Arquitectura urbana y espacio público

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Descrição do Produto

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

DE INVESTIGACIÓN Y ARQUITECTURA

Investigación en el Proyecto y la

Morfología en Arquitectura

I+P+M

FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO

UNIVERSIDAD NACIONAL DE TUCUMAN

I+P+MFAU

GRÁFICA Y DISEÑO TAPA Arq. María Victoria Longhini

I+P+MFAU

1° COLOQUIO

2015

COMPILACIÓN DE PONENCIAS

I+P+MFAU UNT

1° Coloquio de Investigación y Arquitectura

1° Coloquio de Investigación y Arquitectura

Investigación en el Proyecto y la Morfologia en Arquitectura. I+P+M

Investigación en el Proyecto y la Morfologia en Arquitectura.

Compilador: Arq, Clara Ben Altabef I+P+M

1º Edición. Tucumán: Facultad de Arquitectura y Urbanismo. UNT I.S.B.N.:

Diseño de tapa: Arq. Victoria Longhini. Todos los derechos son reservados a los autores de cada trabajo. Los textos aquí publicados reproducen íntegramente el contenido de los archivos provistos por los respectivos autores.

ISBN 978-987-42-0997-2

Diseño y diagramación del libro: Arq. Soledad Juliá

Compilación de Ponencias Arq, Clara Ben Altabef

La reproducción e indicación de imágenes, notas y referencias biblioJU£ƢFDVVRQSRUORWDQWRGH¯QWHJUDUHVSRQVDELOLGDGGHORVPLVPRV/D reproducción no autorizada de esta publicación del todo o parte, constituye violación de los derechos de autor.

Hecho el depósito que prevee la ley 11.723 Impreso en Argentina © 2016 Facultad de Arquitectura y Urbanismo. Universidad Nacional de Tucumán

Indice Agradecimientos ...........................................................................................................5 Programa Coloquio .......................................................................................................7 Arq. Clara ben altabef ............................................................................................11 Perspectivas acerca de la investigación en arquitectura. Proyecto y Morfología. Arq. Raul diLullo .......................................................................................................23 Cuestiones importantes para el debate. Arq. Carlos Burgos ...................................................................................................41 Diseñar es investigar proyectualmente. Nuevas dimensiones ontoepistémicas en la comprensión de los procesos de investigación proyectual. Arq. Julio Arroyo ......................................................................................................61 Arquitectura urbana y espacio publico. Arq. Sergio Forster ............................................................................................... 103 Saber disciplinar y organizaciones espontáneas. Arq. Federico Eliashev ....................................................................................... 125 Sistemas abiertos de vivienda colectiva de mediana y alta densidad. Dispositivos sensibles en sistemas complejos. Arquitectura paramétrica,

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Agradecimientos

Este libro se realizó a partir del 1° Coloquio sobre Investigación y Arquitectura, I+P+M (con foco en la Investigación en el Proyecto y la Morfología), que se desarrolló en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de Tucumán, en abril de 2015.. Queremos agradecer a: La Sra. Decana de la FAU Dra. Olga Paterlini de Koch, quien apoyó la iniciativa y por haber facilitado la concreción de este evento y publicación en nuestra casa de estudios. A los compañeros y colegas del SEMA, Sociedad de Estudios Morfológicos de Argentina; a los compañeros del Proyecto CIUNT B503, a la conducción del IDA, Instituto de Arquitectura y del IMA, Instituto de Morfología Arquitectónica, ambos de la FAU, que colaboraron en la organización y realización del Coloquio. Especialmente queremos agradecer, a los Arqs. Luz Moreno, Fátima Quipildor, Alejandra Guaraz, Patricia Figueroa, Soledad Julia, María Inés Mollica y Victoria Longhini por su invalorable dedicación y aporte. Los trabajos aquí publicados, corresponden a algunas de las ponencias presentadas en el Coloquio. Adjuntamos a continuación, el Programa de las actividades desarrolladas..

Clara Ben Altabef

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Programa del 1° Coloquio de Investigación y Arquitectura Investigación en el Proyecto y Morfología en Arquitectura SEMA ARS NOA (Sociedad de Estudios Morfológico de la Argentina, Regional NOA), y el Proyecto CIUNT B503 “Didáctica proyectual. Espacio social: contexto, uso y Morfologia”, organizan el 1° Coloquio de Investigación y Arquitectura, a realizarse en la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNT, el 9 y 10 de abril de 2015. Adhieren el IDA (Instituto de arquitectura de la FAU); y el IMA (Instituto de Morfologia Arquitectónica). El objetivo de este Coloquio es crear un espacio de intercambio de ideas y experiencias de investigación. Asimismo promover la discusión, UHƣH[LµQ\SXHVWDHQFRP¼QGHODSUREOHP£WLFDGHODLQYHVWLJDFLµQHQHO proyecto arquitectónico y la morfología a partir de ciertos interrogantes y preocupaciones: ¿Cuáles son los enfoques y agendas de temas de investigación proyectual? Qué vínculos se puede establecer entre investigación en morfología básica y aplicada o situada de la arquitectura con la investigación del proyecto? ¿Se debiera establecer protocolos y métodos de investiJDFLµQHVSHF¯ƢFRHQORSUR\HFWXDO\HQORPRUIROµJLFR"&XDOHVVRQODV posibilidades de transferencia de los conocimientos producidos en investigación a la docencia de grado? ¿Cuales son los requerimientos de la enseñanza y aprendizaje del proyecto por parte de los trabajos de investigación?

Instancias del Coloquio: 1) Conferencias a cargo de arquitectos Investigadores invitados. 2) Mesa redonda a cargo de docentes invitados y locales. Tema propuesto: “Transferencia de la investigación a la docencia de grado y posgrado”. 3) Actividades posT-Coloquio para acreditar en carreras de posgrados.

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1- Conferencias. (9 de Abril 2015)

2- Mesa redonda. (10 de Abril 2015)

Arq. Sergio Forster. UT Di TELLA. “Saber disciplinar y organizaciones espontáneas”

Tema: Transferencia de la investigación a la Docencia de grado y posgrado.

Arq. Federico Eliashev. FADU.UBA. “Sistemas abiertos de vivienda colectiva de mediana y alta densidad”. Dispositivos sensibles en sistemas complejos. Arquitectura paramétrica. Arq. Julio Arroyo. UNL. “Arquitectura urbana y espacio publico” Dr. Arq. Carlos e. Burgos “Metodologías de investigación en ciencias del diseño”

Exposiciones breves en las que los docentes exponen sus enfoques en relación a la nvestigación en arquitectura en general y en particular en la Investigación en el Proyecto y Morfologia de la Arquitectura, en relación a la formación de grado y posgrado Mesa 1 Dr. Arq. Sergio Forster Dr. Arq. Federico Eliashev Arq. Julio Arroyo Dr. Arq .Carlos E. Burgos Mesa 2 Mag. Arq. Raúl Di Lullo. Arq. Leonardo Combes Arq. Luis Barrionuevo Dr. Arq. Hugo Ahumada Dra. Arq. Clara Ben Altabef

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Arq. Julio Arroyo

Diseñar es investigar proyectualmente

IBARRA, A., (2012), “Epistemic Networks. New Subjects for new Forms RI 6FLHQWLƢF .QRZOHGJH3URGXFWLRQŨ, Science, Technology & Innovation Studies, vol. 8, no. 1, pp. 61-74.

Arquitectura Urbana y Espacio Público

IBARRA, A., MORMANN, T., (2000), “Una Teoría Combinatoria de las ReSUHVHQWDFLRQHV&LHQW¯ƢFDVŨ Crítica, vol. 32, no. 95, pp. 3-46.

Arq. Julio Arroyo

JONAS, W., (2007), “Design Research and its Meaning to the Methodological Development of the Discipline” en: R. Michel, (ed.), 2007, pp. 187-206.

KRIPPENDORFF, K., (2007), “Design Research, an Oxymoron?” en: R. Michel, (ed.), 2007, pp. 67-80.

KROES, P., MEIJERS, A., (2002), “The Dual Nature of Technical Artifacts”, Techné, vol. 6, no. 2, pp. 4-8. MARGOLIN, V., et.al., (2005), Las Rutas del Diseño: Estudios sobre Teoría y Práctica, Nobuko, Buenos Aires.

MICHEL, R., (2007), Design Research Now, Birkhäuser, Berlin. NONAKA, I., TAKEUCHI, H., (1995), The knowledge-Creating Company: How Japanese Companies Create the Dynamics of Innovation, Oxford University Press, New York.

SCHÖN, D., (1988), “Designing: Rules, Types and Words”, Design Studies, vol. 9, no. 3, pp. 181-190. Curriculum Vitae Carlos Eduardo Burgos es Arquitecto UNNE. Especialista en Docencia Universitaria. Magister en Epistemología y Metodología de la InvestiJDFLµQ &LHQW¯ƢFD 811( 'RFWRU HQ )LORVRI¯D &LHQFLD 7HFQRORJ¯D 6Rciedad por la Universidad del País Vasco – España. Director del Departamento de Teoría del Diseño Arquitectónico y Urbano y del Instituto Interdisciplinario de Investigación en Diseño UNNE. Profesor Titular Regular de Teoría del Diseño I y II Facultad de Arquitectura y Urbanismo - UNNE.

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FADU / UNL – Santa Fe - Argentina

El objetivo de este trabajo es abordar la relación entre un tipo particular de obras de arquitectura, que en el marco de este texto se denominará arquitectura urbana por su localización y alcance escalar, y el espacio público de la ciudad de Santa Fe, Argentina, considerado como un caso particular de una problemática que admite cierta generalización. Se intentará UHƣH[LRQDU acerca de las relaciones que se establecen en la arquitectura urbana en relación a los tópicos de la arquitectura, la ciuGDGHOHVSDFLRS¼EOLFR\HOHVSDFLRXUEDQRKDFLHQGRXQDUHIHUHQFLDVLQ un desarrollo exhaustivo de las mismas- a las dimensiones implicadas en los mismos: heurística, hermenéutica, fenoménica y epistemológica. Es un supuesto que la arquitectura es una práctica técnico-cultural, asociada a un soporte ideológico-conceptual, históricamente condicionada y situada espacio-temporalmente. Asimismo, que la arquitectura urbana acelera, potencia o induce deliberadamente procesos urbanos. Como práctica material y simbólica, la arquitectura articula mediante el diseño de la forma a sujetos y objetos y establece una UHODFLµQLQHOXGLEOHW£FLWDRH[SO¯FLWDUHƣH[LYDRLQFDXWD pero nunca ingenua, entre un momento previo, un estado de hecho de la ciudad (un entorno, un sector, un sitio), y otro posterior, el del impacto de la nueva intervención. Si bien es obvio que toda práctica en tanto que acción material produce efectos, lo que interesa ponderar en este caso es si esos efectos VRQSUHYLVLEOHV\RULHQWDGRVDXQƢQ HOELHQHVWDUFLXGDGDQRODMXVWLFLD VRFLDOODSURGXFFLµQFROHFWLYDGHORS¼EOLFR WDOFRPRORSURSRQHWRGD acción proyectual fundada en certidumbres disciplinares, corpus de conocimiento y posicionamientos éticos que convalidan el proyecto, o si hay desvíos o derivacionesLPSUHYLVWDVVDOLGDVWDQJHQFLDOHV\GHƢQLciones coyunturales que ponen en cuestión el proyecto. 63

Arquitectura Urbana y Espacio Público

Arq. Julio Arroyo

Partiendo de algunas conceptualizaciones se abordarán casos de intervenciones arquitectónicas desarrolladas con evidente intención de provocar un efecto activador de la vida urbana. Se intentará exponer dicho esquema conceptual mediante una matriz que debería permitir tanto el estudio de la situación problemática en la que se desarrolla un determinado proyecto de arquitectura como la evaluación de un caso concreto. El texto se organiza en las siguientes secciones: - Relaciones de sentido - Estados de constitución de lo urbano - Obras y espacios como campos de fuerza $UTXLWHFWXUDXUEDQDDƢUPDFLRQHV\GHVSOD]DPLHQWRV

