Cánticos de realidad

Universidad Metropolitana Ciencias de la Educación
Facultad de Historia, geografía y letras.
Departamento de Castellano.



Cánticos de realidad




Melisa Sarmiento Cancino
Curso 1º A
Desarrollo psicológico
Viernes 24 de agosto de 2012
"En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad."
Arthur Schopenhauer

La música educadora

La música construye al ser humano, sin ella no hay humanidad.
Sin duda mis palabras pueden causar repercusión y opiniones variadas pero este tema lo vengo pensando desde hace tiempo ¿Tan importante es la música dentro de nuestra realidad? ¿Cómo y de qué forma la música influye en nuestra educación?
Desde que cursamos la educación preescolar (y mucho antes de este paso, por cierto) tenemos a la música presente en nuestras vidas. Podemos ver a simple vista, y además, por experiencia propia, como los niños y niñas aprenden nuevos conocimientos a través de las melodías enseñadas por sus educadoras. Cada día, en la vida de un infante, la posibilidad de aprender nuevas cosas, nuevas reglas y conocimiento de mundo se muestra acompañado de una dulce tonada, repetitiva y pegajosa. Se puede estar cantando todo el día, los padres participan en este proceso y, si se dieran el tiempo de prestar solo un poco más de atención a lo que está sucediendo alrededor de sus hijos, verían que poco a poco se les está "enseñando" a comportarse oportunamente frente al mundo que los está viendo crecer, en conclusión, la sociedad que creó la música en un principio para traspasar conocimientos, historias de héroes y anécdotas ahora la utiliza para manejar la realidad de las masas y su actuación hacia los demás.

"En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco."
Piotr Ilich Tchaikovski (Compositor ruso. 1840 - 1893)

La música formadora

Crecemos escuchando la música de los medios de comunicación masivos: Comerciales, dibujos animados, noticias, la música que marcó la época de nuestros padres y la música nacional, aquella que nos dice, al momento de escucharla, que alguna festividad está por empezar. Sin embargo llega un momento en que la música toma un rol fundamental, casi vital en nuestra existencia. Estoy hablando de la música en nuestra juventud.
La música como formadora de jóvenes; la música como repartidora de identidades.
Si desde pequeños la música forma parte importante de nuestra cotidianeidad es en la pubertad y juventud donde se vuelve cómplice de nuestros problemas y acogedora madre de nuestras tristezas. Las melodías que gustan a ciertos jóvenes los van educando directa o indirectamente sobre lo que deben pensar, actuar y ver de este mundo, que ya no es nuevo, pero ahora trae consigo nuevas problemáticas a la vida.
La sociedad es un plato preparado, listo para ser devorado por todos aquellos que así lo deseen. Dentro de nuestra juventud la música ya no cumple el mismo rol que tenía en nuestra niñez, no obstante, ahora se ha vuelto mucho más importante para nosotros, independientemente de nuestra posición en la sociedad, de nuestro estatus social. Cada joven se muestra identificado con cierto tipo de música, la cual casi siempre lleva consigo ese "pack" de productos tales como ropa de determinado color o forma, actitudes frente a tus pares y padres, muletillas y gestos característicos que también adquieres, sin saber muchas veces, el porqué de esta metamorfosis.

La música manipuladora

En una entrevista para la revista Milenio el director de la Escuela de Artes de la UAP, Flavio Marcelino Guzmán Sánchez, señala que música está presente en casi todas las actividades del hombre. Por ejemplo en el ritmo del corazón, nuestra forma de hablar o incluso de caminar; en lo general, los elementos de la música por separado influyen mucho en el ser humano.
"En la música hay condiciones muy técnicas, pero básicamente se integra de tres elementos: el ritmo, la armonía y la melodía. Respecto a sus aplicaciones, como en el cine, "la música altera las emociones del ser humano e influye sobre su comportamiento".
Por ejemplo, las melodías que son fuertes y con frecuencias graves o muy repetitivas, "repercuten de manera negativa en las personas, ya que atacan directamente al oído y por consecuencia al cerebro; así el ser humano se vuelve agresivo, pues altera el equilibrio y gasta el habla, empiezan por lo emocional y terminan en el aspecto físico.
Aparte de todo lo anterior expuesto podemos ver cómo vamos aprendiendo de este arte. A partir de una canción podemos saber que "técnicas" usar para conquistar a la persona amada, el cómo debemos comportarnos para ser aceptados entre nuestros pares, como se baila algo que quizás está de moda y a qué tonada escuchar dependiendo de la situación, las notas musicales están a lo largo de toda nuestra vida, desde la música clásica que nos pone mamá cuando estamos en su vientre hasta los cánticos fúnebres llorando por algún ser querido fallecido hace poco.
Cada día la música nos brinda una clase única y diferente, pero…
¿Usamos bien esta creación?
Si al principio de los tiempo, como señalé anteriormente, la música era un lenguaje universal para traspasar de generación en generación enseñanzas o historias heroicas tengo la leve sensación que en estos días se ha perdido esa concepción, y puede ser verdad que la globalización y el mundo en sí ya no es el mismo, ya todos saben de todo (o eso por lo menos se cree teniendo acceso a internet y redes sociales) pero la música ya no es la herramienta que solía ser, por lo menos cuando los niños salen de kínder, la música ya no es su fiel compañera de juegos.

