Revista de Geografía Agrícola no. 54

June 3, 2017 | Autor: Artemio Cruz-León | Categoria: Geografía, Educación agrícola
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Descrição do Produto

54

enero-junio 2015

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO Dirección de Centros Regionales Universitarios Coordinación de Revistas Institucionales México, 2015

Comité editorial Dr. Artemio Cruz León Editor General Lic. Juan Pablo de Pina García () Dr. Atenógenes Licona Vargas Ing. Fausto Inzunza Mascareño

Comité asesor internacional Dr. Jorge León Ex profesor investigador del CATIE. Costa Rica Dr. Claude Bataillon Profesor de la Universidad de Toulouse le Mirail. Francia Dr. Fidel Márquez Sánchez Profesor () Investigador de la Universidad Autónoma Chapingo Dr. Rogelio Aguirre Rivera Director del Instituto de Investigaciones en Zonas Desérticas, Universidad Autónoma de San Luis Potosí Dra. Luisa Paré Investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México Dr. Manuel R. Parra Vázquez Investigador de El Colegio de la Frontera Sur. San Cristóbal de Las Casas, Chis. Dr. Carlos Ortiz Solorio Profesor investigador del Colegio de Postgraduados

Edición Fernando Ruiz Hernández María Eugenia Cano Rodríguez Corrección de estilo Fernando Ruiz Hernández, María Eugenia Cano Rodríguez

Núm. 54, enero-junio 2015

CONTENIDO Presentación Artículos Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora. Jesús Sales Colín, Ma. Guadalupe Robles Linares Gándara, Tomás Martínez Saldaña

5

9

Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca. Sergio Sánchez Hernández, Rita Elise Schwentesius Rindermann

25

Economía, estufas Lorena y problemas en la salud. Marco Antonio Vázquez Calvo, Artemio Cruz León

35

Documentos La investigación agrícola al momento del traslado de la Escuela Nacional de Agricultura de San Jacinto, D.F., a Chapingo, Estado de México, a través de las publicaciones de Pandurang Khankhoje. Artemio Cruz León, Isabel Arline Duque P., Marcelino Ramírez Castro

49

Nuevas variedades de maíz Pandurang Khankhoje

61

Guía para los autores

71

Lista de árbitros

77

Diseño y formato Jaime Peralta Benitez Captura de correcciones María Eugenia Cano Rodríguez Traducción de resúmenes Lawrence Allen Portada Mural de la fiesta del Tuburi hecho por niños guarijíos. © Lutisuc, Asociación Cultural.

La Revista de Geografía Agrícola está incluida en los siguientes índices: Periódica: http//132.248.9.1:8991/F/-/?func=find-b-o&local_base=PER01; Latindex: www.latindex.org, AGRIS (FAO) http://agris.fao.org/es y redalyc:http:// www.latindex.org Revista de Geografía Agrícola, Año 34, Núm. 54, enero-junio 2015, es una publicación semestral editada por la Universidad Autónoma Chapingo, a través de la Dirección de Centros Regionales y de la Coordinación de Revistas Institucionales de la Dirección General de Difusión Cultural y Servicio. Oficina 114, edificio Dr. Efraím Hernández X. km 38.5 carretera México-Texcoco, Chapingo, Estado de México, C.P. 56230, Tel. +52(55)5133-1108, Ext. 1569, www.chapingo.mx/revistas/ geografía/rev_correo electrónico: [email protected] Editor responsable: Artemio Cruz León. Reserva de Derechos al Uso Exclusivo No. (en trámite). ISSN: (en trámite), ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Núm. de Certificado de Licitud de Título y Contenido: (en trámite), otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Impresa en la Imprenta de la Universidad Autónoma Chapingo, km 38.5 carretera México-Texcoco, Chapingo, Estado de México, C.P. 56230, Tel. +52 (595) 952-5287, este número se terminó de imprimir el 15 de junio de 2015 con un tiraje de 300 ejemplares. Distribuida por la Universidad Autónoma Chapingo, km 38.5 carretera México-Texcoco, Chapingo, Estado de México, C.P. 56230, Tel. +52 (595) 952-1500 y +52 (55)5133-1108. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad Autónoma Chapingo.

Presentación Documentos para la historia de la agricultura y la agronomía en México A partir del número 2 de la Revista de Geografía Agrícola que apareció en enero de 1982 se dio inicio a la sección de Documentos. La justificación y contextualización dada por el Comité Editorial de esa época se planteó en los siguientes términos: “La agronomía en México ha tenido y jugado un papel destacado y relevante en el desarrollo histórico de nuestro país, como muchas otras ramas científicas (…) su vinculación con los momentos históricos de mayor importancia –como la Revolución Mexicana o el periodo cardenista– han determinado avances y reorientaciones bien concretas y bien específicas tanto en su desarrollo teórico como en su aplicación al proceso de producción agrícola. Las aportaciones generadas en otras naciones han incidido de manera importante en la agronomía y en los agrónomos mexicanos. Políticas estatales, basadas en intereses económicos y políticos bien definidos, determinaron una subordinación a modelos norteamericanos tanto en la producción como en la enseñanza y la investigación agrícola (…) La subordinación implicó, igualmente, que las aportaciones, estudios, investigaciones, que un conjunto de agrónomos mexicanos habían realizado sobre nuestra propia realidad y sus expresiones regionales, fueran desechadas y cayeran en el olvido (…) Se dió paso a la ‘Revolución Verde’, a los ‘paquetes tecnológicos’, a una investigación que olvidaba –por propio interés– el contexto socioeconómico del productor. Los editores de la Revista de Geografía Agrícola (análisis regional de la agricultura) consideramos una verdadera necesidad el rescate y difusión de todos esos trabajos, las más de las veces desconocidos y olvidados. Y lo consideramos no sólo una tarea de tipo histórico-documental, sino fundamentalmente actual para el desarrollo y reconceptualización de la agronomía en México”.

De 1982 a la fecha la revista ha publicado 31 documentos diversos que se han seleccionado bajo los términos establecidos por el Comité Editorial encargado de iniciar la revista. Los materiales dados a conocer pueden agruparse en dos grupos: el primero corresponde a aquellos que se ubican entre los siglos XVI y XIX, el segundo incluye textos aparecidos por primera vez en el siglo XX, todos ellos sobresalientes en el tema que abordan, corresponden a estudios técnicos de importancia para entender las vicisitudes de la agronomía en las diferentes épocas. Entre los del primer grupo podemos incluir aquellos relacionados con los saberes tradicionales de los grupos indígenas. Aquí consideramos la información del Códice Florentino, que se reprodujo parcialmente en el número 42, y la del Compendio de la Geografía Física y antigüedades del curato de Santiago Apoala, de la jurisdicción de Teposcolula en la Mixteca, los cuales aparecieron a finales del siglo XVI, recopilados por prelados eclesiásticos a partir de la información proporcionada por los sabios indígenas. En general los documentos de los cronistas y conquistadores son excelentes, referentes de la agricultura y la agronomía indígenas en el momento del contacto con los españoles. Deberían ser referente obligado en los procesos de enseñanza a cargo de la Universidad Autónoma Chapingo y demás instituciones de educación agrícola, así como obligatorios en la búsqueda de opciones tecnológicas sustentables. Trabajos importantes que coinciden en temática con los mencionados son las Relaciones Geográficas del siglo XVI y los estudios de Francisco Hernández. Con un enfoque diferente dentro de los saberes tradicionales, pero con trabajos valiosos ubicados a finales del siglo XVII, durante la colonia, José Alzate y Ramírez legó un repertorio documental muy

amplio, según los especialistas de su obra fue un erudito, abarcó conocimientos sobre agricultura, arqueología, astronomía, botánica, economía, electricidad, física, filosofía, geografía, historia, meteorología, mecánica, medicina, mineralogía, química, técnica, urbanismo y zoología. Además planteó que se deberían describir las diversas prácticas de los agricultores de todo el mundo. De este autor se ha reproducido “Alzate y la agronomía de la Nueva España”, en el número 32, recopilado por Luis Chávez Orozco. También se ha incluido el documento “Memoria sobre el beneficio y cultivo del cacao”, en el número 40, y hay muchos otros materiales de interés. Con características diferentes, pero ubicados a final del siglo XIX y principios del XX, se tienen los elaborados por técnicos, la mayoría agrónomos de la Escuela Nacional de Agricultura. Los temas son diversos: “Mecánica agrícola, con un estudio especial del arado mayor”, del ingeniero Rafael Barba fue publicado en Francia en 1898 y se reprodujo parcialmente en el número 17. Los trabajos de José Carmen Segura sobre el maguey y el de agricultura de secano de Rómulo Escobar aparecieron en el número 52-53 de nuestra revista. Estos tres autores, además de ser profesores de la Escuela Nacional de Agricultura, fueron directores de la misma. Entre otros trabajos de esa época están los elaborados para promoción de cultivos durante el porfiriato, uno de ellos corresponde a Matías Romero quien sin ser técnico fue productor y apóstol de la promoción del cultivo del café; en la revista se han reproducido dos materiales extensos alusivos al tema. Falta exponer nuevamente la polémica entre los agrónomos agraristas y los de la posición contrarrevolucionaria que se engancharon al proyecto de la revolución verde, con lo que se cubriría un periodo fundamental, el de la construcción de la visión posmoderna de la agronomía, la cual fue ganando terreno durante el periodo que va del traslado de la Escuela Nacional de Agricultura a Chapingo y que se fortalece con la creación de los posgrados en el área agronómica, los que se vuelven monolíticos al final del siglo XX y el arranque del nuevo milenio. En la década de los setenta, a contracorriente, surgió una postura opuesta a la modernización de la agricultura por la vía de la revolución verde. Esa corriente se ha extendido y concretado avances en países como Bolivia, Perú y México. Se trata de lo que se conoce en nuestro país como “visión xolocotziana de la tecnología agrícola tradicional”, y en Bolivia como “desarrollo endógeno sustentable para vivir bien”. Ésta se nutre de la filosofía y la sociología, y aborda aspectos de la “epistemología del sur”, la descolonización, el diálogo de saberes y las etnociencias. Es un proceso de muchos años que no se ha logrado afianzar, sin embargo, ha avanzado y hoy día representa una opción. Entre los documentos del segundo grupo de nuestro agrupamiento inicial se encuentran investigaciones de importancia para la revista y para la Escuela Nacional de Agricultura –hoy Universidad Autónoma Chapingo–, publicadas a lo largo del siglo XX. Tal es el caso del que presentamos en este número: “Nuevas variedades de maíz”, de Khankhoje Pandurang, profesor de la ENA en la época en que la institución fue trasladada de San Jacinto, en el Distrito Federal, a su actual sede en el Estado de México. Es un buen ejemplo de la investigación realizada en ese momento de reconstrucción de la agricultura nacional y de nuestra universidad después de la Revolución Mexicana. Se han incluido también documentos paradigmáticos como “Las zonas agrícolas de México” de Efraím Hernández Xolocotzi (núm. 3), que resultan fundamentales para la discusión sobre la regionalización en México. Del mismo autor “La Investigación de huarache” (núm. 39) y “La tecnología de cultivo” (46-47). Estos últimos exponen la construcción alternativa de la tecnología agrícola tradicional que se contrapone a la visión de modernización de la agricultura vía revolución verde. De igual forma, Augusto Pérez Toro, agrónomo yucateco de mediados del siglo, con mirada profunda devela nuevas perspectivas de los cultivos estudiados; de este autor se han reproducido “La milpa en Yuca-

tán” (núm. 2) y “La fruticultura en los suelos pedregosos de Yucatán” (21), básicos para la comprensión de los procesos y circunstancias de la producción agrícola de esa entidad. Los documentos citados cimientan la historia de la agricultura y la agronomía en nuestro país, faltan otros para completar la visión de la modernización agrícola, necesarios para entender la crisis de los últimos 50 años, también los que dan cuenta de las perspectivas de la agricultura campesina, que sigue dando batalla y mostrando su eficiencia. Otros igualmente necesarios son aquellos que muestren las alternativas a la crisis mundial de la agricultura capitalista, esa que contribuye al calentamiento global apoyada por las políticas públicas de los países subdesarrollados, empujados a su vez por los organismos internacionales que sirven a empresas trasnacionales para hacer negocios sin pagar los costos ambientales que ocasionan. El número 54 de Geografía Agrícola incluye: “Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yagondoy, Pochutla, Oaxaca; “Agricultura guarijía en la cuenca media del Río Mayo, Álamo, Sonora”; “Economía, estufas lorena y problemas en la salud”, y el citado “Nuevas variedades de maíz”. El primero estudia los cafetales de la comunidad para medir la diversidad de árboles usados para sombra en el cafetal; se establecieron un total de 65 especies arbóreas relacionadas con el cultivo del café, como sistema agroforestal; nueve de ellas son dominantes, generan materia orgánica, microclima para el buen funcionamiento del cafetal, proveen materias primas, son fuente de alimento y refugio para la fauna silvestre, brindan servicios ambientales a través de la filtración de agua, evitan la erosión, capturan carbono y recargan los acuíferos. El trabajo de los guarijíos responde a una preocupación: la posible desaparición de los agroecosistemas de la comunidad de Mochibampo, ya que el área estudiada se ubica en la zona de inundación del proyecto de la Presa Bicentenario Los Pilares. Los guarijíos son un grupo que antes de la conquista conformaban los chichimecas, después de 500 años éste adoptó formas de vida y prácticas agrícolas conocidas como mahuechis (roza tumba y quema), veranos, (sistemas de riego por derivación del río, trincheras, hoyas de agua y acarreo en cubetas) y huertos en traspatio donde cultivan 46 especies que utilizan en su alimentación y como plantas medicinales, además de otras 66 de vegetación natural con las que cubren sus requerimientos de materias primas. Por último, “Economía, estufas Lorena y problemas en la salud”, confirma que dicha técnica rudimentaria beneficia la economía de la familia, ya que permite disminuir la cantidad de leña utlizada en los hogares, lo que repercute en ahorros de más de 1 100 pesos al año. Además disminuye la cantidad de días de trabajo dedicados a la recolección, así como el número de viajes con animales de carga necesarios para esta actividad. La estufa lorena mejora la salud ya que reduce la emisión de humo y calor en la cocina, evita ojos llorosos y dificultades para respirar, además de quemaduras. El documento “Nuevas variedades de maíz”, publicado en 1930 por Pandurang Khankhoje, maestro de la ENA, es ejemplo de los antecedentes de la investigación en aquella sede y testimonio de la creación de la Estación Experimental, hoy en la Universidad Autónoma Chapingo, durante el periodo del traslado de San Jacinto al nuevo campus. El documento se ilustra con fotografías de Tina Modotti, aquella famosa fotógrafa y modelo Italiana que Diego Rivera pintó al desnudo en la Capilla Riveriana del edificio de Rectoría, como representación de la tierra virgen. Artemio Cruz León Por el Comité Editorial

Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora Jesús Sales Colín1 Ma. Guadalupe Robles Linares Gándara2 Tomás Martínez Saldaña3

Resumen Este documento describe los sistemas agrícolas del pueblo guarijío: los mahuechis, los veranos y los huertos (m-v-h), y los pequeños sistemas de regadío de la localidad de Mochibampo, ejido de Burapaco en la cuenca media del río Mayo en Álamos, Sonora. El objetivo es rescatar el conocimiento ecológico tradicional de sus sistemas agrícolas, los alimentos que usan para el autoconsumo, las medicinas y los artículos que emplean en sus manifestaciones rituales. Este rescate obedece a la inminente construcción del proyecto de embalse de la presa Bicentenario Los Pilares, 41 km aguas arriba de la presa Adolfo Ruiz Cortines, proyecto que dotará de líquido al Distrito de Riego 038 río Mayo, en Álamos, Sonora. Uno de los mayores impactos será la pérdida del conocimiento ecológico tradicional, producto de la mezcla autóctona, mesoamericana, europea y moderna. Palabras Clave: Guarijíos, mahuechi, verano, huerto, conocimiento ecológico tradicional.

Guarijía agriculture in the middle basin of the Mayo river in Alamos, Sonora, México Abstract This paper describes the guarijios´s agricultural systems of the ejido Burapaco: mahuechi, verano and garden (m-v-g); and small irrigation systems in the Mayo´s middle river basin, Alamos, Sonora. The aim is to gather traditional ecological knowledge of agricultural systems and products for own consumption as food, medicine, rituals products for the reproduction of their material life among other uses. The importance of rescuing such information due to the imminent construction of the dam project Dam Bicentenario Los Pilares, 41 km upstream of the dam Adolfo Ruiz Cortines, to provide water and flood control to the Irrigation District 038 of the Mayo river in Alamos, Sonora. One of the negative impacts is the loss of traditional ecological knowledge, mix of guarijios, Mesoamerican, European and modernity that has been given from the contact. Key words: Guarijios, mahuechi, verano, garden, traditional ecological knowledge. Introducción La presente investigación nos muestra el medio de producción agrícola de los guarijíos: los mahuechis, los veranos y los huertos (m-v-h), irrigado por sistemas localizados en la cuenca media del río Mayo, en Álamos, Sonora. La recopilación del conocimiento ecológico tradicional o saberes a través 1 Doctor en Antropología Social, tutor en el Centro de Educación Continua de la Universidad Autónoma Chapingo. 2 Doctora en Antropología social. Directora de la Fundación Desarrollo Sustentable. 3 Doctor en Antropología social. Profesor titular del Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo Texcoco.

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del manejo de sistemas agrícolas, así como los alimentos generados para el autoconsumo, las medicinas y los productos empleados en rituales en su vida cotidiana, se ven amenazados por la construcción del embalse de la presa Bicentenario Los Pilares, localizado en las coordenadas 27° 25’ 14.70” latitud norte y 108° 51’ 39.27” longitud oeste, para dotar de agua al Distrito de Riego 038 río Mayo (DR038),4 que en su plan integral plantea un área de inundación relacionada con la altura de la cortina de la presa para una altura máxima aproximada de 240 msnm, con un área estimada de inundación de 30 540 km2, de los cuales 0.92 km2 pertenecen a ejidos guarijíos de la localidad de Mesa Colorada (Alesco: Energía y Agua, 2010); otro tanto a mayos del ejido Guajaray (Valdivia, 2007) y pequeños propietarios. Este estudio presenta el ejemplo de un estadío en el que un grupo indígena ha mantenido

una relación de aprovechamiento con su medio natural a través de un manejo basado en el conocimiento ecológico tradicional y la incorporación de tecnología moderna, como las bombas de diésel y mangueras, entre otros elementos, para llevar el agua de las riberas del río a las superficies de cultivo o para el abrevadero de animales. Dichas condiciones, actualmente están sometidas a cambios e impactos producto de la construcción del embalse, no obstante, el desplazamiento de los guarijíos en particular, pretende llevarse a cabo manteniendo en lo posible estas circunstancias, situación complicada para estos casos. La construcción del embalse en la zona de estudio sobre tierras para inundación podría provocar la pérdida de conocimiento ecológico tradicional y de especies vegetales. Probablemente algunos individuos guarijíos logren mantener su

Mapa 1. Localización de la zona de estudio.

Fuente: Robles Linares 2013:44.

4 Este proyecto ayudará al control de avenidas, regulación de escurrimientos e irrigación del DR038, que ya se hace mediante la principal presa Adolfo Ruiz Cortines conocida como Macúzari, a 41 km aguas arriba de la cortina de la presa.

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producción de germoplasma. Ante tal incógnita, este documento da cuenta de los sistemas agrícolas, las especies vegetales aprovechadas, cultivadas y recolectadas por estos pobladores en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Son. La información presentada es el resultado del estudio de campo. Zona de estudio La localidad de Mochibampo pertenece al ejido guarijío Burapaco, municipio de Álamos, Son., en la cuenca media del río Mayo. Las técnicas de conocimiento ecológicas tradicionales dominan en todo el ejido y en esta cuenca. Mochibampo se ubica en las coordenadas de longitud 108.855 utm y latitud 27.553056 utm, a una altura media de 260 msnm hacia el margen oeste de la vertiente del río Mayo. Con una población total de 134 habitantes: 63 mujeres y 71 hombres, agrupados en 26 unidades domésticas: 21 con jefatura masculina y cinco con femenina. El centro poblacional mantiene una forma semireticular con 26 casas solares, longitudinalmente en los márgenes del río, al igual que los cultivos agrícolas conocidos como veranos. Método Se aplicó el método etnográfico, la investigación participativa y la entrevista abierta a informantes de la comunidad, lo que se complementó con información documental. El estudio se realizó del año 2010 al 2013, con diferentes estancias de trabajo de campo en la comunidad. Para el análisis se empleó un enfoque diacrónico y sincrónico, así como el método de la ecología cultural (Stuard, 1955). Los resultados son producto del trabajo de campo, a menos que se cite la fuente. Para mayor información se puede consultar la tesis doctoral de Robles Linares (2013) que documenta con detalle la zona de estudio. Resultados Los guarijíos están considerados dentro de los grupos prístinos chichimecas localizado entre la

región de Oasisamérica y Aridoamérica, asentados en la cuenca del río Mayo en la Sierra Madre Occidental desde antes de la llegada de los españoles (Gerhard, 1996), durante el virreinato y hasta la fecha. Este grupo cultural ha asimilado aportaciones mesoamericanas y europeas producto de la unión de dos mundos a partir de las marchas de exploración, conquista, evangelización y expansión en busca de Cibola y la Mar del Sur. Después de 1529, las expediciones de los conquistadores, quienes siempre estuvieron acompañados por aliados mexicanos (indígenas mexicas, tlaxcaltecas y esclavos tarascos entre otros) (Gerhard, 1996; Ortega, 1999; Río, 1995), fueron el vehículo del intercambio cultural (genómico y social: económico, tecnológico y religioso) para la región (Sales y Martínez, 2014; Martínez, et al. 2009, Martínez, 1998). En el siglo xvii, el programa de recolonización del norte de la Nueva España, que intentó formar una senda de tierra adentro del que surgiría el camino a las Californias por tierra y mar, y bajo la política de misión-presidio con la promulgación de las reformas borbónicas en el siglo xviii, para la reconquista y expansión territorial con el objeto de continuar la explotación argentífera en el norte de la Nueva España, permitió una incipiente mezcla de conocimientos agrícolas, pecuarios y artesanales que conformaron un sistema con el conocimiento ecológico tradicional autóctono y las nuevas tecnologías mesoamericanas y europeas para mantener sus sistemas agrícolas y enriquecerlos. Hasta la primera mitad del siglo xx, los guarijíos se asentaron en la Sierra Madre Occidental, en la cuenca del río Mayo; se emplearon como jornaleros de las haciendas y ranchos de la región (Cámara, 1961; Spicer, 1971). El 7 de mayo de 1982 y el 6 de mayo 1983 se establecieron los ejidos de Los Conejos, Burapaco y Guajaray (dof, 7 de mayo de 1982 y 6 de mayo de 1983; Valdivia, 2007), después de años de ser un grupo indígena sin tierra. El total de asentamientos afectados por el proyecto del embalse comprende ocho sitios, de los cuales tres son de guarijíos

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y el resto de mayos y pequeños propietarios (Robles, 2013; Luque, et al., 2012).

trarse huertos con productos para su alimentación, su salud, los rituales u otras actividades de su vida material (foto 1).

