Alianzas Público Privadas: ¿Pura Vida?

¿Pura vida?
Miguel Gutiérrez-Saxe

Alianzas Público Privadas (APP), no tan pura vida. Pues se han comprobado limitaciones y problemas:
No es posible gestionar APP sin una importante fortaleza pública para diseñar, contratar y supervisar la inversión, como lo enseña las mejores prácticas internacionales.
La visión predominante en el país sobre las APP las restringen prácticamente a la contratación de obras, la concesión y la operación de fideicomisos.
Importante fuerzas encuentran reparos aún conceptualmente.
Es bastante general la crítica a la corrupción y la ineficiencia, el señalamiento de problemas de gestión, cuellos de botella y limitaciones financieras.
Se señala la politización y la mediación (influencia de los medios de comunicación) como factores limitantes al uso de APP en el arsenal de medios públicos.

APP: Sí, pura vida.
En estas décadas recientes, se legisló para regular de tal forma que los privados y los públicos puedan establecer alianzas para enfrentar apremiantes necesidades de inversión, en un contexto de muy importante estrechez fiscal.
La administración activa, la institución de control y los partidos políticos no perciben ni identifican grandes problemas, ni lagunas en la legislación nacional para el desarrollo de las APP. Las valoran como positivas y como un recurso de utilidad para entregar servicios de calidad.
Todas los sectores logran identificar algunas buenas prácticas nacionales en esta materia, en instituciones que las han manejado con criterio técnico y capacidades institucionales (ICE).
Existe interés por parte de fondos nacionales de los trabajadores (manejados por públicos o privados) por participar en la gestión de obras de inversión, bajo condiciones de riesgo bajo.

Así es que, si queremos un pura vida en APP es necesario mejorar la capacidad pública para diseñar, contratar y supervisar; también demostrar, como lo ha sido en prácticas internacionales, que las APP son respuesta (no total pero sí importante) a la eficiencia de la gestión pública, la transparencia y el combate a la corrupción. Esto es muy importante para lograr servicios de calidad, hacer entregas a la población, en un contexto de restricción fiscal y entrabamiento político como el que vive el país.