Mitológicas ISSN: 0326-5676
[email protected] Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Argentina
Macías Rodríguez, Rolando ENTRE ESPACIO Y TIEMPO. DEVOCION A SAN JUDAS TADEO EN EL TEMPLO DE SAN HIPOLITO DE LA CIUDAD DE MEXICO Mitológicas, vol. XXXI, 2016, pp. 55-80 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas Buenos Aires, Argentina
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: San Judas Tadeo, Mexico City, San Hipólito, historical process and believers.
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•ƒ En el traba o se e ploran dimensiones de la historia y la antropolog a en versiones de la antropolog a cultural y la antropolog a simbólica y de la sociolog a aplicadas al estudio de un fenómeno religioso. Estas dimensiones de aborda e de la investigación permitieron esclarecer elementos ue se hab an obviado o hab an pasado desapercibidos dentro de los análisis realizados por parte de sociólogos comunicólogos y etnohistoriadores. Con dichas dimensiones se intenta abrir el panorama no solamente del fenómeno especí co que estamos analizando la devoción a San Judas Tadeo además tratamos de presentar como e emplo de la posibilidad e istente para el análisis de estas devociones la realidad emp rica de la actualidad. Previo a la presentación de los resultados de investigación es necesario realizar dos aclaraciones sobre el planteamiento epistemológico y teórico. En el primer rubro es indispensable enunciar ue se basa sobre los planteamientos de la epistemolog a cr tica de
la cual tomamos como pilares fundamentales a dos autores Enri ue de la Garza Toledo () con su texto La con guración como alternativa al concepto estándar de teor a y a Boaventura da Sousa Santos ( ) con el te to Hacia una sociolog a de las ausencias y una sociolog a de las emergencias . Con dichas posiciones me propuse realizar preguntas distintas a los mismos fenómenos rescatando la realidad ue hab a sido olvidada por parte de otras investigaciones. Sobre la metodolog a es importante decir ue se basó sobre herramientas históricas antropológicas y sociológicas. De las cuales podemos destacar tanto las entrevistas en profundidad entrevistas informales y bsqueda tanto hemerográ ca como bibliográ ca respecto al fenómeno social que se está abordando. El entrecruce de las metodolog as recorre el te to proporcionando as un panorama amplio de la investigación. El análisis parte de dos conceptos claves sistema religioso en lugar de religión y religiosidad urbana en lugar de religiosidad popular. El primero aportado por Elio Masfe-
Licenciado en Sociolog a por la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Iztapalapa y Maestro en Historia y Etnohistoria por la Escuela Nacional de Antropolog a e Historia. E-
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rrer an que lo de ne como un sistema ritual, simbólico m tico relativamente consistente desarrollado por un con unto de especialistas religiosos articulando o participando en un sistema cultural o subcultural especí co ( - ). Con este concepto nos acercamos a un análisis desde la perspectiva del creyente sin caer en dogmatismos enfatizando el dinamismo del sistema religioso en especí co ue está inserto en otros sistemas religiosos o sociales pol ticos económicos. Por lo ue se hace el análisis desde la perspectiva del proceso histórico cultural y social. El segundo concepto es la propuesta de categor a de análisis ue fuera desarrollada en la tesis de maestría y cuya de nición de la religiosidad urbana esta propuesta como la signi cación polisémica de un mismo símbolo religioso ue atraviesa de forma horizontal y vertical los diversos estratos sociales cuyos integrantes interact an en torno a un mismo ambiente social la ciudad. (Mac as Rodr guez ). Con esta posición es importante destacar la construcción de la acción religiosa ba o los parametros del sistema cultural donde sta se e ecuta en este caso en la urbe como espacio tiempo y condición de propagación en donde se con gura la devoción matríz, aunque esta tenga alcances en diversas direcciones esapciales. Asimismo con esta perspectiva se evita recurrir al t rmino popular dado ue está cargado de uno de los elementos discriminatorios ue contaminan el análisis es decir propio de clases sociales de ba o estrato. Sin embargo, en el caso especí co no se trata solamente de una devoción de cierto estrato o clase social sino ue atraviesa los estratos y clases
sociales ue conviven en una urbe como la de la Ciudad de M ico. El te to se presenta estructurado en tres dimensiones. En la primera se aborda el análisis desde la perspectiva de la larga duración braudeliana del templo el cual es el referente principal de los devotos de San Judas Tadeo la iglesia de San Hipólito en el centro de la ciudad de M ico. En el apartado se presenta la transición ue ha presentado tanto en su estructura y construcción como bien inmueble y su participación simbólica en el proceso histórico desde hasta los albores de la segunda d cada del siglo I en tanto se constituye como el santuario (no o cial pero si devocional) nacional de San Judas Tadeo. En un segundo momento se presentan los elementos de formación de la devoción en Am rica Latina y especialmente en M ico. No solamente en t rminos de manifestación p blica sino tambi n en la construcción de los elementos signi cativos que identi can el patronazgo de San Judas Tadeo las causas dif ciles y desesperadas pero no desde una visión economicista lineal de consecuencias sino ue se dará un panorama en el ue participan diversas variables para la conformación de la devoción y del por u de la misma. inalmente encontraremos un análisis de dos elementos ue han sido olvidados en las investigaciones sobre este tema y de los relacionados con este tipo de fenómenos devocionales la identidad y cómo se construyen los devotos del santo-s mbolo y ui nes son los devotos de este santo de ando por un lado los prejuicios y las tipi caciones que se presentan desde los medios de comunicación al estigmatizar o descali car a los devotos como un
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solo sector social ue es devoto los a osos g to os ( ). As en las siguientes páginas nos acercaremos a un fenómeno socio-religioso-cultural ue es abordado desde diversos enfo ues ue permiten vislumbrar otros destellos de esa realidad ue es la aglomeración y presentación de la masa social ue se da cita cada d a de mes a celebrar a su santo patrón milagroso San Judas Tadeo ( ) (SJT). E ‚ „ … •ƒ : L I • S •„ƒ •‚ S • S „ †• ‚ƒ • ‚ En las investigaciones ue se han realizado a lo largo del tiempo sobre las devociones religiosas y los s mbolos sagrados uno de los elementos fundamentales ue hay ue tener siempre en cuenta son los lugares de devoción especí cos, los lugares sagrados. En muchos casos pueden ser altares ya sea en las comunidades donde se rinde el culto o en cuevas lagos bos ues monta as lagunas r os pirámides desiertos etc tera. Es en estos lugares sagrados en donde se realizan no solamente los rituales necesarios de la devoción ue se tenga por el s mbolo religioso sino ue además mantendrá un fundamento especial para ser un espacio en el ue es necesario apro imarse con respeto y en acción devocional. Este tema fue tratado por Durkheim ( ) uien determinó lo sagrado y lo profano. Posteriormente Eliade ( ) con una perspectiva fenomenológica cali có de igual manera a lo sagrado como lo ue se opone a lo profano. Tambi n Mary Douglas ( ) distingue la sacralidad y no sacralidad (profano) y además se ala ue lo sagrado supone un elemento de pureza es
a uello ue no está contaminado por lo mundano ue lacera dicha limpieza enfatizando as el elemento e terno de lo ue es lo sagrado. Con dicho panorama parece ue es innegable la necesidad de la participación de los aspectos sagrado y e terno de a uello ue está allá le os del creyente. Sin embargo para el caso de la devoción de un santo rescatado del olvido institucional y construido en pleno siglo (como se verá más adelante) es imprescindible la relación entre el lugar sagrado y el s mbolo-santo. Es por tal motivo la necesidad de involucrar el lugar sagrado para los devotos a SJT. Partimos para la realización de este análisis de la visión histórica de Braudel (), quien en su propuesta con guró la idea de los tipos de tiempo tiempo corto o de los acontecimientos tiempo medio o de las coyunturas la larga duración la largu sima duración y nalmente el tiempo estructural idea ue tomó del antropólogo Levi-Strauss. Esta perspectiva para el caso del templo en el cual es considerado por los propios creyentes del santo-s mbolo como el Santuario Nacional de SJT estará inserta su participación desde el tiempo estructural mediatizando el análisis por el tiempo corto y medio de coyuntura. De tal manera ue podremos ver la transición de un elemento infalible de la devoción religiosa el lugar sagrado de devoción. El edi cio. Desde el siglo XVI hasta el siglo III La Iglesia de San Hipólito en la Ciudad de M ico se encuentra ubicada a diez cuadras del zócalo capitalino la cual se considera el centro neurálgico de la ciudad. Este
