Cuando el Género no Opta: Sexualidades excluidas, invisibilizadas.

May 26, 2017 | Autor: A. Pizarro Anrique | Categoria: Identidad, Género, Homofobia, Literatura Gay
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UNIVERSIDAD AUSTRAL DE CHILE FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES INSTITUTO DE LINGÜÍSTICA Y LITERATURA Narrativa hispanoamericana: Identidad Cultural y Género Alfredo Pizarro Anrique

Cuando el Genero no opta: sexualidades excluidas, invisibilizadas. Analisis del texto Salon de Belleza, de M. Bellatin, como propuesta de contenido pedagogico para abordar las problematicas de genero en el aula.

Presentación Aunque recientemente, producto solo de la persistente lucha que han llevado a cabo los grupos de minorías sexuales, se presentó en el Congreso una ley de matrimonio igualitario para su tramitación y aprobación, no podría aseverarse que vivimos en una cultura tolerante, pluralista e inclusiva frente a la diversidad de géneros u opciones sexuales. Insertos en una sociedad donde los campos de poder -definidos por ideologías inscritas en paradigmas religiosos en lo moral, conservadores en lo político y social, y de sesgo eminentemente androcéntrico, además-, determinan las directrices que rigen e influyen en multitud de ámbitos sociales, tanto públicos como privados, se comprende que el ámbito de la sexualidad en nuestro país sea uno de los aspectos que más se ha vedado y reprimido.

Introducción Este trabajo intenta evidenciar la ‘invisibilización’ operada sobre todo en los grupos homosexuales en distintos planos y ámbitos en la sociedad; por otro lado, se exponen y analizan diferentes perspectivas críticas y formas de abordar este tema en los ámbitos político-administrativos y sociales. Por último, con la finalidad de visibilizar estos temas en contextos de aula y aportar a su discusión, se proponen algunas actividades de aula para analizar, reflexionar y opinar, de manera fundamentada, con respecto a cómo se viven y se dan las problemáticas de género en la escuela, en la familia y en la sociedad. Para ello se ha elegido la novela de Bellatin (1996), Salón de Belleza, la que examinaremos conforme al análisis teórico que tanto Bourdieu (2000), Butler (2006) y Foucault (1998) desarrollan directa o indirectamente con respecto al tema, lo que nos servirá igualmente para realizar ciertas analogías y críticas al sistema educativo nacional, en base principalmente a su Ley General de Educación, donde no se explicita dicha problemática.

Problematización y desarrollo teórico El foco de análisis que desarrollaremos de la novela de Bellatin corresponde al de los homosexuales como grupo estigmatizado, reprimido y blanco de la violencia simbólica y física tanto de personas, grupos y de la sociedad toda por intermedio de sus instituciones, y que por tanto han tenido que replegarse a modos de vida clandestinos o paralelos, en ámbitos y lugares periféricos; o también,

rebelarse y reivindicarse a través del

empoderamiento de su condición utilizando a veces medios estrambóticos que no sólo llaman la atención, sino que son una directa provocación al orden androcéntrico imperante, lo que, utilizando la terminología de Bourdieu (Op. cit.), definiríamos como las armas del débil. La novela está cruzada por la condición homosexual de su protagonista y una enfermedad indefinida, la cual se enuncia como ‘peste’ o ‘mal’, la que creemos evidentemente corresponde al SIDA, pues coincide de manera exacta a algunas formas de contagio y sus síntomas, y que están explícitamente descritos en el texto. Así también, por ejemplo, el relato que refiere la promiscuidad del narrador con un enfermo que llegó al salón de belleza, donde informa acerca de la posibilidad de cómo adquirió la ‘peste’: “Tampoco se vaya a creer que yo era un suicida y me entregué totalmente a ese muchacho. Antes de hacerlo tomé mis precauciones y no creo que haya sido precisamente él quien me transmitió los gérmenes”; la duda obedece, según nuestra lectura, lo más seguro, a sus encuentros sexuales promiscuos en saunas o cines porno. Podemos referir igualmente el estigma, el abandono y el rechazo social que sufren los enfermos de este mal, razón por la cual van a morir al moridero, lo que es descrito en múltiples situaciones a lo largo del texto: “En los hospitales siempre los trataban con desprecio y muchas veces no querían recibirlos por temor a que estuviesen enfermos.”, “Cuando cayó enfermo, el amante lo abandonó y el muchacho no quiso recurrir a su familia”. Tomando en cuenta el contexto histórico del año en que fue publicada la novela (1994), tenemos que justamente corresponde a la década en la que los contagios por VIH, alcanzaron al finalizar ese decenio su pico más alto1. Declarada la enfermedad el año 1981,