1. Relaciones de sentido 1.1. Contemporaneidad (Q OD GHƢQLFLµQ GH OD FLXGDG FRQYHUJHQ WUHV FDWHJRU¯DV HSLVW«PLFDV urbs (categoría físico-espacial. Artefactos y Territorio), civitas (categoría socio-temporal. Intersubjetiviad e Institucionalidad) y polis (categoría político-cultural. Concepciones y Representaciones). (CAPEL, CACCIARI, AURELLI). Estas categorías poseen valor ontológico y orientan DODGHƢQLFLµQGHODVGLPHQVLRQHVGHODSUDJP£WLFD\ODVHP£QWLFDGHO espacio público urbano: el Estado (dimensión socio-política, dada por los sistemas discursivos, la normatividad, las acciones soberanas sobre el territorio, etc.), la Sociedad (prácticas de la intersubjetividad, admiQLVWUDFLµQSRO¯WLFD\HFRQµPLFDGHOFRQƣLFWRSURFHVRVLQVWLWXFLRQDOHV\ espontáneos) y la Cultura (imaginarios, simbolismos, narrativas, concepciones). La historicidad de la ciudad se expresa en los procesos de articulación de estas categorías y dimensiones de la ciudad. En la actualidad, FDSLWDOLVPRSRVLQGXVWULDOGHDFXPXODFLµQƣH[LEOHƢQDQFLHURRGHƣXMR mundialización cultural, nuevas sensibilidades, globalización económica, informatización transversal, mediatización de las sociedades crisis, del estado- nación, instantaneidad y virtualidad de las comunicaciones, pos-dialéctica, pos-estructuralismo y neo-fenomenología, etc., son términos que conforman un plano de fondo denso y complejo respecto del cual las condiciones particulares de una ciudad, de un país, deben confrontarse. 64

(QODV¼OWLPDVG«FDGDVVHREVHUYDHVTXHHVWRVSURFHVRVDOHQWDGRVSRU las aceleraciones del presente, dan lugar a fenómenos locales de notable complejidad, con lo cual los modos de interpretar, actuar y percibir ODFLXGDGVHPXOWLSOLFDQ\UHFRQƢJXUDQPX\U£SLGDPHQWHFRQHOUHVXOtado de formaciones materiales e inmateriales inestables en el tiempo \HOHVSDFLRTXHLQKLEHQODIRUPXODFLµQGHGHƢQLFLRQHVFDQµQLFDV\FDtegóricas. 3RUORPLVPRHOVHQWLGRGHODDUTXLWHFWXUDXUEDQDD¼QFXDQGRVHD unívoco como formulación del proyecto se vuelve absolutamente lábil en la experiencia de las prácticas cotidiana de agenciamiento social. 1.2. Ciudad-dispositivo Existe un consenso cerca de que el sentido de la vida urbana es desarrollar una vida colectiva de interacciones intersubjetivas virtuosas, vida urbana a la cual se vuelcan las grandes mayorías de las sociedades del mundo y que, en el caso de Argentina, alcanza al 92% de su población. Se espera de los sujetos urbanos que sean buenos ciudadanos FRQFHSWRTXHDGPLWHXQDGHƢQLFLµQSRO¯WLFDVRFLDO\FXOWXUDO XQFRQglomerado de individuos que comparten un medio físico y un consenso relativo a valores y representaciones simbólicas de lo cual se deduce una pauta de civilidad. Sin embargo, esta conceptualización ideal confronta vivamente con la FRQƣLFWLYLGDG de nuestras ciudades entre los muchos, los diversos y los próximos, es decir, entre la creciente cantidad de individuos que aspiran a vivir en ambientes urbanos (de cualquier magnitud), lo diverso de sus expectativas que ponen en cuestión el consenso o pacto necesario para una vida civilizada y la complicada relación entre individuos TXHFRQYLYHQHQSUR[LPLGDGJHRJU£ƢFD3DUDHQFDUDUHVWDFRQƣLFWLYLGDG se propone entender la ciudad, haciendo un esfuerzo de máxima síntesis, como un dispositivo (FOUCAULT, 1975). En una entrevista de 1984, Michel Foucault dice del dispositivo que es ... …un conjunto decididamente heterogéneo, que comprende discursos, instituciones, instalaciones arquitectónicas, decisiones reglamentarias, OH\HV PHGLGDV DGPLQLVWUDWLYDV HQXQFLDGRV FLHQW¯ƢFRV SURSRVLFLRQHV ƢORVµƢFDVPRUDOHVƢODQWUµSLFDVHQUHVXPHQORVHOHPHQWRVGHOGLVSR65

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Arq. Julio Arroyo

sitivo pertenecen tanto a lo dicho como a lo no dicho. El dispositivo es la red que puede establecerse entre estos elementos. En segundo lugar, lo que querría situar en el dispositivo es precisamente la naturaleza del vínculo que puede existir entre estos elementos heterogéneos. Así pues, ese discurso puede aparecer bien como programa de una institución, bien por el contrario como un elemento que permite MXVWLƢFDU\RFXOWDUXQDSU£FWLFDGDUOHDFFHVRDXQFDPSRQXHYRGHUDcionalidad. Resumiendo, entre esos elementos, discursivos o no, existe FRPR XQ MXHJR GH ORV FDPELRV GH SRVLFLµQ GH ODV PRGLƢFDFLRQHV GH funciones que pueden, éstas también, ser muy diferentes. En tercer lugar, por dispositivo entiendo una especie -digamos- de formación que, en un momento histórico dado, tuvo como función mayor la de responder a una urgencia. El dispositivo tiene pues una posición estratégica dominante. Esta pudo ser, por ejemplo, la reabsorción de XQDPDVDGHSREODFLµQƣRWDQWHTXHDXQDVRFLHGDGFRQXQDHFRQRP¯D de tipo esencialmente mercantilista le resultaba embarazosa: hubo ahí un imperativo estratégico, jugando como matriz de un dispositivo, que se fue convirtiendo poco a poco en el mecanismo de control-sujeción de la locura, de la enfermedad mental, de la neurosis. (FOUCAULT, 1984)

Esta concepto ha sido recuperado por distintos autores entre los que interesa destacar Gilles Deleuze, quien dice del mismo que es …una especie de ovillo o madeja, un conjunto multilineal. Está compuesto de líneas de diferente naturaleza y estas líneas del dispositivo no abarcan ni rodean sistemas cada uno de los cuales sería homogéneo por su cuenta (el objeto, el sujeto, el lenguaje), sino que siguen direcciones diferentes, forman procesos siempre en desequilibrio y esas líneas tanto se acercan unas a otras como se alejan unas de otras. En el concepto de dispositivo no hay cancelación de las entidades objeto, sujeto, etc. sino autonomías relativas entre las mismas, no hay relaciones necesarias, determinantes o lineales. Esta explicación aplicada a la ciudad lleva a pensar lo urbano como un complejo de elementos diversos que tanto se estructuran como desestructuran, se cierran en un horizonte que los integran o derivan. &RQWLQ¼D GLFLHQGR 'HOX]H Cada línea está quebrada y sometidas a variaciones de dirección (bifurcada, ahorquillada) sometidas a derivaciones. Los objetos visibles, las enunciaciones formulables, las fuerzas en ejercicio, los sujetos en posición son como vectores o tensores. De manera 66

que las tres grandes instancias que Foucault distingue sucesivamente (SaEHU3RGHU\6XEMHWLYLGDG QRSRVHHQHQPRGRDOJXQRFRQWRUQRVGHƢQLWLvos, sino que son cadenas de variables relacionadas entre sí. '(/(8=( 2009). En el dispositivo-ciudad los hechos son estados inestables. Esto es particularmente observable en la ciudad contemporánea, y si se espera mayor precisión, en las ciudades argentinas de rango medio entre las cuales se encuentra Santa Fe, este dispositivo incorpora elementos de escala planetaria (efectos de la economía globalizada, de la cultura mundializada, de las redes de comunicación en tiempo real, de la inforPDWL]DFLµQ GH ORV P£V YDULDGRV SURFHVRV GH SDUDGLJPDV FLHQW¯ƢFRV \ problemáticas planetarias como el cambio climático o las migraciones poblacionales, etc.) y otros de orden local (sedimentaciones históricas, GHWHUPLQLVPRVJHRJU£ƢFRVSDUWLFXODULVPRVDW£YLFRVVLPEROLVPRVFRQsuetudinarios, etc.), generándose un ambiente o mundo propio de relaciones que varían entre estructurales (estables, de larga duración) y lábiles (contingentes, virtuales, eventuales). El ambiente urbano presenta una fenomenología de elementos heteróclitos, por lo que la ciudad que vivimos a diario no parece explicarse sólo por las estabilidades estructurales sino también –y tal vez en mayor grado- por esa condición lábil e inestable dada por tensiones y fuerzas, acoplamientos y deslizamientos, articulaciones y disyunciones, etc. En efecto, del dispositivo urbano participan formaciones materiales tangibles (trazados viales, agregados edilicios, espacios exteriores VLVWHPDWL]DGRVLQIUDHVWUXFWXUDV\UHGHVƣXMRVFLUFXODWRULRV\GHHQHUgía, biomasa y eco-esferas, que se funden generando las imágenes del ambiente urbano), prácticas sociales y dinámicas individuaWles (acciones colectivas, actividades personales, organizadas o espontáneas, proactivas o reactivas que suponen un tipo de construcción del lazo social a partir de la otredad) y manifestaciones intangibles (axiologías, narrativas, información, mensajes, idolologías, imaginarios, nociones paradigmáticas, sistemas normativos y horizontes de expectativas). El modo en que se establecen las relaciones entre estos elementos o componentes explica la particular fenomenología del espacio urbano, deterPLQDODHVSHFLƢFLGDGGHFDGDFLXGDG&DGDPHGLRXUEDQRHVXQPXQGR que incluye a los individuos alternativamente en el papel de ciudadanos 67

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o vecinos, de usuarios o consumidores, de agentes o actores, de oriundos o foráneos, etc. 1.3. Arquitectura En un sentido general la arquitectura es una práctica técnica, teórica y cultural (BATTISTI, 1980; GREGOTTI, 1972; QUARONI, 1987; HEREU HW DOW   HVSHFLƢFDGD HQ HO SUR\HFWR DUTXLWHFWµQLFR (O SUR\HFWR VHRULHQWDSRUXQDD[LRORJ¯DWHOHROµJLFDFX\RƢQLQPHGLDWRHVHOGLVHño de formas materiales (objetos, equipos y artefactos) en relación a usos (prácticas subjetivas, dinámicas sociales) y VLJQLƢFDGRV (semiosis colectivas en el marco de una determinada cultura). En el dispositivo-ciudad la arquitectura urbana es reconocida, valorada y actuada por los ciudadanos –en el sentido de todo sujeto de hecho y de derecho que habita la ciudad- como un fenómeno diferenciado, asociado a la centralidad urbana. La centralidad es un atributo determinante de la experiencia de espacialidad y la temporalidad de la ciudad merced a la FXDOODH[WHQVLµQXUEDQL]DGDVHHVWUXFWXUDVHJ¼QXQDWRSRORJ¯D\XQD cronología de lugares que expresan centralidad. Un HGLƢFLR o un espacio urbano proyectado con el propósito de ser S¼EOLFR KDEU£ GH UHXQLU DWULEXWRV GH HVFDOD I¯VLFD SHUR WDPEL«Q GH prestación de servicios), imagen (diferenciada por su singularidad, atipicidad, simbolismo, etc), función (institucional), destinatarios (usuarios generales, grandes grupos), simbolismo (monumentos, espacios de PHPRULDHWF PRGDOLGDGGHXVR FROHFWLYRD¼QFXDQGRORVVHUYLFLRVVH brinden a título personal o individual), apropiación espontánea (prácticas de aceptación o rechazo por parte de grupos sociales). También GHEHU£ UHXQLU UHTXLVLWRV IRUPDOHV WDOHV FRPR SHUWHQHFHU DO ƢVFR WDO FRPRHVHOFDVRGHXQDHVFXHODRXQKRVSLWDOS¼EOLFR RDLQVWLWXFLRQHV TXHDFW¼DQDQ£ORJDPHQWH HVFXHODXKRVSLWDOTXHVLHQGRSULYDGRRIUHFHXQVHUYLFLRS¼EOLFR 8QDFRQVLGHUDFLµQSDUWLFXODUFDEHSDUDHOFDVR GHHGLƢFLRV\HVSDFLRVXUEDQRVDUTXLWHFWµQLFDPHQWHGHWHUPLQDGRVTXH perteneciendo al dominio privado (particulares, empresas, instituciones civiles) presentan algunos de los atributos propios de los bienes del Estado, generándose en este caso situaciones ambiguas, paradojales o contradictorias, que constituyen particularidades que deben ser consideradas como tales. 68

