Final Report - Ichabamba-Cajabamba Archaeological Project 2015

May 23, 2017 | Autor: Patricia Chirinos | Categoria: Andean Archaeology, Inca Archaeology, Huamachuco, Late Horizon, Cajamarca
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PROYECTO ARQUEOLÓGICO ICHABAMBA-CAJABAMBA TEMPORADA 2015 INFORME FINAL

Presentado por: Lic. Patricia Chirinos Ogata (RNA # BC-1442) Universidad de California, Santa Barbara Departamento de Antropología 507 Mesa Road Santa Barbara CA 93103 EEUU [email protected]

Presentado a la Dirección General de Patrimonio Arqueológico Inmueble Ministerio de Cultura de acuerdo al Reglamento de Intervenciones Arqueológicas DS 003-2014-MC

Lima, Marzo del 2016

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La información contenida en el presente documento deberá ser citada adecuadamente bajo normas académicas estándares. La documentación gráfica no podrá ser reproducida sin consentimiento escrito del autor (amparado en el art. 5 de la Ley sobre Derecho de Autor D.L. 822).

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CONTENIDO 1. RESUMEN

  2. ANTECEDENTES, PROBLEMÁTICA, FINES Y OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN 2.1. Descripción geográfica de la región 2.2. Antecedentes de investigación 2.3. Problemática general de la investigación 2.4. El sitio arqueológico Ichabamba 2.5. Fines de la investigación 2.6. Objetivos de la investigación 3. METODOLOGÍA APLICADA EN CAMPO Y GABINETE 3.1. Metodología de campo: Técnicas de excavación, registro y recolección de. los materiales, y sistemas de sectorización y nomenclatura utilizados a. Técnicas de excavación y recolección de los materiales b. Técnicas de registro c. Sistema de sectorización d. Sistema de nomenclatura de los elementos arqueológicos 3.2. Metodología de gabinete 4. EQUIPO DE INVESTIGADORES Y RESPONSABILIDADES 5. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN Y CONSERVACIÓN 5.1. Descripción de las unidades de excavación a. Unidad de excavación 1 b. Unidad de excavación 2 c. Unidad de excavación 3 d. Unidad de excavación 4 e. Unidad de excavación 5 f. Unidad de excavación 6 g. Unidad de excavación 7 h. Unidad de excavación 8 5.2. Tapado de las unidades de excavación 6. INVENTARIO DE BIENES CULTURALES INMUEBLES Y MUEBLES 6.1. Materiales recuperados y análisis realizados 7. CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIÓN 7.1. Interpretación preliminar 7.2. Propuesta de intervención y conservación del sitio arqueológico Ichabamba 7.3. Recomendaciones para futuras investigaciones 8. MANEJO Y DEPÓSITO ACTUAL DE LOS MATERIALES RECUPERADOS, Y SUGERENCIA SUSTENTADA DEL DESTINO FINAL DEL MATERIAL 8.1. Métodos de embalaje, conservación y tratamiento preventivo 8.2. Depósito actual y recomendaciones para el depósito final 9. PLAN DE DIFUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN 10. BIBLIOGRAFÍA 11. ANEXOS

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1. RESUMEN El PROYECTO ARQUEOLÓGICO ICHABAMBA-CAJABAMBA, en su temporada 2015, propuso la investigación del sitio de Ichabamba, en el centro poblado de Hichabamba, distrito y provincia de Cajabamba, departamento y región Cajamarca. El presente proyecto se enfocaba en el estudio de Ichabamba como punto de partida para entender la dinámica regional entre las entidades políticas de Wari, Cajamarca y Huamachuco, y aproximarnos a las manifestaciones culturales generadas por el encuentro entre estos actores sociales. Sin embargo, en el transcurso de las excavaciones encontramos que no existe evidencia de una construcción u ocupación de Ichabamba durante el Horizonte Medio, y que es posible que su filiación cultural corresponda a periodos tardíos (Intermedio Tardío-Horizonte Tardío). En esta primera temporada de investigaciones en el sitio se propuso la excavación de ocho (08) unidades en Ichabamba, y los trabajos se realizaron entre los meses de Julio y Agosto del 2015. Este informe expone la problemática del proyecto, las hipótesis planteadas, la metodología utilizada, los trabajos realizados y los resultados preliminares de la investigación. Adicionalmente se presentan como anexos las fichas utilizadas para el análisis de los datos y las tablas y gráficos resultado del mismo, así como fotografías correspondientes al registro del proceso de investigación. Finalmente, se exponen los análisis realizados y los resultados preliminares. Este informe fue realizado siguiendo los lineamientos expuestos en el Reglamento de Intervenciones Arqueológicas DS 003-2014-MC del Ministerio de Cultura.

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2. ANTECEDENTES, PROBLEMÁTICA, FINES Y OBJETIVOS DE LA INVESTIGACIÓN 2.1

Descripción geográfica de la región

El sitio arqueológico de Ichabamba (Pineda 1989; Williams y Pineda 1985; Jennings y Craig 2001; Watanabe 2014) se ubica a 6.35 kilómetros al suroeste de la ciudad de Cajabamba, a pocos metros del camino que une Cajabamba y Colcas, y es parte del centro poblado de Hichabamba, en el distrito y provincia de Cajabamba, departamento y región de Cajamarca (Figuras 1-3). Sus coordenadas en UTM (WGS84) son: Zona 17M Esquina Norte

819139.00 E / 9154408.00 N

Esquina Este

819179.00 E / 9154296.00 N

Esquina Sur

819098.00 E / 9154265.00 N

Esquina Oeste

819058.00 E / 9154381.00 N

La zona es accesible a través de dos vías principales: una desde Cajamarca hacia el sureste, siguiendo la vía Cajamarca-San Marcos-Cajabamba-Marcabal, y la otra desde Trujillo hacia el noreste vía Otuzco y Huamachuco hasta el mismo punto. Ichabamba se encuentra en la margen derecha del valle de Condebamba. Los rasgos geográficos corresponden íntegramente a la Cordillera Occidental, caracterizada por una topografía variada con áreas fuertemente disectadas por ríos y quebradas. Esta área geográfica abarca diversas zonas ecológicas, desde la zona yunga a los 1800 metros sobre el nivel del mar, con climas secos, calurosos y temperatura de 20 grados centígrados (la predominante en el valle de Condebamba); una zona quechua entre los 2300 a 3500 metros sobre el nivel del mar hacia los distritos de Cachachi, Cajabamba y Sitacocha, hasta los 4000 metros sobre el nivel del mar, con características húmedas y de 5 grados de temperatura, como en el caso de los cerros ubicados al sur de Huamachuco (Pineda 1989; FAO 2010; Reyes 1980). Los rasgos fisiográficos más saltantes son los largos valles interandinos de Cajamarca, Condebamba y Huamachuco-Yamobamba, capturados por la cuenca del Marañón (vertiente del Atlántico) a través del río Crisnejas. Estos valles han dejado dos hileras de cerros con más de 150 km de recorrido. Climáticamente, la región presenta dos estaciones características: una lluviosa de Diciembre a Marzo y otra seca de Abril a Noviembre, con sus respectivas etapas transicionales; sin embargo, este ciclo tiene periodos excepcionales cuando se presentan años de sequía y/o abundantes precipitaciones (Reyes 1980).

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La diversidad de alturas hacen que el clima y la vegetación sean diferentes según los lugares; por ejemplo, las cumbres que pasan los 4500 metros sobre el nivel del mar se caracterizan por su clima gélido y ausencia de vegetación. Por su parte, las extensas punas que se encuentran entre los 3500 y 4500 metros sobre el nivel del mar tienen igualmente temperaturas por debajo de los 0 grados centígrados, estando cubiertas uniformemente por ichu. Por debajo de estas alturas recién comienza a usarse los terrenos para cultivos. Los valles como Condebamba y Cajamarca son frescos en sus nacientes y templados en sus partes bajas; solamente el cañón del valle del río Crisnejas es bastante caluroso y forman un “temple”. Los principales cultivos en estos valles son la papa, cebada, caña de azúcar, arroz y alfalfa (FAO 2010). Los valles de Cajamarca y Condebamba se caracterizan por estar controlados por factores estructurales, ya que algunos tramos se han labrado a lo largo de fallas longitudinales, grabens o pliegues paralelos. La particularidad de estos valles consiste en que los lechos de los ríos actuales se encuentran hacia las márgenes occidentales, ejerciendo su acción sobre rocas duras y formando escarpas muy acentuadas que contrastan con las del flanco oriental, caracterizadas por una pendiente más o menos moderada. Este fenómeno puede interpretarse como un levantamiento más acelerado del sector oriental de los valles. Geológicamente, la zona en estudio corresponde a la Formación Condebamba, que yace con leve discordancia sobre la Formación Cajabamba y cuya edad se enmarca entre el Plioceno Superior y el Pleistoceno (Reyes 1980). Esta formación consiste de intercalaciones de areniscas gruesas, arcillas rojizas y conglomerado fino en la base. Hacia arriba está formada exclusivamente por conglomerado grueso con elementos redondeados y sub-redondeados, mayormente de cuarcitas en matriz arenosa, llegando a veces a tener diámetros de 35 a 40 centímetros. 2.2 Antecedentes de investigación Con excepción de los reconocimientos que realizan Pineda (1989) y Williams y Pineda (1985), no ha habido investigaciones realizadas específicamente en Ichabamba ni se han realizado excavaciones arqueológicas en el sitio. Las menciones al sitio abundan (Julien 1988; Schreiber 1992; Jennings y Craig 2001, 2003; Watanabe 2014, entre otros), pero en el marco general de la discusión de los sitios Wari en los Andes Centrales, y sin ahondar en detalles del complejo. En su investigación y respectiva publicación, Williams y Pineda (1985) comparan sitios en la sierra desde Ayacucho por el sur hasta Cajamarca por el norte, reconociendo estructuras que guardan semejanzas con el patrón arquitectónico establecido para Wari. En particular, el llamado “patrón ortogonal”, compuesto por amplios patios cuadrangulares, corredores estrechos y galerías periféricas parece encontrarse en sitios como Pikillacta (Cusco), Atumpampa (Ayacucho), Viracochapampa

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(Huamachuco), Yamobamba e Ichabamba (Cajamarca), y en menor medida Pariamarca y Tocroc (sierra de Ancash). Sobre Ichabamba en particular los autores mencionan que habría tenido menor importancia arquitectónica, ya que los pocos muros registrados son de calidad burda, lo cual contrasta con los otros sitios. Sin embargo, en términos de concepción del espacio corresponde al patrón determinado en los otros sitios. Según los autores, la influencia Wari es evidente en los Andes cajamarquinos, y modificó de manera sustancial la cerámica local. Para ellos también es demostrable que los arquitectos Wari construyeron con un mismo patrón formal los sitios de Pikillacta y Viracochapampa, en lugares por demás apartados y casi en los extremos de su área de influencia. Finalmente, los autores dan cuenta de la forma cuadrangular de ambos sitios, la división en tercios de esos cuadrados, la posición del camino que los atraviesa, la localización de las áreas abiertas y la forma de los grupos de estructuras alrededor de los patios en ambos sitios, para concluir que tales coincidencias no pueden explicarse por el azar, y que demuestran paralelismo funcional y de criterios preestablecidos de planificación y manejo del espacio (Williams y Pineda 1985). Ichabamba ha sido mencionado también en los estudios acerca de la arquitectura Wari. Por ejemplo, Jennings y Craig (2001, 2003) incluyen al sitio en el análisis acerca de la ubicación de los sitios Wari en determinadas secciones de los valles andinos y la complejidad política pre-Wari en dichos valles. Los resultados de este análisis indican que los sitios administrativos en aquellos valles con sistemas políticos simples pre-Wari tienden a estar más cerca al centro del valle, mientras que los sitios en aquellos valles con sistemas más complejos antes de la ocupación Wari tienden a distanciarse más del centro. Los autores sugieren que esta relación refleja una estrategia orientada hacia la extracción de bienes de prestigio en la periferia del imperio Wari. En aquellas regiones con organización más compleja, Wari ubicaba sus centros administrativos en áreas que permitieran controlar el flujo de bienes fuera de la región, mientras que en áreas de organización preexistente más simple, Wari optaba por construir instalaciones en una ubicación central en el valle para facilitar la organización de la producción de bienes de prestigio en la región. En este contexto, Ichabamba habría estado en una zona de gran complejidad, con la confluencia de al menos dos entidades políticas importantes cuyo desarrollo antecede al imperio Wari (Cajamarca y Huamachuco), y su ubicación en el margen del valle y cerca de caminos importantes habría permitido una mejor circulación de los bienes intercambiados. El sitio fue registrado en la prospección de José Pineda (1989), quien lo describe, cataloga (con el número 18), y presenta un croquis preliminar y una fotografía de los muros (Fig. 4). La prospección de Pineda en el valle de Condebamba, identifica un total de 48 sitios en ambas márgenes del río (aunque la gran mayoría de sitios están ubicados en la margen derecha), incluyendo centros ceremoniales, sitios habitacionales, terrazas de cultivo, canales y cementerios, entre otros. Se realizó

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una recolección de cerámica de superficie como parte de esta prospección, pero no se han incluido imágenes de dicho material en el reporte correspondiente. Pineda identifica evidencias cerámicas pertenecientes al Horizonte Medio en cuatro sitios del valle de Condebamba: Mollepampa, Carachorcos, Orito Huaco y Campana Orco. Este último presenta todas las características constructivas y arquitectónicas que se observan en el periodo Intermedio Temprano, pero asimiladas al desarrollo de este asentamiento. En Campana Orco los muros de las viviendas u otros recintos que se encuentran frente a las plazas principales o sitios ceremoniales están mejor elaborados que el resto, las piedras son generalmente medianas, regulares, ligeramente labradas y aparecen unidas con mortero de barro o arcilla. Estos muros se encuentran alineados con bastante precisión. Las piedras de los muros que conforman los recintos que se hallan alejados de los sectores principales son irregulares y burdas; dichos muros no se hallan alineados con mucha precisión (Pineda 1989). De igual modo, reporta la existencia de un sistema de terrazas en ambas márgenes del río Crisnejas, que habrían tenido una ocupación continua desde el Horizonte Medio hasta el Horizonte Tardío, y que indicarían una intensificación agrícola en esta área, considerada de relieve abrupto, ante un fenómeno de presión demográfica o una imposición externa (Pineda 1989). La carencia de evidencias cerámicas para sitios de este periodo (que de acuerdo a Shady se deba probablemente a que en esta área y durante este periodo se desarrollo un estilo de cerámica local), así como lo difícil que resulta establecer una relación arquitectura-tiempo en esta área (pues los elementos constructivos no presentan una clara variación en el tiempo) es interpretada por Pineda no como una época de despoblamiento como parecería sino al contrario como un periodo de incremento poblacional, basándose en la existencia de nuevas áreas agrícolas en el rio Crisnejas. Lo más probable es que el valle de Condebamba siguió explotándose con intensidad durante el Horizonte Medio, pero los centros poblados fueron cambiando su preferencia de las partes bajas por las altas. Es posible además que en el Horizonte Medio se comenzara a gestar en esta área el sistema de patrones que existió en el Intermedio Tardío y que muchos de los asentamientos que corresponden a este periodo se comenzaron a ocupar en el Horizonte Medio (Pineda 1989). Durante el Horizonte Tardío, Pineda reporta una situación similar: escasa evidencia en general tanto en cerámica como en arquitectura. Sin embargo, tal como señala, esto no necesariamente indica que esta zona no haya sido ocupada por los incas, sino que esta ocupación se habría restringido a sitios específicos (Pineda 1989), tales como el asentamiento de Cerro Grande, en la parte alta del valle de Condebamba, y desde el cual se ejerce un perfecto control visual sobre las partes bajas de valle. El sistema de andenerías de Las Delicias, construido durante el Horizonte Medio, y los sitios de

