Aspectos didácticos de la salud infantil

June 3, 2017 | Autor: Adelina La Peruta | Categoria: Education, Educación
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Aspectos didácticos de la salud infantil Adelina La Peruta Maiorov Introducción Sin duda alguna, uno de los temas más sugestivos para el hombre, aunque ha realizado cosas admirables en materia especulativa y técnica, es su propia naturaleza, su existencia y evolución. Las ciencias de la salud y de la educación, a la luz de los conocimientos actuales, amplían el horizonte de ese nuevo ser que, de una situación de dependencia total pasa, gradualmente, a una autonomía de sentimientos, de pensamiento y de acción, y que conformándose poco a poco a la cultura que lo rodea, desarrolla durante estos primeros años de vida modificaciones fundamentales en el logro de su personalidad. La infancia, como primera etapa de la vida, puede considerarse en sus distintos aspectos y de ese modo ser subdividida en estadios, teniendo en cuenta el lenguaje, la marcha o el final de la primera dentición. El desarrollo mental durante los dieciocho primeros meses de la existencia, aproximadamente, es particularmente rápido y de importancia especial tanto intelectual como afectivamente. Estructurada como está la etapa infantil en el actual sistema educativo, resulta importante el nivel de participación de los padres y su integración cultural, y, en este sentido el desempeño profesional de profesores y médicos sobreabunda la tarea con los alumnos llegando, en la medida de lo posible, a la relación con los hogares. Los aspectos cognoscitivo y afectivo son complementarios, y evolucionan respectivamente, hacia la construcción de un universo objetivo el primero, y, hacia la diferenciación entre el yo y las personas a través de los sentimientos, y los intereses por las cosas, el segundo. El desarrollo de las facultades, inteligencia y voluntad; de las aptitudes, memoria, imaginación y concentración de la atención; y el de la afectividad pueden verse seriamente dañadas en casos como la separación duradera de sus padres, no sólo de la madre. El contacto con las personas, que comienza siendo un intercambio de gestos y mímica que favorecen la imitación, evoluciona hacia una relación de causalidad que les crea confianza y seguridad, promoviendo serenidad y firmeza en la maduración de los comportamientos hacia las conductas. La función educadora de padres y maestros pasa por la regulación, en este caso, de ese placer, confortación y tranquilidad que proporcionan los mayores, y que correctamente orientada evita que surjan problemas de conducta en los niños como miedos o caprichos, o recursos de reacción por parte de los adultos, por temor a perder autoridad para orientarlos, confianza por la seguridad de sus consejos, y respeto a su criterio, temas de reflexión obligada por parte de las familias. Uno de los consejos primeros y más útiles propuestos por Jean Piaget es el que se refiere al egocentrismo infantil, que se pone de manifiesto cuando no comprende y aparentemente tampoco acepta, las necesidades o puntos de vista de los demás. Puede prolongarse más allá del quinto año de vida pero es deseable que padres y educadores estén alertas, favoreciendo en sucesivas circunstancias, el alejamiento de un incipiente egoísmo. Este y otros puntos referentes a la maduración del juicio moral en los infantes son los que quizá necesiten más prudencia y delicadeza por parte de los profesionales, pero no menos de un conocimiento profundo de dichos temas y de una conciencia bien formada, ya que los padres por lógica confianza en la idoneidad de los educadores, delegan acciones o solicitan consejo contando con su formación. En la educación de la afectividad es muy útil iniciarlos en la diferenciación de los tipos de amor o afecto: los gustos y apetencias, el cariño y la amistad, para que en etapas posteriores 1

puedan ir construyendo una escala de valores tan necesaria en las experiencias más sencillas de la cotidianidad; el esfuerzo para acabar un trabajo, para recoger los juguetes, para cepillarse los dientes a pesar del sueño y el cansancio antes de ir a dormir, para obedecer ante los buenos hábitos alimentarios; educarles la perseverancia moviéndoles a realizar con buen humor esas prácticas para lograr destrezas y habilidades que no salen en el primer intento; la idea de justicia, que a pesar de la corta edad surge por la mentira o el quedarse con cosas ajenas. Y siempre mejor con serenidad y objetividad, moviendo la voluntad más que estimulando los sentimientos y emociones. La educación para la salud no pertenece a ese tipo de conocimientos elaborados o inventados por el hombre, sino a una verdad que depende de investigaciones y descubrimientos a través de los cuales la inteligencia humana logra universalidad y autonomía. La formación de conductas, de actitudes óptimas frente a valores como la salud propia y de la comunidad, la preservación de la naturaleza, la distribución equitativa de