El carácter urbanoGHODDUTXLWHFWXUDşVHDGHOGRPLQLRS¼EOLFRRSULvado- se refuerza cuando son observadas las relaciones de emplazamiento y de implantación del caso. Por relaciones de emplazamiento VHHQWLHQGHODSDUWLFXODUFRQGLFLµQGHORFDOL]DFLµQJHRJU£ƢFDGHOREMHto arquitectónico o el ámbito urbano en consideración respecto de una condición de hecho de la ciudad: ciudad consolidada, en proceso de consolidación, emergente, suburbana, marginal, periférica, vacante, difusa, indeterminada, etc., Centros o periferias, barrios consolidados o en consolidación, áreas de vacancia o de nueva urbanidad, suburbanidad marginal o exclusiva, son estados fácticos –socio-físicos- de la ciudad respecto de los cuales el proyecto se nutre de información para dar pertinencia al diseño. (OVHJXQGRDVSHFWRDVRFLDGRDORDQWHULRUUHƢHUHDODimplantación del objeto o sistema arquitectónico en el espacio más acotado del predio de localización, para lo cual interesa reconocer como información de proyecto las condiciones del entorno físico, social y ambiental, respecto de lo cual el diseño ganará asimismo pertinencia. /DDUTXLWHFWXUDS¼EOLFDXUEDQDFRQVWLWX\Hfocos de centralidad diferenciados de las extensiones homogéneas de barrios o distritos que forman el tejido conectivo de la ciudad, su cuerpo extenso. Se explican como lugares connotados por ser condensaciones espacio-temporales de memoria (marcación de hechos, narrativas de evocación), de elementos de identidad (imágenes características y diferenciadas) y de referencia (mapas mentales, circuitos de recorridos, imágenes memorables y paisajes). Contribuye a una suerte de topo-cronología del espacio urbano que, en función de estos focos, se vuelve discernible tanto por su condición fáctica como por su historicidad. (VSDFLRS¼EOLFR'HƢQLFLµQDVHUWLYD El corpusGHOXUEDQLVPRFRLQFLGHHQTXHHOHVSDFLRS¼EOLFRHVLQKHUHQte a la ciudad. (BORJA, 2003, 2003; CARRION, 2007; MONTANER-MUXI, 2011) tanto sea como espacio físico –sistema de espacios exteriores (caOOHV\SOD]DHWF \GHHGLƢFLRVS¼EOLFRV WHDWURVHVFXHODVIHULDV TXHVH caracterizan por ser de libre acceso, circulación, uso y disfrute por parte de la ciudadanía, sin condiciones ni reservas como no sean las que eventualmente se originen por las funciones implicadas (un hospital tiene DFFHVRUHVWULQJLGRSHURHOORQRLQKLEHVXFDU£FWHUS¼EOLFRSRUHMHPSOR  69

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Es también un espacio socio-político (ámbito de la intersubjetividad, de ODRWUHGDG\GHOFRQƣLFWRVRFLDOGHULYDGR \HVSDFLRVRFLRFXOWXUDO H[presiones y representaciones simbólicas, concepciones y narrativas de la vida urbana). El sentidoGHODFLXGDGHVJHQHUDUXQHVSDFLRS¼EOLFRYLUWXRVRGHUHlacionamiento de las personas entre sí, de las personas con las cosas materiales de la ciudad y de los mensajes surgidos en ese ámbito. El sentido está dado por las relaciones en el seno del dispositivo-ciudad. El espacio público urbano reconoce como principales atributos ser general (incluye a todos, abarca a los muchos y diversos individuos en VXVSU£FWLFDV\DJHQFLDPLHQWRV FRP¼Q HVde todos, conforma un doPLQLRS¼EOLFRDGPLQLVWUDGRSRUHO(VWDGRHQUHSUHVHQWDFLµQGHODFLXdadanía), colectivo (su uso y disfrute es entre todos, se constituye en la simultaneidad de la proximidad física de los individuos) y superior (está sobre todos, se impone a los individuos porque brinda las condiciones necesarias, funcionales y simbólicas, para la sustanciación de las UHVWDQWHVFDUDFWHU¯VWLFDVGHFRVDJHQHUDOFRP¼Q\FROHFWLYD  La negación o la atenuación de estos atributos pone en riesgo la inteJULGDGGHOHVSDFLRS¼EOLFR\WUDVODWLYDPHQWHGHODFLXGDG(OORHVHVSHcialmente grave cuando se pone en crisis el atributo de superioridad subordinanteTXHLQYLVWHHOHVSDFLRS¼EOLFRSRUVREUHFXDOTXLHURWUR espacio urbano (residencial, laboral, productivo, logístico) en el que se desarrollan las actividades propias del interés privado o particular de ORV VXMHWR 3RU HOOR HO HVSDFLR S¼EOLFR HV UHSUHVHQWDWLYR GH OR TXH XQ grupo social asume como forma de vida urbana, como vida civil y civilizada, cuyo sentido es pertenecer a una totalidad de la que deriva el sentido de la vivir en la ciudad: una vida colectiva virtuosamente sobrellevada por individuos sujetos a normas de civilidad de la que extraen pertenencia (fenoménico-existencial, sentido de situación temporal y espacial de la cual se es parte material) y pertinencia (correspondencia entre las expectativas individuales y las generales, comunes y colectivas del grupo social, sentido de adecuación a una totalidad que lo incluye y a la cual adhiere). La sociedad desarrolla los más variados procesos HQHOHVSDFLRS¼EOLFRFLUFXODVHWUDVODGD\VHPRYLOL]DLQWHUDFW¼DSRU motivos laborales, productivos o comunicacionales, se expresa y se representa simbólicamente, etc. Estos procesos ocurren a la vista de todos –los otros sociales- en un marco de tolerancia recíproca.

1.5. Espacio público. Fenomenología disyuntiva del dispositivo-ciudad (OHVSDFLRS¼EOLFRVHIXQGDPHQWDHQHO(VWDGR6RFLHGDG\OD&XOWUD\ se orienta a la consolidación de la ciudadanía, la integración social y el enriquecimiento simbólico de la vida colectiva. Sin embargo, estos supuestos se ponen en crisis frente a la errática fenomenología de la ciudad contemporánea. En Argentina, en sintonía con procesos que se repiten a distintas esFDODV JHRJU£ƢFDV \ QDFLRQDOHV OD GHIHFFLµQ GHO Estado de Bienestar bajo la presión de las políticas neoliberales es un hecho relevante. Estas políticas subsisten aun cuando se haya recuperado la dimensión política bajo gobiernos que pretenden para el Estado una mayor presencia. De manera concomitante, se observa una profunda desestructuración social debida a la desaparición de clases asociadas a las condiciones y los medios de producción como factor de identidad; por el contrario, la VRFLHGDGVHKDVHJPHQWDGRHQHVWDPHQWRVVHJ¼QSDXWDVTXHUHVSRQGHQ a las denominadas sociedades de la información, del conocimiento y del consumo, que conducen a subjetividades débiles, que se mueven en ausencia de marcos ideológicos fuertes y valores universales. Sobreviene un clima de relativismo e incertidumbre cuyo ámbito GH PDQLIHVWDFLµQ HV HO HVSDFLR S¼EOLFR XUEDQR (VWH RVFLOD HQWUH HVWDdos más típicos y categóricos en los que las formas materiales, los usos VRFLDOHV\ORVVLJQLƢFDGRVFXOWXUDOHVVHDUWLFXODQGHPDQHUDHVWUXFWXUDO por una parte, y un amplio arco de estados virtuales en donde esas dimensiones se desfasan con resultados desconcertantes y paradojales. En la ciudad argentina actual la experiencia de vida urbana se ha vuelto compleja, atenazada por el FRQƣLFWR, el miedo, la GHVFRQƢDQ]D por el otro social, con lo cual la experiencia de vida urbana se ha vuelto extremadamente relativa a las circunstancias de sujetos, tiempos y espacios. Un mismo lugar (forma) admite diversos usos (que van desde los previsibles a los compatibles, disruptivos, intempestivos, abusivos) \VXVVLJQLƢFDGRVVHUHODWLYL]DQVHJ¼QODFLUFXQVWDQFLD YDULDQGRHQWUH VLJQLƢFDGRV SRU FRQVHQVRV DPSOLRV GHVYLUWXDGRV WHUJLYHUVDGRV  FRQ el resultado de fenómenos paradojales que desconciertan. El mismo individuo, se dijo, es reclamado simultáneamente desde varios roles (ciudadano, vecino, viandante, foráneo, habitante, intruso, okupa, sin techo, cartonero, villero, etc.) a lo que se suma la ubicuidad propia de una sociedad conminada a la información y la comunicación en tiempo real

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que lleva a que los habitantes de la ciudad no sólo se desdoblen en varias subjetividades en su vida cotidiana sino también que participen de UHDOLGDGHVP¼OWLSOHVHQVLPXOWDQHLGDG Por su parte, la exacerbación de la vida privada alentada por los medios de comunicación, los estímulos a la satisfacción mediante el consumo personal y familiar y el uso programado del tiempo libre lleva a potenciar modelos de vida recluidos en ambientes cada vez más especíƢFRV\VHJUHJDGRV %DMRHVWDVFRQGLFLRQHVQLHOHVSDFLRS¼EOLFRQLODDUTXLWHFWXUDXUEDQD son ámbitos estables o universales por lo que se necesita reorientar la atención a los deslizamientos y las oscilaciones entre las certidumbres y las virtualidades, entre las totalidades y las escisiones para interpretar la ciudad contemporánea. De tal modo, el principio de la ciudad como una totalidad de formas, XVRV\VLJQLƢFDGRVTXHFRQIRUPDQXQDHVWUXFWXUDunitaria e íntegra y que se experimenta como un fenómeno universal para los ciudadanos HQVXFRQMXQWRVHYXHOYHDEVWUDFWR(OHVSDFLRS¼EOLFRHVXQIHQµPHQR FX\DH[SHULHQFLDRVFLODHQWUHVXDƢUPDFLµQ\VXVdesplazamientos, negaciones y derivas.

2. Estados de constitución de lo urbano El dispositivo-ciudad oscila entre HVWDGRV DƢUPDWLYRV –inequívocos, precisos, asertivos- y estados desplazados –equívocos, inciertos, paUDGµMLFRV(VGHFLUHQRFDVLRQHVODDUTXLWHFWXUDS¼EOLFD\HOHVSDFLRXUbano son perfectamente discernibles para el ciudadano, que reconoce centralidades, topologías, simbologías, ambientes aprehensibles, estables, fruíbles, caracterizados por la continuidad perceptiva y valorativa basada en una axiología de valores políticos, sociales y culturales que HQDOWHFHQHOSDFWRF¯YLFRHQRWUDVWRGDVHVWDVDƢUPDFLRQHVGHGHVYDnecen, se vuelven virtuales o simplemente se quiebran, sobreviniendo la experiencia de lo contingente, de lo eventual y lo coyuntural con la consecuente experiencia del espacio urbano como discontinuidad, segregación, escisión, espacio de amenazas, fracturado por bordes y fronteras internas, dominado por lógicas disyuntivas. /DV GLPHQVLRQHV PHQFLRQDGDV DQWHULRUPHQWH VH UHIRUPXODQ VHJ¼Q estos estados de acierto o de desplazamiento, lo cual constituye la prin72

cipal complejidad del aborda de la relación entre arquitectura y ciudad SDUDODGHƢQLFLµQGHOHVSDFLRS¼EOLFR6HSRG¯DDSHODUDODPHW£IRUDGH ODIXQGDFLµQGHXQHGLƢFLRVREUHXQSLVRTXHYDU¯DHQWUHORHVWDEOH\OR inestable, lo cual vuelve a la situación particularmente compleja por la amplitud de los rangos de variación. La ciudad contemporánea pone a prueba las dimensiones epistemológicas, heurísticas, hermenéuticas y fenoménicas. Concomitantemente se ponen a prueba tres concepciones de la ciudad: la totalidad, la la topología de la centralidad témporo-espacial. 2.1. Totalidad En la concepción de la polis, la totalidad es un concepto central. La idea de la ciudad como mundo o sistema presupone un conjunto de elementos de cuya reunión depende la existencia del objeto ciudad. Ese objeto es apreciado como una de las construcciones más sustantivas de la historia de la humanidad, junto con el lenguaje. La posibilidad de desarrollar una forma de vida no sólo colectiva –muchos individuos compartiendo XQHVSDFLROLPLWDGRVLQRHQFRP¼QHVGHFLUFRPSDUWLHQGRXQFRQFHSWR de polis. La unidad, la integridad y la identidad de objeto ciudad brindan su fundamento metafísico, le dan entidad como cosas totales. Una ciudad bien organizada en su forma material, con prácticas ciudadanas convenientemente articuladas entre sí y con respecto del medio físico, y con un universo cultural ampliamente compartido que permite a los ciudadanos reconocerse como tales respecto de los lugares materiales pero también en el orden de lo simbólico, tiende a aceptarse como una toUSOS talidad favorable y benéƢFDXQDEXHQDFLXGDG Una buena ciudad se FORMAS SIGNIFICADOS reconoce como una construcción humana con un origen y un destino: arché – thelos. 