Características generales de los guarijíos de la cuenca media del río Mayo

La leña sigue siendo el principal combustible empleado para la cocción de alimentos y otras actividades rituales. Las sillas, mesas y catres son de manufactura doméstica, hechas con madera, cuero de chivo o vaca de su propiedad; producen cestos, petates, sombreros, angarias o angarillas (cestos hechos con tres aros de ramas trenzadas y una red de fibra natural que sirven para portar objetos colgados en la espalda) y carpetas bordadas o tejidas con materiales naturales como palma, ramas y fibras; algunos de estos materiales mezclados con barro sirven para hacer adobes para la construcción.

Las poblaciones que serán afectadas por el embalse se localizan entre 200 y 260 msnm (ver tabla 1). Su agricultura es de temporal, sujeta a las condiciones climáticas; se abastecen del agua de los arroyos y del cauce principal del río Mayo; siembran en valles y terrenos con superficies menores a los 15° de inclinación, en las orillas del río a pocos metros, entre 30 y 50; y en los solares de sus unidades habitacionales formando huertos; además domestican cabras, vacas y gallinas; cazan animales salvajes y pescan sólo con fines de alimentación; recolectan frutos, semillas, raíces y plantas para su alimentación, salud y actos rituales. Su asentamiento puede concentrarse en La Mesa Colorada o dispersarse hacia Las Choyitas; las viviendas se encuentran en grupos de dos o tres casas en lo alto de los cerros, construidas de adobe y tabique, con postes de madera y techos de tierra o de palma, con una o tres habitaciones, y una enrramada anexa de varas, ramas y palma que puede estar cubierta de lodo; localizadas cerca del río Mayo, de arroyos o de pozos de agua. En patios cercados pueden o no encon-

Su principal recurso es la fuerza de trabajo familiar para sustentar su economía de autoabasto y, en algunos casos, la asalariada como jornalero del Distrito de Riego 038, en actividades comerciales en los municipios de la cuenca del Río Mayo o como peones de programas de trabajo emitidos por la federación, el estado o el municipio (Trabajo de campo 2010-2013). Tecnología agrícola Producto de interrelaciones culturales de poco menos de 490 años, los guarijíos de la cuenca

Tabla 1. Localidades en el radio de influencia del embalse presa Bicentenario Los Pilares. Localidad

Núm. de habitantes

Grupo étnico

Longitud Oeste

Latitud Norte

Altitud

Las Choyitas

14

Mayos

108° 52´27´´

27° 26´41´´;

199

Chorijoa

88

Guarijíos

108° 52´16´´

27° 28´01´´

200

N/D

Mayos

108° 52´07´´

27° 30´36´´

204

8

Mayos

108° 52´30´´

27° 29´09´´

230

Las Garzas

N/D

Mayos

108° 52´01´´

27° 29´27´´

230

Setajaqui

4

Mayos

108° 51´38´´

27° 31´16´´

Mochibampo

113

Guarijíos

108° 51´16´´

27° 33´10´´

260

Mesa Colorada

409

Guarijíos

108° 51´57´´

27° 34´17´´

231

Comisaría

108° 50´45´´

27° 24´04´´

206

Cuchuhuerito Miramar

San Bernardo TOTAL

636

Fuente: Alesco Energía y Agua 2010; González, Moctezuma, Pérez y Sales 2010.

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Foto 1. Panorámica de Mochibampo.

Trabajo de campo 2010. Foto cedida por Sergio Moctezuma Pérez.

media del río Mayo practican, desarrollan y mantienen tres sistemas de agricultura tradicional: el mahuechi, el verano y los huertos (m-v-h), a los dos primeros se les denomina localmente como mahuechada; sistemas de regadío: el de ringlera (trinchera o ciénaga) y el de hoyas5 de agua (lodazales); asimismo practican la recolección de especies vegetales, la caza y la pesca. Las primeras referencias que se tienen respecto a los sistemas agrícolas guarijíos son de Fernando Cámara (1961). La tradición oral local remite a un proceso heredado de los ganaderos, rancheros y propietarios de la región, los “enríquez” de finales del siglo xix y primera mitad del xx, con relación al sistema de cultivo. No obstante, la mezcla de tecnologías del norte es un producto de la cultura mesoamericana, europea y autóctona, conformadoras del proceso actual. En general, a la fecha los sistemas de agricultura

son policultivos con predominancia de ejote, frijol, maíz y calabaza en superficies de dos o tres hectáreas, manejadas por una familia extensa. Los sistemas o tecnologías ecológicas tradicionales son: Mahuechi, maweche o magüechi, son tres formas de definir al mismo sistema. Localmente se utiliza el primero, descrito en el trabajo de campo 2011 por un joven guarijío instructor de la Comisión Nacional de Fomento Educativo (Conafe); el segundo se emplea en una investigación etnológica de Margarita Nolasco, Marlene Aguayo, Rosendo Escalante y Fernando Cámara, en 1961; el tercero ha sido escrito por Haro Encinas, María Teresa Valdivia Dounce en 1979, y por Ernesto Camou en 1997. El mahuechi es una tecnología basada en el sistema de roza-tumba-quema de temporal de lluvias, localizada en mesetas y valles con pen-

5 Hoya es una concavidad u hondura grande formada en la tierra (Real Academia Española, 2012), en este caso para almacenar o captar agua.

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Jesús Sales Colín, Ma. Guadalupe Robles Linares Gándara, Tomás Martínez Saldaña

Foto 2. Paisaje de mahuechi en valle.

Trabajo de campo 2010-2013. Foto: Guadalupe Robles Linares, 2013.

dientes menores a 15° de inclinación respecto de la horizontal. Sobre las superficies de cultivo los surcos mantienen un eje vertical con la cima para aprovechar el ángulo de inclinación y permitir el escurrimiento del sistema por irrigación pluvial. Se preparan las tierras de invierno a verano para esperar las primeras lluvias de junio. Se utiliza un bastón (barrote, palo o coa) de metal llamado huica (en referencia al tronco de árbol de la pingüica, material original del bastón hace unos 50 años) para remover la tierra a diferentes profundidades; se siembran las semillas una vez preparado el suelo con antelación, del que se cosecha frijol, maíz, calabaza, ejote, cacahuate, melón o sandía; además de otros cultivos forrajeros como el pasto buffel (Cenchrus ciliaris L.) que se aprovecha durante los periodos de descanso de la tierra y crece en el segundo ciclo, más lento que las hierbas y el pasto natural, con menor consumo de agua, y que transforma el paisaje en pastizales para proporcionar alimento a los animales (Trabajo de campo 2010-2013; García, 2004). El verano es una tecnología de temporal ba-

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sada en el ciclo de las avenidas y crecidas del río, que aprovechan las tierras ribereñas en temporada de secas, desde su interior y en márgenes del río hasta una distancia promedio de 50 m próximos a sus unidades domésticas. La preparación de la tierra para la siembra se da con las aguas bajas; el reposo y crecimiento de lo sembrado se logra al final de la época de lluvias, seguido del descanso de la tierra para reiniciar el ciclo. Tiene una superficie aproximada de media hectárea, de 90 a 110 m de largo por 40 a 50 m de ancho, paralelos al río en zona federal por lo que se considera provisional. La mayoría de los veranos están cercados con alambre de púas, sostenidos por troncos. Las superficies cultivadas se distribuyen aproximadamente con 80% de maíz, frijol (dos variedades) y calabaza, el resto se subdivide en dimensiones, desde uno hasta cinco o 10 metros cuadrados por parcela en los que siembran otros cultivos. Preparación de la tierra. Selección: Se buscan superficies cercanas al lecho del río o en valles con pendientes moderadas. Desmonte,

Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora

Foto 3. Verano: frijol, maíz y calabaza. Al fondo el río Mayo en tiempo de secas.

Trabajo de campo 2013. Foto: Guadalupe Robles Linares, 2013.

corta, tumba, seca, este proceso inicia con la selección y recolección de ramas, plantas, frutos y residuos aprovechables. De las pitahayas se aprovechan los frutos, los echos y guácimas se emplean en la preparación de atoles y pipián; en las zonas altas se usan las flores para la producción de miel. La técnica de la corta se inicia con las ramas delgadas de árboles, que posteriormente se talan, como el torote, vara prieta o chirauí, lo que permite que las semillas se dispersen de manera natural, generen nuevos retoños y se fortalezca el ciclo de desarrollo del bosque o monte. Quema: la combustión, quema y secado de otras plantas del monte que dejan de competir con los cultivos facilitan el acceso a la humedad y a diversos nutrientes (Gliessman, 2002); la tierra debe contener en su primera capa hojas, ramas y troncos que favorezcan la quema. Al año siguiente del aprovechamiento del mahuechi de temporal, a diferencia del verano, las cactáceas se queman, ya secas se cortan adicionándolas al terreno para aumentar los nutrientes del suelo. Barbecho: se aplica la técnica de barbecho cerrado barbesana que consiste en voltear la tierra con ara-

do de mulas, barras y fierros, sólo en superficies de cultivo de más de dos hectáreas. La siembra de los veranos y mahuechis, es similar. La profundidad de los surcos es de aproximadamente cinco centímetros, la colocación de la semilla es un trabajo sutil que debe hacerse con cuidado y exactitud, como lo describen los guarijíos: […] un paso, se avienta la semilla, se pisa ligerito para taparla con la tierra, otro pasito pegadito, otra vez avientas la semilla, pisas barrido ligerito para taparla y así hasta acabar […] (Robles 2013:90).

Este proceso es representado por mujeres en la danza ritual del tuburi durante la fiesta (tuburada) ceremonial para invocar la lluvia y la fertilidad de la tierra en fechas próximas al inicio de la temporada de lluvias. Actualmente los mahuechis se sostienen con la siembra de maíz, frijol, calabaza, ejote, melón y sandía, entre los principales cultivos, donde influyen en gran medida las condiciones hidrológicas y el clima, el deshierbe y la cosecha. La mahuechada se entiende como la participación del hombre con la mano

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de obra, cuidados y vigilancia en las distintas etapas del ciclo. Los huertos son las superficies donde se localizan las unidades domésticas a pocos metros de los cuerpos de agua principales y secundarios; son sistemas con una, dos o tres construcciones, y solares cercados con alambres de púas, ramas y troncos secos que comprenden superficies de 50 a 200 m2. Dentro de los solares es común la presencia de espacios en los que se cultivan árboles, arbustos, frutales, hortalizas, plantas medicinales y otras para fines religiosos; ornamentales y para condimento de alimentos, principalmente.

Principales productos agrícolas. En el sistema agrícola mahuechi-verano-huerto (m-v-h) o mahuechada se cultivan principalmente maíz, frijol, calabaza, ejote, cacahuate, melón, sandía, cebolla, cilantro, acelga, quelites, chile (chiltepín), mostaza, choales, lechuga, tomate rojo y ejote; en algunos casos, caña de azúcar, ajonjolí (hasta 5 ha), macuchi y tabaco local para autoconsumo, intercambio o venta entre ellos mismos o poblaciones vecinas. La tabla 2 muestra la variedad de especies vegetales que cultivan los guarijíos de la cuenca media del río Mayo entre mahuechis, veranos y huertos familiares.

Foto 4. Huerto de una unidad doméstica en Mochibampo.

Trabajo de campo 2010. Foto cedida por José Manuel Pérez Sánchez.

Tabla 2. Plantas cultivadas en los sistemas agrícolas guarijíos, cuenca media del río Mayo. Nombre común Ajonjolí Albahaca Albahaca Ajo Algodón Bugambilia

Nombre científico Sesamum indicum Ocimum micranthum Willd. Ocimum basilicum L Allium sativum Gossypium sp . Bougainvillea

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Partes usadas Grano Hojas Hojas Raíz Flores y fruto Hojas y flor

Usos populares Comestible Medicinal Medicinal Comestible/medicinal Medicinal Medicinal

Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora

Bledo Cebada Buli Garbanzo Ayale Calabaza Cebolla Caña Chicura Caña de azúcar Chiltepín Cilantro Chícharo Frijol Gosaraco Granada Guayaba Guásima

Amaranthus Hordeum sp. Lagenaria siceraria Cicer arietinum Crescentia alata Curcubita sp. Allium cepa Saccharum officinarum Franseria ambrosioides Sorghum vulgare var.saccharatum Capsicum baccatum Coriandrum sativum L. Pisum sativum Phaseolus

Hojas Grano forrajero Fruto Grano Hortaliza Hortaliza Bulbo Carrizo y jugo Raíz y hojas Hojas y raíz Fruto Hojas Gramínea Gramínea

Punica granatum L. Psidium guajava Guazuma ulmifolia

Cáscara y fruto Frutos y hojas Fruto y hojas

Maíz Higo Guamúchil Hinojo Igualama

Zea Mays Ficus carica Pithecolobium dulce Foeniculum vulgare Mill. Vitex mollis

Grano, hojas y tallos Fruto Fruto Hojas Hojas y frutos

Laureliano Limón Mango Naranjo Nopalera Amapola Papayo Pitahaya Barbón Pitahaya Remolino Rábano Sábila Tomate Tomate Torote prieto Trigo Tabaco

Hojas y tronco Citrus limón (L.) Burm Mangifera indica L. Citrus sinensis Opuntia sp. Papaver somniferum Carica papaya Cephalocereus Arvensis Stenocereus thurberi Paspalum sp. Raphanus sativus Aloe vera Solanum lycopersicon Lycopersicon esculentum Bursera laxiflora Triticum sativa Nicotiana tabacum

Hojas y fruto Hojas Hojas y frutos Hojas Bulbo Fruto Fruto Fruto Hojas Hojas y raíz Hojas Fruto Fruto Tronco Grano Hojas

comestible Comestible Comestible Comestible Comestible Comestible Comestible Comestible Medicinal Comestible Comestible Comestible Comestible Comestible Medicinal Medicinal Comestible Comestible, tortillas, pinole Comestible/forraje Comestible Comestible Medicinal Forraje, medicinal y comestible Medicinal Comestible Inflamación Comestible Comestible Consumible y medicinal Comestible Comestible Medicinal Medicinal Comestible Medicinal Comestible Comestible Medicinal Comestible Consumible

Trabajo de campo 2011-2013. Revisada con información de Gentry, 1942.

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Jesús Sales Colín, Ma. Guadalupe Robles Linares Gándara, Tomás Martínez Saldaña

Sistemas de irrigación. Los sistemas de irrigación que manejan los guarijíos son sistemas de derivación de la corriente principal hacia secciones secundarias, absorben la humedad del cauce principal distribuyéndola y conservándola para los veranos; trincheras (Siemens, 1989), ciénagas de agua o ringleras que son construcciones de piedra y alambre de gallinero, ubicadas en la angostura de los arroyos cercanos al mahuechi por donde corre el agua. Contiene tierra, piedras y lodo en época de lluvia abundante; disminuye la velocidad del agua de los cañones o espacios entre cerros para conformar las aguadas o lodazales, que forman sistemas de almacenamiento de humedad entre tierra y agua, esta última para consumo del ganado, si bien son técnicas para conservar el suelo y el agua en terrenos con pendientes pronunciadas o para evitar la formación y profundización de cárcavas que se forman por la erosión del suelo debido a las escorrentías, los guarijíos les dan estos usos.

Hoyas de agua: tecnología promovida por el Estado mexicano en la década de los setenta que consiste en cavar una fosa de 30 m2 con aproximadamente 1.5 m de profundidad, la cual puede estar cerca de algún sistema de derivación o contigua a una trinchera; se cubre con una película de polietileno color negro para impedir su infiltración y evaporación; así, se conserva el agua para regar con cubeta, bomba o para el abrevadero de animales. A la fecha se complementan con sistemas de bombeo propulsado por diésel y mangueras de polietileno (termoplástico o tpu) y plástico, interconectadas entre ellas o por medio de aditamentos para alcanzar hasta 50 m de distancia respecto de su fuente entre los mahuechis. Otro medio de llevar el agua es mediante el acarreo corporal, usando cubetas enganchadas con alambre a un tronco de árbol o madera como barra de 1.5 m de longitud, cargándola entre los hombros a distancias no mayores de 10 m del río para los veranos. El riego es una actividad

Foto 5. Ringlera, trinchera o ciénaga de agua.

Trabajo de campo 2013. Foto: José Manuel Pérez Sánchez.

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Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora

en la que se invierten entre cuatro y seis horas cada tres días, según la dimensión de los veranos, los cuales pueden tener una superficie de entre 0.5 ha hasta 2 ha. Fertilización. Se emplea el guano (cuacha de murciélago, regionalismo que designa cualquier tipo de estiércol animal) recolectado en las cuevas cercanas; el excremento de hormiga mochomo, también recolectado en el área perimetral de las unidades domésticas. Apoyos gubernamentales. El alambre lo adquieren a través del Procampo así como el reconocimiento oficial de la producción para el consumo, por la cual se reciben en promedio 2 mil

600 pesos como apoyo a la economía familiar que cultiva el mahuechi y el verano. Este subsidio consiste a la fecha, en mil 300 pesos por hectárea (información proporcionada en las entrevistas durante los trabajos de campo 2010-2013). Recolección de especies vegetales. La recolección de especies vegetales para usos comestibles, medicinales, religiosos, para construcción y como suministro de energía, entre otros usos, considerada como un estadio primigenio o economía de subsistencia, y que consiste en el aprovechamiento de la flora de la región. La tabla 3 recopila las especies vegetales recolectadas para la reproducción de la vida material y espiritual de los guarijíos.

Tabla 3. Especies de plantas recolectadas para diferentes usos por los guarijíos. Usos Industrial y para fitorremediación Leña, forraje. Construcción y medicinal Ornamental

Nombre común

Nombre científico

Álamo Alijo Amapa Amapolita del monte

Populus fremontii Platanus wrightii Tabebuia impetiginosa Eschschoizia californiea ssp. Mexicana

Amole

Agave Scotti

Flor comestible

Bachata

Ziziphus obtusifolia

Medicinal

Bellota

Quercus emory

Comestible

Bellotita

Q. toumeryi

Comestible

Biznaga

Echinocactus horizonthalonius nicholii E. polycephalus

Comestible y ornamental

Brea

Cercidium praecox

Medicinal

Cabeza de viejo

Mammillaria spp.

Ornamental

Chiltepín

Capsicum anuum var. Glabriusculum

Comestible

Chirahuí

Acacia cochliacantha

Madera para construcción, semillas.

Choya

Pereskiopsis porteri Britton & Rose

Ornamental

Copalquín

Coutarea pterosperma

Construcción

Cúmaros

Celtis reticulata

Encinita o encinilla

Chimaphila maculata (L.) Pursh

Medicinal

Encino arbustivo

Quercus grisea

Construcción, leña, forraje

Encino azul

Q. oblongifolia

Construcción, leña, rastrojo

Encino de Arizona

Q. arizonico

Construcción, leña, rastrojo

Fresnillo

Fraxinus gooddingii

Construcción, leña, rastrojo

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Jesús Sales Colín, Ma. Guadalupe Robles Linares Gándara, Tomás Martínez Saldaña

Fresno

Fraxinus velutina

Construcción, leña, rastrojo

Frutilla

Condalia sp.

Construcción, leña, rastrojo

Gatuño

Mimosa aculeaticarpa var. Biuncifera

Leña, rastrojo

Gloria

Tecoma stans

Ornamental

Guamuchil

Acacia pringlei califórnica

Comestible

Guásima

Guazuma ulmifolia

Medicinal

Guayacán

Guaiacum coulteri

Medicinal y construcción

Janos

Chilopsis linearis

Ornamental

Laurel

Laurus nobilis L.

Comestible y medicinal

Lechugilla

Agave palmeri, A. angustifolia

Comestible

Madroño

Arbustus arizonica

Ornamental

Magnolia (P. E.)

Magnolia pacifica

Carpintería y medicinal

Magueyito

Graptopetalum rusbyi

Comestible y rastrojo

Mata de brea

Parkinsonia praecox

Se usa la goma como materia prima

Mezquite guinolo

Prosopis sp.

