Daniel Ramos Correas. Biografia y paisajismo (textos varios)

September 29, 2017 | Autor: Cecilia Raffa | Categoria: Paisajismo, Mendoza, Biografías, Arquitectura Pública, Trayectorias profesionales
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DIRECTOR: Arq. Ramón Gutiérrez [email protected] VICEDIRECTORA: Arq. Graciela María Viñuales [email protected] COORDINADORA TÉCNICA: Arq. Patricia Méndez [email protected] COORDINADOR EDITORIAL: Arq. Julio Cacciatore [email protected] Arte Latinoamericano: Dr. Rodrigo Gutiérrez Viñuales [email protected] AMBIENTE Y TERRITORIO: Lic. Alejo Gutiérrez Viñuales [email protected] InvestigaciÓn y gestiÓn: Lic. Elisa Radovanovic, Lic. Cristina González Bordón, Arq. Liliana Lolich, Arq. Carlos Balmaceda y Arq. Diana Rosemberg INFORMÁTICA: Arq. Dora Castañé e Ing. Martín Gutiérrez Viñuales DOCUMENTALISTAS: Arq. Susana Mendigochea, Arq. María Daniela Reisner, Leandro Daich, Margarita Gibbons y Lic. Lucía Rud www.cedodal.com [email protected]

MANIFESTACIONES FRANCESAS EN ARGENTINA. Del Academicismo a la modernidad (1889-1960). PAQUIN – DUNANT – MALLET – FLORES PIRÁN – RAMOS CORREAS

CEDODAL CENTRO DE DOCUMENTACIÓN DE ARQUITECTURA LATINOAMERICANA   El Centro de Centro de Documentación de Arquitectura Latinoamericana, se formó en Buenos Aires en el año 1995 con el objetivo de contribuir al desarrollo de la investigación histórica, la formación teórica, la capacitación de recursos humanos y la difusión de la arquitectura iberoamericana. El CEDODAL cuenta con un importante fondo documental que se reunió a través de más de cuarenta años de labor de sus directores y con el aporte de adquisiciones o donaciones de numerosos profesionales e investigadores en este último tiempo. La documentación del CEDODAL comprende: - la BIBLIOTECA de aproximadamente 30.000 volúmenes de arquitectura, urbanismo, historia y arte, preferentemente de América Latina. El corpus integra unidades temáticas tales como arquitectura contemporánea en América Latina, Vivienda popular, Arte Latinoamericano, Preservación del patrimonio y Técnicas tradicionales. - la HEMEROTECA con alrededor de 10.000 revistas, de países iberoamericanos, es la colección más importante que existe sobre arquitectura y urbanismo en América Latina. - la FOTOTECA incluye secciones de fotografía histórica, fotografía de investigación y un importante fondo de diapositivos, estimándose su volumen en un total de 35.000 unidades. Hay cerca de 80 álbumes de fotos originales que cubren de 1859 a 1950. Dentro de esta sección merece destacarse la colección de TARJETAS POSTALES, con imágenes de principios del siglo XX de las ciudades americanas, obras de arquitectura y escultura urbana y la Biblioteca especializada que incluye ediciones originales y recortes periodísticos temáticos. - la MAPOTECA cuenta con varios centenares de planos de arquitectura y urbanos, en su mayoría con soporte heliográfico. Integran esta sección dibujos originales de arquitectura, grabados y una importante colección de planos catastrales. - el ARCHIVO DOCUMENTAL comprende una inmensa documentación de recortes periodísticos, fotocopias de artículos y folletos, iconografía y correspondencia de arquitectos y artistas, así como una sección de manuscritos originales y una colección de microfilms sobre documentación histórica de archivos españoles y americanos. En el CEDODAL está también integrado el CENTRO BARRO que atiende las iniciativas vinculadas a técnicas tradicionales y vivienda.

MANIFESTACIONES FRANCESAS EN ARGENTINA Del Academicismo a la modernidad (1889-1960) PAQUIN – DUNANT – MALLET FLORES PIRÁN – RAMOS CORREAS

Manifestaciones francesas en Argentina (1889-1960) Paquin, Dunant, Mallet, Flores Pirán y Ramos Correas

El libro que presentamos junto con la Exposición que lo acompaña, verifican el interesante devenir de un estudio de arquitectura generado a fines del siglo XIX de la mano de los arquitectos Jacques Dunant y Charles Paquin, y reorganizado a comienzos del XX, con la presencia de Gastón Mallet quien estructuró la última etapa de su quehacer profesional junto con sus discípulos -y luego colegas- Carlos Flores Pirán y Daniel Ramos Correas, desarrollando este último posteriormente, una magnífica y variada obra en Cuyo. En casi un siglo de trayectoria se puede verificar a través de estas obras, la evolución del academicismo francés de l’École des Beaux-Arts en sus fases de ortodoxia clasicista y de su apertura ecléctica e historicista, hasta llegar a los intentos neocoloniales y modernos de Ramos Correas en Mendoza y en San Juan, aunque es justo recordar que los maestros franceses -Paquin y Mallet- y el suizo Dunant, quedaron firmemente sujetos a la impronta académica. La sociedad Dunant-Mallet, participante sostenida de concursos, ha realizado también obras memorables como el Centro Naval en Buenos Aires, el Teatro Municipal de Bahía Blanca, la primera fase del Hotel Carrasco de Montevideo -culminado por el arquitecto uruguayo Eugenio Baroffio- y el lamentablemente perdido Gran Hotel de Sierra de la Ventana. Paquin, Dunant y Mallet expresan en la calidad de su arquitectura la ejercitación precisa de la “composición arquitectónica” y la soltura creadora para el manejo de los detalles y la ornamentación, un espíritu sensible que llevaba a la convicción porteña de fines del siglo XIX y comienzos del XX de “que los buenos arquitectos debían venir de París”, aquella ciudad a la cual Buenos Aires aspiraba a imitar. Este libro y exposición que hoy edita el CEDODAL -cruce de diversas situaciones que se fueron aunando con el correr del tiempo- aspiran por lo tanto a dejar documentados los ejes de su trayectoria y los de su apertura a sus discípulos argentinos. Arq. Ramón Gutiérrez CONICET, CEDODAL