Fig. 3:

$UFK«\XQWKHORV(OVHQWLGRFRPRRULJHQ\ƢQ)XHQWH-$

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Reconocer el origen implica a su vez aceptar un destino, con lo cual la idea del presente se ata a un objeto IRUPDVXVRVVLJQLƢFDGRV TXHVH constituye como tal sólo para readecuarse en el siguiente estadio de su existencia en función de las tensiones del pasado y del futuro que anidan en la realidad de su actualidad. La ciudad de hoy busca su sentido en la pulsión entre un origen y un destino. (Fig. 3) /DPHWDI¯VLFDGHODFLXGDGFRPRWRWDOLGDGVHPDQLƢHVWDHQODRQWRORgía de un arché y un thelos que dará sentido a la articulación estructural GHIRUPDVXVRV\VLJQLƢFDGRV/DHVWUXFWXUDHVODUD]µQGHODWRWDOLGDG en la medida en que permite que los elementos conserven sus vínculos. El sentido depende la solidez de esos vínculos, los cuales se fundamentan y expresan los valores inherentes a las relaciones categoriales de lo urbano: urbs, civitas y polis. Sin embargo, estos discursos se vuelven cada vez más imprevisibles en el seno de la ciudadanía. El sujeto ubicuo de la contemporaneidad, el sujeto desclasado de la sociedad desagregada, el sujeto des-localizado de la ciudad dispersa, está limitado para reconocerse parte de una totalidad plena. Ni su comprensión, ni sus formas de acción ni su valoración HVW£Q HQ DFXHUGR FRQ OD LGHD GH XQD FLXGDG HVWDEOH ¼QLFD LQWHJUDGD etc. Por el contrario, el incremento de la movilidad física, la velocidad de las comunicaciones, la explosión de los discursos multi-textuales y PXOWLPHGLDOHVKDQPRGLƢFDGRGU£VWLFDPHQWHODVFDSDFLGDGHVVXEMHWLvas poniendo en jaque, una vez más, las visiones idealistas de ciudad como totalidad que todavía anidan de manera larvada en discursos y prácticas. Por lo tanto, la noción de ciudad como totalidad merece ser revisada especialmente a partir del reconocimiento del estado de hecho de las ciudades (argentinas, del mundo) en la actualidad y en su perspectiva histórica. La temporalidad de la totalidad se expresa como continuidad y como proyección o fuga (Fig. 5). La continuidad temporal entre pasado y fuWXURVHJ¼QODFXDOHOSUHVHQWHHVXQPRPHQWRGHQWURGHXQDVHFXHQFLD que le da sentido. El tiempo es un concepto cronológico, de segmentos discretos que se suceden despertando la conciencia del pasado-presente-futuro. No obstante, la experiencia subjetiva es la del presente, que se percibe como una experiencia in totum. Una continuidad de momentos sucesivos conforma la linealidad sucesoria de un tiempo continuo en la 74

FXDOHOPRPHQWRSUHYLRHODQWHVMXVWLƢFDDOSRVWHULRU/DFRQWLQXLGDG del tiempo-espacio se explica en términos sincrónicos y diacrónicos, VHJ¼QXQDOµJLFDGHLWHUDQFLDVTXHKDELOLWDDODH[SHULHQFLDFRPRODUHSHWLFLµQGHORPLVPR\ORLG«QWLFRHQFDGDHVWDGLRGHXQSURFHVRVLQƢQ Entre el concepto de ciudad y la experiencia subjetiva de la ciudad hay DQDORJ¯DVSRUORFXDOODVUHODFLRQHVHQWUHIRUPDVXVRV\VLJQLƢFDGRVVRQ representaciones de los estados particulares del concepto general de ciudad que se perfecciona en el tiempo.

)LJWHPSRUDOLGDGVLQFUµQLFDGLDFUµQLFD/DO¯QHDGHOWLHPSRFRPRƣXMR)XHQWH-$

La temporalidad de la fuga hacia el futuro da un sentido teleológico a la WRWDOLGDGHQWDQWRTXHƣHFKD del tiempo concebida como progreso hacia XQƢQ(OSUHVHQWHHVXQPRPHQWRHQHOTXHVHSURGXFHXQRUGHQDPLHQto del logos (la ciencia, la moral y el arte) cuyo sentido viene dado por ODQRFLµQGHSURJUHVRKLVWµULFRRULHQWDGRDXQƢQ«WLFRODSHUIHFFLµQGH las virtudes humanas y sociales. Los sujetos concretos motorizan dialécticamente la historia, son actores de una existencia concreta y proGXFWRUHVGHKHFKRV\SURFHVRVVHJ¼QORVFXDOHVORVPHGLRVVHRULHQWDQ SRUXQRVƢQHV«WLFRV/DFLXGDGHVH[SUHVLµQGHODVUHODFLRQHVKLVWµULFDV respecto de la cual es objeto determinado. (Fig. 5)

USOS

FORMAS

SIGNIFICADOS

Fig. 5: Tiempo como orientación al futuro. Fuente: JA

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/DVFU¯WLFDVDODPRGHUQLGDG£OJLGDVHQODV¼OWLPDVG«FDGDVVRQDFHSWDdas en la actualidad como una condición histórica inexorable. Fundadas en las observaciones empíricas de las defecciones de los grandes relatos de la modernidad, de las promesas emancipadoras de la humanidad, estas críticas han conducido a la desesperanza y el nihilismo, al cinismo y a las aporías, en todos los casos claudicantes respecto de las utopías modernas. En este contexto, es necesario revisar estas nociones de totalidad. Esta UHDOLGDG SRVVREUHKLSHUWDUGRPRGHUQD" TXHVHKDFRQƢJXUDGRD escala planetaria, coloca al término en un espacio de oscilaciones entre estados asertivos (la ciudad todavía es, puede o debe ser vista como una totalidad) y desplazados (la ciudad ya no es, parece ser, se ha desviado o no puede ser concebida como una totalidad). La totalidad entra en crisis VHJ¼QWUHVGHFOLQDFLRQHV

1 Este y los siguientes subtítulos reproducen parcialmente el texto publicado en ARROYO, -3DLVDMH\HVSDFLRS¼EOLFR8QDOHFWXUDGHVGH$P«ULFD/DWLQD(Q5HYLVWD*HRJUDƢFLGDGH Grupo de Pesquisa Geografía Humanista Cultural. Vol. 5, nº 1, 2015. ISSN: 2238 0205. AcFHVLEOH HQ KWWSZZZXIIEUSRVDUTJHRJUDƢFLGDGHUHYLVWDLQGH[SKSJHRJUDƢFLGDGH article/view/203/pdf

FHSFLµQGHXQVXMHWRXUEDQRFROHFWLYR\ODKLVWRULDFRPRMXVWLƢFDFLµQGH un destino, conformaron las bases de una utopía urbana que hunde sus raíces en la Ilustración y el cartesianismo, en la razón sustantiva e instrumental. (MUNFORD, 1979; (BENEVOLO, 1971; SECCHI, 2008; HALL, 1996). &RQODFRQVROLGDFLµQGHODFLXGDGPRGHUQDHOHVSDFLRS¼EOLFRVHFRQƢJXUDFRPRHOVLVWHPDGHHVSDFLRVI¯VLFRVH[WHULRUHVFRQGRVIXQFLRQHV principales: la circulación (red vial) y la recreación (espacios verdes) junto a otras funciones remanentes de las ciudad tradicional tales como HOFRPHUFLR IHULDV \ODFHOHEUDFLµQ ƢHVWDVF¯YLFDVSRSXODUHV (OHVSDFLRS¼EOLFRH[WHULRUVHFRPSOHPHQWDFRQORVHTXLSDPLHQWRVşGHOGRPLQLRS¼EOLFRRSULYDGRHQODPHGLGDHQTXHDORMDQIXQFLRQHVLQVWLWXFLRQDOHVGHLQWHU«VFRP¼Q HGXFDFLµQVDOXGVHJXULGDG 'HWDOPRGR HO HVSDFLR S¼EOLFR HVW£ LQWHJUDGR SRU ORV H[WHULRUHV XUEDQRV GH OLEUH FLUFXODFLµQ\SRUORVHGLƢFLRVLQVWLWXFLRQDOHVJHQHU£QGRVHXQDIHQRPHnología de lo urbano que subsiste hasta el presente. Es con referencia a esta ciudad cuyo modelo son las formas de producción del capitalisPRLQGXVWULDOTXHVHSHUƢODXQFRQFHSWRGHFLXGDGDQ¯DSRO¯WLFDVRFLDO \FXOWXUDO'HHVWHPRGHORGHYLHQHHOFRQFHSWRP£VDƢUPDGRGHHVSDFLRS¼EOLFRFRPR£PELWRGHUHSUHVHQWDFLRQHVGHFODVHV\GHH[SUHVLµQ GHOFRQƣLFWRVRFLDODOO¯VHH[SOLFDHOPLVPRSRUVXVDWULEXWRVGHHVSDFLR general, en el sentido de incluir a la totalidad de la población con un VHQWLGRGHPRFU£WLFRFRP¼QFRPRSURSLHGDGDGPLQLVWUDGDSRUHO(Vtado; colectivo, por la modalidad de uso necesariamente compartido; y HVVXSHULRUSRUFXDQWRVLJQLƢFDYDORUHVGHOD«WLFDFLXGDGDQDTXHVHFRrresponde con un complejo conjunto de representaciones simbólicas. A su concreción concurre no sólo el Estado –con el sistema legal, las obras y las infraestructuras, los discursos legitimadores, etc.- sino también la sociedad con sus prácticas concretas que supone formas de uso y de disfrute de los ámbitos urbanos. (OHVSDFLRS¼EOLFRXUEDQRHVHO£PELWRI¯VLFRFDUDFWHUL]DGRU\FRQWHnedor de la dinámica material de la ciudad (urbs), de realización de la acción social y construcción de vínculo intersubjetivo (civitas) y maniIHVWDFLµQ GHO FRQƣLFWR SRO¯WLFRLGHROµJLFR GH OD VRFLHGDG polis). Dado TXHODSROLVHVXQDFRQVWUXFFLµQFXOWXUDOGLIXVDHLQPDWHULDOTXHUH¼QH los sistemas ideológicos, simbólicos y estéticos que alimentan las visiones, las expectativas colectivas y las narrativas sobre la ciudad, regulan-

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Totalidad dialéctica. Contradicción y segregación Totalidad implícita. Fragmento Totalidad clausurada. Escisión 2.2. Totalidad dialéctica1 La ciudad moderna se explica desde la lógica de la acumulación del capital industrial que da lugar a las contradicciones y consecuentes segregaFLRQHVVRFLRI¯VLFDV EXUJXHV¯DV\SUROHWDULDGRVXUEDQRVFHQWURVFDOLƢcados y periferias degradadas, barrios integrados y barrios marginales, etc.). Las disfuncionalidades, desequilibrios y frustración de la ciudad europea del siglo XIX devinieron en críticas contra la realidad de las ciudades, críticas que encontraron en los arquitectos modernos europeos la posibilidad de pensar la ciudad de modo alternativo. Esta concepción FU¯WLFDƣXFWXµHQWUHODPD\RUHƢFLHQFLDGHOVLVWHPD\ODHTXLGDGVRFLDO abarcando en estos extremos el variado arco entre la ciudad liberal y ODVRFLDOLVWD(ORUGHQDPLHQWRGHPHGLRVDƢQHV\ODVUHODFLRQHVGHFRVWREHQHƢFLR OD HFRQRP¯D GH HVFDOD \ OD SURGXFFLµQ LQGXVWULDO OD FRQ-

