\"Futebol arte\" : o verdadeiro futebol brasileiro

May 30, 2017 | Autor: Helio Oliveira | Categoria: Discourse Analysis, Languages and Linguistics, Discourse Studies
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REVISTA

Revista Lationamericana de Estudios del Discurso Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso

editoras

Adriana Bolívar Martha Shiro Universidad Central de Venezuela editores de reseñas

Irene Fonte, Universidad Autónoma Metropolitana, México Sírio Possenti, Universidade Estadual de Campinas, Brasil asistentes editoriales

Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso Associação Latinoamericana de Estudos do Discurso ALED es arbitrada y está indizada en Revencyt y Latindex. Se publica semestralmente bajo los auspicios de la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso comité directivo

Denize Elena Garcia da Silva presidenta

María Laura Pardo Gil vicepresidenta

Francisco Bolet

Ricardo Gualda Universidade Federal da Bahia, Brasil Juan Eduardo Bonnin conicet, Argentina

secretario

comité científico/consultivo

argentina

Roberto Leiser Baronas, Universidade Federal de São Carlos, Brasil Francisco Bolet, Universidad Central de Venezuela Carmen Rosa Caldas-Coulthard, Universidade de Florianapolis, Brasil Alicia Eugenia Carrizo, Universidad de Buenos Aires, Argentina Patrick Charaudeau, Université de Paris XIII, Francia Mireya Cisneros Estupiñán, Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia Cristina D´Avolio, Universidad Pedagógica Experimental Libertador, Venezuela Julio Escamilla Morales, Universidad del Atlántico, Colombia Lars Fant, Universidad de Estocolmo, Suecia Rosa María Gutiérrez, Universidad Católica de Valparaíso, Chile Ingedore Villaça Koch, Universidade Estadual de Campinas, Brasil Irene Madfes, Universidad de la República, Uruguay Luisa Martín Rojo, Universidad Autónoma de Madrid, España Doris Martínez, Universidad de Puerto Rico, Río Piedras, Puerto Rico Virginia Orlando, Universidad de la República, Uruguay María Laura Pardo, CONICET, CIAFIC, Argentina Marianne Peronard, Universidad Católica de Valparaíso, Chile Eva Salgado Andrade, CIESAS, México Celia Rubina Vargas, Pontificia Universidad Católica del Perú, Perú Teun van Dijk, Universidad de Ámsterdam, Holanda y Universidad Pompeu Fabra, España Adrián Vergara Heidke, Universidad de Costa Rica, Costa Rica

Roberto Leiser Baronas

diseño gráfico

Grafiweb Impresores y Publicistas diagramacion

Odalis C. Vargas B.

Judith Hoffnagel tesorera

Alicia Eugenia Carrizo

brasil

Rosa María Gutiérrez chile

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Adrián Vergara Heidke costa rica

Eva Salgado Andrade méxico

Celia Rubina Vargas perú

Doris Martínez puerto rico

Virginia Orlando uruguay

Cristina D’Avolio venezuela socios honorarios

Teun van Dijk Patrick Charaudeau Lars Fant expresidentas de la aled

Adriana Bolívar (1995-2003) Teresa Carbó (2003-2005) Anamaría Harvey (2005-2009) Neyla Pardo Abril (2009-2013) ilustración de portada

Virginia Colares. 1997. Com a bola toda. De la serie Sentido Literal. Acrílico sobre tela. 0.60 x 0.60 cm. Versión electrónica en: http://www.comunidadaled.org Dirección electrónica: [email protected] Depósito legal: 200102CS1090 ISSN 1317-7389 Volumen 14, nº 2 Tiraje: 500 ejemplares Impresión editorial: Thesaurus Editora de Brasília Ltda. Impresso no Brasil

Re­vis­ta La­ti­noa­me­ri­ca­na de Es­tu­dios del Dis­cur­so vo­lu­men 14 nú­me­ro 2 2014 número monógráfico el discurso del fútbol

Su­ma­rio presentación

Ricardo Gualda y Luciane Corrêa Ferreira

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artículos

El discurso del fútbol y los pathē: una aproximación lingüístico-cognitiva a las estrategias verbales afectivas Lucía Bernardi y Cristian Sáenz

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¿Qué le dijo Ortega a Desábato? Un estudio de los efectos interactivos de la analogía en la vida cotidiana Alicia Eugenia Carrizo

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Da aforização à construção do ethos: Dilma Rousseff e a Copa do Mundo da FIFA 2014 Glaucia Muniz Proença Lara

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Os discursos governamentais nas estratégias de reforma do Novo Mineirão: modernização e tradição no jogo que acontece fora das quatro linhas Sarah Teixeira Soutto Mayor y Silvio Ricardo da Silva

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Futebol arte, o verdadeiro futebol brasileiro Sirio Possenti, Ana Carolina Vilela-Ardenghi y Hélio de Oliveira

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Vamos todos cantar de coração: Discursos fundadores dos hinos dos clubes brasileiros de futebol Rafael Duarte Oliveira Venancio

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reseñas

Charaudeau, Patrick (2013). La conquête du pouvoir. Opinion, persuasion, valeur. Les discours d’une nouvelle donne politique Reseñado por Franca D. de Erlich 113 Shiro, Marta; Charaudeau, Patrick y Granato, Luisa (eds.). (2012). Los géneros discursivos desde múltiples perspectivas: teorías y análisis Reseñado por Cristina D’Avolio 117 Índice Acumulado 123

