Análisis Ecosistémico Subsistemas Fortificaciones Chiloé

June 4, 2017 | Autor: Jacqui del Sur | Categoria: Landscape Ecology, Geography, Landscape Architecture
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Informe Análisis Ecosistémico Subsistemas Fortificaciones Chiloé.

Jacqueline Boldt C. *Geógrafa

Fotografías: Bastián Añasco. Ing. Acuicultor. Puerto Montt

Introducción

El análisis de unidades ecosistémicas es una herramienta que permite el desarrollo integral de propuestas de intervención en el territorio, caracterizado por diversos elementos que componen el paisaje actual que contiene al sistema de fortificaciones españolas en Chiloé que guía este estudio y que conforman el contexto físico y natural de éste. En el archipiélago de Chiloé en general, se aprecia una “Isla grande” donde la mayoría de la población se aglomera en pequeñas ciudades, rodeadas de espacios rurales donde se albergan pueblos pequeños entre medio de enormes extensiones de bosque nativo, plantaciones exóticas, paños de cultivo y de ganadería. En muchos casos, las extensiones de mar separan poblados y sectores, en otros, el mar es parte de una costa que rodea toda la isla grande y que provee de recursos animales (mariscos, moluscos, pescados) y vegetales (algas como el cochayuyo, luche o luga). A esto debe sumársele la presencia de la industria: pesquera, de cultivos de mitílidos y; salmonicultura. Y por supuesto, el transporte marítimo de todo tamaño y con diversos fines (investigación, turismo, transporte público, comercio, extracción, etc.) Todas estas actividades surgen porque existe una serie de elementos como: la oceanografía, biología marina, tiempo y clima, suelos, biodiversidad, hidrología, rocas, en fin. De esta forma, lo que sostiene el complejo sistema territorial son elementos naturales, que en conjunto y en interacción van conformando un “ecosistema” particular que por su puesto se entrelaza con una enorme gama de expresiones humanas en él y así se va conformando el llamado territorio, también llamado en Chiloé “maritorio”. A continuación, se describirán los principales elementos ecosistémicos presentes en los subsistemas de: Lacuy, Chacao, Carelmapu, Ancud y Castro-Tauco.

Principales Objetivos del presente análisis.

General

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Describir el ecosistema presente en el área de estudio definida por los 5 subsistemas de: Lacuy, Chaco, Carelmapu, Ancud y Castro-Tauco.

Específicos

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Identificar las macroformaciones ecológicas más importantes que configuran el sistema natural del archipiélago de Chiloé

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Describir las principales características del ecosistema de cada uno de los subsistemas donde se encuentran emplazadas las fortificaciones españolas.

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Resaltar potenciales situaciones de conflicto y salud de los ecosistemas en relación al habitar actual de las poblaciones en él.