los bienes más elementales, depende mucho más que, de una completa instrucción y una adecuada metodología, de una formación integral, intelectiva, afectiva, social y moral, en esta etapa previa a su escolarización. La salud del escolar La Educación para la Salud en la escuela contempla las dos vertientes que comprometen la funcionalidad de este ámbito donde el niño pasa muchas horas durante las dos primeras décadas de su vida, o poco menos. Si recordamos los temas de que se ocupa la Puericultura, tanto preconcepcional como prenatal y postnatal, vemos que no hay tiempo ni lugar para ser indiferentes a la salud. Si a esto le agregamos que el escolar es un ser en formación que no ha alcanzado desde ningún punto de vista su desarrollo, y que para ello ha de realizar un proceso de construcción sobre todo en el campo intelectual, a través del aprendizaje, quedan totalmente justificadas las acciones de salud en el ambiente escolar. Partiendo de la definición de salud como una adaptación psicofísica y sociocultural, y no sólo como la ausencia de enfermedades, y además como una manera de vivir cada vez más autónoma, solidaria y gozosa, teniendo en cuenta aquellos factores relacionados con el estilo de vida, es evidente que la educación puede mejorarla, modificarla y afianzarla, no a través de un nuevo programa sino de un original enfoque y contando con la participación de los padres y de la sociedad en general, ya que si la higiene del cuerpo es necesaria, lo es igualmente la de la mente y el espíritu. La legislación ha sido el reflejo de un esfuerzo importante, tanto en lo referente a la organización escolar como a la sustentación de la conducta social, por tanto las leyes de atención y protección de los infantes y adolescentes, los temas desarrollados en cumbres a nivel mundial y en convenciones, exponen que los infantes y adolescentes, menores de edad, han de ser objeto de protección y asistencia especiales. En concreto se relaciona a los infantes y jóvenes menores de dieciocho años, con los diversos ámbitos y sectores sociales en los que se desenvuelven y ejercitan su actividad, recogiendo aspectos referidos a su crianza, formación y del ámbito de la salud. Un tema innovador, tratado extensamente, es el que hace referencia a la publicidad, medios de comunicación y espectáculos. La pedagogía colectiva, sin la cual resultan inútiles los conceptos anteriores, está colmada de pequeñas acciones educativas, de salud, de hábitos, de convivencia, que vuelven a gestarse, como antaño, en la escuela. A pesar de que es el hogar el primer ámbito educativo o primera escuela, no todas las circunstancias socioeconómicas actuales son las más favorables, y por otra parte los niños están sometidos a una diversidad y simultaneidad de estímulos que si no impiden, dificultan sobremanera la tarea educativa. 2

Es notable el esfuerzo puesto en la formación del profesorado y el que se realiza en la orientación de los padres y familia en general, aspectos que se enriquecen constantemente y están sometidos a una constante creatividad que mantiene ligados hogar y escuela en múltiples actividades y responsabilidades compartidas; tratando de compensar la falta de tiempo con una organización y planificación que lo contemple todo. Entre tantos recursos, podríamos citar el de fomentar el hábito de la lectura en los hogares, independientemente del nivel cultural y económico de los padres. Por otra parte, legalizar la educación infantil ha impulsado un aspecto fundamental como es el papel educativo que el entorno físico, sus características y funcionalidad, ejercen en el crecimiento y evolución de los niños. La propuesta escolar de primaria y secundaria es diferente en lo que respecta a dicho entorno, sobre todo en infantes de 0 a 3 años, tanto por los aspectos relacionados con la salud como por la dinámica educativa, el “jardín de infantes” es por sobre todo, una casa con niños menores de tres años y donde, además, hay educadoras y educadores responsables y participan las familias. Lo referente a construcción y diseño, distribución y circulación, orientación y aireación, seguridad e higiene, espacios de juego y jardín, etc., se encuentra en propuestas tanto de la iniciativa privada como pública, de la administración y de los centros. Es por eso que observamos cada vez más, preocupación y dedicación en brindarles lo más adecuado para satisfacer la evolución y formación integral de cada uno de ellos en su diversidad, y en tantos detalles que abarcan el día a día de estas frágiles personitas. Pero cuando el profesor, bien preparado, se hace cargo del grupo, por más agradable que sea la primera impresión al verse rodeado de pequeños muebles y utensilios, y coloridas ludotecas, sabe que le aguarda una ardua tarea, cuyo éxito dependerá no sólo de sus conocimientos sino de su habilidad, capacidad organizativa y serenidad. Porque ninguna virtud está de más, para combinar con arte la alimentación, el descanso y la higiene de los niños, con su