presentación

El discurso del fútbol es un tema emergente, pero de creciente importancia, dado el rol central que este deporte ocupa en nuestras sociedades, especialmente en este momento de intensa visibilidad por la reciente realización de la Copa del Mundo de Brasil de 2014, así como por la preparación de los Juegos Olímpicos de Río que tendrá lugar en 2016. El fútbol es un objeto de estudio relativamente nuevo y de creciente interés académico que transita entre muchas disciplinas. En América Latina, el fútbol tiene una importancia central en la construcción de las identidades de diversa naturaleza: género, raza, clase, grupos sociales y étnicos, locales, regionales, nacionales y supranacionales. También es una instancia fundamental de contacto entre esas identidades, y puede culminar en diálogos, tensiones sociales, confrontaciones y conflictos. Tiene, además, una gran importancia en las articulaciones políticas en y entre sociedades. Por ende, su carácter simbólico está presente en diversos artefactos culturales y manifestaciones individuales, sociales y políticas, como los que se observaron en las masivas manifestaciones durante la Copa de las Confederaciones en Brasil, en junio del 2013, también conocida como “Copa de las Manifestaciones” (Damo, 2013), así como las manifestaciones en el período que antecedió a la Copa del Mundo de 2014. Los estudios del discurso sobre el fútbol son de naturaleza plenamente interdisciplinar. Se ubican preponderantemente en la interfaz entre la lingüística, la sociología, la historia, los estudios culturales y la antropología. En 2012, había en Brasil catorce grupos de investigación interdisciplinarios (por ejemplo, el Grupo FULIA (UFMG), el LUDENS (USP), el NEPESS (UFF) y el GEFUT (UFMG)), cuyo objeto de estudio era el fútbol y algún tópico relacionado. Tanto en Brasil como en otros países de América Latina existen numerosas publicaciones sobre el fútbol como tradición y en las que se destaca el rol del deporte en la consolidación de identidades. Entre los varios investigadores y grupos de investigación se multiplican trabajos de altísima calidad que finalmente reflejan la importancia de los deportes, en especial del fútbol, en nuestros países. El presente número monográfico de la Revista de la ALED refleja la interdisciplinaridad de los discursos acerca del fútbol en América Latina y la importancia que tal temática ocupa en diferentes dimensiones de la vida social cotidiana, las identidades, las pasiones, las tradiciones, los medios y la política. Como lo muestran los seis artículos que componen el número, los autores adoptan distintas perspectivas desde áreas como la lingüística, la sociología, los estudios culturales, el deporte y la comunicación. 3

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En el artículo El discurso del fútbol y los pathē: una aproximación lingüísticocognitiva a las estrategias verbales afectivas, Lucía Bernardi y Cristian Sáenz analizan el papel que ocupa el pathos en el discurso del fútbol y las estrategias lingüístico-discursivas que utiliza, especialmente las que pertenecen al grupo de las pasiones –pathé–, empleadas en contextos tales como el discurso de la prensa escrita. El corpus está conformado por publicaciones impresas del diario deportivo Olé de Argentina del periodo 2007-2014. En el artículo ¿Qué le dijo Ortega a Desábato? Un estudio de los efectos interactivos de la analogía en la vida cotidiana, Alicia Eugenia Carrizo discute el uso de la analogía como estrategia discursiva, para dar cuenta de los movimientos de los participantes en el desarrollo de una discusión. La interacción es analizada desde una perspectiva multidimensional del discurso. La hipótesis teórica es que la analogía es una estrategia que limita los movimientos de la otra parte. El corpus es una conversación en una cena familiar en la que la madre le pregunta al hijo acerca de una disputa que hubo entre jugadores de fútbol el fin de semana. En el artículo Da aforização à construção do ethos: Dilma Rousseff e a Copa da FIFA 2014, Glaucia Muniz Lara analiza desde la perspectiva del análisis del discurso francés y, de forma más específica, de las contribuciones de Dominique Maingueneau, enunciados destacados (aforizaciones) acerca de la Copa Mundial de la FIFA 2014, atribuidos a la Presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, en la prensa escrita y digital. Partiendo de la hipótesis de que estamos frente a un poderoso recurso mediático para influir en los receptores, busca observar el funcionamiento de las aforizaciones en la construcción del ethos de dicha gobernante, como la principal líder de un evento que trasciende ampliamente el dominio deportivo. En el artículo Os discursos governamentais nas estratégias de reforma do “Novo Mineirão”: modernização e tradição no jogo que acontece fora das quatro linhas, Sarah Teixeira Soutto Mayor e Silvio Ricardo da Silva, investigan los discursos presentes en las propuestas de la modernización del Nuevo Mineirão, uno de los estadios sede de la Copa Mundial FIFA 2014, ubicado en Belo Horizonte, Minas Gerais. Para ello, se detienen, en particular, en las relaciones entre las nociones de modernización y tradición, que se encuentran especialmente en documentos oficiales sobre el estadio. Se destaca la conexión de lo tradicional con lo moderno como elemento crucial en los intentos de legitimar las transformaciones operadas en el estadio y, sobre todo, se proporciona un cierto estatus valorativo a los cambios, para producir un llamado a la memoria y la identidad colectiva lograda, paradójicamente, por preservación de la tradición a través de la modernización. El artículo Futebol arte, o verdadeiro futebol brasileiro de Sirio Possenti, Ana Carolina Vilela-Ardenghi y Hélio de Oliveira analiza, a partir de un conjunto de fórmulas (el fútbol arte, especialmente), la circulación de discursos sobre

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una posible identidad brasileña. Desde un punto de vista metodológico, tiene como objetivo demostrar la productividad de la organización de un corpus relevante según la trayectoria de las fórmulas elegidas. Ensayos ya canónicos en el tema sirven como escenario, juntamente con obras históricas y sociológicas sobre la brasilidad. Finalmente, en el artículo Vamos todos cantar de coração: Discursos fundadores dos hinos dos clubes brasileiros de futebol, Rafael Duarte Oliveira Venancio analiza la forma por la cual los himnos de los clubes de fútbol brasileños engendran, dentro del amplio campo del imaginario deportivo, el rol de una gestión de la memoria que resulta en la identidad de estos equipos. La idea que se presenta, siguiendo lineamientos teóricos de Dominique Maingueneau, es que esa propiedad de los himnos reside en su construcción y representación de los discursos fundadores que emergen de una colectividad hiperenunciativa. En este número se reseñan dos libros. El primero, de Patrick Charaudeau (2013), titulado La conquête du pouvoir. Opinion, persuasion, valeur. Les discours d’une nouvelle donne politique, es reseñado por Franca D. de Erlich. El libro presenta un análisis de la política francesa de los últimos años, especialmente de los procesos de la campaña presidencial de 2012 y sus intervenciones discursivas y promete ser de especial interés para los analistas del discurso político. El segundo es una obra editada por Martha Shiro, Patrick Charaudeau y Luisa Granato (2012), con el título Los géneros discursivos desde múltiples perspectivas: teorías y análisis, es reseñado por Cristina D’Avolio. Este libro es una contribución importante para el estudio de los géneros discursivos y para la discusión teórica y metodológica sobre los géneros discursivos en Latinoamérica, ya que la mayoría de los estudios sobre este tema se encuentran en inglés. Con este número monográfico, pretendemos seguir con la tradición de protagonismo de los Estudios del Discurso en el debate de los temas de mayor relevancia en América Latina, con la ALED en el centro de esas discusiones. Considerando la importancia del fútbol y de los temas en su entorno, como la cuestión de la identidad nacional, para varios países de Latinoamérica, este número monográfico viene a llenar una laguna existente, ya que en el año de la Copa do Mundo da FIFA 2014 no hubo ninguna publicación que abordase el asunto exclusivamente a partir de una perspectiva discursiva en el área de los Estudios Lingüísticos. Ricardo Gualda Universidade Federal da Bahia (UFBA) Luciane Corrêa Ferreira Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG) Coordinadores de este número monográfico

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Referencia Damo, A. 2013. [Disponible en http://portal.anpocs.org/portal/index.com] A Copa das Manifestações- Afinidades eletivas entre megaeventos. 37º Encontro Anual da Anpocs. ST 21- Esporte e Sociedade. Águas de Lindóia. [Consulta: 15 de diciembre de 2014].