Sistema Físico Natural Chiloé El Clima predominante en este archipiélago es el “templado marítimo lluvioso”, con una alta humedad relativa. Su temperatura media es de 11°C, la mínima queda en los 5°C en los meses de Julio y Agosto y en la época estival las máximas se promedia en 24°C (Enero y Febrero). Las precipitaciones son abundantes pero marcan diferencias entre la zona oriental y costa occidental de la isla, variando desde unos 2500 mm anuales en la primera zona mencionada y 4000 mm en la segunda; esto sin duda es un factor que afecta en la diferenciación de especies vegetales que crecen en el territorio como por ejemplo ocurre con las extensiones de “turberas” (Sphagnum sp.) dominando el paisaje en contraste con otras zonas de bosques maduros. La geomorfología presente en los 5 subsistemas y todo el archipiélago de Chiloé corresponde a remanentes de la Cordillera de la Costa, formación que ya a esta latitud comienza a formar la truncada geografía de los fiordos y canales, debido al hundimiento total de la depresión intermedia. La expresión de fiordos y canales caracteriza a subsistemas como Castro –Tauco, Ancud y Chacao, no así a los subsistemas de Carelmapu y Lacuy ya que éstos se encuentran vinculados al mar abierto y por lo mismo, su relación con el sistema marino es un poco menos evidente. Sin duda el elemento más importante para la conservación mundial de ecosistemas en la porción terrestre del archipiélago de Chiloé es el bosque nativo que allí existe. Esta formación ecológica se encuentra como “prioridad” para en la conservación mundial según categorizaciones internacionales y por ello su descripción merece especial atención. También llamado selva valdiviana, el bosque de Chiloé conforma una ecorregión del sur de que se caracteriza por tener bosques siempre verdes de múltiples estratos, en un clima templado-lluvioso u oceánico y, debido a su aislamiento geográfico, la selva valdiviana se destaca por su elevada cantidad de especies endémicas “El bosque Valdiviano es considerado un bosque primario, desde donde comienza la vida en la tierra. Se lo considera un ejemplo de lo que sucede en el universo de un bosque puro y es denominado por lo tanto una forestación natural de especies nativas. Desde una base orgánica de recursos que datan de hace 13.000 años, sus cuantiosas turbas y profundas tierras de hoja, sobre la base inicial de roca y arena volcánica, ha conformado una capa permeable con altos contenido de tierra de hoja y humus, así como de cuantiosas variedades de helechos y musgos. También se encuentran en los sectores húmedos pequeños riachuelos, rocas cubiertas con musgos y protegidos en forma natural al no estar intervenidos por el ser humano” (Luebert, F. y Pliscoff, P.,2005). Respecto de estos bosques, uno de los aspectos más importantes a considerar es el hecho de que sean los reservorios de agua dulce más importante que posee el archipiélago de Chiloé en cuanto el bosque, en la captación, uso y restitución de las aguas al medio ambiente, mantiene un

ciclo activo en que este recurso se va “limpiando” permanentemente y además va moviéndose en cuando llena y vacía las napas, se evapora por las hojas, es captada cuando llueve, en fin. El bosque funciona como un “filtro” que es parte del sistema hídrico que sostiene la vida y de la biodiversidad y también de las poblaciones de personas que habitan el archipiélago. Es importante recalcar el hecho de que en Chiloé no existan reservorios de agua dulce tipo “glaciar” por lo que una disminución en las precipitaciones puede dejar estragos, más aún, si no existe bosque que la capte, retenga y devuelva en forma de evapotranspiración.

Subsistema Lacuy Este subsistema se encuentra en la península de Lacuy, en el extremo Nor-Oeste de la isla grande de Chiloé, geoforma que se ha visto modelada por el levantamiento tectónico que domina gran parte del territorio Chileno y que da origen a marcados acantilados expuestos, dominados por los vientos dominantes del Oeste que sumado a la presencia de abundantes precipitaciones permiten el desarrollo de los bosques templados del sur, específicamente “bosque valdiviano”, presente también en los demás subsistemas. Esta zona ha recibido fuerte presión por parte de la actividad ganadera y agrícola de Chiloé, por eso, la presencia de bosque nativo no es precisamente un elemento dominante en el área, a excepción de la “punta” Nor Oeste de la península. La cercanía con la ciudad de Ancud, principal centro urbano de la isla, históricamente ha generado gran presión por la madera (construcción) y leña (energía) hacia lugares de fácil acceso, y por lo mismo, los procesos de deforestación en estas zonas han ido creciendo a través de los años, aunque se debe reconocer un cambio conductual en el trato del bosque nativo gracias a la existencia de legislación pertinente y entes fiscalizadores. Los fuertes acantilados de la isla no permiten un fácil acceso a la zona costera y por lo mismo no existen caletas permanentes en la zona, sin embargo, este hecho no excluye que abajo, en el mar, se extraigan diversos recursos marinos, a los cuales se accede mediante embarcaciones que deben encontrarse perfectamente equipadas para soportar la fuerza marina presente en la zona debido a la exposición a “mar abierto”. Desde lugares con el emplazamiento de esta península resulta óptimo la realización de actividades vinculadas al estudio de cetáceos mayores, esto porque estas especies migran hacia el sur rumbo territorios antárticos por rutas cercanas a las costas orientadas hacia el mar abierto. Una de las especies emblemáticas que migra por el lado occidental de la isla de Chiloé es la Ballena Azul (Balaenoptera musculus). En la zona se pueden encontrar diversas especies nativas de flora y fauna, considerando siempre que ésta se encuentra recibiendo una fuerte presión debido a la que la macroformación boscosa es la que sostiene el sistema, es decir, el bosque es la estructura primordial del ecosistema, por lo que a menor presencia de éste, menor abundancia de especies nativas habrá en la zona (ya sea flora o fauna).