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Arapuquio y Hacienda Shinshe (a 3400 msnm), ocupados durante el Intermedio Tardío, presentan evidencias correspondientes también al Horizonte Tardío. Tomando en cuenta estas consideraciones, la ocupación durante este periodo parece poner énfasis en la reutilización de sitios, sobre todo en las partes medias y altas, y en la construcción de terrazas para el aprovechamiento de los terrenos agrícolas. 2.3. Problemática general de la investigación La arqueología y el estudio de los imperios Los imperios, definidos como un tipo particular de sociedad que ejerce control político y económico sobre otras sociedades complejas (D’Altroy 1992; Sinopoli 1994; Morrison 2001; Schreiber 2001), crean procesos sociales, económicos y políticos particulares cuando se expanden hacia nuevos territorios, interactuando con grupos regionales y cambiando las vidas de las poblaciones locales. Debido a que las estrategias imperiales cambian de acuerdo a las condiciones específicas del encuentro entra las culturas y el grado de complejidad preexistente de las entidades políticas locales (Jennings y Craig 2001; Schreiber 2005; Stein 2005), los procesos resultantes del contacto entre el imperio y las comunidades locales son complejos y variados. Si bien las motivaciones para la expansión imperial son diversas, incluyendo épocas de inestabilidad, la disrupción del sistema agrícola y la adquisición de poder (Schreiber 1992), el proceso más importante detrás del expansionismo es el resultado de una combinación de necesidades políticas y económicas: A medida que la complejidad de la organización política y económica se incrementa, los imperios comienzan a expandirse para obtener acceso a recursos de subsistencia, utilizando una economía doméstica para sostener a la población en su área nuclear, incluyendo a las elites, los grupos de especialistas y el ejército, y también acceder a bienes de lujo, utilizando una economía de prestigio para legitimizar su poder cuando se enfrenta a potenciales competidores y/o enemigos (D’Altroy y Earle 1985; Johnson y Earle 1987;). Siguiendo esta lógica, el concepto de economía política, el cual se centra en la producción, distribución e intercambio de riqueza (Stanish 1992:11), brinda un marco adecuado para empezar a entender las motivaciones económicas para la expansión imperial. Las áreas con recursos considerados como necesarios o percibidos como prestigiosos fueron consecuentemente consideradas como objetivo, controladas e incorporadas al sistema imperial (Stein 2005). Como parte de su expansión, las sociedades imperiales establecen interacciones con entidades políticas locales (o “sociedades anfitrionas”; Stein 2005). Al hacerlo, nuevos conjuntos de relaciones sociales y culturales son puestos en movimiento, dando lugar a formas de interacción colonial que son dinámicas y repletas de resultados inesperados. Los estudios recientes sobre contacto cultural han dejado atrás los modelos centrados en procesos de aculturación y se enfocan ahora en dinámicas

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relaciones de poder, la intersección de múltiples identidades culturales, y las transformaciones resultantes de esas interacciones (Smith 1995, 2003; Cusick 1998; Stein 2002), reconociendo al mismo tiempo las relaciones asimétricas de poder en las que estas sociedades están inmersas (Stein 2005; Dietler 2010). Las aproximaciones más recientes añaden otra dimensión a estos encuentros al enfocarse en los procesos de consumo selectivo de cultura material, los cuales crean un complejo entramado de vínculos económicos, políticos, sociales y culturales (Dietler 2010: 53). Los términos bajo los cuales estas conexiones están estructuradas dependen de las relaciones entre tres componentes clave del contacto cultural: las metrópolis o naciones de origen, las sociedades anfitrionas y las colonias (Stein 2005). Las instalaciones coloniales son parte de las estrategias imperiales dirigidas a controlar recursos particulares en ciertos territorios, lo cual resulta en conquistar también a la población que habita en ese territorio (Schreiber 1992). Las colonias representan una inversión en infraestructura y logística, especialmente cuando están ubicadas en provincias lejanas y requieren gastos considerables en esfuerzo y personal (Stark y Chance 2011: 198). Debido a que constituyen el emplazamiento físico de mediación entre la población local y los colonizadores, las colonias representan relaciones de poder y están cubiertas por ellas (Stein 2005; Dietler 2010). En el contexto de este proyecto, el poder no es considerado como la cualidad de un individuo o un grupo, sino como una relación en la cual una de las partes busca imponer su voluntad sobre las otras, manipulando recursos que están a su alcance dentro de posiciones estructurales y circunstancias históricas específicas para lograr metas significativas (Foucault 1982; Mann 1986; Schortman y Urban 2011). Por tanto, las relaciones de poder negociadas por estados expansivos e imperios son diferentes en cada encuentro colonial. Las colonias, como “asentamientos implantados que son establecidos por una sociedad en el territorio de otra a largo plazo, y socialmente distinguible de las comunidades de la entidad política local” (Stein 2005: 10), conforman la estructura física y social en la cual estas interacciones tienen lugar. Wari y los imperios andinos El caso mejor conocido de expansión imperial en los Andes Centrales es indudablemente la trayectoria cultural del Imperio Inca. Los Inca transformaron el paisajes social andino en poco menos de un siglo y estructuraron un sistema político que dependía de la coerción, la hospitalidad ceremonial y el clientelaje para motivar u obligar a sus súbditos a llevar a cabo los proyectos estatales (Morris 1998; D’Altroy 2005). Los Inca ejercieron control político y económico directo sobre regiones costeras y serranas a lo largo de la cordillera andina, estableciendo enclaves administrativos en ciertas ubicaciones de acuerdo al grado de autoridad política y centralización preexistente en el área (Menzel 1959). Estas colonias y enclaves estaban conectadas a la capital Cusco, a través de una compleja red de caminos, incluyendo el uso diferenciado de ciertas vías de acuerdo al status de sus usuarios (Hyslop 1984).

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El antecedente más importante de todas estas estrategias de control, el cual constituyó el primer experimento en gobierno estatal en los Andes Centrales (Anders 1986), y el cual sentó la pauta para los logros Inca posteriores, fue definitivamente el Imperio Wari. Durante el Horizonte Medio (7501000 DC), un periodo caracterizado por interacción cultural intensiva entre varias entidades políticas andinas, el Imperio Wari surgió y se expandió, extendiendo su influencia sobre la cuenca de Ayacucho y posteriormente a lo largo de los Andes Centrales. La expansión colonial Wari tuvo un profundo impacto tanto en la estructura política como en las actividades cotidianas de las comunidades locales. La presencia e influencia Wari en los Andes Centrales han sido correlacionadas con cambios significativos en patrones de asentamiento (Benavides 1976; Browman 1976; Ravines 1985; Julien 1988; Schreiber 2000, 2005; Jennings 2010; Covey et al. 2013), actividades productivas (Lumbreras 1980; Edwards 2010; McEwan y Williams 2012), niveles de disrupción social (Tung 2012), cultura material (Menzel 1964; Knobloch 1983; Shady 1989; Schreiber 1992; Glowacki 1996, 2005), y el establecimiento de colonias a lo largo de los Andes, desde Cajamarca (Williams y Pineda 1985; Watanabe 2014) hasta Cusco (Glowacki 2002; McEwan 2005) y Moquegua (Williams 2001; Nash y Williams 2004). John Rowe (1963) observó que un rasgo de los asentamientos coloniales Wari era un tipo particular de construcción llamado el “grupo patio”, consistente en la combinación de patios cuadrangulares, largos y estrechos corredores, y galerías periféricas. Además de estas estructuras, cerámica Wari era también producida y distribuida en estos sitios provinciales (Menzel 1964, 1968). La asociación de arquitectura y cerámica Wari ha sido típicamente correlacionada con presencia e influencia Wari. Sobre la base del estudio de los patrones de asentamiento, sitios provinciales y distribución de cultura material, se sabe que como parte de sus mecanismos imperiales de conquista y consolidación Wari usó diferentes estrategias de control de acuerdo a la complejidad de la estructura política local y de acuerdo a sus objetivos específicos, tales como el control de ciertas rutas, la necesidad de supervisar proyectos de construcción, el manejo de tierra apta para cultivo, y el obtener acceso a bienes de prestigio, estableciendo colonias desde las cuales conseguir estos objetivos. Los asentamientos coloniales Wari en este sentido constituyen el nexo físico multiétnico donde se ponían en juego las relaciones de poder entre los grupos imperiales y locales a través de actividades ceremoniales, administrativas y domésticas. Los incas en la sierra norte La ocupación inca de la sierra norte parece haber tomado la misma forma que la del imperio Wari, con la construcción de asentamientos imperiales, inversión en infraestructura agrícola, caminos y tambos. Sin embargo, la lógica y las motivaciones parecen haber sido diferentes: en el caso Wari observamos que al establecer su dominio sobre una entidad local de mayor complejidad trataban de

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aprovechar la infraestructura existente, y por tanto su inversión en construcción era mínima, mientras que en el caso Inca éstos parecen haber tomado en cuenta otros factores al establecerse en Cajamarca. Por ejemplo, la capital existente en Guzmango Viejo no habría estado en la ubicación estratégica necesaria para la logística imperial, lo que habría motivado trasladar el centro de poder a lo que sería la ciudad de Cajamarca. Este razonamiento tenía además bases en otros aspectos geopolíticos: el centro de la cuenca de Cajamarca ya era un nodo importante en el flujo de información, comercio, y transporte militar entre el norte y el sur, y entre la costa y el oriente. Además, la población Chimú hacia el oeste de la cuenca de Cajamarca representaba un peligro para los intereses inca, por lo cual es probable que hayan buscado controlar la estratégica zona de la parte alta del valle de Jequetepeque. Finalmente, no se descarta que esta construcción en mayor escala en Cajamarca se haya debido a la necesidad de demostrar control sobre la zona ante una respuesta inicial violenta o rebelde. La entidad política Cajamarca A diferencia de otras sociedades controladas por Wari en la sierra norte, la entidad política Cajamarca (50 a.C.–1532 d.C.) tuvo una estructura económica y política compleja, con una clara jerarquía de asentamientos y su propia red de infraestructura para la producción de alimentos y para intercambio (Ravines 1985; Terada y Matsumoto 1985; Julien 1988; Matsumoto 1993; Toohey 2009; Rosas 2010; Tsai 2012). La tradición cultural Cajamarca y su distintivo estilo cerámico fueron reconocidos como prestigiosos a lo largo de los Andes Central, tal como lo demuestra la distribución de vasijas Cajamarca de caolín y su emplazamiento en contextos funerarios de elite en todo el norte peruano, incluyendo áreas costeras, serranas e incluso amazónicas (Menzel 1964; Ruiz Estrada 1969; Lau 2006). Sobre la base de la distribución de artefactos de estilo Cajamarca podemos inferir que hubo un alto grado de interacción e intercambio interregional de recursos desde al menos el periodo Intermedio Temprano (200 a.C.-750 d.C), el periodo inmediatamente anterior a la conquista Wari. Esta red económica, en la cual la entidad política Cajamarca era participante activa, incluía los territorios de Chachapoyas al este, Lambayeque al oeste, Huamachuco y el Callejón de Huaylas (Larco Hoyle 1948; Ruiz Estrada 1969; Shimada 1982; Lau 2006; Watanabe 2009, 2010; Lange Topic y Topic 1984, 1987, 2010). Durante la parte más temprana del Intermedio Temprano, la presencia de comunidades compuestas por grupos de recintos aglutinados constituyó un patrón en la organización de los asentamientos que marcó un cambio significativo con relación a la arquitectura ceremonial del Periodo Formativo en Cajamarca (Terada y Matsumoto 1985; Terada y Onuki 1985; Matsumoto 1993; Seki 1998; Kaulicke 2010). Muchos de los sitios fortificados en las cimas construidos durante las fases anteriores

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continuaron siendo ocupados (Julien 1988). Sin embargo, hacia el final del Intermedio Temprano la mayor parte de las comunidades fortificadas fueron abandonadas, lo cual se correlaciona con una escasez de evidencia arquitectónica de conflicto en la cuenca (Julien 1988; Toohey 2009). En general, hay una tendencia hacia un menor énfasis en fortificación y defensa en el patrón de asentamiento de la cuenca de Cajamarca en los años previos a la expansión Wari a esta región (Toohey 2009), lo cual coincide con un incremento en la intensidad de intercambio interregional e interacción (Shimada 1982; Lau 2006). Esta situación puede entonces ser interpretada como el establecimiento de un tipo diferente de relación, más orientada hacia el intercambio, entre Cajamarca y sus vecinos. Al momento de la expansión Wari a Cajamarca durante el Horizonte Medio (750-1000 d.C.), la influyente entidad política Cajamarca había alcanzado su mayor nivel de complejidad política (Julien 1988; Toohey 2009; Tsai 2012), y ejercía una fuerte influencia económica y cultural en la parte norte de los Andes Centrales (Reichlen y Reichlen 1949). Huamachuco El centro Wari de Viracochapampa es sin duda uno de los más importantes tanto en la historia de las investigaciones sobre Wari como dentro del sistema imperial. Ya desde McCown (1945) y Thatcher (1972, 1975, 1977), el sitio ha sido materia de estudios que, en mayor o menor medida, han tratado de dilucidar su secuencia ocupacional, función e importancia en la región. Según Pineda (1989), Viracochapampa se trataría de un centro de control impuesto en esta área, y es sin lugar a dudas una intrusión morfológica en esta parte de la sierra norte. En su opinión, nunca antes en alguna parte de Huamachuco o Cajamarca existió este tipo de planeamiento, que parece hecha con escuadras y en donde todos los espacios, grandes o chicos presentan encuentros ortogonales. La localización de este asentamiento en una gran explanada y sin protección de los accidentes naturales es también completamente nuevo, pues en esta área los asentamientos se sitúan en sitios escarpados y protegidos por los accidentes topográficos. Este hecho, sumado a que se encuentra amurallado y atravesado por un importante camino, ayuda a confirmar esta hipótesis. Las investigaciones posteriores de Lange Topic y Topic (1984, 1987, 2010; Lange Topic 1991) han permitido aclarar la relación entre Marcahuamachuco, Viracochapampa y otros asentamientos en el área de Huamachuco. Para estos autores, el modelo imperial Wari presenta contradicciones ya que no hay evidencias de coerción, explotación económica o administración centralizada. Usando una perspectiva centrada en los datos de la sierra norte, ellos admiten un rol central y preeminente de Wari y del sitio de Huari durante el Horizonte Medio, con influencia estilística y social extensa en los Andes Centrales. Sin embargo, enfatizan que el proceso fue bidireccional, algo muy evidente en los elementos arquitectónicos que tienen sus raíces en el norte: chullpas y mausoleos, edificios de dos plantas, edificios con techos de tierra y tepe, y especialmente los galpones nichados y galerías

