Asesino serial

June 14, 2017 | Autor: R. Hernández Alonso | Categoria: Criminalistica Y Ciencias Forenses
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EL ASESINO SERIAL

REFUTACIÓN DEL CONCEPTO





Autores:
César Sócrates Fernández
Cristian Fabián Aguirre
Federico Vidal




Universidad Católica De Santiago Del Estero

Departamento Académico San Salvador


Jujuy – Argentina



Derecho Penal y Criminología
INTRODUCCIÓN


Planteo del problema


Al estilo de un personaje de novela o historieta de acción, la
criminología norteamericana, pretende construir como un mito oscuro, el
concepto de "Homicida Serial" convirtiendo a las fuerzas del estado, en una
especie de superhéroe policial, creando un planteo maniqueo de buenos y
malos, de Dioses y Demonios.
La tormenta mediática jugó su papel, en el impacto global y su imagen
captó la impresión de personas de todo el mundo, despertando la curiosidad
por el estereotipo de animal o demonio que se le hubo designado a tal
concepto.
Nosotros aquí ponemos en duda la ontología del concepto, puesto que la
elaboración conceptual que se ha hecho de él aun no logra encerrar su
naturaleza.
Consecuencia de ello es la necesaria mitificación o la idea de una
vuelta al ya superado paradigma etiológico en la búsqueda de una respuesta.
Fueron Lombroso, Ferri y Garofalo los que en ese sistema de pensamiento lo
intentaron hace años, adoleciendo sus construcciones de serios errores
metodológico- científicos, hoy estas nuevas posiciones no se eximen de
incurrir en ellos.



Hipótesis



Por ello sostenemos que no existe el homicida serial, ontológicamente
hablando, debido a que no existe en tal sentido un concepto científicamente
válido, falsacionable e irrefutable.

















DESARROLLO




Hasta la fecha no existe ninguna tipología o concepto universalmente
aceptado para los asesinos seriales. No hay lenguaje común que los
doctrinarios del derecho y los profesionales de la salud mental utilicen
para describir tal comportamiento.
Ante tal ausencia muchos han pretendido referirse a ellos a través de
la asignación de ciertas características calificativas de su personalidad,
a la que haremos mención más adelante.
Sin duda ello implica la regresión a un derecho penal de autor, que es
ante todo una corrupción del derecho penal en que no se prohíbe el acto en
si, sino el acto como manifestación de una "forma de ser" del autor, que
seria lo verdaderamente delictivo.[...]: lo prohibido y reprochable o
peligroso seria la personalidad y no el acto; una concepción antropológica
que considera al hombre incapaz de autodeterminación, sin autonomía moral,
sin capacidad para elegir entre el bien y el mal. El acto es el síntoma de
una personalidad peligrosa que es menester corregir del mismo modo que se
compone una maquina que funciona mal. [Zaffaroni, E. R].
El asesinato serial es un crimen caracterizado por la carencia de una
rigurosa investigación etiológica y un exceso de la teorización popular y
periodística. [Edward W. M.] Se trata de un crimen que ha concitado
peculiar interés y la preocupación publica, ya que, intentar edificar una
etiología de asesino serial al estilo de un derecho penal de autor implica
ante todo un atentado a la dignidad humana.
En el paradigma etiológico se planteó una situación similar, ya que
éste pretendió calificar a los delincuentes basándose en características
biológicas como por ejemplo: Cesare Lombroso determinó que las personas de
frente estrecha, mandíbulas y pómulos prominentes, orejas separadas, bello
abundante y brazos extremadamente largos eran mas propensas a delinquir que
otras.
Estas posiciones que años antes fueron tomadas como verdad absoluta
hoy son teorías superadas, puesto que pertenecen al paradigma etiológico, y
evitamos referirnos aquí a las incongruencias y falsedades de ese paradigma
para no exceder los fines de este trabajo y suponiendo longamente el
conocimiento del mismo por el auditorio.
Actualmente, las definiciones del asesinato serial difieren entre los
ensayistas. Sin embargo, ellos pretenden definir arbitrariamente a su autor
como un asesino que debe matar por lo menos a dos víctimas en incidentes
temporales sin relación. Este criterio temporal está satisfecho
generalmente por "un período de enfriamiento" entre las matanzas, que puede
consistir en horas o hasta años.
Añaden, muchos otros, que los asesinos seriales son hombres blancos y
dominantes, de entre 20 y 30 años de edad, por lo general psicópatas o
esquizofrénicos, y que poseen una inteligencia superior a la media.
[Cortesí, S.]. Este es un "concepto" general del cual se desprenden muchos
otros. Así hayamos a aquellos que hacen hincapié en el número de homicidios
necesarios para asignarle tal calificación y a la duración del período de
enfriamiento:
Douglas y Ressler [Ressler, R. K., Burgess, A.W. & Douglas, J. E.]: Definen
el asesinato serial como tres o más acontecimientos con un período de
enfriamiento emocional entre ellos, el cual puede durar días, semanas,
meses o años.
Edward W. Mitchell [Edward W. M.]: Definirá a un asesino serial como
persona que mata a dos o más víctimas en incidentes que están geográfica y
temporalmente sin relación.
FBI [Apsche, J]: Define al Asesinato Serial como la matanza de varias
víctimas en tres o más semanas.
Universidad de Princeton [WordNet ® 2.0, © 2003]: Alguien que mata a más de
tres víctimas una a una en un intervalo de tiempo relativamente corto.
Wikipedia [www.wikipedia.com]: Un asesino serial es alguien que comete tres
o más asesinatos durante un extenso período de tiempo con un lapso de
enfriamiento entre cada crimen.
Y generalizando The American Heritage (Diccionario de la Lengua Inglesa)
[The American Heritage]: Una persona que ataca y asesina a víctimas una por
una en una serie de incidentes.
Otros, tales como Guttmacher [Holmes, R. M. & DeBurger], ponen el acento en
un detonante de este hecho delictivo: describió al Asesino Serial como
sádico, quién de la matanza deriva satisfacción sexual. Motivado por
fantasías, el delincuente parece obtener placer al deshumanizarlas.
Estos autores hacen a los "asesinos seriales" bastantes similares para
ser introducidos en una misma categoría, pero a la vez bastante diferentes
como para dificultar su estudio. Y ¿por qué?. Desde la lógica, es posible
observar contradicciones entre unas y otras doctrinas siendo éstas vastas y
notables para demostrarlo, pues, hacen parir para con ellas refutaciones
innegables.
Desde un punto de vista más objetivo, remitiéndonos a las fuentes de
las cuales estos autores se sirven para desarrollar las posiciones
antedichas, deducimos lo siguiente:

"SE DIJO QUE LOS ASESINOS SERIALES "PESE A ELLO: "
"SON: " "
"hombres "Aileen Wuornos y Myra Hindley, fueron"
" "mujeres. "
"blancos "¿Se supondría que no hay homicidas "
" "seriales negros o asiáticos o "
" "latinos? Richard Ramírez era latino. "
"dominantes "Dennis Nielsen y Jeffrey Dahmer, "
" "asesinos seriales, fueron "
" "homosexuales, características que no "
" "se adecuan a un varón dominante. "
"de entre 20 y 30 años de edad "Charles Manson, Ed Kemper, mataron a "
" "los 17 y 15 años respectivamente. Ed "
" "Gein tenía 51 años cuando mato. "
" "Chikatilo tenía 53 en el auge de su "
" ""carrera homicida". "
"poseen una inteligencia superior a la"El "Petiso Orejudo", tenía un "
"media "coeficiente intelectual similar al de"
" "un idiota. "
"psicópatas o esquizofrénicos "Wille [Price, V. A]: Identificó otros"
" "tipos distintos de Asesino Serial que"
" "cubría una amplia gama de categoría "
" "bio-socio-psicológicas: 1) Depresivo;"
" "2) Sicopático; 3) Afligido con "
" "desorden orgánico cerebral; 4) "
" "Agresivo pasivo; 5) Alcohólico; 6) "
" "Histérico; 7) Juvenil; 8) Retardado "
" "mentalmente; 9) Sexópata, 10) A "
" "sueldo. "
"motivados por placer sexual "David Berkowitz, conocido como "el "
" "hijo del SAM", fue motivado en sus "
" "asesinatos por venganza; Herberto "
" "Mullin, asesinó por voces de su "
" "subconsciente que le ordenaban matar "
" "para evitar un terremoto. Casi todos "
" "los "homicidios seriales" que se "
" "imputan a mujeres, son motivados en "
" "intereses económicos, (viudas negras,"
" "cobros de seguros etc). "
"O BIEN QUE: " "
"matan a dos o más víctimas "Jenkins asegura que basta con solo un"
" "asesinato para juzgar a su autor como"
" "asesino serial, siempre que este haya"
" "sido desarrollado con una alevosía de"
" "tal grado que permita tal "
" "configuración. "
"el período de enfriamiento es extenso"Universidad de Princeton: Alguien que"
" "mata a más de tres víctimas una a una"
" "en un intervalo de tiempo "
" "relativamente corto. "
"los asesinatos cometidos no están "E. Kemper mató a su madre y a su "
"relacionados geográfica ni "amigo (ambos de la misma "
"temporalmente "nacionalidad), en el mismo incidente "
" "(sin adecuarse, por ende, a los "
" "criterios de la separación temporal o"
" "geográfica). Sin embargo, E. Kemper "
" "sería claramente un "asesino serial" "
" "(él también mató a otros ocho). Diana"
" "Lumbrera, asesinó a seis de sus "
" "hijos. "

