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Med Clin (Barc). 2013;140(3):139–143
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Cartas al Editor Sumisio´n quı´mica, oportunista o premeditada Chemical submission, opportunistic or premeditated Sr. Editor: ˜ a todavı´a no existen suficientes datos epidemiolo´gicos En Espan sobre el feno´meno de la sumisio´n quı´mica (SQ), ni a nivel clı´nico ni forense1, policial o judicial, y coincidimos con Xifro´ et al.2 en que es necesario mejorar el abordaje de este problema, bien conocido en otros paı´ses, en los que se han desarrollado estrategias de intervencio´n en todas las esferas profesionales y con los distintos estamentos sanitarios involucrados en su prevencio´n, asistencia y persecucio´n1. Precisamente, para mejorar el abordaje de esta entidad, hay grupos que abogan por redefinir, amplia´ndolo, el concepto de SQ, diferenciando entre SQ oportunista (en la que se aprovecha la alteracio´n del estado mental producida por el consumo voluntario de to´xicos), y SQ premeditada o proactiva (administracio´n deliberada de to´xicos con el fin de realizar un acto delictivo sobre la vı´ctima elegida)3,4 Esta diferenciacio´n esta´, adema´s, en relacio´n con el uso/abuso de alcohol, to´xico ma´s frecuente en todas las series de SQ, con una incidencia que oscila entre el 40 y el 70%, y que preocupa enormemente en segmentos de poblacio´n joven que practican el binge drink1. No obstante, queda por determinar la prevalencia en la SQ de sustancias como el gammahidroxibutirato (GHB) y la escopolamina, pues aunque en las series publicadas parecen tener escasa presencia en casos de SQ, al no detectarse en ˜ oles o por pra´cticamente ningu´n laboratorio de los hospitales espan su corta vida media, puede que su incidencia se haya subestimado5. Situacio´n similar podrı´a ocurrir con otras drogas, fa´rmacos y plantas de reciente uso recreativo, en especial con la preparacio´n conocida como burundanga, me´todo popular empleado en Sudame´rica para perpetrar SQ premeditada6. Respecto a la dimensio´n pedago´gica del caso, queda por aclarar el positivo para cocaı´na y opia´ceos que presento´ la paciente, la cual negaba la ingesta de estos to´xicos2. Desconocemos, adema´s, si para la redaccio´n del caso se conto´ con los me´dicos de Urgencias que atendieron a la paciente en las 2 visitas al hospital, pues parece aventurado hablar de errores sin presentar el historial de visitas a Urgencias de la paciente7 ni la impresio´n clı´nica de los facultativos que la atendieron. Conviene recordar que, con frecuencia, en Urgencias se trabaja en condiciones de gran presio´n asistencial8, frente al ritmo ma´s pausado del a´mbito judicial, lo que en ocasiones hace que incluso profesionales experimentados puedan errar9, como podrı´a colegirse del caso presentado2. Ello, adema´s, en nada beneficia a la relacio´n entre todos los actores que debemos velar ˜a. Las condiciones por que aflore el feno´meno de la SQ en Espan Ve´ase contenido relacionado en DOI: http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2011.08.001
asistenciales tampoco ayudan a implementar medidas diagno´sticas como las propuestas por Cruz-Landeira et al. (4 tubos de sangre total anticoagulada con EDTA —para evitar la formacio´n in vitro de GHB— y 2 tubos con fluoruro, 2 tubos como mı´nimo con 30 ml de orina, que tambie´n deben enviarse en condiciones de refrigeracio´n, y citar a la vı´ctima a las 3-5 semanas de la supuesta agresio´n para obtener 2 mechones de pelo del grosor de un la´piz de la nuca, cortados a ras del cuero cabelludo)1. Finalmente hay que resaltar lo infrecuente y el abigarrado desarrollo del caso expuesto, respecto a las agresiones sexuales ma´s frecuentes en caso de SQ, lo que lo hace muy interesante respecto a lo publicado en la literatura me´dica1,4. Como ya habı´amos apuntado previamente10, la puesta en marcha de estudios epidemiolo´gicos, el desarrollo de programas de formacio´n especı´fica y de la implantacio´n de protocolos de actuacio´n deben ser multiprofesionales y transversales, englobando, adema´s, en el a´mbito sanitario a Atencio´n Primaria, Centros de Atencio´n a las Drogodependencias y Servicios Sociales. Bibliografı´a 1. Cruz-Landeira A, Quintela-Jorge O, Lo´pez-Rivadulla M. Sumisio´n quı´mica: epidemiologı´a y claves para su diagno´stico. Med Clin (Barc). 2008;131:783–9. 2. Xifro´ A, Barberı´a E, Laguna C, Arroyo A. Sumisio´n quı´mica: mejoras en la coordinacio´n. Med Clin (Barc). 2012;138:458–9. 3. Hall JA, Moore CB. Drug facilitated sexual assault–a review. J Forensic Leg Med. 2008;15:291–7. 4. Xifro´ Collsamata A. Drug-facilitated sexual assault. Rev Esp Med Legal. 2008;34:52. 5. Varela M, Nogue´ S, Oro´s M, Miro´ O. Gamma hydroxybutirate use for sexual assault. Emerg Med J. 2004;21:255–6. 6. Burillo-Putze G, Climent Garcı´a B, Medina Verga L, Toledo Ravelo A. Las smartdrugs: un nuevo reto clı´nico en urgencias y emergencias. Emergencias. 2010;22:477–8. 7. Miro´ O, Galicia M, Sa´nchez M, Nogue´ S. Factores que determinan la reconsulta a urgencias tras una atencio´n urgente por consumo de cocaı´na. Emergencias. 2010;22:408–14. 8. Salmero´n JM, Jime´nez L, Miro´ O, Sa´nchez M. Ana´lisis de la efectividad y seguridad de la derivacio´n sin visita me´dica desde el triaje del servicio de urgencias hospitalario por personal de enfermerı´a acreditado utilizando el ˜ ol de Triaje. Emergencias. Programa de Ayuda al Triaje del Sistema Espan 2011;23:346–55. 9. Rodrı´guez Reyes R, Herna´ndez Sua´rez M, Padilla Pe´rez AI, de la Torre Ferna´ndez ´ lcera de Lipschu¨tz: una urgencia poco conocida. Emergencias. de Vega FJ. U 2012;24:77–8. ˜ as-Laita A. Sumisio´n quı´mica. Med Clin 10. Nogue´-Xarau S, Burillo-Putze G, Duen (Barc). 2009;133:684–5.
Guillermo Burillo-Putzea,*, Angeles Lo´pez-Herna´ndeza, ˜ as-Laitab Marcos Expo´sito-Rodrı´gueza y Antonio Duen a Servicio de Urgencias, Hospital Universitario de Canarias, Tenerife, Espan˜a b Unidad Regional de Toxicologı´a Clı´nica, Hospital Universitario Rı´o Hortega, Valladolid, Espan˜a * Autor para correspondencia. Correo electro´nico:
[email protected] (G. Burillo-Putze).
http://dx.doi.org/10.1016/j.medcli.2012.05.035
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