el problema del sistema político mesoamericano

June 16, 2017 | Autor: Reynaldo Lemus | Categoria: Mesoamerican Archaeology
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EL PROBLEMA DEL SISTEMA DE GOBIERNO MESOAMERICANO, NUEVAS PROPUESTAS A LAS ANTIGUAS DEFINICIONES: EL CASO DEL ALTIPLANO MEXICANO Y SUS VECINOS Arqlgo. Reynaldo Lemus Nieto México DF. Noviembre de 2015 El presente escrito es el resultado obtenido en el lapso de unas cuatro décadas en la ciencia arqueológica, de la cual se investiga en su aspecto superestructural, en la parte correspondiente a su forma de gobernarse, su sistema político. El problema consiste en que este ha sido definido desde inicios de la colonia, con una perspectiva totalmente eurocéntrica, ubicándolo como un gobierno basado en las relaciones de parentesco, las conocidas monarquías dirigidas por reyes o en este caso señores. Como es evidente, ya son casi cinco siglos que ha dominado la versión europea sobre cómo estaban constituidas las sociedades que habitaron Mesoamérica, de tal manera que es justo y necesario, que se busque una explicación alterna a los diferentes aspectos de estas sociedades. En este caso se abordará el sistema de gobierno, se usará como respaldo académico, una corriente teórica generada en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, la que fue relegada al olvido en la década de los ochenta del siglo pasado, siendo así que ha sido difícil asignarle un nombre, ya que ha sido llamada estructural, neoevolucionista, multievolucionista, ecologista, pero independientemente de su designación, lo relevante es que de los integrantes de esta corriente teórica, los planteamientos principales son de Paul Kirchhoff, Ángel Palerm y Luis Reyes. De estos investigadores se toman como premisa lo planteado por Ángel Palerm, el que propone que América debe de ser interpretada por ella misma, es decir con teorías o explicaciones fundadas en eventos o elementos propios. Actualmente esta información sólo se puede encontrar el registro arqueológico, en los elementos que lo conforman, ya que es imposible que pudiesen estar contaminados por influencias foráneas, pero debido a lo específico de la información que contiene, su interpretación mucha de las veces se hace siguiendo lo propuesto por los primeros escritos de la colonia, las fuentes.

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Así mismo se ubicó el espacio geográfico donde ejercían su poder los Tlatoque, teniéndose el sitio al que se denominará Tlatocayotl rector o Hueytlatocayotl, este lugar se va a diferenciar de los demás sitios, por qué en él se van a encontrar dos edificaciones emblemáticas, una es el Tecpan, espacio arquitectónico en el que se reunía la clase de los Tlatoque para gobernar. El segundo edificio es el que va a servir como elemento diagnostico, de que el sitio es un Tlatocayotl rector, siendo este donde se encontraban los altares donde se perforaban partes de la cara entre ellas la nariz, este edificio es el Cuauhcalli o casa de las águilas. Para encontrar los fundamentos de esta organización política que se perfila con estos dos elementos, de los gobernantes y el espacio geográfico, se ubicaron los componentes ideológicos que permitían la interacción de dichos elementos. Este era una dualidad, binomio, pareja, etcétera, la que fue atribuida a la especie animal usándose en este caso al águila o Cuauhtli y el Ocellotl o felino. Este binomio era el que regía las relaciones entres las diferentes sociedades, de tal manera que se rebasa en mucho la conceptualización que de estos dos símbolos se ha hecho a través del tiempo, los que han sido ubicados como asociados a una característica que los contrapone, uno es noche, otro es día, así como cielo-tierra y otros más. TORIBIO DE BENAVENTE. MOTOLINIA

Para empezar a tratar de dilucidar la problemática referente a la función de los Tlatoque, es conveniente hablar de la versión que contienen las diferentes fuentes, que relatan la forma en que se llevaba a efecto el acto de iniciación a esta jerarquía y que como se ha mencionado consiste en la ceremonia de la perforación de la nariz; se puede decir que un buen número de éstas se ocupan de describir este aspecto, entre ellas podemos mencionar a: Toribio de Benavente o Motolinia, Antonio López de Gomara, Bartolomé de las Casas, Alonso de Zorita, Diego Muñoz Camargo, Gerónimo de Mendieta, Diego Durán, Juan de Torquemada y Mariano Echeverría y Veytia. Todos estos autores manejan una misma versión, con ligeras variantes, que no afectan el cuerpo principal de la descripción del ritual, antes bien se complementan para hacer más amplia y

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detallada la narración de este acto. Siendo los más destacados los escritos de Toribio de Motolinía en sus "Memoriales", la que junto con "La Historia de los Indios de la Nueva España", son asignados a una fecha de elaboración en la década de los cuarenta del siglo XVI, información que vuelve a ser retomada hasta trabajos muy posteriores, ya entrado el siglo XVIII, con los escritos de Mariano Echeverría y Veytia. Ante esta situación se creyó conveniente hacer la cita textual de una parte del texto de Motolinía respecto a dicha ceremonia, por ser el primer documento conocido que nos relata este acto. La cita es tomada de la obra llamada El Libro Perdido (Motolinía, 1989), de Edmundo O’ Gorman y colaboradores, el capítulo XIII, que lleva por nombre: “De las ceremonias, penitencias y gastos que hacía el que, en las provincias de Tlaxcallan, Huexocinco y Cholollan, cuando era promovido al ditado y señorío de Tlecuytli.” Cuando en las provincias de Tlaxcallan, Huexotzinco y Cholollan querían promover algún hijo de señor a la dignidad y título de tecuitli, que era la mayor que entre ellos había,…[y] acompañaban al mancebo hasta la casa del demonio principal, que llamaban Camaxtle y entrados en el patio subían al mancebo a lo alto del templo, y hecho acatamiento a los ídolos y puesto de rodillas, venía el ministro mayor del templo, y con [una] uña de águila y un hueso de tigre delgado como punzón, horadábanle encima de las ventanas de la nariz, y en cada parte le hacían pequeño agujero, y allá le ponían una piedrecitas de azabache negro, porque en esta tierra hay azabache de otras colores (Motolonía 1989: p. 567). LA HISTORIA TOLTECA CHICHIMECA