Flora a destacar: Tiaca (Caldcluvia paniculada), Arrayán (Luma apiculata) , Coigüe (Nothofagus dombeyi), Luma (Amomyrtus luma) Fauna a destacar:Pudú (Pudu pudu), Monito del monte (Dromiciops gliroides), Ranita de Darwin (Rhinoderma darwinii), Carpintero Magallánico (Camphepilus magellanicus), gato guiña (Onficelis guigna).

Subsistema Chacao Al igual que en el subsistema anterior, existe también presencia de levantamiento tectónico en esta zona, lo cual puede ser fácilmente evidenciado al recorrer sitios como “Pampa de lobos” o “Remolinos” que presentan acantilados considerables por donde la vegetación crece en forma exuberante. En esta zona merece especial atención destacar la complejidad de las corrientes presentes en el canal de Chacao, el cual recibe la influencia de las mareas desde el lado oriental de la isla como del lado occidental de ésta, encontrándose corrientes superficiales y profundas que, sumado a la presencia de “bajos” han dificultado el tránsito expedito en la zona durante años, siendo un elemento emblemático la “roca remolinos” ubicada justo en frente de la batería Remolinos. A diferencia con el subsitema anterior, en Chacao existen lugares de planicies tipo “playas” que han permitido el poblamiento de asentamientos permanentes en donde la población vive vinculada a la extracción marina, por lo que “la recolección de recursos como cholgas (Aulacomya ater), choros

(Choromytilus choros), choritos

(Mytilus chilensis),

almejas (Venus antiqua), tacas (Protothaca thaca), navajuelas (Tagelus dombeii), caracoles (Thais chocolata), lapa (Fissurella spp.), piures (Pyura chilensis), erizos (Loxechinus algus), machas (Mesodesma donacium), locos (Concholepas concholepas), jaibas (Cancer spp.), picorocos (Megabalanus psittacus), pulpos (Octopus vulgaris) o incluso el luche, se realiza frecuentemente por toda la zona costera de la isla” (SIPAM, 2011). Esto es muy representativo del subsistema Chacao, ya que éste posee una suerte de “protección”, al encontrarse al “interior” de la isla, no ya vinculado al mar abierto sino más bien a la zona de fiordos y canales que caracteriza al sur de Chile. En estas zonas el tránsito de embarcaciones es constante y así también el cultivo de especies marinas, sean salmónidos o mitílidos. Esta zona se encuentra fuertemente dominada por mareas significativas de hasta 6 metros que determinan la presencia de diversas especies marinas en ciertas horas del día y con ello también el ritmo de actividades como el buceo y la recolección de orilla. La presencia de bosque nativo se encuentra fuertemente limitada a los lugares de más difícil acceso, como acantilados, donde pueden verse ejemplares leñosos de datas muy

antiguas, sin embargo, en las zonas llanas y con influencia de población, la presencia del bosque disminuye considerablemente y el paisaje se domina por campos y pasturas llanas que alimentan ganado ovino y bovino, al mismo tiempo que numerosos paños de cultivo dan cuenta de la actividad agrícola de la zona, vinculada al cultivo de hortalizas y tubérculos como la “papa” (Solanum spp.) en sus distintas variedades. También en estas zonas prolifera el crecimiento de especies exóticas, ya sean invasoras como el espinillo () o plantaciones de frutales de manzanas en mayor frecuencia pero también de otros como ciruelos o perales. Las especies nativas y frecuentes de ver en esta zona no se limitan solo a las que existen en tierra sino que, gracias a la fuerte relación con el desplazamiento marino protegido por la zona de fiordos, el avistamiento de mamíferos marinos en general, es mucho más frecuente. Fauna a destacar: Delfín austral (Lagenorhynchus australis), delfín chileno (Cephalorhynchus eutropia), martín pescador (Ceryle torquata), la garza cuca (Ardea cocoi), loros choroyes (Enicognathus leptorhynchus), colibríes (Sephanoides galeritas).

