PROYECTO HADA

HADA.

Un par de años en el pasado, Ecuador se encontraba en problemas. Para entonces, la magia se había acabado o al menos eso pensaban los humanos, marginados de la realidad, la magia había pasado a ser parte de los cuentos de hadas. Pero lo cierto era, que ellas existían. Estaba a punto de librarse una batalla que no tendría fin.
Los Ongriones habían invadido un País entero, pequeño pero con millones de personas trabajadoras, humildes y muy cálidas.
Estos seres habían sido producto de un roce entre la magia malvada y una bola de basura putrefacta de desechos que el propio humano había creado hace cientos de años y a medida que paso el tiempo, la contaminación del propio ser que habitaba la tierra, se fue desarrollando con más fuerza, multiplicando el número de monstruos.
Crecieron muchos más y los mismo se encargaban de crear más desastres afectando a los humanos en todos los momentos de sus vidas, lo cierto es que han existido desde hace millones de años. Y los humanos han tratado de combatirlos, sin saber de su existencia, sin conocer la magia que los rodea y lo poderoso que resulta ser su enemigo. Desarrollaron armas, productos y de más para mostrarle frente, pero nadie fue lo suficientemente poderoso, los humanos carecían del verdadero poder que les brindaba la naturaleza, la fuente del poder, era la magia, y dicha magia fue encontrada por un humano, uno con la suficiente fe y la mente pura para encontrar un mundo, donde encontraría una solución a todo. Mario describiría un mundo, distinto.
Los Ongriones eran criaturas repulsivas, que emitían mal olor, creaban desastres donde todo estaba en calma, creaban manchas imborrables, y hacían que cualquier acto natural que los humanos tenían, fuera desagradable, trataban de dominar a los humanos con el desastre que de cierta manera, ellos mismos creaban.
Su aspecto aspecto físico no era peor, eran muy similares a un ogro, grandes y obesos, escupían cuando hablaban, los pelos en sus axilas sobresalían de sus brazos y sus dientes traspasaban su mandíbula inferior hacia la superior, como un jabalí. Vestían chalecos de cuero café y grandes botas del mismo color, llevaban un casco con una punta, como el cuerno de un unicornio y enorme maso de roble. Era desagradable el solo hecho de observarlos por más de cinco segundos, y olerlos era una verdadera tortura.
El rey era Ongri, el más detestable, grande y desagradable de los Ongriones, su carácter era al de un viejo cascarrabias, aunque su aspecto no era de un anciano, malhumorado y odioso con todos, incluyendo con sus sirvientes, tenía una larga capa de trapos ahuecados, y una corona echa de latas puntiagudas, tenía colmillos que sobresalían de ambas mandíbulas y papada parecida a la que los sapos tenían en sus cuellos, su voz era algo chillona y jocosa, por su tamaño, era algo torpe al momento de hacer algún movimiento, los cuales siempre terminan en desastre y una que otra caída penosa.
Por algún tiempo, lograron dominar a los humanos con sus molestos poderes, las personas se estaban volviendo obstinadas, molestas y de mal carácter, al igual que sus atacantes. Por suerte, la magia de la naturaleza actuó de inmediato.
Mario, era un hombre adulto, de unos treinta años, trabajador y humilde, vivía en la ciudad de Babahoyo, la ciudad del Valle, un día, por casualidad se encontraba cerca del Rio, el cual cruzaba la ciudad, aquel dia estaba lloviendo, la primera lluvia en mucho tiempo, irónicamente lo que mas toco el suelo de la ciudad había sido el fuego, por los varios incendios que había sufrido la ciudad desde hace algún tiempo.
Aquel día, Mario reciclaba botellas que estaban tiradas a la orilla del rio, aun con llovia, el decía que el agua haría que rodaran con la corriente y entonces, no podría llevárselas, el reciclaje demostraba una gran responsabilidad para el.
una explosión de poderes broto una pequeña planta de una sola hoja, en un pequeño bosque en Babahoyo, ese fue el primer paso de un gran cambio que estaba por comenzar.
Un año después la pequeña, indefensa y delicada planta creció alcanzando un tamaño inimaginable, aun así, el poderoso árbol pasaba desapercibido ante el ojo humano, incapaz de ver más allá de lo que la naturaleza le mostraba, su tronco era de un color marrón perfecto y un brillo sutil, al igual que sus hojas blancas como la nieve, era el árbol más frondoso que existía, y el único que ningún humano lo vería.
Consigo, muchos secretos se incubaron dentro del árbol sabio mientras se fortalecía. Seis grandes capullos crecieron paulatinamente debajo de las seis ramas principales del árbol. Tiempo después esos capullos florecieron, y de dichas flores nacieron seis hadas con grandes alas en forma de mariposa, todas hermosas y diferentes.