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do y orientando las prácticas en el espacio físico. En esta dimensión de la polis se construyen las perspectivas éticas y estéticas de la ciudad. &RQWUDGLFWRULD\FRQƣLFWLYDSHURUHGLPLEOHHQODV¯QWHVLVGLDO«FWLFDR compleja pero administrable en razón de su estructura sistémica, prevalece en la ciudad moderna el concepto de totalidad alentada por estados consolidados sobre la idea del desarrollo y el bienestar general de la población. No obstante, durante la segunda mitad del siglo XX, la construcción socio-política cambia de rumbo especialmente (de manera dramática en América Latina debido a las dictaduras militares y sus secuelas sociales, económicas y culturales) a favor de la liberalización de las economías con el consiguiente incremento de las de los desequiliEUDGRVHQWRGRVORVµUGHQHV/DVFLXGDGHVYHQDJXGL]DGDVXFRQƣLFWLYLdad, que en el caso de Latinoamérica toma la forma de pobreza urbana \PDUJLQDFLµQLQVXƢFLHQFLDXREVROHVFHQFLDGHLQIUDHVWUXFWXUDYXOQHrabilidad ambiental, etc., y se abre un cono de sospechas sobre la concepción de ciudad como una totalidad. Y de la dialéctica como motor de los cambios históricos. Fig. 6 

CONTRADICCIÓN TOTALIDAD DIALÉCTICA

FORMAS

USOS

SIGNIFICADOS

)LJ7RWDOLGDGGLDO«FWLFDFRQWUDGLFFLµQ\VHJUHJDFLµQ)RUPDVXVRV\VLJQLƢFDGRVHVWDEOHFHQUHODFLRQHVHVWDEOHV\FRQFUHWDVVµORPRGLƢFDEOHVSRUSURFHVRVGLDO«FWLFRV Fuente: JA

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2.3. Totalidad implícita Los procesos de globalización, las defecciones políticas del socialismo, la remisión del pensamiento ideológico y utópico a favor de un pensamiento local y escéptico, la planetarización de las comunicaciones y la incidencia de los medios en la sociedad, dibujan un estado de hecho que ya no puede ser totalmente administrado por los estados nacionales La ciudad posmoderna se explica como frustración ética o bien como imposibilidad material de la utopía. Este clima de frustración gana espacio en el ámbito del pensamiento (posestructuralismo, existencialismo, escepticismo, irracionalismo, giro cultural de las ciencias humanas y sociales, pensiero débole) desde donde se enarbola la crítica a la modernidad asociada a la era de la razón, a los procesos de modernización y sus efectos en todos los órdenes de la vida. La caída del muro de Berlín simboliza la defección del modelo socialista, las democracias representativas pierden credibilidad por la burocratización de las dirigencias poO¯WLFDV\JUHPLDOHVHOGLVFXUVRKHJHPµQLFRKDEODGHSHQVDPLHQWR¼QLFR y exhibe al capitalismo como modelo excluyente, el concepto de verdad FLHQW¯ƢFDVHSRQHHQFULVLVDSDUWLUGHODUHYHUVLELOLGDGGHOWLHPSR FX\R ejemplo máximo es la teoría del caos), las contraculturas y subculturas, RWURUDGHVDƢDQWHVGHORUGHQFRQVWLWXLGRVHYLVLELOL]DQGHOPLVPRPRGR que las minorías excluidas ganan reconocimiento y adquieren progresivamente estatus políticos. El desarrollo de la telemática permite la operación de los mercados a tiempo continuo del mismo modo que la crisis energética reformula los procesos de producción industrial, reduciendo la materialidad de los productos (más liviano, más pequeño, más U£SLGR HQXQSURFHVRSRUHOFXDOVHWUDQVƢHUHODSULPDF¯DHFRQµPLFD del sector industrial al de los servicios. (HARVEY, 1998; LASH & URRY, 1994). La modernización desigual, sectorial e incompleta de América Latina contribuye a este clima de escepticismo. La penosa experiencia histórica de las dictaduras militares y los gobiernos conservadores genera las condiciones para el debilitamiento del pensamiento crítico y sus articulaciones políticas en cuerpos sociales de creciente pobreza material \ PRUDO $XQ FRQ H[FHSFLRQHV TXH QR PRGLƢFDQ ODV WHQGHQFLDV JHQHUDOHVORVSD¯VHVGHODUHJLµQVXIUHQODLQƢOWUDFLµQGHODVSRO¯WLFDV\ODV concepciones neoliberales se expresan en todas las dimensiones de la ciudad. La ciudad es suma de partes, de fragmentos, cada uno dotado 79

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de características propias y se la estudia desde los elementos primarios y las áreas homogéneas y desde los análisis tipo-morfológicos cuya reSURGXFFLµQKDEU¯DGHƢMDUXQY¯QFXORWHPSRUDOHQWUHODFLXGDGDFWXDO\ su desarrollo histórico. La conciencia creciente de un aquí y ahora relativo a una experiencia existencial individual no se compatibiliza con la racionalidad disciplinar del plan director, instrumento enteramente desbordado por las realidades urbanas de las migraciones, la pauperización, la desinversión en infraestructuras, etc., todo lo cual da cuenta de los estragos de los JRELHUQRVWDQWRGLFWDWRULDOHVFRPRSDWHUQDOLVWDVVHJ¼QORVFDVRVQDFLRQDOHVTXHDODSRVWUHFRQYHUJHQHQODƢJXUDGHFOLQDQWHGHO(VWDGRGH Bienestar. Esta declinación no es sino el marco de referencia para la creciente desigualdad social, pérdida de representatividad de los partidos SRO¯WLFRVJHQHUDOL]DGDVRVSHFKDGHFRUUXSFLµQ\LQHƢFLHQFLDGHODDFción del Estado, avances en la transnacionalización de las economías, su articulación en procesos globales soportados por las tecnologías de la LQIRUPDFLµQ\ODFRPXQLFDFLµQTXHDJXGL]DQHOFRQƣLFWRVRFLDODFRPpañado de una desideologización de su abordaje. La ciudad es suma de partes al igual que la sociedad es un aglomerado de estamentos antes que de clases en contraposición. En este contexto ganan presencia política las minorías sociales, las organizaciones no gubernamentales y los movimientos focalizados en problemáticas puntuaOHVHQWDQWRTXHDODPLVPDYH]VHGHƢQHQSUREOHPDVDHVFDODSODQHWDULD tales como el cambio climático y la economía global. En esta noción de ciudad el fundamento del discurso político cultural (polis) es todavía el de una totalidad, pero implícita en los fragmentos urbanos y en las FRAGMENTO TOTALIDAD IMPLÍCITA

Fig. 7:

FORMAS

USOS

SIGNIFICADOS

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Totalidad implícita: Fragmentos. Formas, XVRV\VLJQLƢFDGRV establecen relaciones localmente complejas. Fuente: JA

prácticas sociales. La vida urbana, como acción colectiva o dinámica de actores individuales, parte de reconocer la potencialidad intrínseca del fragmento. El instrumento de actuación será el proyecto urbanístico, que ve en las suturas entre partes la estrategia de recomposición de la totalidad de urbana. Esta estrategia no pudo evitar que las partes urbanas no sólo se remitan a la revalorización de los espacios existenciales relativos a una pauta local sino que bajo este concepto del fragmento se extremaran las diferencias con la aparición de enclaves urbanos (barrios cerrados, centros comerciales y de ocio, country clubs) que generaron fragmentos elitistas y excluyentes, (QHVWDFLXGDGHOHVSDFLRS¼EOLFRHVHVFHQDULRPDWHULDOGHODIUDJPHQtación urbana, representación simbólica a partir de narrativas de identidad de lo urbano y sede natural de la fragmentación entre estamentos sociales dirimidos por las mercadotecnias antes que por la acción social orientada. 2.4. Totalidad clausurada La ciudad escindida es la disyunción de formas físicas, prácticas sociaOHV\VLJQLƢFDGRVFXOWXUDOHVFDWHJRU¯DVTXHHQWUDQHQXQMXHJRVLQƢQ LUUHGXFWLEOH D XQ VHQWLGR ¼QLFR /DV IRUPDV PDWHULDOHV ODV SU£FWLFDV VRFLDOHV\ORVVLJQLƢFDGRVFXOWXUDOHV urbs, civitas y polis) pierden relaciones estructurales y desarrollan lógicas autónomas cuyos efectos no responden a una linealidad de causas y consecuencias ni a un sentido teleológico auspiciado por un origen fundacional. Por el contrario, deriYDQHQXQMXHJRGHVLJQLƢFDGRVDELHUWRV/DH[SHULHQFLDVHSDUHFHDXQ movimiento browniano2 cuya intensidad es tal que satura la capacidad de percepción, encandila y seduce, a la vez que desaliente la voluntad cognitiva. (OVXMHWRTXHGDDWUDSDGRSRUHOPRYLPLHQWRTXHQRLQƢHUHGHWHUPLnaciones lógicas, que llevarían a buscar causas para prever consecuencias, sino que produce efectos intempestivos. Es puro efecto cuyo regis2 Movimiento browniano. Es el movimiento aleatorio de partículas suspendidas en un ƣXLGR O¯TXLGRRJDV FRPRUHVXOWDGRGHVXFROLVLµQFRQORV£WRPRVU£SLGRVRPRO«FXODVHQ el gas o líquido. El término movimiento browninano también puede referirse al modelo matemático utilizado para describir estos movimientos al azar. El movimiento browniano es uno de los del procesos estocásticos (o probabilísticos), más sencillos en un tiempo continuo. Voz: Brownian movenent, Encyclopædia Britannica. Accedido en noviembre 2014 en http://www.britannica.com/ (Trad. propia) 81

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tro no retiene una imagen que representa la totalidad de lo urbano sino que produce un efecto de intensidad en la contingencia de un tiempo aiónico. El tiempo de Aión es el que corresponde al intervalo entre un demasiado tarde y un demasiado pronto, un tiempo diferente del Cronos, secuencial y continuo. El aiónico es un tiempo sin medida, de duración instantánea. '(/(8=( *8$77$5, . En la ciudad escindida Esta temporalidad del intervalo se correspondería con una espacialidad del intersticio, dando lugar a una ciudad episódica, exacerbación tanto de las contradicciones segregativas como de la fragmentariedad, ambas potenciadas al punto de provocar efectos intempestivos, que colocan al sujeto en la coyuntura de entender la ciudad como un fenómeno desconcertante y paradojal. Es la ciudad que no VHFRQFLEHFRPRWRWDOLGDG\SRUORPLVPRXQDFLXGDGTXHUHK¼\HWRGD GHƢFQLµQFDWHJµULFDIXQGDGDODRQWRORJ¯DGHODFHQWUDOLGDGODWRSRORJ¯D GHODFRQWLQXLGDG\ODFURQRORJ¯DGHORVƣXMRVWHPSRUDOHV 2.5. Centralidad. Espacialidad topológica y temporalidad cronológica La ciudad como totalidad lleva implícita la centralidad como espeFLƢFLGDG HVSDFLRWHPSRUDO HQ OD TXH VH H[SUHVDQ \ FRQFUHWDQ YDORUHV y procesos relativos a la continuidad histórica de la ciudad. El centro SUHYDOHFHSRUVREUHODVSHULIHULDVLPSRQHMHUDUTX¯DVLQWHQVLƢFDODH[periencia de vida urbana. La centralidad se concreta a distintas escalas I¯VLFDV FHQWURHVODFLXGDGUHVSHFWRGHVX£UHDVGHLQƣXHQFLDWHUULWRULDO un equipamiento urbano singular respecto de la ciudad en su conjunto, de barrio o una vecindad). También a distintas escalas temporales, por lo que el centro será histórico, antiguo, nuevo, emergente, vacante, etc. El concepto de espacio topológico es inherente a la centralidad. Los lugares dan entidad material y simbólica al principio estructurador de la centralidad de modo tal que la ciudad es para el ciudadano un esSDFLRWRSROµJLFRTXHVHYLYHHQHOƣXMRGHOWLHPSRXQDUHGGHOXJDUHV que concretan la centralidad ontológica y con ello brindan al ciudadano referencia e identidad, un espacio urbano vivible porque es discernible como imagen: el sujeto percibe, sabe y valora dónde está. El concepto de tiempo de tiempo cronológico es igualmente propio de la centralidad. $OO¯VHHVSHFLƢFDHOWLHPSRKLVWµULFRFRPRPHPRULDH[SHFWDWLYDGHIXturo o momento presente. (HARVEY, 1989)

