111 CUARZO AMATISTA - Guia breve de minerales para terapia. Por Guillem Catala.pdf

May 30, 2017 | Autor: Guillem Català | Categoria: Alternative Therapies, gemoterapia, use therapeutic of gems
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CUARZO AMATISTA - uso en terapias o en decoración. Por Guillem Català El cuarzo amatista es uno de los minerales más bellos y fascinantes, un verdadero regalo de la Naturaleza. Transmite poder y orden de manera equilibrada, y suscita la inquietud por transmutar y ascender en nuestra existencia. Representa y contagia el ansia de superar las limitaciones, tomar conciencia y abrirse a nuevas realidades. Es la forma más elevada del cuarzo, el mineral más común en la superficie terrestre. Con la ventaja de que al encontrársela un poco en todas partes y en abundancia es fácilmente asequible en piezas de gran belleza. Lo que la amatista trasmite es lo que realizó al formarse. Es cuarzo que al cristalizar acepta iones de manganeso e hierro, más o menos hidratados, en entornos de basaltos o granitos, rocas que son radiactivas. Con persistencia la radiactividad incide y desaloja átomos de silicio de la malla cristalina y se substituyen por dichos iones. Puede suceder esto en la profundidad de la Tierra, en el magma, o en la parte solidificada cercana a la corteza, acompañando al proceso de formación de los granitos, y se forman filones que más tarde el tectonismo eleva a la superficie. También puede formarse al emerger masas de cuarzo con las lavas basálticas y cristalizar en las grietas, aportando los basaltos los cationes. Esta es la amatista telúrica que es áspera y fuerte. Pero también es usual se forme en un proceso secundario sedimentario o hidrotermal, al rellenar aguas silíceas los agujeros que quedan en la lava (que es radioactiva). Sucede que las aguas se infiltran en lava sólida, en tuberías volcánicas o en fisuras del basalto, y se generan geodas, algunas monumentales, o tapizar las rocas como alfombras, pirámides o drusas. A media temperatura (300º), o hidrotermal a baja temperatura, es un proceso breve en términos geológicos en zonas que fueron volcánicas, en general en lechos marinos. De alguna manera el amatista aprovechar la oportunidad en condiciones desfavorables, pues el cuarzo cristaliza mejor a partir de 500º (y así daría lugar a un citrino). La amatista sedimentaria o hidrotermal es vital, suave y refinada, pues ha pasado por procesos que depuran. Es la más útil a efectos terapéuticos. En ambos caos, la amatista cristaliza en colonias, como mineral sociable, y tras formarse en condiciones tan intensas y adversas, es la expresión más elevada de los paisajes donde se hallan. No se la considera una gema por ser común, dado el prejuicio que vincula precio y belleza. Ahora bien, en la antigüedad y hoy en alguna cultura oriental se la considera gema, y al pulirla se logran joyas de belleza inmaterial – pero sin superar la fuerza y claridad de las que no han sufrido manipulación. Si se adquieren hay que ir con ojo pues se hornean para aumentar el color o falsificar el citrino, con lo que se desvitalizan por el maltrato. El amatista toma la energía de donde nace y de los constituyentes, y los eleva en el proceso formativo. A su personalidad colabora que el hierro es fuerte y telúrico, el manganeso terrenal, delicado y suave, y el cuarzo, correlato mineral del carbono de los seres vivos, es vital y con clara fuerza ascensional. El proceso formativo proporciona la tendencia a perseverar y en su natural prosperar. Resulta así un mineral de alta vibración y gran pureza, que busca Cielo a partir de la Tierra. Existe en numerosas modalidades y en todos los colores, según cómo sean los cationes y la formación. El usual es violeta, por el manganeso y algo de hierro; si lleva poco es transparente. Cuando el color es intenso, o traslúcido u oscuro lleva mucho hierro. Cuando tiene bastante manganeso e hierro (en valencia +3) es púrpura. Si sólo lleva hierro es azul, amarilla, naranja o negra y se denomina cuarzo de dicho color - pero es amatista si no es intrusión sino reemplazo de átomos. Señalar que la amatista como mineral está en proceso de cambio y la valencia del hierro es vacilante y la luz puede alterarla. Para fortalecer las piezas convienen breves exposiciones al sol, sin excederse pues la insolación puede alterar el color. Los efectos concretos del amatista derivan de cuál sea el proceso formativo, pero siempre es enérgicamente ascensional. Cosa de antiguo conocida y que le dio el nombre, que en griego significa ‘sin borrachera’ o ‘sin delirio’, pues la alta vibración atenúa el delirio etílico y como tal entró en la mitología. También se usaba para atenuar los ataques de pánico o brotes paranoicos, y en prácticas místicas del éxtasis, por la alta vibración. Y cabe decir que, sin excederse, tiene utilidad en dichos casos. También fue muy apreciada en Egipto, en particular para grabar sellos personales, ya que es dura e imprime su virtud al usarla. El cristianismo la

