Estudio arqueométrico de piezas de oro de Morro de Éten, Perú

June 2, 2017 | Autor: Luisa Vetter | Categoria: Precolumbian archaelogy
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Primera edición: Lima, julio de 2011 ISBN: 978-612-4072-12-3 Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú: No: 2011-06964 Tiraje: 500 ejemplares Diagramación: Juan Roel Ortiz Diseño de carátula: Carlos Iván Schmitt del Solar Fotografía de contratapa: Carlos Linares Impresión: Imprenta de la Editorial Universitaria de la Universidad Nacional de Ingeniería © De los editores Luisa Vetter Rafael Vega-Centeno Paula Olivera Susana Petrick © Instituto Peruano de Energía Nuclear Avenida Canadá 1470, San Borja - Lima Teléfonos: 226-0030 / 226-0033 Correo electrónico: [email protected] Página web: http://www.ipen.gob.pe/ © Universidad Nacional de Ingeniería Editorial Universitaria

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Printed in Peru

Estudio arqueométrico de piezas de oro de Morro de Éten, Perú Luisa Vetter Parodi Museo Nacional Sicán

[email protected]

Susana Petrick Facultad de Ciencias, Universidad Nacional de Ingeniería [email protected]

Paula Olivera Instituto Peruano de Energía Nuclear [email protected]

RESUMEN El platino es un elemento que naturalmente puede encontrarse en pequeñas cantidades, mezclado con el oro. En algunas piezas de oro provenientes de Ecuador y Colombia se lo ha identificado, no solo como traza elemental o impureza, sino también como metal; pero aún es poco lo que se conoce sobre la presencia de platino en piezas de metal prehispánicas de los Andes Centrales. En este trabajo buscamos identificar y cuantificar la presencia del platino en pequeñas piezas de oro encontradas en el sitio de Morro de Éten, determinar el carácter de su presencia y explorar su origen, así como su impacto en la tecnología de los metalurgistas tempranos.

Introducción En los estudios realizados sobre piezas de oro prehispánicas procedentes de Ecuador y Colombia se identificó platino, no solo como impureza o traza en el oro, sino también como metal en partes de las piezas (Bergsøe 1992; Scott y Bray 1994). La falta de información química sobre las piezas de oro correspondientes a este periodo y área, y sobre todo el escaso conocimiento sobre el uso de platino en las piezas prehispánicas peruanas, nos animó a explorar la hipótesis de que la presencia de platino en la composición química de los objetos de oro podría ser una característica del oro proveniente de yacimientos localizados en la parte norte del Perú. Con este fin, estudiamos algunos objetos de oro excavados en el sitio 73

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de Morro de Éten, Lambayeque, aplicando diferentes técnicas analíticas para: establecer la presencia de platino en dichas piezas, determinar las técnicas orfebres, tratar de entender de qué modo pudo el platino influir en la tecnología y afectar las habilidades de los antiguos orfebres, y de ser así hasta qué grado. Adicionalmente, intentamos dilucidar si el pigmento rojo encontrado en algunas de las piezas es hematita o cinabrio. Las técnicas de estudio que utilizamos incluyeron la microscopía óptica y electrónica de barrido (MEB). Los estudios composicionales se realizaron a través del espectrógrafo de emisión atómica, la fluorescencia de rayos X (FRX) de energías dispersivas, la activación neutrónica (AAN) y el microanálisis de energías dispersivas de rayos X (EDAX). En el desarrollo de este trabajo se observó que en algunos casos no hay coincidencia en los resultados obtenidos por diversas técnicas de análisis para la medición del platino, discrepancia que tratamos de explicar por la fenomenología en la que se fundamentan las técnicas, los límites de detección y las interferencias.