ARTÍCULO

El discurso del fútbol y los pathē: una aproximación lingüístico-cognitiva a las estrategias verbales afectivas

LUCÍA BERNARDI CRISTIAN SÁENZ Universidad Nacional de La Plata

Resumen. Este trabajo tiene el objetivo de estudiar el papel que ocupa el pathos en el discurso del fútbol y las estrategias lingüístico-discursivas utilizadas, entre ellas las interjecciones, en las pruebas subjetivas o morales, especialmente las que pertenecen al grupo de las pasiones –pathē–, empleadas en contextos tales como el discurso de la prensa escrita. Además, se examinan modalizadores, subjetivemas, focalizaciones, metáforas que recurren a la afectividad/expresividad, que guían la decodificación del receptor, utilizando nociones como iconicidad y modelos cognitivos. Asimismo, se adopta el concepto de pruebas subjetivas o morales desde la relectura de la Retórica de Aristóteles (2002) propuesta por Barthes (1997). El corpus está conformado por publicaciones impresas del diario deportivo Olé de Argentina del periodo 2007-2014. A partir del análisis, se puede vislumbrar que las estrategias del diario deportivo Olé están puestas al servicio de crear su propia ciudad futbolera. Palabras-clave: fútbol, pathos, modelos cognitivos, iconicidad, interjecciones, metáforas. Resumo. Este trabalho tem como objetivo estudar o papel ocupado pelo pathos no discurso do futebol e as estratégias lingüístico-discursivas utilizadas, incluindo as interjeições, em julgamentos subjetivos ou morais, especialmente aquelas que pertencem ao grupo das paixões –pathē– utilizadas em contextos como o discurso da imprensa. Além disso, examinam-se modalizadores, subjetivemas, metáforas recorrendo à afetividade/ expressividade que orientam a decodificação do receptor. Empregam-se as noções de iconicidade e modelos cognitivos da lingüística. Além disso, o conceito de provas subjetivas ou morais está incluído a partir da leitura da Retórica de Aristóteles (2002) proposta por Barthes (1997). O corpus é composto de publicações impressas do jornal esportivo argentino Olé no período 2007-2014. A partir da análise, pode-se observar que as estratégias do jornal esportivo Olé servem ao propósito de criar sua própria cidade do futebol. Palavras-chave: futebol, pathos, modelos cognitivos, iconicidade, interjeições, metáforas. Abstract. This paper examines the role of pathos in the discourse of soccer as well as linguistic strategies employed, including interjections in moral or subjective means of persuasion, especially those belonging to the expressions of passion –pathē– in contexts of the written press. Furthermore, we examine modalizers, subjectivemes, focalizations and metaphors resorting to affectivity and expressivity that orient the decodification process of the addressee. The notions of iconicity and cognitive models are taken from cognitive linguistics. We also use the concepts of subjective or moral evidence from Aristotle’s Rhetoric, as re-interpreted by Barthes (1997). The corpus consists of articles Recibido: 12 de septiembre de 2014 • Aceptado: 25 de octubre de 2014.

ALED 14 (2), pp. 7-22

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selected from the Argentinian sports daily Olé published between 2007 and 2014. From the analysis, we conclude that the strategies of Olé work towards creating its own soccer city. Keywords: soccer, pathos, cognitive models, iconicity, interjections, metaphor.

Introducción El vínculo entre el fútbol y la pasión (pathos) es un lugar común, esto es, forma parte de la tópica del discurso sobre este deporte. Tal como sostiene Barthes (1997: 137): “La tópica se convierte en una reserva de estereotipos, de temas consagrados, de “fragmentos” llenos, que se colocan casi obligatoriamente en el tratamiento de todo tema”. Sin embargo, no han sido muy transitados los modos y estrategias en que esta tópica se realiza discursivamente. En estudios anteriores (Bernardi y Sáenz 2008, 2009) hemos analizado el empleo del lenguaje emotivo-expresivo en el diario Olé, publicación deportiva de Argentina, dedicada principalmente al fútbol, que ha devenido en un medio de referencia para quienes participan del mundo futbolístico, tanto aficionados como especialistas y periodistas. Ahora bien, para llevar a cabo nuestros objetivos, en esas dos oportunidades, habíamos empleado tanto la teoría de la relevancia (Sperber y Wilson 1986) como la noción de simulacro (Baudrillard 1978) y habíamos llegado a la conclusión de que Olé construía su discurso escrito, atendiendo a las características del discurso audiovisual e hipertextual. En el presente artículo, nos proponemos analizar los elementos y estrategias verbales que vehiculizan la tópica de la pasión y cómo se vincula con cierta argumentación discursiva, en el momento de organizar la información. Para esto recurrimos a las herramientas teórico-metodológicas de la lingüística cognitiva, la iconicidad (Croft 1990, Cucatto 2009, Givon 1990) y los modelos cognitivos (Cifuentes Honrubia 1996, Lakoff 1987). Asimismo, cruzamos estas nociones con el concepto de pruebas subjetivas o morales de la Retórica de Aristóteles (2002), esto es, las razones que dependen de conmover los sentimientos verosímiles, no reales, del público, que se emplean “como premisas de cadenas argumentativas” (Barthes 1997: 143). Cabe destacar que existen investigaciones sobre los imaginarios que operan en la concepción de qué es el fútbol (Frydenberg 2011). No obstante, estas disquisiciones se realizan desde una perspectiva socio-cultural y no específicamente discursiva. En este sentido, por ejemplo, se describe el impacto del crecimiento y profesionalización de dicha actividad deportiva, en particular, de la figura del jugador de fútbol. Si bien el texto menciona el vínculo entre los medios de comunicación y las diferentes imágenes de los futbolistas, no hay un examen pormenorizado del discurso de aquellos. En este escrito realizamos un microanálisis del discurso de Olé, el único periódico nacional de frecuencia diaria, dedicado exclusivamente al deporte y que tiene como eje el fútbol de primera división de Argentina, para desentrañar cómo se verbaliza la emoción 8

Lucía Bernardi y Cristian Sáenz: El discurso del fútbol y los pathē: una aproximación lingüístico-cognitiva a...

y con qué fines. Por este motivo, nos detenemos en fenómenos lingüísticos puntuales, a saber interjecciones, modalizadores, subjetivemas, focalizaciones y metáforas, que proporcionan una muestra del lugar que ocupa el pathos en el tejido textual de dicho medio.

