¿Cultura es...? (i)reflexiones teóricas y embrollos epistemológicos

June 7, 2017 | Autor: F. Mireles Alonso | Categoria: Cultural Theory, Epistemología, Antropología Social
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¿Cultura es...? (i)reflexiones teóricas y embrollos epistemológicos por Francisco Javier Mireles Alonso 1

“No pudieron ser los peces quienes descubrieron la existencia del agua” Kluckhohn2

A modo de Introducción ¿Es realmente la cultura el objeto3 primordial de estudio de la antropología? Pero entonces ¿qué es cultura? Ya Kroeber y Kluckhohn en su obra Culture. A critical review of concepts and definitions (1952) mencionaban que “la idea de cultura, en su sentido técnico antropológico [tiene una] importancia explicatoria y una generalidad de aplicación comparable a categorías tales como la gravedad en física, la enfermedad en medicina, la evolución en biología” (citado en ZAID, 2007). Para Adam Kuper, en su obra Culture. The anthropologist’ account (1999) “la cultura deja de ser algo que debe ser descrito, interpretado, quizá hasta explicado, y pasa a ser tratado como la fuente misma de la explicación. [no se puede] suponer que la cultura se explica en sus propios términos” (citado en ZAID, 2007). Es decir, el supuesto objeto de estudio por excelencia de la antropología se encuentra en constante transformación, tanto en su propia realidad como en la interpretación y aprehensión del mismo, por lo que es más factible el denotar y connotar a la cultura como un proceso y no como un concepto. Es

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Lic. en Antropología por la UASLP. Contacto: [email protected]

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Refiriéndose al estudio de las culturas (citado en SALZMANN, 1982: 339).

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“El lector principalmente se engaña creyendo que los hechos son mucho menos complicados de lo que

realmente son, y puede fácilmente concluir que nada hay en el objeto de estudio de la antropología social que no pueda ser fácilmente comprendido por un niño de diez años” Edmund Leach, Cultura y Comunicación (citado en KROTZ, 1988: 283).

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decir, se debe de procurar una perspectiva dinámica, holista, articulada y con relaciones de acercamiento con la realidad, ya que

[…] en el orden común, es decir, en lo concerniente a la actividad social pública, el término [de cultura] se ofrece elitista, confuso e inconveniente porque la noción tradicional ("humanista") de cultura constituye un contrasentido en el entendimiento de la mecánica social cuando se la quiere precisar diferenciándola de la educación, de la economía, de la política, del derecho y los demás aspectos de la vida social. Este enfoque no permite expresar racionalmente la naturaleza de las cosas en tanto se interpreta a la cultura en su connotación tradicional y elitista, como un aspecto secundario dependiente de los demás y no como la noción totalizante y válida que refleja la integridad de la vida social humana (SILVA, 2007).

A manera de Análisis Si la cultura se definiera como un conjunto de hábitos que el individuo aprende en el transcurso de su vida y que son compartidos por otros miembros de su grupo. ¿Es entonces la cultura un resultado o un proceso derivado de la interacción social? Podríamos aumentar que “la cultura [es] entendida como la herencia social de los grupos humanos” (WARMAN, 1970: 9) y como “dimensión simbólica de los hechos sociales” (SOLÍS, 2007: 8) lo que nos sugiere que, en el proceso de la herencia, va involucrada la cultura tanto en resultado (rasgos culturales4 como colectivos, personalidad como individual) como en proceso (herencia o transmisión5). Es decir, en los resultados colectivos, como los rasgos culturales, cualquier cosa aprendida de 4

“pasan a través de un nuevo aprendizaje a otros – en teoría a cualquiera [y] son producidos por los seres

humanos y encuentran su existencia externa como aspecto de las relaciones sociales” (ADAMS, 2005: 61) 5

“procesos por los que los rasgos o características pasan a las generaciones sucesivas” (ADAMS, 2005:

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otro(s) puede señalarse como ejemplo en la sociedad contemporánea: por ejemplo, el músico debe de aprender determinados conocimientos para poder considerarse y ser considerado como tal, es decir, debe de adquirir determinada “cultura” para poder entender los símbolos y significados6 que reproducen formas de identidad al interior de esa “población” (OLMOS, 2002: 5). En cuanto a los resultados individuales, como la personalidad, tenemos que

La cultura cual determinante de la personalidad, debe entonces, verse como el contexto en el cual el desarrollo de la personalidad toma valor como centro de su organización. Lo que el individuo ve como y camino de conducta y creencia está guiado por aquello que la cultura define como cosas y para hacer y creer (KLUCKHOHN, 1965: 350).