Madera para artesanías

Mezquite natural

Prosopis velutina

La madera para leña y construcción Las hojas y la goma uso medicinal

Mora silvestre

Morus microphyllua

Comestible

Nacapule

Ficus pertusa

Medicinal

Nogal

Juglans major

Leña y construcción

Nopales

Opuntia spp.

Comestible

Obelisco

Hibiscus rosa-sinensis

Ornamental

Ocotillo

Fouqueria splenderis

Construcción

Oloche, Guiloche

Diphysa occidentalis

De importancia ecológica

Otate

Arundinaria longifolia

Construcción

Palma de la Virgen (E)

Dioon edule sonorense

Artesanal, material de construcción, cerco vivo.

Palmilla

Nolina macrocarpa

Artesanal

Palmita

Brahea sp.

Artesanal

Palo fierro (E)

Olneya tesota

Madera para construcción, utensilios e instrumentos

Papachi, papache

Randia echinocarpa

Medicinal

Pingüica

Arctostaphylos pungens

Medicinal

Pitahaya

Pilosocereus alensis

Alimentación, construcción

Pitahaya barbona

Pilosocereus alensis

Fruto comestible

Sabino

Taxodium mucronatum

Artesanía

Salino

Juniperus deppeana

Construcción, leña

Sauce

Salix spp.

Ornamental

Serruchito

Dasylirion wheeleri

Ornamental y artesanal

Sirviris

Cylindropuntia thurberi

Ornamental

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Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora

Sotol

Yucca baccata

Comestible

Tabachín

Caesalpinia pulcherrima

Medicinal

Tápiro

Sambucus nigra

Ornamental

Táscate

Juniperus coahuilenses

Construcción

Tepeguaje

Lysiloma watsonii

Construcción

Vara blanca

Croton fragilis

Construcción

(E) plantas endémicas, (P.E.) plantas el peligro de extinción. Fuente: Trabajo de campo 2010-2013, revisada con información de Gentry 1942.

Figura 1. Distribución altitudinal de cultivos en la cuenca del río Mayo.

Elaboración: Jesús Sales Colín con datos de Robles Linares (2013:84).

Discusión De acuerdo con González (2003), la presencia de los sistemas agrícolas mexicanos tradicionales depende de factores como: altitud, microclima, suelo, agua, vegetación, relieve topográfico, tipo e impacto de los vientos, tenencia de la tierra, ciclo agrícola, mano de obra disponible, organización de quien maneja el sistema, cosmovisión rural y práctica de las políticas públicas en torno a estos sistemas basados en usos y costumbres. Adicionalmente las complejidades sociales, como son: rasgos culturales y estructuras sociales de un grupo comunitario y sus núcleos familiares, considerando su economía, la cantidad y fuerza de trabajo aplicado a los sistemas de producción agrícolas; la relación de estas familias con el entorno comunitario; el capital disponible y la participación de éstas con los excedentes de alimentos en el mercado, que cuando se tienen

son situaciones más complejas que contribuyen a que estos sistemas se adapten a las transformaciones culturales. El análisis del agrosistema mahuechi-veranohuertos (m-v-h) se realizó a través de un enfoque de sistemas para abordar y conocer el funcionamiento de los sistemas de cultivo y sus adaptaciones al ambiente. El sistema mahuechi-verano-huertos (m-v-h) de los guarijíos de la cuenca media del río Mayo es agrícola tradicional, producto de la mezcla de la tradición de los grupos primigenios de Oasisamérica y Aridoamérica, la europea y la mesoamericana, traída por los conquistadores y sus aliados mexicas y tlaxcaltecas, y por último, las tecnologías del siglo xx que han introducido especies como el pasto buffel, entre otras. Esto sin olvidar los métodos de irrigación, como las hoyas de agua cubiertas de polietileno, motobombas de diésel y mangueras de plásti-

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Jesús Sales Colín, Ma. Guadalupe Robles Linares Gándara, Tomás Martínez Saldaña

co que facilitan el trabajo y permiten la reproducción de los sistemas agrícolas guarijíos. Es decir, el sistema de cultivo se ha adaptado a los cambios y ha resistido hasta el momento, proporcionando alimento, plantas medicinales, ornamentales, materiales para construcción y materias primas para la elaboración de artesanías, complementándose con la recolección y trabajo asalariado como jornaleros en ranchos y zonas agrícolas en el Distrito de Riego 038 río Mayo, así como con el Programa de apoyos directos al campo (Procampo). El sistema tradicional con base en el policultivo se ha sostenido a través del tiempo en las comunidades establecidas en las riberas del río; las especies y variedades de leguminosas que cultivan se han adaptado a las condiciones del suelo y el clima, lográndose cosechas aun en temporada de sequía. El agrosistema mahuechi-verano-huerto (mv-h), visto como todo un sistema a nivel de comunidad, maneja hasta 46 especies vegetales, principalmente maíz, frijol y calabaza, con 80% de la superficie sembrada, el restante 20% es combinación de unas 66 especies silvestres vegetales, en total 110 variedades de flora en conjunto con los huertos y la recolección. Los principales usos son la alimentación (65.22%) del sistema m-v-h, y 15 especies (23.43%) recolectadas; para uso medicinal 16 (34.78%) del sistema m-v-h, y 13 (20.31%) recolectadas. 45 especies del sistema m-v-h tienen una importancia vital: 30 para la alimentación y 15 para uso medicinal. Los demás usos de especies vegetales recolectadas en su entorno se emplearon para la construcción 23 (35.94%), ornato 12 (18.75%), combustible 11 (17.19%), manufactura de artesanías 8 (12.50%), como rastrojo (fertilizantes) 7 (10.94%), otros 2 (3.23%). Y por último, para la manufactura de utensilios domésticos: cucharas, palas para cocinar, entre otros, 1 especie (1.56%). Aún falta estudiar a detalle las propiedades nutrimentales y medicinales de las especies menos conocidas, no obstante las ya reportadas por el misionero jesuita alemán Juan Nentvig en el

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siglo xviii, La Descripción geográfica, natural y curiosa de la provincia de Sonora (1750-1767), así como por el estudio más reciente del guarijío Lino Leyva Zasueta, Rescate a la medicina tradicional guarijío (2010). La importancia que reviste este estudio radica en dar a conocer, por una parte, el agrosistema mahuechi-verano-huerto (m-v-h), reconocerlo como una tecnología ecológica tradicional en constante adaptación al cambio socioambiental generado en este caso por los influjos de las nuevas tecnologías, así como la incertidumbre ante la construcción del embalse presa Bicentenario Los Pilares, lo que provocaría el desplazamiento de cerca de 610 personas: 88 de la localidad de Chorijoa, 113 de Mochibampo, la zona de estudio del agrosistema m-v-h, y 409 de Mesa Colorada. Si bien, las negociaciones en su primera parte, manejaban la opción de realizar el desplazamiento de las comunidades afectadas hacia tierras no anegables, éstas incluían la construcción de casas y huertos, estos últimos son una parte importante para los guarijíos, en particular para las personas mayores de 45 años. Es difícil creer que los gestores del proyecto de embalse tomen en serio el traslado de los huertos tal y como se encuentran hasta el momento, por lo que hay incertidumbre sobre la pérdida de alguna especie, no obstante el manejo guarijío de sus huertos, quienes seguramente procurarán reproducir el sistema. Respecto a los sistemas agrícolas mahuechi y verano, éstos no presentan riesgo aparente en su reproducción, dado que los guarijíos manejan las semillas y los tiempos. Sin embargo, el hecho de cambiar a un estadio en el que se vende la tierra, se alquila o se asocia en el mejor de los casos, provocará un aseguramiento del recurso dinero para su sustento, lo que puede incidir negativamente en la reproducibilidad del sistema agrícola o, por otro lado, en un cambio de la agricultura de temporal a la intensiva o al emprendedurismo en otras actividades, como la cría de trucha, el ecoturismo u otra actividad, dejando de lado la agricultura y, con ella, el manejo de recolección

Agricultura guarijía en la cuenca media del río Mayo, Álamos, Sonora

de las especies vegetales de su entorno y perder en alguna medida el conocimiento ecológico del ambiente. Comentarios finales En este documento se ponen al día los cambios y adaptaciones que los guarijíos de la cuenca media del río Mayo han realizado en sus agrosistemas, producto del conocimiento regional de Oasisamérica y Aridoamérica, el que fue enriquecido con tecnología mesoamericana y europea a partir de la presencia de las misiones jesuitas entre 1592 y 1767, las que introdujeron la ganadería, los nuevos cultivos y las nuevas formas de organización social religiosa y política (Spicer, 1971). Creemos que los agrosistemas se arraigaron en los años posteriores hasta la primera mitad del siglo xx. Después, el reconocimiento y dotación de tierras a los guarijíos con la conformación del ejido Mesa Colorada en los años 1982 y 1983 permitió el perfeccionamiento e incorporación de tecnología moderna auspiciada por los programas del gobierno federal, como algunos sistemas de regadío y apoyo para la producción alimentaria por medio de Procampo. Los guarijíos actualmente practican un sistema basado en tres tecnologías ecológicas tradicionales de temporal: el mahuechi, de rozatumba-quema; el verano, de aprovechamiento de tierras ribereñas; y los huertos de cultivo de especies vegetales en solares (traspatios). Para mantenerlos practican cuatro sistemas de irrigación: de derivación, trincheras, hoyas de agua y acarreo en cubetas; en las últimas décadas han introducido el uso de motobombas. Existe la incertidumbre ante la realización del proyecto de embalse presa Bicentenario Los Pilares, que conlleve el desplazamiento de cerca de 610 personas y la destrucción de pequeños sistemas agroecológicos, en particular los huertos, que puede tener un impacto negativo en cuanto a la disminución del número de especies que se manejan actualmente. En general, el agrosistema mahuechi-verano-huerto presenta

los siguientes riesgos: la disminución de especies debido a su adquisición en el mercado o ser sustituta; la disminución de los policultivos por la apertura a la agricultura comercial, es decir, monocultivos de especies comerciales; la extinción de los sistemas mahuechi-verano-huerto al cambiar de una economía de autoabasto, en la que la comunidad producía más de 90% de sus alimentos a una economía capitalista, en la que el principal motor de cambio no es interno sino propiciado por un grupo de agricultores capitalistas: el Distrito de Riego 038 Río Mayo, en Álamos, Sonora, quienes al incidir sobre el modo de producción guarijío y ante la falta de planes y programas de desarrollo comunitarios, acordes con la cosmovisión del grupo indígena, pone en riesgo el conocimiento ecológico tradicional, producto de un proceso cultural de 490 años, y con ello la pérdida de especies vegetales potencialmente útiles para la medicina y la alimentación que han sido poco o insuficientemente estudiadas. Bibliografía Alesco: Energía y Agua. 2010. Proyecto Integral Los Pilares, Río Mayo, Informe final 10 de marzo de 2010. Estado de Sonora. Fundación Desarrollo Sustentable. (Informe técnico de circulación restringida). Cámara B., F. 1961. “Warijíos, Guión”. En: Planeación e Instalación del Museo Nacional de Antropología. inah/sep/capfce. México. Museo Nacional de Antropología. Camou H., E.; R. Guadarrama y J. C. Ramírez. 1997. “Los que viven en la sierra”. Tomo V. En: Cornejo Murrieta Gerardo (coord. vol.), Historia General de Sonora. Historia Contemporánea 1929-1984. Hermosillo, Sonora, México. Gobierno del Estado de Sonora. Diario Oficial de la Federación, 6 de mayo de 1983. México. Diario Oficial de la Federación, 7 de mayo de 1982. México.

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Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca Sergio Sánchez Hernández1 Rita Elise Schwentesius Rindermann2

Resumen La investigación sobre diversidad arbórea se llevó a cabo en la comunidad de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca, la cual destaca por su producción de café en asociación con 65 especies arbóreas de sombra. El objetivo de la investigación fue conocer y medir esta diversidad de la riqueza de árboles en los agroecosistemas de café. Otro objetivo fue generar información sobre la utilidad de estos sistemas como captadores de agua, reservorios de biodiversidad, leña y para la construcción e ingreso y alimentación de la población, entre otros beneficios. Para ello, se identificaron y midieron los árboles en cuadrantes de 10 x 10 m en un total de 17 parcelas de café orgánico de un total de (40%) seleccionados al azar. Se tomó en cuenta el gradiente altitudinal (de 1 000 a 1 700 msnm) en el que se encuentran distribuidas las parcelas. Las familias botánicas con mayor dominancia encontradas en los cafetales son: Fabaceae, Tiliacae, Euphorbiaceae, Ulmaceae, Lauraceae, Clethraceae y Fagaceae. Además, para determinar a detalle la diversidad se construyeron tres Índices: el de biodiversidad de Margalef, el de dominancia de Simpson y el de abundancia Berger-Parker. Los índices arrojan un nivel medio de diversidad arbórea con uno de Margalef de tres de una escala de cinco. Se recomienda aprovechar el margen para aumentar la biodiversidad en los cafetales con la siembra de especies de uso múltiple como alimenticias. Palabras clave: café, agroecosistema, diversidad, usos, índices.

Tree diversity in coffee plantations in San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca, Mexico Abstract The investigation on tree diversity was carried out in the town of San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca, Mexico. This town is known for its coffee production related to 65 shade tree species. The aim of the investigation was to learn and measure the richness of the diversity of trees in coffee agro ecosystems. Another aim was to generate information on the utility of these systems as water basins, biodiversity reservoirs, lumber, income and food for the population, and others. For this purpose, we identified and measured trees in 10m2 quadrants in a total of 17 organic coffee plots out of a total of (40%) selected at random. The altitudinal gradient in which the plots are located is between1 000 to 1 700 meters above sea level. 1 Egresado de la Carrera de Agroecología de la Universidad Autónoma Chapingo. Correo electrónico [email protected] 2 Profesora investigadora, Universidad Autónoma Chapingo, Carretera México-Texcoco km 38.5, Chapingo, Estado de México, C.P. 56230. Correo electrónico: [email protected].

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Sergio Sánchez Hernández, Rita Elise Schwentesius Rindermann

The families botanics with the greatest predominance in the coffee plots are Fabaceae, Tiliacae, Euphorbiaceae, Ulmaceae, Lauraceae, Clethraceae and Fagaceae. Likewise, to determine the diversity in detail, three indices were created, namely: the Margalef biodiversity index, the Simpson dominance index, and the BergerParker abundance index. The indices show a medium level of tree diversity, with a Margalef index of 3 on a scale of 5. We recommend taking advantage of the margin to increase the biodiversity in the coffee plantations by planting species for various purposes, including food. Key words: diversity, index, utility, coffee, agro ecosystem. Introducción El presente trabajo fue realizado en el distrito de Pochutla, Oaxaca, enclavado en la Cordillera de la Sierra Sur del estado de Oaxaca. La investigación forma parte del proyecto integrador Desarrollo Rural Integral para el distrito de Pochutla, Oaxaca, que realiza el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral (CIIDRI) de la Universidad Autónoma Chapingo en la región. El proyecto se concentra en tres comunidades: Santiago La Galera, San Vicente Yogondoy y San Bartolomé Loxicha y persigue los objetivos de aumentar la productividad en café y maíz, mejorar la diversidad productiva y la riqueza ecológica, ayudar en los servicios ambientales y mejorar los niveles de vida de los pobladores. Se colabora de manera conjunta con distintos actores sociales que incluyen organizaciones de cafetaleros orgánicos como la Coordinadora Estatal de Pequeños Productores de Café de Oaxaca (CEPCO), agentes municipales, así como estudiantes y académicos de siete instancias de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh). En el presente caso, el trabajo gira en torno a la diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy. El trabajo se justifica siendo el café el

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cultivo comercial más importante de la región, además se siembra de forma orgánica. Más aun, la vegetación dominante de la región es bosque mesófilo de montaña mezclado con fincas de café y policultivo tradicional bajo sombra diversificada, lo que permite la conservación de la biodiversidad de manera ordenada y planeada. Este ecosistema es una fuente significativa de recursos para los habitantes locales ya que de él se extraen materiales para construcción, frutos, leña, resinas y otros productos no maderables. Su importancia global radica en que si bien ocupa sólo 1% de la superficie del país, contribuye con 10% de la biodiversidad de México, pero está en severo riesgo de desaparecer (Rzedowski, 1978). Este trabajo pretende generar opciones productivas, comenzando por la concientización y valoración de los agroecosistemas locales de producción, su utilidad y la necesidad de su rescate, desarrollo o conservación por parte de los productores y, posteriormente, promover el establecimiento de sistemas diversificados a partir de especies presentes en los cafetales estudiados que puedan ser rentables para los productores de la comunidad. Para que la conservación y el aprovechamiento de la biodiversidad sean tangibles, es sumamente necesario conocer las especies más importantes para los productores de café dentro de esta zona, y para el estudio es imperativo abordar las características de dichas especies, su manejo, botánica, forma biológica, usos, potencial genético, valor social, religioso y las partes utilizadas. Materiales y métodos Se eligieron 17 parcelas (fincas) de muestreo con el objetivo de comparar la diversidad y conocer los usos de las especies presentes; se trata de un total de 40 miembros del grupo de productores de café orgánico de San Vicente Yogondoy (que son el 40%, una muestra estadísticamente muy representativa). La actividad se llevó a cabo en parcelas que basan su producción en un manejo orgánico del cafeto, la selección se dio a partir del recorrido en las par-

Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca

celas con un número de árboles importante y en compañía del productor. Con la finalidad de hacer una representación de puntos distintos del agroecosistema cafetal a lo largo de un gradiente altitudinal de las unidades productivas se hizo el muestreo de parcelas que van desde los 1 000 hasta los 1 700 msnm, ubicadas dentro de relictos del bosque de niebla presente en la comunidad. La metodología utilizada fue la que se emplea para la captura de carbono a partir de muestreo estratificado; su representación se da en cuadrantes de 10x10 para el estrato arbóreo, 5x5 para el arbustivo y 1x1 para el herbáceo (ver figura 1); dicha diversidad fue medida por medio de diversos índices como son: Margalef, Simpson y Berger-Parker, debido a que son cuantificables, comparables, predecibles y representativos. Trabajo de campo Primero se aplicaron entrevistas a las autoridades locales. Al Agente Municipal se le planteó el trabajo a realizar para con su anuencia desarrollarlo. Después se visitaron y muestrearon las parcelas dentro de las tres zonas definidas de

acuerdo con el gradiente de intensificación en cuanto a la producción de café (zona baja, media y alta). Esto se logró a partir de recorridos por la comunidad con un informante clave, desde la parte baja de la comunidad con límites en el denominado Río Grande, cuyas características son los cultivos de maíz, frijol, cacahuate, nanche y guanábana. Posteriormente se conoció la zona media, identificada como núcleo habitacional de la comunidad, y finalmente la zona alta, definida por relictos de bosque de niebla y vegetación secundaria con cultivo de café bajo sombra, principalmente. De esta manera se visitaron diferentes sistemas de cultivo tradicionales tales como el maíz y frijol, además de cultivos incipientes como guanábana, plátano, piña, calabaza para dulce y pepitas, y nanche, entre otros. Como primer muestreo se revisó la diversidad florística presente en los cultivos de café bajo sombra con el fin de evaluar la diversidad alfa presente en los diferentes puntos visitados. Posteriormente se identificaron las diversas especies consideradas por los pequeños cafeticultores como una alternativa de producción dentro de los cafetales por medio de sistemas

Figura 1. Cuadrantes del muestreo en campo. Estrato arbóreo 10 x 10m

Estrato arbustivo 5 x 5m

Estrato herbáceo 1 x 1m

Fuente: Elaboración a partir del trabajo de campo 2011.