1. Marco teórico 1.1. Iconicidad y marcos cognitivos La iconicidad se erige como una de las nociones centrales en lingüística cognitiva, dado que da cuenta de la correlación entre estructura verbal y pensamiento. En efecto, uno de los principios del cognitivismo consiste en que el lenguaje posee un carácter inherentemente simbólico. Así, la iconicidad posibilita explicar la continuidad entre lo verbal y lo conceptual, presentando las propiedades de transparencia, motivación y carácter mimético. La transparencia permite explicar cómo las estructuras verbales revelan las estructuras conceptuales, la motivación hace explícitas las rutinas codificadas en los elementos verbales por su empleo en determinados contextos y el carácter mimético habilita la instauración de regularidades que provienen de la correspondencia entre los elementos verbales y los conceptuales (Cucatto 2009, Givon 1990). Hay que subrayar que lo conceptual incluye la experiencia, la visión del hablante: “la estructura del lenguaje refleja, de alguna manera, la estructura de la experiencia, es decir, la estructura del mundo, incluida […] la perspectiva que impone el hablante sobre el mundo” (Croft 1990: 164) De esta manera, la Lingüística Cognitiva tiene una noción amplia de qué es lo conceptual y el pensamiento. Evans y Green (2006), retomando a Croft (1990) exponen: Iconicity refers to the way that languages mirrors experience. For example, the tendency for some languages to present old information before new information in an utterance represents iconicity between language and experience, because new experiences happen later than old ones […] (Evans y Green, 2006: 760).

Por lo tanto, se observa que la correlación entre lenguaje y experiencia es una noción productiva para dar cuenta de los modos de presentar la información, cuestión que es central en nuestra investigación, ya que nuestro corpus está conformado por discurso periodístico, que construye el acontecimiento en noticia mediante el lenguaje. Por su parte, los modelos cognitivos idealizados estructuran el pensamiento, esto es, representan organizaciones del conocimiento y se erigen como requisito para comprender e interpretar un significado de una unidad lingüística dada, razón por la cual es necesario atender a las rutinas de uso de dicho elemento. Desde esta perspectiva, el lenguaje se fundamenta en la cognición. En este sentido las estructuras verbales son dependientes de un pensamiento, cuya 9

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característica es estar organizado según una experiencia corporal preconceptual, que a su vez se circunscribe al entorno en el que funciona. Tanto el lenguaje como el pensamiento “son significativos porque son motivados por nuestro funcionamiento como partes de la realidad” (Lakoff 1987: 292 citado por Cifuentes Honrubia 1996: 52). Se percibe, entonces, que la iconicidad y los modelos cognitivos están íntimamente vinculados, puesto que si la primera hace referencia a la correlación entre lenguaje y experiencia/pensamiento/conocimiento, los segundos dan cuenta de cómo se estructura cognitivamente dicha experiencia/pensamiento/ conocimiento. Lakoff (1987) formula cinco tipos de Modelos Cognitivos Idealizados: proposicionales, que dan cuenta de elementos, propiedades y relaciones; imágenes esquemáticas, que determinan la esquematización de algunas imágenes como longitud, forma, etc.; metafóricos, que interpretan un dominio en términos de otro; metonímico, en el que un subdominio se emplea para captar la categoría como un conjunto y simbólico, en el que se correlacionan unidades lingüísticas con unidades conceptuales. En el presente artículo, atendemos principalmente a dos de los modelos cognitivos idealizados para llevar a cabo nuestro análisis: el metafórico y el simbólico. 1.2. Pruebas subjetivas: Pathē Ahora bien, es interesante poder ver cómo funcionan estas nociones en la puesta en discurso. Justamente con este fin tomamos el concepto de pruebas subjetivas o morales, propuesta desde la relectura que realiza Barthes (1997) sobre la Retórica de Aristóteles (2002) y específicamente el grupo que se dedica a los pathē o las pasiones. Es importante aclarar que las pruebas retóricas hacen referencia a las razones persuasivas, a “los medios para obtener crédito, mediadores de confianza (fides)” (Barthes 1997: 123-124). En la primera operación de la tekhnē rhetorikē, la inventio, que hace referencia al descubrimiento de los argumentos, Aristóteles (2002) prevé una división entre pruebas lógicas y psicológicas. Las lógicas están orientadas a convencer, esto es, se trata del exemplum (“inducción”) y entimema (“deducción”), operaciones no científicas, destinadas a persuadir. En cambio, las psicológicas están orientadas a conmover. Pero, como destaca Barthes, la novedad que presenta Aristóteles consiste en que las pasiones son consideradas según la idea que posee quien escucha, esto es, se trata no de una descripción de lo que efectivamente son, sino de lo que se cree de ellas, de lo que es verosímil para el público: Hay que insistir en esto, porque pone de manifiesto la profunda modernidad de Aristóteles y lo convierte en el patrón soñado de una cultura llamada de masas: todas estas pasiones son voluntariamente estudiadas en su trivialidad: la cólera es lo que todo el mundo piensa de la cólera, la pasión es solamente lo que todos dicen de ella, lo intertextual puro, la “citación” […] las pasiones son fragmentos de lenguaje preformados, que el orador debe simplemente conocer bien; de ahí 10

Lucía Bernardi y Cristian Sáenz: El discurso del fútbol y los pathē: una aproximación lingüístico-cognitiva a...

la idea de un casillero de las pasiones, no como una colección de esencias sino como un montajes de opiniones (Barthes 1997: 143-144).

Se ve cómo esta perspectiva es operativa para analizar las pasiones puestas en discurso, el vínculo entre estructuras verbales/emociones, en tanto experiencia y los modelos cognitivos que se activan para poner en relación emisor y receptor. Todas estas cuestiones son claves en el momento de estudiar un medio de comunicación masivo, como es el diario deportivo Olé, cuyo fin es captar lectores mediante la empatía.