Antecedentes El oro es un elemento que se encuentra en la naturaleza en pequeñas cantidades, algunas veces distribuido en vetas, principalmente en vetas hidrotermales junto con pirita y otros sulfuros, aunque también se lo encuentra como elemento nativo. Cuando las vetas se intemperizan, el oro es liberado, y debido a su elevada gravedad específica se asienta en las arenas y gravas más pesadas, quedando atrapado en el lecho de los ríos y permaneciendo en la superficie del suelo como un depósito aluvial para formar lo que se conoce como depósitos de placeres. Para su extracción, las partículas de oro de los placeres pueden ser movidas por bateo en el proceso de lavado. Químicamente, la mayor parte del oro contiene aproximadamente 10 % de otros metales, que además de la plata pueden ser el cobre, el hierro, y trazas de bismuto, plomo, estaño, zinc y elementos del grupo del platino (Klein et al. 1993). El oro puede constituir una solución sólida con la plata, en proporciones de hasta 10 o 15 % de plata. Las aleaciones con contenidos de plata mayores al 20 % se conocen como electrum. En los placeres aluviales de oro se ha detectado que los metales del grupo del platino (platino, paladio, iridio, rodio y plata) ocurren en forma de agregados, de modo que aquellos en los que se mezclaban oro y platino deben haber sido una fuente de extracción de platino en tiempos prehispánicos, como mencionan Scott y Bray (1994). 74

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Ubicación del sitio y el contexto El sitio de Morro de Éten se localiza en Lambayeque, costa norte del Perú, y corresponde cronológicamente al periodo Formativo Tardío (600 - 400 a. C.)1. Ocupa los flancos este, oeste y central del cerro del mismo nombre, ubicado en el distrito de Puerto de Éten. El sitio está conformado por terrazas, un templo, un mirador y un camino, además de varios cementerios, los cuales se ubican en las mesetas arenosas, colindantes a quebradas. Entre 1979 y 1988, Elera excavó algunos entierros en el cementerio central del sitio que se ubica en el flanco oeste del morro, adyacente a un barranco marino, donde registró pequeñas piezas de oro. Los entierros que fueron excavados, fueron anteriormente profanados por huaqueros, por lo que las piezas recuperadas no se encontraron en su ubicación original. Durante las excavaciones, realizadas en dos temporadas de campo (1979 y 1988), se recuperaron varias láminas de oro muy delgadas, un colgante circular laminado y un anillo elaborado con alambres retorcidos (Elera 1986, comunicación personal 2008), que son los objetos analizados en este estudio y que describimos a continuación: La pieza U: 8-D es un colgante circular laminado de oro (Figura 1), recuperado en la primera temporada de campo. La pieza, un círculo de 4,2 cm de diámetro, fue recortada con un cincel de corte de una lámina de 0,25 mm de espesor. Los dos orificios en la parte superior, que sirvieron para usarlo como colgante o cosido a algún textil, se hicieron con un punzón de sección circular, como se observa en las Figuras 2 y 3.

Figura 1. Colgante circular Figura 2. Evidencia del corte con cincel. laminado

Figura 3. Orificio hecho con un punzón

En el mismo entierro se ubicó la pieza U: 13-D (Figura 4). Se trata de una cuenta de forma tubular laminada, de 9,5 mm de longitud y 1,65 mm de diámetro exterior, confeccionada utilizando la técnica de rolado coaxial de dos láminas. 1 Utilizamos como referencia la cronología del Formativo propuesta por Kaulicke (1994). 75

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Durante la segunda temporada de campo, Elera descubrió en el Entierro 10 (E: 10), ubicado en la meseta central, siete láminas de oro muy delgadas y arrugadas en forma de tubos aplastados (Elera, comunicación personal 2008). El espesor promedio de las láminas es 0,10 mm y sus formas y tamaños son irregulares. Estas piezas se identificarán como E: 10 (Figura 5).

Figura 4. Cuenta de forma confeccionada por rolado coaxial.

tubular, Figura 5. Láminas de oro en forma de tubos aplastados.

Hacia el norte de la meseta central se ubica la meseta del Anillo, llamada así porque en ella se encontró, fuera de contexto, un anillo (Figura 6) elaborado con dos alambres de oro, trenzados y soldados, con restos de pigmento rojo en la superficie (Elera, comunicación personal 2008). Cada alambre mide aproximadamente 1 mm de diámetro, el diámetro exterior del anillo es 19 mm y el interior 16 mm. En la misma meseta, y también fuera de contexto (Elera, comunicación personal 2008), Elera encontró seis cuentas elaboradas con láminas, enrolladas formando tubos. Sus longitudes varían entre 5,1 y 8,4 mm, y semi aplastados forman rectángulos de 3,2 mm de ancho (Figura 7).