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agroforestales; esto se llevó a cabo mediante visitas guiadas y entrevistas semiestructuradas aplicadas a los productores en sus parcelas, quienes comentaron que seleccionan dichas especies por los beneficios que aportan al cafetal y a la familia productora, tales como sombra, leña, frutos, hojarasca, quelites, animales y flores, entre otros. Además, se obtuvo información acerca de las diferentes especies encontradas dentro del cafetal, como el empleo de cada una de ellas, la época del año en que se usan y la parte de la especie que suelen utilizar. Cabe mencionar que no fue posible llevar a cabo la medición de las especies arbustivas y herbáceas debido a labores culturales dentro del cafetal, los productores estaban realizando el chaponeo o chapeo de sus parcelas como parte del manejo del agroecosistema. Resultados y discusión Se reportan siete usos diferentes para árboles presentes dentro del agroecosistema cafetal, los más importantes son: la sombra, proporcionada por árboles como cuil (Inga edulis Mart), árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), sangre de drago (Croton draco Schltdl & Cham), cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), aguacatillo (Persea nubigena L.O. Williams), guarumbo (Cecropia obtusifolia Bertol), árbol de jonote (Heliocarpus donnell-smhitii), árbol de hembra (Heliocarpus appendiculatus Turcz), en menor medida encino (Quercus obtusata Bonpl) y otros. En segundo lugar se tiene el uso alimenticio, principalmente de árboles frutales como el aguacate (Persea americana Mill), naranjo (Citrus sinensis L Osbeck), lima (Citrus aurantifolia Christm), níspero (Eriobotrya japonica Thunb. Lindl), cuil (Inga edulis Mart), anona (Annona reticulata L.), guanábana (Annona muricata L.), cuapinol (Hmenaea courbaril L.), zapote negro (Diospyros digyna Jacq), zapote blanco (Casimiroa edulis L.), cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby) (del que se usan las flores)

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y colorín (Erythrina caribaea Krukoff et Barneby), entre los más destacados; estos son árboles establecidos dentro del cafetal o que han crecido ahí de alguna manera y los productores los han cuidado. En tercer lugar se registra el uso de diferentes especies de árboles como combustible (leña), dentro de los hogares dedicados al cultivo del café. Las principales especies que se utilizan de esta manera para la cocción de los alimentos son: sangre de drago (Croton draco Schltdl & Cham), palo de jonote (Heliocarpus donnell-smhitii), árbol de hembra (Heliocarpus appendiculatus Turcz), frutillo (Rhamnus caroliniana Walt), encino (Quercus obtusata Bonpl), palo de yaco (Trema micrantha L.), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), cuil (Inga edulis Mart), y cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), todos ubicados dentro del cafetal. También se tiene registrado el uso de varios árboles maderables dentro de la comunidad, principalmente para la construcción rústica de casas, caedizos, baños, gallineros etc. Los árboles mayormente empleados para este fin son: cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), cuapinol (Hmenaea courbaril L), sangre de drago (Croton draco Schltdl & Cham), encino (Quercus obtusata Bonpl), árbol de yaco (Trema micrantha L.), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), y cuil (Inga edulis Mart), entre otros. Índice de Margalef Para determinar a detalle la diversidad se construyeron tres índices: el de biodiversidad de Margalef, el de dominancia de Simpson y el de abundancia Berger-Parker. Comparando los índices por parcela para la riqueza específica a través del índice de Margalef (ver cuadro 1) se puede determinar que la riqueza específica hallada dentro de las parcelas es mayor en tres de ellas (1, 4 y 17) donde los valores llegan hasta 4%, lo que implica una alta riqueza de especies comparada con las otras. Las siguientes 12 parcelas mostraron un valor de riqueza media con valores de 3% muestreadas en

Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca

el agroecosistema cafetal. El índice indica que valores menores de dos son de zonas de baja riqueza específica y valores por encima de cinco son considerados de alta, de tal manera que las parcelas muestreadas tienen predominantemente valores medios de riqueza específica que llegan a más de tres en la mayoría de las parcelas y para el agroecosistema cafetal en lo particular se consideran de alta riqueza. Del cuadro número 1 resulta imperativo y posible promover la diversificación de los sistemas de producción de café bajo sombra de los cafetales de la región, a partir de los índices más altos de diversidad encontrados en las parcelas 1, 4 y 17. Dominancia de Simpson De acuerdo con Pielou (1969), el índice de Simpson toma en cuenta la dominancia de las especies con mayor representatividad, a medida que el índice incrementa, la diversidad disminuye. En este apartado se muestra la dominancia de especies arbóreas dentro de las parcelas estudiadas. Tomando en cuenta los valores de dominancia (ver cuadro 2) de este índice para las especies dentro de cada parcela, se puede observar que existe una amplia dominancia en todas las parcelas, primeramente, se tiene el árbol de cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Bar-

neby) dominante en todas las parcelas, después, siguen el cuil (Inga edulis Mart) y el palo de cobre (Clethra mexicana DC). Continúan el aguacate (Persea americana Mill), el árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), y sangre de drago (Croton draco Schltdl & Cham) como las siguientes especies presentes con mayor dominancia. Por otro lado, las especies con menor dominancia son anonas y naranjo con los valores más bajos y menos encontrados en las parcelas; la dominancia de estas especies arbóreas dentro de los cafetales estudiados muestra que no sólo el árbol de cuil (Inga edulis Mart) suele utilizarse como sombra, sino que los productores buscan obtener diferentes recursos del cafetal además de la sombra. Las principales especies arbóreas utilizadas por los productores de café en la comunidad de San Vicente Yogondoy son el cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), cuil (Inga edulis Mart), aguacate (Persea americana Mill), árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), árbol de jonote (Heliocarpus donnell-smhitii), árbol de cobre (Clethra mexicana DC) y el guarumbo (Cecropia obtusifolia Bertol), principalmente, donde la mayor dominancia está representada por árboles de la familia leguminosa como los dos primeros mencionados (cuachepil y cuil, seguidos del aguacate (Persea americana Mill),

Cuadro 1. Índice de diversidad de Margalef (%). Parcelas

Ind. Mag.

Parcelas

Ind. Mag.

1

4.17

10

2.16

2

3.62

11

3.08

3

3.90

12

3.64

4

4.08

13

3.64

5

3.37

14

3.64

6

3.91

15

3.37

7

3.37

16

1.44

8

3.37

17

4.17

9

3.64

Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de campo 2011.

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Cuadro 2. Dominancia de Simpson (%). Parcelas

1

Inga edulis Mart 0.02

2

Persea Trema Croton Senna Clethra Quercus Cecropia americana micantra Draco septemtrionalis mexicana obtusata obtursifolia Mill (L) Blume Schltdl (Viv) H. Irwin et DC Bonpl Bertol Barney 0.01

0.01

0.03

0.01 0.01

3

0.01

0.01

4

0.00

0.02

5

0.06

6 7 0.01

9

0.05

0.03

0.01

0.01

0.02

0.01 0.06

0.01

0.01 0.05

10

0.03

0.03

0.03

0.11

11

0.01

0.04

0.04

0.01

12

0.04

0.01

13

0.03

14

0.22

15

0.06

16

1.00

17

0.01

0.01 0.03

8

0.05

0.01

0.01 0.04 0.03

0.11 0.25 0.03

Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de campo de 2011.

árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), jonote (Heliocarpus donnell-smhitii), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), guarumbo (Cecropia obtusifolia Bertol) y sangre de drago (Croton draco Schltdl) con valores que se acercan a 1, que ejemplifica mayor dominancia. Índice de Berger Parker El índice de Berger y Parker toma en cuenta las especies con mayor abundancia, como se muestran en el cuadro 3. Las que presentaron mayor abundancia en las 17 parcelas son los árboles cuil (Inga edulis Mart) y cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby); siendo las parcelas 1 y 16 las que muestran la mayor presencia de éstos. Por otro lado, Croton draco Schltdl y Clethra mexicana DC, conocidos como sangre de drago y árbol de cobre, son otras de las dos especies de ár-

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boles con alta dominancia en las distintas parcelas, especialmente en la 1, 17, 13 y 15; los árboles conocidos como árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), jonote (Heliocarpus donnell-smhitii), árbol de gusano (Lippia myriocephala Schldl. & Cham) y encino (Quercus obtusata Bonpl), son especies que se encuentran en las parcelas 8, 12, 17, 7, con una mayor presencia. Como puede apreciarse en el cuadro 3, las especies arbóreas de mayor dominancia son: cuil (Inga edulis Mart), árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), sangre de drago (Croton draco Schltdl), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), encino (Quercus obtusata Bonpl) y árbol de hembra (Heliocarpus appendiculatus Turcz), como los más encontrados a lo largo de las 17 parcelas, siendo el cuil (Inga edulis Mart) el árbol con el valor más cercano a 1, lo que in-

Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca

Cuadro 3. Índice de Berger Parker (%). Especies

Parcela

Parcela

1

2

Inga edulis Mart

0.1

Croton Draco Schltdl

0.07

Parcela Parcela 3

4

Parcela

Parcela

Parcela

Parcela

Parcela

Parcela

5

6

7

8

9

10

0.25

0.2 0.1

Persea americana Mill

0.1

Heliocarpus donellsmithii Rose

0.1

0.2

Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby

0.07

Clethra mexicana DC

0.2

Rhamnus caroliana Walter

0.1

0.1

0

0.3

0.3 0.1 0

Lippia myriocephala Schldl. & Cham Tremamicrantha (L.) Blume

0.1

Lippia myriocephala Schldl & Cham

Especies

Parcela Parcela 11

Inga edulis Mart Croton draco Schltdl

Parcela

Parcela

Parcela

12

13

14

15

0.2

0.1

0.2

0.2 0.1

16

17

1 0.5

Persea americana Mill

Parcela Parcela

0.4

0.25

Heliocarpus donell-smithii Rose Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby Clethra mexicana DC

0.1

Rhamus caroliana Walter Heliocarpus appendiculatus Turcz Trema micantra (L.) Blume Lippia myriocephala Schidl & Cham

0.2

Cecropia obtusifolia Bertol

0.1

Quercus obtusata Bonpl

0.2

Fuente: Elaboración propia a partir del trabajo de campo 2011.

dica su dominio, seguido del cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), sangre

de drago (Croton draco Schltdl), aguacate (Persea americana Mill) y encino (Quercus obtusata

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Bonpl), indicando su alta dominancia en todas las parcelas. Resultados Entre los resultados se encontraron 65 especies arbóreas diferentes, la de mayor presencia es la familia Fabaceae seguida de la Lauracea, Tiliaceae, Euforbiaceae, Fagaceae, Sterculiaceae, Rhamnaceae, Clethraceae, Moraceae, Rubiaceae, y Ulmaceae, consideradas las principales con un mayor número de especies. Estos 18 grupos representan el porcentaje total de familias encontradas en el agroecosistema cafetal y son parte de un abanico amplio de especies en donde cada una de ellas cumple un fin y tiene un uso dentro del sistema cafetal; la importancia de cada una de ellas es necesaria para el mantenimiento de la finca a pesar de los bajos valores de diversidad como es el caso de las familias Anonaceae, Myrsinaceae, Anacardaceae y Araliaceae. Discusión El estudio realizado en los agroecosistemas cafetaleros de la región Loxicha, del distrito de Pochutla en Oaxaca y particularmente en la comunidad de San Vicente Yogondoy, demuestra la alta diversidad vegetal presente en los cafetales, equiparándose con estudios realizados en zonas cafetaleras de los estados de Veracruz y Chiapas. Destacan especies de árboles que no sólo contribuyen a proporcionar sombra a los cafetos, sino que además brindan diversos beneficios a los propietarios de dichos agroecosistemas, quienes los usan como alimento, ornamento, medicina, material de construcción y para la captación de agua, entre otras cosas. Los datos obtenidos son comparables con los estudios hechos por el Instituto Politécnico Nacional, presentados en Polibotánica en 2008. Los sistemas agroforestales son una opción puesto que se tienen árboles frutales dentro de los cafetales, tales como naranja (Citrus sinensis (L.) Osbeck), guanábana (Annona muricata L), aguacate (Persea americana Mill), cuil (Inga edulis

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Mart), níspero (Eriobotrya japonica Thunb. Lindl), zapote blanco (Casimiroa edulis L.), cinco negrito (Parathesis psychotrioides Lundell), mameyito (Saurauia scabrida Hemsl) y cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), que son parte de la dieta de los productores durante el año y sería imperativo promover el autoconsumo de dichos productos para la dieta campesina. La conservación y reproducción de especies de árboles nativos que brindan refugio y alimento a diferentes aves y otros animales es otra de las actividades que se deben promover dentro de estos agroecosistemas. Es el caso de higuera (Ficus pertusa L. f.), cuachepil (Senna septemtrionalis (Viv.) H. Irwin et Barneby), árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), níspero (Eriobotrya japonica Thunb. Lindl), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), árbol de cinco negrito (Parathesis psychotrioides Lundell), árbol de guarumbo (Cecropia obtusifolia Bertol), cuil (Inga edulis Mart), guanábana (Annona muricata L), mameyito (Saurauia scabrida Hemsl), frutillo (Rhamnus caroliniana Walter), y zapote blanco (Casimiroa edulis L). Los muestreos realizados en los cafetales dan fe de una diversidad que va de media a alta, donde no sólo convive el cafeto con árboles introducidos como es el género Inga o cuil, sino que además se tiene abundante presencia de árboles nativos que forman parte del agroecosistema a lo largo del gradiente altitudinal del cultivo. Dichas especies fueron medidas a través de tres índices donde se puede constatar esa diversidad comparable con estudios realizados en Oaxaca (Bandeira, et al., 2005), las regiones cafetaleras de Chiapas (Soto-Pinto, et al., 2001) y Veracruz (Hernández-Córdoba, 1979 y Escamilla et al., 1994), donde el sistema de café bajo sombra está muy bien representado. Las especies encontradas dentro del trabajo de muestreo de las parcelas se están utilizando por los productores y esto es una ventaja atendiendo a la idea de la diversificación, donde los productores ya tienen avanzado el conocimiento sobre el manejo que implica la reproducción de las especies que tienen en su agroecosistema.

Diversidad arbórea en cafetales de San Vicente Yogondoy, Pochutla, Oaxaca

En un estudio en comunidades de la zona centro de Veracruz se menciona el uso de al menos 10 especies iguales para la cocción de alimentos (Conocimiento sobre el manejo de leña en tres comunidades cafetaleras del centro de Veracruz. Aguilera, 2009). Conclusiones Este acercamiento al estudio del agroecosistema cafetal dentro de la comunidad de San Vicente Yogondoy, distrito de Pochutla, Oaxaca, permitió constatar que la cafeticultura tradicional bajo sombra sigue presente en la región y es la base económica para los pequeños productores de la comunidad y región durante el año. Por otro lado, el estudio de las parcelas dedicadas a la producción de café fueron la base para medir la diversidad arbórea, principalmente a través de los índices de biodiversidad de Margalef, Simpson y Berger-Parker, lo cual mostró como resultado una amplia gama de especies arbóreas utilizadas por los cafeticultores para sombra y demás usos dentro del sistema agroforestal café. El estudio también nos dio una mirada al componente social ligado a la producción de café el cual permite, además, la obtención de quelites, frutos, madera, leña, fibras, plantas medicinales y ceremoniales, ornato, flores, hongos, etcétera., con lo cual se pueden complementar los ingresos familiares. Se contabilizaron 65 especies distintas de árboles ligados al cultivo de café bajo sistema agroforestal, principalmente leguminosas, tanto nativas como introducidas, árboles locales o característicos de la vegetación presente, relictos de bosque de niebla y selva media perennifolia y bosque perturbado por actividades antropogénicas, principalmente por la agricultura. En las parcelas estudiadas destacan las familias Fabaceae seguida de las Lauracea, Tiliaceae, Euforbiaceae, Fagaceae, Sterculiaceae, Rhamnaceae, Clethraceae, Moraceae, Rubiaceae y Ulmaceae. De acuerdo con el índice de Margalef, las parcelas que fueron muestreadas que poseen di-

versidad de media a alta son la número 1 y 4, la 17, y el resto presenta diversidad media de especies. Los índices de Simpson y Berger Parker reportan a las especies arbóreas de cuil (Inga edulis Mart), árbol de yaco (Trema micrantha (L.) Blume), árbol de cobre (Clethra mexicana DC), sangre de drago (Croton draco Schltdl), aguacate (Persea americana Mill), naranja (Citrus sinensis (L.) Osbeck), jonote (Heliocarpus donnell-smhitii), cuapinol (Hymenaea courbaril L) y encino (Quercus obtusata Bonpl), son las más importantes en cuanto a dominancia dentro de las parcelas estudiadas. A su vez, estos árboles son fundamentales dentro del agroecosistema, ya que generan materia orgánica, microclima para el buen funcionamiento del cafetal, proporcionan alimento a los productores y a la fauna silvestre; proveen servicios ambientales como la captura de agua, evitan la erosión a través de una cubierta en el suelo o captan carbono, recargan las cuencas de agua, protegen la biodiversidad y las aves migratorias. Bibliografía Aguilera, L. C. 2009. Conocimiento sobre el manejo de leña en tres comunidades cafetaleras del centro de Veracruz. Tesis de licenciatura. Facultad de Biología. Universidad Veracruzana. Xalapa, Veracruz. México. 77 p. Altieri, M. C. e I. Nicholls. 2006. Agroecología. Teoría y práctica para una agricultura sustentable. PNUMA-Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, Texcoco, México. 310 p. Arreola, Q. J. 2010. Caracterización agroecológica de la producción organizada de café orgánico en Chiapas. Tesis de licenciatura. Departamento de Enseñanza Investigación y Servicio en Agroecología. Chapingo, Estado de México. 153 p. Arriaga, L.; J. M. Espinoza; C. Aguilar; E. Martínez; E. Gómez; L. E. Loa. (coord.). 2000. Regiones Terrestres Prioritarias de México. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad, México, DF. 609 p. Bandeira, F. P.; C. Martorell; J. A. Meave; J. Caballe-

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ro. 2005. The role of rustic coffee plantations in the conservation of wild tree diversity in the Chinantec region of Mexico. Biodiversity and Conservation 14:1225-1240. Bartra, A. 2002. “El aroma de la historia social del café”. Semanario Lunes en la Ciencia. La Jornada. 14 de junio de 2001. Carreño, R. I. 2006. Evaluación de los cafetales bajo sombra y fragmentos de bosque adyacentes como hábitats para conservar la diversidad de los helechos en el estado de Veracruz, México. Tesis de maestría. Ecología y Manejo de Recursos Naturales. INECOL. Xalapa, Veracruz. 120 p. CIIDR, UACh, 2010-2011. Conabio. 2000. Regiones Terrestres Prioritarias (Sierra Sur y Costa de Oaxaca. México. DF. 5 p. Conabio. 2010. El bosque mesófilo de montaña en México: Amenazas y oportunidades para su conservación y manejo sostenible. Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad. México, DF. 197 pp. Conafor. 2007. www.conafor.gob.mx/portal/index. Consultada el 11 de noviembre de 2011. Escamilla, E.; A. Licona; S. Díaz; S. Cortés; S. Sosa; y R. Rodríguez. 1994. “Los sistemas de producción del café en el centro de Veracruz, México. Un análisis tecnológico”. Revista de

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Historia (Centro de Investigaciones Históricas Universidad de Costa Rica) 30:41-67 pp. López, R. U. 2009. Caracterización de la producción, procesamiento y comercialización de café orgánico en el Estado de Oaxaca. Tesis de licenciatura. Departamento de Enseñanza, Investigación y Servicio en Agroecología. Universidad Autónoma Chapingo. Texcoco, Edo. Méx. 2008 p. Magurran. A. 1988. “Diversidad ecológica y su medición”. Ediciones Vedra. Barcelona, España. 35-39 pp. Consultada el 12 de junio de 2011. Disponible:http://redalyc.uaemex.mx/ redalyc/pdf/449/44954228.pdf. Polibotánica. 2008. Recursos vegetales útiles en 10 comunidades de la Sierra Madre del Sur, Oaxaca, México. IPN. http://redalyc.uaemex. mx. Consultada en septiembre de 2011. Soto, P. L. 2000. “Diversidad y otros servicios ambientales de los cafetales”. En: Ecofronteras, Chiapas. México. 5 p. Soto, L. 2000. Estudio agroecológico del sistema de café con sombra en comunidades indígenas de Chiapas, México. Tesis de doctorado Facultad de Ciencias, UNAM, México, DF. 171 p. Torres, J. 2008. Agroforestería: una estrategia de adaptación al cambio climático. Lima Perú. 85 pp.

Economía, estufas Lorena y problemas en la salud Marco Antonio Vázquez Calvo1 Artemio Cruz León2

Resumen El estudio se realizó dentro de la región mixteca, particularmente en las comunidades de Santa Ana Tamazola y Santa María La Concepción, ambas del municipio de Jolalpan, Puebla. La información obtenida derivó de los instrumentos de campo denominados entrevistas semiestructuradas, además de observadores participantes y diálogos con informantes clave. Entre los hallazgos destaca el hecho de que se trata de familias campesinas cuya economía se basa en actividades relacionadas con el campo, las que además extraen importantes recursos naturales del bosque tropical caducifolio, particularmente leña. Algunas la venden para ampliar sus actividades y mejorar sus ingresos. Son familias dinámicas que ajustan su estrategia de vida de acuerdo a las condiciones del medio ambiente. Con la implementación de la estufa lorena las familias campesinas tienen ahorros de 1 122.58 pesos al año que les permite adquirir otros satisfactores, mayor bienestar y mejorar su salud. Palabras clave: Economía familiar, estufas lorena y salud de las familias campesinas.

Economy, lorena stoves and health problems Abstract The study was conducted inside the Mixteca region, particularly in the communities of Santa Ana Tamazola, and Santa Maria La Concepcion, both in the municipality of Jolalpan, Pueba. The information obtained was derived from the field instruments referred as semi-structured interviews asides from participant observations and dialogues with key informants. The findings focus on farm families whose economy is based on field-related activities and the extraction of important natural resources from the tropical forest caducifolious, particularly firewood. Some farm families sell the firewood to diversify their activities and restore the family income. It involves dinamic farm families who readjust their life strategies according to the current situation. With the implementation of the Lorena Stove, an estimated $1 122.58 per farm family is saved every year. These savings allow the aquisition of other products that satisfy farm family needs allowing a greater social wellfare and better health for social reproduction. Key words: Family economy, Lorena stoves, and farm family health.

1. Egresado de la Maestría en Ciencias en Desarrollo Rural regional. Universidad Autónoma Chapingo. 2. Director de tesis. Profesor investigador de la Maestría en Desarrollo Rural regional. Universidad Autónoma Chapingo.