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templo católico constituye el elemento central de una historia en la ue intervienen distintos elementos la historia de la ciudad de M ico y su construcción en la megalópolis ue hoy es partiendo de un lugar sagrado ue ha presentado transformaciones a lo largo de un proceso histórico hasta ser uno de los espacios sagrados más concurridos de la ciudad. Los primeros registros ue se tienen respecto a la edi cación de la glesia de San Hipólito y San Casiano ( ) se remontan hasta el siglo VI pero el lugar en el cual fue edi cada (primero como una ermita solamente) tiene una historia m tica ue la envuelve en un halo m stico. Es decir el espacio en el ue se construyó el templo tuvo uno de los episodios históricos más representativos y recordados del cho ue entre dos mundos conocidos como el Imperio Espa ol y las indias . Recordamos un episodio emblemático de a uel momento cuando dos culturas dif-
erentes se encontraron para nunca más volverse a separar (metafóricamente hablando) nos referimos a la llamada noche triste . Ese hecho histórico ue diversos cronistas nos narran acerca de cómo el e rcito espa ol del siglo VI fue obligado a replegarse unto a los pueblos aliados del centro del actual valle de M ico. Situación ue dar a paso a ue el emblemático Hernán Cort s llorara en un ahuehuete en las cercan as de la actual estación del metro Popotla a la salida de la Calzada Tacuba. Pero no es este acontecimiento el ue nos lleva a referirnos a l sino el lugar en donde en n meros militares sucumbió este e ercito e plorador de la Corona Espa ola dando pie incluso a nombrar la actual avenida por donde está la entrada principal del templo con el nombre de uno de los persona es claves de la evacuación ue se hizo, uno de los o ciales de ernán Cortés Pedro de Alvarado del cual se dice ue realizó un puente para ue pudieran salir a tierra rme del islote de enochtitlan, por lo que en la actualidad esa avenida lleva por nombre de Puente de Alvarado. De acuerdo con diversas fuentes el lugar donde se produ o esta batalla es en un cuadrante ue se localiza a las afueras de lo ue era el centro del islote del territorio Azteca y ue en la actualidad es el lugar donde se encuentra edi cada la glesia de San ipólito. ue donde la gente se agolpó y cayó en masa al agua cegando el foso. Esta es la razón
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por la cual al momento de comenzar a trazar la ciudad espa ola sobre las ruinas de los grandes templos se originó una ermita solitaria a la altura de la uinta cortadura de la calle de Tacuba. Ah los ue sobrevivieron a ese de unio ( ) y sitiaron la ciudad meses más tarde reconocieron el lugar donde murieron gran cantidad de sus compa eros (Toro citado en Millán ) En otra versión se menciona ue rente al lugar ue hoy está la iglesia e istió en la s g a co ta a ( ) foso de forti cación, que defendía la calzada que comunicaba la ciudad azteca con la tierra rme. En este punto sufrieron los castellanos durante la con uista el mayor desbarato en la infausta ornada apellidada por ellos la Noche Triste. Cuantos sobrevivieron conservaron fresca la memoria de la sangrienta derrota, y a n de perpetuarla levantaron all una ermita conocida por de Juan Garrido por ue este soldado la construyó casi l go ue fue reedi cada la destruida Tenochtitlan (Orozco y Barrera ). Estas dos narraciones hechas cada una en tiempo histórico distinto lo ue nos permiten poner en claro la g nesis constructiva del espacio simbólico surgida a partir •ƒ • de la batalla y ue
dio la pauta para la instalación posterior de una ermita católica para remembrar lo sucedido en ese espacio. Debemos hacer una aclaración sobre la construcción y la e istencia de dos distintas ermitas en un espacio cercano una ue fue la ermita de Juan Garrido o tambi n llamada Juan Tirado (de lo ue hablaremos a continuación) ue posteriormente fue denominada la ermita de los Mártires la otra fue la ermita de San Hipólito y ue más tarde será la Iglesia de San Hipólito ( ) como indica Cervantes de Salazar en su obra Crónica de la Nueva España en el cap tulo C VII ue lleva por nombre a se tomó México y cuánto duró el cerco della, y la o ia o s ac s icto ia ot as cosas contando con la comunicación directa con Hernán Cort s cuando fue trasladado a M ico Edi caron luego los nuestros una iglesia en memoria y comemoración (sic) de
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a uella tan insigne y nunca o da victoria a Sant Hipólito en a uella parte y lugar donde saliendo los nuestros de M ico murieron dellos más de seiscientos a la mano derecha de la calzada saliendo de la ciudad aun ue como tengo atrás dicho donde los más murieron ue es un poco antes en la misma calzada un con uistador edi có una ermita. mbos templos están hoy en pie aun ue mal reparados (Cervantes de Salazar ). Se distingue un espacio simbólico ue se formó a partir del acontecimiento ya mencionado y el segundo por el cual se edi có la ahora iglesia de San Hipólito en conmemoración de la victoria y toma de posesión de los territorios del islote de M ico-Tenochtitlán por Hernán Cortes el de agosto de . Para esta fecha dentro del santoral católico se recuerda a San Hipólito uien además fue un mártir soldado romano converso al cristianismo con lo cual no solamente era adecuado ue se le considerara ue fue gracias a l ue se alzaron con la victoria al ocupar permanentemente los nuevos territorios. Además fue mártir como los ca dos en a uella batalla por lo ue tendr a ue ser despu s el santo patrono de esta ciudad. Pero no progresó ese intento por ser el patrono de la ciudad ni del continente. L E
•‚ ‹ ‚• Existen dos versiones muy especí cas respecto a la ermita y su fundador por una parte se le conoce como la ermita de Juan Tirado (la propia orden religiosa de los Claretianos identi ca a este personaje como su edi cador, siendo esta la versión o cial de la institución religiosa y la comunidad claretiana) por otro lado se reconoce como Juan Garrido al pro-
motor y constructor de la misma. De acuerdo a lo e puesto por la orden religiosa claretiana uienes han tenido a su cargo el templo de San Hipólito desde mane an la siguiente información en su libro conmemorativo de su estancia en el templo por a os podemos mencionar ue la ermita de Juan Tirado fue erigida por iniciativa de este soldado en ocasión a la denominada Noche Triste y con la aprobación de Hernán Cort s. Conocida ba o el rubro de los Mártires y ocasionalmente de Juan Garrido por ser el cuidador de la conducción de agua ue pasaba frente a este lugar (Claretiana ). e acuerdo a la revisión historiográ ca realizada por el historiador Alegr a no se tiene referencia a ning n Juan Tirado en los archivos históricos ue revisó llegado a las tierras nuevas en a uellos a os unto con el con uistador Hernán Cort s. De uien se tiene referencia es de Juan Garrido ue aparece en las distintas fuentes primarias, identi cado como uno de los persona es asociados con Cort s en la con uista y se alado como un persona e de piel negra. Aun ue como la información no es muy clara incluso se hab a pensado ue era esclavo negro al servicio de Cort s llegando incluso a nombrársele Juan Cort s (Alegr a ). La construcción simbólica de un espacio por parte del nuevo poder pol tico-religioso ue tomó los nuevos territorios a trav s del recuerdo de la batalla perdida pero ue despu s gracias al santo patrón católico lograron su misión, lo materializaron al edi car nalmente la iglesia de San Hipólito en el siglo VIII. La referencia ue se tiene sobre la construcción de la capilla de san Hipólito es por el Ayuntamiento con-