Ante esto la existencia de una crónica llamada la Historia Tolteca Chichimeca, de la región de Cuauhtinchan en el Estado de Puebla, la cual aporta información de vital importancia con respecto a la función del Tecuhtli, donde la versión que se presenta precisa la información de Motolinia y aporta nuevas direcciones para

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buscar la estructura esta función de los Tlatoque, la cual va en el sentido de entrelazar las causas de la salida de Chicomoztoc de los Tepilhuan Chichimeca, que obedece principalmente a su condición guerrera y para que se pueda llevar a cabo esta alianza bélica entre los Tolteca Chichimeca y los Tepilhuan Chichimeca, estos últimos deben de portar la nariguera, símbolo del Tecuhtli. La manera en que describe las circunstancias bajo las cuales se otorga la nariguera, proporciona datos menos contaminados que otras fuentes no solamente sobre estos tópicos, y con ello se puede inferir como estaban estructurados y funcionaban los términos que se analizan y que en este caso está referido al gobernante principal. De este documento entraremos directamente al pasaje donde se habla del tema de la perforación de la nariz y esta se va a encuadrar después de que los Tolteca Chichimeca vencen a los Olmeca Xicalanca. Esta victoria trae como consecuencia que los Xochimilca y los Ayapanca emprendan una guerra de reconquista de la región poblana, por encontrarse estos últimos emparentados con los Olmeca; ante tal situación Tezcatlipoca el Dios de los Tolteca les ordena: Icxicouatl y a ti Quetzaltehueyac, vayan allá a Colhuacatepec - Allá están otros chichimecas grandes Tiyacauh, varones, conquistadores; ellos destruirán a sus enemigos los xochimilca y ayapanca; - no lloren, vayan a traer a los chichimecas!- ruéguenles mucho- ea! pongan atención, eso es todo lo que les ordeno (Kirchoff et al, 1976: pp. 158 159). Como consecuencia de ese encuentro los habitantes de Chicomoztoc, adquieren el uso de la lengua nahua, lo cual consiguen al realizar la acción de comer maíz; este suceso es celebrado con un canto, donde el maíz lo da a comer Icxicohuatl, el cual sacan de un chitaco y en este acto, además se otorga el nombre a los personajes: Aquiauatl, Teuhctlecozauhqui, Tecpatzin, Tzontecomatl y Moquiuix. Este acto de comer el maíz hace aptos a los Tepilhuan para que lleven a cabo el ayuno de los Tlatoque.

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En la lámina IX (F 20r Ms. 54-58 p. 35), en que se ilustra este acto, se ven acostados en el mezquite blanco los siguientes personajes: Teuhctlecozauhqui con el signo de Cuauhtli como el animal que le asiste en el ayuno; Aquiauatl con Ocellotl; a Tzontecomatl le corresponde Cuauhtli y al tlaxcalteca Tecpatzin le acompaña Ocellotl. Y su rasgo más determinante consistió en que: Cuatro días ayunaron, para ello nuestro padre, nuestro conquistador, se acostó en las ramas del mezquite blanco, los Tepilhuan Chichimeca hicieron ayuno, pasaron aflicción durante cuatro noches y cuatro días. Al ayunar y padecer, el águila y el jaguar les dieron de beber, les dieron de comer…luego Icxicouatl y Quetzaltehueyac le perforaron el septum a los Tepilhuan Chichimeca con el hueso de águila y el hueso de jaguar. (Kirchoff , 1976: p. 171). (Figura 1)

FIGURA 1- EL AYUNO DE LOS TLATOQUE EN EL MEZQUITE SAGRADO (HTCH, LÁMINA IX- F20r MS. 54-58 P. 35)

FIGURA 2- LA PERFORACIÓN DE LA NARIZ, PARA PORTAR LA NARIGUERA (HTCH LÁMINA VIII F 21r MS 46-50)

En la escena principal de esta lámina se encuentran cuatro personajes, siendo el más representativo Quetzaltehueyac, éste se encuentra cara a cara con los tres

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Tepilhuan a los que les da de comer una mazorca de maíz que saca de su chitaco; éstos personajes se distribuyen de izquierda a derecha en el siguiente orden: Moquiuix, Teuhctlecozauqui y Aquiauatl; en la parte inferior se encuentra en el mismo orden Couatzin, Tzontecomatl y Tecpatzin y a éstos les va a perforar la nariz Icxicouatl, que junto con Quetzaltehueyac, comparten el papel principal y van a ir pintados de negro, como investidores de Teuhctli. (Figura 2) Al terminar el ayuno de cuatro días y cuatro noches, requeridos para que les fuera perforada la nariz, se les dan las esteras, los asientos, por parte de los tolteca de Cholula y a lo primero que se dedican es a servir a su dios, diciendo que se hará de la siguiente manera: “Ea, hagamos crecer, hagamos que (el dios) desee -Tomemos por la base el quauhxicalli, al tonacapiaztle!- Tal vez estamos haciendo pasar hambre a nuestro creador, a nuestro hacedor! -Ea completemos la obra-“ (Kirchoff, 1976: pp.173-174). Lo anteriormente descrito, es de una de las fuentes que presenta una información concisa y con pictografías de la problemática de este escrito y nos muestra en primera instancia información entendible de la importancia de los Tlatoque, ya que para que se establezca esta alianza es necesario que los Tepilhuan porten la nariguera y para que se les perfore la nariz necesitan conocer la lengua nahua, cosa a la que acceden comiendo el maíz de unas mazorcas. Esta manera de describir como se otorgaba el uso de la nariguera es obvio un discurso metafórico, o en el mejor de los casos simbólico, del cual se deben de extraer los datos que puedan ser sacados de este contexto idealizado, y tratar de ubicarlos en un contexto más apegado al hecho acaecido. Con esto tenemos que la información histórica se nutre entre sí para presentarnos su versión de lo que consiste la clase de los Tlatoque, esto ha ocasionado que al tenerse mezclado los datos reales con discursos fabulosos o legendarios, la mayoría de las veces al momento de aplicar la interpretación de esta información, el discurso idealizado domina al hecho social, ocasionando que las interpretaciones hechas sobre estas bases historicistas sean incompletas y algunas de las veces erróneas.

