60 aniversario de \'La Estructura\' de Kuhn

July 7, 2017 | Autor: Fernando Álvarez | Categoria: Filosofía de la Ciencia
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REVOLUCIÓN Y CAMBIO DE LÉXICO: LECCIONES PARA UNA PRAGMÁTICA
DR. FERNANDO ÁLVAREZ ORTEGA
AGOSTO 29, 2012

El día de hoy, en este coloquio en donde estamos conmemorando el 50 aniversario de la publicación de La estructura de Thomas Kuhn; ese físico que por incorporarse a un programa de divulgación de la ciencia, empezó a estudiar diferentes momentos históricos de la misma, gracias a lo cual fue capaz de vislumbrar o, si se quiere, intuir ciertos rasgos en el proceso de generación y desarrollo de la ciencia. Como decía, el día de hoy quiero tratar un punto específico en la obra de Kuhn, su noción de que las revoluciones científicas implican cambios en el léxico y mostrar como eso está relacionado con una pragmática del lenguaje.
Para iniciar quiero afirmar que Kuhn con su Estructura de las revoluciones científicas genera un momento refrescante dentro de las concepciones de la filosofía de la ciencia, además de inaugurar una disciplina académica, la historia de la ciencia. Aunque, siendo completamente honestos con Kuhn, éste no busca que la ciencia sea puesta en duda al contrario quiere fundamentar de forma definitiva al conocimiento científico a través de una descripción de su desarrollo histórico, mostrando la manera en que se da el cambio científico; cambio que no se presenta de forma tenue.
Resaltando algunas de las ideas básicas que se presentan en esta obra, puedo señalar que Kuhn no busca una ruptura total con tradición la empirista lógica, al contrario, en tanto que científico, viene a aceptar los presupuestos fundamentales de esa posición. Podría concluir, que él acepta las bases de la denominada 'concepción heredada'. En este punto podría agregar, siguiendo a Alexander Bird, que, si éste hubiera rechazado de forma más violenta a sus predecesores, el cambio hubiera sido menos dramático pero más verdadero. El problema fundamental con Kuhn, parte fundamental de los errores en su interpretación (al menos inicial), es que él está tratando de apoyar con datos históricos a sus predecesores.
Así, Kuhn se enfrenta a una serie de nociones dominantes en un momento determinado; ideas del tipo de que el proceso científico es lineal y uniforme. De esta manera no cambian las formas de generar conocimiento, ni cambian, tampoco, los tipos de conocimiento producido; sólo viene a cambiar la cantidad de conocimiento adquirido. Ésta parte del hecho de que el conocimiento científico es acumulativo.
Él trata de mostrar que eso no es posible, ya que no siempre ha existido una práctica científica, una práctica establecida de la ciencia. Realizando una revisión histórica descubre que en momentos anteriores no hay una práctica, hay diversas prácticas competidoras; por ejemplo, las nociones de movimiento físico existentes en la Edad Media, tal vez una es dominante, pero no hay una sola aceptada por toda la comunidad. Al realizar este tipo de análisis histórico va descubriendo grupos de características propias del denominado conocimiento científico.
Este primer momento viene a ser caracterizado como una etapa de ciencia inmadura; el detonante de ésta es la curiosidad ante la percepción de un nuevo fenómeno, al que se le trata de dar una explicación de carácter racional. Este momento puede extenderse por siglos, ya que ninguna de las explicaciones deviene dominante sino que aparecen grupos diferentes que vienen a competir entre sí, todo viene a girar en torno a las teorías o enfoques que cada uno de los grupos postula. En algún momento por alguna razón, de la que no habla Kuhn de forma directa, se adquiere un cierto nivel de madurez epistemológica que permite que aparezca lo que se denomina la ciencia madura. De esta forma, puedo concluir, que la ciencia madura requiere un alto nivel de capacidad epistemológica en torno a las virtudes explicativas de la teoría; esto es, la ciencia madura aparece cuando una explicación se sobrepone a cualquier otra gracias a su capacidad de explicar el fenómeno en cuestión.
Esta ciencia madura kuhniana viene a presentar dos momentos, los que viene a denominar como ciencia normal y ciencia revolucionaria. Los dos son indispensables ya que las capacidades explicativas de las teorías, cualquier teoría, son limitadas; en algún momento la teoría ya no puede dar cuenta de la complejidad del fenómeno.
En el primer momento de la ciencia madura, la ciencia normal, la estabilidad es total; ya que ésta está dominada por un paradigma, que puedo llamar una visión dominante explicativa que viene unida a una serie de prácticas de investigación. La ciencia normal conlleva la replicación de las prácticas epistemológicas por los diferentes grupos de investigación, de tal forma que todos los aspectos de la investigación se ven moldeados por el paradigma.
Éste tiene la función principal de plantear una serie de problemas, mismos que son resueltos por la ciencia normal. Un aspecto básico en Kuhn es que la ciencia normal tiene capacidades limitadas de solución de problemas; no todos los problemas pueden ser resueltos con las herramientas epistemológicas de ésta, los elementos no resueltos se convierten en anomalías. Las anomalías son todos esos elementos que no pueden ser resueltos con la ciencia normal; por ejemplo, en la teoría de la gravitación universal de Newton se presentaban una serie de anomalías en la órbita de Mercurio. El periodo de estabilidad de la ciencia normal va avanzando, habría que agregar, sumando anomalías, hasta que en un momento determinado el número de éstas ya no es manejable o soportable por la ciencia normal, en ese momento aparece una crisis.
