Preparados para olvidar o recordar?

June 28, 2017 | Autor: G. Cruzado Atalaya | Categoria: Terrorism, Theatre, Deontology
Share Embed


Descrição do Produto

Nombre: Gianfranco Cruzado Curso: Deontología y Comunicación Profesor: Victor Casallo Tema: ¿Debería ser censurada una obra de arte? Tomando de ejemplo La Cautiva

2015

¿Preparados para recordar u olvidar? ¿Está preparada la sociedad peruana para recordar la historia de terror que vivió hace algunos años? ¿Está lista para la reconciliación con la historia? ¿Está lista para escuchar distintos discursos y versiones de la historia? Estas son algunas de las preguntas que se han generado a lo largo de estos años, en una sociedad que, y están en todo su derecho, evita recordar hechos terribles, que pudieron haber marcado su vida. Ciudadanos dolidos y cargados de rencor, por el asesinato de sus familiares y seres queridos, que vivieron en carne propia el miedo y dolor que impartieron los asesinos de aquella época, o jóvenes que se han formado, escuchando los relatos de estas mismas personas, poseen una sola versión de la historia, en donde Fujimori y las Fuerzas Armadas, fueron los salvadores de la guerra interna. No hay que desmerecer la labor, ni de Fujimori, ni de las Fuerzas Armadas; sin embargo, no se puede ver una sola cara de la moneda. Nadie intenta defender, ni justificar a los asesinos de los 80’s, pero para entender un hecho histórico, es necesario tener en cuenta todos los puntos de vista, por más que no se comparta la opinión, o por más errónea que esta sea. Hay que pensar en nosotros como víctimas y como victimarios. No se habla de una negación de la historia, sino de un evitar recordar dentro la esfera pública, pues a veces, olvidar, resulta más fácil, que afrontar las consecuencias que trajo el terrorismo en nuestro país; y consideramos que toda rememoración es sinónimo de apología, o acto subversivo, puesto que el miedo a que esta época regrese, está muy presente en el imaginario de nuestros ciudadanos. Existen varias maneras de rememorar y transmitir discursos acerca de este hecho histórico. Un claro ejemplo es el Museo de la Memoria, ubicado en el distrito de Miraflores, que próximamente abrirá sus puertas para el público en general. El objetivo principal de este museo es promover la consolidación de una cultura de paz en nuestro país, y mediante este espacio destinado a la reflexión, rememoración, investigación y expresión artística, generar una reconciliación entre todos los peruanos y con nosotros mismos, y a la vez ser una fuente de información para futuras generaciones, teniendo como fin último, que la violencia no vuelva a repetirse. La intención es lograr que el museo sea atractivo y didáctico para quienes en el futuro decidan visitarlo. Asimismo se pretende contar con exposiciones temporales para mostrar un contenido novedoso. (García Sayan 2014) (García Sayan s.f.) Y es que, el arte, posee esa característica, pues su estética, genera esa atmósfera lúdica y llamativa, distinta a un discurso convencional, generando que las personas lean el discurso de las obras, las aborden y las interpreten, cada uno de una manera particular, según sus vivencias. Además, lo particular del arte, es que