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LAS FUENTES DEL ÁREA SUR DE MESOAMÉRICA

Para sustentar un poco más la información histórica y al mismo tiempo visualizar la existencia de la ceremonia de perforación de la nariz, para acceder a la clase de los Tlatoque en cualquier área de Mesoamérica y en este caso la zona maya, se presenta información relacionada a este tema, tenemos las referencias para el extremo sur de Mesoamérica, en la república de Guatemala en al área Quiche, donde el Título de Totonicapan, presenta información relacionada con la ceremonia de perforación de la nariz, de este documento que los autores Robert M. Carmack y James L Mondloch, lo sitúan hacia una etapa que denominan epitolteca. En el folio 28r es donde la información es más concreta acerca de la perforación de la nariz, esta fuente nos informa que: Vamos a decir y a presentar todo cuanto escogieron a los señores. Aquí tuvo lugar la perforación de Q’uikab, C’awisimaj, Tecun y Tepepul, los de la gente Q’uikab. Había cuatro palios sobre el trono del Ajpop y tenía plumas verdes y la flauta. Había tres palios sobre el Ajpop C’amjá: El Nimá Rajpop Achij tenía dos palios sobre él. Y el Ch’uti Rajpop Achij sólo uno. Fueron seleccionados en Paxicajá. Los señores que tenían dos palios fueron perforados y cortados con: las piedras negras y amarillas, el saca-sangre, el palo rojo, la cola de venado, el brazalete, las garras de águila y jaguar, los caracoles, la red de tabaco, las plumas de garza y las varias piedras preciosas. Usaron piedras preciosas para cerrar las narices del los Ajpop y Ajpop C’amjá, quienes fueron abiertos y perforados aquí en Q’uiché Chik’umarcaaj, en el pueblo de Q’uiché (Carmark 1985, p. 196). Existe otra información de la perforación de la nariz, en el texto de los Anales de los Cakchiqueles, en el párrafo 25 se mencionan que: Llegaron ante los hijos de Valil, los hijos de Tzunún; llegaron ante Mevac y Nacxit que era en verdad un gran rey. Entonces los

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agasajaron y fueron electos Ahauh Ahpop y Ahpop Qamahay. Luego los vistieron, les horadaron la nariz y les dieron sus cargos y las flores llamadas Cinpual. Verdaderamente se hizo querer de todos los guerreros. Y dirigiéndose a todos, dijo el Señor Nacxit: “Subid a estas columnas de piedra, entrad a mi casa. Os daré a vosotros el señorío, os daré las flores Cinpuval Taxuch. No les he concedido la piedra a otros”, agregó. Y en seguida subieron a las columnas de piedra. De esta manera se acabó de darles el señorío en presencia de Nacxit y se pusieron a dar gritos de alegría. Al tenerse esta información histórica sobre este tipo de gobernante, debe de ser respaldada con datos arqueológicos, en este caso existen los altares y por ende el edificio donde se llevaba a cabo la perforación de la nariz y otras partes del cuerpo. MALINALCO ESTADO DE MÉXICO

En los anales de la arqueología, la existencia de elementos que se relacionaran al estrato que se ha denominado como los Tlatoque, se encuentran en primer término los reportados por García Payón en las temporadas que arrancan en 1936 en el sitio de Malinalco en el Estado de México, que son de hecho las investigaciones pioneras y casi exclusivas sobre este tipo de sitios, al grado que este investigador acuña un término que ha dominado este campo, por lo llamativo para definir ciertas estructuras existentes en el sitio y que él las relaciona directamente a la ceremonia donde se perforaba la nariz, el término Cuauhcalli al que traduce como casa de las águilas. En cuanto a la función del santuario llega a considerar que éste pertenecía exclusivamente a la organización militar de los caballeros del Sol, es decir los Cuauhtli y los Ocellotl (Cuacuauhtin), conocidos por los caballeros tigre y águila. Argumenta esta hipótesis en el marcado simbolismo de estos animales y la importancia que se les daba en la mitología y en los ritos, para los mexicanos el águila era el símbolo del Sol y el felino era el que se comía al Sol en los eclipses, también era asociado a la luna (Figura 3).

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FIGURA 3.- LOS CUATRO ALTARES DE LOS TLATOQUE DE MALINALCO

Con respecto a estos cuatro elementos que se encuentran al interior del templo monolítico, la figura central ha sido considerada como el altar donde se acostaba el aspirante (Figura 4), quedando en duda la función de las tres restantes figuras ubicadas en la banqueta en el semicírculo, siendo estos el Ocellotl al centro y en los extremos los dos Cuauhtli. En este caso se propone con un alto grado de seguridad, que son también altares de perforación (Figura 5).