Subsistema Carelmapu: Este subsistema tiene similitud con el subsistema Lacuy en cuanto se encuentra vinculado a la zona de “mar abierto”. También es una zona donde existe desarrollo de acantilados pero también de extensas playas que reciben olas de considerable tamaño, sobre todo en eventos como “marejadas”. Esta zona se caracteriza por la presencia de vegetación nativa de exposición en los riscos que dan frente al viento y la lluvia, allí crecen especies como la chaura (Gaultheria phillyreifolia) y helechos (Blechnum sp.) sumados a otros arbustos de grueso follaje. El bosque nativo ha sido fuertemente afectado por el consumo de leña, madera y por las “limpias” de terreno para la introducción de ganadería y agricultura. En esta zona se destaca la fuerte influencia estuarial del río Maullín que desemboca en la localidad del mismo nombre, a pesar de no encontrarse inmediatamente contiguo a Carelmapu, es una zona que influye en la presencia de determinadas especies que dependen del considerable aporte dulceacuícola que entrega este enorme río a las costas del pacífico. Por ello también, en esta zona se practica la pesca de manera significativa, contando con un puerto pesquero de importancia no menor para la dinámica socio-cultural del sector.

Resulta importante destacar a esta zona como otro punto estratégico para realizar avistamiento de cetáceos mayores en sus rutas migratorias y como antecedente se destaca el hecho de que este año se haya producido un varamiento de ballena azul () documentado tanto por la prensa nacional como por la prensa local y regional. Flora a destacar: En esta zona la flora se encuentra en gran parte ligada a la alimentación y medicina, algunos ejemplos son: Luche (Ulva lactuca), Cochayuyo (Durvillaea antártica), chilco (Fucsia magellánica), algunos frutos silvestres para hacer conservas, mermeladas y para alimentación directa, como el cauchao (fruto de luma), la murra (Rubus constrictus), murta (Ugni molinae), zarzaparrilla (Ribes trilobum), grosellas (Ribes rubrum), calafate (Berberis spp), maqui (Aristotelia chilensis), rosa mosqueta (Rosa moschata) o la nalca (Gunnera tinctoria). (Oyarzún, 2000). Fauna a destacar: Merece especial atención la existencia de Flamencos en la zona (Phoenicopterus chilensis). Subsistema Ancud Este subsistema se encuentra dominado por un proceso de urbanización que desplaza casi en su totalidad la presencia de la formación nativa boscosa. Sin embargo, sus características geomorfológicas dan cuenta de elementos comunes

a los subsistemas

anteriores como la existencia de acantilados que miran hacia el canal de Chacao y también hacia mar abierto. Por lo mismo, la ubicación estratégica de este emplazamiento determinó su crecimiento demográfico a través del paso de los años y con ello el acelerado consumo de sus recursos naturales, es decir, biodiversidad. Es precisamente en los lugares no urbanizados donde parte de la vegetación nativa crece y aquí es posible observar plantas como el Chilco (Fucsia magellánica) o Canelo (Drimis winterii) acompañado de múltiples herbáceas nativas. Esto se da comúnmente en acantilados o quebradas, lo cual de hecho es muy bueno puesto que sostiene el suelo y disminuye el peligro de derrumbes o “aludes” que en lugares urbanos como este pueden causar graves daños a la población. En cuanto a la presencia de fauna nativa, esta se limita a la presencia de aves, que en ningún caso es menor, siendo muy frecuente poder apreciar la presencia de todas las aves descritas anteriormente en los demás subsistemas. Debido a la emanación de olores provenientes de la enorme cantidad de desechos que se acumulan en el centro urbano, existe presencia de aves carroñeras constantemente y, en algunos casos, una sobrepoblación de éstas debido a la abundante alimentación que

obtienen de los desechos (jotes y gaviota dominicana).