CEDODAL EDICIÓN Arq. Ramón Gutiérrez CEDODAL DIRECCIÓN EDITORIAL Arq. Julio Cacciatore; Lic. Elisa Radovanovic EXPOSICIÓN Arqs. Ramón Gutiérrez; Patricia Méndez DISEÑO DE PANELES Arq. María Daniela Reisner; Sr. Leandro Daich; Lic. Lucía Rud PROCESAMIENTO DE IMÁGENES Sr. Leandro Daich FOTO DE TAPA Acceso principal del Círculo Naval, Florida 801 y Av. Córdoba 549-599, Buenos Aires (Dunant, Mallet, 1910). Foto: Marcelo Bukavec FUENTES DE DOCUMENTACIÓN Archivo Antonio Flores Pirán: AFP Archivo CEDODAL: CEDODAL Archivo familia Le Monnier: AfLM Archivo General de la Provincia de San Juan: AGPSJ Archivo Mallet CEDODAL: AM CEDODAL Archivo Sánchez, Lagos y De la Torre: ASLT Archivo Universidad de Mendoza: AUM Colección Ing. Alberto Graffigna. Libro Las Iglesias de San Juan: (V) CONICET Mendoza Arquitectura Historia Tecnología y Restauración, Centro Científico Tecnológico: AHTER CONICET Mendoza Instituto de Ciencias Humanas Sociales y Ambientales: INCIHUSA Chueco, Manuel C., La Argentina en su Primer Centenario: (II) Dozo, A. L. y Ginobili, N., Bahía Blanca en imágenes. 1828-1928: (III) FAUD-UNSJ Sistemas Generativos Morfológicos de la obra del Arq. Daniel Ramos Correas en San Juan: SGORC Le Blanc, L., Album L’Architecture Moderne dans la République Argentine: (I) Museo Nacional de Arte Decorativo Catálogo 1997: CMAD Revista de Arquitectura: RdeA Revista CACYA: RdelC Revista Ilustrada BAP: BAP Revista La Película: (IV) Flavio Bevilacqua: FB Roberto Bonifacio: RB Julio Cacciatore: JC Silvina Cecilia Carrizo: SCC

Silvia Cirvini: SC Horacio Coppola: HC Leandro Daich: LD Antonio Flores Pirán: AFP Gustavo Lobos: GL Alejandro Machado: AM Federico Ortiz: FO Plaza y Ortiz Studio: POS Cecilia Raffa: CR Edgardo Hipólito Reynoso: EHR Lucía Rud: LR Ernesto Sijerckovich: ES Graciela María Viñuales: GMV AGRADECIMIENTOS Nancy Aramburu Félix Marcelino Azpiroz Costa Berta Canabal Joseth Capponi María Silvia Castro Matus Antonio Flores Pirán Magdalena García Néstor García Ricardo Gasalla Susana Gesualdi Nery González Eduardo Hiriart Oscar Kaltenbach Ivonne Larraburu Denise Mallet Roth María Marta Mc Cormic Isaura Molina Luciano Olivieri Olga Paterlini Fabio Perlin Sergio G. Rodríguez Stella Maris Rodríguez María Inés Rosas Salvador Salerno Alicia Sirvent María Elena Tuma María Carolina Villegas Mercedes Willich Cristina Zubillaga DISEÑO GRÁFICO DG Marcelo Bukavec. [email protected] IMPRESIÓN Marcelo Kohan / Impresión & diseño

Manifestaciones francesas en la Argentina 1889-1960 : Paquin, Dunant, Mallet, Flores Pirán y Ramos Correas / dirigido por Julio Alberto Cacciatore y Elisa Graciela Radovanovic ; edición literaria a cargo de Ramón Gutiérrez. - 1a ed. - Buenos Aires : CEDODAL - Centro de Documentación de Arte y Arquitectura Latinoamericana, 2011. 168 p. : il. ; 29x21 cm. ISBN 978-987-1033-40-9 1. Arquitectura. I. Cacciatore, Julio Alberto, dir. II. Radovanovic, Elisa Graciela, dir. III. Gutiérrez, Ramón, ed. lit. CDD 720 Hecho el depósito que marca la ley 11.723, queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro, salvo expresa autorización de los autores

ÍNDICE 7

Presentación Arq. Ramón Gutiérrez

9

Los principios del academicismo francés: de la normativa al eclecticismo Lic. Elisa Radovanovic

23

La arquitectura de la vertiente cultural francesa en la Argentina Arq. Julio Cacciatore

43

Dunant y Mallet: múltiples visiones para una arquitectura ecléctica Mg. Arq. Patricia Méndez

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Gastón Mallet como articulador de la transferencia académica Arq. Ramón Gutiérrez

57

Carlos María Flores Pirán y su obra Dra. Arq. Silvina Cecilia Carrizo

63

Daniel Ramos Correas: su producción arquitectónica en Mendoza Dra. Arq. Silvia Cirvini

69

Daniel Ramos Correas y su obra en San Juan Dr. Arq. Marcelo Vizcaíno

Análisis de obras 75

La Catedral de San Isidro en la obra de Jacques Dunant y Charles Paquin Dr. Arq. Eduardo Maestripieri

81

Club Hotel Sierra de la Ventana Dra. Arq. Graciela María Viñuales

87

Centro Naval de Buenos Aires Arq. Roberto Bonifacio

93

Edificio de la Caja Internacional Mutua de Pensiones. Avenida Corrientes esquina Avenida Pueyrredón, Buenos Aires Arq. M. Daniela Reisner, Sr. Leandro Daich

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La Catedral de San Juan Dr. Arq. Marcelo Vizcaíno

105

La obra paisajística de Daniel Ramos Correas en Mendoza Dra. Arq. Cecilia Raffa

111

La Mercantil Andina Dra. Arq. Silvia Cirvini

117

Un balneario francés en las arenas del Río de la Plata Lic. Prof. Daniela Tomeo

121

Mendoza y las obras públicas monumentales: la propuesta de Mallet - Dunant (1918) Dra. Arq. Silvia Cirvini, Dra. Arq. Cecilia Raffa

125

Teatro Municipal de Bahía Blanca Arq. José María Zingoni

129

Gastón Mallet en el Pintoresquismo marplatense Arq. Alejandro Novacovsky

133

Casa de campo en los Olivos Arq. Graciela María Viñuales

135

Las residencias de la Familia Dose en Buenos Aires y Mar del Plata Arq. Ramón Gutiérrez

137

Dunant y Mallet en el Concurso de Palacio de Gobierno de Montevideo Arq. Ramón Gutiérrez

139

Charles Paquin: su legado en la arquitectura argentina Arq. Marta García Falcó

141

Jacques Dunant: la elegancia del Academicismo francés Arq. Marta García Falcó

143

Gastón Mallet, arquitecto Sra. Denise Mallet Roth

147

Carlos María Flores Pirán. Biografía Dra. Arq. Silvina Cecilia Carrizo

149

Daniel Ramos Correas. Biografía Dra. Arq. Silvia Cirvini, Dra. Arq. Cecilia Raffa

151

Maqueta virtual Club Hotel Sierra de la Ventana Arq. Dora Castañé

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Catálogo de obras. Jacques Dunant, Charles Paquin, Gastón L. A. Mallet, Carlos Flores Pirán, Daniel Ramos Correas Arq. Julio Cacciatore, Lic. Elisa Radovanovic, Sr. Alejandro Machado, Dra. Arq. Silvina Cecilia Carrizo

