\"Prólogo\" a Hernando Castro Vargas, \"José Agustín Blanco Barros El legado de un geógrafo\". DOCUMENTOS JAVERIANOS 06 (Bogotá, Universidad Javeriana, 2014). ISSN: 2027-632X

September 16, 2017 | Autor: S. Solano D. | Categoria: Colonial America, Geografia, Cartagena, Barranquilla
Share Embed


Descrição do Produto

Prólogo

Conocí al profesor José Agustín Blanco Barros en Barranquilla en el año de 1986, cuando su obra comenzaba a despertar inquietudes intelectuales e investigativas en un grupo de profesores universitarios, de jóvenes licenciados en Ciencias Sociales y entre un reducido grupo de personas que se interesaban por la historia de Barranquilla. Desde mediados de 1984 el profesor José Isaías Lobo Romero (qepd) había convocado a un grupo de jóvenes que nos inquietábamos por los estudios históricos, para que lo acompañáramos en un proyecto de investigación que le había encargado la Subgerencia Cultural del Banco de la República para estudiar las biografías de Miguel Antonio Vives Orrantia y Juan Campo Serrano, delegados por el Departamento de Bolívar a la Asamblea Nacional de Delegatarios, esa especie de pequeña constituyente que redactó la Constitución de 1886. Gracias al profesor Lobo descubrimos los archivos de las notarías, del Concejo Municipal y de otras oficinas públicas de Barranquilla, como también el fondo de prensa y de publicaciones periódicas de la Biblioteca Departamental del Atlántico. De esa relación con los archivos surgieron inquietudes como la de inventariar esos repositorios documentales y pensar en la posibilidad de crear un archivo histórico, lo que se logró bajo la gobernación del historiador Gustavo Bell Lemus. Pero también nos permitió empezar a divulgar en los medios académicos la existencia de ese patrimonio documental, con el fin de alertar sobre los riesgos que corría y para estimular la investigación. Por ese entonces seguía en pie la invitación hecha en 1940 por Ramón Vinyes para que se procediera a investigar la historia de Barranquilla, a “hundir las manos en las sombras”. Un brillante grupo de historiadores profesionales integrado por Adolfo Meisel Roca, Eduardo Posada Carbó y Gustavo Bell Lemus había comenzado a enfrentar el desafío planteado por el sabio catalán de la novela Cien Años de Soledad, acicateados por los graves problemas económicos, políticos y administrativos que afrontaban Barranquilla y la región costeña. El énfasis de sus investigaciones, al igual que el de los jóvenes que girábamos alrededor del magisterio del profesor José Isaías lobo Romero, estaba puesto en la historia económica de esa ciudad y de la región Caribe, en especial en los siglos XIX y XX.

José Agustín Blanco Barros El legado de un Geógrafo



11

Por varias razones dejamos de lado cualquier posibilidad de investigar la historia colonial de esa ciudad y de su entorno. Primero, porque la documentación histórica de Barranquilla se inicia con el primer libro protocolo de la Notaría Primera, el de 1815. En consecuencia, suponíamos que no existían materiales para llevar a cabo un estudio del pasado colonial de esa ciudad y de la región. Segundo porque el peso abrumador de los pasados coloniales de Cartagena, Santa Marta y Mompox hacía suponer que el estudio de la Barranquilla colonial no arrojaría resultados de interés. Tercero, porque lo que debía ser el archivo matriz para el estudio del pasado colonial de la región (el de Cartagena) estaba reducido a documentación del siglo XIX y XX. Cuarto, porque desconocíamos que documentación podía existir en el Archivo Nacional de Colombia (en ese entonces ese repositorio estaba en la Biblioteca Nacional de Colombia) y en los archivos extranjeros como el General de Indias, Sevilla (España). Quinto porque el imaginario liberal decimonónico nos había hecho creer, hasta cierto punto con razón justificada, que Barranquilla era hija de la República, y que por tanto todos los esfuerzos investigativos debían concentrarse en los siglos XIX y XX. Y sexto, aunque ya se habían publicado los cuatro tomos de la Historia Doble de la Costa de Orlando Fals Borda, lo que evidenciaban los tomos 1 y 2 (Mompox y Loba y El Presidente Nieto), era que en la región costeña eran escasos los repositorios documentales. En total, en el parecer de todos nosotros, la historia colonial de Barranquilla y la del Departamento del Atlántico estaban condenadas a quedar reducidas a lo que había escrito Domingo Malabet en 1872 y 1882 sobre los orígenes de la ciudad y los terrenos del común que la rodeaban, las anotaciones del padre Pedro María Revollo, Miguel Goenaga, Itic Croitorum Rotbaum y de otros, o lo que decía la tradición oral sobre los orígenes de cada población atlanticense. Y lo paradójico de todo esto es que sucedía pese a que desde el decenio de 1970 el profesor Blanco Barros había comenzado a publicar ensayos sobre la historia colonial del Departamento del Atlántico. El 1972 publicó la “Noticia historial de la Provincia de Cartagena” escrita por el obispo Diego de Peredo en 1772. En ese año también publicó su estudio “El censo del Departamento del Atlántico (Partido de Tierradentro) en 1777”. En 1977 dio a la luz pública el libro Sabanalarga, sus orígenes y su fundación definitiva. En 1980 el ensayo “Santa Ana de Baranoa: de pueblo de indios a parroquia de vecinos libres (1745)”. La mayoría de estos trabajos nos pasaron desapercibidos en parte porque era muy restringida la circulación de revistas en nuestro país. Pero sobre todo, tanto por lo que ya anoté sobre que en esos años las inquietudes de los historiadores de Barranquilla estaban centrada en los siglos XIX y XX, como también porque el centro de gravedad de las indagaciones estaba por el lado de la historia económica y social. Y no deja de ser paradójica esa actitud frente a los trabajos del profesor Blanco Barros, como el centro de las preocupaciones de los jóvenes historiadores, pues por esos años Germán Colmenares, historiador colonialista que ejercía mucha influencia en los medios académicos, venía insistiendo en la necesidad de abocar el estudio de los procesos

