El niño que no sabia estudiar

El niño que no sabía estudiar.

Érase una vez un niño que vivía en el barrio Madrinalejos, a las afueras de Madrid, la gente le conocía y apreciaba. Cada semana, uno de sus amigos Pipillo le visitaba y estaba con él, ellos podían estar en el césped tranquilamente, hablando de todo un poco, aunque la gran mayoría de las veces, los temas que solían tratar era sobre los problemas de Manulli.
Manulli tenía 25 años, se había licenciado en la Universidad Compluosen en Madrid. Sus estudios, los terminó muy bien, pero empezó mal. La política era su pasión, pero él no era honesto consigo mismo, debido a que copiaba los exámenes, le solía echar la culpa al sistema educativo, que nunca le enseñó cual era el significado de estudiar, esa palabra que para él era muy grande, pero que no sabía que significaba.
Él niño solía decir que en el sistema educativo actual, no interesaba mucho motivar a la persona, a través de la creatividad estableciendo como punto de referencia para desarrollar sus capacidades: la música, el arte de dibujar o escribir. Solo le hablaban de estudiar, pero el niño al ser muy vago, no quería, y le costaba.
Lo más importante fue que en el colegio la lectura le parecería muy aburrida y pesada, pero que con los años y la práctica, el niño se convertiría en un apasionado de ella.
Si cabe, él tenía un añadido, la dificultad de la tartamudez, además de ser un poco gordito. Siempre ha tenido alguna burla de alguno de sus compañeros, pero eso no le importaba mucho.
Así se enfrentaba a los inicios de la universidad, después de haber repetido un año de colegio, cuando llega, se encuentra con amigos, y se encuentra con que al no tener miedo al hablar, sus compañeros le escuchaban.
Podemos decir de Manulli, que era popular en la universidad, mucha gente se acercaba a él, incluso tenía relaciones con profesores, una vez Marcucho Romucho, le citó en un libro, eso para él, era un orgullo que un profesor tan destacado le citara.
Tenía algún conocido más como profesor, Azuchoso, ese señor era una persona mayor, muy entrañable y respetuoso, siempre trataba a sus alumnos de usted, el niño le contaba a Pipillo, una graciosa anécdota de este profesor, fue cuando les ofrecía zumo de vino a los muchachos, en el día de la constitución.
Manulli, en cuarto curso no se sentía muy bien, porque él había estado copiando desde el colegio sus exámenes.
Tuvo que ir al psicólogo por lo mal que se sentía, el psicólogo le aportó, que el estudiar era solo leer y comprender lo que se leía.
Manulli, si copiaba los exámenes, era porque no sabía estudiar, aunque sus padres le habían dicho mil veces como hacerlo, el chiquillo no hacía caso, el solo quería el resultado que era lo que le pedían.
La madre le dio por imposible en los temas de estudios, el niño se metía en su habitación, todo el mundo creía que estudiaba, pero solo se metía en el ordenador para un determinado Chat -para charlar sobre todo con chicas,-.
Descubrir esas cosas a su niñez, quizá no le vino muy bien, porque le incapacitó poder desarrollarse las relaciones amorosas.
Él hasta avanzada edad no ha tenido ninguna novia y quizá era un poco bruto en su trato con chicas, no ha tenido hermanas, y aunque su madre le educaba en la igualdad, él no contacto con muchas mujeres hasta que vivió con Rachel una chica inglesa en Macedonia, ya una vez terminada la universidad.
Aunque he de decir que tenía alguna amiga, hasta entonces su autoestima estaba baja, por su tartamudez y por su gordura.
Un día en las charlas con Pipillo, salió la conversación sobre lo que era estudiar, al chico le seguía costando, pero cada vez menos, debido a que estaba leyendo mucho y empezaba a tener una cierta comprensión lectora.
No era fácil para él aceptar que con la paciencia, la constancia y la lectura, sería el significado del estudio.