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ver información en el siguiente enlace: http://www.20minutos.es/noticia/1080019/0/sida/30/claves/

apenas en 1994 aparecieron los primeros medicamentos que trataban la infección, aunque aún no eliminan el virus2. Se entiende entonces que se la defina como la ‘peste’, ‘el mal’ que llegó a convertirse en una epidemia mundial para esa época. Creo que no por nada se omite el nombre de la enfermedad, pues se la refiere con aquellos mismos términos con los que los homofóbicos les espetaban a los contagiados como escarmiento de su condición: ‘el mal de los homosexuales’, la ‘peste de Dios’ como castigo de su depravación sexual. La omisión también podría ser una forma de denuncia frente a aquella actitud de evadir el estigma y omitir el nombre, producto del rechazo social hacia la enfermedad y sus portadores. También podría argüirse que con ello señala aquella ‘invisibilización’ de la que eran objeto igualmente, y aún lo son, aunque en mucho menor proporción y alcance. Nuestro análisis obviamente se vincula a la situación en el contexto de publicación de la novela, pues la situación actual es bastante más favorable, aunque no menos inaceptable. Retomando el análisis, tomemos en cuenta que no solo es la enfermedad lo que se mantiene en el anonimato, lo es también la ciudad y las personas. Esto se suma al extrañamiento geográfico de la peluquería, en la periferia de la ciudad, símbolo también, creo, de aquella exclusión de la que son objeto. Lo mismo ocurre con el ambiente degradado y clandestino en el que se desenvuelven los personajes, producto nuevamente del extrañamiento del que son objeto. Todos estos aspectos coinciden con el análisis que Bourdieu (Op. cit.) realiza con respecto al oprobio que sufren las minorías sexuales: “Al igual que en determinadas formas de racismo, adopta en este caso la forma de una negación de la existencia pública y visible. La opresión entendida como «invisibilización» se traduce en un rechazo de la existencia legítima y pública, es decir, conocida y reconocida, especialmente por el derecho, y en una estigmatización que sólo aparece tan claramente cuando el movimiento reivindica

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ver información en el siguiente enlace: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/bmn/linea_del_tiempo_ del_sida__del_primer_caso_hasta_la_actualidad.pdf

la visibilidad. Entonces se le recomienda explícitamente la «discreción» o el disimulo que habitualmente se ve obligado a imponerse.” (2000: 144). Es en el salón de belleza donde el narrador homosexual se siente completamente libre y seguro de su travestismo, seguro de la persecución o la represión del exterior; así igualmente se sienten acogidos y atendidos en el Moridero, libres del estigma y el rechazo externo: “extraños que no tienen donde morir. Además del Moridero, la única alternativa sería perecer en la calle”, se explicita en la novela. Esta negación del ser, de la vida, de la cualidad de ser humano en definitiva, es lo que Butler analiza y denuncia con respecto a este punto: “A nivel del discurso algunas vidas no se consideran en absoluto vidas, no pueden ser humanizadas; no encajan en el marco dominante de lo humano, y su deshumanización ocurre primero en este nivel. Este nivel luego da lugar a la violencia física (...)” (2006: 45); y que es señalado igualmente en la novela: “Tal vez salvarme de un encuentro con la Banda de Matacabros, que rondaba por las zonas centrales de la ciudad. Muchos terminaban muertos después de los ataques de esos malhechores (...)” (Op. cit.: 7). Esta es la clase de enajenación, de extrañamiento, de invisibilización de la que son objeto en general las minorías sexuales, negándoles de manera fundamental sus derechos, inalienables, de todo ser humano: el respeto a su libertad y dignidad, la cual les es negada precisamente por no reconocerles esa misma cualidad humana, que es, finalmente, lo que Butler igualmente denuncia: “Si no somos reconocibles, entonces no es posible mantener nuestro propio ser y no somos seres posibles; se nos ha anulado esta posibilidad” (2006: 55). Ahora bien, asumiendo que esta realidad pervive aún hoy, por supuesto de manera no tan generalizada como en la década de los ’80 o ’90, pero no por eso menos violenta, ya que el caso de agresión y muerte del joven homosexual, Daniel Zamudio, hace poco tiempo atrás, así lo demuestra; se vuelve primordial el continuar, aumentar y mejorar diferentes políticas de divulgación y concientización con respecto a la problemáticas de género, sobre todo en el plano educativo temprano, pues se inculca en seres en proceso de formación, valores o actitudes de tolerancia que en adultos son mucho más difícil de