llega a generar emociones, tan solo entrando en contacto con una obra; algo muy difícil de lograr por medio de un discurso convencional. No es coincidencia que, el teatro, sea considerado por muchas personas, un medio para mostrar realidades, que despiertan en el espectador ciertas inquietudes y preguntas alrededor de un tema específico, pues es un arte que posee dicha cualidad. Como bien mencionó Aristóteles en su poética, la tragedia, y creo que esto puede aplicarse para cualquier obra de arte, genera una catarsis en la persona que entra en contacto con esta. La Plaza, lanza todos los años una convocatoria para el concurso Sala de Parto. El concurso busca estimular el nacimiento de nuevos dramaturgos y obras peruanas. En el 2013, Luis Alberto León, gana el premio especial de dicho concurso, por su obra La Cautiva. Esta obra, no solo salió ganadora del concurso, sino que fue montada en la temporada de Octubre a Diciembre de 2014, como parte del décimo primer aniversario, del Teatro La Plaza, bajo la dirección de Chela de Ferrari, fundadora y directora artística de La Plaza. La obra se desarrolla en una morgue Ayacuchana, en 1984 y narra la historia de María Josefa, la cautiva, una inocente adolescente de 14 años, hija de senderistas ayacuchanos, acreedora a las balas militares por ser hija de estos, despierta en la morgue, sin saber que está muerta. Allí se encuentra con Mauro, joven de 22 años, auxiliar de la morgue, encargado de preparar su cuerpo para el ultraje que llevaran a cabo los militares, los cuales se presentan curiosamente, como victimarios y salvadores. El joven auxiliar intenta salvarla de estos militares sin escrúpulos. La Cautiva, es una obra que toca un momento muy importante de la historia de nuestro país, nos muestra una realidad, no solo con el texto escrito por Luis Alberto, sino que, la dirección del montaje está bien lograda, a tal punto que, desde el inicio de la obra, nos sumergen en la soledad, penumbra y frío de la morgue Ayacuchana, que forma parte de todo el terror de la época. Es una manera simbolista de escuchar y enfrentar lo que nos tienen que decir los muertos de la época, por medio del personaje de María Josefa. Nos hace reflexionar y entender la tragedia del Perú, examinándola a partir de esta ficción. Cabe resaltar, que si bien se trata de una obra de ficción, no deja de tratar un tema, tal vez muy controversial para muchos, pero verdadero, y documentado, que fue el abuso de poder por parte de las Fuerzas Armadas de nuestro país. No podemos resucitar a las víctimas del Conflicto Armado Interno, pero podemos reivindicarlas a través del arte, a través de nuestros símbolos y metáforas. De nuestra destreza y de los honestos que seamos los escritores con el público depende la percepción de la obra. La ficción, en las más grandes obras, es una conversación sobre la condición humana. (Limo 2015) (Limo s.f.)

No obstante, hay quienes fueron más susceptibles ante lo que vieron en uno de los teatros más burgueses de nuestra capital, y acusaron a la obra de Luis Alberto León, como pro senderista y como apología al terrorismo. No es algo nuevo para algunos, recordar toda la problemática que se suscitó alrededor de la investigación que le abrió el Ministerio del Interior, la Dircote y la Procuradoría Antiterrorismo a La Cautiva. La acusación por apología del terrorismo fue hecha por el procurador Julio Galindo, después que un coronel en actividad, se infiltrara y grabara -a pesar de estar prohibido cualquier tipo de documentación de una obra durante la función- toda la obra con su celular para dar inicio a una investigación. Aparentemente, los himnos o cánticos senderistas fueron los detonantes, para que se afirmara que La Cautiva, estaba cargada de mensajes ocultos, pro senderistas; y es que, los involucrados en dicha investigación, no podían entender el concepto de verosimilitud y coherencia que debe tener toda pieza teatral. Si Luis Alberto en conjunto con Chela, nos querían mostrar una realidad ficticia, tomando algunos aspectos históricos tangibles, era evidente que tenían que lograr a toda costa que el espectador, se conecte con algo coherente que parta de su propia historia, y lo único que hacen los cánticos senderistas dentro de la obra, es darle la verosimilitud necesaria, pera creer que, si bien se trata de un Perú imaginario, nos situamos en el contexto de la guerra interna. Estos himnos senderistas refuerzan la verdad, y verosimilitud con la que ha sido tratado tanto el texto como el montaje. Otro aspecto que molestó no solo a los involucrados en la investigación, sino a algunos peruanos, en especial, limeños que fueron espectadores de la obra, es que, dentro de esta, se haga una crítica a las Fuerzas Armadas de nuestro país, mostrando su falta de principios éticos y morales, haciendo uso desmedido de su poder como autoridades del orden dentro de un contexto suficientemente cargado de monstruosidad. Resaltaban solamente la violación sistemática de los derechos humanos por partes de las Fuerzas del orden y que se realizaba una evidente apología al terrorismo, resaltando sus fines, en la que efectuaban cánticos terroristas y vivas al partido comunista, la “guerra popular”, a la “lucha armada”, al “pensamiento Gonzalo”, que los productores son pro terroristas y que se debería hacer algo al respecto. Luego relata la niña, hija de unos profesores, que ella se aburría cuando escuchaba a su padre sobre “la guerra popular”, del “triunfo del pueblo”, de “lo viejo del país, “del Estado” (…) Seguido exclamó: “compañeros” con el “partido no habrá ricos ni pobres, todos seremos iguales, todos comeremos carnes y arroz, pan, ya no va a haber desigualdad (fondo musical de himno comunista). ¡Viva el partido comunista! ¡Viva la lucha armada! ¡Viva el presidente Gonzalo! Seguido a ello, entonó las notas del himno del guerrillero. También hubo partes en las que se deja entrever poderes o presión y explotación, estos de maneras muy bien estructuradas y subliminalmente introducidas. En la obra se advierte la descripción de violación sistemática de derechos humanos por las fuerzas del orden. Y dan a conocer subrepticiamente los objetivos de organización terrorista Sendero

Luminoso. Loas a sus fundamentos ideológicos y cabecilla. (Castañeda 2015) (Castañeda s.f.)