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Introducción La economía de las familias campesinas de la localidad de Santa Ana Tamazola y Santa María La Concepción se basa principalmente en la agricultura tradicional, ganadería en pequeña escala y traspatio, costura y bordado, servicios, recolección de productos del bosque tropical caducifolio y divisas que llegan de Estados Unidos y otras partes del país. Ante la escasez de recursos, los subsidios otorgados por el gobierno incrementan su dependencia por lo que muchas familias solicitan apoyos para fomentar la restauración, protección, conservación y manejo de los recursos naturales, como una alternativa de subsistencia. El bosque tropical caducifolio es fuente importante de recursos naturales para satisfacer las necesidades de las familias campesinas. De éste obtienen leña, horcones, vigas para la construcción de viviendas, postes para el cercado de tierras agrícolas y potreros, y mangos para las herramientas de la agricultura tradicional. También es fuente de productos no maderables como plantas medicinales, resina de copal, cuaxcles y palma, carbón, mezcal, miel y frutos silvestres (Guízar y Moreno, 2000). Este tipo de aprovechamientos se realiza en el mayor de los casos fuera de la normatividad forestal aplicable en México, pero con conocimientos tradicionales importantes. Este es un análisis del tema de la economía relacionado con la implementación de la estufa lorena que se propone reflexionar sobre los beneficios que se han generado al paso del tiempo con el uso de este dispositivo, como el empleo de menores cantidades de leña, la reducción del tiempo y distancia requeridos para su recolección y los recursos económicos destinados a la adquisición del combustible. Por otra parte, aborda otros beneficios relacionados con la salud de las familias campesinas, el impacto positivo en el bosque tropical caducifolio -por la disminución de la extracción del recurso dendroenergético- y demás implicaciones. Hay que destacar que, de acuerdo a la división del trabajo en las familias campesinas,

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el hombre es quien realiza las actividades más pesadas relacionadas con la agricultura, es el principal encargado de la recolección de leña. La mujer se encarga de diversas tareas en la cocina y la agricultura, es enfermera, psicóloga y también sale en busca de leña. Los hijos mayores acarrean el combustible, cuidan los animales y realizan labores del campo, los más pequeños también la acarrean desde los patios de las casas y son enviados a comprar productos domésticos en las tiendas locales. El objetivo general es analizar los cambios ocurridos al interior de las familias campesinas con la introducción de las estufas Lorena en el plano económico. Como objetivo particular se plantea determinar el ahorro de las cargas de leña que consume la estufa lorena, el tiempo y la distancia necesarios para la adquisición del combustible, así como el valor económico que alcanzan las cargas de leña por su clasificación y especies con diferente poder calorífico. La importancia del presente trabajo radica en la necesidad de sistematizar este tipo de experiencias para medir el ahorro generado por el uso de las estufas lorena en materia económica y de consumo de volúmenes de leña, ahorro que puede destinarse a actividades y servicios que compensen las necesidades de las familias campesinas y se traduzcan en bienestar social. Como hipótesis se establece que la estufa lorena está fortaleciendo la economía familiar al reducir el costo de la dendroenergía. Respecto a la metodología, la información surge a partir de instrumentos como la encuesta semiestructurada que se aplicó a las familias campesinas de las dos comunidades con base en una prueba piloto que se implementó inicialmente. La selección derivó del muestreo aleatorio simple con asignación proporcional. Antecedentes De acuerdo al Censo de Población y Vivienda del año 2010, el municipio cuenta con 32 localidades. En Jolalpan como cabecera municipal se concentran 7 022 habitantes, de los cuales 3

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259 son hombres y 3 763 mujeres. La cabecera de Jolalpan es considerada como semiurbana aunque tiene todos los rasgos de comunidad rural (INEGI, 2010). En el municipio hay 747 personas que hablan lengua indígena, 359 de ellas son hombres y 388 mujeres. Hablantes de náhuatl hay 720 (348 hombres y 372 mujeres). De otomí se tiene el registro de una sola mujer, y de tepehua un solo hombre; 22 personas hablan otra lengua, pero no se tiene claridad de qué tipo (INEGI, 2010). Cuenta el municipio con 3 002 viviendas, 2 981 son casas y dos edificios de departamentos. El 30.19%, 904 de ellas, tiene pisos de tierra. Con piso de cemento y firme hay 2 007, el 67.03%. También se registran 77 con piso de madera o mosaico, 2.57% del total. Hay seis más con pisos de material no identificado (INEGI, 2010). En el tema de los servicios se tiene que 2 500 viviendas disponen de excusado o sanitario que representan 83.5% del total. En el caso del drenaje, 2 216, el 74.01%, están beneficiadas, por consiguiente 751 familias no disponen de ese servicio. Respecto al agua, 2 737 están conectadas a la red pública, lo que representa 91.42% de la población y solamente 250 no lo están. La energía eléctrica llega a 2 823 viviendas, es decir, al 93.95%, y solamente 173 no cuentan con ella (INEGI, 2010). Las comunidades de esta región utilizan como fuente principal leña y carbón vegetal para satisfacer sus necesidades energéticas, es por ello que la extracción de leña abarca todo el año y se intensifica en la época de secas. Las especies más utilizadas son: palo Brasil, palo dulce, tepemezquite, tepeguaje, tecolhuixtle, cubata blanca, paraca y encino. La mayoría de las familias prefieren estas especies por la dureza de sus maderas y el poco humo que emiten durante la combustión (Guízar y Sánchez, 1991). En las zonas rurales de México se utiliza el fogón tradicional en forma de herradura. Éste se construye a base de lodo y barro sobre una base. Tal dispositivo presenta los siguientes inconve-

nientes: 1) la combustión que realiza es incompleta e incontrolada; 2) más de 60% del calor generado se transmite al medio circundante por lo que aumentan los riesgos de quemaduras, y 3) la exposición al humo aumenta los problemas de salud, principalmente en niños y mujeres (Berrueta, 2007). La leña se consume a través de un fogón abierto de tres piedras o uno tradicional en forma de U. La selección de las piedras y de las especies leñosas involucra un vasto conocimiento empírico y tradicional de los usuarios, quienes reconocen las características físicas de las piedras y químicas de la leña sin describirlas formalmente. Por ejemplo, para su uso en el fogón prefieren piedras duras o lajas, así como leña proveniente de especies vegetales que al arder generan poco humo, cuya combustión es lenta y produce brasas (Quiroz y Gutiérrez, 2012). En los hogares pobres de los países en desarrollo la leña, el carbón vegetal y otros combustibles sólidos (principalmente residuos de cosechas agrícolas y carbón) se queman a menudo en fogones abiertos o estufas de mal funcionamiento. La combustión incompleta libera pequeñas partículas de otros componentes en el ambiente del hogar que afectan la salud humana (Smith et al., 2005). Se estima que en México, al término del siglo XX, aproximadamente 27 millones de personas utilizaban leña como principal combustible para cocinar, 89% corresponde a población del medio rural y 11% a la urbana (Masera y Nava, 1997; Díaz, 2000). El uso doméstico de la leña varía dependiendo la región. La mayor demanda se ubica en los estados del centro y sur del país como Campeche, Chiapas, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Tabasco, Veracruz y Yucatán. El más alto consumo se asocia a la población indígena y la pobreza (Díaz, 2000). La mayor parte de la leña utilizada se extrae directamente de los bosques y selvas mexicanas mediante la recolección. Su compra es más re-

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currente en las zonas urbanas y semiurbanas. A finales de los años 80, entre 80% y 90% de los usuarios de leña la recolectaban. Esta actividad la realizan generalmente las mujeres y los niños con la ayuda de algún medio de transporte (animales o vehículos) (Olguín, 1994). De acuerdo con la información obtenida por la FAO-Sagarpa (2007), en la región de la mixteca poblana el costo de una estufa de lodo y arena puede oscilar entre 200 y 280 pesos, por la compra de la chimenea, sin incluir el costo de los materiales locales, la capacitación y la mano de obra. Si la estufa se construye con adobe y cemento entonces el costo se eleva a 300 y 600 pesos, considerando únicamente la compra de insumos externos. Actualmente este tipo de estufas tiene un precio de 962 pesos por concepto de adquisición de materiales, sin incluir la mano de obra y la capacitación que son los conceptos más costosos. Con la implementación de la estufa lorena las familias campesinas pueden lograr un incremento del ingreso económico por el ahorro en la adquisición de la leña. En la sierra norte de Puebla se ahorran dos jornales y cuatro viajes en animales al mes, lo que significa 300 pesos mensuales. En el municipio de Tlahuitoltepec, en el estado de Oaxaca, la carga de leña tiene un costo de 20 pesos y una familia al día puede gastar la cantidad de 50. Con la estufa lorena sólo desembolsa 30, lo que representa un ahorro de 20 pesos diarios (FAO-Sagarpa, 2007). Los gastos de leña de los hogares no son fáciles de cuantificar por varias razones. La mayoría de las familias recolectan la leña, mientras que otras complementan comprando cierta cantidad. Los precios varían de un lugar a otro y según el tipo de especie. Es importante mencionar que las unidades de medida varían considerablemente con base en las costumbres locales, y se pueden llamar tarea, carga, recolecta, manojo, etcétera, lo que hace más difícil comparar el precio entre un lugar y otro (Cepal a y b, 2011). La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en el mundo más de 3 mil millones

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de personas utilizan biomasa como combustible para satisfacer sus necesidades básicas de energía, tales como cocinar, conservar alimentos, calentar sus viviendas, ahuyentar insectos y calentar agua. Además, a consecuencia de la exposición a las emisiones producidas por la combustión de biomasa, mueren al año alrededor de 1.5 millones de personas, principalmente mujeres y niños. La combustión incompleta de la madera en fogones abiertos genera gases y partículas (OMS, 2007). Materiales y métodos Cabe destacar que en el desarrollo de las ciencias, la sistematización del conocimiento se ha dado a partir del desarrollo de diferentes formas de conocer a través de métodos y metodologías, son dinámicos y susceptibles de perfeccionamiento. De aquí que podemos encontrar diferentes métodos y metodologías para conocer problemas con relación a las ciencias sociales y naturales (Comboni et al., 2010). Uno de los principales objetivos de muchos estudios sociales es describir situaciones y acontecimientos. El investigador observa y luego describe lo que observó. Sin embargo, como la investigación científica es cuidadosa y deliberada, estas descripciones suelen ser más fieles y precisas que las casuales. En general, los científicos sociales escogen individuos como sus unidades de análisis y observan sus características (sexo, edad, región de nacimiento, opiniones, etc.) (Babbie, 2000). En la investigación los métodos cuantitativos hacen referencia a la correlación de variables, las encuestas de opinión y la explicación causal de los comportamientos. Los datos se reducen a indicadores cuantitativos y las hipótesis se demuestran a base de criterios estadísticos muy exactos (Sáez, 2008). Por otro lado, la investigación cualitativa permite explorar las experiencias de la gente en la vida cotidiana. También es conocida como indagación “naturalística”, se usa para comprender

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con naturalidad los fenómenos que ocurren. Es importante mencionar que el investigador no intenta manipular el escenario de la investigación al controlar influencias externas o al diseñar experimentos. Los datos cualitativos provienen de la mirada muy profunda de un fenómeno. Los principales métodos utilizados en indagación cualitativa son la etnografía, la fenomenología y la teoría fundamentada (Mayan, 2001).

aleatoria estratificada se obtiene mediante la separación de los elementos de la población en grupos que no presenten traslapes, llamados estratos, y la selección posterior de una muestra irrestricta aleatoria simple de cada estrato. El primer paso para la selección de una muestra aleatoria estratificada es especificar claramente los estratos; así, cada unidad muestral se ubica en el estrato apropiado.

La presente investigación tiene el carácter de las ciencias sociales, en el que interviene el método cuantitativo y el cualitativo. Se determinó como unidad de análisis a las familias campesinas presentes en las dos comunidades debido a que ellas son las responsables directas del uso de la estufa lorena y que además tienen relación directa con el bosque tropical caducifolio.

Con base en lo anterior, se establecieron subpoblaciones de estratos para poder aplicar el muestreo aleatorio estratificado con asignación proporcional, para poder obtener el número de muestras de familias campesinas a encuestar. La subpoblación del estrato 1 corresponde a las que utilizan actualmente la estufa lorena, la subpoblación del estrato 2 a las que no la usan, y la subpoblación del 3 a aquéllas que emplean actualmente el fogón tradicional como dispositivo principal para la cocción de los alimentos al interior de los hogares.

De acuerdo con datos proporcionados por el ayuntamiento de Jolalpan, a nivel municipio existen 1 536 familias campesinas. Para efecto de la presente investigación se consideró una población parcial de 200 de ellas. La determinación de la población parcial se definió a finales del año 2012 en el cual se identificaron 55 familias que utilizan actualmente la estufa Lorena, 45 a las que se les proporcionó pero que por diversas causas no la emplean y 100 que actualmente recurren al fogón tradicional. Se aplicó el muestreo aleatorio estratificado con asignación proporcional considerando la población parcial antes citada. Se tomó en cuenta que los estratos poseen gran homogeneidad entre unidades muestrales respecto a alguna característica en particular (ejemplo: la profesión, el municipio de residencia, el género, el estado civil, etc.). Se buscó que todos los estratos estuvieran representados adecuadamente en la muestra y que no hubiera traslapes. En cada estrato se aplicó el muestreo aleatorio simple para elegir los elementos que formaran parte de la muestra y que todas las unidades muestrales tuvieran la misma posibilidad de ser elegidas (Arana, 2003). Por otra parte, es importante considerar lo que aporta Scheaffer (1987): que la muestra

Para poder estimar el número de muestras en cada estrato se aplicó la siguiente fórmula: n=

Npq

(N - 1) D + pq

En donde:

n = Representa la muestra total poblacional. N = Población total. p = Proporción de la población que está a favor del uso o no de la estufa. q =1–p, en donde p =0.5 porque se da la misma probabilidad de que la estufa Lorena sea aceptada o no. Por otra parte, es necesario calcular el valor de “D” como el error que se quiere considerar en la investigación, por lo tanto se calcula con la siguiente fórmula: Al aplicar la fórmula anterior se obtiene el siguiente dato: 0.0025, mismo que será utilizado para calcular el número de muestras a realizar para cada estrato en las dos comunidades. Para obtener la información se aplicaron entrevistas semiestructuradas, como lo recomienda Mayan (2001). Esta entrevista recolecta datos de los individuos participantes a través de un

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conjunto de preguntas abiertas formuladas en un orden específico. El objetivo es recopilar información importante del tema de interés. Este instrumento metodológico se utiliza cuando el investigador sabe algo sobre el tema. Es importante mencionar que se diseñó una entrevista para cada estrato. Como resultado de su aplicación, el muestreo aleatorio estratificado con asignación proporcional dejó en claro la necesidad de realizar un total de 67 encuestas semiestructuradas en las dos comunidades. Por lo tanto, para el estrato 1 se aplicaron 19 a familias campesinas; para el 2, 15; y para el 3, 33. Además la investigación se alimentó de entrevistas informales que se realizaron en trabajos de campo a informantes clave de la zona de estudio. En gabinete se creó una base de datos integrada por campos que concentró el total de la información obtenida. Ésta se analizó a través de la

hoja de cálculo de Excel, en la que se generaron gráficos que ilustran los resultados obtenidos. Resultados y discusión La zona de estudio se encuentra dentro de la región forestal 06 Izúcar de Matamoros, determinada por el gobierno del estado de Puebla. Las comunidades de Santa Ana Tamazola y Santa María La Concepción están involucradas en la presente investigación y pertenecen al municipio de Jolalpan, Puebla. Se localizan al suroeste del estado, dentro de la macrorregión Balsas, la región natural Mezcalapa y la de planeación mixteca (Cuervo et al., 2003). En la figura 1 se observa la zona de estudio. Importancia económica de la dendroenergía En el año 2009 la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Gerencia estatal Puebla, implementó

Figura 1. Ubicación del área de estudio.

Fuente: elaboración propia con el programa IRIS 4.0.2.

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en la comunidad de Santa Ana Tamazola y Santa María La Concepción, ambas del municipio de Jolalpan en el estado de Puebla, 100 estufas lorena con la finalidad de disminuir el uso del fogón tradicional y los volúmenes de consumo de leña por las familias campesinas, mejorar las condiciones de salud de cada hogar para fomentar una mayor convivencia social. Lo anterior en el marco de la sustentabilidad y del Programa Nacional de Dendroenergía. En estas dos comunidades el hombre realiza las actividades más pesadas relacionadas con la agricultura y es quien recolecta la mayor cantidad de leña. La mujer realiza diversas actividades que van desde la preparación de los alimentos hasta la agricultura; a la vez es enfermera y psicóloga de la familia. Los hijos acarrean la leña en menor proporción, cuidan los animales y realizan labores agrícolas. Los niños más pequeños llevan la leña desde el patio hasta el interior de las cocinas y compran en las tiendas locales los productos de uso doméstico. En la figura 2 se observa que 58% de las familias campesinas recolectan la leña directamente en las áreas de uso común (de las que dicen que no son de nadie), los potreros y las parcelas agrícolas; 17% recolecta y también compra. La leña que compran las familias campesinas proviene de las comunidades de Teutla, Rancho El Salado

y Huachinantla, pertenecientes al mismo municipio. Es importante mencionar que ésta se comercializa sin ningún permiso legal. Respecto a la recolección, el esposo figura con 42% del total, los hijos con 19%, la esposa 7% y otros 6%. La mujer en esta zona es la encargada de recolectar la leña en áreas muy cercanas a la población, por razones de inseguridad que se vive en la región. La que ellas recolectan es de menor cantidad y calidad, se mezcla con otra de mayor calidad para aumentar su disponibilidad en el hogar. La leña representa ingresos económicos para las familias campesinas de estas dos comunidades. Es por eso que en los meses de diciembre a marzo disminuye el trabajo en el campo y aumenta la recolección de leña. La mayoría se utiliza para el abasto familiar y en menor cantidad para la venta. Acumulan leña porque en la temporada de lluvias se intensifican las actividades en el campo. La importancia económica y social de la leña radica en su carácter de recurso local renovable que puede colectarse sin pago alguno en las áreas de uso común, parcelas y potreros. Se mantienen las formas tradicionales de la cocción de los alimentos en la comunidad. El transporte de leña se hace generalmente con animales de carga

Figura 2. Formas de obtención y recolección de la dendroenergía.

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(burro, mula, caballo), algunos emplean la fuerza humana en cortas distancias o camionetas para trasladar una mayor cantidad del combustible. De acuerdo a la figura 3, se encontró que en el estrato 1 las familias campesinas gastan 67.11 pesos a la semana, 268.42 al mes y 3 221.05 al año. En este estrato se aprecia un ahorro importante en cuanto a recurso económico destinado para la adquisición del combustible, suponiendo que todas las familias comprarán leña.

que fueron apoyadas con la estufa lorena, pero que por alguna razón la abandonaron, requieren en promedio para adquirir el combustible la cantidad de 90.83 pesos a la semana, al mes 363.33 y al año 4 360. En este estrato, el recurso económico que se destina para comprar el combustible es similar al del estrato 3, que corresponde a las que continuaron utilizando el fogón tradicional como único dispositivo ante los altos costos del gas LP y otras energías.

En la figura 4 se observa que las familias campesinas del estrato 2, que corresponde a aquéllas

La figura 5 muestra que el estrato 3, que conforman las familias campesinas que utilizan el

Figura 3. Recurso económico necesario para la adquisición del combustible.

Figura 4. Recurso económico necesario para la adquisición del combustible.

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Figura 5. Recurso económico necesario para la adquisición del combustible.

Figura 6. Ahorro económico por el uso de la estufa lorena.

fogón tradicional, en promedio realizan un gasto de 90.15 pesos a la semana, al mes 360.61 y al año 4 327.27 para adquirir el combustible. En gasto económico este estrato se encuentra en segundo lugar en la investigación. Con la figura 6 se ilustra el recurso económico que necesita cada estrato para satisfacer sus necesidades energéticas para la cocción de los alimentos. De acuerdo con los comparativos se deduce que del 1 al 2 hay un ahorro de 1 138.95 pesos al año en promedio, y del 1 al 3, uno de 1 106.22. Es importante mencionar que la adopción de la estufa lorena está generando ahorros

importantes en la adquisición del combustible. En promedio 1 122.58 pesos al año por familia campesina. En la figura 7 se observa que 58.2% de las familias campesinas recolectan la leña directamente del bosque tropical caducifolio con la finalidad de satisfacer sus necesidades energéticas. Otro 25.4% la compra en la localidad o a vendedores provenientes de las comunidades de Teutla, Huachinantla, Rancho El Salado y Cuajinicuila. El restante 16.4% recolecta pero también la compra para completar su demanda dendroenergética.

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Figura 7. Obtención del recurso leña.

Figura 8. Distancia necesaria para la recolección de la leña.

Es importante aclarar que la recolección de leña se realiza principalmente en la época de sequía. Las familias campesinas almacenan la mayor cantidad posible para tenerla disponible durante la temporada de lluvias, en la cual se dificulta obtenerla seca y los caminos se hacen menos accesibles. En este periodo se aprecia el traslado con diferentes medios de transporte. La recolección en temporada de lluvias es menos frecuente debido a que el campesinado destina todo su tiempo y esfuerzo a las actividades agrícolas. La figura 8 registra que 35.80% de las familias campesinas recorre entre 7 y 8 kilómetros para re-

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colectar el combustible, en tanto que 28.40% lo hace entre 5 y 6. Otro 25.40% dijo que no tenía idea de la distancia recorrida. Finalmente, 10.40% la recolecta en los alrededores del pueblo. Debido al uso de la estufa lorena la disminución en el consumo de leña afectó directamente el tiempo de recolección. En la figura 9 se observa que del total de las 67 familias campesinas entrevistadas, 34.30% invierte entre siete y ocho horas para ir, recolectar y traerla a sus viviendas. Otro 28.40% mencionó que no tiene idea del tiempo empleado para ese fin. Por otra parte, 23.90% ocupa entre cinco y seis horas, y 13.40% de tres a cuatro.

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Figura 9. Tiempo necesario para la recolección de la leña.