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dispuestas alrededor de patios. Si bien algunos de estos elementos tienen distribuciones espaciales extensas en el norte, los galpones y las galerías son más típicas de Huamachuco (Lange Topic 1991; Lange Topic y Topic 2010). Siguiendo esta propuesta, tanto Viracochapampa como Marcahuamachuco fueron planificados como sitios en los que la gente podía reunirse por pachacas separadas e independientes para festejar a sus ancestros. Los autores postulan, aunque no se puede comprobar aún, que en ambos sitios las pachacas asistieron al mismo sitio a la vez, afirmando así la cohesión del cuerpo social mayor. Sin embargo, en contraste con Marcahuamachuco, el plano de Viracochapampa demuestra una visión del paisaje social mucho más estructurada de las pachacas que formaban la sociedad, incorporando tanto una división dual como una reducción de la variabilidad entre ellas. De esta manera, Viracochapampa combina la veneración de ancestros al modo huamachuquino con una organización trascendente del paisaje social probablemente traída de Huari (Lange Topic y Topic 2010). Finalmente, Schreiber discute a Viracochapampa como un ejemplo de los cambios en las metas y estrategias geopolíticas de Wari durante el transcurso de su desarrollo. El hecho de que se haya emprendido la construcción de instalaciones en tan gran escala para luego dejarlas incompletas sería evidencia de un cambio en la agenda política Wari, de probablemente una ocupación significativa y control directo sobre la región al abandono del área y la construcción de otros centros (lo cual probablemente ocurrió también con Yamobamba en el valle de Namora). Tomando en cuenta esta problemática, y sobre todo la importancia de los actores sociales previamente mencionados, el sitio de Ichabamba representaba una oportunidad única de conocer las motivaciones detrás de la política expansiva Wari hacia la sierra norte, así como conocer las consecuencias de esta expansión en las poblaciones locales. Por su emplazamiento, en un punto estratégico en el valle de Condebamba y en la ruta que une Cajamarca con Huamachuco, Ichabamba debió haber representado un nodo importante en la red de intercambio y de dinámica cultural de la sierra norte. Sin embargo, los resultados de la presente temporada indican que esta importancia debió haberse dado en una época posterior a la inicialmente planeada (es decir, durante los periodos Intermedio Tardío y Horizonte Tardío). 2.4. El sitio arqueológico Ichabamba El sitio se encuentra a una altitud de 2250 metros sobre el nivel del mar y presenta una orientación de 341 grados en el eje Noroeste-Sureste. El núcleo del conjunto consta de un espacio rectangular de

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aproximadamente 120 por 85 metros1, cubriendo un área total de 10394 metros cuadrados (ver tabla 1). En base a las investigaciones previas, fotografías aéreas, e imágenes satelitales del área elaboramos al inicio del proyecto un plano del sitio, presentado en la Figura 5, y el cual confirmamos con los resultados de esta temporada de campo. La arquitectura en superficie está dividida en nueve estructuras principales, dispuestas en dos largas estructuras rectangulares divididas en recintos más pequeños a los lados noreste y suroeste del sitio, y un gran espacio abierto (UA6) en el centro, que probablemente haya tenido mayores divisiones internas, pero éstas no son visibles en superficie. En base al reconocimiento del valle de Condebamba realizado por Pineda (1989), sabíamos que los muros estaban compuestos por piedras medianas pero que la mampostería era de pobre calidad, que Pineda caracteriza como 'unidas sin ningún cuidado y sin mortero' (Pineda 1989; Fig. 4). No obstante, aunque Pineda reporta muros de entre 1 a 1.5 metros de altura, durante los trabajos de esta temporada confirmamos que éstos se tratan de pircados modernos, mientras que de los muros originales solo se conservan los cimientos, y estos alcanzan un máximo de 50 centímetros (o dos filas). Pineda reportó además que no encontró muestras de superficie en el sitio; sin embargo, el autor señala también que la existencia de gran cantidad de vegetación, que cubre casi la totalidad del complejo, no le permitió realizar una buena exploración. La Tabla 1 a continuación presenta las dimensiones y área de las divisiones en superficie identificadas en Ichabamba UA 1 2 3 4 5 6 7 8 9

Largo (m) 39.782831 13.020107 28.40155 21.745834 19.776593 122.726915 39.0042 37.561741 42.382465

Ancho (m) 15.807618 15.816682 15.802496 15.685284 15.652600 53.379330 15.999020 16.000727 16.129512

Área (m2) 628.8718 205.9349 448.8154 341.0896 309.5551 6551.0805 624.0290 601.0152 683.6085 10394.00

Tabla 1. Dimensiones y área de las divisiones en superficie identificadas en Ichabamba Si bien solo se conservan los cimientos de los muros originales en Ichabamba (e incluso no en todo el complejo), la cantidad de piedras caídas de los muros colapsados en la superficie del sitio podría indicarnos que los muros fueron construidos de piedras en la totalidad de su altura original (y no en una técnica mixta barro-piedra).

                                                                                                                1  Medidas reales: Lado noroeste: 85.398182 metros; lado noreste: 118.948406 metros; lado sureste: 86.746355 metros; lado suroeste: 122.726915 metros.

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2.5. Fines de la investigación En términos generales, el presente proyecto tenía como fin principal el investigar el grado de interacción entre las entidades políticas Wari, Cajamarca y Huamachuco, durante el Horizonte Medio en el valle de Condebamba. Para ello se consideró pertinente comenzar a desarrollar este programa de investigación a partir de la excavación arqueológica de un sitio en particular: el sitio arqueológico de Ichabamba. Considerando los resultados de la presente temporada, se añadió como fin de la investigación el determinar la extensión de la presencia Inca en esta región durante el periodo Horizonte Tardío, y cuyos detalles serán el tema principal de las siguientes temporadas de trabajo. 2.6. Objetivos de la investigación Los objetivos particulares trazados inicialmente para el desarrollo de la temporada 2015 del presente proyecto de investigación fueron los siguientes: •

Confirmar el diseño arquitectónico del sitio de Ichabamba y la configuración de sus unidades arquitectónicas principales



Definir las subdivisiones arquitectónicas menores en el sitio



Identificar áreas de actividad y prácticas realizadas en el sitio



Definir cómo estas actividades se relacionan con las que se realizaban en otras colonias Wari en los Andes Centrales



Ubicar la cronología del sitio en la secuencia de la expansión del imperio Wari.

A estos se añadieron durante el transcurso de la temporada: •

Determinar la intensidad de la ocupación Inca en el sitio de Ichabamba



Ubicar Ichabamba en el contexto de la ocupación Inca de la sierra norte

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3. METODOLOGÍA APLICADA EN CAMPO Y GABINETE 3.1. Metodología de campo: Técnicas de excavación, registro y recolección de los materiales, y sistemas de sectorización y nomenclatura utilizados a. Técnicas de excavación y recolección de los materiales El propósito de esta primera temporada de trabajos en el sitio era definir la configuración precisa de las estructuras principales e identificar la mayor cantidad posible de subdivisiones y estructuras menores. Si bien inicialmente se solicitó excavar veinte (20) unidades, cubriendo quinientos metros cuadrados (500 m2) de la superficie del sitio (ver Solicitud del Proyecto Arqueológico IchabambaCajabamba, 2015), la mala conservación del sitio en general y la escasez de evidencias recuperables en los sectores a medida que se realizaban las excavaciones llevó a que en algunos casos las unidades fueran reubicadas y en otros no excavadas, de acuerdo a la siguiente distribución: Unidad propuesta* 20 13 16 9 19 3 8 4

Unidad excavada 1 2 3 4 5 6 7 8

UA 9 6 7 6 8 3 1/6 4

Largo (en metros) 1.30 1.90 2.00 2.00 1.30 1.50 2.00 2.50/1.00

Ancho (en metros) 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00/1.00

Área final (en metros cuadrados) 1.30 1.90 2.00 2.00 1.30 1.50 2.00 3.50 Total: 15.50 m2

Tabla 2. Medidas (en metros) de las unidades excavadas durante la temporada 2015 en el sitio arqueológico de Ichabamba. La unidad propuesta inicialmente con el número 13 mantuvo su ubicación general, convirtiéndose en la unidad excavada 2. Las unidades propuestas 20, 16, 9, 19, 3, 8 y 4 fueron reubicadas, convirtiéndose en las unidades excavadas 1, 3, 4, 5, 6 7 y 8 respectivamente. Finalmente, las unidades 1, 2, 5, 6, 7, 10, 11, 12, 14, 15, 17 y 18, propuestas inicialmente, no fueron excavadas debido a redundancia y el mal estado de conservación de las estructuras en general. Luego de esta consideración, se excavaron en total, ocho (08) unidades (Unidades 1-8; Figura 6), y dado que se decidió adaptar el tamaño de las unidades a la arquitectura existente en los casos necesarios, todas las unidades terminaron siendo de tamaños diferentes, como se puede apreciar en la Tabla 2. En total, casi 16 metros cuadrados (15.50 m2) de la superficie del sitio fueron excavados durante esta temporada, lo cual corresponde al 0.149% del total de la superficie de Ichabamba. La

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Tabla 3 presenta las coordenadas y altitud de las 08 (ocho) unidades excavadas en Ichabamba durante la temporada 2015. Unidad de Excavación 1 2 3 4 5 6 7 8

Unidad Arquit. 9 6 7 6 8 3 1/6 4

Zona 17M 17M 17M 17M 17M 17M 17M 17M

Coord. UTM Este 819175.5640 819112.7841 819148.9072 819133.5921 819160.5327 819089.7545 819072.7482 819084.2385

Coord. UTM - Norte 9154302.5864 9154270.6569 9154370.2227 9154372.5155 9154334.4897 9154334.3521 9154382.3280 9154301.5113

Altitud (msnm) 2353 2348 2353 2345 2352 2346 2352 2347

Tabla 3. Ubicación (en coordenadas UTM) y altitud de las unidades excavadas durante la temporada 2015 en Ichabamba. Datum: WGS84. Nota: Se consigna únicamente el UTM de la esquina Sur de cada unidad

Todas las unidades (1-8) se excavaron manualmente, siguiendo la deposición estratigráfica natural o cultural. En cada unidad arquitectónica (UA) se tomó al locus (loci en plural) como unidad deposicional excavada para el registro de los materiales. Cada locus excavado y sus asociaciones estuvieron controlados tridimensionalmente, mediante registros escritos, gráficos y fotográficos. Para cada locus se llenó una ficha con observaciones y descripciones de las características asociadas, se registraron al menos cuatro puntos de altura, se realizaron dibujos en escala 1:20 y se tomaron fotografías digitales a color con una cámara de 14.3 megapixeles de resolución. Al finalizar la excavación de cada unidad se dibujaron y tomaron fotos de los perfiles de las unidades. Todo el material removido durante las excavaciones fue cernido utilizando una zaranda con malla de . de pulgada y acumulado en el sitio para su uso posterior en el tapado de las unidades. En cada locus se recolectaron todos los artefactos y ecofactos. Tanto los fragmentos diagnósticos como los no diagnósticos y los demás materiales culturales se separaron de acuerdo a su tipo y material, y fueron registrados en el inventario según su locus de procedencia, tipo de material, cantidad y peso, anotando además una breve descripción. Este inventario de materiales se entregó a la Sede del Ministerio de Cultura en Cajamarca al concluir los trabajos en Ichabamba (Ver Anexo 2A). b. Técnicas de registro i.

Escrito Durante el trabajo de campo, para el sistema de registro se utilizó cuadernos de campo y fichas de locus, para documentar las características de las unidades de excavación, el proceso de excavación y los materiales asociados (ver modelos de fichas en Anexo 2B).

107

ii.

Gráfico El levantamiento de las estructuras visibles sin excavación se realizó utilizando winchas, niveles de precisión y brújulas, y se trazó un plano en escala 1:100, el cual luego se digitalizó y se georeferenció ubicando los puntos establecidos mediante GPS. En este plano también se indicó la ubicación de las unidades de excavación. En campo se realizó el dibujo de planta de cada superficie de locus, así como las estructuras y características asociadas en escala 1:20. De igual forma se realizó el dibujo de perfil para cada unidad de excavación, también en escala 1:20. En gabinete se elaboraron además los dibujos de los fragmentos de cerámica diagnóstica recuperada durante la excavación en escala 1:1 e incluyendo una vista frontal y una vista lateral (ver figuras 20, 27, 34 y 57 en el Anexo 1, ordenados por locus).

iii.

Fotográfico Durante el trabajo de campo se tomaron fotografías digitales de cada locus excavado, así como de cada perfil, unidad arquitectónica y sector (ver figuras 7-58 en el Anexo 1, ordenados por locus). Para ello se utilizó una cámara digital Nikon D3100, de 14.3 megapixeles de resolución. Antes de tomar las fotos de locus se anotaron en el cuaderno de registro fotográfico los datos relativos a nombre del proyecto, año, sector, unidad, locus, orientación de vista y fecha. Durante el análisis de los materiales en el gabinete se tomaron además fotografías de todos los materiales recuperados, incluyendo fragmentos diagnósticos y no diagnósticos de cerámica, lítico, metal, hueso, botánico, malacológico y otros. Para el caso de la cerámica, lítico y metal se incluyeron al menos dos vistas (anterior y posterior), mientras que en los demás casos se incluyó solo la vista anterior.

c. Sistema de sectorización Las visitas preliminares realizadas al sitio, las fotografías aéreas e imágenes satelitales y la información recogida por Pineda (1989) permitieron delinear un plano del sitio, para el cual se estableció un sistema de coordenadas métricas y un datum principal, basados en un punto UTM (Figuras 5 y 6). A partir de este croquis, se identificó un total de 9 divisiones en superficie dentro del complejo, 8 de las cuales son estructuras rectangulares laterales y 1 es un espacio central. Cada una de estas estructuras fue denominada unidad arquitectónica (UA) y recibió un numero único y correlativo (1-9; Figura 5 y 6). En todos los planos y registros gráficos del sitio se utilizó el sistema universal transversal Mercator (UTM) con referencia al datum WGS 1984 para la identificación y georeferenciación de las estructuras. d. Sistema de nomenclatura de los elementos arqueológicos i.

Elementos inmuebles El Proyecto Arqueológico Ichabamba-Cajabamba utiliza la siguiente nomenclatura: Sitio: I Unidad Arquitectónica: Prefijo UA y números consecutivos: UA1, UA2, UA3, etc.

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Unidad de excavación: Números correlativos 1, 2, 3, 4, etc. Locus: Números correlativos de tres cifras, cuya primera cifra indica la unidad de excavación en que fue registrado: Unidad 1 – Desde el locus100 hasta el 104 Unidad 2 – Loci 200-204 Unidad 3 – Loci 301-307 Unidad 4 – Loci 400-403 Unidad 5 – Loci 500-506 Unidad 6 – Loci 600-602 Unidad 7 – Loci 700-704 Unidad 8 – Loci 800-804 Superficie del sitio – Locus 000 Muros: Además de recibir un número de locus como parte de su registro durante la excavación, los muros y rasgos arquitectónicos menores (banquetas) que conforman cada recinto fueron designados con el número de la unidad seguido de una letra (A-H) y nombrados en sentido horario: A - Muro Norte B - Muro Este C - Muro Sur D - Muro Oeste E - Muro Noreste F - Muro Noroeste G - Muro Sureste H - Muro Suroeste ii.