Subsistema Castro-Tauco Al igual que en el subsistema anterior, existe una presión excesiva sobre el ecosistema debido a la dominancia de la urbe en Castro sobre la biodiversidad propia del lugar. Y la presencia de esta abunda en las mismas zonas descritas anteriormente, ofreciendo los mismos “servicios ambientales” para la población (retención del suelo y estructura en caso de aludes). Cabe destacar también que en esta ciudad la presencia de cetáceos menores como delfín chileno, tonina o delfín austral es relativamente común, a pesar de que las personas suelan identificarlos a todos como “toninas”. Castro es una ciudad que no se caracteriza por presentar acantilados significativos sino que éstos se presentan como “laderas” de cerros que se encuentran intervenidas para el libre tránsito vehicular y peatonal dentro de la ciudad y por las cuales se accede al “plan” o la zona costera que se emplaza en una terraza de baja altura que fue reconstruida y rellenada tras el terremoto y tsunami del año 1960. La fauna predominante también se constituye por aves, destacando la presencia de Martín pescador como un ave emblemática y muy llamativa sumada a todas las anteriores descritas para Ancud. Otro elemento característico de su flora es la presencia de especies invasoras que aprovechan la ausencia de las nativas para desarrollarse en forma exagerada, como lo hace la murra (Rubus ulmifolius) o el espinillo (Ullex, Sp). Ya en la zona de Tauco el ecosistema circundante pareciera poseer mejor salud que el de Ancud, sin embargo, la fuerte presión antrópica en el lugar ha destruido el bosque nativo casi en su totalidad, considerando que sólo el área de acantilado está cubierta por vegetación nativa y que todo lo demás es espinillo y terreno para ganadería, es decir, pasto. Ya en el interior del mar pueden identificarse paños marinos de cultivos de mitílidos lo que , si bien es un indicador económico positivo y de recursos alimenticios, muchas veces resulta un riesgo para la conservación y salud del equilibrio ecosistémico. Al respecto, una cita pertinente:

“En varios lugares, la maricultura se sobrepone extensivamente con la distribución de delfines chilenos y australes. Alguna evidencia sugiere que cultivos de mitílidos en Chiloé y en otras partes del mundo pueden afectar directamente a los delfines, desplazándolos de un hábitat potencialmente importante” (Kemper et al, 2003. Markowitz et al, 2004. Watson Capps & Mann, 2005. Ribeiro, et al 2007; en Fuentes, M. Heinrich, 2007)

Formación Vegetal Predominante en los Subsistemas (Formaciones vegetacionales Roberto Gajardo CONAF-CONAMA, 2002)

Implicancias de la geografía de las costas.

Mareas Chiloé. Una de las postales más común del “habitar chilote” hace referencia a los “palafitos”, construcciones que se sostienen por grandes estructuras de madera que permiten que la casa esté a “ras” del mar durante algunos períodos del día y otros, varios metros sobre la arena descubierta. Esta modalidad de construcción surge gracias a la existencia de mareas de significativo crecimiento y decrecimiento, fenómeno con el que convive a diario. El régimen de mareas del archipiélago de Chiloé es uno de los más extremos de Chile, dado su gran variación en el ingreso y retiro del mar hacia el continente. Según las tablas de mareas del SHOA, estas varían entre 0 a 6 metros aprox. cada día, aumentando hasta 7 metros durante la presencia de la luna llena y nueva. (SHOA, 2012). Este fenómeno sin duda puede afectar la planificación costera de infraestructura de tipo portuaria, muelles, avistaderos, caletas, en fin. Sin embargo, es perfectamente medible, calculable y predecible por lo que, en un sentido práctico, no afecta significativamente la cotidianidad de las personas ni sus actividades, puesto que existe una sincronía de convivencia con este “movimiento oceánico”. Al respecto, el organismo encargado de dar las horas de “plea mar” (marea más alta) y “bajamar” (marea más baja del día), es el SHOA, que posee un registro anticipado abierto a todo público vía internet (www.shoa.cl) En este sentido, cualquier construcción en el área de la costa debe tomar en cuenta este fenómeno natural permanente ya que de no hacerlo se estaría poniendo en riesgo la sustentabilidad de la estructura. Al respecto, es posible especular que el conocimiento de éste régimen mareal haya favorecido las estrategias de combate de quienes las conocían, puesto que se podrían producir encallamientos en zonas donde los barcos no fueran retirados mar adentro antes de que baje la marea; Este sin duda es un conocimiento que debió haber sido apreciado por los navegantes y por los ocupantes de los sistemas de fortificaciones españolas ya que les permitía tener un cierto “control” del territorio al manejar información local clave para la toma de decisiones y diseños de estrategias de combate o defensa.