FIGURA 4.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE, EN EL ALTAR CENTRAL DE MALINALCO (Tomado de Hernández Rivero, 1993)

FIGURA 5.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE, EN LOS ALTARES SOBRE LA BANQUETA CIRCULAR DEL CUAUHALLLI (Foto cortesía del INAH)

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TIZATLÁN TLAXCALA

Existe otro sitio con similares aunque no idénticos altares de iniciación, los cuales al ser trabajados en 1927 en el poblado de Tizatlán Tlaxcala, por Eduardo Noguera y Alfonso Caso, los consideran como altares de sacrificio humano, definición que fue aceptada y nunca se discutió esta versión a pesar de que a Alfonso Caso le quedaba la duda de que fueran altares de sacrificio humano, permaneciendo congelada desde aquellos años. En el año de 1990 en el seminario Alfonso Caso, en el museo de Antropología es presentada una interpretación de los altares de Tizatlán Tlaxcala. Esta versión de los investigadores Arturo Fernández Ruiz y Nazario Sánchez Mastranzo (Fernández et al., 1990) contradice totalmente la función que le había asignado en un primer inicio Eduardo Noguera y en menor medida Alfonso Caso, ya que estos altares van a funcionar como elementos para la perforación de la nariz, dejando de lado que sean de sacrificio humano. El edificio de los altares en Tizatlán, lo más característico son estas dos estructuras interiores, es que se encuentran decoradas con pinturas tipo códice, en tres de sus cuatro caras (Figuras 6 y 7).

FIGURA 6 y 7.- PERSPECTIVA QUE MUESTRA LAS COLUMNAS QUE SOSTENÍAN EL TECHO DE LA ESTRUCTURA, DONDE SE OBSERVA QUE ES UN EDIFICIO INDEPENDIENTE

Estas estructuras se encontraron debajo del Tecpan de Xicoténcatl, que se hallaba en funciones al arribo de los europeos a estas tierras, por tal situación estas

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estructuras y por ende el sitio mismo son más antiguas que las encontradas en Malinalco, pero asignarles un temporalidad es cosa muy difícil, ya que solamente se han detectado hasta el momento, solo dos etapas de ocupación, de tal manera que una correspondería a la etapa de los altares y la otra estaría representada por la etapa del Tecpan de Xicotencatl . Los investigadores anteriormente citados, hacen el análisis de los motivos representados en los altares, recurren al estudio de las fuentes y a la analogía con los códices, logrando identificar la función de los altares, redefiniéndolos como altares de iniciación o por decirlo en otras palabras, los relacionan con el lugar donde se llevaba a efecto la perforación de la nariz para obtener el rango de Tecuhtli, en el territorio tlaxcalteca. Independientemente de la interpretación de los motivos que decoran a los altares, relacionados con eventos astronómicos, lo destacado es la manera que logran hacer corresponder las imágenes de los códices Becker I (Figura 8), el Colombino (Figura 9), Nutall (Figura 10), con los altares de Tizatlán.

FIGURA 8.- IMAGEN DEL CUAUHCALLI Y SU PLATAFORMA, CON LA ESCENA DE LA PERFORACIÓN DE LA NARIZ, CÓDICE BECKER (Tomado de www.famsi.org)

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FIGURA 9.- EL CUAUHCALLLI Y LOS PARTICIPANTES EN EL CÓDICE COLOMBINO (UNL/www)

FIGURA 10.- LA PERFORACIÓN DE LA NARIZ CÓDICE NUTALL (Tomado de Dover Publications, 1975)

Las imágenes representadas dan una aproximación a la manera en que acomodaba el aspirante y por ende el oficiante en estos códices, de tal manera la posición del oficiante parado sobre la superficie del altar y el aspirante recostado en la cara frontal del altar y la cabeza reposando en dicha espacio, lo que da como resultado, que la posición y la forma del altar en estos tres códices, son similares a la manera en que se realizaba esta ceremonia en los altares tlaxcaltecas, de tal manera que el aspirante apoyaba la espalda en la cara sur del altar y la cabeza acomodada en el semicírculo central sobre la plataforma del altar, por lo que quedaba sentado y con los pies recogidos.

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FIGURA 11.- POSICIÓN DEL ASPIRANTE EN LOS ALTARES DE TIZATLÁN, SIMILAR A LA DE LOS CÓDICES MIXTECO

FIGURA 12.- LA FUNCIÓN DEL SEMI CÍRCULO EN LA PARTE CENTRAL Y DE LA CANALETA EN LA CARA SUR DE LOS ALTARES DE TIZATLÁN

EL EDIFICIO DE GOBIERNO O TECPAN Las grandes dificultades que existen hoy en día con respecto a la definición del Tecpan, sucede porque siguen en la línea de ubicarlo como algo similar al europeo, esto ocasiona que las evidencias que se buscan son en ese sentido, por lo que se recurre mucho a buscar la evidencia ocupacional del sitio, tomando muy en cuenta las áreas habitacionales, para poder relacionarlas con el o los edificios que consideran como Tecpan. Con respecto a este edificio ha sido encasillado como un lugar exclusivo del gobernante hereditario, donde llevaba a cabo diversos actos de la vida cotidiana de un gobernante o ceremonias, además de gobernar. Esta manera de conceptualizar al edificio de gobierno, ha sido establecida en los primeros siglos de la colonia y es una más de esas explicaciones eternas e inamovibles del pasado mesoamericano. Pero esos mismos documentos que sellaron la definición del Tecpan, presentan información en un sentido muy diferente, que se llega a contraponer con esa información de inicios de la colonia, algo que parecería impensable en la comunidad académica y así parece ser. En 1980 es ubicada en Glasgow Escocia, la Relación Geográfica de Tlaxcala, la cual es la continuación de la Historia de Tlaxcala de Muñoz Camargo o bien esta última es parte de la Relación Geográfica, de tal manera que esta información inicial se amplía en gran medida, además del texto contiene un buena cantidad de

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láminas, que tienen una relación con el Lienzo de Tlaxcala. De esta información hay una parte que ha sido ignorada por la comunidad académica interesada en el tema del Tecpan, debido al mencionado regionalismo académico, ya que describe con datos en una amplia descripción del edificio y a esto se aúna que se presenta un croquis del centro ceremonial de Tizatlán, donde se parecían con seguridad el Tecpan y el Teocalli que se encuentra debajo de la Capilla Abierta del sitio. Para describir el Tecpan del sitio rector, se utiliza la información de los escritos de Diego Muñoz, escritor tlaxcalteca, quien nos aporta datos que precisan de una manera clara, la forma en que estaban jerarquizados los Tlatoque de Tlaxcala, y lo más interesante es que nos da una muy buena descripción del Tecpan de Xicoténcatl, no solo del edificio sino de su organización al interior de la manera en que se acomodaban los diferentes Tlatoque que conformaban este Tlatocayotl de Tlaxcala (Figura 13).

