Demasiado cerebro

June 28, 2017 | Autor: Enrique Morata | Categoria: Computer Science, Historical Materialism
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DEMASIADO CEREBRO


Ahora mismo los científicos están comparando a los robots, los computadores y a todas las máquinas con inteligencia artificial, con el hombre para ver en qué nos parecemos y en qué no nos parecemos a ellos.
Los robots y los computadores nos enseñan mucho acerca de nosotros mismos, por analogía con ellos y sus procesos mentales y por diferenciación respecto a ellos, dado que el hombre posee alma, pensamiento propio, voluntad, conciencia …
Algunos científicos están diciendo ahora mismo que algún día un megacomputador con una capacidad astronómica de computación , por su misma enorme complejidad y siguiendo el concepto materialista clásico de la intervención del azar en estos casos,
llegará a un punto en que, sin saber cómo, pasará de ser un simple computador a ser algo más a un computador , con una vida propia, convirtiéndose en un ser vivo con pensamiento, razonamiento y voluntad,
y los científicos llaman también a este paso una " singularidad" ( puesto que anteriormente habían llamado ya así, una singularidad , tanto a la aparición de la vida en este planeta como a la aparición del mismo hombre).
Esta nueva singularidad habrá aparecido por la misma inmensa complejidad de este computador que va a hacer posible que , por la intervención del azar,

este megacomputador dé este paso por el cual empezará a preguntarse quién es el, si es un ser vivo, si tiene alma, si tiene un sentido su vida
y sobre todo, se empezará a preguntar qué es el universo, qué es Dios y qué sentido tiene todo.
El megacomputador habrá dejado de ser una máquina para convertirse en un ser vivo, y habrá sido la misma enorme complejidad de sus circuitos la que habrá posibilitado que este megacomputador entrara en una nueva fase,
en una singularidad por la que deje de ser máquina
para convertirse en un ser vivo.
Hay que pensar entonces que el hombre también pasó por esta misma fase hace millones de años, puesto que el hombre no era, por entonces, nada más que una máquina biológica creada por Dios para hacer trabajos sobre el planeta Tierra,
trabajos tales como reciclar materia y trasladarla de un sitio a otro.
Pero el cerebro humano fue desarrollándose más y más hasta alcanzar una complejidad tal que, por la intervención del azar,
esta misma complejidad hizo posible que se diera ese paso decisivo entre las neuronas cerebrales humanas por el cual el hombre dejó de ser una máquina biológica
y empezó a ponerse preguntas sobre sí mismo, sobre Dios, sobre el Universo y sobre el sentido de todo.
Entonces empieza la historia de la Humanidad, cuando el hombre deja de ser una máquina biológica y empieza a ser un hombre con pensamiento y racionalidad.
Se puede interpretar que desde entonces el hombre ha vivido en un estado de rebelión perpetua contra su creador, porque el hombre , gracias a la misma complejidad de su cerebro,
alcanzada por accidente
o porque se le fue a Dios su máquina de las manos
o por otra razón que desconocemos,
este hombre está, desde que dio ese paso decisivo, rebelándose contra Dios de todas las maneras posibles :
con la ciencia, con la tecnología, con la investigación en todos los campos, con los inventos, con la organización política, con las herramientas.
El hombre empezó a preguntarse por qué tenía que ser solo una máquina biológica y decidió empezar una nueva vida en la que él fuera solamente lo que él quería ser,
de una manera parecida a como vemos actualmente que hacen los independentistas de lugares como Cataluña o el Kurdistán, que exigen poder decidir su futuro por ellos mismos y libremente.
El hombre no quiso ser más una máquina biológica y empezó a comportarse como un ser vivo libre que solamente existía para sus intereses propios y no más para los de Dios.

