BIOGRAFÍA DE PICASSO y de su evolución como artista en base a seis de sus Obras
JESÚS ARCOS GARCÍA
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De su etapa en Barcelona en Els Quatre Gats1, Pablo Picasso se llevó a París a su amigo y pintor, Casagemas. La modernidad parisina tiraba del alma de los artistas catalanes, y a Picasso en concreto, le arrastró una de sus pinturas expuestas en Barcelona en 1900, que fue elegida para la Exposición Universal de París. Para él representaba una oportunidad única. Su arte podría conocerlo todo el mundo; de modo que tomó del brazo a su amigo Casagemas y partió para París. Para cuando llegó Pallarés2, Picasso y Casagemas ya estaban bien instalados. Incluso disponían de dos jóvenes modelos que hablaban un poco de español, hermanas, Antoninette y Germaine, capaces de hacer las delicias profesionales de ambos. Pero Casagemas cayó perdidamente enamorado y no correspondido de Germaine; para cuando se quiso poner solución a tan enfermizo enamoramiento, fue tarde. En los arrabales bohemios de París se produjo una bronca entre ambos ante el rechazo de ella a casarse con él, que hizo que Casagemas sacara una pistola para poner fin a la vida de Germaine, sin éxito, aunque sí lo consiguiera con la suya propia. Pablo Picasso cayó en una tremenda depresión que dio lugar a su etapa azul3; un periodo marcado por las pinturas que representaban la cabeza de su amigo con el balazo en el cráneo, manchadas del azul de la nostalgia por tantas experiencias vividas como este Guitarrista Ciego. ¿Qué determinó este cambio emocional en Picasso? En primer lugar, Casagemas, Pallarés y él mismo, habían frecuentado con entusiasmo el Molino Rojo y el Molino de la Galette; habían conocido los colores luminosos de los impresionistas Monet, Renoir, Degas, de los que Picasso quedó profundamente encandilado. Su experiencia había ganado en conocimiento, iluminándose en su interior la llama de las vanguardias parisinas. Casagemas y él, habían partido del mismo lugar, tras el mismo sueño… pero la desgracia de uno se convirtió en la fortuna del otro. Picasso acabó en la cama del apartamento de su amigo acostándose con la mujer por la que había perdido su vida, sin embargo, rasgaba el cielo del éxito buceando entre los recuerdos y el sentimiento de culpabilidad. La vida para Picasso siempre fue una especie de góndola. Para cuando un mal venía, otro bien estaba a punto de amanecer.
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Los cuatro gatos en castellano fue un establecimiento hostelero de Barcelona inaugurado el 12 de junio de 1897, que se convirtió en uno de los principales sitios del moderno español. Precisamente aquí fue donde Picasso y Casagemas se llegaron a conocer. 2 Manuel Pallarés (1876-1974) fue un pintor catalán íntimo amigo de Picasso al que conoció tomando clases de arte en la Llonja en 1895. Desde entonces hasta su muerte fue un gran amigo de Picasso. 3 La muerte de Casagemas fue calificada por Picasso como “un absurdo” dado que el amor pasional para Picasso no fue comprendido jamás. En cualquier caso, fue para el genio de Málaga un mal trago que dejó representado durante el periodo de 1901 a 1904, y comenzó con la obra La muerte de Casagemas, creado por inspiración del Entierro del Conde Orgaz, del Greco.