Elementos muebles Para el registro de los elementos arqueológicos muebles, se anotó que cada artefacto recuperado proviene de un locus específico, y tanto la información de la unidad arquitectónica como del locus correspondiente y el tipo de material recuperado se consignó en cada ficha y bolsa en el campo. Para el caso de los materiales recuperados, se utilizaron las siguientes categorías:

  Cerámica Diagnóstica (CD) Cerámica No diagnóstica (CND) Lítico (L) Óseo animal (A) Coprolito (P) Muestra de Tierra (MT) Cada bolsa de artefactos provenientes de un mismo locus recibió un código correlativo, y en la etiqueta se indica el sector, la unidad arquitectónica, el número de locus, el tipo de material y el número de bolsa (ver modelo de etiqueta en Anexo 2B). Finalmente, cada artefacto recibió un código donde se señala el número de locus y su número correlativo.

105

3.2. Metodología de gabinete Todos los materiales fueron inicialmente procesados en el laboratorio, y este procesamiento incluyó la limpieza, rotulado, codificación, conservación preventiva y almacenamiento. El personal encargado del proyecto llevó a cabo el análisis de los diferentes tipos de artefactos y soportes: Cerámica: Todos los fragmentos de cerámica fueron lavados, secados, agrupados de acuerdo a la presencia y tipo de elementos diagnósticos, rotulados y codificados. Durante el proceso de codificación, se recogió información relacionada a la tecnología de manufactura, decoración, marcas de uso y atributos formales. Artefactos líticos: Todos los artefactos y desechos de producción fueron recolectados, lavados, secados, rotulados y codificados. Durante el proceso de codificación, se recogió información correspondiente al proceso de talla, función, medidas, peso y tipo de material. Restos de fauna: Todos los elementos y restos óseos animales fueron limpiados mecánicamente, contados y codificados. Durante el proceso de codificación se recogió información referente a la identificación del elemento recuperado, la especie a la que pertenece, estado de conservación, función y número mínimo de animales representados. Otros materiales: En el caso de los elementos de otros materiales (coprolitos y muestras de tierra), éstos fueron limpiados, contados, codificados y almacenados siguiendo los estándares internacionales de conservación preventiva. Todos los artefactos recuperados fueron dibujados en escala 1:1 y fotografiados con cámaras digitales a 14.3 megapixeles de resolución. Tantos los datos como los dibujos y las fotografías fueron almacenados en una base de datos en Microsoft Access. Los materiales recuperados fueron cuidadosamente tratados, puestos en bolsas transparentes de polietileno, con etiquetas en su interior que contienen la información de su contexto. Se tiene al menos una bolsa para cada contexto (locus) y cada tipo de material (cerámica, lítico, etc.). Cada bolsa fue registrada con un único número en el inventario de bolsas, con la información de material, procedencia, cantidad, y peso. Todas las bolsas de materiales fueron embaladas en un contenedor de plástico, en el cual se incluye un listado de las bolsas que contiene. Este contenedor con todas las bolsas de materiales fue entregado a la Dirección Desconcentrada de Cultura-Cajamarca para su almacenamiento definitivo (ver inventario de materiales en Anexo 2A y acta de entrega de materiales en Anexo 3C).

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4. EQUIPO DE INVESTIGADORES Y RESPONSABILIDADES Directora del Proyecto,

Lic. Patricia Chirinos Ogata

Investigadora Principal

Candidata Doctoral por la Universidad de California, Santa

Responsable económico del

Barbara (UCSB)

proyecto

Magíster en Antropología, UCSB, Santa Barbara

Supervisión general de las labores

Licenciada en Arqueología, PUCP, Lima

del campo y gabinete Responsable de la elaboración del Informe Final Jefe de Campo

José Antonio Quispe Huamaní

Coordinación de las labores de

Bachiller en Arqueología, Universidad Nacional Mayor de San

campo

Marcos

Asistentes de Campo y Gabinete

David Rodríguez Sotomayor

Registro del material recuperado

Bachiller en Arqueología, Pontificia Universidad Católica del Perú Margarita Chang Parvina Estudiante de pregrado, Pontificia Universidad Católica del Perú

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5. RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN Y CONSERVACIÓN 5.1 Descripción de las unidades de excavación

  a. Unidad de excavación 1 La unidad de excavación 1 (Figuras 7-12) fue ubicada junto al muro noreste de la UA9, el cual define el límite noreste del sitio, y tuvo como medidas originales 1.30 metros de largo y 1 metro de ancho. El área total excavada correspondió a 1.30 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 69 centímetros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 82 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 656 litros (0.656 metros cúbicos). La excavación comenzó el 24 de julio y terminó el 25 de julio, en tanto que el 25 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de esta primera unidad excavada fue comenzar a definir la estratigrafía del sitio, sobre todo al interior de las estructuras (en oposición al área abierta de la UA6). Además, pensamos que en esta zona la alteración de los contextos era menor al no observarse tan claramente el pircado moderno como en el muro a lo largo de las UA2-3-4-5. La intervención en la unidad 1 reveló la existencia de cuatro (04) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 100 corresponde al muro 1E, el cual conforma el lado noreste de la unidad y del sitio (Figura 7). Está compuesto por piedras angulares y redondeadas grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) unidas con muy poca argamasa (color del mortero: marrón grisáceo oscuro - 10YR 3/2 - Very dark grayish brown.), y su altura máxima fue de 50 centímetros. El muro 1E está formado únicamente por dos filas de piedras, y éstas se encuentran colocadas directamente sobre la roca madre que subyace a todo el sitio (locus 103), por lo que consideramos que se trata de los cimientos de muros cuyas características y altura total no se pueden precisar. No se registró material asociado a este locus. El locus 101 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra con abundantes raíces (sobre todo de tara, Caesalpinia spinosa), y con algunas piedras grandes producto del colapso de los muros de la UA9. Estratigráficamente se trata del primer locus en la unidad y se sitúa por encima del locus 102. La textura del locus es de tierra compacta con vegetación entre las piedras grandes, y presenta un color gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray). Constituye una zona de constante tránsito por parte de personas y animales, y la superficie ha sido cultivada al parecer en varias oportunidades. Tuvo una altura máxima de 23 centímetros, y se registró solo un fragmento no diagnóstico de cerámica.

102

El locus 102 corresponde a una capa de tierra semicompacta con piedras pequeñas (5-15 centímetros). Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 101 y por encima del locus 103. Es probable que se trate de la misma tierra que el locus 101, pero en el caso del locus superior éste presenta un color más oscuro debido al alto contenido orgánico (plantas, gusanos) de la tierra. Tiene una textura semicompacta, y presentaba un color marrón claro grisáceo (10YR 6/2 – Light brownish gray). Este locus tuvo un espesor máximo de 46 centímetros, y no se registró material cultural. Finalmente, el locus 103 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 1. Tiene una apariencia fragmentada laminar, en la que la cara superior tiene una superficie casi lisa, mientras que la cara inferior tiene una superficie muy rugosa, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Los extremos de cada bloque son bastante fáciles de quebrar, desprendiéndose pequeños fragmentos de cascajo. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 102, su color es gris claro (10YR 7/2 – Light gray), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Los materiales asociados con esta unidad fueron sumamente escasos: solo 1 fragmento de cerámica no diagnóstica. Se procedió además a tomar muestras de tierra de los loci ubicados del afloramiento (101, 102 y 103). Esta unidad nos permitió definir la forma y técnica de colocación de los cimientos de los muros del sitio, en este caso de los linderos del sitio. Al menos dos filas de piedras grandes y medianas fueron colocadas directamente sobre la roca madre, unidas con muy poco mortero. Aunque no se ha determinado la altura original de los muros, basados en nuestras observaciones del terreno e incluso de pilas de rocas fuera del sitio (pero definitivamente proveniente de él), podemos estimar que Ichabamba habría tenido únicamente un nivel o piso. Finalmente, la intervención en esta unidad nos permitió determinar el real daño sufrido por el sitio a lo largo del tiempo. Prácticamente no quedan estructuras en pie en el sitio (con una excepción de un fragmento de muro hacia el extremo noroeste de la UA1), y las excavaciones confirmaron que no quedan mayores evidencias por debajo del nivel de la superficie actual. b. Unidad de excavación 2 La unidad de excavación 2 (Figuras 13-20) fue ubicada junto a la esquina sur de la UA6, la cual forma parte del límite sureste del sitio, y tuvo como medidas originales 1.90 metros de largo y 1 metro de ancho. El área total excavada correspondió a 1.90 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 49 centímetros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 75.5 baldes de tierra, de 8 litros

101

cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 604 litros (0.604 metros cúbicos).La excavación comenzó el 27 de julio y terminó el 31 de julio, en tanto que el 21 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de la unidad fue definir la estratigrafía del área abierta que constituye la UA6, sobre todo en una zona que parecía ser menos afectada (al estar cubierta de vegetación). Además, se buscaba determinar la relación entre el muro perimétrico del sitio y las subdivisiones menores del mismo, para definir un posible orden de construcción. La intervención en la unidad 2 reveló la existencia de cinco (05) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 200 corresponde al muro 2G, el cual conforma el muro sureste de la unidad y que forma parte del extremo sureste de la UA6 (Figura 13). Está compuesto por piedras angulares y redondeadas grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) unidas con argamasa (color del mortero de muro: 7.5YR 2.5/1 – Black), y su altura máxima fue de 49 centímetros. El muro 2G está formado únicamente por dos filas de piedras, y éstas se encuentran colocadas directamente sobre la roca madre (locus 204). El locus 201 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra con abundantes raíces (sobre todo de tara, Caesalpinia spinosa), y con algunas piedras grandes producto del colapso de los muros de la UA6. Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 202. La textura del locus es de tierra semi-compacta con vegetación entre las piedras grandes, y presenta un color gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray). Si bien está cerca de uno de los caminos de acceso al sitio, la abundante vegetación hace que por esta zona no haya tanta circulación como en otras partes del sitio. Tuvo una altura máxima de 20 centímetros, y se registraron 31 fragmentos de cerámica (8 fragmentos diagnósticos y 23 fragmentos no diagnósticos). El locus 202 corresponde a una capa de tierra semicompacta con gravilla (piedras pequeñas) y algunas raíces. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 201 y por encima del locus 204, y su color es gris (2.5Y 6/1 - Gray). Este locus posiblemente haya constituido un relleno que cubría la roca madre y que sirvió para cimentar los muros (loci 200 y 203). Tuvo una altura máxima de 32 centímetros, y se registraron 7 fragmentos de cerámica (2 fragmentos diagnósticos y 5 fragmentos no diagnósticos). El locus 203 corresponde al muro 2H, el cual conforma el muro suroeste de la unidad y que divide las UA5 y UA6 (Figuras 16 y 17). Tiene una orientación Noroeste-Sureste, y está compuesto por piedras angulares grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros)

100

unidas con argamasa (color del mortero de muro: marrón oscuro - 7.5YR 2.5/2 – Very dark brown), y su altura máxima fue de 37 centímetros. El muro 2H está formado únicamente por dos filas de piedras, y éstas se encuentran colocadas directamente sobre la roca madre (locus 204). Finalmente, el locus 204 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 2. Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 202, su color es marrón claro (10YR 8/2 – Very pale brown), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Los materiales asociados con esta unidad estuvieron conformados básicamente por cerámica, recuperándose 38 fragmentos, de los cuales 10 eran fragmentos diagnósticos (Figura 20). Esta unidad nos permitió contrastar la estratigrafía de la UA6 con la de la UA9 (registrada en la unidad de excavación 1). Dado que el terreno presenta una ligera curvatura a lo ancho del sitio (baja hacia las UA1-5, sube hacia la UA6, y luego vuelve a bajar hacia las unidades 7-9), era importante tener una muestra de la acumulación de suelo en estos diferentes niveles del sitio. Finalmente, la intervención en esta unidad nos permitió definir el orden de la construcción de las estructuras: como era de esperarse, el muro perimétrico fue construido primero, y a él se adosaron los ‘ejes’ paralelos que dividen las UA1-5 de la UA6 y la UA6 de las UA 7-9, respectivamente. Con el transcurso de las excavaciones se confirmó además que a estos ejes paralelos se adosan las divisiones horizontales menores. c. Unidad de excavación 3 La unidad de excavación 3 (Figuras 21-27) fue ubicada junto al muro sureste de la UA7, que marca la división entre la UA7 y la UA8, y tuvo como medidas originales 2 metros de largo y 1 metro de ancho. El área total excavada correspondió a 2 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 70 centímetros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 140.5 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 1124 litros (1.124 metros cúbicos). La excavación comenzó el 3 de agosto y terminó el 5 de agosto, en tanto que el 24 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de la unidad fue tener una muestra de cada una de las divisiones menores del sitio, en este caso continuando con la estructura UA7, además de verificar la técnica de construcción de los muros de las divisiones menores. La intervención en la unidad 3 reveló la existencia de siete (07) loci,

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los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 301 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra con abundantes raíces, dejadas sobre todo por las actividades de cultivo de los últimos años. Se presentan algunas piedras grandes producto del colapso de los muros de las UA7 y la UA8. Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 302. La textura del locus es de tierra semi-compacta con restos de vegetación, hormigas, grava y terrones del mismo locus, y presenta un color gris claro (10YR 7/2 – Light gray). Constituye una zona de constante tránsito por parte de personas y animales, y la superficie ha sido cultivada al parecer en varias oportunidades. Tuvo una altura máxima de 32 centímetros, y se recuperó cerámica (1 fragmento diagnóstico y 15 fragmentos no diagnósticos), fragmentos de hueso (4 fragmentos de huesos largos) y dos fragmentos líticos. El locus 302 corresponde a una capa de tierrra suelta con piedras medianas (15-30 centímetros). La textura es fina y suelta, y prácticamente no presenta inclusiones. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 301 y por encima del locus 304, y su color es gris claro (2.5Y 7/1 – Light gray). Tuvo una altura máxima de 21 centímetros, y no se registró material cultural asociado. El locus 303 corresponde a una capa de tierra suelta con gravilla. Es probable que se trate de la misma tierra que el 302 pero que presenta un color más oscuro debido a la presencia de raíces y la humedad ocasionada por éstas. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 302 y por encima del locus 304, y tuvo un espesor máximo de 12 centímetros. Tiene una textura sumamente suelta, y tiene un color gris claro (2.5Y 7/1 – Light gray). No se registró material cultural asociado. El locus 304 corresponde a una acumulación de ceniza, la cual comenzó a observarse como una mancha que intruía en el locus 303, pero que después se definió en toda la superficie de la unidad. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 303 y por encima del locus 305, y tuvo un espesor máximo de 7 centímetros. Tiene una textura sumamente suelta, y presenta un color marrón grisáceo (10YR 5/2 – Grayish Brown). No se registró material cultural asociado. El locus 305 corresponde a una acumulación de tierra suelta de color marrón grisáceo (10YR 5/2 – Grayish Brown). Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 304 y por encima del locus 306. Se trata de una capa de tierra oscura, la cual tuvo un espesor máximo de 12 centímetros, y en la que no se registró material cultural asociado. El locus 306 corresponde a una acumulación de tierra de color amarillo pálido (2.5Y 8/3 – Pale yellow), que se extiende por toda la unidad. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 305 y encima del locus 307. Tiene una textura semi-compacta, y presenta pequeñas piedras en la parte más