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struyó unto a la ermita una iglesia dedicada a San Hipólito para conmemorar la toma de la ciudad acaecida el de Agosto a de este santo ( lvarez Gasca en ierros Millán ). Pero poco a poco los persona es se fueron olvidando de la iglesia a tal grado ue no se terminar a su construcción con materiales permanentes por completo sino nicamente con varas y barro uedando en el olvido para muchos, aunque la esta del pendón se seguía realizando desde . Mar a Jos Garrido Aspero ( ) en su investigación iesta de San Hipólito en la ciudad de M ico hace alusión a la e istencia de tres momentos claves para entender la esta del pendón como la construcción de un espacio simbólico ue dar a identidad a los grupos de poder en la ciudad de M ico. escribe que la esta tenía tres momentos rituales simbólicos ) El paseo c vico-militar del real pendón efectuado la v spera y d a de San Hipólito es decir los d as y de agosto ) Las funciones de iglesia en otras palabras la liturgia la misa y el sermón efectuados los mismos d as ue el ritual anterior y ) Las actividades l dicas ordenadas entendida como la esta cívica (Garrido ). Estos tres momentos rituales entendidos como elementos pertenecientes a un rito más amplio ue es la festividad de San Hipólito se entrelazan para darle signi cado a la festividad en todos los campos pol tico religioso y social. Con dichas festividades católicas y la presencia del persona e ue tuviera el mayor poder pol tico en la ciudad y en el posteriormente llamado Virreinato de la Nueva Espa a se vislumbra la complejidad de la signi cación respecto a un acontecimiento ue trataba de
proporcionar identidad basada sobre s mbolos y hechos históricos especí cos para construir y justi car la posesión del poder, en la que resultaba indispensable la unión de los elementos rituales y simbólicos mencionados Con el Paseo del Pendón los con uistadores mostraban ue estaban por encima de las autoridades ind genas por haberlas derrotado pero se sab an iguales a ellos por haber compartido la e periencia de la guerra. Respecto a las autoridades espa olas reci n llegadas los con uistadores se consideraban diferentes por haber ganado su posición en la sociedad por la fuerza de las armas pero se consideraban iguales a ellos por tener un com n origen espa ol. El Paseo del Pendón sirvió en los primeros a os para subrayar las diferencias. (Hernán ). ntes del nal de siglo la esta había languidecido Gaspar P rez regidor en la reunión de Cabildo celebrada el de marzo de informó ue su estado era deplorable y que en su opinión la esta del patrono de la ciudad no deb a efectuarse pues no habr a garant as para los ue ah se reunieran ( ierros ). Es decir representa la decadencia que con rmaba no solamente el sistema pol tico-económico ue ten a la Corona en ese momento tambi n demostraba ue muchas de las actividades ue se ten an como referentes históricos no se tomaban muy en cuenta de manera f sica aun ue en el imaginario simbólico si estaban presentes tal vez debido a la ca da en desgracia del con uistador. Previamente la iglesia de San Hipólito se hab a vinculado con una orden surgida en Am rica y presumiblemente vinculada a la fracción de los con uistadores. Las órdenes re-
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ligiosas se posicionaban a trav s de su sentido de caridad para la sociedad. En ( ray) Bernardino lvarez crea la Orden de Caridad de San Hipólito ( ) la primera orden religiosa creada en territorio de la Corona Espa ola del Occidente del Atlántico posteriormente considerada como Latinoamericana y especialmente me icana En esta congregación fue dotada por Breve de Clemente VII de todos los privilegios en Nueva Espa a Los hermanos sin embargo permanecieron como congregación regular hasta el a o cuando por petición de los mismos Hipólitos el Papa Inocencio II con bula del de mayo del mismo a o les concedió la posibilidad de hacer votos de castidad pobreza obediencia y hospitalidad ba o la regla de San Agust n (Suárez ). Esta orden religiosa toma relevancia en esta historia por ue es en su hospital en donde se realiza la esta de San ipólito, en los momentos en ue la iglesia por la falta de mantenimiento no operaba en sus servicios religiosos incluso a nales del siglo , los ob etos de la capilla fueron trasladados a una de las enfermer as del hospital de San Hipólito (Claretiana ierros ) para continuar as con los servicios religiosos y anualmente la esta del de gosto. En los albores del siglo VII ( ) se empiezan los cimientos de la nueva Iglesia de San Hipólito pero por la falta de apoyo social y de las autoridades el edi cio católico no siguió su construcción. Además recordamos ue para esa poca ya las posiciones de poder las empezaban a tomar no los con uistadores sino las nuevas lites oligár uicas en sustitución de los con uistadores es decir los funciona-
rios de la corona. A n as la orden continuó sus gestiones ueron los padres del hospital de San Hipólito ( ) uienes promovieron la construcción de la iglesia pues cada Agosto su hospital se ve a invadido por los acompa antes del pendón ( ) lo ue entorpec a la atención a los enfermos. Enviaron varios comunicados a los reyes y a las autoridades virreinales consiguiendo ue en fueran escuchadas sus peticiones. Este a o se reinició lentamente la construcción de la iglesia siguiendo la planta dispuesta el siglo anterior. inalmente fue concluida en (Garrido ). S
•„ƒ •‚ Œ S Para el momento en ue la Iglesia de San Hipólito se concluye más allá de ser un s mbolo citadino carec a de importancia generalizada para la Iglesia Católica y los propios ciudadanos. Al llegar las Reformas Borbónicas y la construcción de la ciudad ilustrada el templo no llega a orecer como en algn momento se pensó sino por el contrario decae en la presencia urbana pol tica social y religiosa. Sin embargo, será a nales del siglo , cuando sur a la segunda oleada de construcción de ciudades per odo en el ue la importancia de la ciudad de M ico tomará el papel central para nunca de arlo y convertirse en el centro neurálgico del territorio y posteriormente del pa s ue se formar a. El mantenimiento de una tradición festiva como la del paseo del pendón y la esta de San ipólito, mantendrían su estatus. Por e emplo en (los padres de la orden de San Hipólito) pidieron al ayuntamiento se hiciera responsable de su iglesia patronada y proporcionara los adornos necesarios (Garrido, -) para la esta.
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El per odo de emancipación de los territorios de Occidente de la Corona Espa ola se ubica entre y en el caso me icano. En este periodo convulso cuando los criollos intentan empoderarse y unos a os antes tambi n en las cortes de Cádiz ( ) se discutió la importancia del paseo del pendón real y la esta de San Hipólito. La b s ueda de la emancipación de dichos territorios revive la importancia de la celebración porque la historia de la esta de San Hipólito en este tiempo fue ( a os apro imadamente) como lo hab a sido siempre paralela a la historia del imperio espa ol (en los territorios americanos) (Garrido ). En otras palabras la apropiación y dominación de territorios culturas y sociedades provocaba serios debates por las m ltiples posiciones respecto a la situación histórica y el momento de esa actualidad. En este contexto, la esta de San ipólito y el paseo del pendón, re ejaban el carácter de una cultura vencedora sobre una vencida en los territorios americanos, con lo que re ejaba una distinción erár uica ue causó (de acuerdo a las fuentes históricas) varias discusiones acaloradas entre liberales y conservadores (para identi car dos bandos). a que revelaba la dependencia de la cultura vencida (la cultura Me ica) de la cultura vencedora (el Imperio Espa ol) pero como se deseaban emancipar los territorios americanos no denotaba una signi cación real en términos histórico-políticos la e istencia de dicha festividad ya ue al revivirla supon a dar preminencia a los espa oles de Am rica sobre los peninsulares. El siglo I me icano se caracteriza principalmente por ser un periodo de reconstrucción deconstrucción y construcción de muchos elementos ue darán
forma a la llamada Nación Me icana. En lo referente al edi cio colonial de la Iglesia de San Hipólito vale recordar ue además de la presencia de la iglesia albergaba tambi n el hospital para enfermos mentales ue ten an a su cargo los hipolitanos y permaneció bajo sus órdenes y administración hasta nales de los a os del siglo I cuando el ltimo fraile de dicha orden religiosa fallece en el mismo hospital no sólo de ando a la deriva el hospital sino la continuación del primer grupo religioso de corte católico creado en estos territorios. Ser a en (cuando) las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul llegan a M ico ba o el patrocinio del gobierno y a su arribo a la capital encuentran sólo hospitales funcionando entre ellos el de San Hipólito para dementes varones (Claretina ). Para dar misa la iglesia ueda ba o los padres paulinos hasta ue con las Leyes de Reforma especialmente la relacionada con la nacionalización de los bienes eclesiásticos de pierde tal función. inalmente será en cuando se da un cambio sumamente importante para la reconstrucción simbólica del lugar despu s de la p rdida del mismo ue en un proceso histórico-simbólico dará origen a una nueva recon guración simbólica para la ciudad de M ico. Ese evento es la llegada de la orden Claretiana a uienes se encarga el templo de San Hipólito y San Casiano. Este a o resulta sumamente importante para el continente pues se celebraban cuatrocientos a os del llamado descubrimiento de Am rica. Ba o un olvido total del templo de San Hipólito y San Casiano fue el de enero de (cuando) el
