, el concepto de comunicación normal habría que definirlo debido a que puede provocar ambigüedad. A mi juicio se trata del tipo de interacción verbal que no presenta sorpresas o malentendidos en la interacción para ninguna de las dos partes. En un contexto familiar chino, que es el tema que nos ocupa en este estudio, el uso del término dídi (hermano menor) para referirse a un hermano mayor provocaría, cuanto menos, sorpresa y, muy probablemente, enfado por parte del oyente. Este tipo de situación se corresponde a un uso incorrecto desde el punto de vista sociocultural, ya que no ha seguido las reglas jerárquicas que existen en la familia china. Tampoco ha sido una interacción exitosa, ya que no habrá conseguido mostrar el respeto impuesto por norma social. La comunicación se ha producido, ya que el oyente ha entendido que el hablante está llamándolo con el término de parentesco que indica que hay una relación de hermanos entre los dos participantes. Pero, no sería un intercambio normal, ya que se ha empleado un término erróneo por la relación entre ambos. En una sociedad altamente jerarquizada como la China, donde la edad condiciona la interacción entre sus miembros, es fundamental elegir bien los términos de parentesco que se emplean para referirse a un familiar. El resultado contrario es una interacción fallida, anormal, y no se ajustaría por tanto a las exigencias expuestas por el Marco. Así pues, los alumnos sinófonos de español se van a encontrar con frecuencia en situaciones en las que la comunicación deja de ser normal y puede llevar a malentendidos. Estos errores a nivel sociocultural se pueden prevenir desde en los niveles iniciales aportando explicaciones de carácter pragmático. Los alumnos necesitan conocer el alcance del uso de las palabras y sus implicaciones, por tanto, cuanto antes de atajen estas cuestiones más arraigada estará la idea de contextualizar el discurso para su correcta aplicación. Es información que se puede aportar desde los niveles iniciales y que les va a acompañar en el futuro en muchas interacciones con nativos. Además, la manifestación lingüística de un acto de habla está sujeta a la intención del hablante, a la relación entre los interlocutores y a las consecuencias que pueda tener el desarrollo del acto perlocutivo en la relación (Escandell 2004: 191). Tal es el caso de las relaciones familiares, un contexto en el que es fundamental saber utilizar bien los términos de parentesco, conocer la posición que ocupa cada miembro con respecto al hablante y saber qué tipo de conversaciones son apropiadas en cada momento. De lo contrario, los alumnos se pueden encontrar en situaciones que provoquen enfados e incomprensión por parte del interlocutor. Todo esto puede desembocar en un rechazo hacia la cultura opuesta, un fenómeno que puede suceder tanto por parte del sinohablante como del 2

Extraído del «Niveles comunes de referencia. Cuadro de autoevaluación.. Cap. 3, cuadro 2. http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco/cap_03_02.htm.

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hispanohablante. Entre los propósitos comunicativos expuestos en el MER hay un apartado de «Identificación personal». Entre otros aspectos relacionados con el aporte de información personal también se encuentra la descripción de la familia. Sin embargo, además del vocabulario básico de los miembros de la familia y cómo expresar las relaciones entre ellos, existe un aspecto de tipo pragmático que sirve de fundamento para una buena comunicación entre los interlocutores. Esta base incluye cuestiones como el concepto de imagen pública, aceptar y rechazar peticiones, disculparse, conocer el turno de palabra, así como el uso del apelativo adecuado dependiendo de la persona con la que nos relacionamos, los temas apropiados a debatir durante una conversación con los miembros de la familia, el orden de la palabra o la prioridad a la hora de comenzar a comer, entre otras cuestiones. Sin embargo, en el MER no se hace mención a ninguno de estos temas desde un carácter más contextual y social. Si bien el enfoque en el aprendizaje de idiomas se encuentra en la adquisición y aprendizaje de las reglas gramaticales de la lengua meta en cuestión, el uso de la misma demuestra que no sólo es importante adquirir vocabulario y gramática, también es crucial el aspecto pragmático de la lengua para desenvolverse con éxito. Con el objetivo de aportar información de carácter pragmático y relacionada con la familia en la enseñanza de ELE a sinohablantes a continuación se presenta cada uno de los puntos señalados anteriormente. 3. LA IMAGEN PÚ BLICA EN LA FAMILIA CHINA Y ESPAÑ OLA Un concepto importante dentro del campo de los estudios de la competencia sociocultural es la «imagen pública». El estudio pionero de este campo es el de P. Brown y S. C. Levinson (1987), cuya idea principal es que todo miembro de una sociedad posee una imagen pública que reclama para sí mismo. Esta imagen está compuesta de deseos compartidos por todos y se dividen en dos vertientes (citado en Grande Alija, 2005): -negativa: el deseo de libertad de acción, de verse libre de imposiciones, de controlar su propio territorio; -positiva: el deseo de ser apreciado y aceptado por los demás, de que los otros compartan sus deseos. En la cultura china la imagen pública se denomina mianzi 面子 (literalmente, «faz, cara»), un concepto que ha sido estudiado por diversos autores. Entre ellos, Hu (1944) realiza la primera distinción entre los conceptos de mianzi (prestigio que se recibe a través del éxito y la ostentación) y lian (prestigio que se recibe por la integridad de una persona). Bargiela-Chiappini (2003) aporta una reinterpretación de los conceptos de «imagen pública» y «cortesía» propuestos por Goffman (1967 [1957]) y Yu (2003) realiza un repaso exhaustivo de la cortesía aplicada en un contexto multicultural comparando los actos de habla de sinófonos y anglófonos. Como ocurre con una gran mayoría de las investigaciones sobre la enseñanza de lenguas extranjeras, la mayor parte de estos estudios está basado en las propuestas de Brown y Levinson (1987) en el campo de la cortesía en los actos de habla y se han realizado entre el inglés y el chino. Hasta la fecha no ha habido ninguna contribución a este respecto en la que se hayan comparado el español y el chino. Tampoco ha habido ningún estudio relacionado con el aspecto sociocultural hispano o chino y su influencia a nivel pragmático en la enseñanza de español como lengua extranjera. No obstante, sí ha habido estudios sobre ELE relacionados con la cortesía que tratan el aspecto familiar (Grande Alija, 2005), pero también se trata de una comparación entre estudiantes anglófonos en un contexto de español peninsular. Por lo tanto, existe un vacío en lo que respecta a los trabajos acerca del 5