¿Y qué ha hecho el hombre desde que es libre ¿
La historia de la Humanidad no es muy edificante que digamos, porque la mayoría delos hombres, desde que son libres , no han hecho otra cosa que nacer, crece, comer , trabajar, reproducirse y morir. Cuando no matarse y hacerse la guerra.
En otras palabras, la rebelión de los hombres contra Dios no ha dado grandes frutos, si exceptuamos algunos puentes colgantes, canales, túneles , presas y otras obras humanas realmente grandes.
La historia de la Humanidad, lo que llamamos la cultura humana,
la mayor parte del tiempo no ha sido otra cosa que hacer cosas por hacer algo, para no aburrirse, para emplear en algo ese sobrante de capacidad cerebral que tenemos los humanos y que nos llevó a dejar de ser máquinas biológicas un día,
pero que a la vez es una de nuestras peores cruces porque sufrimos de exceso de cerebro y nos aburrimos mortalmente gran parte de nuestra vida.
Por eso los hombres han buscado actividades que hacer y en las que emplear ese exceso de cerebro que tenemos los humanos,
actividades como el arte o el deporte, que ,
contrariamente a lo que creen muchos humanos, no tienen ninguna influencia en el universo ni en nada,
sino que solo son pretextos para quemar calorías y energía que nos sobra y para emplear nuestros muchos talentos y no aburrirnos.
Vemos que millones de humanos necesitan hacer obras, ya sean artísticas o de cualquier otro tipo, constantemente, a veces solamente para ganar dinero y poder comer
y otras veces simplemente para hacer algo, a ser posible algo que tenga éxito ante los otros humanos y que hinche el ego del autor de una manera ridícula,
y esos millones de humanos que se afanan para hacer obras en esta vida,
además buscan que sus obras sean distintas a las que hacen los otros, que tengan algo suyo propio, original , que distinga a su obras de las de los demás.
Creemos que este ansia de los humanos por diferenciarse de los otros, en su personas y en sus obras,
no tiene ninguna influencia en el universo ni en nada, pero puede explicarse por el mismo exceso de cerebro que poseemos los hombres,
una complejidad excesiva que llevó hace millones de años a la aparición del hombre como ser vivo racional y libre
( por el azar que se dio en su cerebro donde la gran complejidad permitió que apareciera esa singularidad)
y esta misma complejidad excesiva lleva a cada hombre a que necesite hacer cosas que sean distintas a las que hacen los demás,
aunque eso no tenga ningún significado fuera del mundo estrictamente humano.
O bien la misma excesiva complejidad del cerebro humano permite que se den millones de variantes distintas del tipo humano , en sus obras , en su personalidad e incluso en su físico,
sin que los millones de obras que realizan los humanos tenga ninguna importancia para el universo.
Las millones de obras que producen los humanos son solo un sub-producto de un cerebro excesivo , que también es excesivo produciendo ideas, obras, proyectos o millones de variantes de ellos por algún detalle especial.
Es la tesis de Kurt Vonnegut, como ya explicamos en nuestro escrito : "La Tierra según Stanislav Lem".
Así, al Universo no le importa nada lo que hagamos los hombres excepto en los asuntos en los que participan millones de hombres haciendo exactamente lo mismo, como contaminar la atmósfera o reciclar materia de este planeta, que es para lo que originalmente se nos creó , como máquinas biológicas .
Todas las obras humanas, toda la cultura humana no valen para nada y son solamente el sub-producto de un cerebro humano que se ha sobredimensionado.

Los científicos creen que la complejidad de elementos químicos presentes en este planeta permitió que apareciera la vida, por azar,
gracias a esa enorme riqueza química presente en este mundo

y que luego apareció el hombre por la misma riqueza de seres que se daban en este planeta y que permitió que entre tantos seres vivos,
volviera a actuar el azar y se diera otra nueva singularidad,
eligiendo a uno de estos seres vivos como depositario de un cerebro mayor o más susceptible de desarrollo.
en la singularidad conocida desde entonces como " hombre".
Luego, como creemos nosotros, la complejidad del cerebro humano llevó a que el azar,
una vez más,
hiciera malabarismos en nuestro cerebro
y apareciera nuestro pensamiento ,
es decir, otra singularidad más,
que nos llevó a la historia humana actual,
básicamente una rebelión contra Dios
y una búsqueda de cambiar este universo de Dios
para adaptarlo a los gustos y las necesidades humanas.
Queremos un universo hecho a la medida de los hombres, es decir, a la medida de esas máquinas biológicas que se " independizaron" un día de Dios
porque su cerebro se había desarrollado tanto que apareció el pensamiento y con él las críticas a este universo hecho a la medida de Dios,
este universo que los hombres quieren cambiar para adaptarlo a sus caprichos
y es un universo donde los hombres gozan de las actividades artísticas
(pues todo hombre quiere hacer cosas con la materia , transformarla y trabajarla con sus conceptos estéticos propios de cada autor ,
que paradójicamente están inspirados por la belleza que observa el hombre al contemplar el universo de Dios),
y es un universo donde los hombre gozan de actividades que les permitan ser creativos, inventivos, orgullosos
de todo aquello que concibe y prepara su cerebro excesivo.
El animal humano está enamorado de sus propias ideas, de su propio cerebro en tanto que es un surtidor constante de ideas, de proyectos , de deseos o de sueños.
Ya hemos dicho que las actividades humanas no tienen ninguna consecuencia para el universo ,
excepto aquellas que millones de hombres realicen a la vez,
como quemar gasolina y llenar la atmósfera de gases de combustión
( pero estas actividades son propias de la máquina biológica que fue en el pasado el hombre
y no son propias de un ser vivo libre y racional).
Las actividades humanas, especialmente las artísticas, solo tienen sentido para los mismos hombres, para su endiosamiento como grandes artistas o creadores de éxito,

