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Sandra Montserrat Valeriano Suárez Investigación en Diseño y Comunicación Visual

Cultura, sociedades, objetos- imágenes y ¿Diseños? ¿Se puede hablar de la disciplina del diseño y comunicación visual, como pieza fundamental para comprender el entorno donde se desenvuelve el hombre?, si bien objetos-imágenes existentes, donde las masas y los medios de comunicación se mueven paralelamente, esto funciona no solo como un motor de movilidad dentro de la comunicación hegemónica portadora de la realidad ideológica, la respuesta por obviedad sería afirmativa. Viviendo en la liquides de los tiempos actuales donde los avances tecnológicos nunca se cuestionan, donde las comunicaciones se dan en segundos, donde los media nos bombardean y nos encontramos constantemente estimulados( Bauman 2008) la costumbre y convivencia con ciertos objetos-imágenes construye nuestra percepción de lo que fue, debería y es, si a eso añadimos que la globalización hace una suerte de cohesión cultural, se podría plantear que la humanidad se encuentra en el punto más alto, lejos han quedaron aparentemente, los días donde nuestra existencia dependía al ciento por ciento de lo que únicamente podíamos disponer en la naturaleza; durante este “pestañeo” retrospectivo muchos cambios se han suscitado, algunos de ellos nos resultan ajenos, extraños, incomprensibles e imperceptibles; y por tanto de confianza o confiables, “Una cosa que nos haga pensar en ella no es de confianza” (Toledo, 2012:59). La sociedad y cultura hegemónica actual se apoya mucho en disciplinas cuyo nacimiento se simplifico y fragmento para la construcción de su legitimación, aparentemente estamos frente a un callejón sin salida incapaces de formar un sistema abierto, donde podríamos conectar disciplinas afines o no, con el propósito de construir un nuevo marco teórico de cualquier tema académico, lo que nos conduce a una fragmentación o sistema cerrado del conocimiento. Retomando ese punto se habla también de la tecnología y la evolución humana, como si de seres desprendidos ajenos al sistema en el que se insertan, se trataran.

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Los factores cruciales para encontrarnos en la”cúspide” actual, y cerrar ante tal aseveración, sería negar todas las elipses que la conforman, negando así cualquier relación que las una, incluso si de algo de nuestra entera confianza se tratara, dicho de otro modo es evidente que la división del saber en elipses o esferas apartadas, ha demostrado antaño haberse quedado corta en cuanto alcance para comprender o analizar fenómenos presentes. I Actualmente en todas las áreas del saber y de la ciencia se abren constantemente a encrucijadas, donde se discuten procesos y temas que al parecer podrían no estar conectados, lo anterior cual efecto mariposa ha llegado hasta los lugares menos pensados y a las disciplinas subestimadas (viéndolo desde un enfoque más positivo más confiables), quizá por eso cuando se piensa en el desarrollo humano, nunca se habla de Diseño, la figura del diseñador es siempre vista por el resto de la áreas del saber como un adolecente caprichoso, carente de autonomía, seguidor de modas, hibridado por su nacimiento a la sombra del arte y muchas veces confundido con éste. Si bien la línea entre ambos es fina y diferenciada, parte de la confusión sobre lo que sí es y lo que no, se debe a que el término se usa de modo indiscriminado, por ello es tiempo de retomar el concepto que tuvo a bien enunciar Heskett de lo que era diseño: “El diseño despojado, hasta su esencia, puede definirse como la capacidad humana para dar formas y sin precedentes en la naturaleza a nuestro entorno, para servir a nuestra necesidad y dar sentido a nuestras vidas…Probablemente nada en este entorno sea natural. En resumen la capacidad de diseñar, se halla por múltiples razones, en el núcleo de nuestra existencia como especie ( Heskett, 2005 7-8:)”

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De acuerdo a esto el diseño es una actividad inherente, casi innata y por tanto uno de los detonantes del desarrollo humano; analizando por un momento gracias a esta actividad centrada en transformar realidades existentes en realidades deseadas (Frascara, 2000) es que mucho de lo que conocemos pervive, y si a eso se añaden las elipses que se conjuntan y explican el desarrollo de la civilización; la comunicación es otro de los detonantes antes mencionados que no se debe dejar de lado, la razón se encuentra anclada profundamente en lo que nunca desconfiamos, hasta que exista algo por lo cual cuestionemos lo que conocemos, vemos o entendemos. Vayamos por partes. II Los primeros homínidos capaces de generar lo que De Fleur (1999) describe como proto-lenguaje, fueron capaces de sobrepasar sus limitantes y generar paulatinamente un código en común para comunicarse y sobrevivir en su hábitat, viendo desde un punto de vista hipotético, quizá tuvieron la necesidad de tomar agua, al principio sus manos podía llevar más eficientemente el agua hasta su boca que beberla directamente de la fuente (pudo ser para estar más alerta de sus depredadores). Resuelto esto existió la limitante de sus manos, que dejaban caer un poco de ella, posteriormente pudieron tener a disposición alguna piedra cóncava u hoja de algún árbol disponible donde se percataron que funcionaba mucho mejor para beber agua, pudo haberse quedado así pero su necesidad de comunicar lo aprendido a través del tiempo con más exactitud, impulso el desarrollo de un código en común bajo el cual este descubrimiento, así como muchos otros, fuera entregado de una generación a otra, no refiriendo solo al conocimiento sino también a la especialización de la formas descubiertas, para un bienestar comunal; de ahí que existan vestigios donde las formas fabricadas imitan las formas naturales.