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E celent simo Se or Arzobispo Don Pelagio Antonio Labastida y Dávalos propuso darles como sede a los misioneros claretianos este Templo y comenzaron su lenta y sencilla labor (Claretina ). Su reconstrucción estructural fue paulatina aun ue para en la esta del santo patrono de la iglesia se abrió al culto (Claretiana ) llegando a un punto esperanzador por la a uencia de feligres a ue lograron acumular para el de agosto por la importancia ue ten a la fecha. En los inicios del siglo el movimiento revolucionario ue modificó una vez más la concepción del poder pol tico en la nación me icana no pasó de noche por la ciudad de M ico. El hospital de San Hipólito suspendió sus funciones en y la orden Claretiana ue ten a poco tiempo con el recinto a su cargo se vio afectada en sus servicios religiosos teniendo ue suspender sus actividades lit rgicas por la revuelta civil a partir de . ncluso, dada su posición geográ ca en el ahora centro de la ciudad de M ico sucumbió ante los embates de los diversos bandos ue luchaban por el poder pol tico. En los a os de la Cristiada (-) el edi cio nuevamente sucumbe ante los acontecimientos pol tico-socio-religiosos al cerrar sus puertas de a al igual ue muchos otros en la Ciudad de M ico y de Ciudades del Ba o principalmente aun ue no de manera e clusiva por la persecución contra los sacerdotes. En la segunda mitad de la d cada de los a os del siglo se realizan me oras estructurales al templo nuevamente. Las remodelaciones propicias llegaron hasta con la modi cación del retablo principal de madera ue ser a sustituido por uno de mármol. Los
padres de la congregación claretiana tuvieron la necesidad de hacer su traba o pastoral en el interior de la rep blica mientras se terminaban las remodelaciones (Claretiana ) en su punto primario de impacto pastoral. Para los a os despu s de un nuevo per odo de remodelación llega la imagen de SJT al templo con lo ue comenzar a la nueva etapa de este recinto. Por una parte el templo es afectado unos a os antes por el a etreo ue traer a consigo la construcción del Metro de la Ciudad de M ico y la estación Hidalgo de la l nea del mismo. Por la otra los claretianos recibir an entre y reli uias religiosas ue pudieran darle fuerza a mantener abierta la iglesia y restituir la importancia a la religión y los templos católicos. Sin embargo en el mismo a o de por la construcción de la ya mencionada obra de transporte p blico subterráneo el templo padece ba as de asistencia en la feligres a ( ). Los acontecimientos nales sobre la reconstrucción o la incorporación de aditamentos para el templo han sido ya con la imagen de S como gura devocional principal, dado ue la incorporación de nuevos elementos al templo fue para solventar las necesidades de la feligres a. En este recorrido histórico podemos notar la signi cación del espacio en términos históricos como elemento ue tomará relevancia en la construcción de la devoción a SJT además se evidencia la manera en ue el propio edi cio, representa un capital simbólico en t rminos de Bourdieu al ue conviene incorporar la idea de acumulación de e cacia simbólica entendido ba o la perspectiva de Elio Masferrer Kan con lo ue se construye una no-
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ción de capital simbólico amplio y no el mundo separado de los campos y la acumulación de capital simbólico de la ue habla Bourdieu ( ). Es decir el templo de San Hipólito ha sufrido transformaciones estructurales (de ermita a iglesia y de iglesia a santuario nacional de SJT) culturales (patronazgo de mártires albergar la esta del real pendón, patronazgo de San Hipólito y patronazgo de San Judas Tadeo) pol ticos (el hecho de ue nadie uisiera donar dinero para su construcción y la pertinencia ue ello derivaba albergar la primer orden religiosa creada en Am rica la destitución de la esta del real pendón por su simbología pol tica la Revolución Me icana la Cristiada el crecimiento demográ co, el metro y ahora el metrobus) sin olvidar los impactos económicos. Por dichas razones resulta importante reconocer la incidencia del templo en el panorama histórico devocional de SJT ya ue a trav s de l tenemos parte de la historia del continente y pone de mani esto como un edi cio alberga capital simbólico y puede tener diferentes e cacias simbólicas. ‚
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El elemento ue estamos destacando el proceso histórico tambi n es indispensable plantearlo bajo la gura de la presencia de la representación de SJT en el imaginario socio-religioso ue las personas han tenido de l. Asimismo cómo es ue el proceso histórico nos permite entender el fenómeno actual y la dinámica interna. Un inicio mítico: Juan Mosó en Chile El P. Mariano Avellana actual santo
hispano chileno fue el primero de los Hi os del Inmaculado Corazón de Mar a ue comenzó a dar a conocer a SJT en . Posteriormente el capital simbólico ue logró concretar este santo fue relacionado con la salud as como el patronazgo de algunos barrios pobres de mineros y prostitutas. Teniendo auge esta devoción en cuando el hermano claretiano Juan Mosó comenzó a difundir el poder de sanación de este santo milagroso por haber sido desahuciado al padecer una enfermedad mortal (Barahona Zuleta ). De manera ue Chile parece tener el primer registro de importancia al construir la devoción impulsada por los propios claretianos. La creación de un santo: James Tort y la ciudad de Chicago En el caso de la ciudad de Chicago Illinois utilizar el gran traba o histórico ue realizó Robert A. Osri ( ) Thank you St. Jude. Women s Devotion to the Patron Saint of Hoppless Causes. En dicho te to el autor realiza un recorrido histórico de la devoción al santo de las causas dif ciles y desesperadas al tiempo ue proporciona el panorama de cómo se utilizó el s mbolo de San Judas Tadeo más allá de ser un s mbolo de identidad católica o un santo ue ayudó a la crisis económica de principios de siglo. Dicha fuente no solamente abarca el panorama general sobre el comienzo de la devoción sino ue tambi n e plica cómo la gura de San udas adeo es elaborada en muchos sentidos por el propio padre Tort en respuesta al momento histórico por el pasaba dentro de la comunidad a la cual fue asignado. Este padre claretiano creador de la devoción en Chicago despu s de su ordenamiento en Europa misionó por varios pa ses
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incluido M ico en los a os de la Revolución Me icana ( ). Logró salir ileso de un enfrentamiento cerca del recinto religioso (de la Iglesia de San Hipólito en el Distrito ederal) llegó a los Estados Unidos de Am rica donde decidió integrarse a la misión de rescate del templo de Nuestra Se ora de Guadalupe ubicada en la zona sur de la ciudad. El conte to de la ciudad de Chicago era muy caracter stico no sólo de ella sino de varias ciudades de EE.UU. por la formación de los barrios de distinto origen tnico y cultural. En el sur sobresal an los barrios vecinos de me icanos irlandeses (y tambi n muchos pe ue os barrios de europeos del este) y norteamericanos especialmente. La caracter stica com n de estos grupos culturales distintos a inicios del siglo era la a liación religiosa eran católicos (Orsi ). El padre James Tort antes de conformar esta devoción entre los vecindarios católicos fundó en la Me ican Aid Society€ (Sociedad Me icana de Ayuda) ba o el patronazgo del Inmaculado Corazón de Mar a y Santa Teresa del Ni o Jes s (Orsi ) proporcionando as el apoyo hacia los vecinos y entre ellos, lo que re ejó aos más tarde, uno de los elementos importantes de la devoción a San Judas Tadeo. Una de las funciones de dicha sociedad era el apoyo a los inmigrantes ue como Tort hab an salido del pa s del sur (M ico) tanto para escapar del periodo revolucionario como para traba ar en las grandes industrias de metales. Derivada de esta misma situación funcional era el apoyo social ue proporcionaban en el nivel personal (ayuda psicológica o educativa) ue derivó en apoyo a la sub e-