Así que en esa conversación, Manulli le dijo lo mal que se sentía. Aparecian pensamientos como ir a la comisaria y entregarse por farsante, porque se encontraba muy mal.
Incluso él pensó que podría terminar en la cárcel por su equivocación de no saber estudiar.
Pipillo le dijo, -no te preocupes Manulli, todo el mundo copia alguna vez, pero si te sientes tan culpable, puedes hacer dos cosas: ir al rectorado de la universidad para decírselo, o los dos últimos años de la universidad que te quedaban podría dar lo mejor de sí para pasar los cursos por su propio esfuerzo.
Entonces el niño con esfuerzo, con ayuda de su psicólogo, de sus amigos y con la ayuda de sus padres se recuperó del palo tan grande que se había llevado, debido a que él no quería ser un farsante.
Referido a la falsedad, eso no le gustaba, porque sus padres le han educado en la honestidad, pero no sabía el significado de estudiar, todo el mundo le repetía, estudia, estudia, estudia, pero él no sabía, por consiguiente una vez que supo, tuvo sus mejores años en la universidad, es cierto que en cuanto a las relaciones sociales, no hizo muchas esos años, debido a que estaría mucho tiempo encerrado en su casa.
Otra historia fue que en esos dos años consiguió superar una tartamudez que no lo había conseguido en quince años, y eso le hacía sentir frustrado, pero gracias a una profesora que él conoció llamada Doñica, mejoró sus problemas de dicción, estuvieron practicando la voz, a través de los poemas, de las canciones, de la respiración.
Ese año consiguió superar sus problemas gracias a su esfuerzo y a su entorno, ellos le motivaban para continuar y quizá tuvo suerte de encontrar a la mujer que le ofreció la oportunidad de expresarse con la palabra.
Él dejo de copiar y dejó de meterse en chats, él comenzó su hábito de la lectura, con lectura en voz alta, todos los días una hora.
En esa hora, uno de los ejercicios era practicar la lengua, ya que es un músculo que Manulli tenía atrofiado, y por eso no controlaba sus glándulas salivales cuando hablaba y él esparcía mucha saliva.
Además, agradecer tendría el niño, a un profesor que le despertó su creatividad, él pensaba que no la tenía.
El profesor le dijo que todo "ser" es un ser creativo, solamente debemos encontrar la motivación adecuada, le hablaron de salir de su zona de confort, a si mejoraría como persona y su desarrollo personal, esa asignatura le encantó a Manulli.
En esa misma asignatura él hizo una exposición, la cual era la "Filosofia del Federalismo" donde el denominador común era un cambio de valores en la sociedad, donde el sistema económico, deje paso a la persona y a lo humano, considerándose la persona como un eje central en la espiral de la vida.
En esa exposición, llevó a dos amigos, Morunsky y Ruthsky para que le ayudaran con canciones las cuales habían escrito para motivar a la gente, estos amigos estaban estudiando Educación Social, y las canciones eran relacionadas con no perder el tiempo en filosofía barata, empecemos a apreciar a la gente que tenemos a nuestro lado, empecemos a sonreír un poco más y a estar satisfechos con lo que hacemos.
En la exposición, el profesor le pedía estudiar un cambio de sistema en la sociedad, pero el niño le debe dar las gracias, ya que le despertó la creatividad.
La forma de hacerlo era ofrecer un cambio en las maneras de dar las exposiciones, y que sobretodo fuera entretenido para que los alumnos se quedaran con el tema principal de la exposición.
Pipillo siempre esta con Manulli igual que muchos de sus amigos en los momentos que de verdad importan, en esos momentos, la gente de su entorno, ayudaron a recuperarse de su trauma a Manulli el cual salió de su zona de confort que era el no estudiar, para ir hacia un nuevo camino, siendo el camino del saber y el camino del ser una persona que se respeta a sí misma.
Por eso la amistad, es algo que se trabaja con el tiempo, el respeto consiste en hacernos como ser humanos, y la vida con los años, nos hace ser mejores personas y querernos.