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baja que probablemente corresponden a la erosión de la roca madre (locus 307). Tuvo un espesor máximo de 21 centímetros y no se registró material cultural asociado. Finalmente, el locus 307 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 2. Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 306, su color es marrón claro (10YR 8/2 – Very pale brown), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Los materiales asociados con esta unidad estuvieron conformados básicamente por cerámica (16 fragmentos, de los cuales solo 1 era diagnósticos), aunque también se logró recuperar cuatro fragmentos de material óseo animal y dos fragmentos líticos (Figura 27). Esta unidad nos permitió definir la estratigrafía de la UA7 (una de las estructuras del lado este del sitio), y tener una muestra del tipo y cantidad de material cultural correspondiente a esta parte del sitio, caracterizada por grandes estructuras rectangulares (a diferencia del lado oeste, con divisiones más pequeñas). Además, el trabajo en esta unidad permitió conocer el grado de afectación del sitio ocasionada por los múltiples eventos de cultivo en la zona. d. Unidad de excavación 4 La unidad de excavación 4 (Figuras 28-34) fue ubicada junto al muro noreste de la UA6, el cual define el límite entre las UA6 y UA7, y tuvo como medidas originales 2 metros de largo y 1 metro de ancho. El área total excavada correspondió a 2 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 61 centímetros en el extremo más alto de la unidad. Un total de 37 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 296 litros (0.296 metros cúbicos).La excavación comenzó el 3 de agosto y terminó el 4 de agosto, en tanto que el 24 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de la unidad fue contrastar la estratigrafía de las unidades 2 y 3, que se asumía como mejor conservadas, con esta parte de la UA6, que claramente se veía alterada tanto por el cultivo moderno como por el re-apilamiento de las piedras de los sectores para marcar linderos entre terrenos correspondientes a diferentes propietarios. La intervención en la unidad 4 reveló la existencia de cuatro (04) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 400 corresponde a lo que se pensó originalmente que era el muro 4E, que corresponde al muro noreste de la unidad y que marca la división entre la UA6 y la UA7 (Figura 28). Al trazar la

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ubicación de la unidad se utilizó como referencia un posible alineamiento de piedras, que pensamos era el muro 4E; sin embargo, al ir conduciendo la excavación se fue reconociendo que estas piedras angulares grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) correspondían más bien al colapso del muro, y que éste debía encontrarse más atrás (más hacia el noreste). Entre las piedras podía observarse todavía parte del mortero del muro, de color gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray). La altura máxima de este locus fue de 39 centímetros, y no se registró material cultural asociado. El locus 401 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra limosa de ligera compactación, con alto porcentaje de material orgánico (sobre todo raíces y hojas). Se distribuye de manera ligeramente irregular en la superficie de la unidad, con una ligera pendiente hacia el lado noroeste, y presenta piedras grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros), producto del colapso del muro 4E y el pircado actual cercano. Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 402. Presenta un color gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray), y tuvo una altura máxima de 18 centímetros. Se registraron 9 fragmentos de cerámica (2 fragmentos diagnósticos y 7 fragmentos no diagnósticos). El locus 402 corresponde a una capa de textura semi-compacta conformada por tierra con gravilla. El color oscuro se debe probablemente a la presencia de abundantes raíces y material orgánico, mientras que la presencia de gravilla parece corresponder a la degradación de la roca madre (donde se asienta este locus). Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 401 y por encima del locus 403 y su color es gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray). La altura máxima de este locus fue de 20 centímetros, y se registraron 3 fragmentos de cerámica no diagnóstica. Finalmente, el locus 403 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 4. Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 402, su color es gris claro (10YR 7/1 – Light gray), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Los materiales asociados con esta unidad estuvieron conformados básicamente por cerámica, recuperándose 12 fragmentos, de los cuales 2 eran fragmentos diagnósticos (Figura 34). Esta unidad nos permitió confirmar la relación entre la estratigrafía de las unidades 2 y 3, q mejor conservadas, con esta parte de la UA6, que ha sufrido en mayor medida el impacto de las alteraciones modernas. Adicionalmente nos permitió confirmar la presencia de material cultural, aunque escaso, incluso en las zonas más impactadas.

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e. Unidad de excavación 5 La unidad de excavación 5 (Figuras 35-41) fue ubicada junto al muro sureste de la UA8, el cual marca la división entre la UA8 y la UA9, y tuvo como medidas originales 1.30 metros de largo y 1 metro de ancho. El área total excavada correspondió a 1.30 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 1.05 metros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 110 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 880 litros (0.880 metros cúbicos). La excavación comenzó el 5 de agosto y terminó el 7 de agosto, en tanto que el 24 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de la unidad fue terminar con la excavación en el lado este del sitio, obteniendo una muestra de la estratigrafía y el material de la UA8, para luego comenzar las excavaciones en la parte oeste (UA1-5). La intervención en la unidad 1 reveló la existencia de seis (06) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 500 corresponde al muro 5G, el cual conforma el muro sureste de la unidad y divide las UA8 y UA9 (Figura 35). Está compuesto por piedras angulares grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) unidas con argamasa. El color del mortero era marrón (10YR 5/3 – Brown), y su altura máxima fue de 78 centímetros. Estratigráficamente se asienta sobre la roca madre (locus 505), y no se registró material asociado, por lo que solo se procedió a tomar una muestra del mortero. El locus 501 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra semicompacta con abundante material orgánico (insectos, raíces, hojas). Se distribuye de manera ligeramente irregular en la superficie de la unidad, con una ligera pendiente hacia el lado noreste, y presenta piedras medianas (15-30 centímetros) y pequeñas, producto del colapso del muro 5G (locus 500) que divide las UA8 y 9. Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 502. Presenta un color marrón (10YR 5/3 – Brown), y tuvo una altura máxima de 36 centímetros. No se registró material asociado, por lo que solo se procedió a tomar una muestra de tierra. El locus 502 corresponde a una acumulación de tierra con gravilla (piedras pequeñas, menores de 1 cm de longitud), de textura semicompacta y con terrones grandes y pequeños, donde todavia se observan bastantes raíces. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 501 y por encima del locus 503, y el color es marrón claro (7.5YR 6/3 – Light brown). Este locus tuvo una altura máxima de 23 centímetros, y no se registró material asociado, por lo que solo se procedió a tomar una muestra de tierra.

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El locus 503 corresponde a una capa de tierra clara semicompacta, con una mayor cantidad de piedras de entre 5 a 10 centímetros, así como muchos terrones y piedras angulares fáciles de deshacer. Tiene una textura semicompacta y un color marrón grisáceo (10YR 5/2 – Grayish brown). Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 502 y por encima del locus 504. Este locus tuvo un espesor máximo de 38 centímetros, y se recuperó un fragmento de hueso de animal, además de recogerse una muestra de tierra. El locus 504 corresponde a una capa de tierra grisácea con muchos terrones pequeños (de entre 5 y 10 centímetros) y otros muy finos (menores de 1 centímetro). El locus tiene una textura semicompacta y un color gris oscuro (7.5YR 3/1 – Very dark gray). Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 503 y por encima del locus 505, y tuvo un espesor máximo de 20 centímetros. Se registraron 5 fragmentos de cerámica no diagnóstica, 2 fragmentos líticos y 1 muestra de tierra. Finalmente, el locus 505 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 5. Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 504, su color es rosáceo (5YR 7/3 – Pink), y no se registró material cultural asociado, por lo cual solo se tomó una muestra de tierra. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Los materiales asociados con esta unidad estuvieron conformados básicamente por cerámica (5 fragmentos, todos no diagnósticos), aunque también se logró recuperar 1 fragmento de material óseo animal y 1 fragmento lítico (Figura 41), y se procedió a tomar 6 muestras de tierra de los loci 500505. Esta unidad nos permitió obtener una última muestra de la estratigrafía de la parte este del sitio, con la cual poder comparar las unidades de la parte oeste. Al tener como referencia el muro 5G (locus 500), y observar que se conservaba ligeramente mejor que el resto de las estructuras definidas en la temporadas 2015, se pudo determinar la altura de los cimientos colocados para las divisiones menores del sitio, así como tener una mejor caracterización de la mampostería utilizada. f. Unidad de excavación 6 La unidad de excavación 6 (Figuras 42-48) fue ubicada en la esquina conformada por el muro que divide las UA 2 y 3 y el muro noreste de la UA3, y tuvo como medidas originales 1.50 metros de largo y 1 metros de ancho. El área total excavada correspondió a 1.50 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 45 centímetros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 52 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 416 litros

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(0.416 metros cúbicos). La excavación comenzó el 10 de agosto y terminó el 11 de agosto, en tanto que el 21 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de la unidad fue tener una muestra de la estratigrafía en la parte oeste del sitio, así como definir el grado de preservación de los muros y cimientos en este sector, y finalmente tener una muestra del material cultural procedente de esta zona. La intervención en la unidad 6 reveló la existencia de cuatro (04) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 600 corresponde al muro 6F, el cual conforma el muro noroeste de la unidad y divide las UA2 y 3 (Figura 42). Está compuesto por piedras semiangulares grandes (aproximadamente 30 centímetros de largo) unidas con muy poca argamasa, y su altura máxima fue de 30 centímetros. Estratigráficamente se asienta sobre la roca madre (locus 603), el mortero presenta un color gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray) y no se registró material cultural asociado. El locus 601 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra limosa suelta de grano fino con abundante material orgánico (insectos, raíces, hojas) y piedras pequeñas, medianas y grandes, probablemente producto del colapso de los muros 6F y 6E. Se distribuye de manera ligeramente irregular en la superficie de la unidad, con una ligera pendiente hacia el lado noroeste. Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 602. Este locus es de color negro/gris oscuro (en ciertas zonas es 7.5YR 2.5/1 – Black, mientras en otras es 10YR 3/1 – Very dark gray), tuvo una altura máxima de 20 centímetros, y se registró 1 fragmento de cerámica no diagnóstica, 2 fragmentos líticos y 1 fragmento de hueso de animal. El locus 602 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 6. Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 601, su color es gris claro (10YR 7/1 – Light gray), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Finalmente, el locus 603 corresponde al muro 6E, el cual conforma el muro noreste de la unidad, divide las unidades UA3 y UA6, y representa la continuación del muro 2H, tambien definido como locus 203 (Figura 45). Está compuesto por piedras angulares grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) unidas con muy poca argamasa, y su altura máxima fue de 45 centímetros. Estratigráficamente se sitúa encima de la roca madre (locus 602) y el mortero presenta un color gris oscuro (10YR 3/1 – Very dark gray). No se registró material cultural asociado a este locus.

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El material registrado en esta unidad fue sumamente escaso, recuperándose únicamente 1 fragmento de cerámica no diagnóstica, un fragmento óseo animal y dos fragmentos líticos (Figura 48). Esta unidad nos permitió tener una primera muestra de la estratigrafía y los materiales culturales asociados al sector oeste de Ichabamba, así como definir el estado de conservación de los muros y cimientos en esta parte del sitio. De igual forma nos permitió confirmar el orden de construcción de las estructuras que habíamos observado con las primeras dos unidades de excavación: primero el muro perimétrico, luego las divisiones noroeste-sureste, y luego las divisiones menores suroestenoreste. g. Unidad de excavación 7 La unidad de excavación 7 (Figuras 49-58) fue ubicada en el muro que divide las unidades UA1 y UA6, de modo que abarcara tanto la cabecera de muro como el suelo en los dos sectores, y tuvo como medidas originales 2 metros de largo y 1 metro de ancho. El área total excavada correspondió a 2 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 44 centímetros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 71.5 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 572 litros (0.572 metros cúbicos). La excavación comenzó el 11 de agosto y terminó el 12 de agosto, en tanto que el 21 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de la unidad fue comparar la estratigrafía de la UA1 y la UA6, sobre todo dado que en esta parte del sitio se empieza a producir un declive del terreno hacia el oeste, y es más visible la roca madre sobre la cual estuvo erigido el sitio Además, se buscaba tener una muestra del material cultural y las actividades realizadas en este sector, de menor tránsito y menores evidencias de cultivo que otras partes del sitio. La intervención en la unidad 7 reveló la existencia de cinco (05) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 700 corresponde al muro 7E, el cual divide la unidad en dos partes, la UA6 hacia el noreste y la UA1 hacia el suroeste (Figuras 49-51). Está compuesto por piedras angulares y redondeadas grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) unidas con poca argamasa de color rosáceo (7.5YR 7/3 – Pink), y su altura máxima fue de 32 centímetros. El muro 7E está formado únicamente por dos filas de piedras, y éstas se encuentran colocadas directamente sobre la roca madre (locus 704). No se registró material asociado, por lo que solo se recogió una muestra del mortero.