Este ahorro en tiempo representa 9.35 jornales de trabajo o una semana y media de trabajo; en estas dos comunidades un campesino gana en promedio 120 pesos diarios cuando hay trabajo. Se han disminuido los jornales para la recolección de leña, la utilización de los animales de carga y el pago de viajes por concepto de traslado del combustible. Se ha fortalecido la cocina tradicional con el ahorro de tiempo para preparar varios alimentos a la vez y atender otros quehaceres de la casa o del ganado de traspatio. Problemas relacionados con el uso de la leña Entre los daños causados por la combustión de la leña destacan: ojos llorosos, dificultad para respirar, problemas respiratorios y quemaduras. Del total de las 67 familias campesinas encuestadas, 58% respondió padecer ojos llorosos al momento de cocinar con el fogón tradicional y un poco con la estufa lorena; 32% argumentó tener fuertes problemas para respirar mientras está cocinando; 7% manifestó haber tenido problemas respiratorios y 3% dijo haberse quemado con el fogón tradicional y en menor medida con la estufa lorena. La comunidad no cuenta con datos duros de los daños ocasionados por la combustión de la leña, sin embargo las usuarias perciben que existe un daño fuerte hacia los pulmones y que con

el paso del tiempo se agravan. Es visible el daño que ocasiona el fogón tradicional a las usuarias, pero tradicionalmente los fogones están muy arraigados a las formas de vida de estas comunidades. Algunas familias comentan que el humo y el calor permiten secar y conservar la carne. En algunos hogares campesinos se observó que la estufa lorena solamente contribuye en 50% a mejorar la salud de las mujeres y niños quienes pasan mayor tiempo en la cocina. Esto porque las usuarias mismas le quitaron parte de los tubos que conducen el humo hacia el exterior, limitando la circulación. Este problema se deriva de la falta de seguimiento del programa por parte de los técnicos de la institución. De ahí que algunas familias manifiesten que la estufa lorena es un dispositivo deficiente para cocinar alimentos con leña. Conclusiones La investigación confirma que la estufa lorena está incidiendo de manera positiva en la economía familiar en las dos localidades bajo estudio. En promedio ahorra 1 122.58 pesos al año del total necesario para la adquisición del recurso dendroenergético. Sin embargo, el ahorro de leña está relacionado directamente con el número de integrantes de la familia y la habilidad de cada usuaria en el manejo del combustible. El ahorro

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económico permite a las familias campesinas adquirir otros bienes y servicios para mejorar la calidad de vida y el bienestar social. Otro ahorro importante está relacionado con las distancias recorridas para la recolección del combustible. Con el uso de la estufa lorena disminuye el número de veces que tienen que ir por él al cerro, los kilómetros de traslado y el volumen de leña estando en el bosque tropical caducifolio; se reduce el esfuerzo tanto del hombre como de los animales de carga y se emplean en menor cantidad los vehículos para el transporte del recurso. Con esta nueva tecnología se emplean menos horas en la recolección de leña. El tiempo ahorrado se aprovecha para actividades de esparcimiento, como ir a Axochiapan, Morelos; se prestan más cuidados a los animales de traspatio; se fortalecen las relaciones familiares y las comunitarias. Bibliografía Arana O., R. I. 2003. Métodos de muestreo. Tesis de licenciatura. Departamento de Estadística, Matemática y Cómputo. División de Ciencias Forestales. Universidad Autónoma Chapingo. 179 p. Babbie E. 2000. Fundamentos de la investigación social. International Thomson Editores. Capítulos: 5. Conceptuación y medición; y 6. Operacionalización. Consultarlo en línea en: http://books.google.com.mx/ books?hl=es&lr=lang_es&id=1_yyPqkoqMI C&oi=fnd&pg=PA3&dq=%22m%C3%A9tod os+de+investigaci%C3%B3n+social%22&o ts=7flIZie1hr&sig=wiI_GnvDIHIfHZduRWebQpIbv9M. 01/12/2013. Berrueta V., 2007. Evaluación energética del desempeño de dispositivos para la cocción con leña. Tesis para obtener el grado de doctor en Ingeniería (Energía). Facultad de Ingeniería. Universidad Nacional Autónoma de México. Cepal. 2011a. Encuesta nacional de leña: consumo de leña en hogares y pequeña industria

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La investigación agrícola al momento del traslado de la Escuela Nacional de Agricultura de San Jacinto, D.F., a Chapingo, Estado de México, a través de las publicaciones de Pandurang Khankhoje Artemio Cruz León1 Isabel Arline Duque P.2 Marcelino Ramírez Castro3

El Boletín de investigación núm. 1, sobre “Nuevas variedades de maíz” en la Estación Experimental Agrícola de la Escuela Nacional de Agricultura, escrito por Pandurang Khankhoje en 1930, se incluye en la sección de documentos de la Revista de Geografía Agrícola número 54, por ser un testimonio documental en la creación de la Estación Experimental de la Escuela Nacional de Agricultura en Chapingo, que entre otras cosas describe el tipo de investigación que se realizaba al momento de su traslado de San Jacinto, D. F. a Chapingo, Estado de México. Este extraordinario documento se encuentra ilustrado con fotografías tomadas especialmente para el autor por Tina Modotti, aquella famosa fotógrafa y modelo italiana que Diego Rivera pintó al desnudo en la Capilla Riveriana de la hoy Universidad Autónoma Chapingo y que representa a la tierra virgen. El fundamento inicial de la investigación agrícola en Chapingo se encuentra en la dedicatoria que se hace al presidente de la República, Ing. Pascual Ortíz Rubio, firmada por el director de la Escuela, en cuyo texto se hace mención de que es el primer trabajo institucional de investigación publicado en el Boletín de Investigación, núm. 1 de la Escuela Nacional de Agricultura. Adicionalmente se muestra la manera en que el autor detalla el resultado de la investigación, que por encargo del Ing. Marte R. Gómez, Director de la Escuela, hizo en 1924, y quien estaba interesado en contribuir al mejoramiento de los cultivos en los alrededores de Chapingo. Resulta revelador que una de las preocupaciones del director de la Escuela Nacional de Agricultura haya sido el interés en el mejoramiento de los cultivos de la región, así como la obtención de un primer diagnóstico sobre materiales genéticos de diferentes plantas en las que posteriormente se realizó su mejoramiento y cuyos resultados se presentan en este documento. Por otro lado, también se mencionan las conclusiones de los estudios, que establecen que las cosechas eran muy malas por carecer del conocimiento técnico de los campesinos, que sus principales problemas eran “el mejoramiento de las cosechas por medio de las mejores semillas resistentes a las enfermedades, a las heladas y a las sequías. También tuvo la necesidad de introducir mejores métodos de barbecho y cultivo; asimismo encontró problemas particulares en relación con el suelo y el agua y de estas observaciones nació la necesidad de establecer un Campo Experimental en la Escuela Nacional de Agricultura”. Posteriormente se dan pormenores sobre la asignación de una hectárea para la estación experimental de la institución, la que más adelante aumentaría a 25 hectáreas cercanas a Chapingo, posible1 Profesor investigador de la Maestría en Ciencias en Desarrollo Rural Regional. Universidad Autónoma Chapingo. 2 Doctoranda en Historia. Universidad Nacional Autónoma de México. 3 Biblioteca Central. Universidad Autónoma Chapingo.

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mente sea lo que actualmente se conoce como el “horno”. En ese campo Pandurang Khankhoje realizó diversos trabajos de investigación sobre suelos, cosechas y plantas nativas. Otra idea del documento que nos ocupa, tienen que ver con el interés de la Dirección de la Escuela para que los alumnos se involucraran en los problemas que la agricultura nacional enfrenta, por lo que se plantea su participación en la investigación para que de esta manera “aun antes de salir de la Escuela, adquieran la práctica y conocimientos suficientes para constituir elementos capaces de enfrentarse ventajosamente con los problemas agrícolas que en su vida profesional tendrán que resolver”. Este proceso se relaciona con las prácticas de campo y viajes de estudio como parte de la formación de estudiantes de la Escuela Nacional de Agricultura, que aún hoy, son parte fundamental en su currícula. En cuanto al contenido de “Nuevas variedades de maíz”, es un documento de difusión técnica que agrupa los resultados de investigación realizados en los últimos cinco años antes de su publicación, y donde el interés académico no precisamente es dar a conocer las nuevas variedades que sirvan a los productores, a los técnicos o a los políticos que son los responsables de la producción. El contenido se desglosa en los siguientes temas: teozinte, teomaíz, maíz de espiga, maíz tunicata y maíz granada, ejemplos no de nuevas variedades para la producción sino más bien como curiosidad de la diversidad de maíz y del proceso de cruzamiento con teozinte, que se encuentran frecuentemente en el campo. Aún en nuestros días llama la atención (Inzunza et al., 2013). Dado el contenido, se precia la inquietud del investigador por indagar lo relativo al origen del maíz, sobre la base de que su ancestro fue el teozinte, por eso realizó autofecundaciones y selección lineal y posteriormente concluye que su trabajo se alinea con la hipótesis de que efectivamente el teozinte es el ancestro del maíz. Para el caso teozinte se señala que los estudios se hicieron con la finalidad de dar a co-

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nocer la evolución y origen del maíz, ya que se considera a éste como su ancestro. La cruza de teozinte con maíz en la primera generación fue totalmente diferente a los progenitores, pero en concordancia con las leyes de Mendel; en la segunda generación se forman dos hileras y se alinea como el maíz. Para el caso de teomaíz, ya en las figuras 3 y 4 en lugar de dos hileras del teozinte, aparecen de cuatro a seis y se forma el olote, con lo que surgen mazorcas pequeñas muy numerosas y son variantes que tienen valor como forrajeras. A partir de estos cruzamientos y su comportamiento, deduce que el teozinte fue la planta que dio origen al maíz. El documento está ilustrado con 16 fotografías tomadas por la fotógrafa Tina Modotti, incluida la de la portada. En ocho de ellas aparece en la parte baja derecha, salvo en las figuras 10 y 11 donde está a la izquierda o al centro, dependiendo de la composición de la fotografía con la leyenda en tinta negra y letra manuscrita: “Fot. Tina Modotti”, lo que la hace constar como su autora. En las fotografías de las figuras 9 y 10 se aprecia que la foto fue recortada y conserva sólo una parte de la leyenda en la que se observan sólo los rasgos superiores. Las fotografías con la leyenda corresponden a las que muestran una mejor composición y resolución, a pesar de que el tema que ilustran es netamente técnico, se puede observar la calidad fotográfica de la autora, razón por la cual el trabajo fotográfico se vuelve invaluable. Por ello, el documento “Nuevas variedades de maíz” de Pandurang Khamkhoje, es único, es decir, es imposible que una fotógrafa famosa ilustre un trabajo técnico de agronomía. También es claro que no fue propósito del autor, el valor actual es resultado del devenir de la fotógrafa y su relevancia en la vida cultural de México y de otros países. De las ocho fotografías a las que hacemos referencia, siete corresponden a acercamientos a una mazorca o a una espiga, tema del documento, la restante pertenece a la portada, que muestra la vista desde arriba de una hilera de maíz en crecimiento antes de la floración, que por sus contrastes debió ser tomada al medio-

día. Es de llamar la atención que en cuatro de las ocho fotografías restantes aparece el autor con actitud de modelo a fotografiar, posiblemente como parte de la casta que ostentó. Estas fotografías contienen además plantas de las variedades descritas. PANDURANG KHANKHOJE, EL AGRÓNOMO DE LA INDIA Casas y Martínez (2011), nos acercan en una primera instancia, a una acuciosa semblanza alrededor de la figura del Dr. Pandurang Khankhoje, un migrante de la India y maestro de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA), en la publicación que hicieron en su libro Las Ciencias Agrícolas Mexicanas y sus protagonistas. Como personaje principal de las ciencias agrícolas en México, sabemos que el Dr. Pandurang Sadashiv Khankhoje nació en 1884 en Wardha, India Central, que pertenecía a la casta superior de los brahmanes. Vivió los recuerdos de la revuelta de los cipayos de 1857 a través de su abuelo, quien le inculcó el pensamiento nacionalista radical de Bal Ganghadar Tilak que hacía una apología de la violencia, ideología que contrastaba con la de Mahatma Gandhi, quien a lo largo de su vida predicó la Ahimsa o la no violencia. La impactante hambruna sufrida en la India a principios del siglo XX dejó en él una huella perenne que lo llevó a comprometerse de manera individual para que su país nunca más volviera a vivir una tragedia igual. En la primera década del siglo XX viajó a Estados Unidos donde se inscribió en el Oregon Agricultural College (actualmente Oregon State University) graduándose como agrónomo genetista en 1911. De igual forma, realizó estudios de formación militar en la prestigiosa Academia Tamalpais. En 1908 sentó las bases de la Liga de la Independencia India en Portland, Oregon, junto con otro líder nacionalista, Pandit Kanshi Ram de igual manera fue pieza fundamental en la fundación de la Asociación Indostana de la Costa del Pacífico que años después se transformaría en el partido Ghadar, agrupación de corte nacionalista que aglutinaba a los migrantes indios

llegados a Estados Unidos y que cumpliría un centenario de labores en 2013. Con motivo de la Primera Guerra Mundial, Pandurang Khankhoje se involucró en la conspiración indo-germana, en la cual recibió apoyo económico de Alemania. Khankhoje viajaría a Baluchistán y a Persia, entre otros lugares, con la idea de desestabilizar la presencia inglesa en esa región, poniéndose en contacto con el coronel Wilhelm Wasmuss (versión alemana del Lawrence de Arabia) en Persia, y quien perdería los códigos que permitirían a los ingleses descifrar el famoso telegrama Zimmerman. Ya en 1921, junto con una delegación de la India representada por Virendranath Chattopadhyay, hermano de la lideresa nacionalista Sarojini Naidu y Manabendra Nath Roy, fundador del Partido Comunista de México (1919), Khankhoje se reuniría en tres ocasiones con Vladimir I. Lenin. Debido a su militancia política y su radicalismo, los ghadaritas sufrieron persecución de los servicios de inteligencia, tanto americanos como ingleses, por este motivo se le negaría el documento migratorio correspondiente para regresar a la India, además de que había sido catalogado por los servicios secretos como altamente peligroso. Al término de la conflagración mundial y al ser derrotados los ingleses, los ghadaritas perdieron el apoyo moral y económico de los alemanes, además de que algunos de ellos fueron detenidos y sentenciados por tribunales de Estados Unidos, otros más se eliminarían entre sí por cuestiones financieras, el resto buscó asilo en otras latitudes como México, ya que sentían una gran admiración por la Revolución Mexicana. Casas y Martínez (2011), anotan como posible fecha de llegada al país de Pandurang el año de 1923, para lo cual se trasladó de inmediato a Xochimilco, lugar de estancia inicial de Manabendra Nath Roy. Aunque de igual manera y gracias al Registro Nacional de Extranjeros (1926) que se encuentra en el Archivo General de la Nación, se ha considerado que probablemente arribó a México en 1916 junto con otros militantes indios.

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Su inscripción a la sociedad mexicana se facilitó gracias a su cercanía con el senador José R. Monzón y Ramón P. Denegri. Pandurang Khankhoje llega como agrónomo genetista especializado en maíz y trigo a la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) de Chapingo en 1924, donde fungía como director, el Ing. Marte R. Gómez, destacado revolucionario zapatista. Khankhoje sobresalió en su labor gracias al estudio de varios cultivos de maíz, trigo de temporal, frijol y sorgo, así como las cruzas con teozinte. Sus recuerdos infantiles de la hambruna en India lo llevaron particularmente a trabajar en lo que él llamó “maíz granada”, especialmente por su alto rendimiento y resistencia a la variedad de climas y temperaturas, además de que era favorable a las necesidades alimentarias del México posrevolucionario pues había sido instruído en las lecturas de Kropotkin con su obra La conquista del pan. No podemos dejar de lado las vicisitudes sufridas por Pandurang para ingresar a México por ser considerado un migrante asilado y perseguido por los servicios de inteligencia. Él llega a un país desconocido y sumido en la pobreza en busca de una nueva identidad, y es la ENA, una escuela de corte militar, la que le facilitaría su inscripción. Uno de sus alumnos, Emilio Alanís Patiño (1926), nos recuerda además la gran dificultad que tenían los alumnos para entender su deficiente castellano a la hora de clase. Esto no impidió que Khankhoje llegase a fungir como sinodal en una variedad de exámenes profesionales en la ENA. Khankhoje trabajó como maestro de genética en la ENA durante1924 y 1925. En 1926 cono-

ce al muralista Diego Rivera y a Tina Modotti, su modelo-fotógrafa de origen italiano. Tina logra fotografíar varios de los proyectos agrícolas de Khankhoje además de ser la “filántropa” de las Escuelas Libres de Agricultura de la cual los tres: Khankhoje, Rivera y Modotti formaron parte. Las escuelas se localizaban en Tocuila, Cuautlalpan, San Salvador Atenco y Tlalnepantla entre otros lugares, y tenían como lema: ”La tierra para el campesino por el saber y el trabajo”. Edward Weston, fotógrafo americano y compañero sentimental de Tina por algunos años, comenta en su obra The Daybooks of Edward Weston: Khankhoje estuvo en una cena de espaguetti que preparó Tina Modotti en 1924 y lo describe como “hindú”, además comenta: “cómo me agradó”.4 La admiración y cercanía que sentía Diego Rivera por Khankhoje quedó plasmada en el mural localizado en la Secretaría de Educación Pública conocido como “El pan nuestro”, en donde se puede ver a Khankhoje en la parte central, partiendo el pan crísticamente y repartiéndolo entre varios personajes y su compañero de investigaciones, el doctor Eduardo Limón. El mural tiene como fecha el año de 1928 y se localiza en el Patio del Corrido, en el tercer piso de la SEP en el centro de la Ciudad de México, no muy lejos de otras obras realizadas por Rivera como las realizadas en la Capilla de Chapingo, adonde se llegaba en un trenecito que hacía el recorrido con facilidad. En 1930, Pandurang Khankhoje recibe la carta de naturalización mexicana número 235 por parte del presidente Pascual Ortiz Rubio, con fecha 11 de julio de 1930, documento con el que llegaría hasta su país natal ante la negativa del gobierno inglés de otorgarle un documento de migración.5 En ese mismo año sale del país rumbo a Europa, donde conocería a su futura esposa

4 Weston , E. 1924. The Daybooks of Edward Weston. Vol. I, p. 4. En: “Tina Modotti: Una mujer sin país. Las cartas de Edward Weston y otros papeles personales”. Edición, traducción, notas e introducción de Antonio Saborit. Ed. Cal y Arena, México. 2001. 287p. 5 Tina Modotti por su parte, sufriría de una persecución política al acusársele de atentar contra del presidente Pascual Ortiz Rubio, por lo cual se le aplicó el famoso “33” que la obligaría a abandonar el país. Su regreso a México se debió a otro presidente, el General Lázaro Cárdenas.

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Jeanne Sindic, Juanita, de origen belga. La hija de ambos, la Dra. Savitri Sawhney comentaría al respecto que con este viaje buscaría la manera de ponerse en contacto con los antiguos militantes ghadaritas. A su regreso a México encuentra con tristeza que sus proyectos han sido olvidados por la ENA pues el interés ha virado hacia la veterinaria, aún así, logra recuperar parte de sus investigaciones en casas de sus alumnos que viven en la periferia de Chapingo. Su interés por la agronomía también llevó a Pandurang a experimentar con la menta piperitha, ingrediente del “Vick Vaporub” y el uso de las hormonas con Syntex. Entre los años 1938 y 1942 nacerían sus dos hijas: Savitri y Maya Khankhoje Sindic. Ambas mantienen aún alguna relación con nuestro país. La Dra. Savitri Sawhney radica en Nueva Delhi y su hermana Maya vive en Montreal, Canadá. El gobierno del presidente Miguel Alemán, invitaría a Khankhoje a ir a la India en representación del gobierno de México, asentando los puentes diplomáticos entre ambos países para enviar al primer embajador mexicano, Emilio Portes Gil, ante el primer ministro, Jawaharlal Nehru. Pandurang Khankhoje regresa a la India con un documento migratorio mexicano en 1955, su familia le acompañaría un año después. Fallecería en la ciudad de Nagpur, en el estado de Maharashtra, un 18 de enero de 1967.

OBRAS CONSULTADAS Archivo General de la Nación (AGN). Registro Nacional de Extranjeros. Archivo familiar de Marte R. Gómez Fuentes Secundarias Bonfil B., G. (comp.).1993. Simbiosis de Culturas. Los inmigrantes y su cultura en México. México, CONACULTA, Fondo de Cultura Económica, 472 p.

Casas E. y G. Martínez V. (eds.) 2011. Las Ciencias Agrícolas Mexicanas y sus protagonistas. Vol 3. Colegio de Postgraduados, Texcoco, México. 277 p. De Vega, M. (coord.) 2001. Historia de las relaciones internacionales de México, 1821-2010. Volumen 6, México. Secretaría de Relaciones Exteriores, Dirección General del Acervo Histórico Diplomático. 541 p. Hooks, M. 2005. Tina Modotti. London. Phaidon Press Limited, 57 p. Inzunza M., F. 2013. “Hibridación entre teocintle y maíz en la Ciénega, Jal., México: propuesta narrativa del proceso evolutivo”. Revista de Geografía Agrícola Núm. 50-51. p. 71-87. Khankhoje P. 1930. “Nuevas variedades de maíz”. Boletín de Investigación. Estación Experimental Agrícola, ENA. Chapingo, México, 10 p. Khankhoje, P. 1936. Monografía “Maíz granada zea mays Digitata. Su origen, evolución y cultivo”. México, D.F. Dirección General de Agricultura, folleto 6742.32 p. Modotti, T. 2001. Una mujer sin país. Las cartas a Edward Weston y otros papeles personales. México. Ed. Cal y Arena. 287p. Ota Mishima, M. E. (Coord.) 1997. Destino México. Un estudio de las migraciones asiáticas a México, siglos XIX y XX. El Colegio de México,Centro de Estudios de Asia y África, 440 p. Portes G., E. 1953. Misión Diplomática en la India. Cómo surge una gran nación. México, [s.e.]. 284p. Portes G., E. 1974. Visión de México. México. Ediciones Partido Socialista Fronterizo, 125 p. Portes G., E. 1964 Autobiografía de la Revolución Mexicana. Un tratado de interpretación histórica. México, Instituto Mexicano de Cultura, 865 p. Sawhney, S. 2008. I shall never ask for pardon. A memoir of Pandurang. New Delhi, Penguin Books, 341p.