usa como símbolo de la renuncia a los bienes mundanos y del poder de la sabiduría divina; en el Apocalipsis es la piedra básica de conexión celeste. Si nos abrimos a ella, y fácil es hacerlo, el amatista trasmite paz, aceptación y elevación a partir de las circunstancias concretas. Calma la mente, la equilibra, y alivia la adicción a substancias, a emociones y a personas. Puede ser un apoyo para trabajarse si uno se halla en una relación tóxica, o para sobrellevar y marcar distancias de personas tóxicas. Suaviza los excesos irracionales de la ambición y da sentido a la cortesía y amabilidad. Armoniza cuerpo, mente y alma, lo que en caso de enfermedad es un auxilio sanador. Tiene un poder inspirador y trasmutador válido para todo, en particular puede ayudarnos en el cultivo personal y la creatividad. Nos puede abrir a planos superiores de conciencia si en verdad estamos preparados para ello, pero debe usarse con precaución. En terapia el amatista es de uso universal, vibra en cualquier frecuencia y afecta a toda parte del cuerpo y del alma. Por ello no debe faltar en cualquier tratamiento con gemas. Lo dicho es genérico, a menos que la amatista sea tu piedra personal, y en la práctica conviene ceñirse a efectos específicos, pues es piedra yang, ordenada y con multitud de matices operativos. La negra y amarilla afecta más al abdomen, la azul al chacra 5, y sientan plaza aparte. La púrpura al 6 y 7. La violeta hiperestimula el chacra 7, con lo que energetiza y abre todo el cuerpo energético, lo fortalece y vivifica por reconectarlo con Cielo y Tierra, pues al ascender lo terrestre lo empareja con lo celeste descendente. Esto es muy fácil de percibir, por ser intenso y claro. El amatista es fuego descendente, como la energía celeste. Además, nada energetiza más al organismo que un leve contacto con el alma, que la amatista puede facilitar. Es piedra sintonizadora y canalizadora que nos ayuda a conectar con la dimensión elevada de la existencia, pero hay que esforzarse por conservar los pies en tierra. En cirugía energética se usan afiladas puntas de amatista para cortar el aura y drenar energías podridas. Si se busca la comunión con la Naturaleza, es ideal para abrirse a las propiedades de piedras, montañas y paisajes. Se la puede trabajar de todas las maneras, incluso las más insólitas, como formar mandalas, ruedas de medicina o laberintos. También se usan como agujas de geoacupuntura o acupuntura sobre las capas exteriores del cuerpo energético humano. Es piedra maestra de vinculación de lo celeste con lo terrestre; hace excelente pareja con el cuarzo, que es maestro en la conexión terrestre. En decoración limpia, purifica y protege los lugares, y los vuelve más transparentes. Se usa para regular la potencia fuego o metal de los rincones apropiados.

La amatista telúrica suele ir aparejada con cuarzo, por formarse conjuntamente con él. La sedimentaria e hidrotermal a veces aparece con calcita, como se aprecia en algunas de las imágenes siguientes. Abajo, una apacible, pero incisiva y eficaz, amatista en matriz de cuarzo. Es de Jackson Crossroads, Condado de Wilkes, Georgia, USA. Mide 7 cm:

En Indonesia el amatista (‘kecubung’) se aprecia como gema, sobre todo para anillos, vinculados con la buena suerte y las ceremonias de esponsales. En sus islas se la encuentra de todos los colores, si bien es raro las dejen naturales (se llaman ‘wulung’), pues se pulen o cortan desvirtuándolas un tanto. Domina el manganeso en las de sutil transparencia:

Las amatistas rematadas en gruesa cabeza se denominan cetros. Son particularmente fuertes. Con frecuencia el amatista incluye otros minerales, como puede observarse en este ejemplar de 34 mm del Crystal Park, Elkhorn Hot Springs area, Montes Pioneer, Condado de Beaverhead, Montana, USA. Por la forma puede usarse en meditación visualizando la base colocada en el centro del cerebro o tálamo (hara 3) y con la punta ascendiendo, lo que deshace bloqueos y ayuda a reprogramarse con firmeza y claridad a nuestra conexión con lo alto, para que se mejore:

Fotos de: 1) www.wilenskyminerals.com. 2) Prabusiliwang Syamsuri, flickr 'prabu siliwangi'. 3) Xiao-dong Xu, www.geologypage.com