La obra paisajística de Daniel Ramos Correas en Mendoza análisis de obras

La obra paisajística de Daniel Ramos Correas en Mendoza Dra. Arq. Cecilia Raffa INCIHUSA- CONICET

Entre 1932 y 1943, Mendoza es gobernada por una sucesión de políticos provenientes de las filas del Partido Demócrata,1 quienes dieron un carácter progresista a su gestión de gobierno mediante el emprendimiento de obras públicas de infraestructura básica, como caminos, puentes y diques y la atención de áreas como la salud, educación y vivienda. En este marco, Daniel Ramos Correas (DRC) ingresa a la función pública en 1938 durante el gobierno de Corominas Segura, como Director de Parques, Calles y Paseos, y permanece en ese cargo hasta dos años después de la revolución militar del ’43 que expulsa a Vicchi, el último de los neoconservadores2 de ese período de la gobernación. La Dirección de Parques, tenía a su cargo el ejercicio de la superintendencia sobre todo el arbolado público de la provincia, fiscalizando su corta y poda, además de la administración del Parque General San Martín y de los nuevos parques a crearse.3 Ramos, contaba en su repartición con 250 hombres, entre capataces y obreros, y con una producción hacia 1940, cercana a las 60.000 plantas para cubrir las necesidades oficiales: arbolado de rutas y caminos, y plazas y calles de los municipios del interior de la provincia. Completaban el plantel de la Dirección de Parques, el Jefe de Cultivos, un Encargado del Zoo y dos secretarios, uno del Parque San Martín y el otro de la Dirección. La concepción predominante de la gestión fue al mismo tiempo estética y ambiental, regida por las características físicas4 (sequedad del clima, escasez de lluvias, luminosidad del ambiente) del lugar donde tocaba intervenir: Mendoza.5 El paisajismo planteado por DRC se basó en la indisoluble relación entre arquitectura y paisaje. A este vínculo se deben las particularidades que distinguen su obra como la recreación de una naturaleza ideal, mediante una amplia intervención en el ambiente fitogeográfico (ficción de la naturaleza profundamente estudiada y sistematizada); la incorporación en las intervenciones de arquitectura pintoresquista, casi mimetizada con el entorno por el uso de materiales autóctonos como la piedra local; la eliminación de vallas verdes o arquitectónicas; el uso de desniveles y la creación de diversas situaciones perceptuales -secuencias- para jerarquizar los distintos espacios y sus usos y la utilización de la vegetación como elemento compositivo de color, textura y a la vez límite espacial. Así, la propuesta de Ramos adopta tintes pintoresquistas, a partir de la relación planteada entre arquitectura y naturaleza (en términos de paisaje), entre materiales y formas y en la generación de volúmenes, recorridos y perspectivas, incitando a una nueva y romántica sensibilidad visual. Ramos Correas continuó siendo Director de Parques aún durante la intervención del ‘43 y hasta 1945. Es el lapso que va entre 1938 y 1943, y que forma parte del período de mayor volumen de obra pública en la provincia bajo los gobiernos conservadores, el de la más prolífica e importante labor desarrollada por Ramos a través de la Dirección de Parques.

La plaza y el parque El Parque General San Martín Daniel Ramos Correas presentó al ejecutivo provincial, un plan de 22 puntos para la intervención (conservación, terminación y mejoramiento) del Parque General San Martín. La in-

1. El Partido Demócrata de Mendoza tiene sus orígenes en el Club Liberal, luego Partido Liberal que propuso en 1873 a Francisco Civit como candidato a la gobernación de Mendoza y a su hijo Emilio en 1898. Ambos Civit ocuparon la gobernación de la provincia aunque interrumpidos por diversas luchas federales. El viejo Partido Liberal cambia su nombre por el de Demócrata hacia 1931 y lleva a la gobernación mendocina entre 1932 y 1943 a Videla, Cano, Corominas Segura y Vicchi. La última participación del partido en el gobierno provincial fue a través de Francisco Gabrielli dos veces gobernador de Mendoza en 1961 y en 1963, e interventor de la provincia en 1970. SACCHERO, Pablo et al., Historia de Mendoza, fascículo 21. Mendoza: Ed. Los Andes; 1994. P. 7. 2. Con “neoconservadurismo” hacemos referencia a la etapa que a nivel nacional se abre con la llegada a la presidencia de la Nación de Agustín P. Justo en 1932 y que en la provincia de Mendoza, marca el período 1932- 1943, que será llevada a cabo por la sucesión de los gobiernos de Ricardo Videla (19321935), Guillermo Cano (1935-1938), Rodolfo Corominas Segura (19381941) y Adolfo Vicchi (1941-1943). Estos dirigentes “neoconservadores” hicieron del conservadorismo de antaño “aggiornado” una forma política de gobernar, tomando el liberalismo como ideología. RAFFA, Cecilia. “Daniel Ramos Correas: Su obra como Director de Parques, Calles y Paseos de Mendoza, en período conservador (1938-1943)”, separata del Decimotercer Congreso Nacional y Regional de Historia. San Juan: ANHUNSJ, septiembre de 2005. P. 13. 3. GIMÉNEZ PUGA, Francisco. Guía General de Mendoza 1940. Buenos Aires: Ed. Kraft; 1940. P. 191-192. 4. Estas características, bien conocidas por Ramos, hacían, y hacen aún hoy, necesaria la existencia de una figura intermedia de protección y equilibrio biológico: el árbol, entendido como el elemento que otorga frescura, aporta humedad y atenúa la reflexión solar en fachadas y pavimentos. RAMOS CORREAS, Daniel et al. “Plazas, calles y Parque de Mendoza”, en: Summa 99, marzo- abril 1976. P. 20-21.

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tención de Ramos era rescatar el pensamiento integral del proyecto del paisajista francés Charles Thays quien, respondiendo a un encargo del entonces ministro de Mendoza Emilio Civit, proyectó en 1896 el paseo bajo las premisas del modelo mixto de jardín,6 “con la nobleza de la verdad del paisaje y del horizonte”.7 El más importante paseo de los mendocinos había recibido, en la primera mitad del siglo XX, algunas intervenciones las que, en palabras de Ramos, habían llenado el lugar de innumerables adefesios que interrumpían la contemplación de la floresta, contrariando la concepción del paisajista con “anarquía de puntos de vista arquitecturales y (…) variedad y eclecticismo de opiniones”.8 El paseo se había llenado de canteros con dibujos “preciosistas”, de “ensayo” de estatuaria, de un rosedal con “simulaciones” aristocráticas, de pérgolas y veredas “relamidas”, de edificios “improcedentes” y de galpones que recordaban fábricas, factores todos que desnaturalizaban y negaban materialmente el concepto de parque. Ramos persiguió la elevación estética de “la gran naturaleza virgen” que enmarcaba el paseo. Necesariamente el Parque tenía que responder en su configuración artística, en su ficción panorámica y en los atributos de belleza proporcionados por el ingenio del hombre a esa idealidad estética.