Do, re, mi, fa, sol, la si… Instituciones: control social

Sí, volvemos al tema, a la manipulación vil que ellos le dan a la pureza que puede ser esta exquisitez (creo que me inquieta el bombardeo de acordes que tengo día a día).
Las instituciones cumplen el rol de llevar las notas a las masas pero, al hacer esto, también llevan consigo el control social mediante la música, pudiendo provocar incluso, el comportamiento de no querer aprender, mejor dicho, no ver más allá de lo que "esa" realidad te muestra.
Cada mañana veo las noticias, y a decir verdad, cada mañana desayuno publicidad altamente contagiosa camuflada con sutiles canciones que llegan a todo tipo de público, es más, los fines de semana cuando puedo estar acostada al lado de mi hija por más tiempo y vemos la televisión juntas puedo notar como ella repite lo que el espacio publicitario dice, es escalofriante pero a veces se me viene a la mente la imagen de una película de culto, niños, mujeres y ancianos controlados por una fuerza superior que los manda a matar al resto, zombis al fin y al cabo.
Las grandes cadenas de comida rápida, bebidas gaseosas y retail se han preocupado en su publicidad gastando fortunas, como olvidar aquellas canciones de institutos que desde niña escuché, los "Simón Bolívar está creciendo" o "en ICEL hay un lugar para ti" me causaban gracia mientras jugaba con muñecas en mi pero ahora que lo pienso (y pienso) no puedo creer que si unos pocos pudieron calar tan hondo en mi pensamiento no podamos hacer lo mismo en otros temas. Que las canciones formativas se dejen de usar en el resto de los niveles educativos me parece un desperdicio, si se pueden crear nuevas publicidades cada mes y obtener ganancias de estas ¿Porqué no se pueden crear nuevas formas de enseñar y así mejorar la calidad de la educación en nuestros niños y jóvenes?

Como podemos ver la música puede ser usada de manera positiva en nuestro día a día, siendo un elemento vital para nuestro desarrollo social creo que en materia educacional debería seguir empleándose no solo en los niveles preescolares sino que sería muy agradable ver que extendiese en el resto de los cursos, los humanos somos seres llenos de música y a través de ella podemos sentir, producir y llevarnos a los más diversos estados emocionales siendo lo más importante la evolución, pero no cualquier evolución, hablo de aquella que podemos tomar en nuestras manos y fortalecer la sabiduría de nuestros niños, de nuestros jóvenes y porque no, de nuestros adultos. Ayudarlos a aprender con otros métodos, mostrar a la música no solo como algo para distraer la mente y reproducir mensajes subliminales que te hacen comprar, mostrar a la música como la herramienta más grande que tenemos para hacer de esta sociedad caótica mucho más humana. No digo que va a ser mejor, más buena (las utopías no van conmigo) pero, al tener la gente más conocimiento de mundo, más sapiencia estoy segura de que tomaría mejores decisiones, y las nuevas generaciones podrán saber hacer de esta guerra una trinchera más resistente frente a los cambios venideros.

"Si yo fuera dictador, haría obligatorio para cada miembro de la población, entre las edades de cuatro y ochenta, el escuchar a Mozart, durante al menos un cuarto de hora al día, durante los próximos cinco años"
Sir Thomas Beecham - Músico director inglés (1879 - 1961)





Bibliografía

Thomas Luckmann, Peter L. Berger (1983) "La construcción social de la realidad". Amorrortu Editores. P. 4 - 7

Revista electrónica "Milenio" 15 de diciembre del 2009. Impreso cultura, México. "La música como manipuladora del ser." Consultado el 24 de agosto del 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/8688963

Página web "Frases célebres sobre la música" Consultado el 24 de agosto del 2012 http://www.patricioalvarez.cl/piano/frases.htm










Filósofo alemán. Su filosofía, concebida esencialmente como un «pensar hasta el final» la filosofía de Kant, es deudora de Platón y Spinoza, sirviendo además como puente con la filosofía oriental, en especial con el budismo, el taoísmo y el vedanta.