En cuanto al proceso, por ejemplo, la “herencia cultural se refiere a la variación en el tiempo de formas (espacio-temporales, energéticas) y significados. Alude a elementos y conjuntos que pueden ser complejos e integrados pero que no se autoreproducen” (ADAMS, 2005: 62). Una ejemplificación serían las prácticas religiosas, ya que éstas poseen una función social que es materializada en el ritual: la posibilidad de reducir la ansiedad y calmar los temores que no pueden ser explicados de una forma científica o razonable. Es decir, no podemos desarticular a la cultura, fragmentarla en elementos constitutivos de la interacción social y ofrecer una perspectiva dicotómica (resultado – proceso) ya que

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“La ciencia no es un conjunto organizado de datos; es una técnica de interpretación” (WHITE, 1982: 23)

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Desde la tradición antropológica, con su fuerte tendencia al estudio holístico 7, no puede parecer inadecuada la propuesta de concebir el proceso de producción de conocimientos antropológicos como un proceso sumamente complejo y asignar, por consiguiente, a la metodología antropológica la tarea de examinar todos sus momentos constitutivos, en vez de ocuparse sólo de algunos de sus aspectos y construir normas a partir de este examen (KROTZ, 1988: 292).

Si definimos a la cultura popular como el complejo entramado de actitudes, creencias y códigos de comportamiento de las clases subordinadas, ¿lo que aparece bajo la mirada del antropólogo es la cultura popular o más bien el resultado de procesos de aculturación? Para comenzar, ¿qué es cultura popular? En su perspectiva clásica, se entiende como “aquéllas prácticas y valores socioculturales diferentes y contrapuestos a los de las clases altas o élites” (DORCÉ, 2007) aunque en una perspectiva contemporánea, se añade que “la cultura popular debe ser concebida como el sitio o los sitios donde la subjetividad popular, diferenciada de aquella de los miembros de los grupos dominantes, es formada” (DORCÉ, 2007), además, debemos de agregar a este concepto de cultura popular, la cualidad de ser formadora de identidad 8, por ejemplo, por medio de la fomentación de actitudes ciudadanas, de creencias religiosas o de códigos de comportamiento basados en la tradición de la “moral y buenas costumbres”. Segundo; inevitablemente, el antropólogo, tanto en su formación, desarrollo y trabajo profesional, se ve sometido ante determinados paradigmas, los cuales funcionan a manera de “lentes con los que ven el mundo” e incluso convicciones de índole 7

“la unidad de la ciencia antropológica deriva de su interés centrado en el estudio completo del hombre”

(HERSKOVITS, 1969: 20). 8

“[se debe] reconocer las diferencias existentes entre la subjetividad de las distintas clases [y dentro de

las mismas], en vez de crear modelos ideales que asumen que hay o que debería haber una sola identidad popular” (DORCÉ, 2007)

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personal u otros factores que indudablemente permearán su perspectiva, enfoque y análisis, por ejemplo, la denominada “colonización” de las ciencias sociales, que consiste en “ligas con el colonialismo y el imperialismo como sistemas internacionales de dominación y explotación [y] por el uso de la ciencia social en la administración del imperio” (STAVENHAGEN, 1984: 207). Tercero, el concepto de aculturación “es insuficiente para explicar los cambios culturales producidos al interior de una cultura debido a su influencia o subordinación” (VALDÉS, 2002) debido, principalmente, a la simetría con la que se pretende tratar esa “transmisión cultural conseguida, es decir, es la transferencia de elementos o rasgos de una cultura a otra, cuyo proceso y dispositivo solo estamos en posición de deducir, por que su manifestación ha ocurrido en un tiempo ahistórico [así que] la aculturación como concepto, es la transmisión cultural en marcha” (VALDÉS, 2002) y a la presuposición de que un grupo genera o reproduce alguna de sus características en la otra, sin que ésta posea la misma capacidad. Por lo anteriormente esclarecido, el antropólogo, por medio del utillaje teórico disponible desde su formación, desarrollo y trabajo profesional, intentará acercarse a la realidad por medio de un estudio de la cultura popular, es decir, ofrecerá una interpretación de la misma ya que “[las] teorías existentes […] reflejan la orientación de valores de aquéllos que las utilizan, pero en su capacidad para explicar conjuntos de hechos particulares serán a la larga más o menos adecuadas” (STAVENHAGEN, 1984: 210). Cabe destacar la diferencia existente entre cultura popular y cultura de masas, ya que ésta última “implica la conversión de lo popular en masivo como resultado de un proceso de redimensionamiento de las formas de producción, comunicación y transporte propios de la industrialización del siglo XX” (DORCÉ, 2007) por lo que la