Figura 6. Anillo de dos alambres trenzados. 76

Figura 7. Láminas de oro aplastados.

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La última pieza del grupo analizado es una placa de 8 mm de largo y 3,96 mm de ancho (Figuras 8 y 9). La denominaremos Ornamento Battistini, proviene del valle medio de Lambayeque y corresponde al mismo periodo.

Figura 8. Lámina Battistini.

Figura 9. Borde de la lámina a 10x.

El oro de Éten Como ya mencionamos, el oro nativo no es químicamente puro, pudiendo encontrarse en él pequeñas cantidades de metales del grupo del platino. Tal es el caso de las piezas de La Tolita y Esmeraldas en la costa norte de Ecuador (Bergsøe 1937), y en piezas de oro halladas en Chongoyape y Morro de Éten (Lothrop 1951; Elera 1986). Según Elera, existen muchas evidencias que harían suponer que en Morro de Éten se explotó y trabajó el oro nativo desde el Formativo Tardío, y que los objetos elaborados podrían haber sido trasladados a otras zonas cercanas.

¿Cómo fue elaborado el anillo? El anillo se elaboró con dos alambres retorcidos, probablemente confeccionados por la técnica del trefilado: estirando, torciendo y aplanando el metal hasta formar alambres de diversos diámetros. En un trabajo anterior (Vetter y Mac Kay 2009, 2010) se menciona que al observar los alambres con un aumento mayor de 10x, se podía especular que se elaboraron por rolado de una cinta ancha, unida luego por bruñido. Esta unión no es perfecta, ya que a lo largo del alambre se observan partes con surcos muy pequeños en el área de la unión, que no son visibles en otras zonas. Los estudios en los que se explica la forma de elaboración de alambres en el área andina durante la época precolombina, son escasos. Bergsøe (1982), en base a observaciones de piezas procedentes de la provincia de Esmeraldas2, hace un análisis somero sobre la forma en que se estiraba el metal para elaborar el alambre, indicando que se partía de un lingote cuadrado, el cual se martillaba y recalentaba sucesivamente para adelgazarlo y estirarlo; luego se redondeaban sus aristas entre dos piedras pulidas. 2 Bergsøe analiza piezas procedentes de la cultura La Tolita (600 a de C. – 400 d. de C.) y de la cultura Atacames (700-1534 d. de C.). 77

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Por otro lado, al observar la superficie de los alambres elaborados con esta técnica bajo una lupa de aumento mayor de 10x, se pueden ver pequeñas abolladuras que indican que fue martillado. Zevallos Menéndez (1956, 2005) considera que este procedimiento fue el más antiguo usado por los orfebres, ya que luego idearon formas más sofisticadas, usando piedras con ranuras, gargantas de piedra de diferentes diámetros, por donde pasaban el alambre logrando así adelgazarlo y alisarlo. Denominó a este procedimiento “deslizamiento forzado” y observó que permitía conseguir alambres de diferentes diámetros con calibres y alisado perfectos. Mediante la observación al microscopio de los detalles presentados por alambres de oro, Oddy (2004) estudió las diversas formas de elaboración de alambres en Europa, desde la Edad del Bronce. Su investigación parte de una serie de preguntas, respecto del alambre, como: ¿Tiene un diámetro constante? ¿Es redondeado, faceteado o mixto? ¿La superficie está cubierta de finas estrías paralelas? ¿Es hueco o sólido? ¿Hay algún pliegue longitudinal corto? ¿Hay pliegues longitudinales continuos? ¿Existe alguna juntura espiral? ¿Existen dos pliegues de espirales independientes? Al final de su estudio, Oddy resume todas las técnicas que permiten elaborar alambres de metal y señala las características que estos deben de tener según su método de manufactura. A la luz del trabajo de Oddy, y luego de analizar el anillo de alambres de Morro de Éten en el microscopio electrónico de barrido, concluimos que la técnica empleada para confeccionarlo sería la de doblez o folded (Figura 10). En esta técnica, al doblar la cinta, el alambre no resulta hueco sino más bien sólido, como es el caso del anillo. Además se observa una juntura longitudinal continua y el diámetro sorprendentemente parejo que el orfebre pudo lograr en los dos alambres que componen la pieza. Sin embargo, en el caso del área andina, la técnica se distinguiría por el empleo de martillos con forma diferente y sin mango. Queda por saber qué tipo de unión se usó en este caso. Las imágenes obtenidas en el microscopio electrónico de barrido nos llevan a pensar que el tipo de unión empleada requirió calor, por lo tanto es un tipo de unión metalúrgica. En sus estudios Lechtman (1991: 95) denomina “soldadura por fusión” a la obtenida cuando Figura 10. Técnica del dobléz o folded (Oddy, 2004) 78