desarrollo psicosocial y necesidad afectiva, eje primordial de todo lo anterior. En el marco de la educación para la salud, familia y escuela han de aunar y sincronizar actitudes y acciones con el objeto de que no queden hechos aislados que dificulten el cuidado del niño, y para que éste se inicie naturalmente en la atención de su propia salud. La relación familia-centro se concreta mediante estrategias a seguir planificadas por este último, en torno a la expresión utilizada en diferentes ámbitos y tan frecuente en los últimos tiempos “atención personalizada”, que se adecua al caso, ya que el maestro ha de tener en cuenta la diversidad familiar, hogares con alto nivel cultural y profesional, de buen nivel económico, con más o menos formación sociocultural, con alto nivel de ansiedad en uno o en ambos, muy preocupados por el estatus social, puede ser éste su primer hijo, ser proclives a mitos alimentarios, automedicación o a la superstición, o familias monoparentales. El cuidado de la salud requiere madurez y espíritu de colaboración, objetividad y un mínimo de conocimientos. Los padres han de conocer el seguimiento de la salud del niño por parte de la escuela y como se la tiene en cuenta en todos los aspectos, desde la dieta en el comedor escolar, la revisión médica periódica clínica y odontológica, hasta la seguridad en el centro, las prácticas de evacuación en caso de incendio, etc. Todo ello fomenta la colaboración por su parte, ya que es fundamental que aporten los datos del embarazo, parto, y el seguimiento del pediatra. Dos aspectos a tener en cuenta a fin de detectarlos con prontitud son, por una parte los hábitos de vigilia y sueño, actividad y descanso, empleo de los ratos de ocio, por si fuera factible orientar en su corrección; y por otra, si se diera el caso, de que el niño padeciera una enfermedad crónica, para favorecer la normalización de su escolaridad. El proceso de construcción o ensamblaje de los factores genéticos y ambientales en la formación de la personalidad, ofrece matices importantes acordes con las circunstancias de nuestro párvulo. El entorno del niño, que puede ser único hijo, tener hermanos menores, o mayores, incluso adolescentes, incide notablemente en su formación integral. 3

La revisión médica que se lleva a cabo en el ámbito escolar es complementaria con la del centro de salud, la especialidad pediátrica y la educación para la salud a la población. A través de las acciones de salud de promoción, prevención, recuperación y rehabilitación, se establece una relación entre la Medicina pediátrica y la escuela, comenzando con el historial a cargo del pediatra o neonatólogo, que incluye los antecedentes familiares, características de la gestación y el parto (cesárea, distoxia), enfermedades crónicas, los resultados del test de APGAR o primer reconocimiento que valora cinco parámetros fisioanatómicos simples como son el esfuerzo respiratorio, la frecuencia cardíaca, los reflejos, además de su vitalidad general y el color de la piel; y las circunstancias básicas de su entorno actual. Un alto porcentaje de las enfermedades infantiles son infecciosas agudas y leves. El resto lo constituye el grupo de las que requieren tratamiento o atención especial, como las metabólicas, cardíacas, genéticas, y más excepcionalmente las oncológicas, autoinmunes o psicosomáticas. Los aproximados cien procesos infecciosos que el niño contrae desde el nacimiento hasta los diez años, le confieren inmunidad y se puede afirmar que ésta está madura, contando con los dos primeros años de guardería donde “se lo puede pescar todo” y es importante cumplir con el calendario de vacunaciones. Durante los primeros meses y años de vida el ritmo circadiano de sueño-vigilia va regularizándose poco a poco, con algunas dificultades para los padres, que en general evitan solicitar al médico, sedantes para que el niño duerma. La incidencia de malos tratos por este motivo se da muy esporádicamente y hay un buen servicio de asistencia en centros como el hospital de San Juan de Dios, en Barcelona. Con respecto a la frecuencia estacional, en primavera además de la varicela de manifiestan las alergias por las cuales se confecciona el mapa polínico zonal; en verano las otitis, dermatitis y conjuntivitis; en otoño alergias y catarros de vías altas; y en invierno, las virosis respiratorias y neumonías. Dependiendo de las zonas urbanas pueden existir dificultades en la concienciación y colaboración de la familia, ligadas al nivel económico y cultural. En los accidentes del hogar, en cambio, no existen tantas diferencias. Los datos estadísticos que ofrecía la OMS a las puertas del siglo XXI, incluían un alto índice de trastornos condicionados por el estrés y HTA en personas cada vez más jóvenes. En Pediatría debe evitarse la morbilidad con una buena alimentación y los recursos preventivos. La salud en el proceso de enseñanza- aprendizaje La educación infantil contribuye a desarrollar en los niños capacidades diversas, conocer su