2. Justificación del corpus y metodología El corpus está conformado por ejemplares del diario deportivo Olé de Argentina desde el año 2007 hasta el 2014. La razón de tomar este medio reside en que es el único periódico de tirada nacional, dedicado al deporte y especialmente al fútbol. Si bien en Argentina existe una tradición de revistas deportivas tales como El Gráfico, Goles y de suplementos deportivos, la aparición de Olé significó una novedad, dado que se propone como un medio que se adquiere de manera independiente. Asimismo, presenta una información y actualidad pormenorizada de los deportes en general y del fútbol en particular. El corte temporal se realizó teniendo en cuenta la fecha de fundación de Olé, 23 de mayo de 1996, ya que al 2007 han pasado once años de su circulación, cuestión que lo erige como una publicación estable, no efímera y con un público consolidado. Además, la extensión hasta el 2014 permite estudiar si hay una continuidad o no en sus modos de presentar la discursividad futbolística. La metodología que se emplea es cualitativa. Por lo tanto, se parte de la observación de las muestras del corpus, de la exploración de los fenómenos lingüísticos propuestos, esto es, interjecciones, modalizadores, subjetivemas, focalizaciones y metáforas, para luego describirlos con cierta profundidad. En tanto cualitativo este modo de investigación permite el abordaje de un número acotado de ejemplares, que se examinan, teniendo en cuenta un contexto amplio, es decir, holístico o global. En efecto, la lingüística cognitiva propone una aproximación al lenguaje basada en el uso: […] la estrategia de análisis que propone la lingüística cognitiva consiste, en que el conocimiento del lenguaje surge de su propio uso. En otras palabras, las categorías y estructuras semánticas, sintácticas, morfológicas y fonológicas se construyen haciendo uso del conocimiento que tenemos de enunciados concretos que se emplean en circunstancias concretas […] Los lingüistas cognitivos sostienen […] que un análisis detallado de las sutiles variaciones que tiene lugar en el comportamiento sintáctico y en la interpretación semántica da lugar a la aparición de un modelo distinto de representación gramatical, el cual da cabida tanto a los patrones idiosincrásicos de comportamiento lingüístico, como a los extremadamente generales […] (Croft y Cruse 2008: 20-21). 11

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Así, desde este enfoque teórico-metodológico es lícito estudiar hechos verbales idiosincrásicos en sus contextos reales de uso. El corpus que se emplea consta de 100 artículos. Se realiza una selección de estos, atendiendo a muestras que representan de la manera más ejemplar posible el fenómeno lingüístico-discursivo que se examina. De esta manera, se privilegia aquellos ejemplares que contienen material verbal vinculado con la emotividad/afectividad, que se pueden percibir de manera manifiesta. La variedad de español empleada por Olé es preferentemente el español rioplatense, ya que es un periódico cuya producción se realiza en Buenos Aires.

3. Análisis del corpus Se analizan elementos verbales que vehiculizan emociones, afectos, apreciaciones, esto es, los que se vinculan con los pathē: interjecciones, modalizadores, subjetivemas, focalizaciones y metáfora. La elección de estos fenómenos reside en que presentan de manera marcada la afectividad en el discurso. De esta forma, las interjecciones conforman el acervo del código verbal para trasmitir las emociones. El resto deja huellas de la subjetividad en los artículos abordados. Cabe aclarar que Olé propone un discurso recorrido por el pathos desde el eslogan de su tapa: “Cada día te quiero más”. De hecho, menciona un típico canto de los aficionados del fútbol, cuando alientan a sus equipos en las canchas. Se observa que se emplea el verbo “querer” con el sentido de “desear a alguien o a algo”, el objeto del deseo, en este caso representado por la segunda persona del singular “te”, es el club del cual se es hincha y se encuentra rodeado de los intensificadores “cada día más”. En este ejemplo se efectúa un movimiento desde la pasión por un equipo o club de fútbol determinado hacia el fútbol en general: La naturaleza pasional del hincha fue objeto de análisis en la literatura acerca del fútbol escrita de las décadas de 1960 y 1970, cuya intención fue mostrar cómo se habían ahondado los elementos dramáticos y trágicos […] si no se consideran las características particulares del contexto ritual del fútbol, la génesis y los aspectos específicos de cada caso -como sus efectos sobre la construcción de la identidad barrial, grupal, masculina e individual-, resultará imposible comprender el fenómeno de las actitudes del público y la constitución del hinchismo (Frydenberg 2011: 241-242)

De esta manera, la pasión del aficionado es constitutiva del fútbol argentino, que se erige como un estilo de vida. El periódico deportivo Olé activa el modelo cognitivo idealizado “el fútbol es pasión”, construyendo un espacio discursivo común con los receptores. Así, en términos retóricos, el diario pone en escena los sentimientos del público, es decir, no es el emisor o periodista deportivo el que siente pasión por el fútbol, si no que representa la emoción de los receptores.