Esto es solamente un resumen de lo que decía el documento de investigación contra La Cautiva, y que avalaba el ex ministro Daniel Urresti, expresado en el artículo de Giovanna Castañeda. Un conflicto muy grande, sin duda alguna, se generó a principios de 2015 alrededor de La Cautiva, trayendo algunas preguntas a acotación. ¿Se está cortando la libertad de expresión? ¿Bajo qué criterios y por quién puede ser censurada una obra de arte? ¿Hasta dónde y cómo debemos recuperar nuestra historia? ¿Cómo debemos recordar el conflicto interno? Mientras en otro lado del mundo hay artistas que están siendo asesinados por terroristas solo por tocar temas polémicos, acá el Gobierno acusa de terroristas a los artistas que tocan temas polémicos. (Castañeda 2015) (Castañeda s.f.) El problema radica en que los peruanos estamos acostumbrados a escuchar una sola versión de los hechos. Nos conformamos con la única versión, establecida por el Estado y creemos que las otras versiones extraoficiales, son promovidas por personas revolucionaras, y generan sospechas. El miedo a la repetición de estos hechos es totalmente coherente en nuestra sociedad, y es por eso, que muchas veces nos conformamos con una única versión, para evitar entrar en debate o traer recuerdos del pasado que generen algún tipo de discrepancia; esta evasión del tema, viene en mayor medida, por parte del mismo Estado, que ha establecido un imaginario en nuestra sociedad de lo que fue la guerra interna y ahí acaba el desarrollo de la historia. ¿No se puede hablar de terrorismo en el teatro o tiene que hacerse desde una sola versión? ¿Las versiones se limitan a la división entre malos y buenos? (Limo 2015) (Limo s.f.) En la obra, la protagonista es hija de senderistas, y metafóricamente, es la imagen de todos los muertos de la guerra. Eso fue algo que molestó, claramente a algunos espectadores, pues todavía no estamos reconciliados con este fatídico hecho; vivimos con miedo, sin darnos cuenta, y es por eso, que ver, escuchar una versión distinta de la historia en donde una hija de senderistas es “la buena” y los militares son “los malos”, causa un tremendo terror, ya que probablemente, lo primero que se me venga a la mente, es que la obra fue producida por senderistas; sin embargo, no podemos tapar el sol con un dedo, y decir que todos los militares fueron víctimas y salvadores, así como, todos los hijos de senderistas son victimarios y asesinos como sus padres, como lo muestra José Carlos Agüero, en su libro Los Rendidos. Ninguna persona es buena ni mala en sí misma, sus