La segregación, la fragmentación y la escisión ponen en crisis la ontología de la centralidad. La centralidad es una cuestión crucial en la ciudad escindida, centralidad material, pero también pragmática y simbólica. Jacques Derrida (DERRIDA, 1989: 384) propone la revisión de la estructuralidad de la estructura. La estructuralidad radica en un centro que el DXWRUDVRFLDDORULJHQƢMRTXHRULHQWD\HTXLOLEUDODHVWUXFWXUDGDQGR coherencia al sistema pero, sobre todo, hace que, en tanto principio de organización de la estructura, limite el juego de la misma. El centro abre y cierra el juego, dice el autor y agrega: […] siempre se ha pensado que HOFHQWURTXHSRUGHƢQLFLµQHV¼QLFRFRQVWLWX¯DGHQWURGHXQDHVWUXFWXUD justo aquello que, rigiendo la estructura, escapa a la estructuralidad, es decir, está dentro y fuera de la estructura puesto que, siendo necesario para la existencia de la misma, su pertenencia a ella anularía su exigencia de irreductibilidad. (DERRIDA, 1989a: 384) Esta paradoja es inquietante puesto que pone en crisis el deseo de orden y estabilidad que el centro garantiza y que, en la historia de Occidente, ha tomado la designación de Sujeto, Dios, Razón, Hombre o Naturaleza, representando siempre una presencia que por sí misma ordena los elementos del sistema y los integra en una estructura dotada de sentido (ARROYO, 2011). Derrida sospecha de que el centro sea tal; dado que es el punto en TXHQRHVSRVLEOHWUDQVIHULURGHVSOD]DUORVVLJQLƢFDGRVHVHOSXQWRGH lo irreductible, pensar su inexistencia vuelve indiferente toda referencia DXQRULJHQRDXQƢQarkhé o thelos, quedando los elementos envueltos en una historia de sentido, que se expresaría como el juego de la estructuralidad de la estructura, que el autor se propone rescatar. El origen y HOƢQWLHQHQSRUIXQFLµQSRQHUDVDOYRDODHVWUXFWXUDGHORVDYDWDUHVGH la historia de sentido. Visto en la perspectiva histórica de occidente, la HSLVWHPRORJ¯DGHODFLXGDGVHKDIXQGDGRHQODE¼VTXHGDGHXQRULJHQ y un destino que otorguen sentido a su estado presente. La modernidad actualiza ese sentido en el progreso, de la historia fundada en el desarrollo de la ciencia, la moral y el arte. El autor señala la existencia de un acontecimiento de la estructura. Para Derrida, el acontecimiento no es sólo efectuación, que remite a un estado de cosas que se encarna en personas, en individuos. Esto implica un SUHVHQWHGHƢQLWLYR en acto, intenso, para aquel que lo encarna, que

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así puede juzgar un antes y un después del acontecimiento. Es también la contra efectuación del acontecimiento que mira a la vez al futuro y el pasado en sí mismos, ambos eludiendo el presente en la medida en que no están encarnados en un estado de cosas sino que se representa por un instante móvil siempre desdoblado entre el pasado y el futuro, una virtualidad. (DERRIDA, 1989b) (ODFRQWHFLPLHQWRVHPDQLƢHVWDYLYDPHQWHHQQXHVWUD«SRFDSHURTXH es inherente a la propia historia de la noción de estructura y que está relacionado con esta necesidad de pensar la estructuralidad colocándose en el punto de ruptura o de desintegración de la obviedad del centro, esos lugares de certeza y verdad que adquieren naturalidad, como si fueran los fundamentos y los designios no cuestionados de nuestra vida como sujetos urbanos. La ciudad es una estructura y en tanto tal tiene centros (materiales y simbólicos) que la explican, centros que, en la posición de Derrida, constituyen a la vez la condición de posibilidad y la negación del juego de la estructura. La urbanística y la arquitectura, al hacer la ciudad (entiéndase: proyectar, construir, reglamentar, pensar, interpretar, etc.) asumen esos centros como referencias fundadoras, como categorías constitutivas que en su perenne vigencia estarían ocultando o impidiendo el juego de lo urbano, en un intento de neutralizar la angustia que produce el hecho de sentirse tomado por sorpresa por ese juego que, para el caso, es el juego de lo inter-subjetivo y lo inter-objetual que propone la vida urbana. Esta pretensión de concretar el centro supone la utopía de la polis, el lugar de la realización de la idea (perfecta, justa, recta) de lo urbano. 'HUULGD DƢUPD TXH WRGR VH FRQYLHUWH HQ GLVFXUVR FRQ OD FRQGLFLµQ de que por tal se entienda que […] HO VLJQLƢFDGR FHQWUDO RULJLQDULR \ trascendental no está nunca absolutamente presente. (DERRIDA, 1989a: 386). En efecto, siendo que todos los elementos de una estructura se UHPLWHQHQOD¼OWLPDLQVWDQFLDGHVXVLJQLƢFDFLµQDOFHQWURXRULJHQHO OXJDUHQHOTXHODVLJQLƢFDFLµQ\DQRHVSRVLEOH UHFRUGDUTXHVLJQLƢFDFLµQHVVLHPSUHVXVWLWXFLµQWUDQVSRVLFLµQGHVLJQLƢFDGRV TXHGDYDF¯R y, por lo tanto, la totalidad pierde a la vez sentido lógico y posibilidad SU£FWLFDHQFRQVHFXHQFLDTXHGDDELHUWRHOFDPSRDXQMXHJRVLQƢQGH ODVLJQLƢFDFLµQXQFRQWLQXRGLVFXUVRVLQFHQWURHQHOTXHWDQWRWLHQH cabida el discurso de la liberación del imperialismo como el de la eco-

nomía de mercado o el del capitalismo con rostro humano. El centro sólo aparecerá como una función, como un recurso de método dentro de un sistema de diferencias, o sea, en el marco de unos términos de acuerdo que por sí mismos no constituyen ley, axioma o fundamento ontológico. Organiza un discurso, pero no produce sentido como representación. 6LJXLHQGRD'HUULGDVHSRGU¯DDƢUPDUTXHFLXGDGDQRVREMHWRVHVFDlas, territorios, espacios, tiempos, sociedades, lugares, etc. son co-presencias que generan en la ciudad un discurso continuo, un encadenamiento de signos que hacen un juego sólo posible en ausencia de un FHQWUR ¼QLFR UHVXPLGR HQ HO FRQFHSWR GH OD polis. Esta pragmática de centralidad en la que convergen una espacialidad y una temporalidad HVSHF¯ƢFDSODQWHDXQDDOWHUQDWLYDUDGLFDODODFRQFHSFLµQGHODpolis que se constituye sobre el valor central del lugar/espacio/tiempo público, el mundo que distancia y vincula a los individuos quienes se vuelven ciudadanos en el momento de ejercer el debate en el disenso, el lugar y el tiempo de ver y ser vistos, de escuchar y ser escuchados. (ARENDT, [1958], 1993) al que el discurso urbano-arquitectónico se aferra aun FXDQGRORVKHFKRVQRORYHULƢFDQ'HHVWDSDUDGRMDGHFLXGDGVLQpolis fundada en una noción de totalidad, del juego de civitas-urbs en ausencia de centralidad ontológica, se deduce que, en todo caso, ciudadano, objeto, escala, etc. son funciones de dinámica inmanente, prácticas meramente pragmáticas. En esta ciudad escindida, sin centralidades sustantivas que organicen el juego de las partes, no hay una topología que territorializa el espacio urbano sino derivas, desplazamientos constantes en busca de un lugar TXHQRORJUDƢMDUWLHPSRV\HVSDFLRV3UHYDOHFHODdistopía y la heterotopía (FOUCAULT, 1984; SOJA, 1989) en las formas multiplicadas del lugar como exasperación o enervación paradójica de la centralidad sin valores. La distopía no niega el lugar sino que lo entiende desvirtuado, en tanto que la heterotopía se explica en la como multiplicidad de espacios multiplicados bajo diferentes imágenes de ciudad que conviven con (o también junto, dentro, sobre, fuera) de la ciudad tradicional, la de las contradicciones o la de los fragmentos.

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ESCISIÓN TOTALIDAD CLAUSURADA

Fig. 8:

FORMAS

USOS

SIGNIFICADOS

Totalidad clausurada: escisión. )RUPDVXVRV\VLJQLƢFDGRVHVtán co-presentes en relaciones contingentes. Fuente: JA

Las declinaciones de la totalidad están presentes en la constitución de la ciudad actual, aludiendo a la ciudad contemporánea en general dentro de la cual caen las argentinas. La categoría de la polis se constituye de manera radicalmente difeUHQWHVHJ¼QVHDVXPDODVHJUHJDFLµQGHSDUWHVHOIUDJPHQWRRODHVFLsión. Cada una de estas nociones, o concepciones de polisPRGLƢFDODV condiciones exo-disciplinares del proyecto de urbano-arquitectónico a la vez que alteran el concepto, la percepción y la valoración del espacio S¼EOLFR\VXYDORUHQODFLXGDGFRQWHPSRU£QHD$FRQWLQXDFLµQVHSUHsentan algunas intervenciones arquitectónicas recientes en la ciudad de Santa Fe, Argentina, referencia empírica de este trabajo, cuya ponderación como contribuciones a la ciudad de contradicciones, de los fragmentos o de las escisiones queda planteada como interrogantes.

b) la epistemología de la ciudad (los modos de generar conocimiento acerca del objeto urbano a través de sus dimensiones materiales, las prácticas sociales y las concepciones políticas y culturales); c) la hermenéutica GHO HVSDFLR S¼EOLFR ODV Y¯DV GH LQWHUSUHWDFLµQ del concepto y el valor de publico recurriendo a los ámbitos de validaFLµQGHORVSURFHVRVXUEDQRV \ƢQDOPHQWH d) la fenoménica dada por las situaciones coyunturales en el espacio-tiempo de la existencia (humana, histórica) como condición de una experiencia subjetiva particular. (VWDVGLPHQVLRQHVVHWHQVDQGHPRGRGLIHUHQWHVHJ¼QVHREVHUYHODFLXdad como una totalidad dialéctica, de fragmentos o de escisiones, es decir, de la ponderación histórica del particular momento en que se pondera el hecho urbano y la posición que conceptual e ideológica que se asume. El cuadro debería operar tanto en el abordaje ex ante de la obra, es decir, en su instancia de objeto a ser proyectado como la ex post, es decir, cuando la obra es un hecho concreto susceptible de ser tomado como caso de estudio. Entre la obra virtual ínsita en el proyecto y la obra concreta media la distancia en la que se pone a prueba la pertinencia del proyecto y su correspondencia con realidades de la ciudad. Estas tensines se expresan en la matriz que sigue de la Fig. 9

2.6. Obras y espacios públicos como campo de fuerzas En un intento de abordar analítica y críticamente estos estados incierWRVHLQHVWDEOHVGHODDUTXLWHFWXUDXUEDQD\HOHVSDFLRS¼EOLFRHQWDQto hechos y procesos concomitantes, y como recurso de método para facilitar la comprensión de los elementos conceptuales que se intentó explicar anteriormente, se propone una matriz de tensiones en cuyo centro se instala un campo de fuerzas en el que convergen las pulsiones originadas en los polos de: a) la heurística de la arquitectura (los modos de hacer del arquitecto, las producciones de los sujetos urbanos, las obras del Estado y de los particulares, etc.); Fig. 9: Dimensiones de la obra de arquitectura urbana o pública. Fuente: JA 86

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DIMENSIONES

CONSIDERACION

FENOMÉNICO-EXISTENCIAL

EX -POST EX -ANTE

HERMENÉUTICA

Interpretación crítico-valorativa originados en los grandes campos conformados por el Estado, la sociedad y la cultura como:

Factores exo-disciplinares determinantes y convalidantes del problema proyectual, originados en actores, instituciones y estructuras (promotor, usuario, etc.) que se expresan como demandas, expectativas, imaginarios, saberes, etc. También FRUSXVFLHQWt¿FRV y tecnológicos que generan contextos paradigmáticos para el proyecto.