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3.1. Interjecciones Las interjecciones son los elementos de la lengua que vehiculizan principalmente emociones/ afectos. El Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) las define como “Clase de palabras que expresa alguna impresión súbita o un sentimiento profundo [...]”. Por lo tanto, son unidades privilegiadas para analizar aquello que se relaciona con las pasiones. Así, las interjecciones son piezas léxicas previstas por el código de la lengua para transmitir las pasiones. Más allá de que sus valores semántico-pragmáticos se establecen según el contexto de realización, hay rutinas de uso que nos permiten detectar ciertos valores fijos de estas unidades. Por eso, los diccionarios disponen de entradas para estos elementos con una definición determinada. Sin embargo, es verdad que muchos de sus usos a veces no coinciden con los recogidos por estas obras. Así, por ejemplo, el DRAE puntualiza que la interjección ah denota “pena, admiración, sorpresa o sentimientos similares”. No obstante, en el español rioplatense se utiliza para aludir a procesos cognitivos tales como “recordar”, “darse cuenta de algo”, “descubrir” (Bernardi 2012). Por lo tanto, es necesario analizar cada interjección en su contexto discursivo. No hay que perder de vista que en los textos escritos y, en particular, en los artículos que examinamos las interjecciones no son manifestaciones de reacciones espontáneas ante un contexto verbal o no verbal dado, sino que hay un trabajo de planificación que realiza el emisor. Estas se emplean de manera estratégica. Esto señala una diferencia con el uso oral e incluso hipertextual de estas unidades. Veamos algunos ejemplos del uso de interjecciones en el corpus: [1] Pero sólo el resultado de hoy tendrá la última palabra. El de Ecuador, por caso, provocó que los jugadores quedaran guardados post pobretón empate. Tanta bronca tenía el entrenador ese día que hasta se le escapó un insulto a un jugador (Minas) de Ecuador. Ay, ay, ay... (Olé 18 de junio de 2008: 6). [2] De a ratitos se vio la mano de Cocca, en el buen trato de pelota y en el intento de salida limpia. Pero hasta ahí llegó el Lobo. Porque Encina y Villar, los volantes externos, estuvieron más preocupados por no perder la posición y por que no los sorprendieran que por desprenderse y sorprender. Y los delanteros que puso Cocca (¡ejem!) sólo sirven para estar en el área. Lo mal que jugó Gimnasia se puede ilustrar fácilmente: pese a salir con un volante más, Vélez tuvo la pelota todo el tiempo (Olé 7 de febrero de 2010: 16). [3] Shhhhhh, para mí sin soda Higuaín, borrado por Gallego, vuelve vs. el Rojo. ¿Silenciará al Tolo como a Cocca? Mmm, va al banco... El festejo dio que hablar: ante Gimnasia LP, Federico Higuaín celebró el gol del triunfo llevándose el dedo índice a la boca, de cara a su ex entrenador, Diego Cocca, con el que tuvo algunos cruces (incluso el Pipita fue el único de los jugadores del Tomba que no se acercó a saludar al técnico). Por ese festejo en el que además se sacó la camiseta, lo amonestaron y no pudo estar ante 13

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San Lorenzo. Ahora ya cumplió la suspensión y se prepara para otro partido especial […] (Olé 7 de febrero de 2010: 16). [4] El plan canje “Reemplazaría mi buen momento por una victoria”, dijo Gioda. Ah, se sumó a sus compañeros y lo banco a Bichi (Olé 1º de octubre de 2008: 17).

En (1) la interjección ay posee el valor semántico-pragmático de crítica respecto de la actitud del entonces entrenador de Argentina, Alfio Basile, con un jugador rival. Además, la unidad interjectiva se realiza triplicada, aspecto que revela la iconicidad discursiva, dado que dicha repetición ahonda el valor de la crítica. Ahora bien, el hecho de aparecer al final del fragmento refuerza el rechazo hacia la acción del director técnico y, por un lado, intenta buscar la adhesión del lector, a partir de prever una reacción posible de este y, por el otro, sostener su tesis de que el entrenador argentino y el cuerpo técnico están en una situación de tensión por los resultados no deseados de la selección. En (2) la interjección ejem vehiculiza una crítica condescendiente con la propuesta táctica del equipo de Gimnasia y Esgrima de La Plata y, como en el ejemplo anterior, el emisor pretende la connivencia del receptor, mientras que la utiliza para apoyar sus argumentos desde la conmoción. Asimismo, la ubicación de la interjección, interrumpiendo el hilo del discurso con las marcas gráficas de los paréntesis y los signos de admiración logra que la prueba psicológica esté bien delimitada. Además, se vincula con la iconicidad, puesto que la fuerza que el emisor le quiere imprimir a su prueba se manifiesta justamente en la materialidad del significante tipográfico. En (3) hay una cierta densidad interjectiva. Por una parte, en el título de la nota aparece el elemento Shhhhhh, que no expresa un simple pedido de silencio, sino que es silenciar a otro con un dejo de burla o de sorna. Por otra, en la bajada se emplea la interjección Mmm, que transmite una duda que augura un devenir negativo. En la nota se hace explícito el gesto habitual que acompaña a la primera interjección: el dedo índice sobre los labios y con la mirada fija en el destinatario de la emisión. Toda la nota tiene el fin de mostrar las relaciones conflictivas que mantiene el jugador Higuaín con los distintos entrenadores, incluso con el actual, que no lo considera titular. Se observa que en el caso de la primera unidad, su utilización muestra a los ojos de los receptores de manera vívida el hecho que causó la expulsión del jugador para reforzar la idea de la gravedad del hecho, sobre todo por la repetición de la h. En el caso de la segunda, a partir de lo anterior, levanta una suspicacia respecto del presente y futuro de aquel. Estos pathē son las reacciones que el emisor sospecha como posibles de los receptores. En (4) la interjección ah posee el valor semántico-pragmático de recordar algo. Pero este está enfatizado por la interjección, que comienza a desplegar el tema de la nota: los jugadores de Independiente apoyan el trabajo de su técnico 14

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Bichi Borghi, a pesar de los malos resultados. Es justamente la interjección la que provoca un giro en las expectativas del lector. En un primer momento, parece que el artículo periodístico tratará sobre el buen desempeño del futbolista Gioda, pero, en realidad, se expone el mal momento injustificado del equipo, Independiente. Se percibe, entonces, que las interjecciones son una reserva de la lengua para la expresión de los pathē o las pasiones, que pueden realizarse con una mayor o menor iconicidad y son la puesta verbal del modelo cognitivo “el fútbol es pasión”. Sin embargo, en Olé, aquellas encuentran una particularidad en su uso. Mientras que habitualmente se emplean en los discursos para mostrar la intención del hablante, en el corpus examinado intentan predecir las reacciones de los receptores. Así, el emisor de Olé está menos interesado en dejar entrever sus emociones/evaluaciones respecto de la información como en lograr la adhesión de sus lectores. En definitiva, las interjecciones en este periódico se utilizan para verbalizar las pruebas subjetivas o morales, que dan cuenta de aquello que el periodista deportivo supone que siente el hincha de fútbol. De esta forma, el emisor propone una cierta evaluación respecto de las acciones de los actores del fútbol, esto es, técnicos, jugadores, pero la traspola al público con la representación de sus emociones. Es este último, el que en definitiva, critica, recuerda, etc. 3.2. Modalizadores Si bien las interjecciones también son consideradas modalizadores, ya que transmiten la actitud del hablante respecto del dictum (contenido léxicosemántico del enunciado), en este apartado analizaremos el empleo de los rasgos suprasegmentales, representados con los signos gráficos de interrogación y admiración, que se consideran un operador modal especializado en el modus (Alcaide Lara 1996). En este sentido, son elementos cuya función solo reside en expresar la actitud del emisor/receptor frente a determinado hecho verbal o no verbal. Veamos algunos ejemplos: [5] Poné a Riquelme ¿Así que Román no juega? El Ciclón tiene a Nico, de la Novena, ¡también enlace y con pasado en Argentinos! “Me gustaría ser como él, pero en el Cuervo”, advierte (Olé 26 de abril de 2008: 16). [6] ¡Estás igual! El globo cambió algunas figuritas, pero la esencia sigue: pese al empate ante la Reserva de Boca, hubo tiki-tiki. No todo cambió mucho. Ese es el slogan que mejor le cae a este equipo (Olé 29 de julio de 2009: 20). [7] El Sodero de mi vida El arquero de River voló como un pibe de 20 y atajó tres penales en la defi15