propio cuerpo y sus posibilidades de acción, observar y explorar su entorno natural, familiar y social, relacionarse con los demás a través de la expresión y comunicación, y adquirir progresivamente autonomía en sus actividades habituales. Ello se concreta en su enfoque pedagógico, atendiendo al desarrollo del movimiento y control corporal, a las primeras manifestaciones de la comunicación y del lenguaje, a las pautas elementales de convivencia y relación social y al descubrimiento del entorno inmediato, sus características físicas y sociales, a fin de que elabore una imagen positiva y equilibrada de sí mismo y adquiera los hábitos básicos de comportamiento que le permitan una autonomía personal elemental. En el contexto del proyecto curricular de centro se gesta el diseño de Educación para la Salud y de sus estrategias de intervención didáctica, los contenidos educativos se organizan en correspondencia con los ámbitos propios de la experiencia y desarrollo infantiles, abordándose a través de actividades significativas para el niño y globalizadas en centros de interés, a través del juego, en un ambiente de afecto y confianza. 4

La verdadera dimensión de la medicina social, definida por la OMS como el conjunto de actividades sanitarias y sociales que tienen por objeto proteger y desenvolver la personalidad humana, considerada a la vez un valor económico y social, y un valor espiritual, se asienta en la cultura y se construye día a día, desde el comienzo de nuestra vida. En el ámbito escolar la Didáctica brinda recursos abundantes, de muy buena calidad y adaptados a la diversidad, es decir a las características individuales de los infantes, que son además coherentes con los objetivos planteados al comienzo de la andadura, objetivos evaluables a fin de comprobar la armonía o el desajuste de la metodología, la secuenciación, las actividades y recursos empleados. El espacio, su importancia en el desarrollo intelectual y social del infante Durante los seis primeros años hay en el niño un proceso de construcción en su capacidad de crecer y moverse, de conocer y simbolizar, de dominar física y conceptualmente el entorno, que le permiten situarse espacial y temporalmente, prever lo conocido, suponer lo desconocido, y prepararse para los aprendizajes más elaborados que le plantea la escuela primaria. Sin detenernos a considerar aspectos concretos del desarrollo neurológico y psicológico de la primera y segunda infancia, es obvio que el maestro al planificar su tarea ha de contar por ejemplo, con la dismetría natural de los primeros meses debida a que el cerebelo no ha logrado aún su desarrollo, con todas las implicaciones espaciales, cognitivas y sociales que supone el egocentrismo, o su “interés” por tapar y destapar, desaparición y aparición de objetos, dejarlos caer y recogerlos, que le ayudan a asimilar y conservar en la mente dichos objetos. La interacción que se establece entre el niño y el entorno, lo lleva a la autonomía de su yo con respecto al medio, a la conceptualización y al lenguaje. Aproximadamente a partir de los tres años se produce un incremento de experiencias aprovechables para conocer su madurez y a la vez un enriquecimiento de la diversidad. El conocimiento de los procesos mentales del niño y la adecuación de las actividades, son fundamentales en el conocimiento científico y, con respecto al espacio, muy importantes para los futuros aprendizajes del área, concretamente de Biología y Educación para la Salud. Las actividades en el aula, el espacio de juegos, el jardín y, durante las salidas al parque o al campo, permiten reconocer sus interpretaciones, representaciones y verbalización, e ir elaborando nuevos procedimientos para trabajar los conocimientos. Este reconocimiento se concreta observando si reconoce en su cuerpo, en los demás, en los objetos y en la misma naturaleza, las tres dimensiones espaciales; si establece relaciones por tamaño, color, forma y posición; si posee lateralidad y capta la alometría; si reconoce dos o tres dimensiones en dibujos o fotografías y si representa en dos o tres dimensiones, si el dibujo es frontal o comienza a proyectar y cierra la figura; si representa las propiedades organolépticas; si reproduce las cantidades, forma, tamaño y posición. También, si verbaliza y denomina por su nombre a las cosas; si su expresión guarda relación de tamaño, color, forma y posición; si compara y agrega cualidades de similitud; si se expresa gestualmente o emplea la onomatopeya; si comunica propiedades físicas, químicas y organolépticas del entorno (pesado, duro, rueda, huele bien, puedo trepar, me mojaré, me quemaré). Se perciben los progresos al pasar del mundo real al imaginario, al de la fantasía a través de la teatralización; al penetrar al terreno de lo teórico; al trabajar la interdisciplinariedad Ciencias Naturales-Sociales-Educación Física; en la precisión y el enriquecimiento del vocabulario; en el acrecentamiento de la autoestima que favorece el aspecto social.