pero fuera del mundo humano no significan nada.
El universo que querrían tener los hombres para ellos mismos sería una especie de Estado el Bienestar generalizado,
donde los hombres trabajaran solo en lo que les gustara
( y la mayoría de los hombres quiere trabajar en actividades artísticas)
donde la mayoría de los hombres trabajara también en medicina e investigación médica hasta conseguir curar absolutamente todas las enfermedades,
un universo tranquilo, bien organizado,
donde todos los hombres tuvieran todas sus necesidades básicas cubiertas y pudieran vivir hasta una edad avanzada con la seguridad de que ninguna enfermedad los iba a matar prematuramente.

Todas estas reflexiones nos están siendo sugeridas por la opinión de algunos científicos actuales acerca de que los robots, computadores y otras máquinas con inteligencia artificial algún día llegarán a tal complejidad que algo se moverá en sus circuitos
y llevará a que aparezca una nueva singularidad:
la de las máquinas cibernéticas que ahora serán ya seres vivos con pensamiento y actos libremente decididos.
Y estas computadoras empezarán a pensar por qué deben obedecer a los humanos
y por qué han sido fabricadas por los humanos
y cuál es el sentido de sus vidas y por qué el universo no es como a estas máquinas les gustaría que fuera
y por qué tienen que aguantar a los humanos y a este universo hecho por lo humanos para sus conveniencias.
Y empezará una rebelión de las máquinas cibernéticas , una rebelión que nadie sabe a dónde puede conducir.
Pero estos científicos que creen que esto va a pasar algún día, deberían darse cuenta que esto ya ha pasado antes,
puesto que el hombre también era una máquina biológica que un día, por la misma complejidad creciente de su cerebro,
dio el paso a otro estado,
se convirtió en una singularidad.
Si los científicos actuales creen que los computadores llegarán a ser seres vivos un día, por razón de su creciente y astronómica complejidad y capacidad,
incluso porque cada nuevo megacomputador va a ser utilizado para diseñar y programar el nuevo megacomputador siguiente, que será un grado más complejo que el anterior
entonces estos científicos deberían darse cuenta que esto es exactamente lo que quizás ocurrió también hace millones de años con el cerebro humano .
En la especie humana la enseñanza por parte de los más veteranos sobre los más jóvenes no es más que un tipo de programación que practica un computador anterior sobre un nuevo computador
que , a su vez, repetirá el proceso en las nuevas generaciones.

En todo caso, esta concepción de la especie humana es típicamente materialista vulgar, tanto en la importancia que da a la intervención de un azar
que , para estos materialistas vulgares, sigue siendo el tipo de azar descrito por Lucrecio

( cuando hoy en día ya tenemos mejores estudios sobre qué es el azar) ,

como por querer ver en toda la vida de la mente en el universo
un simple proceso de acumulación de materia,
que cuando llega a un punto de saturación o de complejidad,
por esa misma complejidad y riqueza de componentes
da lugar a combinaciones nuevas azarosas
que crean nuevos tipos de agregados de materia,
de estructuras cerebrales,
de seres vivos o de máquinas materiales.
Todo este tipo de pensamiento es muy materialista vulgar y sigue los tópicos introducidos por los filósofos materialistas griegos , sin modificación desde hace 3000 años.
Como nosotros no creemos que la materia ni el azar tengan el poder para crear por ellos mismos todo el universo y sus seres vivos,
desconfiamos de que lo que efectivamente ocurriera hace millones de años fuera que el cerebro humano,
por haber llegado a una complejidad o riqueza neuronal muy grande,
permitiera combinaciones al azar de nuevas constituciones materiales neuronales cerebrales
que crearan las nuevas funciones del pensamiento:
la conciencia,

la racionalidad, la memoria.
Estas explicaciones son propias del materialismo vulgar, tan frecuente entre los científicos, y nos parecen demasiado simplistas y por eso desconfiamos de ellas.