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A estas formas y procesos antiguos que sobreviven, se añaden las nuevas aplicaciones y los nuevos significados, adaptándose a la cultura y a las sociedades, mezclándose y confundiéndose con sus modos de vida, logrando que las formas dadas no tuvieran precedentes en la naturaleza (Heskett,2005). Lo anterior resulta más orgánico que solo abogar por un modo historicista del diseño, en el cual se limite a citar con simplificación la sucesión de estilos artísticos hasta llegar a la actualidad logrando insertar y conectar en este caso más de dos áreas del conocimiento, que enriquecen la compresión de lo que se ha expuesto. No hay que olvidar que todo aquel cumulo de conocimiento se volvió cada vez más y más fino, desarrollándose y diferenciándose entre un grupos humanos, desembocando todo primero en las pinturas rupestres, después en símbolos altamente efectivos a las que solo podían acceder si se formaba parte de tal o cual grupo, visto y situando esto en nuestros conocimientos, suena bastante “actual” , hoy día sería impensable colocar algún objeto-imagen que no signifique nada para un grupo insertado en lo social “ la dificultad de la tarea de diseñar reside en el hecho de que un cuerpo genérico de conocimiento debe ser aplicado a situaciones especificas de la experiencia humana” (Frascara, 2000,35). De aquí demos un salto hasta las civilizaciones más antiguas donde cada sociedad tenía ya el cumulo de información como testimonial de la experiencia dada y se encontraba organizados en grupos “especializados”. Los artesanos cuyo oficio en todas las sociedades antiguas se especializo, gozando de beneficios y apreciados por el groso de la escala social. Con el desarrollo histórico y social, los cambios en las necesidades requirieron de un nuevo tipo de persona capaz de tener el dominio tanto del concepto y la utilidad.

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III Históricamente se habla que los adelantos tecnológicos tienen su apogeo entre conflictos bélicos,

lo es también en el desarrollo de la comunicación como

generadora de objetos-imágenes, no solo refiriendo en los lugares donde se encuentre ejecutándose las guerra, sino también con los individuos que se quedan esperando en casa, de hecho mucha de la mejor comunicación (del diseño antes de que fuera llamado como tal) fue llevado a cabo en distintos territorios que formaron parte de algún conflicto, como propaganda. Los diseños y los objetos-imágenes, entonces pueden también darle sentido de unidad a una X o Y cultura, entendiendo como cultura a: “…el conjunto de historias que le dan cohesión a una sociedad. Entre ellas están también los relatos sobre los propios orígenes, esto es la biografía de una sociedad (Shwaintz, 2006: 37)” Al punto que se pretende llegar es que así como los objetos-imágenes generadas por las sociedades tiene un significado de cohesión en un determinado sector, que al igual que un ser viviente, se hace más fuerte detonando una interacción con el grupo al cual fue destinado, y que después va perdiendo esa capacidad de conectar y relacionarse, hasta en algún punto no significar nada más. Trasladémonos a la época de la Conquista en México, el mestizaje no solo se dio en el plano de grupos humanos, sino como hace mención Belting(2012) tanto Españoles como los pueblos prehispánicos entraron en un momento, que fue más allá del sincretismo, ya que abarco cuestiones tanto religiosas como de percepción del mundo, mismas que ahora vistas por nuestros ojos (inmersos en esta configuración), es difícil poner en duda o analizar lo que es “confiable” o común a nuestra configuración; la historia de la colonización fue también una guerra de imágenes (Belting,2012: 66).