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ESCUELA NACIONAL DE AGRICULTURA ESTACION EXPERIMENTAL AGRICOLA

Boletín de Investigación Núm. 1 Chapingo, Méx. , Mayo de 1930

NUEVAS VARIEDADES DE MAIZ

POR EL PROFESOR AGRONOMO

PANDURANG KHANKHOE

TACUBAYA, D. F. MÉXICO

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La Escuela Nacional de Agricultura, se honra en dedicar muy respetuosamente al Ciudadano Presidente de la República, INGENIERO PASCUAL ORTIZ RUBIO, su primer trabajo de investigación agrícola. El Director, Ing. J. Manuel Corona.

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NUEVAS VARIEDADES DE MAIZ HISTORIA.- En 1924, el Ing. Marte R. Gómez, siendo Director de la Escuela Nacional de Agricultura encargó al autor de estos experimentos hiciera investigaciones tendentes al mejoramiento de los cultivos de las cercanías de Chapingo. En el mismo año el estudio consistió únicamente en investigaciones sobre las cosechas obtenidas por los campesinos de dicha zona, y con sorpresa el autor encontró que éstas eran muy malas debido a la falta de conocimientos técnicos por parte de los agricultores, haciendo en el citado año una colección de las distintas clases de semillas más comunes de la región, el autor inició estudios con estos productos y llegó a la conclusión de que los problemas en la región son: el mejoramiento de las cosechas por medio de las mejores semillas resistentes a las enfermedades, a las heladas y a las sequías. También encontró la necesidad de introducir mejors métodos de barbecho y cultivo; asimismo encontró problemas particulares en relación con el suelo y el agua y de estas observaciones nació la necesidad de establecer un Campo Experimental en la Escuela Nacional de Agricultura. Más tarde, el señor ingeniero Waldo Soberón, siendo Director de la Escuela concedió una extensión de terreno de poco más de una hectárea destinada al mismo campo experimental, en el cual el autor del presente trabajo dió principio a sus experiencias sobre los suelos, las cosechas y las plantas nativas de México, y posteriormente, en vista de que las investigaciones tomaban cada vez mayor importancia, se palpó la necesidad de ampliar la extensión del campo de referencia en 25 hectáreas, para lo cual se contó con la ayuda del señor agrónomo Manuel Mesa A., Director también de la Escuela. Siendo de gran interés los ttrabajos del campo de experimmltación de Chapingo, ha quedado establecida una estación experimental agrícola, anexa a la Escuela, la que estará dedicada exclusivamente a estudiar y resolver los problemas agrícolas relativos á nuestra agricultura y para lo cual se cuenta la colaboración de la Secretaría de Agricultura y Fomento. Siendo el criterio de la actual Dirección de la Escuela que los alumnos deben estar siempre en contacto con los problemas de la agricultura nacional, se les dedica preferentemente a tomar parte activa en las investigaciones y experiencias, con objeto de que, aún antes de salir de la Escuela, adquieran la práctica y conocimientos suficientes para constituir elementos capaces de enfrentarse ventajosamente con los problemas agrícolas que en su vida profesional tendrán que resolver. En esta ocasión el autor se refiere en síntesis a algunos productos nuevos de importancia económica o científica obtenidos en el mencionado Campo Experimental, y de otros estudios tratará después. Para hablar con detalle de cada producto, necesitaríamos mucho tiempo y en algunos casos, en que los productos no se han perfeccionado, no es necesaria una amplia exposición y en cambio, hay

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Pandurang Khankhoje

algunos cuyo estudio está muy avanzado y se necesitaría para tratar de cada uno en particular una muy amplia exposición, lo cual en este caso no es posible por carecer el autor del tiempo indispensable.

sultado de la primera generación, productos enteramente distintos en apariencia, de las características del grano y mazorquitas; pero este resultado estuvo de acuerdo en sus características totales con la ley de Mendel.

Como en México el maíz es de primera importancia se tratará en primer término, de los estudios hechos con este cereal.

En la generación F2 (Fig.2), los granos aparecen sóbre el raquis formando dos hileras opuestas y son muy parecidos al maíz en su color, composición y forma.

TEOZINTE.- Para dar a conocer la evolución y herencia del maíz se hicieron experimentos con el teozinte (Euchlaena mexicana) (Fig. 1) por ser esta planta la que, según muchos autores botánicos y agrónomos, dió origen al maíz común, al que ciertamente se parece en muchos detalles; pero su grano es enteramente distinto en forma, composición y color al del primero. No tiene mazorcas sino ramificaciones que aparecen en cada entrenudo. En las ramificaciones tiene espigas que crecen en las axilas de las hojas, y además una flor fértil y otra rudimentaria colocadas en una depresión del raquis. Tienen envoltura. La terminal es una flor macho compuesta de espigas pequeñas y tres estambres en cada flor. Se distingue de la planta del maíz, en que tiene la flor masculina en la espiga y la femenina en el jilote. En el teozinte, en la misma rama tiene las flores de ambos sexos, en distintos lugares cn una envoltura de las hojas rudimentarias. El grano del teozinte es café obscuro cuando está maduro, de color verde un poco antes de madurar y cuando se seca, blanco. La forma de los granos del teozinte es a manera de pirámides truncadas que se van colocando invertidas en forma de raquis primitivo. La cutícula del grano es córnea y como este no tiene mucha fécula, su valor alimenticio es muy bajo. Cruzando el teozinte con maíz se obtuvieron, como re-

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TEOMAIZ.- En las Fig. 3 y Fig. 4, en lugar de dos hileras se ven 4 o más, en colocación muy irregular, y en vez de raquis ya aparece un olote rudimentario, que en conjunto presenta la forma de mazorca pequeña, produciendo cada planta muchas de éstas el autor ha encontrado en algunas plantas más de 50. Siguiendo la selección y mejoramiento de éste híbrido de teozinte y maíz, el autor pudo fijar una nueva variedad de maíz que da muchas mazorquitas y al que pudiera llamarse teo-maíz (Teozinte con maíz abrileño). Este teo-maíz tiene ventajas sobre el teozinte. Como planta forrajera es superior a él, y el grano es exactamente igual al del maíz blanco en su composición y forma. Como promedio, el teomaíz tiene de 10 a 25 mazorcas. Descripción del teo-maíz. (Fig. 2).- La altura de la planta es igual a la del maíz común (Zea

Fig. 1. Teozinte (Euchlaena mexicana)

Nuevas variedades de maiz

mays L.); el número de sus mazorcas varía de 5 a 30, siendo el promedio de 10 a 25 y el tamaño de estas, de 5 a 12 centímetros y sus granos muy parecidos al maíz perla o palomero; el número de hileras, de 10 a 12; colocación de las mazorcas en grupos de 2 a 5, (Figs. 3, 4 y 5), en cada división del tallo y algunas veces una en cada división. Se hace notar que el teo-maíz aunque ya está fijado, toda vía se halla en vías de mejoramiento y no se puede hablar con detalle sobre hibridación y experimentos con el mismo, por no permitirlo la índole de este trabajo, pero podemos deducir por el hecho de este híbrido entre teozinte y maíz, que la Euchlaena mexicana fue la planta madre del maíz actual. Valor económico del teo-maíz: como planta forrajera es superior al teozinte; en su resistencia y rusticidad es superior al maíz y su rendimiento en paja, mayor que en el teozinte e igual o superior que el del maíz.

Fig. 2. Ejemplares de teomaíz antes de la madurez en el campo de experimentación.

Fig. 3. Parte superior de una planta de teomaíz, mostrando la colocación de las mazorcas cubiertas con sus hojas.

Fig. 4. Colocación de las mazorcas de teomaíz cerca del extremo superior de la planta. La envoltura de dichas mazorcas ha sido disprendida de éstas para ser mostrada.

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Fig. 5. Mazorcas de teomaíz desprendidas de la planta representada en la Fig. 4. Fig . 8. Campo de donde se ve el maíz de espiga con mazorcas en la misma planta.

Lo granos del teo-maíz, más chicos que los del maíz, son un excelentc alimento para el ganado y las aves; su cultivo es más fácil que el del maíz, porque necesita menos preparación y labores. En otras palabras, el teo-maíz es recomendable como cosecha forrajera.

Fig. 6. En los campos de maíz, muy raras veces se observan granos pequeños en las espigas como puede advertirse en el presente grabado.

Fig. 7. Maíz de espiga, producto del cruzamiento entre sí, teniendo granos iguales en tamaño y color al maíz común, pero cada grano en esta variedad tiene una envoltura formada de hojitas como se ve en la fotografía, semejantes a las que envuelven al maíz común.

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MAIZ DE ESPIGA.- Desde el punto de vista de la producción del maíz es más interesante obtener mayor número de mazorcas, que solamente mazorcas de gran tamaño, y por este motivo los experimentos con el teo-maíz se hicieron con el fin de aumentar el número de mazorcas. También se han hecho experiencias para obtener mazorcas de mayor tamaño. Observando el autor en el campo, que raras veces existen pequeños granos de maíz en la espiga (Fig. 6), el fenómeno le sugirió la idea de formar una nueva variedad que pueda producir maíz verdadero en la espiga. Este fenómeno observado en 1924, en Chapingo, San Vicente, Piedras Negras y Texcoco, en una forma de atavismo, porque en el teozinte se producen granos más o menos en esta forma, se creyó posible obtener una nueva variedad con estas características. Para este fin se hicieron las primeras pruebas usando unas semillas de las producidas en la espiga, en un campo cercano a estación de San Vicente. Muchas semillas no germinaron, y las que nacieron produjeron una planta de maíz con tallos y hojas muy parecidos a los del maíz

Nuevas variedades de maiz

común. En tiempo de la floración, encontrando unas flores femeninas la espiga, se hizo cruzamiento entre sí (In breeding) con el polen de la misma planta y obtuvieron algunas semillas por este procedimiento. En el siguiente año fueron sembradas las mismas semillas y las plantas que se obtuvieron dieron nacimiento a algunas como de maíz común y corriente, sin grano en la espiga y otras con maíz en ésta (Fig. 7). La proporción aproximada entre el maíz común y el de espiga fué de 3:1. En el tercer año se sembró únicamente maíz de espiga y la parcela correspondiente estuvo muy aislada de otras variedades a fin de evitar posibIe cruzamientos. Ampliando el cruzamiento entre sí en la espiga se notó la falta absoluta de semilla y la espiga muy parecida a la Fig. 7; pero las hojas de la envoltura del grano son más largas e iguales en forma y estructura a las del maíz común; pero esta especie de espiguilla que forma la envoltura del grano por la extrema autofecundación es enteramen estéril y por eso no se siguió el procedimiento de cruzamiento entre sí, pero la multiplicación de la semillas se hizo solamente por medio de la selección en línea. En la misma parcela se encontraron muchas plantas con maíz de espiga y al mismo tiempo con una mazorca por caña, como se ve en la Fig. 8. DESCRIPCION DEL MAIZ DE ESPIGA.-La planta en altura y demás características muy parecida al maíz común. Tiene grano en la espiga, de tamaño norma1, y están atados a varios raquis que parten de un tallo común. La forma de esta espiga es igual que de la de cualquier maíz con la única diferencia de que el maíz solamente tiene flores masculinas en la espiga y en el maíz de espiga, se encuentran flores de los dos sexos. Este maíz de espiga puede desgranarse fácilmente lo cual se toma como una ventaja en la variedad. La calidad del grano es igual a la del maíz común y su forma en vez e ser dentada es ovoidea. Los granos en la misma espiga no son iguales, difieren en forma y tamaño. Sus usos son los mismos que los del maíz común y corriente. DESCRIPCION DE LA MAZORCA DEL MAIZ DE ESPIGA. La planta de esta variedad además de

los grano de la espiga tiene una mazorca y muy raras veces dos, que son exactamente iguales a la del maíz común hasta en su coloración en la caña. Los granos del maíz de espiga son en forma y tamaño iguales que los del maíz común ; su color como el del maíz blanco; su beneficio y usos, los mismos que los del maíz común. Esta característica de producción de granos en la espiga siendo también del teozinte. Los hace confirmar la creencia de que el origen del maíz común fué el teozinte. ZEA MAIZ TUNICATA.- Botánicamente esta variedad es conocida. Para los experimentos se buscó inútilmente la semilla en México, pero después de constantes observaciones minuciosas, en diferentes campos sembrados de maíz común, el autor encontró en algunas mazorcas la tendencia delos granos a cubrirse en su base con una membrana que formaba una especie de media cápsula pegada al olote. Vista de lejos la mazorca es la de maíz común y corriente. Esta variación existe casi en todas las variedades de maíz. Examinando esta membrana se encuentra parecida a las finas envolturas de la cebolla. Haciendo una colección de mazorcas de esta variación recogidas de distintas parcelas de maíz común se encontró una mazorca con sus granos cubiertos casi hasta la mitad con la misma clase de membrana fina. El ejemplar número 1 de la Fig. 9 representa ensta clase de mazorca que no es exactamente la que se sembró pero es representante del grupo de donde se tomó la semilla. Examinando la causa de esta variación se creyó posible producir por el procedimiento de cruzamiento entre sí (In breeding) una variedad del maíz tunicata y por eso se sembraron los granos de la mejor mazorca con membrana, tomada del grupo mencionado arriba. Las plantas que nacieron de estos granos tienen las características del maíz abrileño; notándose en algunas solamente la tendencia a formar las características de tunicata (Fig. 10). Tomando las dos mejores plantas de tunicata se hizo el cruzamiento entre sí con polen de

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las mismas sobre las flores femeninas abriendo el jilote. El resultado de este cruzamient entre sí fueron mazorcas más cubiertas, como se ve en los números 2 y 3 de la Fig. 9. Las mazorcas son más chicas que la original y los granos están medio cubiertos con una membrana fina, pero siempre más gruesa que la de la mazorca original. Hasta en la fotografía se nota la diferencia claramente. Como se ve, los prudctos del cruzamiento ente sí no son tan vigorosos como la planta madre, y esta tendencia se observa ya en los número 2 y 3 Fig. 9. Estas mazorcas están envueltas como en el maíz común pero además cada grano tiene su envoltura. Para fijar esta variedad se hizo otro cruzamiento entre sí con los mejores ejemplares con vaina. En esta generación se obtuvieron mazorcas completamente tunicatas, es decir, todos sus granos cubiertos y su forma bastante regular. Se puede ver el desarrollo de tunicata completa en los números 4 y 5 Fig. 9. La textura de esta envoltura del grano es muy parecida a la de las hojas de la mazorca. Los granos de esta generación, están muy adheridos por su vaina al olote, y para quitar la vaina del grano y del olote cuesta bastante trabajo. Esta es característica típica del maíz tunicata. Continuando en la misma forma el cruzamiento en otra generación se obtuvo como producto una mazorca como la representada en el número 6 de la Fig. 9. Esta mazorca no tiene ningún grano; su olote es más pequeño pues ha ido decreciendo de generación en generación y se ha ido adelgazando. En el tercer cruzamiento se produjo la completa esterilidad en algunas mazorcas y no hubo granos, sino puramente hojas adheridas al olote formando una mazorca de vainas sin grano. El resultado del cruzamiento intensivo entre sí, siempre produce esterilidad. La mazorca marcada con el número 6, Fig. 9, es un típico ejemplar de esterilidad producida por el continuado cruzamiento entre sí. Este experimento tiene su importancia más bien científica que económica. Se ve claramente que la forma primitiva del maíz común fue maíz tunicata yque

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como éste, fue desarrollado por cruzamient entre sí. Muchas veces sembrando las semillas de la 2ª y 3ª generaciones se pueden ver, según la ley de Mendel, plantas de maíz común puro, y maíz intermedio con características de los dos, tunicata y común, y maíz completamente tunicata. Haciendo cruzamiento de este maíz con maíz de espiga, el resultado es una mezcla de maíz espiga y tunicata, encontrando maíz tunicata en el de espiga, el cual tiene granos con envoltura y también mazorcas con granos envainados. Así es que estas variedades de maíz se cruzan con otra muy rápidamente y en el campo resulta maíz muy mezclado con maíz tunicata, maíz de espiga y maíz común. Por estas razones es difícil conservar la pureza de la variedad del maíz. Estos procedimientos de cruzamiento entre sí dan mucha luz en el estudio del origen del maíz común, y desde este punto de vista se estima su utilidad. El maíz tunicata, el híbrido de tunicata y maíz común, y maíz de espiga, tienen granos en su espiga algunas veces. Fig. 9. Grupo de mazorcas demostrando la regresión de maíz común a tunicata. No. 1 es maíz común con la variación de una fina membrana cerca de la base del grano, adherida al olote. En la fotografía no se ve ésta. El 2 y 3 son productos del 1er. cruzamiento entre sí. En estas mazorcas se ven granos, unos cubiertos parcialmente y otros cubiertos enteramente. La membrana de la envoltura es más gruesa que la del no. 1, y se ve claramente en la fotografía. Los núms. 4 y 5 son producto del 2º. cruzamiento; en ellos se ve la envoltura convertida en una especie de vaina y es más gruesa que en los ejemplares anteriores, siendo su estructura muy parecida a la de las hojas de la mazorca. El No. 6 es el resultado del 3er. cruzamiento entre sí. En esta generación no se produjeron granos; pero se observará que las hojas de la envoltura del grano están muy desarrolladas y son más gruesas que las anteriores. MAÍZ GRANADA.- En cualquier campo de maíz se encuentran en ocasiones mazorcas partidas en la punta y su lote bifurcado en esa parte, juzgándose en general este fenómeno como

Nuevas variedades de maiz

una anomalía o degeneración del maíz; pero en verdad es una variación causada por fuerzas internas de herencia de la semilla. En algunos otros lugares el autor encontró esta variación en mazorcas de distintas clases. Asímismo, en el Concurso de la Mejor Mazorca de Maíz en 1926, verificando en San Jacinto, D.F., siendo el que esto escribe miembro del Jurado calificador, encontró unas mazorcas partidas y de colores azul y blanco mezclados, enviadas al Concurso como una curiosidad. Sembrando algunos granos de estas mazorcas el investigador notó que las mazorcas que se obtuvieron eran enteras o sea sin divisiones, con excepción de algunas que presentaban la tendencia a partirse. De esta observación se llegó a la conclusión de que la característica de las mazorcas para dividirse es un factor de la herencia y no una simple anomalía. En el mismo año que se hicieron experiencias con la semilla obtenida en las mazorcas presentadas en el concurso de 1926, se encontraron en el campo de experimentación otras mazorcas de maíz abrileño de color blanco, que presentaban la división más marcada y fué entonces cuando el experimentador tuvo la idea de fijar estas características y comenzó en el campo de experimentación la siembra del maíz abrileño que tenía más dividida la punta de sus mazorcas y tomando algunos granos seleccionados del maíz blanco con la tendencia a dividirse de sus mazorcas y observando el crecimiento y características de las plantas que nacían, se hizo el cruzamiento de éstas con las plantas de maíz abrileño blanco y la mazorca que se obtuvo como resultado de este cruzamiento fue la que sirvió de base como planta madre para desarrollar la variedad de maíz que hemos usado con el nombre de maíz granada. Al hacerse la cosecha se seleccionaron dos de las mejores, de 3 y 4 gajos respectivamente. Sembrando granos de cada mazorca en parcelas aisladas se hizo selección en línes encontrándose en la 2ª generación mazorcas partidas en 2, 3 y 4 gajos. En esta cosecha, el 60% de las plantas aproximadamente presentaron mazorcas con gajos, (Fig. 11), en las que también se encontraron granos en su interior y

fue con esto que los que las vieron bautizaron al maíz con el nombre de “Maíz sin olote”, no tomando en consideración el olote rudimentario que estas mazorcas tiene y así quedó el nombre popularmente aceptado. Ampliando más los estudios sobre esta variedad, se observó la tendencia en algunas plantas de producir mazorcas de olote entero o no bifurcado. Muchas veces en la misma caña se encuentan dos mazorcas diferentes, una con gajos y otra cerrada, debido a que el maíz sembrado en las cercanías del campo experimental es con olote entero y por lo tanto, resulta difícil evitar el cruzamiento que se hace por medio del viento o los insectos, y casi imposible el desarrollo de la variedad enteramente pura. El año de 1928 se sembró una hectárea de terreno con la semilla de esta variedad, pero, por falta de agua de lluvia y de riego, unida a las heladas en la época de la floración, se perdió toda la cosecha. En el resente año, nuevamente se empezaron los estudios y fijación de esta variedad con las pocas semillas que se tenían. Desde hace dos año el autor ha pensado en un nombre apropiado para esta variedad, encontrando más aplicable el nombre de “Maíz granada” por la circunstancia de tener granos en su interior. Figs. 12, 13 y 14. DESCRIPCIÓN.- Las mazorcas de maíz granada son de igual tamaño que las de maíz común con granos en sus partes interior y experior. La forma de los granos es dentada y pegados a un olote rudimentario. El olote tiene 2, 3 ó 4 divisiones como gajos, unidos apenas en la base de la mazorca. Los granos no son uniformes y por dentro engranan para sostener los gajos entre sí. Su valor alimenticio es igual al del maíz abrileño. El color de los granos es blanco. Estas mazorcas fácilmente se desgranan. La proporción de grano en esta variedad, con relación al alote, es mayor que la del maíz común. Alguna, veces en la misma caña se encuentra una mazorca granada y otra como la del maíz abrileño que es una planta ancestral; el tamaño del grano y el rendimiento en forraje son iguales a los del maíz común; pero es poco más precoz el granada.