Eran recién nacidas, pero sabían cuál era su misión, habían sido creadas con un solo propósito, combatir a los Ongriones.
Las hadas recién nacidas volaron hacia el árbol y se posaron en sus grandes ramas, este les hablo por medio de ellas diciéndole cuál era su poder especial, y que debía hacer con él, debían ayudar a los humanos con sus problemas, crear un arma poderosa para combatir el mal que causaban los Ongriones, y cada una se encargaría de algo en específico.
Todas tenían la tarea de crear el ¨CONTY¨ una delgada, fina y delicada, pero su absorción y eficacia era única, su aroma era capaz de destruir cualquier rastro maloliente que los Ongriones dejaran a su paso, estaba echo de la misma corteza interna del Gran árbol.
En cuanto las Hadas entraron al árbol, se percataron que en su interior se encontraba una fábrica entera lista para ser operada por las hadas.
Cada hada tenía la obligación de solventar una necesidad que los humanos requerían, y que por lo general los Ongriones atacaban, a CONTY lo llamaron papel, de varias formas distintas, el papel ayudaba en las necesidades de los humanos, cada hada se encargaba de crear uno diferente.
Al pasar el tiempo, las hadas trabajaron sin parar, se adaptaron, aprendieron a controlar sus dones, y formaron una alianza indestructible con la que combatirían a los enemigos.
Gen, era el hada más pequeña de todas, tenía dos grandes alas de cada lado de su cuerpo, cabello rojo brillante y corto, grandes ojos, llevaba un cinturón café alrededor de su cintura con rollos de papel blanco mágico, de las delgadas hojas de papel perfumado, con un aroma delicado y potente. La hiperactividad del hada hacia que trabajase de noche y día creando lo que los humanos conocen como el papel higiénico, era algo carismática, distraída con cosas menores pero no, con su misión para la que fue creada. Se convirtió en el hada que estaba presente en todos los baños del mundo.
Luego estaba Cub, torpe, se pasaba volando por toda la fábrica interna del árbol buscando la corteza más rígida para hacer el potente papel de cocina, una de las hadas más tiernas y hacendosas, pasa metida en las cocinas, limpiando los regueros de suciedad que causaban los Ongriones, siempre estaba pendiente de que todo esté bajo control, al punto de llegar a ponerse histérica si esto no sucedía.
El hada Vanidosa, como el resto de las hadas la llamaban, era Van, guapa, algo sexy y muy coqueta, tenía el cabello largo y brillante, su piel era delicada y la parte más importante de ella, y según, la más bella, era su rostro, el cual siempre cuidaba del calor, detestaba el sudor por lo cual creo unas pequeñas toallas empaquetadas, para llevar a todas partes, por lo general, siempre acompaña a las mujeres que necesitan de su ayuda.
Ruth era el haga más aguerrida de todas, la mayor parte del tiempo, estaba malhumorada, era una hada ruda y la que por lo general, hacia los trabajos más pesados del resto, su bipolaridad y su genio rivalizaba con el de una mujer en sus días de regla, era el hada de las toallas sanitarias, siempre llegaba cada mes a brindarle ayuda a las mujeres que padecían este suceso.
Existía también un hada que estaba presente en todo momento especial, evento o reunión que se la requiera, esta hada producía el papel de la servilleta, hogareña, Hope siempre estaba dispuesta ayudar y ser servicial con cualquiera de sus hermanas, incluso hasta el punto de reemplazar el trabajo de varias hadas cuando estas estaban cansadas para trabajar (Haciendo alusión que la servilleta la usamos para todo, ir al baño, como papel de cocina, etc.).
Y por último, pero no menos importante, se encontraba una hada con el aspecto de anciana, era la abuela hada, que a pesar de haber nacido en el mismo tiempo que el resto, era la que gozaba con mayor bondad y ternura, era muy carismática, se preocupaba de la incontinencia que sufrían las personas adultas al momento de ir al baño, por eso creo un papel especial, en forma de pañal lo suficientemente resistente como para no ocurra un desastre.
Las hadas trabajaron el papel, lo refinaron, lo pulieron, y lo convirtieron en el arma más poderosa para combatir a los Ongriones. Repartieron el papel alrededor del Ecuador con sus poderes, mientras el árbol mágico, continuo fabricando de su corteza el poderoso papel, su aroma repelía cualquier mal olor, y su suavidad enviciaba a quien lo tocara. Así el papel de las Hadas ayudo a combatir a su enemigo mortal, volviendo más fácil su vida.