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El locus 701 corresponde a la capa superficial, conformada por tierra limosa suelta, con alto porcentaje de material orgánico (sobre todo insectos, raíces y hojas). Se distribuye de manera ligeramente irregular en la superficie de la unidad, con una ligera pendiente hacia el lado noroeste, y presenta piedras grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros), producto del colapso del muro 7E (locus 700). Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 702. Presenta un color marrón oscuro (7.5YR 2.5/2 – Very dark brown), y tuvo una altura máxima de 23 centímetros. Asociado a este locus se registró 1 coprolito y 1 muestra de tierra. El locus 702 corresponde a una acumulación de tierra semicompacta marrón con raíces y terrones pequeños (entre 5 y 10 centímetros de longitud). Aunque este locus y el 703 corresponden a un mismo proceso deposicional (y a una misma capa), se decidió tomar al muro 7E como separación y hacer el registro independiente de la parte noreste (702), que cae en la UA6 y la parte suroeste (703), que cae en la UA1. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 701 y por encima del locus 704. Presenta un color marrón (7.5YR 4/2 – Brown), y tuvo una altura máxima de 23 centímetros. Asociado a este locus se registró 4 fragmentos líticos, 1 fragmentos de hueso de animal y 1 muestra de tierra. El locus 703 corresponde a la misma acumulación de tierra que el locus 702 pero restringida a a parte suroeste de la unidad (es decir la UA1). Tiene una textura semicompacta, con abundante material orgánico (raíces, insectos y hojas). Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 701 y por encima del locus 704, y su color es también marrón (7.5YR 4/2 – Brown). Este locus tuvo una altura máxima de 23 centímetros, y se registró cerámica (7 fragmentos diagnósticos y 11 fragmentos no diagnósticos), 14 fragmentos líticos, 1 coprolito y 1 fragmento de hueso de animal. Finalmente, el locus 704 corresponde al nivel de la roca madre en la unidad 7. Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo de los loci 702 (en la UA6, al noreste) y 703 (en la UA1, al suroeste). su color es gris claro (10YR 7/1 – Light gray), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Los materiales asociados con esta unidad estuvieron conformados básicamente por cerámica (18 fragmentos de los cuales 7 eran fragmentos diagnósticos; Figura 57), aunque también se logró recuperar 2 fragmentos de hueso, 18 fragmentos líticos, 2 fragmentos de coprolitos y 4 muestras de tierra de los loci 700-702 (Figura 58). Esta unidad nos permitió comparar la estratigrafía de la UA1 y la UA6, sobre todo dado que en esta parte del sitio se empieza a producir un declive del terreno hacia el oeste. De igual modo, nos

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permitió tener una muestra del material cultural y las actividades realizadas en este sector, de menor tránsito y menores evidencias de cultivo que otras partes del sitio. Finalmente, la intervención en esta unidad nos permitió identificar y comparar el grado de afectación de los cimientos y muros en el sitio, sobre todo en la parte este (de mayor tránsito y divisiones modernas), y la parte oeste (con menores alteraciones). h. Unidad de excavación 8 La unidad de excavación 8 (Figuras 59-66) constituyó la última unidad excavada en Ichabamba durante la temporada 2015. Fue ubicada junto al muro suroeste de la UA4, el cual define el límite suroeste del sitio, y fue dispuesta en forma de “L”, formada por dos sectores perpendiculares de 2.50 metros de largo por 1 metro de ancho, y de 1 metro de largo por 1 metro de ancho, respectivamente. El área total excavada correspondió entonces a 3.50 metros cuadrados, y se llegó a una profundidad de 69 centímetros en el extremo más alto de la unidad.Un total de 140 baldes de tierra, de 8 litros cada uno, fueron retirados durante la excavación de la unidad, para un total de 1120 litros (1.120 metros cúbicos).La excavación comenzó el 13 de agosto y terminó el 14 de agosto, en tanto que el 21 de agosto se realizó el relleno y pircado de toda la unidad. El objetivo de esta última unidad fue verificar el estado de conservación de las estructuras en esta parte del sitio, que se asumía mejor ya que como mencionamos anteriormente hay menor tránsito de personas y animales en la parte oeste del sitio (ya que corresponde a otro propietario). Además, queríamos tener una muestra tanto de la estratigrafía como de los materiales culturales en la parte oeste del sitio. La intervención en la unidad 1 reveló la existencia de cinco (05) loci, los cuales se describen a continuación (ver además cuadro resumen de los loci en la Tabla 5 al final del Anexo 1): El locus 800 corresponde al muro 8H, el cual conforma el muro suroeste de la unidad y constituye parte del muro perimétrico del sitio en su lado suroeste (Figuras 59-61). Está compuesto por piedras angulares y redondeadas grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros) unidas con poca argamasa, y su altura máxima fue de 54 centímetros. En el muro 8H se distingue una sola fila de piedras, y éstas se encuentran colocadas directamente sobre la roca madre (locus 804). No se registró material asociado a este locus. El locus 801 corresponde a la capa superficial en la parte oeste de la unidad (cubriendo la parte adjunta al muro 8H que se ubica fuera del sitio). Este locus está conformado por tierra semicompacta, con alto porcentaje de material orgánico (sobre todo raíces y hojas). Se distribuye de manera ligeramente irregular en la superficie de la unidad, con un ligero declive hacia el lado oeste (hacia la cara oeste del muro 8H y el terreno fuera del sitio), y presenta piedras grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros), producto del colapso del muro 8H (locus 800).

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Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 803. Presenta un color marrón oscuro (7.5YR 2.5/2 – Very dark brown), y tuvo una altura máxima de 49 centímetros. No se presentó material asociado a este locus. El locus 802 corresponde a la capa superficial en la parte este de la unidad (dentro de la U4). Este locus está conformado por tierra semicompacta, con alto porcentaje de material orgánico (sobre todo raíces y hojas). Se distribuye de manera ligeramente irregular en la superficie de la unidad, con una ligera pendiente hacia el norte, y presenta piedras grandes (más de 30 centímetros de largo) y medianas (15-30 centímetros), producto del colapso del muro 8H (locus 800). Estratigráficamente se sitúa por encima del locus 804. Presenta un color marrón oscuro (7.5YR 2.5/2 – Very dark brown), y constituye el locus de mayor espesor en toda la unidad (69 centímetros de altura máxima). No se presentó material asociado a este locus, por lo que solo se procedió a tomar una muestra de tierra. El locus 803 corresponde al nivel de la roca madre en la parte oeste de la unidad 8 (cubriendo la parte adjunta al muro 8H que se ubica fuera del sitio). Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 801. Su color es gris claro (10YR 7/1 – Light gray), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. Finalmente, el locus 804 corresponde al nivel de la roca madre en la parte este de la unidad 8 (dentro de la UA4). Tiene una apariencia fragmentada laminar, lisa en la cara superior y rugosa en la cara inferior, probablemente debido a la circulación de agua y los efectos de las raíces de los árboles. Estratigráficamente se sitúa debajo del locus 802. Su color es gris claro (10YR 7/1 – Light gray), y no se registró material cultural asociado. La definición de este locus marcó el final de la excavación de esta unidad. No se registró material cultural en esta unidad, por lo que únicamente se tomaron dos muestras de tierra, correspondientes al locus 802 y a lo que en ese momento se registró como locus 805 (ver inventario de materiales en Anexo 2A). Cabe señalar, sin embargo, que durante el proceso de análisis, se determinó que el locus 805 era en realidad parte del 803, por lo que se eliminó del registro e interpretación de los datos. Superficie del sitio: Además de las unidades excavadas, y como parte del reconocimiento dentro del sitio, se observó la presencia de material cultural en la superficie de la parte posterior del sitio, así como en la UA2 y la UA6 de Ichabamba. Los materiales asociados a la parte posterior del sitio (campos de

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cultivo ubicados al lado noroeste del sitio) fueron recuperados y catalogados bajo el locus 000, indicándose 0 como número de UA y sin número de unidad de excavación (Figura 67). Por su parte, los materiales asociados a las UA2 y UA6 fueron catalogados también bajo el locus 000, pero indicándose 2 y 6 como número de UA respectivamente, y también sin número de unidad de excavación (Figura 68). 5.2. Tapado de las unidades de excavación Una vez culminadas las excavaciones y el registro de todos los elementos excavados, se procedió a realizar el tapado de las unidades con la finalidad de evitar el deterioro de las estructuras. El tapado de las ocho (08) unidades excavadas en Ichabamba se realizó entre el jueves 21 y el lunes 25 de Agosto del 2015 (Nótese las estructuras tapadas en las figuras 12, 19, 26, 33, 40, 47, 56 y 66). En el caso de los muros, se siguieron todas las recomendaciones del Ministerio de Cultura (tal como se consigna en las actas de supervisión Nro. 66-2015 y Nro. 71-2015; ver Anexo 3B). Se colocaron piedras de forma paralela a los muros dejando un pequeño margen, el cual fue cubierto con tierra fina suelta para proteger las superficies expuestas durante la excavación. Para todas las demás superficies se cubrió el fondo de las unidades con piedras grandes y se cubrieron los espacios entre las piedras con la tierra cernida resultado de la excavación (Figuras 69 y 70).

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6. INVENTARIO DE BIENES CULTURALES INMUEBLES Y MUEBLES 6.1

Materiales recuperados y análisis realizados Tal como se consigna en el Inventario de Materiales (Anexo 2A), el total de materiales

recuperados provenientes de la excavación de las ocho (08) unidades en el sitio arqueológico de Ichabamba (loci 100 hasta 804), así como de la superficie del sitio (locus 000) fue 267 elementos (considerando cada muestra de tierra como 1 elemento), con un peso total de 2254 gramos (2.254 kg), y divididos en las siguientes categorías: -

Cerámica o Diagnóstica (CD) o No diagnóstica (CND) Lítico (L) Óseo animal (A) Coprolito (P) Muestra de Tierra (MT)

59 elementos, 385 gramos 157 elementos, 697 gramos 26 elementos, 228 gramos 8 elementos, 24 gramos 2 elemento, 3 gramos 15 elementos, 917 gramos

El procesamiento de los materiales incluyó la limpieza, rotulado, análisis, codificación, conservación preventiva y almacenamiento. El personal encargado del proyecto llevó a cabo el análisis de los diferentes tipos de artefactos y soportes. Cerámica Todos los fragmentos de cerámica fueron limpiados con agua y un cepillo de cerdas suaves, evitando al máximo cualquier posible daño a la superficie del tiesto. Luego, los fragmentos fueron puestos a secar durante un mínimo de 24 horas y separados por locus de procedencia. Tras el secado, los tiestos fueron separados de acuerdo a la presencia o no de rasgos diagnósticos (presencia de engobe o cualquier tipo de decoración, o fragmentos que por sus atributos formales permitan reconstruir la categoría formal de la vasija, incluyendo bordes, golletes, asas, bases y apéndices. Cada fragmento fue rotulado, indicando el sitio, número de locus y número correlativo de fragmento. Posteriormente, los fragmentos fueron codificados. Durante el proceso de codificación se recogió información relacionada a la tecnología de manufactura, decoración, marcas de uso y atributos formales (ver libro de códigos en Anexo 2C). Finalmente, cada fragmento fue dibujado en escala 1:1 en al menos dos vistas (anterior y lateral), y fotografiado también en al menos dos vistas (anterior y posterior). Análisis de la cerámica Como parte del análisis de la cerámica de Ichabamba, se realizó la codificación de cada fragmento diagnóstico siguiendo un esquema de análisis desarrollado por la Lic. Patricia Chirinos para el estudio de cerámica Wari en la costa sur (Anexo 2C) y adaptado para incluir las características de la cerámica Cajamarca y otros estilos norteños durante el Horizonte Medio. Como parte de esta codificación se

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recogieron los datos referentes a las variables morfo-funcionales, tecnológicas y decorativas de las vasijas. Variables morfo-funcionales Para determinar la forma –y posible función– de las vasijas se utilizaron principalmente los fragmentos de bordes, cuellos y bases. Además de los datos cuantitativos referidos al diámetro máximo, altura y grosor de las paredes, se registraron los datos correspondientes a bordes, cuellos, asas, bases y apéndices por separado, prestando particular atención al diámetro del borde, fracción preservada, ángulo de la vasija en el borde, perfil de la vasija en el borde, curvatura del borde con respecto a la vasija, perfil del borde con respecto a las paredes de la vasija, diámetro y altura del cuello, forma del cuello, diámetro y forma de la base, ángulo del cuerpo con respecto a la base, perfil de la vasija en la base, forma y ubicación del asa, y forma y ubicación del apéndice (Lumbreras 2005; Rice 1987). En base a estas variables, fueron establecidas las siguientes categorías formales: Vasijas abiertas: • Tazón: Vasija abierta donde la altura siempre es menor que el diámetro (ancho), y donde el diámetro de la boca representa el diámetro máximo de la vasija. Los tazones presentan paredes convexas con orientación evertida o ligeramente recta. • Cuenco: Vasija abierta donde la altura siempre es menor que el diámetro (ancho), y donde el diámetro de la boca es menor al diámetro máximo del cuerpo. Los cuencos presentan paredes convexas con orientación recta o ligeramente recta. • Plato: Vasija de mayor abertura y menor altura, al punto de que muchos de ellos tienden a ser casi totalmente planos o con una ligera concavidad en medio y borde plano alrededor. • Vaso: Recipiente usualmente de forma cilíndrica, que sirve

para beber, y cuya altura es

siempre mayor que el ancho o diámetro. Vasijas cerradas: • Cántaro: Vasija grande, angosta de boca y generalmente con cuello o gollete, ancha hacia el centro del cuerpo y estrecha en la base. El gollete restringe el acceso hacia el cuerpo de la vasija, impidiendo así el ingreso de impurezas o elementos extraños. • Olla: Vasijas usualmente redondas, de boca ancha, con o sin cuello bajo. Su diámetro, igual o ligeramente menor que el diámetro máximo de la vasija, permite la manipulación de los contenidos durante la cocción, y sus paredes redondeadas contribuyen a una mejor preservación del calor. • Botellas: Vasijas con cuello angosto y generalmente largo, que sirven para contener y servir líquidos.

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El siguiente cuadro (Tabla 4) muestra la distribución de formas en cinco de las ocho unidades excavadas (ya que no se registraron fragmentos de cerámica diagnóstica en las unidades excavadas 5, 6 y 8) y en las dos unidades de recolección. Únicamente se consideran aquí los fragmentos diagnósticos. 1

2

3

4

7

000-0

000-6

Total

Tazón

-

-

-

-

-

2

2

4

Plato

-

-

-

-

-

-

1

1

Cántaro

-

2

1

-

-

2

3

8

Cuchara

-

-

-

-

1

-

-

1

Cuellos

-

4

-

1

-

1

1

7

Cuerpos

1

4

-

1

6

6

14

32

Asas

-

-

-

-

-

2

1

3

Bases

-

-

-

-

-

2

1

3

Total

1

10

1

2

7

15

23

59

Bordes

Tabla 4. Distribución de categorías formales según unidad excavada en la temporada 2015 Variables tecnológicas En el caso de las variables tecnológicas la finalidad era obtener la mayor cantidad de información posible sobre el proceso de manufactura y composición de las vasijas, desde la elección de la arcilla, la adición de inclusiones no plásticas, la cocción y el tratamiento de superficie que recibe la vasija antes de su decoración. Para obtener esta información se registraron los datos correspondientes a las variables de color, textura, porosidad y dureza de la pasta; tamaño, porcentaje y distribución de inclusiones; acabado y tratamiento de superficie tanto interior como exterior; color de superficie interior y exterior, y atmósfera de cocción. El análisis de estas características se realizó macroscópicamente, con una lupa de 21x aumentos y la observación de estas variables en cortes recientes. La textura se determinó utilizando una escala estándar de tamaño de grano (preparada por Kent State University), y el color fue determinado por comparación con la escala de color Munsell Soil Color Chart. Variables decorativas Finalmente, en el caso de las variables decorativas se procedió a registrar toda información concerniente a los procesos post-manufactura. En este sentido, se dividió la vasija en campos

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(decoración primaria interna y externa, decoración secundaria interna y externa, y decoración en el borde), y se registraron los datos correspondientes a las variables de tipo de decoración, ubicación de la decoración, y presencia/ausencia de marcas post cocción. Resultados preliminares 216 fragmentos de cerámica, incluyendo 59 fragmentos diagnósticos, fueron recuperados de las excavaciones en Ichabamba durante el 2015. Dado el tamaño tan reducido de la muestra, lo cual se debe al grado de destrucción que presenta el sitio en general, es difícil extraer conclusiones generales. Sin embargo, se observa que los fragmentos de cuerpo decorado (o con algún tratamiento de superficie característico) constituyeron la categoría más común en la muestra. Entre los fragmentos de bordes de vasijas, los cántaros (n=8) constituyeron la categoría más frecuente, y llama la atención la presencia de parte de una cuchara, típica de la cerámica Cajamarca, mientras que otros tipos de recipientes como ollas y vasos no fueron recuperados. En la muestra además aparecen representadas todas las partes de la vasija, lo que corresponde a depósitos normales de habitación. Un dato importante es que tanto las formas de las pocas vasijas observadas como los escasos fragmentos decorados no parecen corresponder a categorías formales o estilos del Horizonte Medio sino más bien son similares a aquellos usados durante el Horizonte Tardío a lo largo de los Andes, y que se asocian con la llegada de los incas en este caso a la sierra norte. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que harían falta mayores estudios en los alrededores del sitio para confirmar esta filiación cultural. Artefactos líticos Todos los elementos líticos recuperados durante la excavación (y no correspondientes a las estructuras arquitectónicas) fueron limpiados con agua y un cepillo de cerdas suaves, puestos a secar durante un mínimo de 24 horas separados por locus de procedencia, rotulados y codificados. Un total de 26 elementos líticos fueron recuperados, aunque con la excepción de algunos cantos rodados ninguno de éstos correspondía a artefactos claramente identificables. En todos los casos se trató de elementos pequeños y medianos. Restos óseos animales y coprolitos Un total de 8 fragmentos de hueso y 2 coprolitos fueron recuperados de las excavaciones en Ichabamba en la temporada 2015. Los fragmentos corresponden a huesos largos de animal, pero dado su tamaño no se ha podido determinar a qué especie corresponden. Estos elementos fueron limpiados mecánicamente, con un pincel de cerdas suaves y nivel mínimo de fricción, y luego colocados en bolsa plástica transparente con la etiqueta correspondiente.