Vista del Monumento del Cerro de la Gloria, 2000 (Archivo de la autora)

5. La ciudad de Mendoza, capital de la provincia homónima, se encuentra ubicada en el centro oeste del territorio argentino. El sector posee características de ciudad oasis en un clima árido y desértico. 6. Respecto del parque San Martín se recomienda ver: AAVV. Centenario del Parque General San Martín, 18961996. Mendoza: MAOP; 1996. 7. RAMOS CORREAS, Daniel. Plan de Conservación, Terminación y Mejoramiento del Parque General San Martín, Mendoza: inédito, 27/01/1940. P. 3. 8. Ibídem. P. 1. 9. Ibídem. P. 3. 10. Según el borrador del Plan de Mejoras del Parque, la Dirección ya había comenzado con la eliminación de cierres murales y balaustradas sobre Boulogne Sur Mer, de verjas groseras, de torresantenas, del edificio de radio, de algunos ranchos y parte del Vivero Central. Ibídem. P. 14. 11. Ibídem. P. 4.

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En su concepción paisajística, primó la idea de acentuar la ficción mediante procedimientos artísticos que al aplicarse lograran, dentro de lo artificial, acercarse a la naturaleza virgen: “mientras más cierta sea la aproximación lograda a la verdad infinita y divina, mayor y más digno resulta el ideal de belleza que se propuso el artista en su proyecto arquitectural”.9 El Plan de mejoras para el Parque, regulador en la medida en que establecía pautas generales para presentes y futuras intervenciones en ese espacio, dividido en 9 capítulos, contemplaba las diversas intervenciones que este arquitecto-paisajista delineó, justificando en cada una de ellas las acciones a realizar por la Dirección de Parques o bien, las que ya en ese momento la mencionada repartición había puesto en marcha.10 Los principales apartados se referían al gran teatro al Aire libre, al nuevo Parque Zoológico y a la remodelación del Cerro de la Gloria, pero el Plan, de amplio espectro, también abarcaba la limpieza y mejoramiento de varios sectores del paseo. El retiro del cerco perimetral y de los portones peatonales de Acceso, por ejemplo, haría real la “democratización” de un espacio que era de dominio público. Razones de estética y de cultura ciudadana,11 decía Ramos, hacen imprescindible que los paseos sean abiertos por lo cual la eliminación de las vallas murales y los cierres groseros destacaría la jerarquía de la naturaleza, convirtiendo a la floresta en prolongación de la ciudad.

El cerro, el zoo y los teatros Los principales puntos de interés de Ramos se concentraron en estas tres intervenciones. Desde el principio de su gestión, DRC encaró con especial atención el estudio de los trabajos necesarios para continuar con la obra de transformación del antiguo Cerro del Pilar, que según él se mantenía en “situación estacionaria” desde hacía muchos años. En dicho cerro se encontraba el Monumento al Ejército de los Andes, obra del escultor uruguayo Juan Ferrari, que sintetizando la epopeya sanmartiniana homenajea la actuación del General San Martín. En torno a este sitio, Ramos propuso como primera medida, la ampliación de los cultivos y bosques que forman y la consolidación, pavimentación y ensanche de los caminos de acceso. El segundo paso fue la propuesta de construcción del Memorial Sanmartiniano que, ubicado en la segunda explanada del cerro, antes de llegar al monumento, tendría como fin la fijación de las placas recordatorias que en aquel momento estaban adheridas a la piedra básica del monumento. Respecto del monumento en sí, Ramos estudia, ante la falta de consonancia entre el lugar de emplazamiento y el sentido de la obra realizada, el reemplazo de todo lo que se oponga a la armonía del conjunto. Su repuesta es la eliminación de las balaustradas y de la rampa que permitía el acceso de vehículos hasta prácticamente la base del monumento.

La obra paisajística de Daniel Ramos Correas en Mendoza

Planta y alzada del proyecto para el Memorial en el Cerro, c 1938 (AUM)

Fosas de los leones y los osos, c 1980 (Archivo AHTER)

En su lugar se propone la construcción de una gran explanada frente al conjunto alusivo, a una distancia que permitiera que el visitante lo abarcara en su totalidad desde el primer instante y de amplias y sucesivas escalinatas para llegar a la base del monumento “que darán escala y mayor grandiosidad (…). Así podrá (el visitante) substraerse a la atracción de los paisajes fascinantes, (…), orientándole la visión hacia el espectáculo de la montaña, por el oeste, o de la ciudad que, desde el fondo, por el este impone la grandiosidad de su perspectiva”.12 La intervención en el Cerro de la Gloria abarcaba además la incorporación en una de sus laderas del Zoológico de Mendoza. Las obras preliminares para el traslado habían comenzado según el borrador del Plan en 1939. Desde fines del siglo XIX, Mendoza contaba en su Parque con un zoológico que, al decir del autor había sido desarrollado sin mayores conocimientos en la materia y carente de todo gusto. Jaulas estrechas y pequeñas, caminos que desorientaban al público y que anulaban superficie a los prados y la falta de recursos para la adquisición de animales, eran parte de las falencias que desvirtuaban el zoo. En virtud de ello, DRC estudió la posibilidad de reemplazar su ubicación y sus características bajo la forma de Parque Zoológico. Las ventajas de la incorporación de esta tipología radicaban en que, a diferencia del Jardín Zoológico, el Parque Zoológico minimizaba la cantidad de construcciones, sacándole partido al terreno, a sus accidentes y vegetación, acercándose así a la forma natural. Aprovechando las condiciones naturales del Cerro, se construyeron cuevas y se instalaron jaulas para los animales, puentes rústicos, pircas y acequias de piedra. Para reforzar la principal característica del nuevo Zoo: su naturalidad, se realizó la siembra de pastos respetando la vegetación encontrada en el lugar. El Plan de Conservación, Terminación y Mejoramiento del Parque San Martín, se completa con la propuesta de los tres teatros al aire libre que en diversas escalas cubrirían el aspecto “cultural” del paseo. El primero con una capacidad para mil personas, formaría parte de un parque infantil proyectado en el sitio que hasta ese momento ocupaba el Zoo. Desmontadas las instalaciones de éste se proyectaba allí el sector de paseo infantil que conservaría gran parte de los lagos con sus aves, respetando el arbolado y que contaría con una confitería, fruto de la reutilización del pabellón “egipcio” (antigua jaula de los leones), y con una piscina para los más pequeños en el lugar ocupado por el palomar. Este pequeño teatro-auditorio (luego llamado Pulgarcito) sería de “estilo adecuado al ambiente y completo en todas las instalaciones propias de ese tipo de