asumir o reconocer producto de prejuicios o esquemas ya enraizados en la mentalidad del individuo. Por otro lado, pese a la apertura de concepciones de pensamiento más progresistas o liberales

en

los

últimos

tiempos

desde

las

instituciones

gubernamentales,

inconsecuentemente persiste esta ‘invisibilización’ que mencionamos, ya sea por hecho o por omisión. Esto queda reflejado al constatar que en la misma Ley General de Educación, actualizada al año 2009, se omite exclusivamente el derecho y el respeto la diversidad sexual: Artículo 3º.- e) El sistema debe promover y respetar la (...) la diversidad cultural, religiosa y social de las poblaciones que son atendidas por él. Artículo 10.- a) Los alumnos y alumnas tienen derecho a (...) no ser discriminados arbitrariamente; (...) Tienen derecho, además, a que se respeten su libertad personal y de conciencia, sus convicciones religiosas e ideológicas y culturales. Artículo 29.- d) Reconocer y respetar la diversidad cultural, religiosa y étnica y las diferencias entre las personas.

Considerando la falta de un programa gubernamental de educación sexual a nivel nacional, más la omisión en la LGE con respecto a un plano tan trascendental en el desarrollo y realización de los individuos, como lo es la sexualidad, cabe preguntarse a qué obedece esta doble omisión, esta ‘invisibilización’ creemos, nuevamente.

Foucault, en su Historia de la Sexualidad (1998), para sorpresa nuestra, señala que más que una represión ejercida contra la sexualidad por los campos de poder, ocupando una definición de Bourdieu, lo que se ha configurado es que “el discurso sobre el sexo, desde hace ya tres siglos ha sido multiplicado más bien que rarificado (...)” (67). Para entender este punto, extenderemos la explicación que el filósofo refiere de este punto: “la hipótesis de un poder de represión ejercido por nuestra sociedad sobre el sexo por motivos de economía parece muy exigua si hay que dar razón de toda esa serie de refuerzos e intensificaciones que un primer recorrido hace aparecer (...)” (Op. cit.: 90). Obviamente Foucault realiza este análisis desde planos globales que abarcan lo social,

lo cultural, lo económico, lo político y lo histórico, donde coincidimos plenamente en sus postulados; pero creemos que en nuestra realidad particular sí ha habido, si no una represión explícita y generalizada, al menos sí un evidente ocultamiento, expuesto justamente, por ejemplo, en la omisión a la que se hizo referencia anteriormente.