La amatista cubre toda la gama vibratoria en sentido de elevación. Puede ser sutil con fino trabajo de la sensibilidad como la de arriba, de Goboboseb (Namibia), un antiguo volcán. Al ser de origen volcánico y telúrico, a pesar de su sofisticación no deja de ser un tanto primigenia y fuerte, suavizada porque contiene agua en su interior, que procede de su periodo formativo. En meditación sirve para desbloquear. Propaga energía ascendente que viene desde la base de la columna, desbloquea la coronilla y conecta con otros planos, o ayuda a disipar lo que lo obstruye y restaura la situación inicial de conexión para armonizarse mejor desde Tierra con el Cielo. La amatista puede ser también sobria y contundente, como la de abajo, de Queensland (Australia), que limpia y refuerza el chacra 7:

Fotos de: 1) internet. 2) Patrick Gundersen, folk-stone.com

En las regiones de la vertiente sur de los Pirineos se produjeron erupciones volcánicas muy recientes, producto tardío del empuje de las placas tectónicas africanas que elevaron la cordillera, proceso comenzado a inicios del Terciarioy que aún sigue. Quedan muchos volcanes inactivos y depósitos de cuarzo, a veces amatista, de origen telúrico. Pieza de 118x64x50 mm de la Pedrera Mas Sever, Sils, Girona, España. Es intensa y contundente, aunque poco matizada, para reforzar. Desde Tierra refuerza todo el organismo y limpia con fuerza ascensional y levemente abre el chacra 7:

A veces cristaliza la colonia en torno a un punto a modo de corona:

Fotos: 1) www.fabreminerals.com, www.minfind.com/mineral-149657.html. 2) Anthony Bradford, www.crystal-information.com

Las amatistas pueden formar insólitos juegos. En cuevas la irrupción de aguas siliceas puede recubrir las estalactitas con un manto de amatistas. La de la foto tiene 120x57x67 mm, el cristal grande de 19x13 mm, y procede de la Cantera Catalán Grande, Artigas, Uruguay. La estalactita de calcita, más blanda, hace mucho que desapareció y dejó un hueco. Una propuesta de meditación, difícil pero terapéutica, es imaginarse dentro de la pieza o usarla a modo de casco.

Fotos: Jordi Fabre, www.fabreminerals.com/specimens/RSSAM-america-del-sur-minerales-de-referencia.php#MB99I0

Las geodas son sedimentarias y son la forma más delicada, suave y vitalista de las amatistas. El racimo proviene de Magaliesburg, Suráfrica, y es particularmente rico y matizado. Vibratoriamente aporta varias propuestas que se resuelven en las más potentes. Como efecto terapéutico sobre el chacra 7 viene a recordar la original conexión con lo alto, por si hubiera error en cómo nos tomamos nuestras visicitudes. La pieza, de tantas posibilidades, activa lo que más conviene a la persona. En meditación colocada en la coronilla hace florecer la conexión con la pauta apropiada:

En México, en diferentes lugares los cuarzos y las amatistas son de un sobresaliente poder. Esta pieza es de 12,5 cm, de la Mina La Sorpresa, Amatitlán, Guerrero, México. De gran pureza implica reconexión con la fuerza del cosmos:

Fotos de: 1) J.J.Harrison [email protected], en.wikipedia.org. 2) www.wilenskyminerals.com

Por infiltración de minerales en las geodas o drusas se forman poderosas combinaciones, de gran belleza cromática, cuando la amatista recubre otro mineral. En esta, de Brasil, recubre una estalactita. A efecto terapéutico se combina el juego de colores, del chacra 2 con el 6, ambos vinculados en una misma capa del cuerpo energético exterior:

Las estalactíticas son las formas más curiosas que adopta el amatista (y otros minerales), como en esta de la Cantera Santino, Artigas, Uruguay. El conjunto tiene 104x163x115 mm. Las colonias emanan un impulso coordinador y armonizador con el entorno que conviene no desdeñar. Lo ascensional de la estalactita lo remata el amatista:

Fotos: 1) chemistry.about.com. 2) www.exceptionalminerals.com

Hace 130 millones años se produjeron emergencias de lava en lo que hoy es norte de Uruguay y sur del Brasil. La lava al enfriarse atrapó gas, que formó huecos o tuberías antes de escapar por fisuras. Al infiltrarse aguas silíceas se crean geodas. En Artigas (Uruguay) hay geodas gigantes cubiertas por tapices de amatistas. La primera fue proclamada en internet el mineral más bello del mundo. La horizontal es de la Cantera La Catalana mide 5 m y pesa 12 toneladas:

Fotos: 1) www.elpais.com.uy . 2) www.stonesagateamethyst.com. 3) www.agatafinecrystals.com

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