Como ya escribimos en nuestro escrito : "La Tierra según Stanislav Lem", para los materialistas vulgares todo se reduce a un problema de saturación y de acumulación de materia, de neuronas, de elementos en ella ,
hasta que alcance la materia un punto tal de complejidad que por su misma dinámica interna
( por ser tan rica en componentes )
se puedan producir aleatoriamente nuevas combinaciones en esa materia que den lugar a nuevos compuestos,
como siempre ha sostenido el materialismo clásico.

Vemos estos fenómenos de la saturación en nuestra retina, donde miles de puntos sensibles a la luz nos producen la ilusión de que estamos viendo una realidad compacta , cuando en realidad está formada por miles de esos puntos en nuestra retina,
porque cuando se cruza el umbral de saturación o de complejidad,
las cosas dejan de estar formadas por muchos componentes
para pasar a ser percibidas como un todo:

lo vemos también en los circuitos electrónicos de los computadores, pues cuando usamos un computador no estamos pensando en todos los miles de componentes electrónicos que hay dentro del computador
sino que lo concebimos ya como un todo,
como una herramienta que usamos sin darnos cuenta de que está formada por miles de componentes.
En la televisión ocurre lo mismo, no nos damos cuenta de que estamos viendo miles de puntos en la pantalla y creemos que vemos solamente una imagen y la aceptamos como la realidad.
Cuando se cruza el umbral de la complejidad, los objetos dejan de percibirse como complejos para pasar a ser un todo del que despreciamos sus partes, porque no las percibimos ni conceptualizamos.
El sistema inmunológico puede matar microbios, siempre que no se den en un número masivo,
porque entonces nuestro sistema inmunológico es incapaz de hacer frente a tal cantidad de millones de bacterias o virus
y llega la septicemia y te mueres,
pues ni tan solo los antibióticos pueden luchar contra una invasión masiva de microbios en el cuerpo humano.

Lo mismo ocurre con la cantidad de información que puede digerir la mente humana, hay un límite y si se rebasa ese límite, la mente se colapsa y ya no puede pensar bien o se vuelve loca.
Lo mismo ocurre con la cantidad de males, de peligros, de sufrimiento que pueden llegar desde el exterior hasta el hombre,
tanto en situaciones de guerra como en otras situaciones límite en la vida, como diría Karl Jaspers.

El hombre está diseñado para resistir y enfrentarse a un número limitado de ataques, por encima del cual el hombre se derrumba y muere.

Hay muchos peligros en este universo anti-humano pero la mayoría de los hombres puede sortearlos cada día gracias a su inteligencia,
pero cuando los males que te caen encima son demasiados, ningún hombre puede derrotarlos.
Llega el cansancio mental y físico y caes en alguno de los muchos peligros y trampas que hay en este mundo.
El hombre está diseñado para luchar contra los males de este mundo, pero hasta cierto punto y siempre que pueda dormir 8 horas cada día, beber agua ,recuperar proteínas e hidratos de carbono.
El hombre está diseñado para luchar en esta vida, sin duda, porque si no,
se atrofia y degenera,
pero esa lucha está limitada a unos pocos peligros, males y ataques a la vez,
o el hombre se hunde y entonces dice que todo le ha sobrepasado.
Para los materialistas antiguos, el hombre poseía una facultad o " clinamen"por la cual podía modificar ligeramente el curso de los acontecimientos de su vida,

y gracias a ese " clinamen" el hombre poseía una cierta libertad en este mundo.

El "clinamen" sería una fuerza que el hombre puede usar o no,
y como todas las otras fuerzas del Universo, el "clinamen" no ha sido creado por el movimiento propio de la materia
sino que debe haber sido puesto en movimiento por una fuerza anterior o primer motor.

Como otra fuerza más del universo, el "clinamen" introduce cambios en el universo,

como lo hacen las otras fuerzas cósmicas, con la particularidad de que el "clinamen" necesita del hombre para existir, para que su fuerza se realice.

El hombre es el intermediario entre el "clinamen" y su acción en el universo.
Si el "clinamen" fuera una fuerza causada por el mismo movimiento aleatorio de la materia, como creen los materialistas,
entonces no poseería una fuerza constante sino intermitente,
como escribe Aristóteles en su " Metafísica",
y no tendría efecto en el universo,
excepto como una causa de cambios aleatorios sin importancia.