Recepción social de la obra en el que se realiza la contrastación de la hipótesis proyectuales en relación a las. Implicancias políticas, institucionales, funcionales o simbólicas de la obra. 5HVLJQL¿FDFLyQ social de la obra. Apropiaciones/ rechazos, valoraciones, simbolizaciones.

Factores endo-disciplinares tales como pautas, premisas y parámetros urbano-arquitectónicos que orientan las decisiones proyectuales.

HEURÍSTICA

Procesos integrados de pensamiento, acción y valoración situados en el campo disciplinar de la arquitectura y el urbanismo y en el campo ampliado de las ciencias sociales, humanas del ambiente y de la tecnología.

Proceso de diseño como integración de variables relativas a la resolución de la forma arquitectónica en relación a los usos y ORVVLJQL¿FDGRVGH conformidad con las condiciones exo y endo-disciplinares.

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Espacio vivido y experiencias psico-físicas resultantes. Aprecios, valoraciones, registros sensibles.

Percepción del espacio urbano:

&DOL¿FDFLyQHQ términos de satisfacción de las demandas materiales y simbólicas de practicidad, calidad espacial, condiciones de habitabilidad y materialidad en relación a premisas y condicionantes de diseño. Ajuste en relación a las condiciones de emplazamiento y de implantación.

Centralidades (escalas vecinales, barriales, distritales, urbanas, metropolitanas, regionales). Topologías (tópicas, distópicas y heterotópicas) y territorialidades (dominios y jurisdicciones, estabilidad/inestabilidad espacio-temporal, bordes y fronteras, continuidades/ discontinuidades. Hechos, fenómenos y procesos estructurales, contingentes y eventuales.

EPISTÉMICA

Impacto de la obra en su entorno material e inmaterial. Procesos sociales de apropiación, aceptación o rechazo, re-semantización, etc. en tanto que prácticas observables e inferibles.

Uso y disfrute de la obra.

Conocimiento de base o aplicado de WLSRFLHQWt¿FRVREUH el cual se construye un corpus.

Paradigmas, ideologías y teorías arquitectónicas y urbanísticas que VXE\DFHQ\MXVWL¿can el proceso proyectual.

Fig. 10: Dimensiones. Implicancias en el ex-ante y el ex-post de la obra. Fuente: JA

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Valoración crítica de la obra como información empírica susceptible de realimentar el conocimiento de las disciplinas involucradas.

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$UTXLWHFWXUDXUEDQDDƢUPDFLRQHV\GHVSOD]DPLHQWRV Se comentan a contnuacióngunos casos localizados en la ciudad de Santa Fe a modo de referencia. 3.1. Ex Estación Pasajeros del FFCC Gral. Belgrano La desactivación del FFCC en el marco de las políticas de reducción del (VWDGRGXUDQWHHOJRELHUQRGH&DUORV0HQHPVLJQLƢFµTXHOD(VWDFLµQ de Pasajero del FFCC Gral. Belgrano de Santa Fe quedara en absoluto desuso de manera abrupta. La consecuencia fue un rápido proceso de destrucción, robo y vandalización del inmueble que por años constitu\µXQDUHIHUHQFLDXUEDQDLQVRVOD\DEOH6HWUDWDGHXQHGLƢFLRGHJUDQ porte que responde al modelo de estación de cabecera y que alojaba las dependencias de la jefatura de línea. Durante la catástrofe hídrica que sufrió la ciudad en 2003 albergó a varios cientos de evacuados lo que contribuyó aun más al marcado deterioro, de tal suerte que se convirtió en un símbolo del abandono y la desidia. Las nuevas autoridades elegidas en 2007 decidieron una actuación política no exenta de temeridad: denunciar el laxo convenio por el cual la ciudad tenía en guarda este inmueble propiedad del Estado Nacional, LQYRFDQGR UD]RQHV GH VHJXULGDG S¼EOLFD KLJLHQH XUEDQD \ UHVFDWH GH un bien considerado patrimonio cultural de la ciudad. De inmediato intervino en el inmueble iniciándose un proceso de rehabilitación con la ejecución de obras dentro de un marco presupuestario sumamente restringido. La sola limpieza y reapertura del inmueble causó una rápida respuesta ciudadana favorable y fue notable el interés por el desarrollo GHWRGRWLSRGHDFWLYLGDGHVGHFRQJUHJDFLµQGHS¼EOLFRTXHVXUJLHURQ como iniciativa de los santafesinos, las cuales se sumaron a las que propuso el gobierno municipal desde un principio. Así, congresos, exposiFLRQHVIHULDVUHXQLRQHVUHOLJLRVDV\SRO¯WLFDVWDOOHUHVƢHVWDVIHVWLYDOHV ocuparon los espacios redescubiertos por la ciudadanía. Se trata de un caso de conservación de la forma, con innovación en los XVRV\UHVLJQLƢFDFLµQGHXQDREUDTXHKDSDVDGRDVHUQXHYDPHQWHXQ punto de referencia para vastos sectores de la ciudadanía. En lo que respecta a la dimensión de la forma se trata de operaciones rehabilitación \SXHVWDHQYDORUD¼QHQSURFHVRTXHKDSHUPLWLGRQXHYDVSU£FWLFDVTXH contribuyeron a la recuperación de la autoestima ciudadana. Desde el 90

punto de vista de la dimensión de la polis, se tratad de una recuperación GHODFRQƢDQ]DHQTXHODDFFLµQSRO¯WLFDIXQGDGDHQXQD«WLFDFLXGDGDQD (seguridad, higiene, cultura) es posible frente al cuadro de desazón que SRUD³RVIXHODSDXWDFRP¼QGHHVWDFLXGDG Desde la dimensión de la urbs, la reactivación de la estación signiƢFµ HO IRUWDOHFLPLHQWR GH XQ SROR GH FHQWUDOLGDG GH HVFDOD EDUULDO HV sede de un distrito de descentralización municipal) y urbano-regional (por el tipo y la frecuencia de las actividades que allí se desarrollan) &DVR GH IRUPD TXH SHUPDQHFH VLQ PRGLƢFDFLRQHV SHUR V¯ VH FDPELDQ ORVXVRV\VHDFWXDOL]DQORVVLJQLƢFDGRV(OVHFWRUXUEDQRGHORFDOL]DFLµQ HQVXFRQMXQWRVHKDYLVWREHQHƢFLDGRFRQVLGHUDQGRODGLPHQVLµQGH la civitas, la sociedad, sus instituciones y organizaciones de base han KDOODGRHQHVWHHPEOHP£WLFRHGLƢFLRXQOXJDUFRQIXHUWHFDU£FWHUDOFXDO desea asociar actividades e iniciativas. Desde el punto de vista del emplazamiento urbano, su localización sobre una de las vías primarias de la ciudad garantiza muy buena accesibilidad urbana, metropolitana y UHJLRQDOVLHQGRDGHP£VXQIDFWRUGHFDOLƢFDFLµQGHOVHFWRU\HOHYDFLµQ del valor del suelo con el consiguiente aliento del mercado inmobiliario.

Fig.11: Ex-estación del FFCC Gral. Manuel Belgrano rehabilitada. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar 91

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GHLQWHU«VIRUPDOSHURQRKDORJUDGRUHVLQLƢFDUVHSHUFLEL«QGRVHSDUD muchos como un espacio alternativo y ajeno siendo difícil la apropiación espontánea o con usos no programados.

3.2. El Molino. Fábrica Cultural Fuerte efecto de forma al incluir las estructuras de Amancio Williams en una formación a tresbolillo que cubre el patio de ingreso. Las antiguas instalaciones de un molino harinero que quedaron en una posición central dentro de la ciudad, fuera de servicio desde los años noventa y en propiedad del gobierno provincial, son rescatadas para alojar un FHQWURGHDFWLYLGDGHVO¼GLFUDVFUHDWLYDV6HDSURYHFKHQHQXQDSULPHUD etapa una construcción de 3 niveles a la cual se le adosa un cuerpo que vincula los niveles existentes. En este cuerpo se desarrollan las actividades que consisten en asociar cada nivel con un material (papel, textil, etc.) dotándolo de las correspondientes herramientas para trabajar en la producción de objetos. Los niños y adolescentes desarrollan sus actividades monitoreados y los elementos que producen integran una SURGXFFLµQFROHFWLYDTXHHQDOJ¼QPRPHQWRSDUWLFXODUGHOD³RHVHQWUHgada a distintas instituciones que le dan buen provecho. Se estimula el trabajo, se recupera la idea de la fábrica como un lugar de producción y de socialización. Un segundo cuerpo, el más antiguo, está a la espera de ser intervenido para alojar actividades relativas a la enseñanza y la práctica de artes XUEDQDV(VWHSURJUDPDVXSRQHXQDPRGLƢFDFLµQGHORVXVRVFRQSURgramas estructurados que no facilitan o alienta el uso espontáneo, el cual tampoco se ve estimulado por las políticas de administración de los conjuntos (horarios, cierre de portones, etc.). Por su emplazamiento tiene muy buena accesibilidad urbana y metropolitana; no obstante, por su implantación se presenta como un equipamiento poco accesible, especialmente por la presencia contundente de las rejas que cortan el paso cuando el complejo se cierra. Se agrega acá un problema de gesWLµQGHXQHVSDFLRTXHWLHQHSUHWHQVLRQHVGHVHUS¼EOLFRSXHVWRTXHVH brinda como una posibilidad de atravesar la manaza, puesto que el complejo permanece cerrado durante largas horas y además, porque este atravesamiento no es relevante en sí mismo. Es una simple alternativa circulatoria a la calle perimetral y su función debe vers como un patio de ingreso propio del complejo antes que una calle. Si bien hay un intento de contribuir al concepto de ciudad política y cultural mediante la radicación de un uso destinado a la potenciar las relaciones humanas, el mensaje no se transforma en experiencias para XQS¼EOLFRQXPHURVRSRUORTXHODVHPLRVLVVRFLDOVHGHPRUD(OOXJDUHV

3.3. Molino Marconetti (GLƢFLRLQGXVWULDOIXHUDGHVHUYLFLRGHVGHKDFH\DYDULDVG«FDGDVTXH sufrió el desmontaje de particiones internas, especialmente de los entrepisos de madera. La espacialidad actual es el resultado no deliberado de dicho desmontaje; no obstante, se trata de una espacialidad excepFLRQDOSRUVHU¼QLFDHQODFLXGDGTXHSURGXFHXQHIHFWRGHVRUSUHVD\ atracción en los visitantes. La intensidad de la experiencia espacial, lo más próximo disponible a un espacio piranésico, constituye en sí mismo un valor cultural a preservar. La decisión del gobierno municipal de UHIXQFLRQDOL]DU HO HGLƢFLR FRPR VHGH GHO /LFHR 0XQLFLSDO LQVWLWXFLµQ educativa de gran arraigo dedicada a la enseñanza de las artes visuales, P¼VLFD\GDQ]D LQWURGXFHXQDVHULHGHUHTXHULPLHQWRVIXQFLRQDOHVTXH comprometen la singular espacialidad. Persiste la forma exterior como imagen urbana y parcialmente la esSDFLDOLGDGLQWHULRUSHURVHPRGLƢFDQVXVWDQWLYDPHQWHORVXVRVORTXH aportará nuevos usuarios y dinámicas; se espera que se produzca una SURIXQGDUHVLJQLƢFDFLµQGHOVLWLR\VXHQWRUQR&DEHDFODUDUTXHHVWH SURFHVRGHUHVLJQLƢFDFLµQFRPHQ]µHQHOPLVPRPRPHQWRHQTXHOD anterior gestión de gobierno orientó su atención a este inmueble por largo años abandonado a su suerte y comenzó a utilizarlo en el preciso estado en que se hallaba, con mínimas adaptaciones (luces, gabinetes sanitarios, escenario desmontable). En ese primer momento se operó la verdadera re-semantización del HGLƢFLRHQUD]µQGHTXHVHGHVFXEULµXQVLWLRGHODFLXGDGFX\DH[LVWHQcia era conocida pero que por estar cerrado al uso pocos sabían de la sugestiva espacialidad que encerraba. Con esos primeros usos se logró incorporar este espacio en el repertorio de los lugares de congregación GHXQS¼EOLFRLQIRUPDUVHQVLEOHDORV£PELWRVYHWXVWRV\DEDQGRQDGRV G£QGRVH OD RSRUWXQLGDG GH RFXSDFLRQHV ƣH[LEOHV VHPDSURJUDPDGDV que produjeron una rápida asimilación urbana. La nueva función se inscribe en una política de equipamientos educativos y culturales del municipio local y es una importante oportunidad de ganar presencia en el proceso de reconversión del puerto de la ciudad fuertemente trac-

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cionado por la inversión privada. En efecto, el proceso sigue las pautas habituales de la transformación de áreas de vacancias en sectores destiQDGRVDOWHUFLDULRFDOLƢFDGR VKRSSLQJVFDVLQRVKRWHOHVRƢFLQDVHWF v Con esta presencia formal del Estado, se quiere compensar la tendencia ya impuesta en el sector y si bien el nuevo destino atraerá otros XVXDULRV QR HV PHQRV FLHUWR TXH HO HGLƢFLR SHUGHU£ SDUD PXFKRV HO atractivo de los usos actuales, menos estructurados, más rotativos y con XQS¼EOLFRP£VGLYHUVLƢFDGR UHFLWDOHVGHP¼VLFDDUWHXUEDQRDUWHVFLUcenses, etc.).