componente pragmático en la enseñanza de español a sinohablantes. Si bien su importancia ya ha sido señalada en algunos trabajos de manera sucinta (Roncero Mayor, 2011), existe un vacío en el campo de la investigación de ELE para sinohablantes del componente cultural familiar. Su importancia ha sido además señalada por algunos autores chinos (He, Ziran, 1985; Wang, 2001), que ya indicaron la importancia del desarrollo de la pragmática de la interlengua, aunque siempre se ha hecho con alumnos sinofónos de inglés. 3.1 Rechazar siendo descortés El alumno sinohablante de ELE que por primera vez llega a España, o a otro país hispanohablante, va a tener que lidiar con las reglas de la cortesía de manera adecuada, así como realizar peticiones y agradecimientos de la manera indicada, entre otras cosas. En otras palabras, ha de saber comportarse en diferentes situaciones y contextos. Este desafío, planteado de esta manera, parece algo imposible, no obstante, la tarea del profesor de ELE es conocer los factores que «determinan sistemáticamente el modo en que funcionan nuestros intercambios comunicativos» (Escandell, 2004, 182; citado en Esteves & López, 2009) y transmitir unos patrones de comportamiento de acuerdo con ellos. Además de ser consciente de los cuatro elementos básicos del intercambio comunicativo: emisor, destinatario, situación y enunciado (Escandell Vidal, 2004, 182), para el alumno sinófono es incluso más importante entender las circunstancias, la intención y la distancia social. Por ejemplo, supongamos que el estudiante sinófono está en casa de una familia española por primera vez y mantiene el siguiente diálogo con la madre de su familia de acogida: Madre: ¿Te apetece tomar algo? ¿Un refresco o algo? Estudiante: No, no es necesario. Gracias. Madre: ¿Estás seguro? ¿No quieres nada de verdad? ¿Quizás quieras comer algo? Estudiante: Me da vergüenza. Es mucha molestia, gracias. Este intercambio, forzado pero totalmente posible, es un ejemplo de un comportamiento pragmático incorrecto por parte del alumno sinohablante. Si partimos de la premisa que la intención es el propósito o la meta que el emisor quiere conseguir por medio de su enunciado, la madre con esta interacción simplemente pretende romper el hielo, hacer que el estudiante se sienta cómodo en su nuevo hogar e iniciar una conversación. Para ello ofrece varias opciones al alumno, que rechaza de manera muy educada diciendo que «no es necesario» o que «le da vergüenza; es mucha molestia». En una interacción en chino, esta manera de rechazar es precisamente la forma educada de aceptar la petición. El emisor sinohablante lo entendería y le serviría una bebida como si hubiera aceptado de manera directa el ofrecimiento. Pero en este caso la emisora hispanohablante no lo percibe de esta manera. La interacción parece tan forzada por el hecho de que aceptar una invitación de manera directa en la cultura china tradicionalmente se ve como una falta de respeto hacia la imagen pública del interlocutor y ésta puede salir perjudicada. Si se aceptara directamente, el emisor podría ver este gesto como una falta de humildad y de sensibilidad hacia él. Así, antes de aceptar una invitación debe haber una sucesión de rechazo e invitación por las dos partes, hasta que finalmente se acepta (Gu, 1990; Mao, 1994). Esta característica de la idiosincrasia china debe conocerla el profesor de ELE a 6

sinohablantes y, por su parte, explicar que se deben aceptar las peticiones en español de forma directa con fórmulas del tipo «Sí, gracias, es usted muy amable». En la interacción entre la madre y el alumno, ésta pretende iniciar una relación de confianza entre las dos partes y evitar la tensión inicial al llegar a casa de una familia desconocida. La intención es básica para saber cómo reaccionar ante cada situación. En este caso el alumno, el destinatario en este caso, quizás ha entendido la intención del emisor, pero no ha actuado de manera adecuada y la comunicación no se ha producido de manera normal. Este error de tipo pragmático a la hora de aceptar el ofrecimiento a tomar algo es una consecuencia de la aplicación de la distancia social de la cultura china al contexto español. Por distancia social se entiende la relación que existe entre los interlocutores en ambas direcciones según se ha establecido por los patrones sociales de la cultura en cuestión (Escandell Vidal, 2004, 183)⁠. En el ejemplo anterior el alumno posiblemente haya trasladado directamente su esquema social de la sociedad china a la familia española: el ofrecimiento no se puede aceptar de manera directa y no hay que crear molestia alguna. Lo que no ha aplicado bien es una adaptación de la distancia social en la sociedad española, donde los papeles jerárquicos no son tan estrictos y no existe la necesidad de actuar de manera humilde para salvaguardar la imagen pública de la otra persona. En otras palabras, la distancia social en España difiere enormemente de la que se emplea en la sociedad china en general y el alumno no ha sabido adaptarse a las nuevas normas pragmáticas de la cultura de acogida. De nuevo, la pragmática enseña a ser flexible y adaptarse; la gramática debemos adaptarla dependiendo del contexto y de la situación. El alumno se ha expresado correctamente desde el punto de vista gramatical, pero ha fallado en la adaptación a la circunstancia sociocultural del momento. 3.2 Disculpas breves frente a discursos elaborados En la sección anterior hemos visto cómo una conversación aparentemente sencilla puede desencadenar malentendidos entre los dos participantes. Lo mismo puede ocurrir en el caso de las disculpas: el tratamiento de este aspecto por parte de los hispanohablantes difiere enormemente del de los sinohablantes. Para los primeros, las disculpas elaboradas y las explicaciones completas acerca del por qué se rechaza una petición son algo natural. Sin embargo, para el sinohablante las explicaciones largas se dan en mucha menor medida y no obtienen el resultado deseado. Imaginemos una situación en la que un estudiante sinohablante está en un bar porque lo ha invitado un amigo español. Ante la invitación a tomar una cerveza el alumno responde así: A: ¿Quieres una cerveza? B: No, no, cerveza no. Un té, gracias. A: ¿Un té? ¿No te gusta la cerveza? B: No, no, es que prefiero un té. El intercambio técnicamente es correcto a nivel gramatical y las respuestas se adecúan a las preguntas, pero a nivel pragmático el estudiante ha cometido el error de no explicar el por qué no acepta una cerveza. Mientras que en español se espera una explicación relativamente elaborada, en chino se considera entrometido dar demasiadas explicaciones y, sobre todo, innecesario. Una 7