12. Ibídem. P. 36.

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Construcción del teatro Griego, en primer plano los arquitectos Ramos Correas (de blanco) y Dufau, circa 1950 (Archivo AHTER) Gradas Teatro Pulgarcito, 2000 c (Archivo de la autora)

teatro”,13 para ello Ramos previó la utilización, al igual que en el Zoo, de materiales nobles que necesitaran escaso o nulo mantenimiento como la piedra local, para formar las graderías, el escenario y los volúmenes de servicio (baños y depósitos). El segundo de los auditorios fue pensado por Ramos aprovechando la ubicación y los desniveles de lo que había sido la antigua rotonda. Sitio de corsos de flores y retretas, era ya un lugar abandonado debido a la preferencia de la gente por el automóvil, el cinematógrafo y otras muchas atracciones.14 La convergencia de calles y las soberbias perspectivas hacían del lugar el punto perfecto para un gran teatro-auditórium con capacidad para diez mil personas. Su construcción se realizaría siguiendo la técnica moderna de manera que el mismo pudiera ser utilizado para representaciones líricas, orquestales, coreográficas y posibilitando además la instalación en él de escuelas de canto y bailes clásicos.15 13. Ibídem. P. 28. 14. Ibídem. P. 16. 15. Ibídem. 16. Ramos denomina anfiteatro al último de estos auditorios al aire libre. Si bien lo que se construye finalmente es un teatro griego y no un anfiteatro, cabe la posibilidad que en su origen, lo que DRC pensó para esta “hoya natural” haya sido efectivamente la construcción de un edificio de planta elíptica o circular con un espacio central. 17. RAMOS CORREAS, Daniel. Plan de Conservación, Terminación y Mejoramiento del Parque General San Martín, op. cit. P. 37-38.

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Por último, el gran anfiteatro,16 se emplazaría en las proximidades al Cerro de la Gloria. Éste y sus cerros vecinos, trazaban una gran hondonada fácilmente aprovechable para su construcción lo que facilitaba las tareas a realizar. El anfiteatro, a juicio de Ramos debía construirse, pues nada igualaría como espectáculo al que ofrecería “esa obra en pleno funcionamiento, con dominio inmenso del panorama de los cerros pre- cordilleranos, del horizonte sin limitaciones y de la perspectiva alta y baja del lugar, según fuere la ubicación del espectador (…) no hay otro sitio que (…) presente mejor y mayor eficacia a las concentraciones de grandes masas populares, ya durante las fiestas de las vendimia, (…), o bien para los certámenes internacionales de acentuada categoría deportiva, o para las reuniones patrióticas de gran aliento en que el ejército, el pueblo y las autoridades se confunden en una sola emoción argentina”.17 También en este caso, los materiales propuestos fueron el hormigón y la piedra local. El Ejecutivo avaló la propuesta de 22 puntos de Daniel Ramos Correas. El mismo fue dado a conocer a través de su publicación en “entregas” en la prensa local a partir de febrero de 1940 y está contenido a grandes rasgos en la Labor de Gobierno del período 1938-1941 del entonces gobernador y promotor del plan de mejoras del Parque, Rodolfo Corominas Segura.

La obra paisajística de Daniel Ramos Correas en Mendoza

A pesar de ello, y del estudio minucioso y la calidad de la propuesta integral de Ramos, fueron sólo algunas las concreciones. Probablemente primaron por sobre la concepción ambiental, razones de orden económico-práctico (se mantuvieron las concesiones y por ende el emplazamiento de los clubes dentro del Parque) y político (interrupción de la gestión conservadora por la revolución militar del ’43). En efecto, se construyó el teatro Pulgarcito (1940) en el predio que ocupaba el antiguo zoológico; se levantaron las instalaciones del Parque Zoológico sobre la ladera este del Cerro de la Gloria (1939-1941); se efectuaron las reformas al pie del monumento del Cerro y la construcción del ofrendatorio (1940); se retiraron en el acceso al Parque las balaustradas de cierre sobre la Avenida Boulogne Sur Mer (1940), pero no el portón principal; se parquizó la zona comprendida entre Avenida del Libertador y Carlos W. Lencinas y finalmente, fuera del período conservador, en 1950 durante el gobierno peronista, se inauguró el Teatro Griego – hoy Frank Romero Day- con capacidad para 25.000 personas.

La plaza Independencia La Plaza Independencia, es otro de los hitos urbanos intervenidos por Ramos Correas. Esta plaza nacida junto a la Ciudad Nueva en 1863, sufrió también a lo largo de su historia numerosas intervenciones que, con diversos criterios cambiaron su “estilo” e incluso su función. A mediados de los años ‘20, se produce la última y más simbólica operación sobre este espacio. El ejecutivo a cargo de Alejandro Orfila, impulsa la construcción del Palacio de Gobierno en el centro geométrico de la plaza Independencia,18 que de este modo quedaría dividida en cuatro partes. La dupla Pater-Morea obtiene el primer premio del Concurso Nacional de proyectos y la obra comienza a construirse en 1927. Pero el sueño del Palacio propio tiene corta vida. Un año después de iniciada, la construcción que había llegado a la altura del techo del subsuelo, se paraliza por inconvenientes de orden económico y político. Pese a que el “paralizado” Palacio fue tema de preocupación de los gobiernos de turno posteriores, recién en 1939 se ideó desde la Dirección de Arquitectura bajo el mando de Arturo Civit, un proyecto concreto de reutilización de lo hecho.

Croquis de propuesta de remodelación de la plaza Independencia, sector fuente central y sector teatro Quintanilla, circa 1940 (Archivo AHTER)

Esta iniciativa contemplaba la conservación del subsuelo del Palacio como sede del Archivo Histórico, de la Junta de Estudios Históricos, de la Biblioteca General San Martín, del Museo Sanmartiniano y el Museo de Bellas Artes. A nivel de terreno se levantaría un monumento a la Bandera del Ejército de los Andes, tipificado por una enorme asta de perfil de proa.19 Pero en el período gubernamental siguiente, aún conservador, se cambió de idea. En 1941, con Adolfo Vicchi como gobernador, se restituye la calidad de paseo público a la plaza principal de Mendoza. El Ejecutivo Provincial, con el fin de conocer las posibles propuestas de remodelación de la plaza y su costo había pedido asesoramiento a la Dirección de Parques, Calles y Paseos. Fue por ello que una vez sancionada la ley 1408 en 1941, que apoyaba la recuperación de este espacio y su modernización, el gobernador puso en manos de DRC la responsabilidad de la realización de la obra. La propuesta de Ramos se basó en el “embellecimiento arquitectónico”20 del sitio en el que primaría el “verde funcional”. El trazado de la plaza revelaba una marcada preocupación por la generación de sectores en los que fuera posible la multiplicidad de usos y la medida proporción entre espacios de luz y sombra. Amplias perspectivas y espacios de “gran soledad”; un importante espejo de agua y un gran mural como remate de la zona pensada para actos públicos; amplias terrazas; macizos arbóreos apoyados por un cuidado tratamiento arbustivo; canteros y pavimentos pensados con materiales naturales de manera que no compitieran con el verde “que tiene siempre un lenguaje preponderante”;21 juegos infantiles y, como centro de interés, un salón para exposiciones, son parte de los elementos que caracterizaron la intervención. Se estipuló que los gastos para la realización de las obras se cubrirían a partir de la autorización, conferida por ley, de utilizar los materiales existentes en la plaza, así como el pro-