Batimetría Chiloé La batimetría es una suerte de “topografía del fondo marino” que da cuenta de los metros de altitud que posee el fondo marino, es decir, deja al descubierto el relieve por sobre el cual se está navegando. Los métodos para realizar batimetría y obtener la cartografía que demuestre el fondo marino han ido evolucionando con el tiempo, hasta el punto de que hoy cada gran embarcación cuente con su propio radar para identificar el relieve submarino y elegir su rumbo según se lo indica el navegador, sumado a un conjunto de “faros” que cumplen una función similar. Por lo mismo, las posibilidades de encallamiento, aunque no imposibles, son cada vez más escazas. Antiguamente, en el tiempo en que las fortificaciones españolas eran habitadas y funcionales en Chiloé, la batimetría de la isla fue sin ninguna duda un factor de complejidad para los barcos que llegaban a la isla y para esto es necesario volver a considerar la naturaleza geomorfológica de este archipiélago, el cual se encuentra conformado por estribaciones de la cordillera de la costa que fue cubierta por hielos que cavaron profundos valles y levantaron enormes muros morrénicos que luego, tras el retroceso de los hielos y la entrada del mar (10000 AP.), fueron cubiertos por vegetación transformándose en islas separadas por extensiones marinas que unas veces parecían definitivas y otras volvían a mostrar porciones de tierra unidas (efecto mareas). Así, el fondo marino de Chiloé se caracteriza por tener constantes “afloramientos rocosos”, como la roca remolinos por ejemplo, acompañado de profundos “surcos” típicos de fiordos, combinado con enormes bancos deltaicos donde los ríos depositan su material y por lo mismo, aportan más relieve al fondo marino. Este si es un factor clave a considerar en este estudio debido a la constancia (tanto en las entrevistas realizadas como en antecedentes bibliográficos) de numerosos “naufragios” en las zonas costeras del estudio que se condice por supuesto con la compleja realidad del relieve marino y la inexistencia de información al respecto que había en esa época. Por lo mismo, es posible especular que en estos naufragios aguarde patrimonio cultural de suma importancia para el proyecto de conservación del sistema de fortificaciones españolas y para la ciudadanía chilena. Al respecto, se cree que mediante un estudio “batimétrico” sumado a la identificación de naufragios según el saber local e histórico, podría reconstruirse una historia hasta ahora oculta.

Bibliografía Fuentes, M. Heinrich, S. (2007) Resumen del estudio de pequeños cetáceos en el sur de Chiloé desde 2001, Informe Técnico. Quellón. Chile. Centro de educación y Tecnología de Chiloé (2011). Actualización línea de base Chiloé: Proyecto GCP/GLO/212/GFF: Conservación y Gestión Adaptativa de los Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). Luebert, F. y Pliscoff, P (2005). Sobre los límites del bosque valdiviano. Para WWF, Santiago. Chile. Gajardo, R (2002). Catastro CONAFF-CONAMA. Formaciones Vegetacionales Región de Los Lagos. Cobertura entregada por MOP, Puerto Montt. Oyarzún , K. A. (2000). Sistema de Producción, Territorio y Estrategia de subsistencia de la comunidad de Rahue, Localidad de Cucao, Chiloé. Universidad Austral, Valdivia, Chile.

SHOA (2012). Tablas de Mareas de la costa de Chile 2012. Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile.

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