explicación más natural en español sería del tipo: B: No, gracias, es que no bebo cerveza. Tengo alergia al alcohol, me da alergia y me sienta mal. Así que, desde entonces ya no tomo nada de alcohol. Me gusta la cerveza pero no puedo tomarla... En esta explicación podemos apreciar un agradecimiento inicial seguido de una explicación general acerca del por qué no es posible aceptar dicha invitación. Así, contamos con el rechazo (no, gracias), seguido de el núcleo (es que no bebo cerveza), para posteriormente ver una serie de apoyos (justificación: tengo alergia al alcohol; me da alergia; me sienta mal). Finalmente aparece una frase explicativa contextual en la que el hablante entiende la intención del emisor en un primer momento (una interacción social a través de compartir una bebida), y de esa manera se salvaguarda la imagen pública de la persona que ha realizado la invitación. Escandell (2004) ya señaló que no todas las culturas sienten la necesidad de justificarse tanto en las disculpas ni de aportar tantas explicaciones, y cita en particular algunas culturas orientales, donde lo único que se espera al rechazar es una repetición del equivalente a «lo siento». El alumno sinohablante de español deberá conocer esta realidad, ya que es muy común encontrarse en situaciones similares donde sea necesario rechazar de manera cortés. De nuevo, para lograr esta competencia el profesor de ELE debe empezar a explicar esto desde los comienzos. 3.3 Peticiones con imperativos en chino y español Otro campo de estudio en el que difieren ambas lenguas es la manera de realizar peticiones. En chino la tendencia es a utilizar imperativos para expresar una petición de ayuda al interlocutor. En español sentimos, por otro lado, que uno de los modos más comunes de pedir algo en una situación determinada es mediante el uso del interrogativo (¿Me dejas/das un bolígrafo?). Según Escandell (2004, 188) esto indicaría que este uso está en vías de convencionalizarse por completo y el imperativo parece que va perdiendo en uso el relación a la pregunta. Esta quizás sea una tendencia reciente, ya que algunos estudios como Blum-Kulka y House (1989, 134) muestran que las peticiones que usan el imperativo llegan al 40% en español, mientras que en inglés no superan el 10% (citado en Escandell 2004). En la lengua china, por su parte, Song Mei (1994, 497) indica que los sinohablantes a la hora de realizar peticiones prefieren emplear estrategias que siguen «la ley del mínimo esfuerzo» y «la ley del esfuerzo adecuado». En otras palabras, se busca la brevedad y la economía a la hora de expresar las peticiones, aunque siempre acompañadas de claridad. Así, por ejemplo, en un contexto familiar español durante una comida se puede dar la siguiente conversación: Padre: (Al alumno sinohablante) ¿Te encuentras incómodo? ¿No te gusta la comida? ¿Quieres algo más? Alumno: (Necesita tomar agua) No, no, un poco de agua, por favor. Gracias. En este intercambio el alumno sinohablante ha transferido la estructura gramatical de su 8

lengua al español, algo que el padre de familia entenderá como una falta de respeto hacia la persona que ha preparado la comida. En este caso, la solución tendría que haber pasado por una petición de agua en un momento anterior a cargo del alumno sinohablante de alguna de estas dos maneras: Alumno: ¿Me pasa el agua, por favor? / Páseme el agua, por favor. En esta interacción quizás entren en juego factores internos, como la propia personalidad del alumno, la distancia social con la familia española o incluso su necesidad intrínseca de no crear ningún tipo de molestia en los demás. En la comunicación no sólo entra el juego el contexto, sino que también cobran una gran importancia las representaciones internas de cada persona y su interacción en el proceso comunicativo. El proceso que seguirá este alumno será el de darse cuenta qué tipo de representaciones son personales, de su propia cultura, y cuáles son compartidas por el nuevo grupo del cual es miembro. Este proceso de adaptación es lento, pero es parte de la socialización del individuo: «... convertirse en un miembro normal de una cultura es sobre todo una cuestión de aprender a percibir, pensar y comportarse como lo hacen los demás miembros de esa cultura». (Janney y Arndt, 1992, 30) 3.4 Turnos de palabra Otro aspecto de la comunicación fundamental para entender algunos comportamientos de la cultura hispanohablante es el turno de palabra. Saber cuándo se puede interrumpir en la conversación para expresar la opinión es una parte importante de la comunicación en español y, como en los casos anteriores, difiere enormemente de la manera de tomar el turno de palabra en chino. Un testimonio muy frecuente entre los estudiantes extranjeros que han estado estudiando en España es el siguiente: «En España antes de que una persona acabe una frase ya hay otro que empieza a hablar. Muchas veces se interrumpe el discurso del otro y a éste no parece importarle, pero a mí me parece una falta de educación» (Briz, 2002, 10). Esta opinión es, lamentablemente, bastante común, a pesar de estar muy alejada de la realidad la impresión de que esta manera de relacionarse sea una falta de educación. Los españoles practican lo que algunos autores denominan cortesía positiva, es decir, se involucran de un modo intenso y directo que favorece este tipo de interrupciones y solapamientos de función fática y cooperativa (Grande Alija, 2005, 337)⁠. Las discusiones sobre esta cuestión no están limitadas al ámbito académico: Cuando Suzuki llegó [a España]..., esperaba turno para hablar. Así que durante mucho tiempo no consiguió colocar ni una palabra. Un día le dijeron unas amigas: «¿Y tú por qué nunca hablas?», «Porque nunca me dejáis», dijo ella. Y entonces le explicaron que aquí el turno no se cede, sino que te lo ganas a picotazo limpio. Se ríe y dice: «Cuando llegué aquí, los corros de chicas hablando me parecían peleas de gallinas» (I. Monsó, País Semanal, 28/TV/2002, pág. 168). (Recogido en Portolés, 2004, 78)