tividad lacerada por el con icto social del que salieron los inmigrantes y del conte to al ue se integraban. El apoyo se brindaba a la población en general y a los me icanos en particular ( ). Dos a os más tarde de la creación de esta organización de apoyo se produce un acontecimiento que sacudió al mundo nanciero capitalista nos referimos al ac o •‚ ‚. Acontecimiento ue llevó a la depresión más grande ue hab a presentado el sistema capitalista hasta el momento de ando sin oportunidades de sobrevivencia líquida nanciera a empresas completas por lo ue los despidos masivos fueron un acontecimiento cotidiano. Ba o este espectro en el sur de la ciudad de Chicago se desarrolla la gran devoción de San Judas Tadeo a o s as io t co l a a i al t o s a s s t ts a a s o t ƒ ssio a i t t o l ti otio to t „lo is ( ) (Orsi ). Este fue el primer caso de situación esperanzadora ue dar a forma a la devoción emergente. El padre Tort siendo devoto de San Judas Tadeo ofreció diversas misas y programó la primera novena para el santo al acercarse su d a ( de octubre). Para a uellos tiempos el santo no era conocido incluso algunas personas llegaban a confundirlo (como a n se hace) con a uel apóstol ue traicionó y entregó a Jes s descrito en el nuevo testamento. El conte to de incertidumbre laboral social económica y de un futuro inimaginable dentro de la primera mitad de siglo llevó a los vecinos a aceptar y venerar al santo despu s de ue el padre se ganó la con anza de toda la comunidad. Ese mismo a o fue muy fruct fero para la orden claretiana la iglesia Nuestra Se ora de Guadalupe y para
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el propio Tort funda la … ag o t ( ) en Noviembre de . Los elementos de incertidumbre al futuro sin actividad laboral desesperanza apoyo entre vecinos de distinto origen tnico aun ue misma devoción católica constituyeron los albores de la especialización ue tendr a el santo católico. Cada uno de ellos encontraba en la gura de San udas ese símbolo del cual sostenerse al verse desesperanzados en medio de una crisis social más allá de la económica ya ue dichos factores afectaban más a los habitantes de una ciudad ue a inicios de siglo con lo cual la cultura urbana ue presentaban ellos depend a mucho de su conte to urbano (Mac as Rodr guez ). San Judas Tadeo en la Ciudad de México En el caso me icano su inclusión en el espectro de ofertas como s mbolo religioso y patrón de distintos grupos sociales y culturales encuentra una primera referencia en aun ue de forma concreta comienza a tener un lugar destacado en la feligres a y la Iglesia católica en M ico en (Claretianos de M ico ). Una de las v as por la ue se dio a conocer el santo fue a trav s de la convivencia ue se ten a por los inmigrantes ue regresaron a M ico ue viv an en los E.E.U.U. de lo ue ya hemos comentado en l neas más arriba. El retorno de los me icanos a su ciudad natal y la convivencia con sus familiares comenzó el proceso de unión al compartir su devoción a San Judas Tadeo. Un informante cercano a la comunidad claretiana comentó que la llegada o cial de la escultura de SJT es entre y . En una publicación de la orden claretiana indican
ue para la Sra. Chávez (archicofrade) consiguió de Bienes Nacionales el espacio ue está detrás de p lpito para convertirlo en capilla de San Judas Tadeo (Claretiana ). Por otro lado conversando con algunos adultos mayores comentaron SJT aparece como santo importante para la iglesia de San Hipólito despu s de los a os del siglo pasado. Estos dos datos nos indican la consistencia de la presencia de la imagen para la poca y ue a partir de esas fechas comenzó la devoción. La devoción a SJT en la ciudad de M ico los barrios aleda os as como en la Zona Metropolitana de la Ciudad de M ico ( ) se esparce fuera de la iglesia misma en tanto recinto más importante de la devoción. Esa hipótesis la proponemos a partir de ue la iglesia y el espacio ue ocupa en el imaginario social para los habitantes de la ciudad de M ico (como ya lo enunciamos en l neas anteriores del te to) sufrió durante las d cadas de los a os y principalmente modi caciones arquitectónicas mantenimiento al templo cierre y apertura por periodos largos y breves de tiempo. Dicha inconsistencia en estos a os generó ue la devoción creciera de una manera distinta a la tradicional lo cual e plicar a la naturaleza de la devoción ue actualmente se puede observar. Para muchos sectores e investigadores la fecha decisiva del inicio ( ) de la devoción es el a o de . Algunos de los devotos reconocen y han hecho una re exión respecto a lo ue sucedió en ese a o con el inicio del se enio del presidente De la Madrid y la entrada de M ico a un nuevo sistema económico. En algunos documentales ue hemos podido observar por e emplo el ltimo realizado por el Instituto Nacional de Antropolog a
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e Historia (INAH-TV ) analizan ue la devoción creció en dicho a o asociado a la crisis económica ue comenzó en M ico con el inicio del neoliberalismo la pauperización de la sociedad las crisis y devaluaciones ue se sucedieron en la d cada de los a os ochenta del siglo en el país. Esta re exión se asemeja a lo sucedido en la ciudad de Chicago. De la misma manera ha sido funcionalizada la devoción individual y social con la situación social y pol tica-económica en ese momento para el pa s. Es preciso aclarar ue debemos guardar proporciones para ambos casos y no tratarlos como si fueran reacciones iguales en tanto ue se haya hecho p blico el fenómeno. Por e emplo el sociólogo y maestro en estudios urbanos Erick Serna Luna ( ) en su ponencia La desesperanza social. Apuntes socio-históricos para comprender el crecimiento de la devoción por San Judas Tadeo en la Ciudad de M ico presentada en el VII Encuentro de la Red de Investigadores del enómeno Religioso en M ico (Rifrem) establece tres l neas directas dentro del espectro ue serán necesarias para comprender no solamente la devoción por SJT sino además el crecimiento ue ha tenido dicha devoción. Sus hipótesis se basan sobre la crisis económica la desesperanza y necesidad social y nalmente las clases ba as especialmente el estrato uvenil. Estas tres l neas ue abarca se alan ue la devoción a SJT pasa por la crisis económica como lo ue sucedió en Chicago perdiendo de vista los elementos históricos y el replanteamiento del proceso de retorno migrante ue nosotros hemos comentado en l neas anteriores. Es decir el autor se centra en la decadencia de la sociedad por motivos económicos y
la incertidumbre ue eso genera para decir ue la devoción se crea y aumenta en tanto la necesidad económica se acrecenta en a uellas poblaciones y grupos sociales marginados de la C. eamos sus a rmaciones † t ‡ diendo estas constantes históricas, asumimos que los contextos de crisis económico sociales, co o l •‚ ‚ icago l •‚ M ico las co t o ˆ as so o i‡ cios para el incremento de la devoción por a as a o sa to s ca act i‰a o s co oci o co o l i t c so a t los casos i cil s s s a osŠal s las c i‡ sis socioeconómicas, coyunturas en las que se i c ta l s ti i to i c ti vulnerabilidad social, una situación general, a o a to a la soci a s co si l l ‹ o so as s as a Œca sa i cil o s s a a aumenta de manera e ponencial independientemente de su posición social. En el caso me icano no se puede establecer una correlación directa como lo hacen otros colegas sino ue hay ue ver el trasfondo de las variables vinculadas al proceso histórico-cultural. En este caso es imperante entender el conte to cultural en M ico en el periodo ue regresa la imagen al templo de San Hipólito y se transforma en un santo ue será venerado de manera creciente en la medida ue avancen a os. El economista Crescencio Ruiz Chiapetto ( ) en su te to Las econom as y las modalidades de la urbanización en M ico destaca cinco importantes momentos de la econom a me icana en la ue se pueden entender diferencias directas entre las crisis la norteamericana y la me icana. El
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primer momento el muy conocido desarrollo estabilizador ue implica el proceso de la sustitución de importaciones, identi cado tambi n como el milagro me icano en el periodo de a periodo ue destaca precisamente por el me oramiento en la vida social económica de las personas. Entonces por u es precisamente este momento cuando la devoción a San Judas Tadeo se comienza a e tender y verá su má ima manifestación en Antes de colocar a las crisis materiales en el centro de la escena es necesario pensar en todos los acontecimientos culturales ue no solamente sucedieron en ese periodo histórico dentro del mundo sino cómo ellos afectaron a la concepción del mundo (desde la perspectiva de su cultura) ue ten an los me icanos tanto de s mismos como de la posición global en la ue estaban. Es decir la Guerra r a las guerras en Corea el Golfo P rsico la de Vietnam por sólo mencionar algunas las revoluciones se uales y los movimientos de los grupos invisibles (afroamericanos homose uales y otras diversidades de e presión cultural del g nero y de la se ualidad) la transformación del sentido i i as como los levantamientos sociales del me icano en el conte to mundial. Todos estos elementos tambi n forman parte de la transformación cultural ue lleva en s el sentido de crisis y desesperanza ue los individuos depositarán en SJT. Las crisis ue sufre M ico tambi n tienen ue ver con las depresiones nancieras que se ponen de mani esto en nuestro país, generando así constantes crisis culturales lo ue lleva a modi car el panorama del sistema cultural y la forma en cómo se va reformulando para darle