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OTRAS VARIEDADES DEL MAÍZ.- Además de las variedades antes mencionadas, existen otras como la de maíz precoz, maíz grande, maíz dulce, maíz perla, palomero (Fig. 15) colorado, amarillo, que es algo resistente a las heladas no muy intensas; maíz chato y veriedades de maíz amilácea y maíz de cultivo plano. Como estas

variedades están desarrolladas por medio de la selección y por aclimatación, en realidad son productos mejorados de las variedades existentes en el país y no productos enteramente nuevos, pero como se trata en el presente trabajo de productos nuevos, no se describen dichas variedades.

Fig. 12.- La misma mazorca de la Fig. 11, abierta para mostrar la disposición de los granos en su interior, que es parecido al interior de una granada. También se nota la forma de los granos y su ajustamiento entre sí de tal manera que uno es soporte del otro. Esta mazorca por su base une sus tres partes en un olote pequeño, común a estas partes. Fig. 11.- «Maíz Granada”. Este ejemplar tiene granos exterior e interiormente; es una variedad de maíz dentado, y los ganos están pegados a un olote rudimentario. La proporción del grano en esta variedad con relación al olote es mayor que la del maíz común. Por su naturaleza, los granos en esta variedad no tienen uniformidad, pero tienen más rendimiento.

Fig. 13.- Distintos ejemplares de “Maíz Granada”.

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Fig. 14. Uno de los ejemplares de maíz “granada” de la ilustración que se ve arriba, antes y después de abierto para mostrar la disposición de los granos en su interior.

Fig 15.- Ejemplos de maíz Palomero (a), y maíz Perla (b). Estas variedades fácilmente se cruzan con maíz abrileño, pudiendo verse en la fotografía las mazorcas un poco blancas por el efecto del cruzamiento. Este maíz tiene buen precio en el mercado. Estas variedades son más precoces que el abrileño. Chapingo, 8 de octubre de 1929. El Profesor Agrónomo. PANDURANG KHANKHOJE.

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Revista de Geografía Agrícola Guía para los autores La Revista Geografía Agrícola, estudios regionales de la agricultura mexicana, es una publicación abierta a las colaboraciones de estudiosos nacionales y extranjeros. Su temática esencial está referida a investigaciones científicas, intercambio o confrontación de ideas en torno a los problemas de regionalización y al estudio sobre las relaciones entre la agricultura, los modos de producción y el espacio geográfico, así como también a temas de etnobotánica, educación agrícola e historia de la agricultura. Se dará preferencia a artículos científicos originales e inéditos basados en datos de campo, aunque también se aceptará un número limitado de ensayos, reseñas temáticas bibliográficas o recapitulativas y traducciones de artículos o ensayos publicados en otros idiomas que se ajusten a los contenidos de la revista. Las contribuciones serán sometidas al arbitraje de tres dictaminadores y de un editor designado por el editor general y, de ser aprobadas, se adecuarán formalmente a las normas de revisión de estilo y de edición que la rigen. Los textos serán en español con título, resumen y palabras clave en español e inglés. El título no será mayor de quince palabras. Deberán desatarse las siglas, es decir poner completo el nombre de la institución o palabras sobre la metodología, por lo menos la primera vez que se mencionen. Los autores remitirán un original y dos copias en papel bond, tamaño carta, al igual que su texto capturado en CD o DVD y procesado en Microsoft para Windows. Asimismo, el autor deberá informar el tipo de programa utilizado para cuadros, gráficos o figuras. Los trabajos deberán tener como mínimo 15 cuartillas y un máximo de 40, numeradas corre-

lativamente, escritas a doble espacio, con una tipografía de tamaño 12 puntos, renglones o líneas de 66 espacios o golpes y un promedio de 27 renglones por página. Tal extensión incluye cuadros y figuras. Se preferirá que cuadros, figuras y fotografías vayan integrados en el texto y en archivo aparte en el CD, aunque si el autor tiene dificultades, podrá anexarlos al texto impreso. Los cuadros deberán tener una impresión clara. Es deseable que las figuras sean elaboradas, de preferencia, en papel albanene o, en su defecto, en papel blanco de buena consistencia en versiones originales. Para el caso de fotografías se preferirán en blanco y negro; pero, si sólo se tienen en color, el autor debe elegir aquéllas menos oscuras y sin exceso de luz, que son las que pierden menos nitidez al ser impresas en blanco y negro. En todos estos casos, el autor deberá señalar e integrar en el texto la ubicación inequívoca de los cuadros, figuras y fotografías, con sus correspondientes títulos, pies de lectura y fuentes, según sea el caso, y que se deben repetir, iguales, en esos elementos anexados separadamente. Los autores son responsables del contenido de sus trabajos. El editor general de la revista, con base en los dictámenes de los evaluadores y del editor designado rechazará los escritos que no cumplan con los requisitos mínimos; también se darán de baja las contribuciones en proceso de revisión que los autores no regresen corregidas en 30 días. Los autores enviarán sus escritos a: Revista de Geografía Agrícola, Dirección de Centros Regionales, Universidad Autónoma Chapingo, Apartado Postal núm. 65, C.P. 56230, Chapingo, Estado de México, México. Correo electrónico: [email protected] En carta adjunta deberá indicarse que dicha con-

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tribución no está sometida ni se someterá para su publicación a ningún otro órgano de difusión. También se indicarán: dirección, teléfono, fax, email, donde se localice al autor y coautores para canalizar las dudas y observaciones a los escritos, así como cualquier otro asunto relacionado con ellos. Los autores son responsables del contenido de sus trabajos y, por lo tanto, sus opiniones no representan, necesariamente, las de la revista, las de la Dirección de Centros Regionales o las de la UACh.

Estructura del artículo científico Las siguientes recomendaciones se refieren, esencialmente, al denominado artículo científico. El título. Los autores deben esforzarse porque sea breve, pero lo suficientemente informativo y preciso para caracterizar el contenido del artículo. Con estas cualidades tendrá interés práctico tanto para los bancos de datos electrónicos de abstracts como para quienes los consultan. La normatividad y usual estructura lógica del artículo científico, aceptada comúnmente (pero no en forma necesaria ni obligatoria para todos los casos), aconseja los siguientes apartados o capítulos: Resumen, Summary (que algunas revistas denominan abstract y que es el mismo texto del resumen pero traducido al inglés), Introducción, Materiales y Métodos, Resultados y Discusión, Conclusiones y Literatura citada. Esta estructura tiene una función metodológica, además de didáctica, pues se adecúa en general para exponer los resultados de la mayoría de los trabajos científicos. Sin embargo, en algunos casos, podrá ser adaptada a temas más especializados. Palabras clave. Tanto el Resumen como el Summary deben culminarse ambos, tras punto y aparte, con un máximo de seis palabras clave, y las key words también traducidas al inglés, res-

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pectivamente. Las palabras clave tienen la misma función que los títulos: hacer más eficaz el archivo y la consulta en los bancos de datos electrónicos. La Revista de Geografía Agrícola se encuentra indizada en Periódica, Índice de Revistas Latinoamericanas en Ciencias, y registrada en Latindex, Directorio de publicaciones científicas seriadas de América Latina, el Caribe, España y Portugal; y en Aleph, del CIAT-CGIAR de Costa Rica. Se recomienda a los autores interesados en enviar sus contribuciones a nuestra revista, estudiar la presentación, estructura y normas de estilo de artículos análogos publicados en ella, lo que puede ilustrarles con provechosas indicaciones. A continuación se muestra resumido el contenido mínimo de las secciones del artículo científico. Resumen. Es una síntesis breve de todo el artículo, de no más de 200 palabras. Reseña el objetivo principal, su importancia o pertinencia, en relación al problema en estudio. Describe sumariamente la metodología y conclusiones más sobresalientes apoyadas en los resultados. Expresará si el estudio está terminado o si sólo da cuenta de resultados preliminares. Evitará citas y referencias a secciones o cuadros integrados al artículo, pero debe incluir los nombres científicos de los organismos biológicos mencionados. Introducción. En este capítulo se explica más detalladamente la problemática y el objetivo del estudio. Si se expone un resumen histórico o crítico de los conocimientos existentes al respecto, debe limitarse estrictamente al tema específico abordado, precisar sumariamente lo que constituye su aportación y, en términos muy generales, los procedimientos usados, lugar donde se efectuó el estudio y su duración. Materiales y métodos. Describe con amplitud y rigurosidad el concepto de materiales en su sen-

tido amplio (condiciones fisiográficas, bióticas, climáticas, sociales, etc. del área de estudio). En relación a los métodos, expone los procedimientos utilizados: procesos técnicos, estadísticos, diseño experimental, tratamientos y variables descritos. Su rigor debe permitir que otros investigadores repitan y corroboren la metodología empleada. Resultados y discusión. Tras la presentación de los hechos observados, contrastados con un análisis lógico, que podrán exponerse agrupados con subtítulos, sus resultados se interpretan objetivamente. El uso de cuadros ayuda a la exposición, pero aquellos resultados relevantes expresados en cifras pueden requerir algún razonamiento que tenga por función cotejar las hipótesis del trabajo. Para algunos documentalistas, la parte relativa a la discusión es la que mejor refleja el nivel y madurez intelectual del investigador, pues debe indicar el significado de los hechos bajo estudio, sus causas y efectos y sus implicaciones teóricas. Si el autor lo estima, este apartado se puede presentar en capítulos separados para los Resultados y para la Discusión. Conclusiones. Si la discusión fue el capítulo apropiado para interpretar, aclarar, justificar y relacionar los resultados del estudio, las conclusiones deberán ser lógicas, claras, concisas y comprobables, así como también congruentes con las afirmaciones expresadas en el resumen. Literatura citada. Ésta debe incluir a todos los autores citados. Existe consenso entre autores, correctores de estilo y editores que la cita bibliográfica en los artículos científicos es donde se presentan más dificultades y consiguientes errores. Para ayudar a evitarlos se indicarán ejemplos para la diversidad de los casos más frecuentes. Citas en el texto. En todos los casos se utilizará el sistema nombre (año). Ejemplos: Si es un solo autor: García, 2001; dos autores: Méndez y Ortiz,

2004; si se cita a más de tres autores: Márquez et al., 2003. Según la redacción de la frase donde van insertas, también es correcto señalar el apellido del autor y el año encerrados en paréntesis: (García, 2001). También puede darse el caso de que, en relación a un hecho temático, deba citarse a numerosos autores seguidos. Por ejemplo: “...se han referido a estas consecuencias diversos investigadores (Acosta, 1998; Bustos et al., 2003; Espinoza y Martínez, 2002; Zumaeta et al., 2004), quienes concluyeron...” En este caso las referencias se ordenaron alfabéticamente; también se pueden situar de modo cronológico. Sobre un error sumamente frecuente: la grafía latina et al., que significa “y otros”, es la abreviatura de et alii, y como el último fonema está apocopado lleva punto (.). Cuando se deba citar a autores que publicaron artículos o textos en un mismo año, ellos serán diferenciados con el agregado de letras como a, b, etc. Por ejemplo: (Cancino, 2004a). Tal particularización también deberá ser consignada en el capítulo de literatura citada. Citas de pie de página. Cuando se cite una información restringida, un texto técnico fotocopiado o una afirmación verbal, categorías que caen dentro de la definición de Comunicación personal, por no tener el carácter de una edición pública se incorpora como cita de pie de página. En ésta se consignarán los datos sobre la fuente de esa información, autor personal o corporativo y su dirección. Cuando el autor precise añadir alguna información adicional, puede acudir sin excesos a la cita de pie de página. Todas éstas se enumerarán correlativamente a lo largo del artículo. Se deben restringir al máximo las citas de fuentes secundarias. Si no ha sido posible ubicar la fuente original, se consignarán –por ejemplo– con la tan recurrida forma de: Hernández, citado por Ojeda (1982). Para estos casos la referencia en literatura citada sólo recaerá en Ojeda (1982). Las citas provenientes de periódicos se harán

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bajo el nombre de la publicación. Por ejemplo: La Jornada (2004). Normas generales. El apartado de Literatura citada incluirá todas las referencias que se hayan mencionado en el artículo, en orden alfabético, según la primera letra del primer apellido del autor principal o, en su caso, del autor corporativo. La cita o referencia bibliográfica se transcribirá en el idioma original del texto consultado. Cada componente o elemento de una cita bibliográfica se separa por un punto. La reproducción del nombre de un libro o un artículo, salvo la primera letra del título, los nombres propios y la primera letra del género de alguna especie biológica mencionada y las iniciales de sus clasificadores, se escribirán en minúsculas. Se recomienda reproducir con letras mayúsculas iniciales los nombres completos de congresos, memoria, simposio o reunión. Un autor principal o único de un libro o artículo será presentado así:

mo”. Éstos, sin embargo, son editados por alguna institución gubernamental, de investigaciones, educativa, entre otras. En este caso debe adjudicárseles a estas organizaciones la calidad de autor corporativo. Ejemplo: Secretaría de Programación y Presupuesto. México. 2001. Manual de estadísticas básicas para el sector agropecuario y forestal. México. 1 275 p. Citas de periódicos: La Jornada. 1994. La crisis alimenticia y el papel de la investigación agropecuaria. Septiembre 25, México, p. 22. Varios autores:

Autor corporativo:

La cita del autor principal se ordena por el apellido paterno desarrollado, inicial del segundo apellido (si lo usa y aunque aparezca completo en la obra reseñada), cerrado por punto y seguido de la coma, la(s) inicial(es) del o los nombres propios y luego de la conjunción “y” va la letra inicial del nombre del segundo autor, cerrado con punto y subsiguientes autor(es) van en su orden normal. Para estos casos los nombres y apellidos de los autores van separados por punto y coma (;) y el último, antecedido por la conjunción “y”. Ejemplos:

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. 1994. Censo agrícola y ganadero de Oaxaca. Tomo II. Aguascalientes, México. 409 p.

Rzedowski, J. y G. Calderón R. Flora fanerogámica del Valle de México. Vol. I. CECSA. México. 403 p.

Las palabras de los nombres de las instituciones deberán ir completos sin utilizar siglas.

Pulido S., M. T. y S. Koch. 1998. Inventario florístico en el cerro Tetzcotzinco, Texcoco. Soc. Bot. Méx. 257 p.

¿Anónimos? Existen numerosos textos que no registran nombre de autor. Es habitual verlos reseñados en las bibliografías como “Anóni-

Crespo, H.; R. Reyes; E. Vega; A. Embriz; C. Zolla; C. González; A. Pinet y B. Sharry. 1998. Historia del azúcar en México. Fondo de Cultura Económica y Azúcar S.A. México. 593 p.

Bravo H., H. 1978. Las cactáceas de México. 2ª ed. Universidad Nacional Autónoma de México. México. Márquez S., F. 1993. “Mejoramiento genético de maíces criollos por retrocruza limitada”. En: Agricultura y agronomía en México: 500 años. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. pp. 417-429.

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No se permite poner en la bibliografía et al., se deben poner los nombres completos como en el ejemplo anterior. Winton, A. L. y K.B. Hilton. 1945. The analysis of foods. John Wiley & Sons. New York, usa. 999 p. Cita analítica o artículo monográfico integrado a una publicación: Casanova M., E. y J.M. Piña O. 1993. “Tradición, modernidad e hibridación cultura”. En: Agricultura, agronomía en México: 500 años. Fuente, J. de la; R. Ortega y M. Sámano (Coords). Dirección de Difusión Cultural. Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo, México. pp. 3-11. Cuando es necesario consignar traductor(es), trad.; editor(es), ed.(s): Falconer, D.S. 1971. Introducción a la genética cuantitativa. F. Márquez S. (trad.). Ed. Continental. México. 430 p. McClinton, B. 1978. “Significance of chromosome constitution in tracing the origin and migration of races of maice in the Americas”. En: Maice breeding and genetics. Walden D.B. (ed.). Wiley. New York. pp. 159-184. Las casas editoras ya sean particulares, instituciones o universidades deberán ir con sus nombres completos, sin siglas, excepto las internacionales como fao, onu, etcétera. Artículos en revistas periódicas: Cuando se citan artículos publicados en revistas periódicas, el orden de sus elementos es el siguiente: nombre del autor/ año/ título del artículo, entre comillas (según las reglas de corrección de estilo de la Revista de Geografía Agrícola) /nombre de la publicación periódica/ tras

una coma (,) /volumen, mes y año (en general, reproduciendo estos datos que consigna la portada de la publicación) /ciudad o país / páginas inicial y final del artículo citado. También es correcto indicar, separadas por un guión las páginas consultadas. Las sociedades científicas internacionales y de documentalistas, con el fin de aligerar de datos tales referencias, han acordado abreviarlos. Las normas del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, IICA (1985), aconsejan reproducir así los siguientes datos: Año II, núm. 4 como 2(4); Volumen 4, núm. 8 como 4(8), entre otros. Ejemplos: González Q., L. 1972. “Las cactáceas subfósiles de Tehuacán, Puebla”. Cactáceas y Suculentas Mexicanas 17 (1):3-15. Bartolomé, R. C. y P. Morales. 1978. “Lignina, energético del futuro”. Ciencia Forestal 3: 44-58. La cita electrónica. Como las referencias bibliográficas de este tipo son cada vez más frecuentes, añadimos un ejemplo: Vargas M., F. 2004. Estado de México: Parques nacionales de México. (Publicación en línea, disponible en internet en el sitio http://www2. planeta.com/mader/ecotra/méxico/parques/ edomexico2.html [con acceso el 9-8-2000]. Una advertencia sobre apellidos. Desde hace pocos años, algunas revistas científicas nacionales, comenzaron a aplicar una norma: los apellidos de autores hispanohablantes, mexicanos y latinoamericanos “deben estar separados (sic) por un guión sin espacios”. Así empezaron a aparecer los Marroquín-Andrade, los Castillo-González, los García-Villanueva, etc. Ninguna de estas publicaciones ha explicado la razón de tal rebautizo. En nuestra revista no se utilizan los guiones. Una recomendación final. Las diversas uniones científicas internacionales están adecuando, regularmente, sus convenciones para usos de

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signos, unidades, símbolos, presentación de fórmulas químicas y matemáticas y nomenclaturas. Los manuales de estilo más actualizados, en general, recomiendan a los autores remitirse, en cuanto a ciencias biológicas, a las convenciones acordadas por el Código Internacional de Nomenclatura Botánica, también a las referidas a los de bacterias y zoológicas. Asimismo, todas coinciden en la obligatoriedad del uso del Sistema Internacional de Unidades.

La Revista de Geografía Agrícola y el Programa Editorial de la Dirección de Centros Regionales reiteran su disposición a unir esfuerzos que posibiliten a nuestra Universidad arribar a normas consensuadas para sus productos editoriales. Tal normatividad, con sus diversas vertientes disciplinarias, nos acercará con más eficacia hacia una real excelencia universitaria. Si se realizara algún cambio en las normas bibliográficas de inmediato les será comunicado.

Al respecto, se recomienda leer críticamente la “Guía para Autores” de Agrociencia del Colegio de Postgraduados, el Manual de Tesis de Estudios de Posgrado de la UACh; y la “Guía para someter contribuciones a la Revista Chapingo, Serie Horticultura.”

Coordinación Editorial de la Revista de Geografía Agrícola Octubre, 2009.

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Árbitros que participaron en el núm. 54 de la Revista de Geografía Agrícola Alberti Manzanares, Pilar Doctora en Antropología Programa de Desarrollo Rural Colegio de Postgraduados Montecillo, Edo. de Méx. Damián Huato, Miguel Ángel Doctor en Ciencias Agronómicas Instituto de Ciencias Agrícolas Benemérita Universidad Autónoma de Puebla Puebla, Pue. García Chávez, Luis Ramiro Doctor en Economía Agrícola Centro Regional Universitario de Occidente, UACh. Guadalajara, Jal. Martínez Saldaña, Tomás Doctor en Ciencias Sociales Programa de Desarrollo Rural Colegio de Postgraduados, Montecillos, Edo. de Méx. Pérez Portilla, Emiliano Doctor en Ecología y Recursos Naturales Centro Regional Universitario de Oriente Huatusco, Ver.

Ramírez Valverde, Benito Doctor en Desarrollo Rural Colegio de Postgraduados Campus Puebla. Sámano Rentería, Miguel Ángel Doctor en Economía Departamento de Sociología Rural, UACh Chapingo, Méx. Sánchez García, Pastor Maestro en Ciencias en Desarrollo Rural Centro Regional Universitario del Noroeste, UACh. Cd. Obregón, Son. Serrano Gálvez, Enrique Doctor en Ciencias Forestales División de Ciencias Forestales, UACh Chapingo, Méx. Uribe Gómez, Miguel Doctor en Economía Coordinación de la Maestría en Agroforestería Chapingo, Méx.

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