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El extracto anterior tiene como protagonista a una estudiante japonesa. Los alumnos sinohablantes en general, y en particular los taiwaneses, al haber sido colonia japonesa durante cincuenta años, también podrían haber aparecido citados en alguna otra publicación periódica en relación a esta diferencia cultural. La distinción fundamental a este respecto es que entre sinohablantes la interacción entre dos o más personas es un intercambio de monólogos separados, mientras que entre hispanohablantes el continuo intercambio de opiniones da lugar al desarrollo de un único tema (Rubio Lastra, 2013). Los sinohablantes ofrecen opiniones separadas, sin relación entre sí, mientras que los hispanohablantes construyen su opinión de acuerdo con la propuesta del interlocutor. Como docentes de español, la tarea es advertir a los alumnos de estas costumbres sociolingüísticas y animarles a, de algún modo, convertirse en hispanohablantes para poder adaptarse a la representación compartida de su grupo de acogida. El profesor de español debe saber, además, que el sinohablante suele tener un gran respeto por la humildad y la modestia, conceptos que están relacionados con la idea del «cultivo personal» (xiuyang 修養). Es una idea que se asocia con la tradición confucianista, aunque está presente en el taoísmo también. Una persona sin una formación personal elevada (a nivel de moral y carácter, no de estudios) carece de consideración hacia los demás y suele actuar de manera egoísta (Hu, 1944, 49). Es tarea del profesor explicar las diferencias entre esta manera de actuar y la comunicación activa que se busca en la comunicación entre hispanohablantes. 3.5 El intercambio de opiniones y experiencias Otro punto importante es la diferencia entre el objetivo de la comunicación entre los hispanohablantes y los sinohablantes. En términos generales, los hablantes de español en la mayor parte de las situaciones buscan un intercambio de opiniones y experiencias. Los sinófonos, por su parte, buscan mantener la armonía en todo momento (Chang, 2001, 157). Por ello, es frecuente escuchar un intercambio de hechos en una conversación entre sinohablantes; en pocas ocasiones habrá un intercambio de opiniones personales, ya que esto puede provocar malentendidos, tensiones y puede desencadenar conflictos entre las diferentes partes. Todo está programado para mantener la armonía social, lo que les permite mantener un conjunto de relaciones personales y familiares intactas. En las relaciones entre padres e hijos se ha demostrado que los patrones de comunicación entre padres e hijos chinos están más orientados hacia la conversación y los hijos prefieren una comunicación de colaboración con los padres, en lugar de una basada en la competición y en la disconformidad entre ambas partes (Zhang, 2007). Esto indica que hay una mayor tendencia por parte de los hijos chinos de aceptar lo que proponen sus superiores en la escala familiar, es decir, hermanos mayores, padres, tíos, abuelos, etcétera. En España, por el contrario, se da el caso contrario, en el que el intercambio de opiniones y de puntos de vista es casi necesario para que la comunicación siga su curso natural. Grande Alija (2005, 340) apuntó esta realidad sorprendente para los alumnos procedentes de otras culturas. No es necesario irse a Oriente para encontrar un choque cultural, Grande cita a una estudiante estadounidense que citaba como algo especial o nuevo para ella el hecho de que los miembros de la familia suelen tener opiniones concretas sobre distintos temas. Es bastante posible que el estudiante sinohablante que llegue a España y se encuentre con una situación familiar de estas características. Si ese el caso, sus comentarios respecto a dicho fenómeno no diferirán mucho de los de su homóloga estadounidense: «...las peleas y disputas entre sus miembros son una cosa cotidiana. Muchas veces me parece que todos los miembros de la familia están enfadados porque están gritando 10

implacablemente en voces muy altas unos a otros, pero realmente no es algo irrespetuoso o malo...». 3.6 Temas que se deben evitar En todas las culturas hay temas que se deben evitar según el contexto. La cultura china no es ajena a los temas prohibidos, entre los que se encuentra cualquier cuestión que pueda provocar conflicto entre los interlocutores. La muerte también es tabú en algunas sociedades, como Singapur (Lim, 1995), el sexo, sentimientos personales, y otras cuestiones, pero en general no se comparte todo aquello que vaya a provocar tensión, descontento o tristeza (Ow & Katz, 1999, 621). Entre los hispanohablantes también hay temas que suelen provocar tensiones y que se deben evitar, a no ser que haya una relación de confianza muy estrecha. Por ejemplo, un tema muy recurrido en las conversaciones entre sinohablantes es el del dinero, el precio de las cosas, el salario de las personas. No obstante, entre los hispanohablantes estos temas se incluyen como parte de la privacidad de una persona y no se suele preguntar de manera activa acerca de estas cuestiones, a no ser que haya una razón determinada para ello o si la relación entre los participantes es muy estrecha. Así pues, el alumno sinohablante no puede acercarse al contexto hispanohablante y pretender trasladar sus temas de conversación directamente, ya que puede provocar enfados, sobre todo si se trata de cuestiones monetarias. Por lo tanto, el profesor, una vez más, tiene la responsabilidad de avisar al alumno de qué temas se deben evitar para, precisamente eso, evitar problemas de comunicación. 4. EL CONTRASTE ENTRE LA JERARQUÍA EN LA FAMILIA CHINA Y LA ESPAÑ OLA La familia china ( jia 家), sinograma que etimológicamente representa un cerdo debajo de un tejado, es la base fundamental de la sociedad china (Saso, 1999). La riqueza de términos de parentesco pone de manifiesto la importancia de la estructura y la jerarquía social, incluso dentro de la propia familia. Lo mismo ocurre en las organizaciones o empresas grandes en China. Tradicionalmente, funcionan como grandes familias, de ahí que se emplee el sinograma jia 家 como palabra medidora para referirse a una empresa: yi jia gongsi 一家公司 (una empresa; lit. una familia empresa). Sobre la familia china se realizó un estudio exhaustivo de la estructura familiar china (Saso, 1999, 109-22). En un experimento sobre los valores de la familia china concluye que los términos más recurrentes entre los encuestados de origen chino fueron «ganar dinero en negocios», «éxito a través de las relaciones sociales», «obligación hacia la familia y amigos», «la identidad y el estatus social traen poder e influencia» y «el disfrute de la buena comida» (Ibid, 124-5). Estos valores se van a ver reflejados también en la estructura jerárquica familiar, donde el orden y la estructura son fundamentales para tener éxito y ser respetado. La familia no sólo es la base de la sociedad china, sino que el propio término de país (guojia 國家: lit. Nación familia) pone de manifiesto la importancia que se le concede. Por todo ello es importante conocer las relaciones de parentesco entre los miembros y explicar las diferencias con el español a los alumnos sinohablantes de ELE. En la sociedad china la jerarquía y el orden de cada uno de los miembros de la familia se respetan a rajatabla y se considera una falta de respeto salirse de las leyes establecidas. De hecho, aún hoy en día se sigue estudiando el Zhijia geyan 治家格言 (Máximas para la gestión familiar), un texto escrito por Zhu Bolu 朱柏盧 (1627-1698) sobre los