Fig. 12: Ex-Molino Marconetti en el área de renovación portuaria. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar

Fig. 13: Ex-Molino Marconetti: interior e LPDJHQGHUHIXQFLRQDOL]DFLµQFRPRHGLƢFLRHVFRODU)XHQWHZZZVDQWDIHFLXGDGJRYDU 94

3.4. Sistema de Jardines Materno-Infantiles Municipales Los jardines municipales conforman un conjunto de equipamientos educativos que a la fecha cuenta con 12 establecimientos construidos y varios más en construcción y proyecto. Los jardines responden a una política del gobierno del intendente José Corral, cuyo mandato comenzó en diciembre de 2011, y consiste en la provisión de servicios educativos de calidad dirigidos a la población preescolar de barrios pobres de la ciudad de Santa Fe. El proyecto es complementario del sistema GH HGXFDFLµQ S¼EOLFD GH OD SURYLQFLD GH 6DQWD )H \ VH IRFDOL]D HQ XQD banda etaria de educación no obligatoria pero que requiere de urgente atención dado que para el caso de sectores sociales carenciados no hay ofertas adecuadas. La política de los jardines apuesta centralmente a que la educación temprana brinde mejores posibilidades a las personas para que puedan superar adversidades propias de los contextos de vulnerabilidad. Se esSHUDTXHORVEHQHƢFLDULRVVHDQQRVµORORVSHTXH³RVVLQRWDPEL«QVXV familias, en particular sus madres, quienes deberían ver en los jardines la provisión de servicios por parte del Estado que le reporta al menos dos cosas: facilidad para una mejor inserción en el mercado laboral al contar con mayor disponibilidad de tiempo con la seguridad de que sus hijos están en un espacio físico e institucional adecuado y una indicación clara de que cual el Estado –en este caso, el municipal- es capaz de generar condiciones equitativas de acceso a servicios asumiendo sus responsabilidad políticas como nivelador de posibilidades y oportunidades en el seno de la sociedad. (OSUR\HFWRLQFOX\HODIRUPDFLµQGHXQFXHUSRGRFHQWHFDOLƢFDGRSDUD lo cual se hacen periódicos llamados a concurso de aspirantes quienes deben reunir requisitos de base (titulación) y superar pruebas rigurosas; asimismo, se han previsto mecanismos de capacitación permanenWHQRVRORHQDVSHFWRVGRFHQWHVVLQRWDPEL«QHQUHVROXFLµQGHFRQƣLFWRV (violencia familiar, de género) dadas las condiciones sociales en los que deben desempeñar tareas. El proyecto arquitectónico es una componente fundamental de esta política para lo cuya se ha tomado como premisa la construcción de una infraestructura edilicia de alta identidad de imagen, que permita reconocer cada ejemplar como parte de un sistema. El diseño procura que los jardines marquen una absoluta diferencia con las condiciones del 95

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entorno, de modo tal que se pueda establecer una asociación entre los niños como esperanza de un mundo mejor con unos espacios arquitectónicos que superan ampliamente las condiciones generales del sector de emplazamiento. Los jardines se localizan en barrios poco consolidados, caracterizados por trazados irregulares, calles sin pavimentar, falta de infraestrucWXUD\VHUYLFLRVGHƢFLHQWHVDORTXHVHVXPDXQDHGLOLFLDSUHFDULDRPX\ modesta, casi siempre hacinada y con una componente social profundamente atravesada por, la precarización laboral, el asistencialismo paternalista del Estado, etc., lo que promueve un ambiente de gran vulnerabilidad tanto en el orden físico como social y cultural. Los imaginarios de ciudad en estas condiciones se debilitan frente al imperativo de un presente de mera sobrevivencia que deja poco espacio para el pensaPLHQWRSUR\HFWXDO(QHVWHFRQWH[WRORVMDUGLQHVDSDUHFHQFRPRHGLƢFLRV PX\ GLIHUHQFLDGRV FRQ VXSHUƢFLHV FRQWLQXDV TXH GHƢQHQ SODQRV blancos extensos, modulados por las texturas de los cerramientos de los patios, con una fuerte marcación del ingreso resuelto como una profunGDRTXHGDGTXHLQWHUUXPSHODFRQWXQGHQFLDGHODFDMDFRQTXHVHGHƢQH la imagen urbana de los jardines. El interior, por el contrario, se organiza entono de patios centrales y galerías, con una sucesión de salas y sus complementos (lactario y espacio de cambiado), cada cual con su propio patio. Las salas sorprenden por la calidad espacial y por el equipamiento (mobiliarios, juegos, implementos) todo lo cual da por resultado una espacialidad de que rápidamente recibe la aprobación de los usuarios (padres, docentes, vecinos). Es de destacar la excelente calidad constructiva como asó también la incorporación de elementos tales como calefactores solares, sistemas de recolección de agua pluvial, de retención de excedentes de lluvia, etc. TXHWLHQHQXQHIHFWRHMHPSODUSURSLDGHORTXHGHEHVHUXQDREUDS¼EOLca modélica. El proyecto corresponde a un equipo de arquitectos conformado en el ámbito de la Secretaría de Planeamiento Urbano de la Municipalidad de la Ciudad de Santa Fe que toma como referencia criterios de los Lineamientos del Plan Urbano en lo que atañe a la generación de focos de centralidad a distintas escalas en todo el espacio urbano. Los jardines corresponden a centralidades de escala barrial y, como tales, ofrecen DSRUWHVDOHVSDFLRS¼EOLFRXUEDQRP£VDOO£GHVXVRODSUHVHQFLDFRPR

HGLƢFLRVLQVWLWXFLRQDOHVDOEULQGDUSHTXH³RV£PELWRVGHUHXQLµQGHYHcinos -en ocasiones un simple banco y un árbol-, que en algunos casos HVHO¼QLFRHTXLSDPLHQWRS¼EOLFRHQHOVHFWRU

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Fig. 14: Sistema de Jardines Municipales. Localización urbana. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar

Fig. 15: Jardín Barrio Varadero Sarsotti. Acceso con micro situación de espacio público. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar

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Fig. 18: Jardín Barrio Barranquitas Sur. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar

Fig. 16: Idem. Planta y elevación. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar

4. Conclusiones Fig. 17: Idem. Salas. Fuente: www.santafeciudad.gov.ar

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Con la presentación de casos se intentó reconocer, someramente, las dimensiones hermenéutica, heurística, fenoménica y epistémica implícitas, en obras concretas sometidas a un análisis crítico a los efectos de ponderar la contribución y las razones por las cuales contribuyen DODSRWHQFLDFLµQGHOHVSDFLRS¼EOLFRGHODFLXGDG6LELHQWRGDVHVWDV GLPHQVLRQHVHVW£QSUHVHQWHVVHJ¼QORVFDVRXQDXRWUDDGTXLHUHPD\RU LQFLGHQFLD$V¯HQODUHKDELOLWDFLµQGHHGLƢFLRVH[LVWHQWHV /D5HGRQGD 99

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El Molino y la Estación) ha sido determinante la concepción política de la cultura como un factor de consolidación e integración de la ciudad a partir de la generación de centralidades urbanas asociadas a formas arquitectónicas de fuerte pregnancia. La apelación al valor patrimonial \QRVRORPHUDPHQWHXWLOLWDULRGHHVWRVHGLƢFLRVDVRFLDGRVDSURJUDPDV originales (El Molino y La Redonda) o la sola habilitación de programas eventuales emergentes de la dinámica social (la Estación) permiten prácticas ciudades mejor referenciadas en el espacio urbano. En el caso de los jardines maternales, ha sido por el contrario el proyecto de arquitectura lo determinante al generar unas organizaciones fuertemente reconocibles por sus topologías de patios centrales lo cual permite una fácil semantización social de la obra al reconocer en esos espacios ámbitos domésticos. No obstante, la imagen urbana recupeUDHOUDQJRGHHGLƢFLRLQVWLWXFLRQDOQRGRP«VWLFRDOGHVDSDUHFHUWRGR vestigio de vivienda (puerta, ventanas, techos inclinados). El proyecto se tensa en esta relación entre lo doméstico (lo próximo, lo familiar, lo reconocible) y lo institucional (lo que rompe con la escala del tejido baUULDOORGLIHUHQWHORRƢFLDOUHODWLYRDO(VWDGR 1RREVWDQWHHOKHFKRGH TXHHVWRVHGLƢFLRVVHORFDOLFHQDOO¯HQGRQGHHOPXQLFLSLRSRVHHWHUUHQRV propios disponibles, atenta contra las relaciones de emplazamiento e LPSODQWDFLµQTXHVRQHVWUDW«JLFDVDOPRPHQWRGHORFDOL]DUREUDVS¼EOLcas urbanas, con lo cual las relaciones entre el orden material de las forPDVORVVLJQLƢFDGRVDVRFLDGRVDOYDORUGHORVQL³RV\VXHGXFDFLµQHVpecialmente en contextos de pobreza y las posibilidades de interactuar con la institución e incluso derivar de ello nuevas acciones (cooperativas de trabajo, asociaciones cooperadoras, etc.) hacen que el proceso de VLJQLƢFDFLµQ TXHVHH[SUHVDFRPRDFHSWDFLµQRUHFKD]RDSUR[LPDFLµQ R LGHQWLƢFDFLµQ  VH GHPRUH (Q WRGRV ORV FDVRV FRQVLGHUDGRV KD VLGR el Estado el actor promotor y protagónico, recuperándose por tanto la dimensión política de la ciudad, pero se trata de una acción política que propicia la actividad social, la cual no sólo se ve referenciada en el hecho de que se genera un servicio educativo que la tiene por destinaria sino que es un inductor de mejores relaciones interpersonales en ambientes caracterizados por las relaciones hostiles. Ello sin duda repercute en el orden de lo simbólico, al asociarse estas obras urbanas con prácticas sociales y experiencias estéticas positivas.

Si bien el desarrollo de los análisis ha sido breve, el abordaje de los mismos en relación a una matriz de 4 dimensiones ha permitido avanzar con mayor rigor en el objetivo de abordar la relación entre un tipo particular de a arquitectura urbanaHQUHODFLµQDOHVSDFLRS¼EOLFRGHOD ciudad. Para ello se propuso primero y se aplicó luego, someramente, un instrumento que se pretende sostener sobre una base conceptual pertinente, con el cual tanto al momento de planteamiento del problema proyectual (situación ex ante de la obra) como al momento de la valoración crítica de la misma (situación ex post). Con lo dicho, se ha procurado despejar estratégicamente ciertas relaciones del dispositivo-ciudad con el objetivo de comprender sistemáticamente lo que la experiencia de vida en la ciudad funde en un plexo magmático y se confunde, simplemente, en el fragor patético de la ciudad contemporánea, Santa Fe por caso.

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