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se aplica calor a lo largo de los bordes del objeto, hasta que estos se funden y calzan perfectamente. Este método concuerda con el que se empleó en el Formativo; algunos ejemplos son las piezas de Chongoyape y Chavín (Lothrop 1941, 1951; Burger 1996), y aquella excavada por Burger en Chavín de Huántar y analizada por Lechtman, que según los fechados corresponde a la evidencia más antigua de soldadura por fusión en la zona andina (Lechtman 1984). Resultados de los análisis químicos Los resultados de los análisis químicos cualitativos (semicuantitativos) de las piezas recuperadas por Elera durante la primera temporada de campo, es decir, el colgante (U: 8D) y la cuenta tubular (U: 13D), se muestran en el Cuadro 1, (Elera 1986). Cuadro 1. Resultado del análisis realizado con espectógrafo de emisión atómica Pieza

Elementos mayores

Elementos menores

Trazas

U: 8D

Oro, plata

Cobre

Níquel, fierro, silicio, platino, magnesio, paladio

U: 13D

Oro, plata

Cobre

Fierro, silicio, magnesio, manganeso, platino

En estos resultados se observan el oro y la plata como elementos mayores (corresponden a porcentaje), el cobre como elemento menor (menos de 1%) y trazas de diversos elementos (menos que 0,01%). Según Bergsøe (1992), la falta de conocimiento sobre el trabajo metalúrgico puede inducir a errores en la interpretación de los resultados de los análisis químicos de las muestras. Estamos de acuerdo con este planteamiento, ya que en el caso de las piezas U: 8D y U: 13D, podría suponerse que la aleación de oro y plata fue producida intencionalmente, cuando en realidad estos metales se encuentran naturalmente mezclados. A modo de ejemplo, citamos el caso de una serie de piezas de Chavín y de Chongoyape analizadas químicamente por Lechtman y cuyos resultados indican que existen dos grupos: a) el primer grupo compuesto por objetos que tienen una aleación natural ternaria de oro, plata y cobre, cuyo porcentaje de plata es alrededor de 25%, es decir, electrum; y b) el segundo grupo, caracterizado por algunas piezas de Kuntur Wasi excavadas y analizadas por la Misión Japonesa, que tienen una aleación intencional de oro y plata, en la que la plata alcanza una concentración del 35 al 37% (Burger 1996). En el Cuadro 2 se muestra los resultados del análisis químico multielemental realizado sobre una misma muestra (E: 10), tanto por AAN como por FRX. Ninguna de las dos técnicas logró detectar la presencia de platino, sin embargo, los resultados del microanálisis por EDAX reportan 0,3 % de platino, como se observa en el Cuadro 3. 79

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Cuadro 2. Resultados de AAN y FRX de la pieza E: 10 Elemento

AAN (%)

FRX (%)

Cobre

2,50 ± 0.02

2,5 ± 0,1

Plata

30,5 ± 0.7

31 ± 2

Platino

No detectado

< 0,25

Oro

66,5 ± 1

66 ± 2

Cuadro 3. Resultados de EDAX en todas las piezas %

U: 13-D, Mesata E: 10 Anillo E: 1 del anillo

U: 8-D, E: 1

Cobre

1,1

3,0

1,0

2,2

1,4

Plata

4,6

26,0

5

30,2

19,0

Platino

2,3

0,7

1,0

0,34



Oro

92,0

70,3

93

67,3

79,6

De manera similar, en el Cuadro 4 se muestra la concentración química elemental de todas las piezas estudiadas por FRX, en las que el platino aparentemente se encuentra siempre por debajo del límite de detección (< 0,25 %), contradiciendo los resultados obtenidos del microanálisis por EDAX que se presentan en el Cuadro 3. Cuadro 4. Resultados de FRX en todas las piezas Elemento Mesata del Ornamento % anillo Battistini