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preceptos que se han de seguir dentro de la familia según las leyes confucianistas de armonía y paz. Entre otras, encontramos dichos como estos (Zhu, 2005): 長幼內外,宜法肅辭嚴 En una familia, los padres y los hijos, el marido y la mujer, los mayores y los jóvenes, todos tienen un papel que cumplir tanto dentro como fuera de casa. Todos deben comportarse según está establecido y utilizar el lenguaje apropiado. 家門和順,雖饔飧不繼,亦有餘歡 Siempre y cuando una familia viva en armonía y paz, aunque sean pobres y tengan dificultades para salir adelante, les sobrará felicidad. El profesor de ELE a sinohablantes debe además conocer la expresión zhangyou youxu 長幼有序 (lit. los mayores y los menores siguen un orden), es decir, existe una jerarquía familiar, y también en el conjunto de la sociedad, y se debe respetar a rajatabla. Esta idea se puede apreciar en la conversación entre sinohablantes en el uso de los términos de parentesco, que han de ser los adecuados en cada situación, según la posición que ocupe cada interlocutor. Esta concepción social exige, por ejemplo, que a la hermana mayor hay que respetarla como tal, por haber nacido antes que nosotros y, por lo tanto, hay que referirse a ella con el término correcto (jiejie 姐姐). En el caso de que la persona en cuestión tuviera tres hermanas mayores, éste debería referirse a ellas mediante los términos dajie 大姐 (la hermana mayor), erjie 二姐 (la segunda de las hermanas mayores) y sanjie 三姐 (la tercera de las hermanas mayores). La lista continúa hasta el menor de los hermanos, a quien se refieren como xiaodi 小弟 (el menor/ el hermano menor) y xiaomei 小妹 (la menor/ la hermana menor). Esta ha sido una pregunta recurrente en los años de experiencia enseñando español a taiwaneses y es algo que sería conveniente mencionar en clase. Si bien los términos de parentesco son mucho más sencillos en español, sí que es necesario explicar las equivalencias en español de todos los términos de parentesco en chino –o al menos los más utilizados. Si el profesor se adelanta a los alumnos en las explicaciones y explica estos detalles específicos relacionados con la cultura del alumno sinohablante, la confianza entre alumno y profesor, así como el factor psicológico de lejanía cultural, pasarán a un plano ventajoso para ambos y dejarán de verse como obstáculos. Así pues, las diferencias de uso de los términos de parentesco en español y en chino son también notables debido, principalmente, a la rígida jerarquía que existe en la sociedad china. Todos los miembros reciben un apelativo diferente dependiendo de si pertenecen al lado materno o paterno y también dependiendo de la posición que ocupen con respecto a otros miembros de la misma categoría. Esto hace que se empleen términos distintos para denominar al tío materno y al paterno. Del mismo modo, entre hermanos y primos se utilizan apelativos distintos dependiendo de la edad. El uso apropiado de los términos de parentesco se considera buenos modales en chino, mientras que lo contrario puede resultar en tensiones sociales, especialmente si la persona a quien nos dirigimos es mayor. De hecho, estos términos de parentesco se emplean para referirse a desconocidos de manera respetuosa. Estos preceptos son parte de la cortesía normativa en la interacción social; son la observación del li 禮, que podríamos traducir como propiedad y racionalidad (Hsu, 1969) Por el contrario, las relaciones familiares en la familia española en la actualidad son mucho más relajadas. Si bien en algunas zonas rurales aún se sigue utilizando «usted» para referirse a los padres y a las generaciones anteriores, hoy en día está mucho más generalizado el uso de la forma «tú». También en español se emplean los términos de parentesco para referirse a los familiares, pero el uso no está tan jerarquizado. El profesor de español, consciente de la idiosincrasia familiar china, 12

debe explicar las diferencias y aportar también las traducciones de los términos de parentesco más comunes. Para este fin se incluyen al final de este trabajo una serie de tablas con los términos en chino y en español, acompañadas de explicaciones sobre el uso (ver Anexo). La sencillez de las relaciones en español, y en otras lenguas europeas, contrasta con la complicación gramatical al describir a la familia en español. (Blanco Pena, 2013) aportó una lista de dificultades a las que se enfrentan los estudiantes sinohablantes de ELE al realizar esta tarea. Entre ellas está el uso erróneo de tener y haber: *Mi casa tiene/hay cinco personas (Ibidem, 102). En este caso, como apunta el propio autor, hay una transferencia del chino. Lo mismo ocurre con la ausencia del posesivo en frases como *padre, madre, hermana, en lugar de mi padre, mi madre, mi hermana. Además de estas cuestiones de tipo sintáctico, que también se producen por un componente cultural intrínseco, existen otros factores de carácter social, como la elección de los nombres. En Taiwán, por ejemplo, es frecuente acudir a un adivino para decidir el nombre del recién nacido. Se tienen en cuenta factores como la hora y el año de nacimiento, y se eligen los sinogramas dependiendo de los elementos que imperen en el momento de su llegada al mundo (Liao, 2000). Otra opción para elegir el nombre es el deseo de los padres hacia los hijos: eligen los sinogramas que representan su voluntad para el recién nacido. Por ejemplo, sinogramas como jian 建 (construir), zhi 至/志 (supremo/voluntad) son bastante frecuentes entre los varones e indican el deseo expreso de los padres de que creen o construyan grandes empresas o que tengan la voluntad de hacer grandes hazañas en la sociedad. En español, al contrario que en chino, la elección de los nombres es mucho más sencilla. La mayor parte de los nombres proceden de la Biblia, aunque en los últimos años son bastante frecuentes nombres más exóticos procedentes del inglés o de dioses mitológicos griegos. Otra costumbre en español que difiere del chino es que los hijos pueden y suelen llevar el mismo nombre del padre. Esto es imposible en chino, donde se considera algo irrespetuoso. Sí se suele repetir el primer sinograma de los nombres de la misma generación. Así, si el nombre chino tiene dos sinogramas, el primero es el mismo en todos los hermanos, variando el segundo; lo mismo ocurre con las mujeres, el primer sinograma suele ser el mismo y difiere el segundo. De esta manera queda clara la relación familiar entre ellos. En español también existía la creencia de que el nombre estaba relacionado con el destino de una persona, como indica la frase latina nomen omen est (el nombre es el destino). Hasta la Edad Media se creyó que el nombre predestinaba la vida del niño y muchas veces casi nadie sabía el nombre real de la persona, ya que se otorgaba uno falso para proteger al espíritu del niño (Kohoutková 2009, 19). Así pues, ambas culturas presentan similitudes y diferencias a este respecto, que el profesor puede presentar en clase como parte del currículo de enseñanza de lengua.