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La portada del libro “La toma de conciencia” (La prise de consciencie, de Presses Universitaires de France, Paris 1974), del científico suizo Jean Piaget, se ilustra con unos dibujos que manifiestan la importancia de la Psicopedagogía.

Los territorios o subespacios son objeto de los estudios ecológicos y etológicos, y también del tratamiento de los problemas convivenciales. Para el infante, el límite de estos espacios puede ser real o basta con que se le diga “hasta aquí”, y él se pondrá dentro o fuera, entrará, saldrá, estará dispuesto a compartirlo, ejerciendo un dominio sobre él. Son oportunidades útiles en el proceso educativo para detectar rasgos temperamentales o de crianza, formular nuevos objetivos, y para iniciarlo en la integración a la “dinámica grupal” que ejercerá a lo largo de toda la escolaridad. En tal sentido la Educación para la Salud también se aprende en los rincones, actividad que contempla esa natural inclinación que tiene el ser humano a la variedad, a “salir de la ruta”, pero no porque la clase diaria resulte repetitiva y tediosa. El día o el rato de los “rincones” no tiene su interés en cambiar para dejar de hacer algo, es un elemento motivador, que el maestro puede aprovechar para evaluar aspectos muy importantes de la vida del párvulo que difícilmente surgirían en la clase, simplemente porque las circunstancias son diferentes. Pero antes de referirnos a ellos desde el punto de vista didáctico, es bueno recordar algunos aspectos de la edad preescolar que, de una u otra manera, estarán presentes en el planteamiento de los objetivos a evaluar. Hacia los tres años el niño, supuestamente comienza a distinguir lo real de lo imaginario, aunque el animismo continúa y “su muñeca llora cuando tiene hambre”; además su imaginación está centrada en sí mismo porque el egocentrismo persiste, y el adulto ha de actuar con prudencia ante la seriedad con que él encara el juego. Esta “seriedad” será útil más 6

adelante cuando logre entender y aceptar las necesidades de los demás y las de su propio cuerpo aunque no acaben de agradarle. Los intereses, a los cuales nos hemos referido en la introducción de este trabajo, están condicionados en el niño por su madurez y por las posibilidades del ambiente. Para convertirlos en elementos pedagógicamente útiles observamos con qué juega, cómo se comporta y cuánto tiempo suele dedicar a según qué actividades; si su curiosidad se orienta de forma determinada (no olvidemos que es la edad de los ¿por qué?); un punto casi obligado de su interés es su propio cuerpo y el dimorfismo sexual, que abordado con naturalidad, sinceridad y gradualidad, consolidará una buena base a la educación para la salud; cómo se adapta socialmente, si habla solo o con los demás, si no se “despega” del profesor … En los rincones puede observarse, si la circunstancia es propicia, el grado de concentración de la atención, aptitud fundamental en el aprendizaje. Podemos verlos entretenidos con la boca abierta, concentrados “mordiéndose” la lengua con los labios, o que se distraen con facilidad. Otro rasgo que se manifiesta precozmente en el ambiente escolar, sobre todo en la actividad en rincones, es la influencia del hogar, que modela y también moldea al niño al punto que nos permite detectar las tendencias al egoísmo, la suficiencia, el perfeccionismo, la abnegación, etc. En este horizonte se vuelven comprensibles la educación personalizada, la posibilidad de evaluar actitudes, de concretar con pocos y sencillos propósitos la relación familia-centro y la realización de acciones de salud. Siguiendo el hilo de una clásica planificación podemos perfilar el aprendizaje significativo por rincones, considerando entre sus objetivos que en lo posible sea activo y funcional, permitiendo la experimentación y manipulación, donde cada uno actúe de acuerdo con sus intereses y su propio ritmo, para avanzar además en el conocimiento de cada niño. La secuenciación o distribución del tiempo dependerá de cómo nos hemos planteado acudir a ellos, si algún rato dentro del