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Muestras de suelo Finalmente, como parte de la excavación se tomaron 15 muestras de suelo en los casos en que este presentaba una coloración distintiva o algún otro rasgo diferente a la matriz circundante. Este material no fue cernido, sino recogido mecánicamente y colocado en una bolsa plástica transparente con la etiqueta correspondiente.

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7. CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIÓN 7.1. Interpretación preliminar Durante la temporada 2015, las excavaciones en el sitio arqueológico de Ichabamba nos permitieron obtener importantes conclusiones sobre el proceso cultural en la región en varios niveles, empezando por la trayectoria cultural del sitio mismo. Según los resultados obtenidos hasta el momento, no resulta posible sustentar una construcción y ocupación Wari de Ichabamba durante el Horizonte Medio. Tanto la mampostería como los materiales recuperados no corresponden a los patrones definidos para Wari en otros centros provinciales, tanto en Cajamarca como en otras regiones del Perú. El único elemento que podría relacionarse a la tradición de arquitectura imperial Wari es el orden de construcción de las estructuras, comenzando por el muro perimétrico y terminando con las divisiones de los recintos menores. Sin embargo, al ser un rasgo común a otras tradiciones culturales no es posible por el momento atribuirlo a Wari en particular. En este sentido, la mampostería encontrada, aunque escasa, presenta mayor similitud con la arquitectura de Huamachuco (que puede trazarse desde al menos el Intermedio Temprano), situación perfectamente entendible dada la cercanía geográfica entre estas zonas. Sin embargo, en términos de cronología y filiación cultural, el escaso material cultural encontrado en Ichabamba nos indicaría más bien una ocupación durante el Horizonte Tardío asociada al imperio Inca. Tanto las formas de vasijas cerámicas recuperadas en la excavación como la decoración usada en ellas, aunque en reducido número, corresponden a los definidos para la cerámica Inca. A esto se suman los reportes de investigadores como José Pineda, quienes manifiestan haber encontrado cerámica con la decoración típica de “helechos” en Ichabamba (Pineda, comunicación personal 2015), y a nuestras propias observaciones recorriendo los alrededores del sitio, en donde identificamos fragmentos de jarras con decoración geométrica atribuibles al imperio inca. Lamentablemente, la mala preservación de las estructuras del sitio no ha permitido conocer los detalles de la arquitectura (pisos, muros, accesos), ni tampoco las actividades realizadas en el sitio, los cuales conformaban objetivos importantes de esta investigación. Ante esa situación, solo podemos suponer y postular interpretaciones preliminares acerca de la posible función que cumplió Ichabamba, particularmente si se confirma su filiación cultural asociada al imperio Inca. Dada la ubicación estratégica de Ichabamba, es probable que se haya tratado de un puesto de control construido por los incas para supervisar entradas y salidas del valle de Condebamba. Este emplazamiento les habría permitido además coordinar tareas logísticas en dos regiones muy importantes de la sierra norte: Cajamarca y Huamachuco. Las tareas allí desempeñadas habrían tenido que ver entonces con supervisión y administración, y quizás en parte almacenamiento (aunque en cantidad limitada, dado el tamaño del sitio), a manera de tambo, para luego distribuir estos recursos tanto al norte (Cajamarca)

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como al sur (Huamachuco). Mayores estudios en siguientes temporadas en Ichabamba permitirán confirmar o rechazar estas interpretaciones preliminares. 7.2. Estado y propuesta de conservación del sitio arqueológico Ichabamba El sitio de Ichabamba se encuentra en terrenos pertenecientes a dos propietarios principales: el Sr. Víctor García (parte oeste del sitio, UA1-5) y la Sra. María Alarza (parte central y este del sitio, UA69). Ambos sectores se encuentran severamente destruidos, con los muros casi completamente desmontados, y quedando únicamente los cimientos de las estructuras. Además, en ambos sectores, pero sobre todo en la parte central y este del sitio, hay evidencias de que el sitio ha sido nivelado y cultivado en múltiples oportunidades, y aún hoy en día constituyen zona de tránsito y pastoreo para los animales de fundos vecinos. Las piedras de los muros desmontados incluso en la actualidad son transportadas a poblados cercanos para ser usadas como materiales de construcción. A esto se suma la información dada por los arrendatarios de los terrenos, quienes señalan que se encuentran en proceso de compra de porciones de los mismos, y que se establecerían en un futuro cercano más divisiones, lo que implica el establecimiento de nuevos linderos y cambiando con esto la configuración actual del sitio. Tomando en cuenta estas circunstancias, es evidente que es muy poco lo que queda del sitio arqueológico de Ichabamba (Colcas), e incluso esas escasas evidencias se encuentran en grave riesgo de desaparecer completamente. En este contexto, siendo conscientes del daño ya sufrido por el sitio arqueológico, se sugiere un trabajo coordinado entre el Ministerio de Cultura (a través de la Dirección Desconcentrada de Cultura en Cajamarca), la comunidad circundante (Colcas), y los dueños y arrendatarios de los terrenos donde se encuentra el sitio para evitar que el sitio desaparezca completamente. Se sugiere que este trabajo incluya fundamentalmente diálogo con los pobladores y vecinos de la zona acerca de la necesidad de preservar el sitio arqueológico de Ichabamba y el patrimonio arqueológico de la región en general

7.3. Recomendaciones para futuras investigaciones La ubicación estratégica de Ichabamba, controlando el acceso a lo largo del valle de Condebamba, y su emplazamiento como zona natural de tránsito entre Huamachuco y Cajamarca, lo convierten en un nodo que debió haber desempeñado un rol importante en la ocupación inca en la sierra norte del Perú durante el Horizonte Tardío. Por ello, se espera que futuras investigaciones puedan abordar el tema de la ocupación inca de Cajabamba, la dinámica cultural entre los incas y las entidades políticas locales, y los posibles contactos interregionales (Cajamarca-Huamachuco, entre otros). En particular, se recomienda para futuras investigaciones enfocarse en el panorama general de la ocupación inca de la sierra norte. Sabemos por fuentes etnohistóricas que mientras los huamachuco no

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ofrecieron mayor resistencia ante la conquista inca, los cajamarca –aliados con los chimú- lucharon ante el avance imperial. Las ciudades mismas de Cajamarca y Huamachuco se asientan sobre restos de asentamientos inca, y se conservan abundantes evidencias del camino inca en la zona. Por ello, y dadas las limitadas evidencias en el sitio mismo, se recomienda que en temporadas posteriores se priorice el estudio del contexto regional en el que Ichabamba se habría insertado durante el Horizonte Tardío.

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8. MANEJO Y DEPÓSITO ACTUAL DE LOS MATERIALES RECUPERADOS, Y SUGERENCIA SUSTENTADA DEL DESTINO FINAL DEL MATERIAL 8.1. Métodos de embalaje y conservación y tratamiento preventivo de los materiales En cuanto se refiere al manejo de los materiales recuperados, los materiales arqueológicos fueron procesados, analizados, conservados y almacenados en el laboratorio ubicado en el Jr. Cárdenas 784, distrito de Cajabamba, provincia de Cajabamba, departamento de Cajamarca (tal como consta en las actas de supervisión 66-2015 y 71-2015; ver Anexo 3B). Luego de haber sido lavados o limpiados, puestos a secar, rotulados y analizados, todos los artefactos fueron colocados en bolsas transparentes de polietileno con cierre (‘tipo ziploc’), separados por tipo de material. En cada bolsa se incluyó además la etiqueta correspondiente con los datos de procedencia: nombre del proyecto, temporada, número de bolsa, sector, unidad arquitectónica, unidad de excavación, número de locus, número de elementos, peso, tipo de material y fecha. Luego de realizado el inventario general del proyecto, todas las bolsas con los artefactos fueron almacenadas en una (01) caja de plástico. Estos materiales fueron verificados y entregados a la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura en la ciudad de Cajamarca, según consta en el Acta de Verificacion de Materiales Arqueológicos (ver Anexo 3C). La lista de materiales entregados se describe en el Anexo 2A. 8.2. Depósito actual y recomendaciones para el depósito final Sugerimos que las mencionadas colecciones de materiales arqueológicos recuperados permanezcan en el área de depósitos de la sección de Arqueología del local de la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura en Cajamarca, para garantizar su conservación y seguridad por ser la jurisdicción correspondiente y porque quedarían así disponibles para ser revisados por los investigadores que trabajan en la región Cajamarca. No obstante, la decisión final sobre el museo o centro de investigación donde los materiales serán depositados corresponderá al Ministerio de Cultura.

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9. PLAN DE DIFUSIÓN DE LA INVESTIGACIÓN Los resultados del presente proyecto de investigación serán presentados no solo en este informe sino en publicaciones y actividades de difusión pública como charlas, conferencias y simposios. En primer lugar, los datos de esta investigación conforman la base para la tesis doctoral en Arqueología de la Directora del proyecto, Lic. Patricia Chirinos Ogata, como parte de sus estudios de postgrado en la Universidad de California, Santa Barbara (California, Estados Unidos). Además, se enviarán los resultados del proyecto en forma de artículos para su publicación en revistas peruanas y norteamericanas especializadas en arqueología andina y antropología, tales como Ñawpa Pacha, Arqueología y Sociedad, Latin American Antiquity, Andean Past, Journal of Field Archaeology, Arqueológicas, y Journal of Archaeological Research. A nivel local, la Municipalidad Distrital de Cajabamba y la Dirección Desconcentrada del Ministerio de Cultura en la ciudad de Cajamarca constituyen los escenarios más apropiados para la difusión de esta información. A nivel nacional, la Pontificia Universidad Católica del Perú, el Museo de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, el Congreso Nacional de Arqueología y el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú serán posiblemente las instituciones donde se realizarán estas actividades. Finalmente, a nivel internacional, se presentarán ponencias en las reuniones de la Society for American Archaeology y el Institute of Andean Studies (Berkeley).

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10. BIBLIOGRAFÍA Anders, Martha B. 1986. Dual Organization and Calendars Inferred from the Planned site of Azangaro: Wari Administrative Strategies, Department of Anthropology, Cornell University, Ithaca. Benavides, Mario. 1976. Yacimientos Arqueológicos en Ayacucho. Huamanga: Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga. Bennett, Wendell C. 1953. Excavations at Wari, Ayacucho, Peru, Yale University Publications in Anthropology 49. New Haven: Yale University Press. Bernuy, Katiusha, y Vanessa Bernal. 2008. La tradición Cajamarca en San José de Moro: Una evidencia de interacción interregional durante el Horizonte Medio, in Arqueología Mochica: Nuevos Enfoques. Edited by L. J. Castillo, H. Bernier, G. Lockard, and J. Rucabado, pp. 6780. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú. Browman, David L. 1976. Demographic Correlations of the Wari Conquest of Junin. American Antiquity 41 (4):465-477. Chirinos, Patricia 2013. The Wari Occupation of Cajamarca: A Multi-scalar Approach to Culture Contact and Interaction in the Central Andes, paper presented at the 3rd Annual UCLA Cotsen Institute of Archaeology Conference, Los Angeles, CA. —. 2014. Power relations between Wari and Cajamarca at the empire frontier: Preliminary excavation results from the site of Yamobamba, Namora Valley, Peru, poster presented at the Annual Meeting of the Society of American Archaeology, Austin, TX. —. 2015. Informe Final del Proyecto Arqueológico Yamobamba-Cajamarca, temporada 2014, informe presentado al Ministerio de Cultura, Lima. Chirinos, Patricia, Daniel Saucedo, y José Ochatoma, 2014. The Wari occupation of Cajamarca: Preliminary excavation results from the site of Yamobamba, Namora Valley, Peru. Poster presented at the 54th Annual Meeting of the Institute of Andean Studies, Berkeley, CA. Covey, Alan R., Brian S. Bauer, Veronique Belisle, and Lia Tsesmeli. 2013. Regional perspectives on Wari state influence in Cusco, Peru (c. AD 600-1000). Journal of Anthropological Archaeology 32 (4):538-552. Cusick, James G., ed. 1998. Studies in Culture Contact: Interacion, Culture Change, and Archaeology. Carbondale: Center for Archaeological Investigations, Southern Illinois University. D'Altroy, Terence N. 1992. Provincial power in the Inka empire. Washington: Smithsonian Institution Press; 1992. xii, 272 p. p. —. 2005. Remaking the Social Landscape: Colonization in the Inka Empire. In The Archaeology of Colonial Encounters. Comparative Perspectives, edited by G. J. Stein. Santa Fe: School of American Research. D'Altroy, Terence N., and Timothy K. Earle. 1985. Staple finance, wealth finance, and storage in the Inka political economy. Current Anthropology 26:187-206. Dietler, Michael. 2010. Archaeologies of Colonialism: Consumption, Entanglement, and Violence in Ancient Mediterranean France. Berkeley: University of California Press. Edwards, Matthew J. 2010. Archaeological Investigations at Pataraya: A Wari Outpost in the Nasca Valley of Southern Peru, Department of Anthropology, University of California Santa Barbara, Santa Barbara. Espinoza, Waldemar 1970. Los mitmas yungas de Collique en Cajamarca, Siglos XV, XVI y XVII. Revista del Museo Nacional XXXVI:9-57. —. 1974. Los señoríos étnicos del valle de Condebamba y provincia de Cajamarca. Lima: Talleres Gráficos de la Universidad del Centro del Perú. FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). 2010. Sistemas de riego tecnificado presurizado con microreservorios familiares, para la adaptación de los pequeños productores de las cuencas andinas al cambio climático, Roma. Foucault, Michel. 1982. The Subject and Power. Critical Inquiry 8 (4):777-795. Glowacki, Mary. 1996. The Wari Occupation of the Southern Highlands of Peru: A Ceramic Perspective from the Site of Pikillacta, Department of Anthropology, Brandeis University, Waltham.