FIGURA 13.- CROQUIS DEL CENTRO CEREMONIAL DE TIZATLÁN Y EN PRIMER PLANO EL TECPAN DE XICOTÉNCATL. (LÁMINA PROPORCIONADA POR RICARDO MENDOZA CRTLAX INAH)

Diego Muñoz Camargo, menciona que ha estado muchas veces en las casas y palacios de Xicoténcatl, procediendo a describir estas estructuras o edificios, respecto al Tecpan nos refiere que:

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En torno a esta sala, hay un poyo de cinco pies de ancho y de alto, de dos, donde tienen cantidad de esteras puestas echas de enea que llaman los naturales Petlates, y unas banquillas de madera, bajas, de una pieza, concavadas, en que se asientan, otras hacen de enea y espaldares de lo mismo, arrimadas a las paredes, las cuales llaman Icpalli o Icpales, todas puestas como referido tenemos, por gran orden, desde el fogón, por la mano derecha, que da vuelta en torno por toda la sala, y lo propio hace por la mano siniestra. Y la persona de más dignidad y más señor, se asienta y tiene su asiento a la mano derecha del fogón, y, el que no era tan preeminente, a la mano siniestra; y de esta forma van sucediendo en sus asientos, según su valor, y dignidad y merecimiento. En este lugar trataban sus negocios, y hacían sus ayuntamientos y consejos, o según su calidad. Y, ansí mismo, servía esta gran pieza para sus convites y banquetes y fiestas, en medio de la cual hacían sus bailes y danzas. (Muñoz, 1984: pp. 61-62) La información anteriormente mencionada, nos plantea una manera clara y concisa de cómo estaba organizada la clase de los Tlatoque y que el personaje con más dignidad se sentaba a la derecha del brasero y el de menor calidad a la izquierda, lo que a grandes rasgos consiste en un Tecuhtli central o el más dominante y los demás integrantes de esta clase se ubicaban en dos alas o lados, siendo estos el izquierdo y el derecho. Como es de esperarse el Tecuhtli principal obviamente pertenecía a una de estas dos líneas, y esto era lo que marcaba un lado fuerte o cercano y uno más alejado o débil, pero es difícil decidir cómo se encontraba la distribución interna del poder o los grados entre los dos lados. Por lo que respecta a la información arqueológica sobre el Tecpan de Tizatlán, existe el muro poniente de este edificio, de tal manera que es hasta la fecha el único sitio con la presencia de restos fidedignos de este Tecpan. Por lo que respecta a los restos arqueológico de este Tecpan y siguiendo la información del croquis de Muñoz Camargo están representados por el muro Oeste y restos de las escalinatas de acceso. (Figura 14).

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FIGURA 14.- EL MURO OESTE DEL TECPAN DE XICOTÉNCATL, EN LA ACTUALIDAD

LA COMPOSICIÓN DEL TECPAN

Los datos de Muñoz Camargo mencionan que en el Tecpan de Tizatlán, lo ocupaban un cierto número de Tlatoque, con una jerarquización regida por su ubicación en torno al gran bracero, donde deja abierta la opción a una división bipartita entre la derecha y la izquierda, la cual es corroborada por la Historia Tolteca Chichimeca, en el pasaje donde los Tolteca Chichimeca, llegan a Chicomoztoc para buscar el apoyo militar de los Tepilhuan Chichimeca y en el dialogo que establecen, los Tepilhuan dicen que no se encuentran solos en las cuevas y agregan lo siguiente: ”acaso a mí solo me necesitan y me buscan para la guerra y para el dardo y el Tehuehuelli, que son mi merecimiento y mi mandato, cuando a mi izquierda y mi derecha están el Xicotli y el Pepeyolli ?” (Kirchoff et al, 1976: pp. 166-167), los tolteca responden que es a todos los Tepilhuan Chichimeca, entre los que se incluyen los Xicotli y los Pepeyolli, a los que buscan para: enflorar y saludar.

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En este caso la fuente indica que además de estas siete sociedades llamadas Tepilhuan Chichimeca, estas a su vez, están integradas o conformadas por un lado izquierdo y un derecho, donde los animales simbólicos están representados por dos insectos voladores con aguijón, el pepeyolli y el xicote, dato que confirma la existencia de esta dualidad en la organización, la derecha y la izquierda y da una información adicional muestra que la utilización de animales como símbolos, es de varias especies, desde aves, felinos, insectos, lo que deja abierto el uso de otras especies y entre ellas los ofidios, uno de los animales más conocidos en la simbología mesoamericana. En este mismo rubro se pueden situar muchos de los animales que aparecen en códices y elementos arqueológicos, como serían, los alacranes, mariposas, venados, arañas, primates y muchos más que se hallan representados, siendo el único problema ubicarlos en su exacta dimensión, es decir, como funcionaban en esas sociedades. Esta situación de un Tecuhtli central y a su lado izquierdo y derecho los Tlatoque restantes es reportada por Chimalpain para el sitio de Culhuacan en la actual Iztapalapa, donde se mencionan a los sitios de Tollan y Otompa, los que ocupan estos lados, este suceso lo fecha entre los años 856-953. Y en este mismo año 1 Tecpal fue en el que comenzó a existir el mando de Tecuhtli, el mando de Tlahtohuani de Culhuacan, desde tres lugares distintos. El Tlahtohuani de Culhuacan, el de nombre Yohuallatónac, él y sólo él, se convirtió en la principal autoridad; allí en Culhuacan estaba presidiendo la sede su mandato. Y a su lado vino a poner a los otros dos tlahtoque: el primero de estos, el tlahtoani de Tullan, vino a ponerse hacia la izquierda, y así manda. Y como segundo de los tlahtoque, vino a ponerse a su vera, hacia el lado derecho, al tlahtohuani de Otumpa, que así manda como Tecuhtli. Los tres declaraban conjuntamente aquello que determinaba la guerra o algún trabajo muy grande; ninguno se anteponía al regir, por lo cual se dice que en tres lugares se constituyó la sede del mando, por medio del téuhcyotl, por medio del tlatócayotl (Chimalpain, 1991, p. 7)