Anillo

U: 13-D, E: 10 E: 1

U: 8-D, E: 1

Cobre

1.0 ± 0.1

1.00

1.0

1.0

2.5

4.2

Plata

15.0 ± 0.5

34.27

38.9

23.5

31

36.9

Platino

< 0.25

< 0.25

< 0.25 < 0.25

< 0.25

< 0.25

Oro

84.0 ± 0.6

64.73

60.1

66

58.9

75.5

La identificación de platino en los espectrogramas de emisión atómica y los resultados aparentemente contradictorios obtenidos por FRX y AAN, merecen ensayar una interpretación por su probable aplicación a la identificación de la proveniencia del metal. Según Bergsøe, «para el examen cuantitativo de los principales metales en una aleación el examen espectroscópico (por emisión atómica) no es tan satisfactorio como el químico» (1982: 73). Esto se explica porque en el examen químico se usa todo el metal de la muestra y el resultado es un promedio, mientras que en el examen espectroscópico se analiza solo el punto en el que se induce el arco y esto puede dar lugar a errores si la pieza no es homogénea. La presencia de acumulaciones de platino en una pieza de oro puede ser un caso típico de no homogeneidad composicional, debido a la diferencia entre las temperaturas de fusión de estos metales. Así, mientras el oro puro tiene un punto de fusión de 1 065 ºC, y tiende a disminuir al estar aleado con plata (oro argentífero), 80

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el platino tiene un punto de fusión por lo menos 500 ºC más alto. Esta diferencia en los puntos de fusión provoca que las partículas de platino existentes no se fundan y combinen homogéneamente con el oro para formar una aleación, sino que permanezcan como inclusiones sólidas segregadas o diferenciadas. En nuestro caso, vemos que el microanálisis en uno de los alambres del anillo da 70 % de oro, 26 % de plata, 3% de cobre y 0,7% de platino, mientras que otra parte de la superficie del anillo indica 73% de oro, 24% de plata, 3% de cobre y 0% de platino, corroborando que el platino puede no estar distribuido de manera homogénea en el cuerpo del anillo. Respecto al pigmento rojo hallado en la superficie del anillo y en algunas de las láminas dobladas, el microanálisis por EDAX dio como resultado mercurio y azufre; por tanto, identificamos este pigmento como sulfuro de mercurio, es decir: cinabrio. Este resultado no es sorprendente, ya que existen antecedentes como el caso de Kuntur Wasi, en donde se excavaron ocho tumbas de las cuales siete tenían cinabrio (Onuki 1997).

Discusión Existe una aparente contradicción entre los resultados de los análisis cualitativos por emisión atómica practicados en dos de las muestras (U: 8-D y U: 13-D), en los que se reporta platino como elemento traza, y los análisis realizados por FRX en los que no es detectado. Podemos ensayar algunas explicaciones para esto: En el caso de FRX, debido a la superposición de los picos de oro y platino, resulta difícil detectar simultáneamente la presencia de ambos elementos. Más aún cuando la pieza está constituida por una matriz de oro (93%) –en la que suponemos que el platino se encuentra distribuido no de manera homogénea, sino en pequeñas inclusiones– cuyo tamaño no fue posible estimar porque no se realizaron observaciones en metalografías. De acuerdo con la simulación computacional realizada, el límite de detección de platino en la geometría utilizada sería de 0,25 % (2500 ppm) que corresponde a una concentración de elemento traza muy alta, fácilmente observable por emisión atómica. Buscamos corroborar la presencia del platino en las piezas con la microsonda EDAX. En la pieza U: 8-D estaría por debajo del límite de detección de la técnica, mientras que en la pieza U: 13-D tendría un valor cercano a 1 %. En este caso, una vez más llamamos la atención sobre la posibilidad de que el contenido de platino pueda no estar distribuido de manera uniforme, sino en pequeñas inclusiones localizadas aleatoriamente. Usamos criterios similares para comparar los resultados obtenidos del análisis del anillo por FRX y microsonda EDAX. En este caso, la FRX tampoco pudo detectar 81