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nición del superclásico de veteranos. ¿Todavía buscás un competidor de Vega, Gorosito? (Olé 17 de agosto de 2009: 10). [8] Hacía mucho tiempo que no se veía un lugar estratégico del equipo tan concurrido por rivales que tuvieran tiempo de pararla, pensar, levantar la cabeza y ejecutar: en el 2-1, ¡Figueroa! habilitó a Franco, que asistió a Sigali (Olé 29 de septiembre de 2008: 26).

En (5), la interrogación está poniendo en duda la afirmación de que Juan Román Riquelme, jugador emblemático de Boca Juniors, no estará en el campo de juego en el partido entre este equipo y San Lorenzo. Esto comienza a desplegar el tema de la nota, que es la comparación entre el veterano futbolista boquense y un nuevo futbolista de San Lorenzo. La interpretación se hace posible con la oración exclamativa “¡también enlace y con pasado en Argentinos!”, que pone en escena los puntos de contacto entre los dos deportistas. No obstante, como sucede con las interjecciones, los rasgos prosódicos son empleados por el emisor no tanto para presentar su actitud frente al dictum sino la probable reacción de los lectores frente a la información proporcionada. En (6), la exclamación apoya el argumento que recorre el artículo: el equipo sigue tan bien estructurado como solía. En (7), la interrogación en posición final, refuerza la idea de que se trata más bien de una reacción del receptor y no tanto de una evaluación del periodista. En (8), el apellido del jugador entre signos de exclamación, también da cuenta del asombro que puede causar en los lectores de que haya realizado un pase tan certero. De esta manera, con esta clase de modalizadores encontramos un uso similar al de las interjecciones, esto es, son útiles para sostener argumentos, pero proponiéndola no desde evaluaciones del emisor sino transfiriéndolas al receptor. Es este último, el que se responsabiliza de la visión axiológico-emocional que se realiza en cada nota periodística. Así, los modalizadores se constituyen en expresiones de las pruebas subjetivas, dado que transmiten aquello que el emisor supone que cree u opina el público. Se percibe, entonces, que es una estrategia concomitante con el uso de las interjecciones. 3.3. Subjetivemas Los subjetivemas son unidades de la lengua más o menos cargadas de subjetividad y que varían también según los entornos contextuales en los que se realizan. Los subjetivemas pueden ser afectivos y evaluativos. Los primeros vehiculizan las emociones, los segundos las valoraciones positivas y negativas respecto de determinado referente. (Kerbrat-Orecchioni 1993). En Olé hay un uso profuso de lexemas con un valor emotivo-evaluativo, ya sea por sus significantes, esto es, empleo de diminutivos, aumentativos, etc., ya sea porque se cargan de dichos rasgos dentro del discurso en el que se realizan. Examinemos los siguientes ejemplos: 16

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[9] De Formica El pibe de NOB dirigió el festival inicial contra una defensa malísima. La reacción de Boca no alcanzó (Olé 7 de febrero de 2010: 4-5). [10] Un minuto de silencio y 90 jugando a la nada No hay derecho. Tanto tiempo esperando el fútbol y que al minuto nomás vuelvan los dolores estructurales que hacen de River un equipito. No hay manera de resistir que una parte fundamental de la columna vertebral , como es el número 2, se mande el macanazo conceptual de rechazar para adentro (Olé 24 de agosto de 2009: 18). [11] Seguramente sentado en el sillón del living de su casa en Santiago,y rodeado por su familia, Claudio Borghi habrá observado con especial atención el partido de ayer. A la distancia, y por TV, el flamante técnico vio a un Boca terrenal, normalito, no de otra galaxy... (Olé 24 de mayo de 2010: 16). [12] Pérez rompe esquemas, quema papeles. En un pique le destroza a Trullet la idea de reforzar el fondo con un hombre más en vez de apostar nuevamente por el 3-4-1-2 (Olé 24 de mayo de 2010: 18).

En (9), se emplea el sufijo superlativo para hacer extremo el rasgo axiológico negativo con el que califica la defensa. En (10), con el diminutivo “equipito” se presenta una posición crítica frente a la actualidad del equipo River Plate. En tanto, el aumentativo “macanazo” refuerza la idea anterior, ya que hace referencia a los errores desatinados que comete la defensa. En (11), “terrenal” y “normalito” se carga negativamente en el discurso que describe un Boca Juniors poco habilidoso. En (12), “destroza” cambia su posible carga axiológica negativa por una positiva, puesto que se enfatiza como una virtud del futbolista Marco Pérez. En todos los casos, estos subjetivemas están al servicio de sostener los argumentos que se desarrollan en cada una de las notas periodísticas y tienen la intención de crear cierta empatía con los lectores. Por ejemplo, es el receptor el que finalmente cree que la defensa de Boca es malísima. Además, es lícito que se realicen estos lexemas cargados de subjetividad en este tipo de discurso, porque se parte del marco cognitivo “el fútbol es pasión”. Por lo tanto, el lenguaje utilizado también por iconicidad será emotivo-evaluativo. Asimismo, el empleo de estos tipos de formas, tales como diminutivos y aumentativos son típicos del discurso del hincha de fútbol argentino. De hecho, hay lexemas acuñados, por ejemplo, “golazo” que dan cuenta de un tanto con un alto valor positivo y que subraya las virtudes del jugador que lo convierte. Por lo tanto, los artículos de Olé toman el discurso del hincha de fútbol como el único discurso del fútbol. 3.4. Focalizaciones La focalización presenta la información de una oración o enunciado de manera partida, es decir, se coloca la información nueva en el lugar que 17

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canónicamente se ubica la información dada o conocida. Así, en general, se marca el foco prosódica y tipográficamente con una coma pospuesta, aunque no obligatoriamente (Di Tullio 2005). La focalización es otra de las estrategias discursivas empleadas por Olé para construir el espacio en común con sus receptores. [13] 2-1 a Gimnasia A Vélez le hicieron el aguante (Olé 7 de febrero de 2010: 4-5). [14] A Milito no lo metieron en la Selección ni la Champions ni la Copa Italia ni el Scudetto. La figura en la final contra el Bayern Munich tuvo su lugar dentro de los 23 desde un tiempo antes (Olé 24 de mayo de 2010: 5). [15] Al Cholo se le mojó el libreto El técnico dijo que River no cambió el esquema, pero sigue confundiendo con sus decisiones (Olé 29 de septiembre de 2008: 7). [16] Fue a los 20 minutos del primer tiempo cuando Cristian Nasuti, a destiempo y con torpeza, le cometió una dura falta a Juan Martínez (Olé 29 de septiembre de 2008: 42).