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En esta fuente, aunque se nota una relación con el sistema de gobierno que formaban Tenochtitlán, Texcoco y Tacuba, el dato relevante consiste en la mención de la distribución jerarquizada con un Tecuhtli central y el del lado izquierdo de una importancia mayor, que el de el lado derecho. Este dato viene a ser refrendado páginas más adelante, en el año 1047. En este tiempo viene a cumplirse ciento noventa y un años de haberse dado el mando desde tres entidades: Culhuacan, además de Tullan y Otumpa. Entonces, en este año mencionado, vienen a desaparecer las otras dos partes de la sede del mando, allí en Tullan y en Otumpa: Pero Culhuacan todavía siguió fungiendo como sede del mando; no desapareció del todo. Y enseguida, durante este año mencionado, de nueva cuenta vino a mudarse la sede del mando de las otras dos partes: como substituto de Tullan sobrevino Cohuatlinchan, allí vino a mudarse; y como substituto de Otumpa sobrevino Azcapotzalco, allí vino a mudarse. Con estas dos partes se formó la sede del mando en Culhuacan; de manera que determinaban los tlatohque por medio de la justicia y se auxiliaban y actuaban los tres cuando conocían de la guerra o de algún otro suceso, lo cual determinaban con la ayuda de los ancianos (Chimalpain, 1991, pp.13-15) Con esta información de la existencia de una dualidad, binomio o complemento en la integración de la cúpula gobernante, la cual se ubicaba o ejercía sus funciones en el Tecpan, pero el asignarle un número exacto se necesitaba ubicar información que nos diera indicios de la composición real del Tecpan. Al seguir la información de la Historia Tolteca Chichimeca, menciona que en el ceremonial de acceso a la clase de los Tlatoque, se detectaron por lo menos tres eventos de los varios que se llevaban a cabo, siendo estos, el ayuno en el mezquite donde son alimentados por el Cuauhtli y El Ocellotl, el otro es la perforación de la nariz para recibir la nariguera y el tercero es el sacrificio por flechamiento y rayamiento, de los Tlatoque vencidos.

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De tal manera que este sacrificio corresponde exclusivamente a los aspirantes a ocupar un puesto dentro del sistema de gobierno, por lo que los vencedores iban a subir en el escalafón social más alto y que es el de Tecuhtli, es decir el evento se daba entre pares, Tlatoque, tanto el vencido como el vencedor, cosa que solo ocurriría en una guerra del más alto nivel, esto es descrito por la Historia Tolteca Chichimeca ya que siguiendo la narración del documento, al llegar a Cholula los Tepilhuan Chichimeca cumplieron su deber conquistando al Xochimilca y al Ayapanca. Pero al continuar la narración dicen que fueron capturados y trasladados a Cholula los Tlatoque vencidos, donde hicieron fiesta sacrificándolos de dos maneras, uno de los cuales va a estar relacionado al que se llevaba a cabo entre un prisionero sobre la superficie de una piedra llamada Temalacatl, donde luchaba con sus captores y el otro era el de ser amarrado a una estructura de madera para ser flechado (Figura 15).

FIGURA 15.- EL SACRIFICIO DE LOS TLATOQUE EN LA HTCH F28r

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La información de la Historia Tolteca Chichimeca en el folio 28r, nos refiere que son dos personajes los que son sacrificados por rayamiento y por flechamiento, proporciona información que ubican a este tipo de sacrificios como los que se llevan a cabo como consecuencia de una gran batalla y esta es la que se lleva a cabo contra los xochimilca y ayapanca Nos refiere la fuente que los Tlatoque Quauhtzitzimltl y Tlazotli, fueron sacrificados el primero en el Quauhtzatzaztli o la estructura donde se aspaban a los sacrificados por flechamiento o Tlacacaliztli y el segundo el Quauhtemalacatl por rayamiento o Tlauauanaliztli. En el primer caso fungen como sacrificadores los chichimeca Tepilhuan: Tecpatzin, Moquihuix, Tzontecomatl y Couatzin, en el segundo sacrificio los ofrendantes son Teuhctlecozahuqui y Aquihuatl . Después de hacer esto, la fuente nos refiere que los tolteca Icxicouatl y Quetzaltehueyac los encaminan fuera de Cholula y les dicen: Padre Nuestro, ¡oh conquistador nuestro!, ¡oh Chichimeca¡ ¡Has servido y hecho tu labor! ¡Has ayudado a tu creador, a tu hacedor por medio del agua divina y fuego (guerra)! ¡El te ha hecho merecedor de la tiza, el dardo, la pluma, el teueulli, el tlauazomalli! ¡Has hecho merced a tu pueblo, a Cholollan… ¡Han hecho merced a sus parientes los Tolteca, los calpolleque! ¡O Chichimeca, ve, camina, da encuentro a la llanura, a la tierra divina, merece tu pueblo! (Kirchoff et al, 1976: p. 186). Esta información nos dice que el sacrificio en el Temalacatl era un acto privativo de la clase gobernante, el cual se realizaba para acceder a la clase de los Tlatoque, lo que es apoyado por dos códices de la mixteca, donde se muestra este sacrificio y también el acto de la perforación de la nariz, estos son el códice Becker (Figura 16), y el códice Nutall (Figuras 17 y 18). En esto dos documentos presentan la particularidad de que en ambos sacrificios aparece el Temalacatl, y con respecto al flechamiento al pie del Quauhtzatzaztli, o entramado de madera para atar al sacrificado por flechamiento, parece un elemento circular similar al Temalacatl, lo que da una idea de un Cuauhxicalli.