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hegemonía de los grupos dominantes actúa directamente sobre la cultura de masas e indirectamente sobre la cultura popular por medio del ‘consumo cultural’9 el cuál consiste en "la apropiación por parte de las audiencias de los productos y los equipamientos culturales, las relaciones que establecen con ellos, las resignificaciones y las nuevas asignaciones de sentido a los que los someten, los motivos de su selección" (BISBAL, 2007), por lo que la cultura popular, si bien no es impuesta tal cual por la hegemonía de los grupos dominantes, si se encuentra seriamente influenciada por estos. Si “el símbolo10 [es el] mecanismo que ha dado existencia a la cultura” (WHITE, 1982: 23), entonces, dentro de la cultura popular, el albur o doble sentido es uno de los símbolos más representativos, ya que a través de éste mecanismo se construyen relaciones sociales (incluyendo la dominación, ya que incluye la “penetración simbólica” con obvias connotaciones fálicas y lúdicas y a manera de competencia), tienen significados propios en forma de código que varía en temporalidad y territorialidad y cuya subjetividad popular radica en esa característica forma de pensar, sentir y expresar y no en el enunciado-albur en sí mismo. Si la cultura es, por excelencia, el objeto de estudio de la antropología, entonces, el hecho cultural pasa a ser una extensión de éste, y por lo tanto, de interés para la disciplina. Pero para empezar, ¿Qué es un hecho11 cultural? Según Roque García, un hecho cultural “se concreta al hombre, a todo aquello que el hombre hace, sin 9

“La cultura es un fenómeno de comunicación basado en sistemas de significación” (ECO, 1988: 51).

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“puede ser definido como una cosa cuyo valor o significado le es adjudicado por quien la usa” (White,

1982:43). 11

“El “hecho” […] es genérico, universal y omnipresente. Es el “hacer intemporal” por excelencia. Por

cuya razón, “los hechos” son considerados los objetos primarios de la praxis, que a juicio de Germán Peinador Martín, “vienen a ser el punto de partida para la especulación, y el tratamiento empírico, científico o filosófico de la realidad.” (citado en ROMERO, 2007)

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calificarlo en ningún sentido, sin expresar que sea bueno o malo, falso o verdadero, justo o injusto” (citado en ROMERO, 2007), es decir, es un modo de explicación cuya función específica es circunscribir el objeto de estudio. Por lo tanto, cualquier elemento de la cultura del ser humano que no sea temporal, aislado o intrascendente puede ser un hecho cultural, ya que “Todos, en un sentido amplio del término, somos portadores de cultura” (SOLÍS, 2007: 11). Para poder articular un discurso convincente dentro de la disciplina antropológica existe un “método central”: el trabajo de campo, es decir “la exposición personal y directa de los investigadores a la alteridad sociocultural” (KROTZ, 1988: 290). Por medio de éste, se posee la capacidad de acercarse a la realidad del hecho cultural, el cuál se encuentra compuesto por una red interrelacionada de “fenómenos culturales”12 cuyo análisis “puede concebirse como el estudio de la constitución significativa y la contextualización social de las formas simbólicas [fenómenos culturales]” (SOLÍS, 2007: 13). En cuanto a la metodología “[esta] no puede, ni en su aspecto descriptivo ni en su aspecto prescriptivo, reducirse a la consideración de la lógica de enunciados de una investigación […] sino que tiene que ocuparse de todos sus pasos y de todos sus momentos constitutivos que, a su vez, sólo son comprensibles como parte de este proceso global de producción de conocimientos, llamado ciencia” (KROTZ, 1988: 286). Es decir, la metodología necesita de una perspectiva holista que proporcione la suficiente solidez para que sea capaz de dar sustento a las teorías que se formulen a partir de la sistematización e interpretación de la información obtenida en la investigación, para no tener como consecuencia “la generación de la impresión – en teoría y praxis, entre propios y extraños – de que la investigación antropológica es

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“Pueden considerarse como formas simbólicas en contextos estructurados” (SOLÍS, 2007: 13).