una continuidad. Estos cambios van desde los modos de e presión vestimenta pensamiento relación con los demás de los grupos en los ue se desarrollan las personas sin olvidar la ideolog a y por supuesto la variable ue tomamos con mayor nfasis en este traba o- la religión y su transformación en el sistema de la Iglesia Católica sin olvidar por supuesto ue es en el siglo despu s de los a os cuando se abre la diversidad religiosa con mayores posibilidades de adscripción religiosa ( ). Estas caracter sticas de la transformación cultural de la sociedad me icana son las ue desatan la efervescencia de un santo-s mbolo como San Judas Tadeo ya ue el patronazgo al ue se le ad udica son las causas dif ciles y desesperadas y cuáles son esas dentro del panorama social las transformaciones culturales ue repercuten directamente en la sociedad y en las personas de manera individual. or lo que las características que de nen al ser devoto de SJT se leen más intensamente en las necesidades culturales y no tanto en las demostraciones económico-materiales. Podemos entonces remarcar la diversidad de posibilidades ue e isten para llegar a la devoción o para mantenerla. En este caso concreto la vinculación de una memoria individual y una memoria colectiva respecto a dos elementos sustanciales ue tienen ue ver con la devoción hacia este santo católico son dos la devoción en la iglesia de San Hipólito como el recinto más importante para la veneración y peregrina e del mismo y la persistencia reconstructiva ue es la devoción a partir del inicio de cada una de las historias individuales para la formación del v nculo colectivo. Es a trav s de este hecho concreto ue
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la devoción en masa ue podemos ver cada d a de mes en los alrededores de la iglesia de San Hipólito es muy distinta y distante de la devoción e istente en la ciudad de Chicago sin embargo la vinculación y similitudes ue se han hecho en interpretaciones para entender el oo ue ha tenido dicha devoción se instalan en la funcionalización anal tica posterior para el caso me icano mientras ue la relación entre los devotos y el santo es un v nculo más familiar ue institucional ya ue la relación ue han tenido con el santo su milagrosidad y por ende su devoción son relaciones estrechas entre el objetoser sagrado y ellos, sin la mediación institucional. Los días 28 son esta Como hemos podido advertir la devoción de SJT se trata de un fenómeno social ue cuenta con variables más comple as ue el simple hecho de la relación directa entre la cuestión económica y la devoción a un santo-s mbolo. Estas variables ya mencionadas están atravesadas directamente por dos elementos ue en este momento enunciamos el capital simbólico y la cultura es decir la acumulación histórica de la e cacia simbólica (sin la inherente necesidad de reproducción cultural erár uica ue podr a representar la transmisión cultural de la adscripción religiosa ya fuese a una institución o a un santo en particular) de los elementos constitutivos del santo-s mbolo para el caso de San Judas Tadeo. Asimismo la fractura crisis y en muchos casos rompimiento cultural de la visión del mundo ue se ten a en el vertiginoso siglo . E ploraremos en esta ocasión dos elementos solamente de la gran diversidad de
variables actuales ue impactan la manifestación p blica ue es la devoción a dicho santo. Estos dos elementos los presentamos en la e ploración precedente. Primero nos referimos al elemento de lo ue podemos entender como identidad aun ue en el análisis demostraremos ue no se trata de una identidad sino de una estructura no localizada desde la perspectiva de la antropolog a. El otro elemento es el de los sectores sociales ue no solamente tienen la devoción a San Judas Tadeo sino ue además participan en la celebración ritual ue acontece cada d a de mes en la iglesia de San Hipólito. De tal manera ue podamos demostrar la hipótesis del planteamiento de la crisis cultural ue impacta no a un sector determinado de la sociedad sino permea de manera uniforme a una sociedad como la me icana. No soy ratero…soy sanjudero!!! ui nes son los devotos de San Judas Tadeo Es dif cil determinar casillas especí cas que puedan proporcionar una seal determinante de uienes son los devotos por e emplo resulta inconveniente caracterizarlos como nacos ( ) ya ue este concepto está encapsulado en multivariables ue muchas veces cada persona destaca una en particular además de ue tiene el carácter despectivo y de rechazo. Tampoco la división anal tica ue presentamos está construida desde un punto de vista mar ista de clases sociales aun ue es cierto ue el elemento económico es parte de las variables ue tomamos en cuenta para la clasi cación. Como la división de estos actores no es sencilla hemos decidido hacer tres divisiones principales a) edad b) actividad laboral y c)
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actividades delictivas y otros. Esta clasi cación permitirá evidenciar que la identi cación de los devotos a este santo católico al igual ue su devoción y el signi cado que se otorga a este s mbolo no es tan sencilla como al principio podr amos haber pensado. La división ue hemos decidido realizar se basa sobre las observaciones emp ricas en el traba o de campo entre el y el basándonos tambi n sobre la investigación realizada por el Grupo de Investigación social Habitus ( ) buena parte de los participantes
E
tipo de necesidad o incertidumbre personal o colectiva y no solamente por la carencia de sus necesidades materiales. Estos actores ue participan de esta devoción presentan regularidades en sus solicitudes a San Judas Tadeo como s mbolo de las causas dif ciles y desesperadas . Para ellos las solicitudes van de acuerdo a su edad y a su entorno social de e istencia. Por e emplo a la oven ue entrevist comentó cuando se le hizo la pregunta referente al por u asist a al templo y por u ten a devoción hacia San Judas Tadeo ŒŠ o l i o a a a a i la sc la a asa is ˆ s • isasŽ s o so i t lig t i t i las ot as os a igas co las sta a ici o isas si s i a isas c ll s o ta i st s os i as o si a igo o so go s la a st i i cil a l ac o s o i locos los cos ( ) (Adriana ).
Es la población ue se como uventud desplazada uienes atraen la atención por parte de los investigadores de este tema principalmente desde la perspectiva de la sociolog a (Carrillo Jim nez Delgado D ciga Garc a Hernández y Mart nez Sánchez Habitus Mancillas López ). La principal constante ue hemos encontrado en estos trabajos, se basa en la identi cación de los óvenes como un grupo socialmente desplazado y vulnerable ante la situación socio-económica actual del pa s y la ZMCM especialmente lo cual no negamos o de amos de reconocer pero su participación dentro de la devoción al santo atraviesa por otras variables como la identi cación con sus congéneres, amistades o familiares a los cuales les ha resuelto alg n
Entre los seguidores de SJT los óvenes adultos son a uellos ue se encuentran en las universidades y uienes suelen a temprana edad ya ser padres de familia. Estos dos sectores en el interior de la uventud decidimos separarlos por dos razones principales el nivel de educación y la responsabilidad ue se les ha ad udicado por su situación de padres de familia a temprana edad. En el primer rubro (los universitarios) la diversidad de tendencias religiosas son inmensas como una categor a general de religión o religiosidad sin embargo lo ue interesa es la relación con San Judas Tadeo. Es dif cil encontrar en las peregrinaciones o en la misma manifestación de culto de los d as
son óvenes ue van desde los a os hasta los a os . Dentro de estos óvenes es com n en los días de mes poder observarlos e identi carlos rápidamente por varias caracter sticas su sonomía, es decir su juventud, y especialmente por sus uniformes de la escuela ue portan al ir a visitar la iglesia de San Hipólito.