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74

11. ANEXOS

ANEXO 1: TABLAS, GRÁFICOS Y FOTOGRAFÍAS DE LA EXCAVACIÓN ANEXO 2: INVENTARIO DE MATERIALES, MODELOS DE FICHAS UTILIZADAS Y CODIFICACIÓN DE CERÁMICA ANEXO 3: DOCUMENTACIÓN REQUERIDA

73

ANEXO 1. TABLAS, GRÁFICOS Y FOTOGRAFÍAS DE LA EXCAVACIÓN

Figura 1. Ubicación del sitio arqueológico Ichabamba en relación a Cajabamba y al valle de Condebamba (coordenadas UTM, Datum WGS84).

72

Figura 2. Imagen satelital con la ubicación de Ichabamba con respecto a Colcas y al río Condebamba (Imagen: Google Earth 2015).

Figura 3. Imagen satelital de Ichabamba con la numeración de las divisiones internas en el sitio (Imagen: Google Earth 2015).

71

Figura 4. Fotografía y croquis de Ichabamba, dibujado por Pineda (1989).

70

Figura 5. Plano general de Ichabamba indicando la numeración de las divisiones internas en el sitio (Coordenadas UTM, Datum WGS84).

69

QUITAR ESTA HOJA Y PONER IMPRESIÓN EN A2 PONERLE FIGURA 6 Y NUMERO DE PAGINA (68) EN ESQUINA INFERIOR DERECHA

Figura 7. Perfil Noreste (Muro 1E – locus 100) de la unidad de excavación 1

Figura 8. Perfil Sureste de la unidad de excavación 1

67

Figura 9. Perfil Suroeste de la unidad de excavación 1

Figura 10. Perfil Noroeste de la unidad de excavación 1

66

Figura 11. Planta final de la unidad de excavación 1

Figura 12. Unidad 1 al término del proceso de excavación (izquierda) y luego del tapado de la misma (derecha)

65

Figura 13. Perfil Sureste (Muro 2G – locus 200) de la unidad de excavación 2

Figura 14. Perfil Noroeste de la unidad de excavación 2

64

Figura 15. Perfil Noreste de la unidad de excavación 2

Figura 16. Perfil Suroeste (Muro 2H – locus 203) de la unidad de excavación 2

63

Figura 17. Dibujo de planta de la cabecera del Muro 2G (locus 200) de la unidad de excavación 2

Figura 18. Planta final de la unidad de excavación 2

62

Figura 19. Unidad 2 al término del proceso de excavación (arriba) y luego del tapado de la misma (abajo).

Figura 20. Cerámica diagnóstica de la unidad de excavación 2

61

Figura 21. Perfil Noreste de la unidad de excavación 3

Figura 22. Perfil Sureste de la unidad de excavación 3

60

Figura 23. Perfil Suroeste de la unidad de excavación 3

Figura 24. Perfil Noroeste de la unidad de excavación 3

59

Figura 25. Planta final de la unidad de excavación 3

Figura 26. Unidad 3 al término del proceso de excavación (arriba) y luego del tapado de la misma (abajo)

58

Figura 27. Materiales recuperados de la unidad de excavación 3

Figura 28. Perfil Noreste de la unidad de excavación 4

Figura 29. Perfil Sureste de la unidad de excavación 4

57

Figura 30. Perfil Suroeste de la unidad de excavación 4

Figura 31. Perfil Noroeste de la unidad de excavación 4

Figura 32. Planta final de la unidad de excavación 4

56

Figura 33. Unidad 4 al término del proceso de excavación (arriba) y luego del tapado de la misma (abajo)

Figura 34. Cerámica diagnóstica de la unidad de excavación 4

55

Figura 35. Perfil Sureste (Muro 5G – locus 500) de la unidad de excavación 5

Figura 36. Perfil Suroeste de la unidad de excavación 5

54

Figura 37. Perfil Noroeste de la unidad de excavación 5

Figura 38. Perfil Noreste de la unidad de excavación 5

53

Figura 39. Planta final de la unidad de excavación 5

Figura 40. Unidad 5 al término del proceso de excavación (arriba) y luego del tapado de la misma (abajo)

52

Figura 41. Materiales recuperados de la unidad de excavación 5

Figura 42. Perfil Noreste (Muro 6E – locus 600) de la unidad de excavación 6

51

Figura 43. Perfil Sureste de la unidad de excavación 6

Figura 44. Perfil Suroeste de la unidad de excavación 6

50

Figura 45. Perfil Noroeste (Muro 6F – locus 603) de la unidad de excavación 6

Figura 46. Planta final de la unidad de excavación 6

49

Figura 47. Unidad 6 al término del proceso de excavación (izquierda) y luego del tapado de la misma (derecha)

Figura 48. Materiales recuperados de la unidad de excavación 6

48

Figura 49. Perfil Noreste del Muro 7E (locus 700) de la unidad de excavación 7

Figura 50. Perfil Suroeste del Muro 7E (locus 700) de la unidad de excavación 7

47

Figura 51. Dibujo de planta de la cabecera del Muro 7E (locus 700) de la unidad de excavación 7

Figura 52. Perfil Noroeste de la unidad de excavación 7

46

Figura 53. Perfil Noreste de la unidad de excavación 7

Figura 54. Perfil Sureste de la unidad de excavación 7

45

Figura 55. Planta final de la unidad de excavación 7

Figura 56. Unidad 7 al término del proceso de excavación (izquierda) y luego del tapado de la misma (derecha)

44

Figura 57. Cerámica diagnóstica de la unidad de excavación 7

Figura 58. Materiales recuperados de la unidad de excavación 7

43

Figura 59. Perfil Suroeste del Muro 8H (locus 800) de la unidad de excavación 8

Figura 60. Perfil Noreste del Muro 8H (locus 800) de la unidad de excavación 8

Figura 61. Dibujo de planta de la cabecera del Muro 8H (locus 800) de la unidad de excavación 8

42

Figura 62. Perfil Noreste de la unidad de excavación 8

Figura 63. Perfil Sureste de la unidad de excavación 8

Figura 64. Perfil Sureste (vista B) de la unidad de excavación 8

41

Figura 65. Planta final de la unidad de excavación 8

Figura 66. Unidad 8 al término del proceso de excavación (arriba) y luego del tapado de la misma (abajo)

40

Figura 67. Cerámica diagnóstica del locus 000-0

39

Figura 68. Cerámica diagnóstica del locus 000-6

38

Figura 68 (cont.) Cerámica diagnóstica del locus 000-6

37

Figura 69. Proceso de tapado de las unidades de excavación: Vista al inicio (arriba) y término de las excavaciones (centro-arriba), durante el proceso de relleno utilizando las piedras colapsadas que fueron retiradas durante la excavación (centro-abajo), y vista final de la unidad completamente tapada y nivelada (abajo).

36

Tablas 1-4. Incorporadas en el texto Tabla 5. Cuadro resumen de loci excavados en el sitio arqueológico de Ichabamba, temporada 2015 Unid. Exc. 1

Locus

Descripción

Altura (cm) 50

100

Muro 1E. Piedras angulares con poca argamasa

1

101

1

102

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Tierra con piedras pequeñas

1

103

Roca madre

2

200

49

2

201

2

202

Muro 2G. Piedras angulares con poca argamasa Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Tierra con gravilla y raíces

32

2.5Y 6/1 – Gray

2

203

Muro 2H. Piedras angulares con poca argamasa

37

2

204

Roca madre

3

301

32

3

302

3

303

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Tierra suelta con piedras medianas Tierra suelta con gravilla

Mortero: 7.5YR 2.5/2 – Very dark brown 10YR 8/2 – Very pale brown 10YR 7/2 – Light gray

3

304

Acumulación de ceniza

7

3

305

Tierra suelta marrón

12

3

306

21

3

307

Tierra clara con piedras pequeñas Roca madre

4

400

Alineamiento de piedras con muy poca argamasa

39

4

401

18

4

402

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Tierra con gravilla y raíces

4

403

Roca madre

5

500

78

5

501

5

502

Muro 5G. Piedras angulares con poca argamasa Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Tierra con gravilla y raíces

5

503

Tierra clara con piedras

38

23 46 -

20

-

21 12

-

20 -

36 23

Color

Textura

Mat. Asoc. -

Registro

Mortero: 10YR 3/2 – Very dark grayish brown 10YR 3/1 – Very dark gray

Semicompacta

CND

MCP

Semicompacta

-

MCP

Compacta

-

MCP

-

-

JQH

Suelta

CD, CND

JQH

Semicompacta -

CD, CND -

JQH

Compacta

-

JQH

Suelta

JQH

Suelta

CD, CND, OA, L -

Suelta

-

JQH

Suelta

-

JQH

Suelta

-

JQH

Semicompacta Compacta

-

JQH

-

-

-

-

DRS

Suelta

CD, CND

DRS

10YR 3/1 – Very dark gray 10YR 7/1 – Light gray Mortero: 10YR 5/3 – Brown 10YR 5/3 – Brown

Semicompacta Compacta

CND

DRS

-

DRS

-

MT

JQH

Suelta

-

JQH

7.5YR 6/3 – Light brown 10YR 5/2 –

Semicompacta Semi-

MT

JQH

OA, MT

JQH

10YR 6/2 – Light brownish gray 10YR 7/2 – Light gray Mortero: 7.5YR 2.5/1 10YR 3/1 – Very dark gray

2.5Y 7/1 – Light gray 2.5Y 7/1 – Light gray 10YR 5/2 – Grayish brown 10YR 5/2 – Grayish brown 2.5Y 8/3 – Pale yellow 10YR 8/2 – Very pale brown Mortero: 10YR 3/1 – Very dark gray 10YR 3/1 – Very dark gray

MCP

JQH

JQH

35

5

504

5 6

505 600

6

601

6

602

6

angulares pequeñas Tierra grisácea con piedras pequeñas Roca madre Muro 6F. Piedras angulares con poca argamasa

20 30

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Roca madre

20

603

Muro 6E. Piedras angulares con poca argamasa

45

7

700

32

7

701

7

702

7

703

Muro 7E. Piedras angulares con poca argamasa Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Tierra con raíces y piedras pequeñas Tierra con raíces y piedras pequeñas

7

704

Roca madre

8

800

8

801

8

802

8

803

Muro 8H. Piedras angulares con poca argamasa Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras angulares medianas y grandes Roca madre

8

804

Roca madre

-

-

000-0

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras

-

-

000-2

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras

-

000-6

Superficie. Abundante material orgánico, tierra, y piedras

-

-

23 23 23 54 49 69 -

Grayish brown 7.5YR 3/1 – Very dark gray 5YR 7/3 Mortero: 10YR 3/1 – Very dark gray 7.5YR 2.5/1 – Black

compacta Semicompacta Compacta Suelta

CND, L, OA

DRS

10YR 7/1 – Light gray Mortero: 10YR 3/1 – Very dark gray Mortero: 7.5YR 7/3 – Pink 7.5YR 2.5/2 – Very dark brown 7.5YR 4/2 – Brown 7.5YR 4/2 – Brown

Compacta

-

DRS

-

-

DRS

-

MT

MCP

Suelta

P, MT

MCP

Semicompacta Semicompacta

MCP

10YR 7/1 – Light gray Sin mortero

Compacta

L, OA, MT CD, CND, L, OA, P -

-

-

DRS

7.5YR 2.5/2 – Very dark brown 7.5YR 2.5/2 – Very dark brown 10YR 7/1 – Light gray 10YR 7/1 – Light gray No excavado (solo recolección) No excavado (solo recolección) No excavado (solo recolección)

Suelta

-

DRS

Suelta

-

DRS

Compacta

-

DRS

Compacta

-

DRS

-

CD, CND

PCO

-

CD, CND

PCO

-

CD, CND

PCO

CND, L, MT MT -

JQH JQH DRS

MCP MCP

34

ANEXO 2: INVENTARIO DE MATERIALES, MODELOS DE FICHAS UTILIZADAS Y CODIFICACION DE CERAMICA 2A. Inventario de materiales 2B. Modelos de fichas y etiquetas utilizadas 2C. Codificación de cerámica

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2A.INVENTARIO.DE.MATERIALES Nro  Bolsa Locus UA Unidad Fecha Material 1 000 6 -­‐ 23/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 2 000 6 -­‐ 23/07/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 3 000 6 -­‐ 23/07/15 LITICO 4 101 9 1 24/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 5 101 9 1 24/07/15 MUESTRA  DE  TIERRA 6 102 9 1 24/07/15 MUESTRA  DE  TIERRA 7 103 9 1 25/07/15 MUESTRA  DE  TIERRA 8 000 6 -­‐ 27/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 9 000 6 -­‐ 27/07/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 10 201 6 2 27/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 11 201 6 2 27/07/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 12 202 6 2 30/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 13 202 6 2 30/07/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 14 000 6 -­‐ 30/07/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 15 000 0 -­‐ 30/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 16 000 6 -­‐ 31/07/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 17 000 6 -­‐ 31/07/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 18 301 7 3 3/08/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 19 301 7 3 3/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 20 301 7 3 3/08/15 OSEO  ANIMAL 21 401 6 4 3/08/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 22 401 6 4 3/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 23 402 6 4 3/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 24 301 7 3 4/08/15 LITICO 25 000 6 -­‐ 4/08/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 26 501 8 5 5/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 27 502 8 5 5/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 28 503 8 5 6/08/15 OSEO  ANIMAL 29 503 8 5 6/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 30 504 8 5 6/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 31 504 8 5 6/08/15 LITICO 32 504 8 5 6/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 33 500 8 5 7/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 34 505 8 5 7/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 35 601 3 6 7/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 36 601 3 6 7/08/15 LITICO 37 601 3 6 10/08/15 OSEO  ANIMAL 38 000 0 -­‐ 10/08/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 39 000 0 -­‐ 10/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 40 000 0 -­‐ 10/08/15 LITICO 41 700 1/6 7 11/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 42 700 1/6 7 11/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 43 701 1/6 7 11/08/15 COPROLITO 44 701 1/6 7 11/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA INVENTARIO  2015

Cantidad   fragmentos 6 10 1 1 1 1 1 1 8 8 23 3 5 3 3 14 34 1 15 4 2 7 3 2 2 1 1 1 1 5 2 1 1 1 1 2 1 12 26 1 1 1 1 1

Peso 23 67 36 7 60 43 7 6 30 49 58 23 19 28 25 103 192 19 52 5 4 35 14 5 11 86 56 4 69 39 4 81 123 26 4 8 11 93 85 107 28 13 1 48 32

PROYECTO  ARQUEOLOGICO ICHABAMBA-­‐CAJABAMBA Nro  Bolsa Locus UA Unidad Fecha Material 45 702 1/6 7 11/08/15 LITICO 46 702 1/6 7 11/08/15 OSEO  ANIMAL 47 702 1/6 7 11/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 48 000 0 -­‐ 11/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 49 703 1/6 7 12/08/15 CERAMICA  DIAGNOSTICA 50 703 1/6 7 12/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 51 703 1/6 7 12/08/15 LITICO 52 703 1/6 7 12/08/15 COPROLITO 53 703 1/6 7 12/08/15 OSEO  ANIMAL 54 000 2 -­‐ 12/08/15 CERAMICA  NO  DIAGNOSTICA 55 802 4 8 14/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA 56 805 4 8 14/08/15 MUESTRA  DE  TIERRA

INVENTARIO  2015

Cantidad   fragmentos 4 1 1 5 7 11 14 1 1 1 1 1

Peso 26 2 63 52 22 18 42 2 2 4 84 130

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