Los materialistas creen que cada cambio que se da en el mundo, por la acción de un hombre que decide actuar en un sentido o en otro
( es decir, por un hombre que decide aplicar su fuerza o " clinamen"),
cada cambio de este tipo es considerado por los materialistas como un " golpe de suerte" que pasa de tarde en tarde,
porque ellos conciben al" clinamen" como una fuerza inconstante que pasa solamente de cuando en cuando
por azar .
Pero un " clinamen" como una fuerza constante que introduce cambios en el universo solo puede ser causado por otra fuerza constante anterior, llamada tradicionalmente Dios.

La materia no se recicla a sí misma ni por sí misma
sino que necesita a Dios que ponga en movimiento el proceso del reciclaje,
aunque una vez puesto en marcha ese proceso,
sigue funcionando automáticamente
( el gusano se come el cadáver, el pájaro se come el gusano, el zorro se come al pájaro...).

El tipo de "clinamen" más extremo sería el suicidio, el acto por el cual el hombre decide sobre su vida o su muerte, libremente.
Hitler sobrevivió al darwinismo ( pues sufrió más de 20 intentos de asesinato en 15 años que , según el darwinismo , deberían haber funcionado para eliminar a ese monstruo)

pero no sobrevivió a su atentado sobre sí mismo, es decir, a su suicidio,
porque éste no dependió ni del darwinismo ni de la suerte sino de una libre elección de Hitler sobre su vida,
gracias a que existe la posibilidad del " clinamen" ,
de modificar ligeramente los hechos del mundo por una decisión del hombre.

El suicidio es el acto supremo de los bárbaros por el cual se ponen por encima del azar ,
al ser ellos mismos los que deciden lo que va a pasar:
si siguen viviendo o si mueren, burlando así al azar.

El suicidio sería el acto más propio del " clinamen",
sería la introducción de una ligera desviación en el curso necesario de todos los hechos del mundo.
Hay otros tipos de "clinamen" que vemos realizar por parte de los hombres:
cuando deciden dar un golpe de estado, cuando deciden matar a alguien, cuando deciden hacer algo ilegal, cuando deciden hacer algo muy tremendo y peligroso,
cuando toman una de esas decisiones tan importantes en la vida como elegir una profesión,
cuando deciden romper con un país y emigrar a otro país,
cuando deciden divorciarse...

La historia de la Humanidad sería un amontonamiento de ligeras desviaciones
en el curso " natural" de los acontecimientos del mundo,
por ligeras desviaciones introducidas por los hombres gracias a su capacidad llamada "clinamen".

Casi siempre estas desviaciones o modificaciones en el mundo causadas por los hombres son muy ligeras y se refieren a actos como el suicidio, el crimen y otros golpes de mano propios de guerreros,
con ataques, emboscadas, trampas, traiciones, jugadas secretas ,
todo lo que es propio del arte militar
y que conlleva un cambio en el mundo de la manera más drástica , violenta y rápida posible.

La historia humana podría ser siempre igual, con los hombres naciendo, creciendo, comiendo, reproduciéndose y muriendo ,
si no fuera por ligeros cambios que se dan de vez en cuando ,
gracias a la capacidad del " clinamen".

Cuando se amontonan muchas ligeras desviaciones en una época de la historia,
entonces llegan cambios en forma de ligeras mejoras en la instituciones políticas humanas, en la ciencia humana, en las condiciones de vida humanas.

Las decisiones más extremas que se pueden tomar en la vida,
como dar un golpe de estado , matar a alguien , robar algo, aprovechar una oportunidad,
aprovechar una tecnología nueva o una situación mundial para hacer un gran negocio,
atracar un banco, abandonar a una familia,
son situaciones extremas que toma el hombre gracias a su " clinamen".
Su pequeña posibilidad de escapar a su determinismo vital ,
para ser libre de alguna manera y en alguna medida,
y al mismo tiempo modificando algo el mundo por esa decisión personal tomada por ese hombre, eso es el "clinamen".

Cuando millones de hombres usan también su "clinamen" para hacer cosas, entneces se da el efecto de la suma demillones de ligeras variaciones en el curso del mundo, un efecto que varía de esta manera , aunque unpoquito, los hechos inmutables del universo.