No asombrosamente, estas tipologías están en conflicto. Algunas son
descripciones de causalidad, mientras que otras son de diagnóstico de
naturaleza. Casi todos los investigadores centran su mirada, sobre todo, en
estudios de casos individuales de asesinos seriales. Es por ello que, a
pesar del enorme esfuerzo que estas exploraciones exigen, ninguna de ellas
parece lograr, como hemos visto, conseguir aceptación pacífica en cuanto
determinar aquello que convierte al Asesino Serial en tal y que lo
diferencia de otros asesinos comunes.
Las causas que obstaculizan esta tarea pueden ser diversas, o lo que
es lo mismo decir, muchos pueden resultar ser los motivos por los que
autores de renombre aun siguen intentando elaborar una fórmula que pueda
estructurar de manera inequívoca un arquetipo particular de Asesino Serial
que torne incuestionable su existencia temporo espacial.
La causa más evidente parece ser, que lo que se pretende definir, no
existe.
¿Pero acaso eso es desconocido por quienes proclaman a los cuatro
vientos su existencia?.
Evitando entonces la ingenuidad, creemos que el esfuerzo conceptual
fallido se debe, entre otras cosas, a: a) una desmesurada atribución de
poder a la policía estadounidense; b) el marketing y c) el merchandising.
No obstante las refutaciones anteriores, la policía norteamericana
pretende crear la estructura de un mítico arquetipo, quizás al estilo
mitológico. Se pretende crear así un monstruo, un demonio universal, como
también en contracara al héroe, el defensor de la sociedad.
Los aportes de las ciencias son derogados por estos argumentos:
cuentos policiales que le otorgan rol de dioses a los encargados de la
seguridad nacional. Situando en una suerte de antagonismo al caballero
policial, se hace presumir la figura de un dragón quién no es otro más que
el busto del mencionado asesino serial. Este ser, tan repulsivo como
atractivo, yace en lo sagrado y, como todo lo divino, posee una cualidad
diferencial: la capacidad de volverse invisible. Esto es lo que lo separa
de un asesino promedio, propiedad que lo eleva al estrato de super-asesino.
Se trata, entonces de un homicida distinto, que, pese a la etiqueta
diferencial que se le asigna, resulta un agresor de difícil captura.
Más aún, en una era como la nuestra, en donde el valor de la imagen
excede al de las palabras, la búsqueda de un "asesino serial" se reduce a
una identificación visual en vez de a una explicación. Por consiguiente, su
concepción se torna polifacética.
El discurso policiaco que domina hoy los Estados Unidos describe un
mundo amenazado en mayor medida por un horror inexplicable: este miedo está
mas allá del alcance de la psiquiatría pues es el indicativo de una locura
que no puede ser tratada, y, consecuentemente, solo el encarcelamiento o la
ejecución son percibidas como la única respuesta posible del estado. Por lo
tanto aquellos que protegen la sociedad de estos monstruos asumen un aura
de autoridad sacerdotal.
Este fundamento es utilizado por el "Centro Nacional para el Análisis
del Crimen Violento", situado en la academia del FBI, quien es responsable
de la creación del sistema de técnica de perfiles de personalidad. Tales
discursos se han vuelto dominantes en la prensa televisiva y revisteríl
haciendo que los héroes de la televisión, de las novelas literarias y del
cine, sean protagonizados por una elite de policías: se creó así la cultura
de la mentalidad policial.
"Se trata de lo perverso entre lo mundano o humano, lo no natural
entre lo natural, el animal entre lo social... El asesino serial es el
arquetipo de lo impuro, la representación de un mundo que necesita ser
limpiado. ...la mentalidad policial, por ello, nos hace creer que hay una
cosa como enemigo inexorable en la sociedad que requiere erradicación y que
nunca podrá reconciliarse con ella. [Tithecott, R.]." El FBI acuerda que el
asesino serial es un criminal completamente diferente, con una enfermedad
que puede ser reconocida por hechos biográficos particulares pero que se
inscribe de "tonos satánicos". La lucha contra el mal eleva al FBI a un
servicio de comunidad por sobre la política, asumiendo poderes
sacerdotales, esto es, el poder de estar respaldado por la ley y por sobre
ella para juzgar a un individuo como en una lucha entre lo demoníaco y lo
celestial. Así obtienen las dos caras de una moneda: el demonio y el dios,
el homicida serial y el poder de policía.
En contraste al discurso psiquiátrico, entonces, encontramos a la
pureza del alegato del FBI. Aquél pretende contribuir a crear un ambiente
en el que el pretendido asesino serial pueda prosperar y ser protegido,
pues se trata de un enfermo que necesita hospitalización. En cambio, éste,
tiene el poder de distinguir entre el bien y el mal.
Pero para que la construcción de monstruosidad del FBI gane
credibilidad tiene que tener una marca de verdad. De esta manera el
desarrollo del perfil personal de un criminal es similar al proceso usado
por los clínicos para hacer un diagnóstico o un plan de tratamiento. Así la
interpretación artística se hace ciencia y la confianza pública en la
psiquiatría se pierde.
Por ejemplo, la insanía mental es remplazada en la corte por una forma
de locura marcada con permanencia y sin esperanza de solución.
El FBI tiene el poder de definir a los monstruos de la sociedad y es
lo único que importa. Ya no se trata de un "culpable pero enfermo", sino
mas bien de solamente un culpable y su destino no es otro que el
encarcelamiento.
La existencia del homicida serial es la buena noticia para aquellos
que trabajan en la policía pues éste se ha convertido en la justificación
de sus ingresos. Lo que se quiere con ello es equiparar al poder policial
al poder evasivo de éste asesino serial con objeto de lograr un ajuste de
situación entre dos entidades adversas.
El placer de matar por gusto es otro problema que se hace inexplicable
pues va mas allá de todo conocimiento científico y es por ello, como lo
argumenta del FBI "que la preocupación consiste en identificar a la bestia,
no por sus motivos que lo llevan a hacer lo que hace sino por el mero
interés de que lo hace; lo que interesa es encontrar dónde, cómo, y quién;
no por qué" [Tithecott, R.]. Y así se dicen cosas tales como las que hemos
mencionado, verbigracia, "las estadísticas demuestran que la mayoría de los
asesinos seriales son blancos".
Los perfiles de personalidad pueden indicar un cambio en la dirección
de la ley, desde captar un determinado acto hacia un tipo particular de
persona. Ellos son usados para operar como instrumentos en la producción y
refuerzo de estereotipos criminales, esto es, la conexión entre
características personales y el comportamiento criminal.
Es la idea del mal que reside en cuerpos específicos. La monstruosidad
como una manifestación corporal del mal es de efecto local no
generabilizable a través de la sociedad o de la cultura. No hay necesidad
de explicar el crimen, solo lidiar con el criminal. La individualización y
la construcción del asesino serial son interdependientes; se dan el uno al
otro sus sentidos.
Más todavía, "a causa de la horripilante naturaleza de sus crímenes,
sus diversas personalidades y perfiles, y su habilidad para evadir la
detección y matar a muchas víctimas antes de ser capturados y encarcelados,
los asesinos en serie se han vuelto rápidamente figuras de culto, y han
sido representados en muchas novelas, filmes, canciones, historietas,
videojuegos, etc.
La fascinación pública por los asesinos en serie, induce al éxito de
muchas novelas policíacas y filmes acerca de asesinos en serie de ficción,
incluyendo el American Psycho de Bret Easton Ellis; y especialmente The
Silence of the Lambs de Thomas Harris y su galardonada adaptación
cinematográfica, cuyo principal antagonista, el antropófago asesino en
serie Hannibal Lecter, se ha vuelto un icono cultural. El personaje John
Doe, de la película Se7en, es otro notorio asesino serial de ficción. Las
series de historietas Family Bones cuenta la historia de los asesinatos de
Copeland en Missouri.
Los objetos de recuerdo y la erudición sobre asesinos seriales, es una
subcultura que gira alrededor del legado de varios infames y célebres
asesinos en serie. Mientras los objetos de recuerdo están generalmente
circunscritos a las pinturas, escritos y poemas de estos personajes, un
mercado ha crecido en los recientes años con enciclopedias, tarjetas y
hasta figurillas de acción." [www.wikipedia.com].
Las estadísticas, respecto del marketing y el merchandising,
demuestran que el rating de TV y la venta de periódicos se elevan
considerablemente en cada aparición de un "asesino serial".
Muchos otros son los rubros que se ven influenciados por la existencia
de esta figura.
En detalle, y en un ínfimo ejemplo:


Libros: Intento mortal (2002), por Sue Russell, que habla de Aileen
Wuornos. "Unabomber on the trail of americas most-wanted serial killer"
"Mind Hunter" ambos por John Douglas, "The night stalker" sobre Richard
Ramírez, por Philip Carlo, "El petiso orejudo" por María Moreno, "Camarada
Chikatilo" por Mijail Krivich y otro, "El Hombre que no mató lo suficiente"
sobre Jeffrey Dammer, por Anne Schwartz, "Killer among us" Joseph Fisher.
Documentales: La Mella Broomfield dirigió dos documentales sobre ella:
Aileen Wuornos: La venta de un asesino serial (1992), y Aileen: Vida y
muerte de un asesino serial (2003). Broomfield condujo una entrevista con
Wuornos en el día antes de su ejecución.
Películas: "El monstruo" (2003), cuenta la historia de Wuornos a partir del
momento que ella comenzó a matar.
La película Jeffrey Dahmer: La vida secreta; fue lanzada en 1993.
El coleccionista de Huesos, con Angelina Jolie y Denzel Washington.
Se lo que hicieron el verano pasado, Pecados capitales, son otros ejemplos.
Series: Overkill: La historia de Aileen Wuornos, con Jean Handsome como
Wuornos. Wuornos también se ha ofrecido en 60 minutos, A&E, y cortes de TV.
Bones, The Inside, Killer Instinct.




