18. RAFFA, Cecilia. “Proyectos clásicos para una Mendoza imaginada: acerca del concurso del Palacio de Gobierno en la Plaza Independencia (1927)”, en: Anales 37-38. Buenos Aires: IAA; bienio 2002-2004, 2005. P. 143-167. 19. RAFFA, Cecilia. “Los campos técnico y político en la regulación del espacio público. El caso de Mendoza, Argentina, en los años ´30”, en: Palapa, Revista de Investigación Científica en Arquitectura, vol. V, número 1 (10), enero- junio 2010, FAyD-Universidad de Colima, 2011. P. 17 -31. 20. RAMOS CORREAS, Daniel. Borrador del informe al Ministro de Obras Públicas respecto de las obras realizadas en la Plaza Independencia. Mendoza: inédito, noviembre de 1943. P. 2. 21. RAMOS CORREAS, Daniel et al. “Plazas, calles y Parque de Mendoza”, op. cit., P. 20-21.

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ducto de la venta de los sobrantes. La demolición duró un año y se extrajeron 900 toneladas de hierro de la demolición, pero el rédito obtenido no fue suficiente para cubrir los gastos de la remodelación. A consecuencia de ello y si bien se concluyó con el nuevo trazado de la plaza, se postergaron la pavimentación, el alumbrado, los juegos de agua proyectados y otros elementos decorativos siendo el principal de éstos el destinado a cubrir el gran muro que cierra por el Este, el salón construido en el centro de la plaza. Para Ramos, este muro era “parte indispensable en la concepción plástico- artística del nuevo paseo”22 ya que constituía el complemento fundamental del proyecto. La idea original de DRC, respecto del motivo del mural fue aprobada por el PE. La misma consistió en decorar íntegramente el paño con figuras o alegorías de hechos históricos vinculados directamente a la vida provincial. El encargo directo se hizo al escultor Lorenzo Domínguez, quien proyectó cinco grupos en relieve sobre episodios de la gesta sanmartiniana en Mendoza que también fueron aprobados por el Ejecutivo Provincial. Se creyó conveniente que la Municipalidad de la Capital se hiciese cargo de la terminación de los trabajos que restaban aún realizar en la plaza, en vistas de que en su presupuesto, la comuna contaba con un partida destinada a “trabajos de instalaciones eléctricas, pavimentación y obras complementarias”, partida con la que podría costearse principalmente la obra que más urgía: el mural. La realización de este mural se vio demorada por un sin número de dificultades. De la contratación directa del escultor Lorenzo Domínguez, se pasó a un Concurso (abierto por el Municipio), para la presentación de anteproyectos y realización del relieve en piedra travertina blanca para revestir el muro de 51 metros de largo por cuatro de ancho de la plaza. Domínguez volvió a tener en sus manos la posibilidad de la realización del friso, esta vez por haber ganado el concurso, pero la Intervención Nacional en Mendoza declaró nulo el concurso haciendo responsables al Director de Parques, Daniel Ramos Correas y al entonces comisionado municipal, José Benito de San Martín, por “irregularidades de orden administrativas comprobadas”.23 Esta anulación facultaba, según decreto, a la Municipalidad para contratar en forma directa a Lorenzo Domínguez para la ejecución del friso, lo que finalmente nunca ocurrió. Mientras tanto, la plaza que ya pertenecía nuevamente al municipio, pasó por las manos primero del comisionado municipal Leandro Meiners y luego del interventor nacional coronel Federico Zambianchi. Ambos, en compañía de Ramos, visitaron la plaza y, ante la premura por habilitar el paseo dispusieron, el primero, el trazado y construcción de nuevos caminos, el emplazamiento de bancos y determinadas ornamentaciones y el aumento de la iluminación, mientras el segundo consideró la posibilidad de trasladar el Museo de Bellas Artes al salón de exposiciones de la Plaza, acción que no se concretó. Al año siguiente del llamado a concurso para el friso y de su anulación, en 1944, el Ministerio de Economía, Obras Públicas y Riego, da a conocer el decreto a favor de las gestiones de Ramos Correas y San Martín. El mismo año la Municipalidad de la Capital solicita al ejecutivo provincial que volviera a hacerse cargo de la Plaza Independencia hasta su terminación. En junio de 1944, nuevamente bajo la órbita provincial, se anuncia la realización de las obras complementarias y el embaldosamiento de los caminos.

22. Ibídem. P. 3.

Si bien el paseo conservó el trazado original propuesto por nuestro arquitecto, tanto el equipamiento como el mural que hacía las veces de fondo de la fuente quedaron a criterio de los técnicos municipales o de los gobernantes de turno. Bancos de hormigón y un casetonado que cubría toda la superficie del muro, fueron parte de las poco acertadas propuestas estéticas para la plaza que sería nuevamente intervenida, con cambio de equipamiento, pero con escasa variación del trazado, recién en 1995.

23. MUNICIPALIDAD DE LA CAPITAL. Plaza Independencia (cuadernillo). Mendoza: Imp. Municipal; 1995. P. 30.

El 12 de enero de 1945, la intervención federal aceptó la renuncia de Ramos Correas. La plaza Independencia ya había sido reinaugurada, sin acto oficial alguno, luego de un lento, dudoso y accidentado proceso de remodelación.