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la presencia del platino, mientras que los resultados con la microsonda indicaron contenidos de platino en el rango desde cero hasta aproximadamente 0,7 %, dependiendo de la parte del cuerpo analizada. A partir del análisis de la zona de soldadura encontramos variaciones en los contenidos de oro, plata y platino respecto de los valores detectados en el cuerpo del anillo (el oro sube de 70 % a 80 %, la plata baja de 26 % a 16 % y el platino sube de 0,7 % a 1%). Estas diferencias composicionales no necesariamente son indicadores del uso de un material diferente para la soldadura. Según Bergsøe: “en el proceso de solidificación de una aleación fundida se produce un proceso de cristalización diferenciada debido a las temperaturas de fusión distintas, que varía las proporciones elementales desde el interior hacia la superficie” (1982: 13). Los resultados negativos para presencia de platino del análisis por AAN, necesitan una interpretación. De acuerdo con el documento técnico IAEATECDOC-1443 (2005), sobre los métodos analíticos nucleares (FRX, AAN y PIXE3) aplicados para el análisis de elementos del grupo del platino, existen restricciones metodológicas por las cuales el análisis de activación de neutrones solamente es posible luego de realizar tratamientos de preconcentración y con condiciones no convencionales de irradiación y detección. Estas metodologías especiales permitirían la detección de platino en una matriz distinta, a través de las emisiones gama de 542,7 keV y 317 keV del decaimiento de 199 Pt, con vida media de 30,8 minutos, o del 199Au con emisiones de 158,4 keV y 208,2 keV, con vida media de 3,13 días. En el caso de nuestras muestras, con matriz de oro, aparece una dificultad adicional: la interferencia provocada por la activación del 197Au, que por la reacción (2n,γ) también produce 199Au. Los materiales adheridos al anillo se analizaron con microsonda, principalmente en los intersticios entre los alambres, y se observó que el pigmento rojo está constituido por cristales de hábito cúbico, compuestos de mercurio y azufre, y que sin mucha dificultad se identificaron como cristales de cinabrio. Adicionalmente al pigmento, la superficie y los intersticios del anillo estaban cubiertos por algún otro material que dio origen a una capa oscura, y que al ser analizado reveló silicio, aluminio, magnesio, potasio y fierro, lo que sugiere arcilla propia de la matriz del entierro. El hierro detectado puede bien encontrarse en la arcilla o también como óxido, como se observa en el resultado obtenido por microscopía electrónica de transmisión. En este último caso, debido a que se detecta en pequeña cantidad (solo 1 %), no creemos que sea un óxido de hierro añadido intencionalmente, sino más bien de ocurrencia natural en el suelo. 3 Emisión de partículas inducidas por rayos X.