CONCLUSIÓN
Sin haber podido lograr, hasta hoy en día, como se entendió en el
desarrollo de nuestro trabajo, una conceptualización suficientemente
convincente, la edificación científica parece sustentarse sobre la base de
una ficción, o un ser sin existencia, o peor, sobre un ente sin esencia
propia. Esto es, una nueva rama del saber carente de objeto de estudio
concreto.
Por todas estas consideraciones nos creemos aptos para dar una opinión
de cierre. De esta manera, por ende, concluimos en que el discurso del
"Asesino Serial" es pura mitificación. No es otra cosa que una
justificación de poder, aceptada por los más variados estratos sociales,
por el marketing televisivo y revisteril, por la visualizaciones
cinematográficas, la literatura policial, e incluso por el mismo poder de
policía, pues de no ser así, el caudal de partidas presupuestarias estas
instituciones del Estado Norteamericano no estaría "justificada".
En suma, la estructura esbozada del Asesino Serial peca por
incompleta. Se trata de un concepto poco veraz e inútil en sus
consecuencias prácticas, sin validez universal, no susceptible de falsación
y fácilmente refutable.
El Asesino serial es una invención de la que no pocos se han
aprovechado.
























REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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WordNet ® 2.0, © 2003 Princeton University


Worthington, Peter. (1993). The Journalist and the Killer. Boston, Saturday
Night.

www.wikipedia.com / Asesino Serial.


Zaffaroni, E. R. (1999). Manual de Derecho Penal (Parte general). Bs. As,
Ediar.


































































AGRADECIMIENTOS




En especial atención a nuestro Profesor de Derecho Penal, Dr. Lucas Grenni,
pues con su ayuda logramos concretar un trabajo de calidad, tornándose éste
realmente emocionante.


Y a la Universidad Católica de Santiago del Estero (DASS), por brindarnos
ayuda debida. .
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