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de mes en el templo pero s se logran encontrar algunos persona es de esta caracter stica. Siguiendo la investigación de Habitus ( ) advertimos ue dentro de su universo de encuestas ue realizaron ( entrevistados) el de ellos pertenece al grado universitario. Por otro lado en el nivel de comunicación personal tengo referencias de personas ue son devotos de San Judas Tadeo y ue asisten a la iglesia de San Hipólito a solicitar sus favores o agradecimientos al santo. Es fácil reconocer ue en la celebración
transmisión de fe tiene una lógica inversa a la tradicional. Individualmente los devotos ue podemos encontrar a lo largo de los d as pueden referir an cdotas similares ue han proporcionado la e cacia del santo, en referencia al mismo y los favores ue les ha cumplido con ellos. Es com n ue este tipo de personas adultas lleve a sus hi os o vaya en familia.
a este santo se observen óvenes padres de familia con edades oscilantes entre los y los a os con sus hi os de hasta a os. Los óvenes ue pudimos entrevistar dentro de este rubro caracter stico comentaron solicitudes menos variadas ue le hacen al santo dichas solicitudes versan en dos caracter sticas esenciales por un lado la salud y por el otro el traba o. L
en los templos católicos los adultos mayores devotos de San Judas Tadeo. Ellos presentan una gran diferencia a comparación de lo ue hasta el momento hemos visto. Las personas ue pudimos entrevistar tienen opiniones encontradas unos conocen a SJT a partir de La Biblia y observan como una ofensa clar sima a ios y al mismo santo con toda esta esta, danzas vendimia y demás otros lo ven como la me or manera de celebrarlo. Pues se alan ue
Lo interesante a rescatar de este sector es ue ellos nacieron o vivieron en la transición del declive del catolicismo como religión cultural me icana con el má imo estandarte ue es la virgen de Guadalupe es decir ellos comenzaron a no ser bautizados y tener familiares ue no pertenec an a la religión católica. Dos de los entrevistados eran pare a la Sra. Leticia comentó ue vivieron un tiempo con una familia a la ue le hac an el aseo y el ardín, y eran protestantes, aunque re eren que no sab an a u se refer a eso. Cada uno de los actores en este estrato de edad ( a a os) llegaron a referirme tambi n ue conocieron al santo y lo milagroso ue era a trav s de sus hi os. As ue la
los verdaderos católicos no deben de hacer ese tipo de celebraciones deben de ser lo más cercanos a la religión católica lo cual implica bautizar a los ni os hacer la primera comunión casarse por la iglesia no urar en vano y mucho menos acercarse a este tipo de adicciones ue hay. Estos adultos mayores recuerdan bien ese proceso de cuando San Judas Tadeo estaba en la capillita ane a al templo y lo pasaron al altar mayor. Llegan a presentarse a solicitar favores o dar gracias por su vida y la de sus allegados visti ndose con las ropas del santo. Como podemos darnos cuenta estos distintos sectores poblacionales se encuentran insertos en todos los d as de mes al acercarse al templo de San Hipólito. De lo cual es impor-
En la investigación realizada pudimos advertir la presencia de otro estrato frecuente
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tante destacar ue no se trata nicamente del sector uvenil como en algunas investigaciones se ha advertido y ue los mismos medios de comunicación uieren focalizar. E isten más estratos sociales ue participan y hacen de este santo-s mbolo un persona e activo dentro del imaginario religioso actual. Somos sanjuderos, pero no un pueblo Sanjudero Una de las caracter sticas destacadas asociada al fenómeno es la de la llamada religiosidad popular. Para el caso de los devotos de SJT no sucede de esta forma ya ue atraviesan lo ue en antropolog a se conoce como estructuras no localizadas es decir son grupos de una comunidad ue no se encuentran unidas por la cuestión territorial o incluso la relación intima entre ellos. Las estructuras no localizadas representan grupos fragmentados ue comparten elementos culturales pero ue se desenvuelven en distinto territorio sin conformar una comunidad tradicional sin embargo se reconocen como iguales y pertenecientes a un mismo estilo cultural. Con dicho panorama podemos identi car cómo es que, en sentido estricto de la antropolog a no podemos ir a visitar la comunidad de devotos de SJT en su territorialidad determinada como si fuera una comunidad cerrada sino ue a uellos ue comparten este elemento cultural (y los ue de ello se e tiende como la parafernalia lengua e elementos simbólicos ue utilizan etc tera) sólo se observan f sicamente en la celebración de los d as . De tal manera ue las estructuras (grupos sociales o personas) pertenecientes a este sistema cultural se mueven entre estas y otras estructuras socia-
les, sin presentar elementos de identi cación, hasta el d a indicado. Es innegable reconocer a sus feligreses cada d a ue abordan y descienden de innumerables rutas de transporte colectivo o verlos transitar por las calles con imágenes de bulto del santo caminando a pie dirigi ndose en dirección a la iglesia de San Hipólito el epicentro sagrado en donde se le rinde homena e y devoción religiosa al santo católico cada mes, constituyendo el nal de todas esas peregrinaciones. As nos presentan la traves a ue los devotos realizan para llegar a presentar y darle gracias a su santo. Cada d a de mes hacen su peregrinación la realizan con diferentes s mbolos particulares ue cohesionan y da validez al capital simbólico ue están acumulando. Sin embargo debemos tomar en consideración el aspecto de la diversidad de devotos como ya di imos anteriormente. En el caso concreto ue nos interesa es respecto a la identidad religiosa la cual referiremos a la devoción por SJT. En este sentido tenemos ue recordar ue es una devoción con una formación diversa y ue se ha visto en esta investigación una heterogeneidad en el interior de los actores religiosos. Por lo ue sostenemos nuestra propuesta en la siguiente hipótesis Los devotos a San udas adeo dan un signi cado variado a dicho s mbolo religioso como ya lo hab a dicho en su momento Turner respecto a los s mbolos en general al ser polis micos (Turner ) esta caracter stica lleva a la formación de ue la devoción y por ende la identidad son heterog neas pero eso no cierra la identi cación entre sí. La identidad en general y la identidad
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formada por la devoción a S re eren la asociación entre dichas perspectivas simbólicas solamente a partir de un elemento con el cual un grupo de personas comparten. El matiz está en que esa devoción y el signi cado que cada individuo tiene respecto a su devoción y su s mbolo sagrado es diferente por lo tanto la identidad no está totalmente formada. Desde la micro sociolog a la corriente del interaccionismo simbólico G.H. Mead y E. Goffman re eren que la identidad es una con uencia de separación y acercamiento de diversos ele-
son momentáneas y no con lazos fuertes sino solamente ba o el estatuto del momento y se da la representación de la relación privada con el santo en el espacio p blico. Por lo ue la percepción ue enunciamos anteriormente de las estructuras no localizadas derivadas del análisis de E.E. Evans-Pritchard ( ) en su te to de os nos da una solución de cómo se puede entender la relación en el interior de los devotos de SJT.
mentos ue los individuos fusionan y diluyen a partir del momento en el ue se encuentren. Esta perspectiva enfatiza ue la socialización entre la conducta de los devotos a SJT ue realizan a partir de su e presión de ideas religiosas y que en los días , se mani esta la devoción y se retroalimenta para el interior de los actores religiosos en el espacio privado tambi n e presan dicha devoción en el espacio p blico generando la construcción de una identi cación, partiendo del elemento comn ue es el santo católico. A pesar de llegar al punto de encuentro o el lugar sagrado como la Iglesia de San Hipólito los devotos a este santo no se identifican a ellos mismo como un grupo homog neo que realiza su devoción de una manera uni cada sino ue al contrario lo hacen de manera individual realzando su propia e periencia y conciencia conviviendo con su s mbolo religioso pero en ning n momento haciendo referencia al otro o los otros. Es decir aun ue presentan su devoción en el espacio p blico su identidad devocional es ba o la acción individual el espacio privado. De esta manera las relaciones ue se forman en el lugar sagrado
A trav s de las anteriores l neas se realizó un recorrido de los tres elementos ue se abordaron desde una perspectiva histórica antropológica y sociológica de una manifestación p blica de la religiosidad de la sociedad me icana la devoción a San Judas Tadeo. En dichas l neas enfatizamos tres elementos principales ue son poco considerados al realizar un análisis ya sea acad mico o period stico el templo la construcción de la devoción y los sectores ue integran la devoción al santo-s mbolo y su forma de relación. Estos tres elementos considerados en este art culo permiten elaborar un comple o de variables ue e isten en la realidad emp rica ue se observa en la actualidad en la celebración de la esta por el santo. Con dicho panorama se abre la mirada focalizada al llamado santo de los ma osos o protector de los rateros y narcotra cantes. Esos cali cativos respecto a los devotos de SJT representan sectores e istentes de los feligreses ue asisten al templo de San Hipólito sin embargo no son las nicas caracter sticas que identi can a los devotos. o podemos hacer una generalización de los devotos como se realiza con la virgen de Guadalupe por e emplo
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de uien se dice ue es la madre de todos los me icanos . Ese tipo de e presiones no son representativas de la realidad y mucho menos de la actualidad. La presentación del templo de San Hipólito como elemento de transformación simbólica-cultural para un espacio un territorio determinado y una sociedad recae su fortaleza en la misma transformación y su representación actual en tanto participa como elemento fundante e identi cador de ser devoto de S. ues es imprescindible que se le re era no solamente como el santuario al cual hay ue asistir sino ue se le considere como la iglesia de San Judas Tadeo a pesar de ue no sea un templo con dicho patronazgo. En ese mismo rubro la acumulación histórica de elementos integradores de SJT para su patronazgo radica en las transformaciones y crisis culturales ue son e perimentadas por la sociedad y no solamente como una consecuencia de las necesidades económicas. Su patronazgo está conformado por elementos ue responden a otras dinámicas en comparación con las preestablecidadas por la Iglesia católica como institución es decir su dinámica de conformación devocional pasa por variables de con guración individual, grupal o barrial pero desde las propias personas ue son los devotos del santo. En otras palabras no es una devoción institucionalizada en el sentido clásico de la palabra (es decir armada erár uicamente) sino es la conformación de un proceso instituyente ( ) desde aba o con dinámicas de organización normas de acción y elementos de distinción diferentes a lo dictado por la institución. N
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Estos son dos t rminos con los ue constantemente se identi can a los devotos del santo en los medios de comunicación y en las redes sociales el primero se re ere a los que se relacionan con asaltantes secuestradores entre otras actividades delictivas. El segundo t rmino, se identi can a aquéllos que les gusta el ritmo musical del reggaetón y son además identi cados como de clase social ba a por lo ue se une con el término ero, y se identi can como compa eros en una sociedad pero se utilizan para discriminar o burlarse de estas personas.