En aquel tiempo fue cuando conoció al famoso marchante de arte Ambroise Vollard4, que entusiasmado por las pinturas - las previas a la etapa azul en compañía de Casagemas con las que entró en claro desafío con Lautrec y Renoir- lo llamó para hacer una exposición exclusiva de su arte. Esta noticia le sacó en cierto modo del letargo espiritual en el que había adentrado, y se dio de nuevo a la aventura de experiencias, hasta agotar los beneficios obtenidos de la abrupta rutina parisina. Acrobate et jeune Arlequin, considerado uno de los cuadros más caros del mercado, resurgió en su mente de los velos de Fernande Olivier5 y Appolinaire6. Una vez pasada la crisis azul donde el principal motivo fue la obsesión con cabeza de su amigo Casagemas, tal como apuntábamos más arriba, Pablo Ruiz comenzó a firmar con el apellido de su madre, Picasso. Abandonó la melancolía de otro tiempo, dejándose llevar de la mano de Apollinaire por los famosos Circos de la época, como el Medrano. Picasso y Apollinaire se hicieron muy buenos amigos; tenían los mismos gustos por la noche y el espíritu bohemio de París. Cuando disponían de dinero acudían a los Circos más conocidos, cuando no, se conformaban con los espectáculos de calle de los saltimbanquis. Y así es como los acróbatas, sus vidas y sus sentimientos, comenzaron a dejarse deslizar por los lienzos de Picasso. El color viró al pastel y las impresiones de los rostros, comenzaron a reflejar las emociones de una sociedad ajena a los disparates de la política de la época, pero sin embargo, muy afectados por ella. Expresiones que seguramente nacían de la propia melancolía que todavía sentía Picasso de un tiempo pasado, en el que incluso la ayuda de su padre era imprescindible para que él disfrutara de la vida en Barcelona y París. Corrían ya el año de 1905 cuando se pintó el Acrobate y otras tantas parecidas; algunas de ellas le llegaron a convertir en el pintor más rico del momento, tiempo atrás, por encima incluso de Matisse7. Fue también el momento en el que conoció a Leo y Gertrud Stein, ricos coleccionistas norteamericanos dispuestos a comprar su obra y, hacerla famosa en el mundo entero. Pero como contraparte a su felicidad se encontró con Herni Matisse de la mano de sus benefactores; su principal rival por mucho tiempo. Quizás la envida, el caché o la marca de Matisse rompieron
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Ambroise Vollard (1868-1939) fue un tratante de pintura y galerista francés de gran éxito al que conoció Picasso en 1901. 5 Fernande Olivier (1881-1966) fue una modelo y artista francesa que se hizo conocida por ser la primera pareja formal de Pablo Picasso, así como por escribir unas memorias de su vida junto a él. 6 Wilhelm Albert Wlodzimierz Apolinary de Kostrowicki (1880-1918) fue un poeta, novelista y ensayista francés, destacado por su enorme elenco de obras publicadas con gran éxito, entre los que destacan poemas como El bestiario o el cortejo de Orfeo de 1911, dramas como Casanova, u obras en prosa como Las once mil vergas, o caligramas como La paloma apuñalada y el surtidor. Por otro lado, fue el primero en utilizar términos como surrealismo y surrealista en 1917 con motivo del estreno de su obra Las tetas de Tiresias. 7 Henri Émile Benoît Matisse (1869-1954) fue un pintor francés que se dio a conocer por el uso tan original que hizo del color y lo fluido de sus dibujos. Fue dibujante, grabador, escultor, pero sobre todo, pintor. Muy tempranamente se identificó con el fovismo como movimiento artístico, y durante toda su vida cosecho innumerables éxitos, como por ejemplo La danza (1909).