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FIGURA 16- EL SACRIFICIO DE LOS TLATOQUE EN EL CÓDICE BECKER II, EL TEMALACATL Y EN QUAHUTZATZAZTLI (Tomado de www.famsi.org)

FIGURA 17.EL SACRIFICIO EN EL TEMALACATL, CÓDICE NUTALL (Tomado de www.famsi.org)

FIGURA 18.EL SACRIFICIO EN EL QUAUHTZATZAZTLI, CÓDICE NUTALL (Tomado de www.famsi.org)

Con esta información histórica sobre la función del Temalacatl, hace necesario la discusión sobre dos monolitos circulares existentes en el sitio de México Tenochtitlán, siendo estos la piedra de Tizoc y la del Arzobispado, por ser datos arqueológicos que respalda, amplían y corrigen la información actual de dichos monumentos, ya que hasta el día de hoy no hay un consenso en cuanto a su función, ya que algunos los ubican como el Temalacatl o bien como un Cuauhxicalli y algo más grave sucede al quererse asignar la etapa histórica en que los monumentos estuvieron en funciones.

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LA PIEDRA DE TIZOC

La Piedra de Tizoc, cuenta con un registro histórico desde la caída de México Tenochtitlán. Los investigadores López Austin y Lujan (2010), relatan acerca de cómo aparece y sigue un camino algo tortuoso, plantean que su primera salida a la superficie, fue cuando se excavaban zanjas para una nueva catedral, la cual fue vista por Duran (Figura 19) y Sahagún (Figura 20), posteriormente fue enterrada, lo que detuvo en parte su destrucción.

FIGURA 19.- EL TEMALACATL (Duran, Códice)

FIGURA 20.- EL TEMALCATL EN SAHAGUN (Tomado de http://www.wdl.org/en/search/?collection=florentine-codex)

FIGURA 21.- LA PIEDRA DE TIZOC EN EL MUSEO NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA

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Posteriormente es enterrada y es encontrada de nuevo en 1791, siendo a partir de este momento que se inicia un interés por la interpretación de este monumento. No es hasta la llegada del inglés Bullock en 1823, que la piedra de Tizoc va a quedar definitivamente expuesta al público, pasando por diferentes lugares, los cuales son descritos por estos autores hasta llegar a su actual ubicación en el Museo Nacional de Antropología (Figura 21). La piedra de Tizoc ha sido analizada a partir de dos líneas principales de investigación, una relacionada a la utilidad del monolito y la otra con en análisis iconográfico de los glifos toponímicos, dos temáticas centradas en la descripción de la piedra y su función como parte importante del sacrificio por algunos denominado gladiatorio. Pero hay un elemento que va a definir el nombre y por ende su atribución a un gobernante en particular, siendo este el glifo de una pierna, atribuido a Tizoc, atributo único que lleva este Tlatoani (Figura 22).

FIGURA 22.- EL TECUHTLI PRINCIPAL EN LA PIEDRA DE TIZOC MNA (Foto de Minda H.)

En su parte lateral se encuentra la representación del vencedor sujetando del cabello a sus cautivos quince veces, de las cuales catorce son similares, salvo el personaje central que se distingue al portar un tocado con forma de ave sobre la

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cabeza, identificado por los especialistas e investigadores como el símbolo de Huitzilopochtli (Batalla Rosado, Umberger, López Austin. Eduard Seler (López Austin 2006), identifica en los vencedores atributos a Tezcatlipoca, referido por la existencia de las dos columnas de humo que substituyen al pie. Las investigaciones sobre el tema que está representado en este monolito como sugiere Uremberg (1998), los enfoques más recientes son los de Wicke y Townsend, donde él primero considera a las figuras de los conquistados, como deidades de los sitios y que las escenas representan a las conquistas de la sociedad mexica en general y no solo las de un gobernante. El segundo ve en estas representaciones un cosmograma, donde la expansión del espacio sagrado se ve en el territorial. La lectura de los investigadores que abordan estos monolitos, se observa una tendencia a centrarse en las pictografías y en particular en los glifos, cuestión que solo ha dado datos ya conocidos y en ningún caso se aprecia información nueva o relevante, como en el caso de los glifos que tienen variantes graficas, estas son atribuidas a cuestiones de estilo. En lo que respecta a la interpretación de los glifos, hay una coincidencia entre los investigadores en la identificación de nueve y variaciones en seis de ellos, según el estudio de VanEssendelft (2011, 28), situación parecida al desglose que hace Graulich (1992, 7). LA PIEDRA DEL ARZOBISPADO

En 1988, situados en el patio del arzobispado, se realiza el hallazgo de un monolito similar a la piedra de Tizoc a consecuencia del un salvamento arqueológico, lo que permitió una excavación controlada, detectándose que no estaba in situ, estaba colocada muy cercana a la superficie y asociada a material colonial (Pedro Sánchez Nava. Comunicación personal). Este descubrimiento despertó el interés de los investigadores ya que el gran parecido que tiene con la piedra de Tizoc ayudaría a encontrar datos que expliquen la ambigüedad de las interpretaciones, partiendo del análisis de los

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glifos y las escenas de conquista de ambos monumentos y su correspondiente secuencia. Con respecto a los glifos en lo general coinciden con las interpretaciones iníciales de la piedra de Tizoc y con las variantes en su interpretación, Graulich (1992, 7), aunque hay pocas variaciones son, atribuidas a cuestiones de estilo (Figura 23).