Queremos vincular esto igualmente con las prohibiciones emanadas desde los campos de poder, que hace mención Foucault (Op. cit.), donde se señalan algunos rasgos que creo son coincidentes, quizás no de manera absoluta pero al menos generalizada, con la percepción general que adscribimos acerca de la realidad social chilena en la que estamos inscritos: una sociedad sumisa y doblegada, dominada por una elite conservadora, supeditada a los dictámenes de la Iglesia Católica que ha impuesto sus cánones y pautas moralizantes conforme al dogma cristiano, los que pretenden normar en diverso grado y orden el comportamiento tanto individual como social de todos los individuos. Aspectos todos que han permitido o generado, por ejemplo, que apenas exista en Chile una ley de divorcio hace apenas diez años; que seamos uno de los cuatro países en el mundo donde está penalizado el aborto terapéutico; que se haya prohibido la venta de la ‘pastilla del día después’ y que solo se entregue en consultorios aduciendo caso de violación; que se siga censurando en los medios de comunicación, tanto audiovisuales como impresos, todo aquello que esté en oposición a la Iglesia Católica (censura a la exhibición de la película La última tentación de Cristo, cancelación del concierto del grupo de rock Iron Maiden en los años ’90 por considerarlos la Iglesia Católica un grupo ‘satánico’), entre muchos otros ejemplos que podrían citarse para demostrar la influencia y el poder que ejercen estas instituciones gubernamentales, religiosas o económicas sobre la realidad las personas y la sociedad. Todos puntos que servirán para ejemplificar y desarrollar discusiones o debates en el aula de clases, conforme a la propuesta pedagógica que se realizará a continuación, y que estarían definidos dentro de las siguientes categorías que señala Foucault con respecto a la relación restrictiva entre el poder y la sexualidad:  Relación negativa. Entre poder y sexo, no establece relación ninguna sino de modo negativo: rechazo, exclusión, desestimación, barrera, y aun ocultación o máscara.

El poder nada "puede" sobre el sexo y los placeres, salvo decirles no; si algo produce, son ausencias o lagunas; elide elementos, introduce discontinuidades, separa lo que está unido, traza fronteras. Sus efectos adquieren la forma general del límite y de la carencia.  La instancia de la regla. El poder, esencialmente, sería lo que dicta al sexo su ley. Lo que quiere decir, en primer término, que el sexo es colocado por aquél bajo un régimen binario: lícito e ilícito, permitido y prohibido.  La lógica de la censura. Se supone que este tipo de prohibición adopta tres formas: afirmar que eso no está permitido, impedir que eso sea dicho, negar que eso exista.

Material didáctico Con todos los contenidos expuestos en clases cuya planificación los aborde de manera progresiva y vinculante. Se organizarán después de revisar los contenidos, mesas de diálogo, con discusiones de opiniones argumentadas o fundamentadas con respecto a las temáticas de género y la violencia ejercidas contra las minorías sexuales, así como el rol y las responsabilidades que le caben al gobierno, a las instituciones educativas y a la familia la formación o educación sexual integral, el fomento de valores que releven la tolerancia, el respeto a la diversidad, el respeto a la dignidad de los individuos, etc. Posteriormente, se definirían grupos de debate, divididos en mesas donde les cabría asumir diferentes roles representativos de la diversidad cultural, político y religiosa presentes en la sociedad en general y en cada familia en particular. Por tanto, deberán fundamentar conforme a los principios ideológicos

correspondientes o de acuerdo al

dogma, filosofía o paradigma adscrito según previa definición al azar. La idea es que cada estudiante se interiorice de posturas o visiones ajenas, con la finalidad de o bien empatizar más aún o rechazar más terminantemente todavía determinada postura, pero ya ahora de manera fundamentada y razonada. Se finalizará el proceso con las apreciaciones de cada uno de los estudiantes y se exhibirán de diversas formas los resultados de la experiencia, ya sea en registros audiovisuales, trabajos expositivos, galerías de contenido a exponer, etc.

Bibliografía Bellatin, Mario. 2000. Salón de Belleza. España: Tusquets Editores. Bourdieu, Pierre. 2000. La Dominación Masculina. Barcelona: Editorial Anagrama, S. A. Butler, Judith. 2006. Deshacer el género. Barcelona: Paidós Ibérica, S.A. Foucault, Michel. 1998. Historia de la Sexualidad I, La Voluntad de Saber. Madrid: Siglo XXI Editores.

Otras fuentes consultadas http://www.curriculumenlineamineduc.cl/605/articles-30013_recurso_05.pdf http://bcn.cl/1m0i2 http://www.20minutos.es/noticia/1080019/0/sida/30/claves/#xtor=AD-15&xts=467263 http://www.unaids.org/es/ http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/bmn/linea_del_tiempo_del_sida__del_primer_caso_has ta_la_actualidad.pdf

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