Análisis de Máscaras de Leonardo Padura

May 24, 2017 | Autor: Andrea Marone | Categoria: Máscaras, Novela policial, Leonardo Padura Fuentes
Share Embed


Descrição do Produto

Máscaras, Padura
Andrea Marone
Este libro fue publicado en 1997 en Cuba y es una novela policial que incluye en su trama toda la complejidad del mundo suburbano de la homosexualidad. La historia comienza cuando el detective Conde recibe el mandado de resolver el caso de la muerte de Alexis Arayán, hijo de un diplomático importante que se encontraba vestido de mujer al momento del crimen. Este detalle introduce al detective, "heterosexual-stalinista" describe irónicamente el autor, en la problemática de los cambios de género. ¿Por qué alguien querría ser de otro sexo? ¿Qué marginación implica la categorización de homosexual? ¿Cuál es ritmo de vida que lleva esta gente? ¿En qué círculos se inserta? ¿Cómo viven su sexualidad?
El dramaturgo Alberto Marqués, una suerte de tutor de Alexis, es el encargado de presentar a Conde en los ambientes. A lo largo de la novela Conde irá relacionándose con estas personas que le permiten vivenciar la manera poco convencional que tienen de llevar la vida.
Es aquí dónde se presenta la problemática que ya está explícita en el título del libro: la máscara, la dualidad entre apariencia y realidad. Existe lo que uno es y por otro lado existe aquello que decidimos mostrar. En el caso de los travestidos, la identidad que pretenden asumir no se corresponde con la materialidad física, entonces, se vuelven artistas de sí mismos y fingen ser alguien que biológicamente no los representa. Pero ellos sí se sienten representados por esta identidad que asumen. Entonces, podemos hacernos la siguiente pregunta ¿Hasta qué punto la manera en que nos vemos determina lo que somos?
"El problema, creía entender el Conde, no era ser, sino parecer; no era el acto, sino la representación; ni siquiera era el fin, sino el medio como su propio fin: la máscara por el placer de la máscara, el ocultamiento como verdad suprema" (p.41)
La función de las máscaras en la sociedad de Padura es la de ordenar las identidades, así, los diplomáticos, formales, respetuosos y estrictos, se diferencian de los homosexuales, afeminados, viciosos, libertinos.
Hay un momento en el que se confunde la máscara de Alexis. En teoría, él no es travesti pero al momento de la muerte se lo encuentra vestido de mujer, entonces, Conde clasifica el asesinato como la muerte de un travesti. Podemos ver un complejo juego de máscaras e identidades asumidas que van modificando la percepción que se tiene desde el exterior.
También Padura juega irónicamente con la confusión de Conde. Por ejemplo, cuando conoce en la fiesta a Poly y empiezan a coquetear duda de la identidad de la chica y le pregunta si ella es un travesti. Poly, que está acostumbrada a seguir el juego, le dice que lo averigüe por su cuenta y se van a un departamento. Conde se deja arrastrar por la circunstancia y permanece con la duda hasta el final. Por lo tanto, las máscaras también cumplen el papel de maquillar la realidad, adaptarla, disfrazarla al punto de que se vuelve difícil conocer lo que en realidad es más allá de las apariencias.
Gracias a la complejidad del personaje de Conde y a su extremada vulgaridad, el autor puede insertarlo cómodamente en los círculos de "resentidos". "Conde era un cabrón sufridor, un incorregible recordador, un masoquista por cuenta propia, un hipocondriaco a prueba de golpes y el tipo más difícil de consolar de los que había en el mundo y ese día no parecía tener deseos de invertir tiempo y neuronas en desentrañar el ataque de melancolía aguda de su amigo" . En este párrafo podemos observar la dualidad del detective que por un lado es un alma sensible que sufre y se hace preguntas, por ejemplo cuando le da la mano a Alberto Marques y se cuestiona si se estará volviendo homosexual. También es escritor y se inserta en la novela un cuento que escribe Conde acerca del asesinato de una mujer.
Por otro lado vemos a un hombre que no pierde el tiempo en consolar a su amigo, resignado a tomar la vida con cinismo y frialdad. Es alcohólico, o algo similar porque se lo ve con resaca en varios momentos de la historia.