Érase una vez un niño que vivía en el barrio Madrinalejos, a las afueras de Madrid, la gente le conocía y apreciaba. Cada semana, uno de sus amigos Pipillo le visitaba y estaba con él, ellos podían estar en el césped tranquilamente, hablando de todo un poco, aunque la gran mayoría de las veces, los temas que solían tratar era sobre los problemas de Manulli.
Manulli tenía 25 años, se había licenciado en la Universidad Compluosen en Madrid. Sus estudios, los terminó muy bien, pero empezó mal. La política era su pasión, pero él no era honesto consigo mismo, debido a que copiaba los exámenes, le solía echar la culpa al sistema educativo, que nunca le enseñó cual era el significado de estudiar, esa palabra que para él era muy grande, pero que no sabía que significaba.
Él niño solía decir que en el sistema educativo actual, no interesaba mucho motivar a la persona, a través de la creatividad estableciendo como punto de referencia para desarrollar sus capacidades: la música, el arte de dibujar o escribir. Solo le hablaban de estudiar, pero el niño al ser muy vago, no quería, y le costaba.
Lo más importante fue que en el colegio la lectura le parecería muy aburrida y pesada, pero que con los años y la práctica, el niño se convertiría en un apasionado de ella.
Si cabe, él tenía un añadido, la dificultad de la tartamudez, además de ser un poco gordito. Siempre ha tenido alguna burla de alguno de sus compañeros, pero eso no le importaba mucho.
Así se enfrentaba a los inicios de la universidad, después de haber repetido un año de colegio, cuando llega, se encuentra con amigos, y se encuentra con que al no tener miedo al hablar, sus compañeros le escuchaban.
Podemos decir de Manulli, que era popular en la universidad, mucha gente se acercaba a él, incluso tenía relaciones con profesores, una vez Marcucho Romucho, le citó en un libro, eso para él, era un orgullo que un profesor tan destacado le citara.
Tenía algún conocido más como profesor, Azuchoso, ese señor era una persona mayor, muy entrañable y respetuoso, siempre trataba a sus alumnos de usted, el niño le contaba a Pipillo, una graciosa anécdota de este profesor, fue cuando les ofrecía zumo de vino a los muchachos, en el día de la constitución.
Manulli, en cuarto curso no se sentía muy bien, porque él había estado copiando desde el colegio sus exámenes.
Tuvo que ir al psicólogo por lo mal que se sentía, el psicólogo le aportó, que el estudiar era solo leer y comprender lo que se leía.
Manulli, si copiaba los exámenes, era porque no sabía estudiar, aunque sus padres le habían dicho mil veces como hacerlo, el chiquillo no hacía caso, el solo quería el resultado que era lo que le pedían.
La madre le dio por imposible en los temas de estudios, el niño se metía en su habitación, todo el mundo creía que estudiaba, pero solo se metía en el ordenador para un determinado Chat -para charlar sobre todo con chicas,-.
Descubrir esas cosas a su niñez, quizá no le vino muy bien, porque le incapacitó poder desarrollarse las relaciones amorosas.
Él hasta avanzada edad no ha tenido ninguna novia y quizá era un poco bruto en su trato con chicas, no ha tenido hermanas, y aunque su madre le educaba en la igualdad, él no contacto con muchas mujeres hasta que vivió con Rachel una chica inglesa en Macedonia, ya una vez terminada la universidad.
Aunque he de decir que tenía alguna amiga, hasta entonces su autoestima estaba baja, por su tartamudez y por su gordura.
Un día en las charlas con Pipillo, salió la conversación sobre lo que era estudiar, al chico le seguía costando, pero cada vez menos, debido a que estaba leyendo mucho y empezaba a tener una cierta comprensión lectora.
No era fácil para él aceptar que con la paciencia, la constancia y la lectura, sería el significado del estudio.