Las crisis vienen a ser estadios naturales en el desarrollo científico que pueden caracterizarse como la acumulación desmedida de anomalías. Las crisis son un momento epistemológico importante, son el momento en que aquellos que cultivan una disciplina empiezan a dudar del paradigma. Son momentos de inestabilidad epistemológica, aquello que el paradigma debe explicar ya no lo hace; demasiados fenómenos ya no son resueltos por el paradigma dominante, hay demasiados cabos sueltos; a fin de cuentas, aquello en lo que se creía ya no es posible seguir creyendo en él. Se presenta la necesidad epistemológica de cambiar el paradigma, la necesidad de búsqueda de una explicación que englobe lo anterior y que, además, de cuenta de todas las anomalías presentes; se presenta lo que Kuhn denomina la ciencia revolucionaria.
La segunda etapa de la ciencia madura es una época de búsqueda, de competencia; es una época que, de alguna manera, replica la etapa inmadura de la ciencia; diferentes visiones compitiendo, ninguna es dominante, hasta que, en algún punto, aparece un nuevo paradigma, una nueva explicación, la calma y la confianza vuelven a ser restauradas. Aparece una nueva etapa de ciencia normal.
Con el movimiento que se da entre ciencia normal y ciencia revolucionaria, Kuhn está ilustrando el carácter cíclico de la ciencia madura. La necesidad no de avance epistemológico sino de cambio epistemológico; no es avance porque, desde su perspectiva, lo anterior es abandonado no sumado, la ciencia se refunda en el momento en que un paradigma es eliminado y otro es tomado en cuenta.
Este es precisamente el punto sobre el que me quiero centrar, lo que implica el cambio. En la Estructura Kuhn afirma que el cambio es una especie de movimiento gestáltico, cambia la visión del mundo o, de forma más precisa, cambia la manera en que es visto el mundo. Aquí aparece el renombrado caso de la imagen del pato/conejo; es la misma realidad pero lo que se ve en ella es diferente; se abandona la visión anterior y se adopta una nueva visión de la realidad.
Este cambio de visión, puedo afirmar, viene a ser, aunque Kuhn no especifica que tenga esa característica, un cambio en los principios ontológicos que rigen a la ciencia, cambia la ontología base, cambian los compromisos ontológicos. El mundo es concebido como teniendo otro tipo de entidades existentes, o se aumenta el número de entidades existentes; como por ejemplo, el número de partículas elementales en la época de Rutherford y el número de partículas elementales en la nuestra. Nuestra física tiene compromisos ontológicos establecidos con un mayor número de entidades. También queda claro en el ejemplo que el científico tiene frente a sí la misma realidad, pero que ésta está siendo percibida por él de manera diferente a como la percibía Rutherford.
En una obra posterior Kuhn precisa está noción de cambio producto de la revolución, introduce una noción que viene a resultar de suma importancia por su contenido filosófico; el concepto de revolución como cambio de léxico. El producto de la revolución científica viene a ser un cambio en el lenguaje.
Creo que este punto habría que aclararlo. Esta precisión kuhniana no se contrapone a su noción original; esto es, un cambio en la manera en que el mundo es visto desde luego que viene a implicar un cambio en el léxico, en el lenguaje. Las nuevas entidades tienen que ser nombradas de alguna manera. Hay que resaltar en este punto que este cambio de léxico no implica una precisión en el significado de los términos, es, al contrario, un cambio en el léxico. Kuhn fundamenta esta precisión cuando afirma que "el desarrollo científico no puede ser completamente acumulativo. No se puede pasar de lo viejo a lo nuevo mediante una simple adición a lo que ya era conocido. Ni tampoco se puede describir completamente lo nuevo en el vocabulario de lo viejo o viceversa." La exigencia del cambio viene establecida por la incapacidad del lenguaje de describir lo nuevo; para mí, este tipo de afirmaciones, están enmarcadas dentro de un pragmatismo lingüístico.
Así, la revolución científica es "un cambio en el modo en que las palabras y frases se conectan con la naturaleza, es decir, un cambio en el modo en que se determinan sus referentes." Son, de alguna manera, la actualización de las conexiones del lenguaje con el mundo.
Precisando aún más las nociones:
"el carácter distintivo del cambio revolucionario en el lenguaje es que altera no sólo los criterios con los que los términos se conectan con la naturaleza; altera además, considerablemente, el conjunto de objetos o situaciones con los que se conectan esos términos… lo que caracteriza a las revoluciones es el cambio en varias de las categorías taxonómicas, que son el requisito previo para las descripciones y generalizaciones científicas… la práctica científica implica siempre la producción y explicación de generalizaciones sobre la naturaleza; estas actividades presuponen un lenguaje con una mínima riqueza [piensen como ejemplo, caso que plantea Wittgenstein en sus Investigaciones filosóficas, cuando en el parágrafo 2 pone el caso de un lenguaje primitivo completo y la manera en que éste funciona, el caso del albañil y su ayudante], y la adquisición de ese lenguaje lleva consigo el conocimiento de la naturaleza… [se] aprende qué significan esos términos, qué características son relevantes para conectarlos con la naturaleza, qué cosas no pueden decirse de ellos so pena de caer en una contradicción, etc. Además, [se] aprende qué categorías de cosas pueblan el mundo, cuáles son sus características más sobresalientes, y algo acerca de la conducta que les es permitida y aquella que se les prohíbe. En la mayoría del proceso de aprendizaje del lenguaje estas dos clases de conocimiento –conocimiento de palabras y conocimiento de la naturaleza– se adquieren a la vez; en realidad no son en absoluto dos clases de conocimiento, sino dos caras de una sola moneda que el lenguaje proporciona… la característica esencial de las revoluciones científicas es su alteración del conocimiento de la naturaleza intrínseco al lenguaje mismo, y por tanto anterior a todo lo que puede ser completamente descriptible como una descripción o una generalización, científica o de la vida diaria… la violación o distorsión de un lenguaje que previamente no era problemático es la piedra de toque de un cambio revolucionario."
Esta cita sintetiza la posición de Kuhn en torno al cambio científico como un cambio de lenguaje. De ella tengo que resaltar el hecho de que viene a provocar una redefinición de la noción de referencia, como asignado y actualizado según las necesidades del científico, y, también, una reconexión de los objetos en la naturaleza; sigue estando presente la noción original del cambio revolucionario como un cambio en la manera de ver al mundo; sólo un cambio en la manera en que la realidad es vista puede provocar una generación de nuevos términos y/o una generación de las formas en que los términos se ligan a los objetos.
De esta manera Khun se introduce al campo de la pragmática del lenguaje, incorpora, sobre todo, las nociones establecidas por Wittgenstein en sus Investigaciones filosóficas; como viene a ser la noción de uso y, además, el concebir la relación lenguaje/realidad, la denominada referencia, como una de las posibilidades del lenguaje, no la única posibilidad, pero sí la posibilidad del lenguaje de la ciencia.
Lo que dice Kuhn es fundamental e innovador, concebir el cambio científico, la formulación de nuevas teorías científicas, paradigmas, como cambios en el lenguaje; pero no sólo como la invención de nuevos términos, sino algo más profundo, el movimiento de reconexión entre lenguaje y mundo. De esto también se sigue que Kuhn concibe el lenguaje, tendría que aclarar que al menos al lenguaje científico, como un elemento que se refiere al mundo; no puede existir lenguaje científico sin realidad nombrada por él; en consecuencia, la ciencia debe moverse, necesariamente, desde postulados de corte realista, no hay ciencia sin realidad.
Lenguaje y mundo son un binomio fundamental en la posición kuhniana; desde una perspectiva ontológica, el mundo no cambia, lo que cambia es el lenguaje (Kuhn no es constructivista en el sentido de Bruno Latour, quien dice que las entidades empiezan a existir en el momento en que son descubiertas o nombradas); lo que cambia es la manera como nos referimos a la realidad, la manera de nombrarla; la realidad permanece la misma sólo con sus transformaciones. Así, el científico tiene, como una de sus funciones, generar maneras, o nuevas maneras, de nombrarla y así comprenderla y conocerla.
A nivel de la importancia del lenguaje para la ciencia tanto la concepción heredada como Kuhn tienen elementos en común. La diferencia fundamental, es que para los empiristas lógicos de la concepción heredada la relación lenguaje/realidad es inmutable, no cambiante, mientras que para Kuhn se restablece cada vez que una revolución científica genera un nuevo paradigma, se presenta la refundación de la manera en que el lenguaje nombra la realidad, de la manera en que se ve y se explica al mundo.
La visión pragmática de Kuhn resulta, en el fondo, simple; simple en el sentido de que sólo considera la relación que se establece entre los términos científicos y la realidad; no considera otras formulaciones lingüísticas. Sin embargo, resulta interesante ver cómo también la ciencia, en tanto que actividad humana, es una actividad lingüística o, si se prefiere puntualizar, la ciencia es, también, una actividad semiótica.
Para concluir puedo afirmar que algunas áreas de la filosofía deberían revalorar la posición histórica de Kuhn, desde el campo del conocimiento filosófico no se trata de aplicar su teoría, no se trata de ver si tuvo razón; se trataría de evaluar filosóficamente sus logros que, aunque tal vez pocos, han tenido una enorme influencia en la manera como se percibe la realidad.


Cfr. Bird, Alexander. Thomas Kuhn. Traducción de Carmen García Trevijano. Madrid: Tecnos, 2002.
Cfr. Kuhn, Thomas S. "¿Qué son las revoluciones científicas?", 2002.
Kuhn, Thomas S. "¿Qué son las revoluciones científicas?": 25.
Ibid: 42.
Ibid: 43-45.


Ponencia Kuhn: Revolución y cambio de léxicoPágina 15


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