12

… Documentos Javerianos

de poblamiento del territorio colombiano, en especial señalaba la necesidad de estudiar el origen y la evolución de las poblaciones que no había sido capituladas (es decir villas y ciudades fundadas mediante actos legales por conquistadores), sino las que habían surgido de manera espontánea, al interior de las haciendas o en áreas libres. Esta digresión a propósito de las circunstancias en que se encontraba nuestra historiografía antes de conocer los trabajos del profesor Banco Barros es lo que permite comprender el impacto que tuvo su obra El Norte de Tierradentro y los orígenes de Barranquilla, publicada en 1987 por el Banco de la República. Primero porque develó que el área norte del Departamento del Atlántico tenía una detallada historia colonial representada en encomiendas y resguardos indígenas, en sitios de vecinos libres que se transformaron en parroquias y en haciendas y formas de poblamientos dispersos y semidispersos. Segundo porque nos mostraba que esos temas podían ser objetos de investigaciones y que en el Archivo General de la Nación existían muchos documentos para adelantar los estudios. Tercero porque nos enseñaba la importancia de la geografía histórica a través de sus estudios de las relaciones dinámicas entre los hombres y los espacios. Cuarto porque sus trabajos también representan un llamado a desafiar las tradiciones como era el conjunto de mitos fundacionales relativos a varios poblados atlanticenses. Quinto porque nos mostró la importancia del análisis de los documentos, el trabajo exhaustivo en los archivos. Y sexto, y por encima de las enseñanzas anteriores está la de la pasión, la entrega, la dedicación al estudio. Bastaba con verlo en los distintos seminarios en los que participamos. La voz del maestro. La vivacidad en sus ojos pequeños cuando desarrollaba los temas. El magisterio sobre cualquier tema que fuera de su dominio. La apertura para escuchar sugerencias o posibilidades investigativas. La generosidad para sugerir pistas, ceder información de archivos que muchas veces transcribía de su puño y letra. A las bibliotecas de cada población sobre las que investigó, le cedió copias de los documentos que consultó en el Archivo General de la Nación. Hombre heredero del pensamiento ilustrado del siglo XIX siempre ha creído que la historia debe tener una utilidad social. El profesor José Agustín Blanco Barros no recogió del suelo esa actitud frente al estudio y la enseñanza. Como bien señala el autor de esta biografía, el profesor Blanco Barros proviene de una familia de educadores. Mi padre, hombre que está en los 85 años de vida, fue su alumno en su tierra natal, Sabanalarga. Cuando mediando los años de 1980 le hablé por vez primera del profesor Blanco Barros lo recordó como miembro de una familia de intelectuales. Y en efecto, recuerdo que en el año de 1909, uno de sus ascendientes, Wulfran Banco Cervantes, publicó en el periódico El Siglo de Barranquilla, una colección de artículos en los que corregía la Geografía del Departamento del Atlántico que en ese mismo año había publicado Manuel Benito Revollo. También recuerdo haber leído en varios periódicos de la Barranquilla de comienzos del siglo XX, diversidad de artículos escritos por los Blanco Cervantes sobre temas monetarios, de división políticoadministrativa.

José Agustín Blanco Barros El legado de un Geógrafo



13

Su obra ha transformado la forma como vemos y entendemos la historia del Departamento del Atlántico. También ha estimulado a jóvenes historiadores a continuarla. Ahí están los estudios de Jorge Conde Calderón sobre las reformas poblacionales en la provincia de Cartagena a mediados del siglo XVIII, la que de alguna u otra manera bebe en los trabajos del profesor Blanco Barros. O el trabajo de Armando Arrieta y Ruth Hernández sobre los orígenes de Barranquilla. Para fortuna de la historiografía de Colombia las obras completas del profesor Blanco Barros están siendo publicadas por la Universidad del Norte de Barranquilla y sus documentos ya pueden ser consultados en el Archivo Histórico Javeriano Juan Manuel Pacheco S.J.

Sergio Paolo Solano D. Universidad de Cartagena

14

… Documentos Javerianos

Lihat lebih banyak...

Comentários

Copyright © 2017 DADOSPDF Inc.