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Conclusiones Las piezas de oro de Morro de Éten se sometieron a análisis por activación de neutrones, fluorescencia de rayos X y microanálisis de energías dispersivas de rayos X, y se observó lo siguiente: La presencia de platino en pequeñas cantidades (entre 0,6 % y 1 %) sugiere que el oro utilizado proviene de lavaderos, a los que el platino llega en pequeñas cantidades en forma de cúmulos o polvo. Este platino de elevado punto de fusión no llega a fundirse en la matriz de oro, plata y cobre, quedando al parecer como pequeñas inclusiones. La identificación del platino en las piezas no podría emplearse como un indicador de la proveniencia del oro (Schlosser et al. 2009)4, ya que de acuerdo con la información disponible, el platino se encontraría en placeres en varias localidades hacia el centro y oriente del Perú (comunicación personal de Atilio Mendoza, setiembre 2009), en donde en algunos casos las inclusiones de este metal puro alcanzan tamaños mayores a 250 micrones. En el caso del anillo, el análisis con microsonda revela que la distribución de platino no es homogénea, reforzando la hipótesis que este metal no se ha mezclado con la matriz, sino que ha quedado disperso en inclusiones muy pequeñas, que podrían incluso pasar desapercibidas en un estudio metalográfico. Aunque la unión del anillo presenta alguna diferencia química con el resto del cuerpo, no permite asegurar que se realizó por soldadura indirecta, con material de soldadura, ya que las diferencias en las proporciones de los metales (oro, plata, cobre, platino) se pueden explicar como resultado de los procesos de fusión y solidificación. Por otro lado, en el caso del estudio de piezas de oro para detección de platino, el análisis por activación neutrónica no contribuye debido a la activación del isótopo 197 Au. Los análisis realizados sobre el colgante, revelan que se trata de la pieza con el más elevado contenido de oro (93 %) y con bajo contenido de plata y cobre. Esto sugiere que este oro tiene un origen geológico diferente al de las otras piezas, o que fue tratado de manera distinta para su refinación. El análisis del polvo adherido a la superficie del anillo revela que se trata de cinabrio, mientras que el óxido de hierro, identificado por el patrón de difracción de electrones en el microscopio electrónico de transmisión, al parecer no habría sido añadido de manera intencional como sugiere Elera (1986). Las láminas fueron elaboradas mediante la técnica del martillado, siendo algunas sumamente delgadas. En el caso de la forma de manufactura de los 4. Schlosser y sus colegas afirman que el oro empleado por los nasca provenía de la costa norte, y basa su afirmación en la identificación de trazas de platino. 83

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alambres que componen el anillo, se ha propuesto la técnica descrita por Oddy (2004) como doblez o folded. Sería preciso realizar una metalografía que ofrezca más luces acerca del proceso, pero en este caso desistimos de hacerla por cuanto el anillo está cubierto por cinabrio. En las piezas analizadas, el platino aparece como elemento asociado, y por tanto no se trabajó como metal en ninguna pieza de Morro de Éten, ni en ninguna otra pieza precolombina peruana que hasta la fecha se conozca, a diferencia de lo que ocurre en Ecuador. Aún es pronto para saber si los orfebres que manufacturaron las piezas de Morro de Éten eran conscientes de que trabajaban con una aleación diferente. ¿Ayudó esto de alguna manera a desarrollar nuevas tecnologías en el trabajo de los objetos de oro? ¿Buscarían el color que esta aleación proporcionaba a los objetos? Estas son interrogantes que aún no podemos contestar. Si bien no todas las piezas de Morro de Éten tienen platino, todavía no sabemos si su presencia fue intencional o no. En todo caso, se han planteado estas preguntas que deberán ser resueltas por futuros estudios. Finalmente, llamamos la atención sobre el cuidado que debe tenerse con el tipo de análisis que se elige porque –como hemos visto en el análisis de activación de neutrones– el platino puede no detectarse cuando se encuentra en una matriz de oro, lo que podría llevar a errores en los resultados de las investigaciones.

Agradecimientos En primer lugar, deseamos manifestar nuestro agradecimiento al doctor Carlos Elera por facilitarnos las piezas y la información respectiva. Asimismo, al Departamento de Química del Instituto Peruano de Energía Nuclear por el análisis por activación neutrónica de una de las muestras en estudio. También al doctor Alcides López, experto en Microscopia Electrónica de Transmisión, por su apoyo al analizar una muestra de pigmento extraído del anillo. Del mismo modo, a la doctora Gladys Ocharán del Laboratorio de Microscopia y Aplicaciones en el Perú quien realizó los análisis de microscopia electrónica de barrido. Finalmente, a la doctora Paloma Carcedo por la revisión del trabajo y sus valiosas sugerencias.

Bibliografía Bergsøe, P. 1982 Metalurgia y tecnología de oro y platino y proceso de dorado y metalurgia de cobre y plomo entre los indios precolombinos. Editado por Clemencia Plazas, Bogotá [19371938]. Burger, R. 1996 “Chavin”. En: Andean Art at Dumbarton Oaks, vol. 1, editado por Elizabeth Hill Boone, pp. 45-86, Washington D.C. 84

Luisa Vetter et. al. / Estudio arqueolmétrico de piezas de oro de Morro Etén, Perú

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