actos son buenos o malos, por diversos factores y es así como debemos abordar este conflicto. El teatro funciona de la misma manera; ningún personaje puede ser considerado bueno o malo intrínsecamente, sus actos son juzgados de buenos o malos por el contexto en el que se llevan a cabo. Si todo es ficción, ¿por qué nos asusta tanto ver otra versión de la historia? ¿Es que acaso el arte está llenando los espacios vacíos que ha dejado la versión de la historia establecida por el Estado? ¿Es que acaso La Cautiva está rompiendo con la verdad absoluta planteada por el Estado, cuestionando verdades oficiales? ¿Es por eso que debería haber sido investigada, o peor aún censurada? “Yo comparto la libertad de ver obras teatrales, pero que tengan sentido positivo, que tengan un mensaje para la nueva generación”, afirmó el procurador Julio Galindo. Estamos de acuerdo señor procurador, en que la nueva generación debería saber más sobre la época de violencia interna. Pero… ¿Mensajes positivos sobre el tema de Sendero? ¿Canciones que digan “A la vida dile sí, al terrorismo dile no”? ¿Un musical con Elena Iparraguirre? ¿Un remix de Zorba, el griego? (Limo 2015) (Limo s.f.) El arte y su puesta en escena es más que simple entretenimiento. Es más que un dispositivo didáctico o un mecanismo que propicia la catarsis. Es verdaderamente una ocasión para que una cultura y una sociedad se definan a sí mismas, dramaticen su historia y su mitología colectiva, nos propongan desafíos, se nos presenten alternativas y modos de ver el mundo diferente y eventualmente, nos reafirmemos o cambiemos maneras de ser que nos causan ansiedad e inconformidad. (Tovar, 2015, p. 353) El teatro desde épocas muy remotas, recordemos Grecia y las fiestas Dionisiacas, ha sido considerado un rito, en el cuál, por medio de las tragedias, nos mostraban actos “impuros” de los personajes llevados por la hybris o la desmesura, que los condenaban a la muerte. Era una manera de mostrarle a los espectadores, sin necesidad que ellos pasen por eso, lo que podría ocurrir, si se dejaban llevar por sus deseos desmesurados. Es por ese motivo, que las tragedias, no pertenecen solo al Teatro Griego y han prevalecido a lo largo de la historia. Un autor de tragedia moderna es Shakespeare. Recordemos obras como Macbeth o Hamlet. Macbeth, un hombre aparentemente bueno, seducido por su ambición desmesurada de poder y su deseo de cumplir el destino proclamado por las brujas, se convierte en regicida y todos los actos inmorales que comete a lo largo de la obra lo llevan a la muerte. O Hamlet, el hijo de un rey asesinado por su hermano, hace que su sed de venganza lo lleve a un fatídico destino. La violencia explícita en las tragedias, no solo de Shakespeare, es clara; sin embargo hay algo que siempre debemos preguntarnos. ¿Hasta qué punto la

violencia alimenta el apetito por más violencia, o cuando nos enseña y nos hace ver las injusticias y llorar y lamentar los errores cometidos? El arte permite crear, movilizar, construir, soñar, curar, transformar, descubrir, reconciliar y establecer nuevas relaciones. Muchas obras de arte, como el teatro y la literatura, se articulan alrededor de la resolución de un conflicto. De ahí la inmortalidad de obras que nos muestran cómo los conflictos son a su vez poderosos dramas. Ejemplos como Romeo y Julieta, Ricardo III, Rey Lear, El mercader de Venecia, por no ir más lejos y mencionar apenas un autor. Shakespeare nos sigue confrontando con todo el rango de las pasiones humanas, el crimen y las injusticias. (Tovar, 2015, p. 351) Dicho todo esto, ¿bajo qué criterios se podría censurar La Cautiva? Es una obra que nos muestra una versión de nuestra historia, con violencia, como una tragedia, con humor, como también nos mostraban las tragedias de Shakespeare. Hay que preguntarse entonces cuál ha sido el uso de la violencia en la obra. No creo que haya sido para promover más violencia. Creo que nos invita a reflexionar acerca de hechos terribles que vivió nuestro país; asimismo, nos invita a la reconciliación y a un desarrollo en la construcción de un estado de paz. Recordemos siempre que el teatro es una herramienta para examinar el comportamiento de las personas en una realidad determinada, por circunstancias dadas. Es así como debemos abordar al momento de verla y a partir de eso sacar nuestra reflexión de lo que nos dejó.

Bibliografía



Castañeda, Giovanna (12 de Enero de 2015) Tienes que leer lo que dice el documento de la investigación contra “La Cautiva”, que está avalando el ministro Urresti. Recuperado de: http://utero.pe/2015/01/12/tienes-que-leerlo-que-dice-el-documento-de-la-investigacion-contra-la-cautiva-que-estaavalando-el-ministro-urresti/



Limo, Regina (13 de Enero de 2015) La Cautiva o el terrorismo de la ficción. Recuperado de: http://utero.pe/2015/01/13/la-cautiva-o-elterrorismo-de-la-ficcion/



Tovar, Patricia. (2015) Una reflexión sobre la violencia y la construcción de paz desde el teatro y el arte. Universitas Humanistica. Jul-Dic 2015, Vol. 80 Issue 80, p. 347 – 369. 23p.



El lugar de la memoria: un museo contra el olvido. Recuperado de: http://www.pe.undp.org/content/peru/es/home/ourwork/democraticgovernan ce/successstories/LugarMemoria.html

Lihat lebih banyak...

Comentários

Copyright © 2017 DADOSPDF Inc.