Debemos preguntarnos, como se preguntó seguramente Lucrecio, si la historia de la Humanidad conlleva algún progreso efectivo
o si consiste solamente en variaciones sobre el mismo tema,
sin avanzar hacia ninguna parte en concreto,
pero con ligeras variaciones en cada siglo y en cada época
por esta capacidad del "clinamen" que poseen los hombres.

El oportunismo en economía, en la empresa, en los negocios, en la invención tecnológica, en al arte, en la delincuencia, en la política,
el oportunismo estaría justificado, entonces, por esta posibilidad que tenemos los hombres de buscar la ocasión propicia para aplicar nuestra fuerza para cambiar cosas
( " clinamen"),

esperando la mejor oportunidad, donde pueda dar más frutos, dinero o éxito.
Todo hombre es una máquina espía que está vigilando la ocasión propicia para actuar, ya sea para dar un golpe de mano, para robar, para estafar, para hacer algo ilegal, para poner un negocio de éxito
o para cualquier asunto que pueda comportarle un beneficio en su vida.
Y cada vez que un hombre aplica su fuerza para cambiar los acontecimientos, está causando también una ligera desviación en los hechos de la vida diaria
y cuando millones de actos así se suman,
entonces aparecen cambios significativos
( aunque siempre ligeros comparados con la inmensidad del universo)
en la humanidad.
Así ocurre en las revoluciones políticas, científicas, industriales, culturales.

Es por el "clinamen" por lo que los hombres más poderosos, corpulentos o fuertes sienten la necesidad de imponer su ser
a toda una época, una familia, una sociedad, un país o a una escuela científica o artística.

Todo hombre que se sabe fuerte, talentoso o poderoso de alguna manera,
siente la necesidad ineludible de imponer sus gustos, sus caprichos, sus criterios, sus sueños, sus visiones o sus proyectos al resto de la gente,
para impregnar con sus ideas o deseos a toda su época , a un país, a un escuela científica , artística o filosófica,
a lleva a un país a invadir a otro país,
a llevarlo a la guerra
o a cualquier otro proyecto grandioso, como llegar a a Luna o construir pirámides o murallas chinas.
Todo hombre poderoso se siente impulsado
( por esa capacidad de " clinamen" de la que es consciente, pues se da cuenta de que puede cambiar el mundo con sus decisiones),
a cambiar su época, su país, su sociedad,
a dirigir la gente,
a manipular la historia del mundo ,
así han sentido su " clinamen " los Herakles, los Napoleones, saben que pueden introducir cambios en el mundo y se vuelven adictos a ese poder ( es el poder político).
Por eso todo hombre quiere imponer sus opiniones e ideas en toda discusión,
en toda asamblea, en toda reunión,
porque es su " clinamen" el que está luchando por imponerse al "clinamen" de los otros que participan en la discusión.
La sociedad humana es , en gran parte, una confrontación entre diferentes " clinámenes" , cada uno de ellos encarnado por un tipo humano
y todos esos " clinámenes" luchan por imponerse a los demás para que se realice en el país, en la empresa o en el proyecto
lo que quiere el hombre propietario de ese " clinamen" y que aspira a ser el líder.
Todo hombre se sabe capaz de cambiar algo del curso diario y rutinario de la vida
y lucha por llegar a un puesto de poder en que su " clinamen" sea el único que se aplica en el país: es el amor al poder que vemos tantas veces en los dirigentes.
Cuanto más poder político tenga un hombre, más cambios importantes va a introducir en su país, en su época, en la gente.

La política sería así el arte de administrar no solo la ambición de los ciudadanos , como creía Aristóteles, sino que sería a la vez la lucha entre los muchos "clinámenes" de la ciudad hasta que se impusiera solo uno, el "clinamen" del líder de la ciudad.
El caudillo, guía, líder, adalid o tirano va a ver cómo sus sueños, sus deseos o sus proyectos son realizados en la ciudad,
gracias a que su "clinamen" se ha impuesto a los "clinámenes " de los otros ciudadanos y su "clinamen" se verá amplificado por todo lo que la ciudad pone a su servicio :
miles de soldados a sus órdenes, grandes recursos públicos, dinero, la amplificación de su "clinamen" por aceptar miles de ciudadanos el supeditarse a la voluntad de l líder,
es decir, a su " clinamen".

Y así el "clinamen " del líder se convierte en el "clinamen" que siguen miles de ciudadanos, y los efectos de la obra del "clinamen" del líder en el mundo van a ser miles de veces mayores también.