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Las imágenes también pueden referirse a los objetos, es decir que en este caso las figuras religiosas europeas, pasarían a sustituir de modo violento una visión diametralmente opuesta del entorno, dicho en otras palabras el modo de ver de los pueblos prehispánicos, sus imágenes emblemáticas individuales y colectivas. Después de todo los objetos pueden imprimirse de las imágenes, del mismo modo que las imágenes pueden imprimirse de los objetos, generando a su vez un significado que debido a su doble metáfora persistirá por más tiempo, (Juez; 2002:26) aprendemos desde nuestro nacimiento a ver, convivir y sobrevivir con estos objetos, de tal modo que nos acostumbramos a ellos y aprendemos a ver nuestro entorno a través de ellos. Durante La Segunda Guerra Mundial en Reino Unido, al comenzar la II Guerra Mundial en 1939, el gobierno británico, consciente de que se acercaban tiempos difíciles, resolvió dirigirse al pueblo, lograr su participación y mantener su moral en alto. Para ello se diseño una campaña sobria, que se proyecto para difundirse en dos etapas: la primera de manera inmediata, la segunda solo en caso de un desfavorable resultado, es bien sabido que la segunda parte nunca fue llevada a cabo. Para la primera etapa se diseñaron dos carteles, para la segunda solo uno. Los carteles debían ser sencillos, atractivos y emblemáticos, además ser tan memorables que ninguna acción enemiga pudiera diluir su mensaje. Se uso entonces una tipografía legible y elegante y como única imagen la corona del Rey Jorge VI, el resultado fue un trío de carteles visualmente poderosos y atemporales (García Victoria, 2012: 81).

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Al termino de la guerra, el último de los carteles no fue nunca sacado a la luz, lo interesante sucedió después, hallados en una antigua estación de tren convertida en cafetería, estos carteles fueron exhibidos y posteriormente comercializados mediante postales vendidas dentro de la misma cafetería, tiempo después y como serendipia los carteles aparecieron en un artículo publicado en un periódico local en 2005, donde el boom de su difusión con el mensaje se extendió por todo Reino Unido. Posteriormente esto cayó en manos de la cultura global que cambio el ultimo remate del Keep calm

re significando hasta el punto de volver cliché aquel

entonces poderoso mensaje con fines bélicos. VI La critica a los objetos-imágenes de diseño solo se da del lado de su utilidad, el mercado y la forma en que su existencia incide en el entorno, después de todo aquellos objetos también encierran un cumulo de saber que silenciosamente muestra el modo de ver de un grupo humano, sociedad y cultura en un periodo de tiempo determinado. La moda por ejemplo según Bauman (2008) es uno de los principales motores de “progreso” entendido progreso como evitar el fracaso, en términos de no descarrilarse y formar parte e integrarse, existen un grueso de ejemplos, unos más obvios que otros. Mencionado también por Guy Julier en numerosas entrevistas, tal y como concebimos el diseño (preocupado solo por el cascaron, no teniendo en cuenta al observador ni al usuario) es una construcción colectiva nacida en los años ochenta, cuando se desenvuelve este fenómeno de lo que hoy día es El Diseño y La Comunicación Visual. En años resientes, el boom mediático de las marcas, vistas en este punto como un personaje que nos permitirá acceder acierto estatus del cual no formamos parte, desarrollo lo que conocemos como branding.

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Lo que vemos (hablando de Comunicación Visual y Diseño) tienen un estilo estético que refleja una ideología, es decir una cierta visión del mundo y promueve determinados valores aceptados por la hegemonía, que también identifica la contra hegemonía ( Frascara, 2000). Eso se puede extender a todos los objetos – imágenes cotidianas, mucho de esto se encuentra la vista de todos, en un país y sociedad donde la cultura local se resiste y al mismo tiempo se integra al globo. Lo único que se debe hacer para acceder, en el caso particular de México, es pasar las páginas de la

historia o en su defecto caminar en ellas. El centro

Histórico de la Ciudad de México, nos acerca a este exótico viaje a través de lo que fue la imagen del estado-nación que cada grupo político en turno proyectaba de lo que debía ser, expresado en monumentos y arquitectura, no solo en carteles o fotografías y más recientemente en campañas políticas que invaden los media por mencionar algunos ejemplos. Y son tan poderosas que ayudaron a ganar candidaturas, generando un cambio sobre la realidad existente, hacia la realidad que convenía más a la hegemonía.

Bauman Z. La cultura en el mundo de la modernidad liquida, Fondo de Cultura Económica, México, 2008. Belting H. Antropología de la imagen, Katz editores, 2012. De Fleur M., Ball-Rokeach S. Teorías de la comunicación de masas, Paidos, 1999. Frascara J. Diseño para la gente, Buenos Aires, 2000. Gruzinski S., La Guerra de las Imágenes, Fondo de Cultura Economica, 1994. Heskett J. El diseño en la vida cotidiana, Gustavo Gili ediciones, 2005. Juéz F., Contribuciones para una antropología del diseño, Editorial Gedisa, 2002. Morin E., Introducción al pensamiento Complejo, Gedisa, 1973. Shwaintz D. La Cultura. Todo lo que hay que saber, Santillana Ediciones Generales S.L., 2006.

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Garcia Jolly Victoria, “Keep Calm and Read This”, Algarabía 94, Julio 2012, año XII, p 80-85. Toledo Castellanos Ricardo Benjamín, “Las investigaciones artísticas, Investigaciones de contexto”, Praxis y saber Numero 6, 2012,p 43-88.