4. CONCLUSIONES En este trabajo se han presentado una serie de temas relacionados con la idiosincrasia de la sociedad china aplicados al contexto familiar. Desde un primer momento se ha recalcado la necesidad de aplicar el conocimiento sociopragmático en la clase de ELE a sinohablantes. Las dos culturas presentan diferencias sustanciales a nivel sociocultural, que deben ser presentadas ya en los niveles iniciales. De esta manera se prepara al estudiante desde los inicios, con información útil sobre temas tan diversos como la imagen pública, las disculpas, las invitaciones, el turno de palabra, el uso de los términos de parentesco en ambas lenguas, etcétera. En todos los casos, es evidente la necesidad de explicar temas de pragmática cultural hispana para evitar malentendidos, estereotipos erróneos fruto del desconocimiento, así la creación de falsas impresiones por ambas partes. A este 13

respecto, el presente trabajo ha aportado las siguientes sugerencias a nivel sociocultural: -Enseñanza temprana de la pragmática: Se ha observado que en niveles avanzados la competencia pragmática en los estudiantes es relativamente baja. Para atajar este problema se debe empezar a presentar esta información desde el nivel A1. -Saber rechazar adecuadamente es fundamental para lograr una interacción positiva y una comunicación normal entre ambos interlocutores. -La preferencia por los discursos elaborados en español contrasta con la brevedad de las disculpas o las negativas en chino. -Las peticiones en español suelen realizarse mediante imperativos o en forma de pregunta, mientras que en chino se recurre casi por norma al imperativo. Aquí entra en juego la imagen pública del interlocutor: para no crear molestia no se realiza petición alguna, un comportamiento que provoca incomprensión y puede provocar tensiones. -Los turnos de palabra en español se obtienen de manera activa, interrumpiendo al interlocutor en los momentos adecuados. En chino se espera hasta que termine la intervención del interlocutor y se suelen construir monólogos independientes sin relación entre sí; en español las dos partes intercambian opiniones que se van añadiendo a la conversación. -En la familia española se intercambian opiniones y experiencias de manera abierta y libre, sin ningún tipo de convención social establecida. En la familia china los hijos suelen preferir amoldarse a las opiniones de los padres y evitar el enfrentamiento. -Los términos de parentesco en chino son mucho más estrictos en el uso que en español, donde también se puede realizar una distinción entre familiares paternos y maternos, o por edad, pero es algo mucho menos común. En definitiva, sirva la confección de este resumen de la idiosincrasia china aplicada al contexto familiar como punto de partida para el profesor de ELE a sinohablantes. La investigación en este campo queda abierta a un sinfín de posibilidades, desde cuestiones relacionadas con la cortesía, hasta el uso de los vocativos en las dos lenguas o cuestiones socioculturales como la distancia social y su influencia en las relaciones sociales. Las tablas con las equivalencias de términos de los términos de parentesco y los detalles acerca del uso de los mismos serán de utilidad tanto para profesores de ELE como para alumnos chinos interesados en cómo expresar en español la complejidad de la jerarquía familiar china. BIBLIOGRAFÍA Bargiela-Chiappini, F. (2003). «Face and politeness: new (insights) for old (concepts)». Journal of Pragmatics, 35:10, 1453–1469. Blanco Pena, José Miguel (2013). «Escollos lingüísticos de los principiantes chinos de español como lengua extranjera: Causas y sugerencias pedagógicas». Hispania 96:1, 97-109. Briz, Antonio (2002). El español coloquial en la clase de ELE. Un recorrido a través de los textos. Madrid: SGEL. Chang, Hui-ching (2001). «Harmony as Performance: The Turbulence Under Chinese Interpersonal Communication». Discourse Studies 3, 155 -79. Chang, Qing (2007). «Family Communication Patterns and Conflict Styles in Chinese Parent-Child Relationships». Communication Quarterly, 55:1, 113-28. Diccionario de términos clave de ELE. http://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/diccio_ele/ (Web). Eisenstein, M., & Bodman, J.W. (1986). «―I very appreciate‖: Expressions of gratitude by native 14

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ANEXO

La complejidad de los términos de parentesco de la familia china contrasta con la aparente sencillez del árbol genealógico en español. Para facilitar la tarea del profesor de español a alumnos sinohablantes, a continuación se incluyen varias tablas con los términos de parentesco más comunes en ambas lenguas. Se pueden elegir aquellos términos apropiados para el nivel y las necesidades del aula. Tabla 1. Generación de los tatarabuelos y los bisabuelos Término en chino Término en español Tatarabuelo paterno 高祖父 gao zufu Tatarabuela paterna 高祖母 gao zumu Tatarabuelo materno 高外公 gao waigong Tatarabuela materna 高外婆 gao waipo Bisabuelo paterno 曾祖父 zeng zufu Bisabuela paterna 曾祖母 zeng zumu Bisabuelo materno 曾外公 zeng waigong Bisabuela materna 曾外婆 zeng waipo

Uso No hay diferencias de uso entre las dos lenguas.

Zeng significa «repetición» y equivale al prefijo español bis-. Indica un espacio de dos generaciones en el árbol genealógico.

En el caso de la generación de los tatarabuelos en chino se utiliza el término gao (alto/superior) para indicar una posición de anterioridad. Esto se corresponde con la noción en español de descender de un mismo antepasado, que estaría por encima. En este caso el tatarabuelo ocupa una posición anterior a los bisabuelos (zeng zufu, lit. «abuelo de dos generaciones pasadas») y abuelos (zufu, lit. «antepasado del padre»). Tabla 2. Generación de los bisabuelos Término en chino Término en español Abuelo paterno 祖父 zufu 爺爺 yeye Abuela paterna 祖母 zumu 奶奶 nainai Abuelo materno 外祖父 wai zufu 外公 waigong Abuela materna 外祖母 wai zumu 外婆 waipo Tío abuelo paterno 伯祖父 bo zufu Mujer del tío abuelo 伯祖母 bo zumu paterno Tío abuelo materno 叔祖父 shu zufu Mujer del tío abuelo 叔祖母 shu zumu materno Tía abuela paterna 祖姑母 zu gumu Marido de la tía 姑爺 guye abuela paterna 祖姑丈 zu guzhang

Uso El sinograma zu 祖 indica las relaciones directas respecto a los padres, i.e. los abuelos. En otros contextos se refiere a los antepasados. Los términos yeye, nainai, waigong y waipo son los más usados. Nótese en uso de wai (fuera) en el lado materno aquí y en lo sucesivo, lo cual deja entrever el carácter patriarcal de la familia china. En todos estos casos el sinograma bo indica que se trata del hermano mayor del padre. En español sólo se distingue entre paterno y materno, sin importar el orden de los hermanos.. Del mismo modo actúa shu, que se refiere al hermano menor del padre. El sinograma gu se refiere a la hermana del padre. Los dos términos guye y zu guzhang se refieren a la misma persona, el marido de la tía abuela por parte de padre

En las siguientes tablas se presentan los términos de parentesco de la generación de los padres. Es menester hacer notar que se emplean los mismos sinogramas que en la generación anterior para indicar el orden de los hermanos.