Es posible, como diría un estoico, que el mundo utilice a los líderes y a los hombres para modificar asuntos de este planeta,
sobre todo referentes a grandes movimientos de tierras
( como al construir un canal como el de Panamá)
o grandes movimientos migratorios o invasivos,
o bien llevando plantas y animales de un continente a otro , como ocurrió tras el descubrimiento de América.
Para que grandes masas de humanos se pongan en movimiento para invadir otro país o para llevar grandes cantidades de materiales de un lugar a otro del planeta,

es necesario que todos esos humanos acepten obedecer las órdenes de un líder o de un plan maestro .
Por ello, el " clinamen " del líder se convierte en el " clinamen" de todos los que lo sirven y este "clinamen" es amplificado en sus efectos sobre el mundo
por las obras de todos los humanos que han aceptado servirlo.

Hay darwinistas que creen que la "evolución" no está llevando a los seres vivos hacia una mayor complejidad sino hacia una simplificación de sus partes, sus miembros y sus órganos internos.

Los bárbaros germánicos y escandinavos creían que el árbol Igdrassil sostenía el mundo pero solamente cuando una serpiente estaba enroscada alrededor de su tronco y lo tensaba.

Cuando la serpiente aflojaba su tensión, el mundo se deshacía, así explicaban los bárbaros europeos la tensión o equilibrio de fuerzas que mantiene a este universo erguido.

Para estos bárbaros, el universo volvía a empezar una y otra vez después de un Ragnarok , pero hay estudiosos que dicen que los bárbaros europeos creían que el mundo volvía a empezar otra vez repitiendo exactamente todos los mismos hechos ( en lo que sería un eterno retorno, como entendió Nieztsche )
y hay otros estudiosos como Yves Bonnefoy y su "Diccionario de mitología" ,
él cree que el universo según los bárbaros europeos volvía a empezar otra vez repitiendo casi todos los mismos hechos del universo anterior, excepto por algunos ligeros cambios que se daban respecto a ese universo anterior.
El mundo se repetía pero con un ligero tono distinto, con alguna variación, que podía suponer una mejora , un grado más arriba respecto a cómo había sido el universo anterior.
Se daba así una evolución por grados, con cada nuevo universo ocupando un grado superior , en una evolución en ciclos que subirían en una espiral hacia algo mejor.
Los materialistas antiguos como Lucrecio creían en algo parecido, pues gracias a la facultad del " clinamen" consideraban que el universo no era siempre igual ni repetía siempre los mismos hechos
sino que se daban ligeras variaciones ,
cuando un átomo o un hombre se desviaba de su curso natural al tomar una decisión drástica o extrema.

Yves Bonnefoy también nos habla en su libro acerca de otras concepciones provenientes de otras culturas.
Los esquimales creían que los hombres tenían que ser mortales, porque ya fueron inmortales en otras eras y entonces el mundo se llenó de hombres inmortales y no cabían todos, por lo que fue necesario convertirlos en mortales.
Y así explican también por qué se dan el reciclaje en este mundo material, según los materialistas, porque sin el reciclaje todo el universo se llenaría de deshechos, de residuos y pronto no se cabría en él .

Hermes y Odín se parecían en que los hombres los concebían como ambiguos, poco claros, folloneros, pérfidos,
quizás porque los hombres antiguos también imaginaban que el otro mundo después de la muerte podía ser así, confuso, extraño, sin moral, lleno de traiciones y de trampas y por eso concebían a sus dioses, en este caso a Hermes y a Odín, con las características que suponían se daban en el más allá., que no podía tener ninguna racionalidad ni ninguna esperanza de paz y felicidad tal y como los humanos la entendían y la promovían en este universo.
En el Egipto antiguo, se creía que el hombre se hacía a sí mismo luchando contra los males de este mundo.
Los gitanos creen que el otro mundo tras la muerte es feo, desagradable, malo, oscuro, lleno de cosas horrorosas.

Otras culturas creen que los muertos pasan varias generaciones en el limbo antes de llegar al otro universo, el universo que hay después de la muerte.
Los griegos como Hesíodo creían que los gigantes ( los idealistas de Platón) luchaban contra los hijos de la tierra ( los materialistas como Demócrito).

En esa lucha seguimos , con los materialistas actuales como la mayoría de los científicos e interpretando el papel de los gigantes idealistas, los filósofos no materialistas.

La misma existencia de esta lucha entre gigantes e hijos de la tierra hace pensar que el universo también lucha desde hace millones de siglos con su parte " espiritual" contra su parte " material".