horario escolar o de la semana, si al finalizar un tema como tarea de aplicación o ampliación, para afianzar hábitos y corregir, al finalizar una unidad o un trimestre, o rincones que se prolongan todo el curso. Dado que los contenidos previstos están referidos a la educación para la salud, la actividad puede preverse en dos direcciones, partiendo de temas como la alimentación saludable, el crecimiento y desarrollo, la prevención de enfermedades y accidentes, la actividad y el descanso, el aseo e higiene; o los organizados de manera libre como juegos diversos, los oficios y profesiones, el agua, el barrio con sus comercios, servicios y la plaza. Con respecto a los recursos hemos de comenzar por el lugar. Los rincones pueden estar fuera de la clase o ser la misma con un cambio de distribución, incluir el jardín o un corredor antiguo. Los materiales, limpios, seguros, ordenados y visibles. Libros para el rincón de cuentos; sencillos instrumentos para el de música; plastilinas y pinturas; utensilios de jardinería y semillas para el jardín, con guantes, gorros y delantales; cocinitas, carpinteros, papiroflexia, vestirse de …, disfrazarse, etc. Dadas las características expuestas el papel del educador será de asesor, informador, estimulador, limitándose a sugerir y observar, para determinar el grado en que se han conseguido los objetivos previstos y continuar trabajándolos de manera personalizada. Propuestas de trabajo del tema Crecimiento y Desarrollo Los temas de Educación para la Salud citados en el contexto de la educación infantil pretenden promover el aprendizaje de contenidos relacionados con la conservación de la salud; conocer algunas particularidades naturales de la zona y las diferencias estacionales; conocer a través de los medios audiovisuales, niños de otras razas y culturas; adquirir hábitos alimentarios, higiénicos, posturales, de los períodos de descanso; destreza en la ejecución y resolución de las propuestas de trabajo; actitud inquisidora ante la ciencia con preguntas cada 7

vez más significativas; y de confianza en sus padres, maestros y médicos que cuidan de su salud. - Actividades Sugeridas: Comentar las fotografías de su nacimiento, los primeros acontecimientos, cuidados, a quiénes se parecen físicamente, y anécdotas diversas. Confeccionar una ficha que ya posee las opciones en dibujos, con datos sobre su persona, referidos a la estación del año en que nacieron, si era un día de sol o lluvioso, si era pequeñito o grandecito, si lloraba mucho, si comía mucho, tarea que pueden comenzar en casa con sus padres y acabarla en la escuela. En la clase de preescolar suele haber una cinta métrica pintada en la pared verticalmente donde los niños miden su altura, también pueden pesarse en una pequeña báscula y comentar cómo los hermanos suelen heredar la ropa cuando les va quedando pequeña. Realizar secuenciaciones recortando viñetas y pegándolas ordenadamente, sobre la vida doméstica, al levantarse o ir a comer. Hacer un seguimiento de las plantas del jardín, de las germinaciones, regándolas, observando como crecen. Y algunas de estas actividades pueden convertirse en pequeños encargos. Realizar trabajos prácticos sencillos de asociación de animales con su medio ambiente, con la alimentación, con la forma de pasar el invierno. Detectar las propiedades organolépticas de sustancias de origen mineral (agua, sal, piedra, arena); de origen vegetal (madera, corcho, azúcar, jugo de limón, piel de las frutas); y de origen animal (caparazones, pelos, plumas). También cuidar de pequeños animalitos que puede haber en la clase como peces, un canario, un hamster o tortugas de agua, de su higiene y alimentación. Entre las actividades que son encargos, que van cambiando cada semana o cada mes, está la de verificar la temperatura en el termómetro ambiental. Visitar el mismo parque, cercano a la escuela, las cuatro estaciones del año, tomar fotografías, hacer dibujos, recoger hojas, frutos secos, mudas de escarabajos; y hacia el final de curso coordinar estas actividades de relación con la temperatura, las lluvias, comparando las