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Tabla 3. Generación de los progenitores (padre). Término en chino Término en español Padre 父親 fuqin 3 Papá 爸爸 baba 伯父 bofu

Tío (hermano mayor del padre) Mujer del tío (hermano mayor del padre) Tío (hermano menor del padre) Mujer del tío (hermano menor del padre)

伯母 bomu 叔父 shufu 叔叔 shushu 嬸母 shenmu 姑母 姑媽 姑 姑丈

gumu guma 夫 guzhang

Tía (hermana del padre) gufu

Tío (marido de hermana del padre)

una

Uso El término fuqin es de uso más formal. También hay otras formas de denominar al padre, como die 爹. El sinograma bo, al igual que en la tabla anterior, se refiere al hermano mayor del padre. En español no hay distinción entre las edades. En sinograma shu se refiere al hermano menor del padre. Igual que en el caso anterior, en español se utiliza únicamente tío. La variedad shushu es la más utilizada. La lengua china no distingue entre hermanas mayores y menores a este nivel. En ambos casos se emplea el término tío o tía en español.

En la tabla de arriba se pueden apreciar similitudes en el uso de distintos sinogramas para indicar el orden—o la jerarquía—en una misma generación. La complejidad de las relaciones es evidente. Aunque no debería suponer problema alguno al hablar de la familia ya que en español es mucho más simplificado, los problemas surgen cuando se quiere explicar la relación entre dos personas con más detalle. En la generación de los padres las diferencias entre los parientes paternos y maternos son también evidentes. A continuación se presentan las relaciones de parentesco por parte de madre: Tabla 4. Generación de los progenitores (madre) Término en chino Término en español Madre 母親 muqin 4 Mamá 媽媽 mama

Uso El término muqin es de uso más formal. También hay otras formas de denominar a la madre, como niang 娘. El término jiujiu es el más utilizado. En este caso no se distingue entre hermanos mayores o menores de la madre.

舅父 jiufu 舅舅 jiujiu

Tío materno

舅母 姨母 姨媽 姨夫

Tía (mujer del tío materno) Tía materna (hermana mayor de la madre) Tío (marido de la tía materna, que es hermana mayor de la madre)

jiumu yimu yima yifu

姨 yi 阿姨 a yi 姨丈 yizhang

Si bien en chino la jerarquía y el orden de relaciones es fundamental, en español, al igual que en otras lenguas europeas, únicamente se distingue el género, sin importar la posición que ocupa en la familia.

Tía materna (hermana menor de la madre) Tío (marido de la tía materna, que es hermana menor de la madre)

En la generación de los hermanos se produce el mismo fenómeno que hemos podido 3

El sinograma baba 爸爸 es de reciente creación—posiblemente influencia de alguna lengua occidental—como indica su estructura: 父 (padre) arriba y 巴 (símbolo fonético) abajo. 4 El sinograma mama 媽媽 es de reciente creación, como indica su estructura: 女 (mujer) a la izquierda y 馬 (parte fonética ma) a la derecha.

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observar anteriormente: el orden y la jerarquía son de vital importancia. Esto se conoce en chino con la expresión zhangyou youxu 長幼有序 (lit. los mayores y los menores siguen un orden), es decir, existe una jerarquía y se debe respetar, de ahí lo específico de los términos de parentesco. Esta concepción social exige, por ejemplo, que a la hermana mayor hay que respetarla como tal, por haber nacido antes que nosotros. Por lo tanto, hay que referirse a ella con el término adecuado (jiejie 姐姐). Ahora bien, supongamos que la persona en cuestión tuviera tres hermanas mayores. En ese caso, debería referirse a ellas mediante los términos dajie 大姐 (la hermana mayor), erjie 二姐 (la segunda de las hermanas mayores) y sanjie 三姐 (la tercera de las hermanas mayores). La lista continúa hasta el menor de los hermanos, a quien se refieren como xiaodi 小弟 (el menor/ el hermano menor) y xiaomei 小妹 (la menor/ la hermana menor). Esta ha sido una pregunta recurrente en los años de experiencia enseñando español a taiwaneses y es algo que sería conveniente mencionar. Si el profesor se adelanta a los alumnos en las explicaciones y explica estos detalles específicos relacionados con la cultura del alumno sinohablante, la confianza entre alumno y profesor, así como el factor psicológico de lejanía cultural, pasarán a un plano ventajoso para ambos y dejarán de verse como obstáculos.. Tabla 5. Relaciones de parentesco en la misma generación. Término en chino Término en español Uso Hermanos (lit. hermano mayor y En español se usa el término «hermanos» con 兄 弟 姐 妹 menor y hermana mayor y connotaciones afectivas y religiosas hacia personas que xiongdijiemei menor) no tienen relación sanguínea entre sí. En chino el término equivalente a nivel religioso es dixiong 弟兄.. Hermano mayor 長兄 zhangxiong Dentro de una misma escuela religiosa, de artes 哥哥 gege marciales o de otras destrezas se usan los términos Esposa del hermano mayor 嫂子 saozi shixiong 師兄, shidi 師弟, shijie 師姐 y shimei 師妹 嫂嫂 saosao para referirse a los compañeros de estudio bajo el Hermano menor 幼弟 youdi mismo maestro. Se utilizan los sinogramas de hermano y hermana mayor y menor para indicar el orden en que 弟弟 didi comenzaron a aprender. Así, habría hermanos mayores Cuñada (esposa del hermano 弟婦 difu y menores dentro de una misma escuela, al igual que menor) 弟妹 dimei dentro de una familia. En español no se distingue entre Hermana mayor. 長姐 zhangjie el orden, simplemente se usa el término «compañeros 姐姐 jiejie de estudio o de clase». Cuñado (marido de la hermana 姐夫 jiefu mayor) Hermana menor. 幼妹 youmei 妹妹 meimei Cuñado (marido de la hermana 妹夫 meifu menor) Primos paternos Nótese la exigencia en el uso de diferentes sinogramas 堂 兄 弟 tang para indicar la relación paterna o materna de los xiongdi primos. En español la única distinción más a fondo se Primo paterno mayor 堂兄 tangxiong hace entre primos segundos o terceros, jamás entre el 哥哥 gege lado materno o paterno. Mujer del primo paterno mayor. 堂嫂 tangsao Primo paterno menor 堂弟 tangdi 弟弟 didi Mujer del primo paterno menor. 堂弟婦 tang difu 弟婦 difu Primas paternas mayores Los primos paternos se distinguen mediante el 堂姐妹 tangjiemei sinograma tang 堂, que indica que pertenecen a la 姐姐 jiejie misma residencia. En español no hay distinción alguna Prima paterna mayor. 堂姐 tangjie a este respecto. El término viene del latín primus Marido de la prima paterna 堂姐夫 tang jiefu