FIGURA 23.- PIEDRA DEL ARZOBISPADO (MNA)

La aparición de esta segunda piedra no logra aportar datos que hagan corresponder a los glifos en los que hay una discrepancia y de alguna manera como menciona López Austin, al analizar un glifo en particular: ¿Qué interpretaron los especialistas a partir del segundo hallazgo? Simplemente,

el problema específico continuó su trayectoria,

abarcando ambos monumentos; subsistió la diversidad de opiniones, y en algunos casos apareció la indecisión cuando se tuvo que hacer el listado de las conquistas (2006, 110). La excavación de esta segunda piedra, y la similitud principalmente de los glifos, siguieron y siguen siendo el tema principal de la investigación de los dos monolitos, y dado que en la actualidad se podría decir que los problemas originales de la definición de los glifos en poco se avanzado a pesar de existir dos

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fuentes de información, una de ellas de reciente cuño, que al parecer creo más preguntas, que las que resolvió. LOS MONOLITOS COMO MARCADORES DE LOS INTEGRTANTES DEL TECPAN

De tal manera que trasladando aún más la información, se tendría una correlación que se aplicaría a las escenas laterales de ambos monumentos, donde el tan discutido glifo que identifica a los vencidos, se enmarcaría tal como lo describe e ilustra la Historia Tolteca Chichimeca en su folio 28r, donde el reborde superior y que se continua hacia abajo en lado derecho de la lámina, estas dos columnas están divididas en siete cuadretes, dentro de cada uno se encuentran representados siete personajes con la cabeza decapitada y atravesada por una flecha, cada uno contiene un glifo, el cual ha sido designado como gentilicio por Rossell, y que es donde se: Muestran el grupo o el lugar al que pertenecen los individuos. En su mayoría suelen tomar el nombre de la capital del señorío conquistado y donde establecen su residencia como el nombre de procedencia que los identifica a ellos y a su comunidad”. (Rossell, 2006, p. 88). Lo que concuerda con la descripción de la Historia Tolteca Chichimeca, donde aparte de proporcionar solo dos nombres los Tlatoque capturados, mencionan además los nombres de las siete poblaciones conquistadas. Si esto es aplicable a los monolitos mexica, se tendría la representación de la victoria de los mexica en un lapso de tiempo único, por lo que se descarta que sea de varios gobernantes tenochca y se van a referir a un solo evento, a un solo gobernante y que como se ha mencionado, esta guerra está en el nivel más alto de las relaciones de estas sociedades, ya que los cambios políticos que se producen son a gran escala por implicar a sitios de ambos bandos, ubicados en diferentes partes del área. Por lo que respecta a las demás figuras de guerreros victoriosos siguiendo la línea marcada por la Historia Tolteca Chichimeca, se supondría que son otros tantos aliados, como los siete Tepilhuan, que según esta fuente sacrificaron a los Ayapanca, Xochimilca y su complemento, en el Temalacatl y en el Quauhtzatzaztli.

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De esto se infiere que en el Temalacatl de Tizoc, está representado un gobernante principal y catorce secundarios, lo que nos daría un total de treinta Tlatoque, que participaron en esta guerra. En cuanto a la piedra del Arzobispado sólo se presenta la existencia de once Tlatoque vencedores y otros tantos vencidos, faltando la imagen del Tecuhtli principal, de tal manera que serían veintidós sitios y sus respectivos gobernantes representados en esta piedra. Viéndolo desde la perspectiva de la información de la Historia Tolteca Chichimeca, se puede decir que las escenas en los costados de estas dos piedras son correspondientes sin duda alguna a las escenas superior y lateral de este documento en el folio 28r, con lo que tendríamos la representación arqueológica de la información histórica. Con estos datos se puede plantear la manera en que se constituía la clase gobernante en Tenochtitlán, la cual se representaba en la distribución de los Tlatoque en el Tecpan de este sitio, de tal manera que siguiendo las indicaciones de Muñoz Camargo consistentes en la existencia de dos lados en su distribución, da la posibilidad de que al ser estos monolitos elementos sobresalientes en el ceremonial de acceso al poder, estén nombrando o diciendo quienes formaban ambos lados. Esto apoyado en datos incidentales tal como el tamaño y acabado de ambos monolitos, donde podemos ubicar al de Tizoc como el de mayor importancia y secundario al del Arzobispado, la que presenta una cierta irregularidad producida por su tamaño, que rebasó las dimensiones del material. Esto es apoyado por el contenido iconográfico del monolito de Tizoc, el cual tiene un mayor número de parejas y una de ellas está representada por el único personaje que es fácil de diferenciar, un Tecuhtli principal. De tal manera que la sumatoria de las parejas representadas en estos dos monolitos, dan un total de cincuenta y dos Tlatoque, un número demasiado sugerente, ya que este es el que ha sido considera como la unidad que representaría el mal llamado siglo mesoamericano. Pero se deja de lado esta asociación de números y se opta por llevarlo más allá de esta situación de un número simbólico y asociarlo al número de componentes del Tecpan, todo esto apoyado en la información histórica que indica que los

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participantes en estos sacrificios eran o iban a pertenecer a la clase dominante, de tal manera que la información da la existencia de 26 Tlatoque que gobernaban en el Tecpan de México Tenochtitlán.

FIGURA 55.- COMPOSICIÓN DEL TECPAN DE TENOCHTITLÁN, DE ACUERDO A LOS DATOS DE LOS MONOLITOS DE TIZOC Y DEL ARZOBISPADO

Debido a la naturaleza de este escrito se detiene en este punto la exposición de este tipo de gobierno inferido de la concatenación de la información histórica y la arqueológica, de tal manera que se ha privilegiado el dato arqueológico sobre el histórico, ya que es bien sabido el enorme sustrato occidental de la información histórica, por lo que el planteamiento de la existencia de un gobierno conformados por individuos con una formación profesional, es decir, son funcionarios producidos por la sociedad misma, que se integraban en la clase gobernante denominada Tlatoque, plural de Tecuhtli, por lo que se deja de lado la existencia de un gobierno por lazos consanguíneos.

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