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Mendoza y las obras públicas monumentales: la propuesta de Mallet - Dunant (1918) análisis de obras

Mendoza y las obras públicas monumentales: la propuesta de Mallet - Dunant (1918) Dra. Arq. Silvia Cirvini, Dra. Arq. Cecilia Raffa INCIHUSA- CONICET

Con el gran terremoto de 1861 Mendoza quedó en ruinas y desprovista de todos sus edificios públicos. La reconstrucción de los principales y más urgentes (Casa de Gobierno, Cárcel y Hospital) estuvo a cargo de Pompeyo Moneta quien luego organizará la Oficina de Ingenieros Nacionales en la presidencia de Sarmiento. Pero estas obras se hicieron con muy bajos presupuestos (administrados por la “Comisión Filantrópica” que reunía los fondos de ayuda a la provincia y los escasos aportes de la Nación), eran de sistemas de tierra armados con estructuras de madera, realizados con la urgencia y la precariedad de tiempos difíciles, parafraseando a Moneta, “para salir del paso”.1 Pero hacia principios del siglo XX, en medio de un clima de prosperidad económica y con la proximidad del Centenario de Mayo, el gobierno provincial advierte lo poco que Mendoza tiene para “mostrar” de su progreso y crecimiento y buscará modernizar y embellecer la aldeana ciudad con obras públicas nuevas, acelerar las que estaban en ejecución como el Parque del Oeste (1896) y reactivar los viejos proyectos truncos como el Monumento al General San Martín (Ley 1888). Muchas de estas iniciativas quedaron en los álbumes del Centenario, como “obras proyectadas”, otras se demoraron o cambiaron en el tiempo y finalmente algunas nunca se hicieron. En este contexto, en 1905, el gobierno provincial de Galigniana Segura había contratado al arquitecto Juan Buschiazzo para realizar los proyectos de importantes obras públicas (Legislatura, Tribunales y Casa de Gobierno). Estos proyectos ya concretados fueron remitidos a Mendoza hacia fines de 1906, pero al asumir el nuevo gobernador Emilio Civit en marzo de 1907 aún no se le habían pagado los respectivos honorarios. Buschiazzo debió iniciar un expediente reclamando el pago de los proyectos, que fueron abonados en enero de 1908.2

1. Respecto de la participación de Moneta en la reconstrucción posterremoto, cf.: CIRVINI, Silvia. “Mendoza. La arquitectura de la reconstrucción posterremoto (1863-1864)”. Publicado en: Revista Historia de América 108, Instituto Panamericano de Geografía e Historia. México: 1989. P. 171-188. 2. En esta actuación presentó su liquidación sobre la base del “Arancel de honorarios” estipulado por la Sociedad Central de Arquitectos, que habían sido aprobados en abril de 1906 y de los cuales adjuntó un ejemplar. A partir de entonces el Departamento de Obras Públicas de la provincia utilizaría estos aranceles para fijar los honorarios de otros profesionales contratados.

Palacio de Justicia frente principal (AM CEDODAL)

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Palacio de Gobierno. Vista posterior (AM CEDODAL) Los proyectos nunca llegaron a concretarse, sin embargo Civit, los incluyó como “propios” en el Álbum Argentino, una publicación de auto-homenaje a su labor que manda a editar poco tiempo antes de concluir su gobernación.

Palacio de Gobierno. Planta (AM CEDODAL)

La imagen de Mendoza que se retrata en el Argentino, es ante todo una imagen de progreso tanto técnico como económico. El registro, funciona como medio propagador a nivel local, nacional e internacional de acciones “modernas” que denotan el pensamiento que las impulsa, al tiempo que alimenta imaginarios respecto del espacio urbano y sus hacedores. En este sentido, el significado formal y estético del espacio urbano, refleja tanto los objetivos de quienes lo idean (encargándolo o proyectándolo), como los valores corrientes en determinados núcleos sociales: no puede explicarse plenamente si no es también en referencia a los grupos que lo han producido. En este caso los proyectos de los edificios de gobierno, son atribuidos a la dupla GireMolina Civit, integrantes del escogido grupo que rodeaba al mandatario y al cual le confiaba acciones específicas. El campo político supo vincularse por entonces, con agentes cuya participación en la obra pública llevaría no sólo a una buena resolución de los proyectos planteados sino que además dotaría de cierto prestigio y respaldo a la labor oficial y por añadidura a su promotor, en este caso Emilio Civit.3

3. Respecto de la contienda simbólica en el uso del espacio público entre Civit y Lencinas, cf.: RAFFA, Cecilia. “El espacio público como lugar de legitimación política: sobre las disputas entre Emilio Civit y José N. Lencinas, Mendoza 1910 y 1918”. En: Prohistoria 14, Rosario: 2010. 4. Cf. la labor de Álvarez en CIRVINI, Silvia, Nosotros los arquitectos. Campo disciplinar y profesión en la Argentina moderna, Mendoza: Zeta editores; 2004. P. 370.

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Otro de los grandes proyectos de obras públicas se llevó a cabo ya en la década del ´20 durante el gobierno de Alejandro Orfila. Raúl J. Álvarez, hijo del escritor, historiador y político mendocino Agustín Álvarez, obtuvo su título de arquitecto en la Universidad de Buenos Aires en 1917. Fue miembro activo de la Sociedad Central de Arquitectos, de la que también fue secretario, y colaborador en la Revista de Arquitectura. En Mendoza se relacionó con grupos intelectuales y políticos- no oligárquicos- que lo vincularon con el lencinismo (vertiente local del radicalismo), lo cual le permitió participar directa o indirectamente en la obra pública desarrollada entre 1918 y 1930.4 Álvarez fue probablemente quien estableció el contacto entre la Sociedad Central de Arquitectos y el gobierno lencinista para la formulación y puesta en marcha del Concurso de Anteproyectos para el Palacio de Gobierno de Mendoza (1926) en el centro de la Plaza Inde-

Mendoza y las obras públicas monumentales: la propuesta de Mallet - Dunant (1918)

Palacio Municipal. Vista general (AM CEDODAL) Detalle de edificio para la Administración, y expansión del Hospital Provincial de Mendoza. Planta baja (AM CEDODAL)

pendencia. Participaron como miembros del jurado por la Sociedad Central de Arquitectos Alejandro Christophersen y Raúl Togneri y representando a los participantes Carlos Becker. Este concurso, en el que obtuvo el primer premio (entre 36 trabajos presentados) el proyecto de Pablo Pater y Alberto Morea, fue de cristalino e inobjetable desarrollo, con gran apoyo político del radicalismo y con la participación de la Sociedad Central de Arquitectos que garantizaba los mejores resultados a partir del sistema de concursos. El Palacio fue una de las más significativas operaciones materiales y simbólicas que se hicieron desde el centro de poder para definir la representación de lo que Mendoza a través de su arquitectura debía ser, en una proyección idealizada del futuro. Fue un acto simbólico dentro del proceso de legitimación de la dirigencia provincial. La intención de monumentalidad de la obra,

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Teatro. Perspectiva (AM CEDODAL) privilegió la utilización de determinada estética que agregaba valor simbólico al ya portado por el poder político: construir la casa de gobierno en el centro del espacio público más significativo: la plaza Independencia, la cual era a su vez, el centro del trazado de la Nueva ciudad posterremoto. La construcción de la obra se vio truncada por la revolución de 1930, y demolida a partir del proyecto de remodelación de la Plaza Independencia de Ramos Correas en 1940.5 Los proyectos de Gastón Mallet, fechados en 1918, se relacionan con este tipo de operaciones urbanísticas y arquitectónicas que buscaban dotar a la ciudad de un equipamiento público que aportara un plus simbólico y estético acorde al progreso económico y cultural de la región. El conjunto de planos que denomina “Mendoza Monumental” comprende: Palacio de Justicia, Palacio de Gobierno y Palacio Legislativo, edificios de tres niveles superiores: planta o piso bajo, entrepiso y primer piso, sobre un subsuelo semienterrado; edificio para el Departamento de Policía que suponemos es una reforma de la por entonces Casa de Gobierno (construida con proyecto de Moneta frente a Plaza Independencia, donde ahora está la Escuela Normal); proyecto de ampliación del Hospital Provincial, y una perspectiva que muestra el proyecto del “Teatro”, que remplazaría al antiguo Teatro Municipal (1870) en estado ruinoso hacia 1918.