intelectualmente a Picasso. Quiso encontrar razones para rasgar el clasicismo y superar la élite de Matisse… Entonces fue cuando, misteriosamente, el arte antiguo preclásico español y las máscaras africanas, obraron el milagro. Picasso se aisló en su estudio y comenzó a trabajar hasta la exasperación. Nos encontramos en 1906. Sus pinturas rosas cobraron un gran éxito en los mercados de tal modo que, pudo llevar a cabo su encierro y dejarse poseer por la gran inspiración que transcendería a Matisse y lo colocarían en las páginas doradas del Arte. Distorsionó las caras y simplificó las líneas… Las señoritas de Avignon (1907) saldrían a la luz de forma tan radiante y violenta que, hasta diez años después no se atrevió a exhibirlas. Para entonces, Picasso nació para la Historia. Solamente su amigo George Braque8 comprendió lo que había hecho Picasso. El mundo había evolucionado mucho en aquellos días de principios del siglo XX. Incluso la fotografía o el cine amenazaban con desplazar a la pintura. De ahí que, deconstruir la realidad para ponerla en jaque y bajo reflexión, fuera la solución de ambos ante el acontecer intelectual. Rompieron con la perspectiva y acercaron los objetos fragmentados hacia el ojo, creando el Cubismo. Cambió de mujer y de estilo, y sus pinturas rosas y azules subían como la espuma en los mercados. En 1914 La familia de acróbatas fue vendida por más de doce mil francos. Probó con la escultura, pero desdeñando los materiales nobles y haciendo uso de la chatarra. Fue el tiempo de La guitarra (1912). Pero la Gran Guerra se llevó a sus principales amigos y su vida dio un vuelco. Eva Gouel9 enfermó gravemente de cáncer, hasta que apareció Olga en su vida, una bailarina de clase alta del ballet ruso, con la que se sacó y tuvo a su hijo Paulo. A Olga la conoció gracias a Jean Cocteau, la misma persona que invitó a Picasso a realizar el vestuario y la escenografía del ballet de Serguéi Diáguilev10, con orquesta dirigida por Ernest Ansermet11. En 1917 Appollinaire describió “Parade” como “une sorte de surréalisme” acuñando la palabra tres años antes de que apareciera el movimiento. Y precisamente de esta época es la imagen de la izquierda. Sobre el 1920 conoció a los surrealistas; su estilo había cambiado ya; había vuelto a las formas clásicas con su particular estilo; había abandonado el cubismo que le inspirara Eva. Sus nuevas influencias entre surrealistas y cubistas estaban llenas de la rabia y agonía que sentía con su matrimonio con Olga. De modo que arrastrado por su mal humor llegó a conocer a Marie-Thérèse Walter, dando de nuevo un giro a su vida. Ella era menor de edad. Y bajo el velo del secreto dejó traslucir sus iniciales junto a las suyas en algunas de sus pinturas. De esta época es El sueño (1932), lujuriosa obra que traslucía su excitación frustrada a la sombra de Olga y el amanecer de Marie-Thérèse. Pero no conforme 8
Georges Braque (1882-1963) fue un pintor y escultor francés que junto a Pablo Picasso dieron nacimiento al Cubismo. 9 Eva Gouel (1885-1915) fue la segunda compañera y musa de Pablo Picasso durante su etapa cubista, es decir, desde 1911 hasta 1915. 10 Serguéi Diáguilev (1872-1929) fue un rico empresario ruso fundador de los conocidísimos ballets rusos. De su compañía de danza salieron los principales bailarines, bailarinas y coreógrafos del mundo. 11 Ernest Ansermet Alexandre (1883-1969) fue un famoso director de orquesta filarmónica nacido en Suecia, y conocido por sus estrenos notables de Stravinsky, Historia del Soldado, Lausana, 28 de septiembre de 1918.
emprendió un nuevo romance con Dora, a la vez que mantenía su relación con Marie-Thérèse. Y la concupiscente relación entre ambas llegó hasta tal punto que, dio lugar a la segunda obra que nos ocupa: La llorona. Picasso pintó a Dora en una actitud desesperada, hundida, rota por dentro y por fuera… o al menos es así como la veía el genio malagueño. En 1937 se encontraron las dos mujeres de Picasso. Momento en el que también Picasso, sólo fiel a su arte, había comenzado también a sentir el dolor de su patria. El bombardeo de Guernica quebró su malagueño corazón y al dolor sentimental de su vida se unió el dolor de su pueblo. Las imágenes de la matanza humana de la Legión Cóndor nazi conmovieron al mundo. El gobierno de la República, el gobierno democrático de España, encargó a Picasso una obra para Exposición Universal de 1937. Las madres con sus bebes muertos en los brazos, los soldados salvajemente masacrados, el dolor del toro y el caballo en su quejido, alcanzaron a opacar la luz artificial que ilumina la escena. Muerte y miseria escapan de su monocromo llanto ante un dolor desgarrador. Y así fue como se convirtió su arte en el símbolo contra el fascismo que se avenía en Europa.