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姐夫 jiefu 堂妹 tangmei 妹妹 meimei 堂妹夫 tangmeifu 妹夫 meifu 表 兄 弟 biaoxiongdi 表哥 biaoge 表嫂 biaosao 表弟 biaodi 表夫 biaofu 表 姊 妹 biao jiemei 表姐 biaojie 表姐夫 biaojie fu 表妹 biaomei 表 妹 夫 biaomei fu

mayor. Prima paterna menor.

(primero). Se pueden enseñar expresiones como «hacer el primo» (dejarse engañar) inexistentes en chino.

Marido de la prima paterna menor. Primos paternos o maternos

En este caso los primos maternos se indican con el sinograma biao 表 , que representa lo exterior. De nuevo, en estos pequeños detalles se deja entrever la naturaleza de la cultura china. En español se puede distinguir entre primo paterno y materno pero no es costumbre.

Primo paterno o materno mayor. Mujer del primo paterno o materno mayor. Primo paterno o materno menor. Mujer del primo paterno o materno menor. Primas paternas o maternas

Al igual que en casos anteriores, se emplean los términos adecuados para indicar el orden de los primos y primas. En español no existe distinción alguna. Además de utilizar los términos «paterno» o «materno», se suele explicar en detalle, así, un primo «es hijo de un hermano de mi madre».

Prima paterna o materna mayor. Marido de la prima paterna o materna mayor Prima paterna o materna menor Marido de la prima paterna o materna menor

En la tabla a continuación aparecen detallados los términos de parentesco de la generación de los hijos. Nótese lo específico de las relaciones entre primos y los diferentes términos que se emplean para denominarlos dependiendo de si es hombre o mujer quien habla, es decir, el tío y la tía utilizan términos diferentes para referirse a cada uno de sus sobrinos, según sea hijo de un hermano o de una hermana. En español, habría que recalcar en clase, es frecuente emplear el nombre de la persona en cuestión, además de poder utilizar el término de parentesco adecuado: sobrino o sobrina. Tabla 6. Generación de los hijos. Término en chino Término en español Hijo 兒子 erzi Nuera (Mujer del hijo) 媳婦 xifu Hija 女兒 nü er Yerno (marido de la hija) 女婿 nüxu Sobrino (hijo del hermano) 姪子 zhizi Mujer del sobrino (hijo del 姪媳婦 zhi xifu hermano) Sobrina (hija del hermano) 姪女 zhinü Marido de la sobrina 姪女婿 zhinü xu Sobrino (hijo de la 外甥 waisheng hermana). Mujer del sobrino (hijo de la 外甥媳婦 waisheng hermana) xifu Sobrina (hija de la hermana) 外 甥 女 waisheng nü Marido de la sobrina (hija 外甥女婿 waisheng de la hermana) nüxu Sobrino (hijo de la hermana) 姨甥 yisheng Mujer del sobrino (hijo de la 姨 甥 媳 婦 yisheng hermana xifu

Uso Las hijas en la cultura china al casarse pasan a formar parte de la familia del marido. Lo contrario ocurre en la cultura hispana, donde las hijas suelen estar más apegadas a la familia original. En el caso del hijo del hermano el término empleado es zhi 姪 . Al igual que en español, en chino existen «sobrinos adoptados»: hijos de amigos íntimos. Por su parte, aquellos también pueden llamar «tíos» a los amigos de los padres. Así llama al sobrino el tío. Si es la tía quien se refiere al sobrino, entonces se emplea el término 姨甥 yisheng (ver abajo). Así llama a la sobrina el tío. Si es la tía quien se refiere a la sobrina, entonces se emplea el término 姨甥女 yisheng nü (ver abajo). Así llama al sobrino la tía. Si es el tío quien se refiere a él, entonces se utiliza el término 外甥 waisheng (ver arriba).

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姨甥女 yisheng nü 姨 甥 女 婿 yisheng nüxu

Sobrina (hija de la hermana) Marido de la sobrina (hija de la hermana)

Así llama a la sobrina la tía. Si es el tío quien se refiere a ella, entonces se utiliza el término 外甥女 waisheng nü (ver arriba).

Tabla 7. Generación de los nietos y bisnietos Término en chino Término en español Nieto (hijo del hijo) 孫子 sunzi Mujer del nieto (hijo del hijo) 孫媳婦 sun xifu Nieta (hija del hijo) 孫女 sunnü Marido de la nieta (hija del hijo) 孫女婿 sunnüxu Nieto (hijo de la hija) 外孫 waisun Nieta (hija de la hija) 外孫女 waisun nü Sobrino nieto 姪孫 zhisun (hijo del hijo del hermano) Sobrina nieta 姪孫女 zhisun nü (hija del hijo del hermano) Bisnietos (término general) 曾孫 zengsun Bisnieto 曾內孫仔 zengneisunzi Bisnieta 曾內孫女 zengneisunnü

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Uso En el caso de la generación de los nietos, es frecuente encontrar el caso de un abuelo que utilize también el término «nieto» para referirse a los nietos directos de un hermano o hermana suya. Esta es una costumbre que no existe en español y habría que indicarla en la clase. En este caso sorprende la flexibilidad cultural a este respecto, y contrasta con la inflexibilidad de uso de distintos términos, dependiendo de la jerarquía y el orden.

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