5. El proyecto de Ramos Correas reutilizó una parte de la planta subsuelo de la Casa de Gobierno para ubicar allí un Mini - Teatro y el Museo de Ciencias Naturales.

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Los contactos del estudio Mallet Dunant con Mendoza pueden haber sido varios: el mismo gobernador José Néstor Lencinas, su hijo Carlos Washington o el “técnico” perteneciente a este grupo político: Leopoldo Suárez quien sería Ministro de Obras Públicas de Carlos W. Lencinas; todos tenían un contacto muy fluido con Buenos Aires. También pudo actuar de nexo entre el gobierno y Mallet el Arq. Raúl J. Álvarez que como dijimos participó de gran parte de la escasa obra pública concretada en los agitados gobiernos lencinistas. Estas hipótesis podrán ser revisadas, corroboradas o no, sólo a partir de investigación histórica acerca de este período, escasamente abordado aún por la historiografía, en parte porque son escasas las fuentes documentales primarias disponibles y también porque ciertas operaciones simbólicas sobre la memoria colectiva han sido exitosas: pareciera que entre Civit en el Centenario y los gobiernos conservadores del 30 y principios del 40 nada hubiera sucedido. Queda así planteado un interrogante y una puerta abierta para futuras explicaciones.

Gastón Mallet, arquitecto

Daniel Ramos Correas. Biografía Dra. Arq. Silvia Cirvini, Dra. Arq. Cecilia Raffa INCIHUSA- CONICET

Daniel Ramos Correas nació en Talcahuano, Chile, el 12 de mayo de 1898. Era hijo de José Antonio Ramos, de nacionalidad chilena e ingeniero en minas de profesión y de Elcira Correas, perteneciente a una tradicional familia mendocina, directamente emparentada con Dolores Correas, esposa de Juan Lavalle. Al fallecer su padre, se radica junto a su madre y sus cuatro hermanos en Mendoza, lugar de origen y residencia de la familia materna. Daniel tenía ocho años. Realizó la escuela primaria en el Colegio San Luis Gonzaga. Cursó el bachillerato en Santa Fe, en el Colegio de la Inmaculada (Compañía de Jesús) y luego estudió en la Escuela de Arquitectura dependiente de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA, recibiendo su título el 12 de febrero de 1925. Discípulo de Karman y Villeminont, fue dibujante de Gastón Mallet mientras estudiaba en Buenos Aires. En el período en que Ramos fue alumno, entre fines de la década del ’10 y mediados de la del ’20, se había profundizado en la Escuela con la instalación de talleres (1915) la enseñanza académica, que se apoyaba en el dominio del dibujo, el profundo conocimiento de los estilos históricos y la acentuación de la formación artística de los estudiantes. Esas dotes de arquitectoartista le permitieron, al volver a Mendoza, desarrollar su obra en variados estilos. Fue el arquitecto de la burguesía mendocina. En su vasta producción existen desde obras historicistas y pintoresquistas (1924-1930 c.), hasta las decididamente modernas, a partir de 1945. En entornos suburbanos, nunca abandonó el pintoresquismo, estilo que evidenció su buen manejo ambiental signado por el uso de los materiales del lugar y el conocimiento de las condiciones climáticas. Su labor paisajística se desarrolló particularmente entre 1938 y 1943 cuando fue Director de Parques y Paseos de Mendoza, cargo a partir del cual pudo concretar la más significativa

Daniel Ramos Correas, c. 1953 (AHTER)

Plaza Independencia de Mendoza

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En el Teatro Griego, 1985 c (AHTER)

Plaza Aberastain, San Juan remodelación y refacción que recibieron los principales espacios verdes de Mendoza: el Parque General San Martín y la gran Plaza Independencia. La obra paisajística de Daniel Ramos Correas marca un hito en el tratamiento del paisaje en la región, tanto en la escala urbana como en la regional. Fue promotor del Concurso Internacional para el Plan Regulador de Mendoza (1940). En 1944, Ramos fue contratado para el estudio del Plan de Urbanización, Ampliación y Verdes de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Recibió en 1951 el premio “Ayuntamiento de Madrid” en la 1ª Exposición Bienal Hispanoamericana de Arte debido a sus notables realizaciones paisajísticas en Mendoza. En 1957 fue convocado por el Comité de Reconstrucción de San Juan para efectuar trabajos de paisajismo urbano y obras públicas. Fue presidente de la Comisión Especial para el Planeamiento Urbano y Código de Edificación de la Ciudad de Mendoza (1959-1961) y actuó interinamente como intendente municipal en 1963. En su carrera docente fue profesor y vicedecano, y uno de los fundadores en 1961 de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Mendoza, junto a Enrico Tedeschi. Esta experiencia didáctica de avanzada, sobre la base de las escuelas modernas de EEUU, sellaría una amistad de por vida con Tedeschi. En 1965 recibe en Washington la distinción de Honorary Fellow del American Institute of Architects. Fue miembro fundador de la Sociedad de Arquitectos regional Cuyo y presidente de la Unión Argentina de Sociedades de Arquitectos (1963-1967). De importante inserción en los sectores dirigentes de Mendoza, fue amigo personal de los gobernantes conservadores y tuvo una estrecha relación con la curia mendocina. En lo arquitectónico fue un referente durante décadas. Ramos Correas le dejó a Mendoza una serie de obras (historicistas, pintoresquistas y modernas), que marcan hitos en la historia urbana de la ciudad. Pero su labor como paisajista fue, por la escala de las intervenciones, de mayor trascendencia e impacto ya que abrió un camino que orientaría y determinaría una nueva forma de entender la relación simbiótica entre arquitectura y paisaje. Daniel Ramos Correas en la puerta de su casa (AHTER)

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Daniel Ramos Correas falleció en Mendoza el 9 de mayo de 1991, a los 93 años de edad.

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