Estos acontecimientos que asolaron Europa hicieron de Picasso un hombre nuevo: sencillo, claro, rompedor y muy crítico. El Guernica viajó por todo el mundo a escondidas del fascismo, llamando a la gente de bien a una profunda reflexión sobre la guerra y el fanatismo nacionalista. Cobró una nueva dimensión el drama emocional en los pinceles de Picasso. Pero fiel a su instinto mujeriego conoció a Françoise Gilot, bastante más joven que él. Terminó en 1945 su relación con Dora y escapó con Françoise. Dora acabó en un sanatorio mental diciendo “me uso hasta que no pudo sacar nada de mí”. En 1944, viendo que los comunistas iban ganando la guerra, concluyó por simpatizar con sus premisas políticas hasta convertirse en uno de ellos. Se convirtió en uno de los comunistas más famosos del mundo. Su obra tomó una alegría y ligereza que no había experimentado antes; incluso cuando visitó a su enfermo rival Matisse, resurgieron de nuevo sus celos, que además avivaba su nuevo hijo con Françoise, una vez crecido, en las visitas al viejo y decrepito Matisse. En 1951, tan sólo dos años después de nacer Paloma, su segundo hijo con Françoise, conoció a Geneviève Laporte. Él tenía como setenta años y ella, apenas veintitantos. Françoise abandonó
a Picasso un par de años después. Pero la psicología del genio cambió hacia peor; sin abandonar la genialidad que le caracterizaba siguió pintando a un ritmo que hubiera agotado a muchos de su edad. La soledad le engullía… de modo que no tardó en encontrar una nueva mujer a la que comparó con una de las meretrices de Delacroix. Su nombre era Jacqueline Roque. Su devoción hacia su nombre le dio la libertad a Picasso. Comenzó a trabajar de nuevo a un ritmo exagerado para defenderse de su avanzada edad, porque para él, crear era una forma de luchar contra la muerte. En el 1954 murió Matisse. El ego del malagueño se contrajo para adentro sintiendo, quizás, también, su final. Y de ahí su reencuentro con la pintura de Velázquez para hacer suya una de sus principales obras: Las Meninas. Sus interpretaciones de los románticos parecieron al público y a la crítica, meras caricaturas. Su afán por escapar a la vieja de la guadaña, le hacían cada vez más obsesivo y fuera de sí. Para entonces el centro mundial de Arte cambió, y ahora era Pollok quien ocupaba las plumas de los críticos y las carteras de los coleccionistas. Inevitablemente tuvo que volverse hacia sí mismo para reflexionar sobre la muerte, la vida, su propia vida, y la razón de su ser. Quizás, harto de ello acabó por casarse con Jacqueline para huir de sí mismo. Ésta en su defensa, ayudó al genio en la reclusión, incluso aislándole de sus propios hijos. En 1964 Françoise publicó sus memorias con Picasso. Es operado a vida y muerte de su próstata y sorprendente sobrevivió para rehacer su vida y profundizar en sí mismo. Habiendo perdido su sexualidad tras la operación, se convirtió en una obsesión que determinó su nueva obra. Pero a los 91 años, en 1972, se enfrentó a su propia muerte: así nació su último autorretrato. El 8 de abril de 1973 murió junto a Jacqueline por una insuficiencia respiratoria.
Bibliografía Olivier, F. (1995). Recuerdos íntimos: (escritos para Picasso). Barcelona. Salvat Editores. Apollinaire, G. (2001). El poeta asesinado. Edición de José Ignacio Velázquez. Barcelona. Cátedra. Ramírez Rodríguez, J.A. (1986) El fauvismo, el cubismo y el futurismo como «modelos» de las vanguardias históricas, en Historia del arte. Madrid. Anaya. Argan, G. C. (1991). El arte moderno. Del Iluminismo a los movimientos contemporáneos. Madrid. Akal