Los personajes le dicen que tiene cara de policía, lo cual habla de su actitud de interrogación y de sospecha frente al resto. Tiene sangre fría, no logra empatía con el resto de los personajes sino más bien una estabilidad cordial que le permite obtener lo que busca, ya sea información con Alberto o sexo con Poly. Utiliza un registro coloquial con muchos insultos en sus frases. El detective se mueve con códigos morales un tanto confusos. Al comienzo de la novela señala que se alegra del crimen ya que sin él le sería imposible conseguir trabajo.
Su objetivo es descubrir quién fue el culpable del asesinato, pero no por un compromiso afectivo con los involucrados sino más bien por una obstinación determinista con su tarea. Para realizarla adecuadamente necesita de la facultad de la memoria. La tarea del detective consiste en relacionar hechos para reconstruir una historia y sin la memoria fotográfica de Conde le sería imposible recordar los detalles que son los índices de la verdad que permanece oculta. También la memoria logra evocar una lejana edad de oro que sirve para revertir la angustia existencial.
Esta angustia que sufren los personajes es reflejo de una crítica que realiza Padura de la sociedad. Podemos encontrar una estrecha vinculación entre lo que se escribe y una crítica política porque las temáticas que se abordan, la muerte, la homosexualidad, la marginación, la búsqueda de la verdad; son fundamentales en la conformación de las civilizaciones.
En los 90 se comienza a visibilizar la mal llamada minoría de las comunidades gay y en ese contexto es donde se desarrolla la novela. El interés por esta rama de la política lleva a que se consiga sancionar la ley del matrimonio igualitario en varios países de Latinoamérica.
Por otro lado, la inclinación de Conde hacia la izquierda, su stalinismo que se ve troncado por el fracaso de la utopía socialista, está articulada con la historia. Vemos como conviven las problemáticas de los dos siglos, XX y XXI, en un contexto realista y crítico en el que el deterioro de la "moral" cristiana da paso a un mundo distinto que piensa el cuerpo y las relaciones entre las personas de una manera diferente. Conde se toma las licencias necesarias para experimentar como lo haría alguien "políticamente incorrecto" esta nueva manera de concebir la identidad. El cuerpo también es política, será el slogan de varios movimientos feministas.
Si dividimos la novela en los dos núcleos de información tenemos, por un lado, lo concerniente al crimen de Alexis y por otro lado la relación entre Conde y Alberto Marqués. Estas historias se cruzan en un punto fundamental, la búsqueda de la verdad, que será acerca de Alexis a través de Alberto. También, están insertas en un contexto social que servirá como recurso para hacer una crítica a la realidad de Cuba del momento. El sentido social de la novela se despliega en la cosmovisión crítica que tienen tanto de los establecimientos sociales como de los procesos personales los mismos personajes. Alberto es importante en este sentido porque de vivir discriminado por su condición de diferente y no proyectarse un buen futuro pasa a ser reconocido con creces en su labor de artista y ser respetado y admirado por la gente. Vemos, entonces, que hay un cambio en las posibilidades de estos círculos marginados siempre y cuando actúen correctamente y sepan desenvolverse. Esta última característica es la que no tiene Alexis, quien tras declararse homosexual se pelea con su familia, se aleja de casa y comienza a vivir una vida que no le satisface, sino no hubiera hecho enojar a su padre de tal manera que este lo matara por pura bronca.
En conclusión, vemos, que a largo plazo y a través de la reflexión y la convivencia los personajes se adaptan a las nuevas reglas de convivencia. Al respecto es muy gracioso el pasaje en el que Conde entra al bar o boliche alternativo y enciende un cigarrillo para parecer más en onda y se pregunta a sí mismo si se estará volviendo homosexual.
Padura realiza una crítica interesante y muy actualizada de la problemática de la inserción de los sectores marginados de la sociedad. Lo hace a través de la complejidad de sus personajes. Ellos se topan en la cotidianeidad con situaciones que los exponen a tener que convivir con identidades diferentes. Entonces, reaccionan de una manera natural y característica de cada uno adaptándose a las nuevas maneras de comportamiento, aceptado lo "nuevo" con naturalidad e intentando comprenderlo.

Lihat lebih banyak...

Comentários

Copyright © 2017 DADOSPDF Inc.