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fundamentalmente un proceso basado en los alcances del sentido común y la habilidad expresiva de sus practicantes” (KROTZ, 1988: 289).

Bibliografía ADAMS, Richard (2005) “Ensayos sobre evolución social y etnicidad en Guatemala” UAM-Iztapalapa, México. BISBAL, Marcelino (2007) “La idea del consumo cultural: teoría, perspectivas y propuestas” [consultado el 2 de Diciembre de 2007 a las 4:32 pm] en http://iteso.mx/~gabyt/iec/iec_prim06/consumo_cultural_%20original.htm DORCÉ, André (2007) “Cultura Nacional, Popular y de Masas” en http://uamantropologia.info/virtual/mod/resource/view.php?id=146 [consultada el 2 de Diciembre de 2007 a las 3:32 pm] ECO, Umberto (1988) “Tratado de semiótica general” Editorial Lumen, Barcelona. HERSKOVITS, Melville (1969) “El hombre y sus obras”, FCE, México. KLUCKHOHN, Clyde; Murria, Henry; Schneider, David (1965) “La personalidad, en la naturaleza, la sociedad y la cultura” en Enciclopedia de Psicología, Editorial Grijalbo, Barcelona. KROTZ, Esteban (1988) “Cerca del grado cero: consideraciones sobre la problemática metodológica en la Antropología Mexicana actual” en Varios, Teoría e investigación en la antropología social mexicana, UAM-Iztapalapa/División de Estudios Superiores-ENAH, México. OLMOS Aguilera, Miguel (2002) “El corrido de narcotráfico y la música popularseca en el Noroeste de Mëxico” [consultado el 26 de Noviembre de 2007 a las 3:47 pm] en http://www.hist.puc.cl/historia/iaspm/mexico/articulos/Olmos.pdf ROMERO Hernández, Ramiro (2007) “Apuntes para la filosofía de la contabilidad: El hecho contable” en http://www.gestiopolis.com/canales8/fin/el-hecho-contable-

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filosofia-de-la-contabilidad.htm [consultado el 2 de diciembre de 2007 a las 5:43 pm] SALZMANN, Zdenek (1982) “Antropología; panorama general”, Publicaciones Cultural S.A., México. SILVA Santisteban, Fernando (2006) “Conceptos tradicionales y nuevos enfoques: La Cultura (I)” en http://www.lainsignia.org/2006/marzo/dial_001.htm [visitado el 19 de Noviembre de 2007 a las 3:27 pm). (2005) “Naturaleza y Cultura” [visitado el 19 de Noviembre de 2007 a las 4:35 pm] en http://www.lainsignia.org/2005/mayo/dial_004.htm SOLÍS Domínguez, Daniel (2007) “Importancia de la cultura en la cotidianidad” en Universitarios Potosinos, UASLP, Año 3, Número 3, Julio. STAVENHAGEN, Rodolfo (1984) “Sociología y subdesarrollo”, Editorial Nuestro Tiempo, México. VALDÉS, Marcos (2002) “La vigencia del concepto de aculturación: alcances y limitaciones”

en

http://www.mapuche.info/mapuint/valdes020500.html

[consultado el 2 de Diciembre de 2007 a las 3:45 pm] ZAID,

Gabriel

(2007)

“Los

Antropólogos,

dueños

de

la

cultura”

en

http://www.letraslibres.com/index.php?art=12003 [consultado el 2 de Diciembre de 2007 a las 12:45 pm] WARMAN, Arturo (1970) “Todos Santos y Todos Difuntos” en De eso que llaman Antropología Mexicana, Nuestro Tiempo, México. WHITE, Leslie (1982) “La ciencia de la cultura. Un estudio sobre el hombre y la civilización” Editorial Paidós Básica, Buenos Aires.

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