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Para agilizar la lectura a partir de ahora se utilizaran solamente las siglas SJT cuando hablemos de San Judas Tadeo.
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Este es el nombre completo de la iglesia ue a n conserva a pesar de ue com nmente se le reconoce por los feligreses como la iglesia de San Judas Tadeo.
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Algunos autores como en la cita anterior hablan de ue es la uinta cortadura o la segunda las fuentes no son claras ni para una ni para otra opción pero si son claras de hablar del lugar en donde sucedieron los hechos.
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Esta distinción la hacen muy claramente diversos historiadores al igual ue los propios claretianos orden religiosa ue actualmente está a cargo del templo católico y ue en otra parte de la investigación se aborda con profundidad.
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Esta orden religiosa llegó a tener mucho poder económico y pol tico a lo largo
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de su e istencia durante el siglo VI y el VII principalmente teniendo a su cargo hasta nueve hospitales en todo el territorio de la Nueva Espa a por lo ue la Corona decidió cooptarles dicho poder pol tico-eclesiástico-social y los relegaron solamente a ser administradores y enfermeros de los hospitales (Suárez ). .
comenzaron a dar los cambios dentro del conte to ( - y ). .
El cual fue levantado a os despu s de la construcción de la primera ermita de Juan Garrido apro imadamente en .
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Esta es la esta que se conoce como la esta del endón, la cual se re ere al recorrido entre el palacio del Ayuntamiento y la iglesia de San Hipólito para rememorar la toma de la ciudad el de agosto de y recordar la batalla perdida de la llamada noche triste de lo ue se hablará más adelante. Aun ue tambi n habrá ue aclarar ue esta es una d cada ue es el resultado del declive ue presentará la feligres a católica esto de acuerdo tanto a las propias cifras presentadas por el INEGI ( ) en su libro a i si a ligiosa M ico€ •‚‚ ƒ so „ al …o la ción y Vivienda 2000. Con lo cual será un factor importante a destacar en otro nivel de análisis ue en otro espacio se realiza. En el te to Pluralidad Religiosa en M ico. Cifras y perspectivas ( ) de Elio Masferrer podemos observar un análisis amplio sobre el conte to y la relación pol tica y religiosa además del conte to de cambios sociales ue
En este traba o no haremos mención especí ca de las diferencias existentes entre una y otra concepción teórica pero s invitamos a los lectores acercarse el te to Cultura y poder. Una visión antro pológica para el análisis de la cultura ol tica de Roberto Varela ( ) as como el apartado primero del te to de Elio Masferrer Kan ( ) Religión, ol tica to olog as€ † o t s al st io los sist as ligiosos. En ambos te tos se discute la pertinencia del capital simbólico y su manera de utilización dentro de la teor a social además de los conceptos de ca o a it s ue Bourdieu popularizara.
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Este periodo de creación de las distintas sociedades y asociaciones ue se dieron alrededor de la iglesia de Nuestra Se ora de Guadalupe y la religión católica por parte de los Claretianos responde esencialmente al vinculo católico me icano de la virgen de Guadalupe y el sentimiento de migración ue tambi n ten an otros grupos tnicos en la misma zona urbana compartiendo desde los problemas sociales sub etivos y laborales. Por lo ue la devoción católica era el v nculo ue podr a hacerse con estos grupos diferentes en muchos sentidos pero ba o la misma protección de s mbolos migrante religión católica virgen de Guadalupe y posteriormente San Judas Tadeo.
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Nuevos h roes fueron sensación por la
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comple idad y ambivalencia de la esperanza y las necesidades resentimientos y miedos por la Depresión y en ese momento de incertidumbre la devoción a San udas oreció traducción propia.
La Liga de San Judas Tadeo es una comunidad virtual si se nos permite el t rmino ya ue está formada por miembros ue dan aportaciones para la continuación de las novenas y las reparaciones ue se hagan sobre el templo
nar el lugar con dicho santo los propios claretianos. .
Una referencia importante para darnos cuenta de esta diversidad y cambio ue ha sucumbido en el universo de la diversidad religiosa es el te to de Elio Masferrer ( ) a l ali a ligiosa M ico€ ci as o ccio s libros de la Araucaria M ico.
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Este adjetivo cali cativo que se les da com nmente a las personas está basado
donde está el santo (se tratará el tema a profundidad en l neas más adelante). .
A partir de ahora utilizaremos las siglas ZMCM para referirnos a esta área geográ ca y así agilizar la lectura.
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Sistema de Transporte colectivo subterráneo conocido como metro.
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Uno de los informantes nos comentó ue incluso el sistema de transporte colectivo metro deseaba pasar por deba o del templo sin embargo gracias al apoyo del INAH lograron disuadir a las autoridades correspondientes para evitar ue se realizara dicha acción. En ese mismo momento sirvió para rea ustar y hacer algunos cambios en los niveles inferiores de los cimientos del templo para me orar su estabilidad.
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Aun ue se le reconoce como inicio de la devoción de una manera fuerte y formal la hipótesis ue tenemos respecto a ello está enfocada más como respuesta a la gran devoción ue ya se ten a al santo y era insu ciente el espacio que tenía asignado la imagen y decidieron apadri-
sobre el prejuicio de la descali cación y marginación. Generalmente tiene razón por la incongruencia ue presenta su forma de ser o actuar fuera de los patrones establecidos como correctos por tanto es una e presión de contracultura ue denota falta de clase es decir basado sobre la discriminación social. .
Para consultar los resultados y el trabao sociológico estad stico ue realizan v ase (Habitus ).
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Expresión que se re ere al Colegio de Bachilleres una institución de nivel medio superior.
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Esta expresión parece ser que se re ere a los profesores de la institución.
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El t rmino instituyente corresponde a la dinámica de la negación de lo pre-establecido como normas y constitución de una institución de tal manera ue se rompe desde la base es decir los actores. En tanto se formulan nuevos panoramas y normas de comportamiento a la vez de que se con guran en diferenciadores de las instituciones clásicas. As se con-
ROLANDO MAC AS RODR GUEZ
formarán nuevas instituciones y este es el proceso del desvanecimiento de la pertinencia de la institución e istente en un momento de la sociedad.
Cervantes de Salazar
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Las e presiones sociales en la actualidad son importantes para las personas una de esas e presiones es la religiosa. La devoción p blica a San Judas Tadeo en la Ciudad de M ico es una de estas e presiones ue ha destacado en los ltimos a os sin embargo su presencia es mayor. La e presión de los creyentes a este santo católico la realizan en el templo de San Hipólito ue no sólo alberga todos los días a los eles de San udas adeo, sino tambi n cuenta con una historia importante la cual interviene para albergar a dicho santo. Por lo tanto lo ue se presenta como novedad
en este traba o es la presencia no solo de la devoción sino del proceso histórico de la misma y del lugar en donde se da dicha e presión religiosa. As los principales actores en este traba o son el templo el santo y los creyentes en cada una de sus celebraciones mensuales.
