Ascenso al trono de Hirohito 25 Diciembre 1926.

25 de Diciembre de 1926
A 90 años del ascenso de Hirohito al trono imperial japonés.

Tal como lo indican los protocolos, los usos y costumbres de la corte nipona, a la muerte del emperador Yoshihito, ascendió al trono su primogénito Hirohito, nieto del emperador Meiji, (quien fuera el líder simbólico de la revolución que lleva su nombre, y a la muerte del cual, su nieto se convirtió en príncipe heredero como también lo indica el protocolo.
La figura del emperador tenía carácter de divina, intocable y sagrada, era el símbolo supremo de la unidad de la nación japonesa y concentraba los poderes de jefe de estado, comandante supremo del ejército y la marina, aunque jamás daba una orden directamente, sino a través de un complejo sistema de jerarquías. Todo se hacía "en nombre del emperador". Esta estructura conllevó a un hermetismo político, indescifrable para occidente.
El reinado de Hirohito cobró una vital relevancia por los diversos procesos por los que transitó y por ende, por los caminos por los que llevó al estado japonés. Entre los principales acontecimientos de ésta época se pueden puntualizar:
- En 1931, tras el anuncio de la "doctrina Amau" que enunciaba un Asia para los asiáticos, Japón comienza una invasión hacia la región de Manchuria en el noreste chino, e instaló un gobierno adicto al que denominó "imperio del Manchukúo". Desde 1936, por diversas crisis políticas, los principales puestos de gobierno fueron ocupados por jefes de las fuerzas armadas, lo que según algunos analistas disminuyó la influencia política del emperador.
- En 1937, se inicia la guerra Sino-Japonesa que continuará durante la 2ª Guerra Mundial.
- Tres años después, Japón suscribe una alianza militar con Italia y Alemania. Ocupa la Indochina Francesa y a fines de ese año se toma la trascendental decisión de atacar la base norteamericana de Pearl Harbour, lo que provoca la entrada de Estados Unidos a la guerra, combatiendo en el frente del pacífico.
- Entre 1943 y 1945, el desgaste de las fuerzas japonesas se profundizaron hasta el punto cúlmine que llegó en Agosto de 1945 con la declaración de guerra y la invasión del "Manchukúo" por parte de la URSSS y la utilización de las bombas atómicas "Little boy y Fat man" por la fuerza aérea norteamericana en Hiroshima y Nagasaki.
Sólo tres semanas después, el propio emperador aceptó la rendición y brindó un comunicado por radio en el cual la población escuchó su voz por primera vez. La sobreviniente ocupación norteamericana sobre Japón, materializada por el comandante en jefe designado, el Gral. Mc Arthur, tuvo como principales objetivos la democratización del sistema político, la recuperación económica, lograr un aliado en la región y eliminar los componentes militaristas y ultra nacionalistas de la cultura política, con la redacción de una nueva constitución. Para ésta tarea y mediante un inédito proceso político, Mc Arthur optó por preservar la figura del emperador, quitándole responsabilidad política por los crímenes de guerra e incluso tampoco declaró ni se lo juzgó en el tribunal de Tokio. Se convirtió al emperador en símbolo del Estado y la unidad del pueblo, perdió su carácter divino y se mezcló con el pueblo en sus visitas protocolares a las ciudades durante el proceso de reconstrucción.
Aún hoy se encuentra vigente el debate entre el relato tradicional y nuevos planteos revisionistas sobre el verdadero papel del emperador Hirohito durante la segunda Gran Guerra.
El simbólico reinado de Hirohito continuó durante todo el proceso de la Guerra Fría, hasta su muerte en 1989.



Ismael Elias Adriss.
Colaborador de la Red Federal de Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia
Instituto de Relaciones Internacionales – U.N.L.P. - 2016




Red Federal de Historia de las Relaciones Internacionales
Departamento de Historia
Instituto de Relaciones Internacionales – U.N.L.P.- 2016