Así que en esa conversación, Manulli le dijo lo mal que se sentía. Aparecian pensamientos como ir a la comisaria y entregarse por farsante, porque se encontraba muy mal.
Incluso él pensó que podría terminar en la cárcel por su equivocación de no saber estudiar.
Pipillo le dijo, -no te preocupes Manulli, todo el mundo copia alguna vez, pero si te sientes tan culpable, puedes hacer dos cosas: ir al rectorado de la universidad para decírselo, o los dos últimos años de la universidad que te quedaban podría dar lo mejor de sí para pasar los cursos por su propio esfuerzo.
Entonces el niño con esfuerzo, con ayuda de su psicólogo, de sus amigos y con la ayuda de sus padres se recuperó del palo tan grande que se había llevado, debido a que él no quería ser un farsante.
Referido a la falsedad, eso no le gustaba, porque sus padres le han educado en la honestidad, pero no sabía el significado de estudiar, todo el mundo le repetía, estudia, estudia, estudia, pero él no sabía, por consiguiente una vez que supo, tuvo sus mejores años en la universidad, es cierto que en cuanto a las relaciones sociales, no hizo muchas esos años, debido a que estaría mucho tiempo encerrado en su casa.
Otra historia fue que en esos dos años consiguió superar una tartamudez que no lo había conseguido en quince años, y eso le hacía sentir frustrado, pero gracias a una profesora que él conoció llamada Doñica, mejoró sus problemas de dicción, estuvieron practicando la voz, a través de los poemas, de las canciones, de la respiración.
Ese año consiguió superar sus problemas gracias a su esfuerzo y a su entorno, ellos le motivaban para continuar y quizá tuvo suerte de encontrar a la mujer que le ofreció la oportunidad de expresarse con la palabra.
Él dejo de copiar y dejó de meterse en chats, él comenzó su hábito de la lectura, con lectura en voz alta, todos los días una hora.
En esa hora, uno de los ejercicios era practicar la lengua, ya que es un músculo que Manulli tenía atrofiado, y por eso no controlaba sus glándulas salivales cuando hablaba y él esparcía mucha saliva.
Además, agradecer tendría el niño, a un profesor que le despertó su creatividad, él pensaba que no la tenía.
El profesor le dijo que todo "ser" es un ser creativo, solamente debemos encontrar la motivación adecuada, le hablaron de salir de su zona de confort, a si mejoraría como persona y su desarrollo personal, esa asignatura le encantó a Manulli.
En esa misma asignatura él hizo una exposición, la cual era la "Filosofia del Federalismo" donde el denominador común era un cambio de valores en la sociedad, donde el sistema económico, deje paso a la persona y a lo humano, considerándose la persona como un eje central en la espiral de la vida.
En esa exposición, llevó a dos amigos, Morunsky y Ruthsky para que le ayudaran con canciones las cuales habían escrito para motivar a la gente, estos amigos estaban estudiando Educación Social, y las canciones eran relacionadas con no perder el tiempo en filosofía barata, empecemos a apreciar a la gente que tenemos a nuestro lado, empecemos a sonreír un poco más y a estar satisfechos con lo que hacemos.
En la exposición, el profesor le pedía estudiar un cambio de sistema en la sociedad, pero el niño le debe dar las gracias, ya que le despertó la creatividad.
La forma de hacerlo era ofrecer un cambio en las maneras de dar las exposiciones, y que sobretodo fuera entretenido para que los alumnos se quedaran con el tema principal de la exposición.
Pipillo siempre esta con Manulli igual que muchos de sus amigos en los momentos que de verdad importan, en esos momentos, la gente de su entorno, ayudaron a recuperarse de su trauma a Manulli el cual salió de su zona de confort que era el no estudiar, para ir hacia un nuevo camino, siendo el camino del saber y el camino del ser una persona que se respeta a sí misma.
Por eso la amistad, es algo que se trabaja con el tiempo, el respeto consiste en hacernos como ser humanos, y la vida con los años, nos hace ser mejores personas y querernos.