estaciones entre sí y exponerlas, invitando a los niños de primer curso de primaria. Preparar el día que comienza cada estación, un mural en forma conjunta que puede ser un colage o con materiales como corcho, paja, algodón, etc. Dejar la huella del pie o de la mano sobre una base de arcilla o yeso, para, en una clase posterior, pintarlo con dos colores y regalar a sus padres. Dibujar sus juegos y deportes preferidos, que realizan los días libres y en vacaciones, precedidos por un coloquio en el cual se tratará de enriquecer el vocabulario referido a posturas y movimientos. La teatralización de las narraciones es útil para imitar posturas, marchas, flexiones, etc. y realizar sugerencias y correcciones para mejorar el funcionamiento del aparato locomotor. Un aspecto importante de la programación y secuenciación de actividades diarias, consiste en prever la alternancia de momentos de desgaste energético y de sosiego, favoreciendo aquellas tareas que requieren más concentración de la atención o más fuerza física, ya que de este modo el seguimiento y la evaluación de los objetivos propuestos será más acorde con la realidad. - La reproducción: Relacionada con el tema Crecimiento y Desarrollo, la siguiente propuesta de trabajo sustentada en objetivos concretos y enmarcada en el contenido que se expone seguidamente, comprende una serie de actividades que comienzan con una narración, y continúan con unos trabajos prácticos que pueden acompañarse con dibujos, y dos salidas programadas.

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Los objetivos son los de motivar una actitud de admiración y respeto por la naturaleza y promover, mediante la elección en el cuento de un insecto social, la comprensión de los conceptos de familia y sociedad. El contenido central es la reproducción como función de conservación de las especies, que se complementa con las adaptaciones de los seres vivos a la función de reproducción, en el ambiente aeroterrestre y acuático, la estructura de las flores, los mecanismos de polinización, los nidos y huevos de aves y reptiles, marsupiales, etc. Y finalmente el hombre como ser biológico y social que vive en familia. a) Narración “La hormiguita y el ángel”: En el hormiguero hay preocupación, el campo está seco y no tienen qué comer. Una de ellas, recorriendo el lugar, se encuentra con un ángel (hada o duende) que al enterarse de lo que ocurre, le regala un puñado de minúsculas y aparentes piedrecitas. La hormiguita se las queda mirando pero, de pronto, un relámpago la distrae y, al ver el cielo cubierto de nubarrones, corre a su casita. Al escuchar un trueno, vuelve a mirar hacia arriba y es entonces cuando tropieza con una gran piedra y, lo que llevaba en las manos cae a su alrededor. Decepcionada, llega al hormiguero y le explica todo a la hormiga reina, pero ésta no acaba de entender. Debido a la lluvia, no salieron al campo hasta tres días después y, ¡oh sorpresa! junto a aquella piedra vieron como una alfombra verde de pequeñas y tiernas plantitas. Nuestra hormiga dijo: - aquí me cayeron aquellas piedrecitas y ya no están! Entonces la hormiga reina contestó: - ahora lo comprendo todo, eran semillas, y la tierra y la lluvia han hecho el resto, cuando salga el sol se pondrán grandes y fuertes, llevemos algunas a nuestra casa. b) Trabajos prácticos: Observación de flores y frutos del natural en diferentes cortes y comentario de las adaptaciones de vegetales y animales a la función estudiada, como por ejemplo las semillas que tienen “alitas”, los frutos que como la sandía tienen la pulpa mucho más dulce y alimenticia alrededor de las simientes; preparar una germinación en clase; recordar el comportamiento de los animales como el pingüino que protegen muy bien los huevos durante la incubación y cuando el macho ha de ir a comer los cuida la hembra; comentario acerca de cómo vive la familia la espera de un bebé y sus primeros meses de vida, que puede complementarse trayendo fotografías. c) Salidas programadas: Visita a una granja. Visita a una nursery.

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