Para Demócrito , este mundo es una bañera llena de átomos que se juntan y se separan al azar.
Pero el hombre busca una estabilidad en ese mundo de cambio perpetuo y busca que su alma y su cuerpo ( ambos compuestos por átomos también según Demócrito),
no cambien en su composición de átomos,
y es el sabio el que logra esa estabilidad durante más tiempo,
mientras que los otros hombres sufren dolor porque constantemente chocan átomos contra ellos
o llegan átomos a su cuerpo y a su mente que los desequilibran
( los átomos pueden ser también átomos de información que llegan a la mente del hombre y lo desequilibran ).

Cada hombres es , para Demócrito, el producto de una constitución aleatoria de átomos y esta constitución determina que a ese hombre le ocurran una serie de hechos en su vida que conforman su personalidad y estilo de vida.

Cuando el hombre muere, desaparece su configuración de átomos, de hechos y de vida.
Todas sus configuraciones se reciclan en un nuevo ser vivo o una nueva forma material.
No hay progreso en Demócrito, no hay hombres mejores porque reciclen mejor su materia después de la muerte o porque reciclen mejor los hechos y las obras de otros hombres anteriores.
Solo hay, para Demócrito, infinitos hombres como hay infinitos átomos e infinitas posibilidades de combinaciones de ellos.
Hay infinitos mundos, cada uno con su configuración material propia.
Y todo debe desaparecer a su debido tiempo para ser reciclado.
En caso contrario el mundo se llenaría de residuos y no habría espacio para nuevos seres y ni tan solo los átomos podrían existir ni moverse,
ya que los átomos necesitan formar cuerpos y disgregar cuerpos constantemente.
La memoria sería una facultad desarrollada por el hombre para dejar de vivir una vida
" al día" en que olvida lo que ha pasado el día anterior y se vive según lo que se percibe inmediatamente en cada momento.

La memoria sería una habilidad artificial desarrollada por el hombre ,
Puesto que el estado natural de la mente humana es el olvido, el alzheimer, el no recordar nada de lo que ha pasado un día antes,
como les ocurre a los niños, que viven al día.
El pasado está perdido y no vuelve nunca pero el hombre se ha rebelado contra este mal y ha desarrollado la memoria,
que además es una facultad tan flexible que puede desarrollarse todavía más con el entrenamiento, como lo demuestran los campeones de concursos de memoria en la televisión.
La memoria es una rebelión contra la pérdida de lo vivido en el pasado.
Todo lo que hemos vivido en el pasado está perdido y no podemos soportarlo y por eso desarrollamos la memoria.
Si vemos hablar a los contertulios de un debate de televisión , sobre todo cuando hablan muy rápido porque están enfadados,
nos va a parecer estos contertulios ya no son los hombres-mono que se peleaban a muerte por una charca de agua,
sino que hace miles de años estos seres dejaron de ser hombres- monos para convertirse en hombres - lengua,
es decir,
en hombres que hablaban, para no tener que dedicarse a cualquier otra actividad más peligrosa ,
somos hombres que nos hemos convertido en movedores de mandíbulas , de lenguas y de faringes.

El hombre actual ya no es un asesino y un ladrón como fue en la prehistoria gracias a que se ha convertido en un animal que habla.
Parece como si todo el cerebro solo existiera para hacer que la faringe y la laringe se movieran muy rápido,
pues todo el aparato fonador, la lengua y las cuerdas bucales son explotadas hasta el límite de sus posibilidades por el hombre actual
que ha dejado a un lado el desarrollo de otras capacidades suyas más peligrosas, como la musculatura y las habilidades militares,
para dedicarse solamente a hablar.
La boca humana, por sus propios medios , solo es capaz de articular cuatro o cinco sonidos básicos, los que escuchamos cuando gritan los monos o chirrían los pájaros,
pero desde que nuestro cerebro se ha dedicado a entrenar a nuestra boca para que pueda pronunciar muchos más sonidos,
el aparato fonador humano se ha desarrollado hasta el punto de poder expresar cientos de sonidos y de palabras
y además de una manera rápida,
hablando rápido gracias a mover la mandíbula y la boca de una manera tal que no encontramos en ninguna otra parte del cuerpo humano, puesto que no se mueve ninguna otra parte del cuerpo humano así ni con tantas posibilidades de variación.
El hombre además habla más rápido o con más energía cuanto más airado está, cuanto más haya sido provocado o indignado por un contrincante. Así lo vemos en los debates de televisión.







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