En (13), se coloca en una ubicación frontal el objeto indirecto “A Vélez”, que normalmente iría hacia el final de la cadena. En (14), se disloca el objeto directo “A Milito”, que debería realizarse después del verbo “metieron”. En (15), se mueve el sujeto “el libreto” hacia el final de la estructura y se frontaliza el dativo ético o de interés “Al Cholo”. Así, en los ejemplos que se examinan se focalizan los referentes que son los protagonistas de los artículos periodísticos. En el primero, se destaca la victoria de Vélez, en el segundo, las virtudes del jugador Diego Milito y en el tercero la confusión del director técnico, Diego “Cholo” Simeone. En (16), estamos frente a una estructura hendida en la que una oración con verbo copulativo se emplaza en posición frontal “Fue a los 20 minutos del primer tiempo”, para dar cuenta de lo temprano que comienzan las acciones violentas del partido que se está describiendo. De esta manera, en todos los ejemplos, el emisor hace que los lectores enfoquen sus miradas en esos primeros planos y es desde ahí que construirá la connivencia con estos, ya que, por un lado, propone la agenda temática de los receptores, pero, por el otro, la establece según lo que el periodista deportivo cree que se está hablando entre el público. 3.5. Metáfora La noción de metáfora cognitiva se aparta de la concepción tradicional como figura del lenguaje. Para la mayoría de la gente, la metáfora es un recurso de la imaginación poética, y los ademanes retóricos, una cuestión de lenguaje extraordinario más que ordinario. Es más, la metáfora se contempla característicamente como un rasgo sólo 18

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del lenguaje, cosa de palabra más que de pensamiento o acción […] Nosotros hemos llegado a la conclusión de que la metáfora, por el contrario, impregna la vida cotidiana, no solamente el lenguaje, sino también el pensamiento y la acción. Nuestro sistema conceptual ordinario, en términos del cual pensamos y actuamos, es fundamentalmente de naturaleza metafórica (Lakoff y Johnson 1995 [1980]: 39).

De esta manera, las metáforas se encuentran cristalizadas en la lengua, dando cuenta de las conceptualizaciones de los hablantes. Dentro de la clasificación de los distintos tipos de metáforas, propuesta por los autores, en nuestro estudio nos centramos en las denominadas metáforas ontológicas y específicamente en la personificación, dado que prevé la posibilidad de considerar actividades, objetos, acontecimientos no humanos en términos humanos. Así, al fútbol, una actividad que posee actores humanos, pero que en su conjunto no es un ser humano, ya que incluye elementos inanimados tales como balones, canchas, arcos, etc., se le atribuye el desencadenamiento de sentimientos pasionales, tal como si fuera una persona. Analicemos el ejemplo abajo propuesto: [17] Así en la vida como en el deporte. Así somos los hombres-de-olé-bajo-elbrazo. Para nosotros las mujeres feas no existen. En todo caso, lo que puede llegar a existir son los encantos ocultos. Pongamos por caso una locutora de esas que anuncian las canciones en la radio, quién no pensó alguna vez: “Uy lo buena que debe estar esta mina” sin siquiera saber cuánto pesa, de qué color tiene el pelo, o si porta narigancho. Y así tenemos ejemplos a patadas, pero como esto es un texto relativamente corto y las patadas (salvo en el caso de las artes marciales) nos parecen descalificadoras, creemos que el concepto está más que claro. Lo que menos nos preocupa es ser tildados de bagalleros. Después de todo, a lo mejor del alcaucil se llega chupando las hojas. Y mientras menos gente lo entienda, más alcaucil para nosotros (Olé 1º de octubre de 2008: 25).

El texto anterior corresponde a una campaña publicitaria que llevó a cabo el diario Olé, que consistía en definir las características necesarias para ser un lector del medio. En (17) se presenta una metáfora del amor por el fútbol, a partir de describir el amor por una mujer. Bajo esta semblanza está la metáfora EL AMOR ES CIEGO (se personifica la emoción amorosa, dado que se le atribuye ojos que no ven) y el modelo cognitivo, que percibe el amor como una pasión opuesta a lo racional (es un concepto cristalizado en la cultura occidental). Por lo tanto, si tanto el fútbol como el amor pertenecen al ámbito de la pasión, ambos pueden ser conceptualizados metafóricamente con el rasgo de la ceguera, esto es, no hay razón que explique porqué se es aficionado a un club y no a otro. El modelo cognitivo vincula el amor y el fútbol a lo pático, que remite a “la locura, la muerte, la oscuridad, el caos, la falta de armonía, lo subterráneo, la variabilidad, la particularidad, la irregularidad, lo indistinto” (Parret 1986:10) 19

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y da la condición de posibilidad para que el fútbol se compare con el amor y su metáfora. El punto de contacto entre el ámbito del amor y del fútbol está verbalizado en el lexema “patadas”, es decir, funciona como puente entre las dos esferas, que, a su vez, reciben la metáfora del alcaucil. Si bien los equipos más populares generan una gran pasión, en muchas ocasiones son los equipos más pequeños los que suscitan una identidad pasional mayor. En Argentina, principalmente en Buenos Aires, esto se vincula con la configuración de los denominados barrios, esto es, sectores geográficos limitados que demarcaban identidades entre sus habitantes. Así, tal como afirma Frydenberg (2011): En los años veinte, el fútbol se transformó en una actividad casi universal para los varones. Debido a ello es conveniente destacar la importancia de la constitución del contexto ritual del espectáculo futbolístico. Una de las maneras […] de inclusión de estos procesos en la cultura de los sectores populares fue a través de las identificaciones barriales construidas con el material del fútbol preexistente […] la generación que participó del nacimiento de los barrios supuso al fútbol como algo propio y natural (Frydenberg 2011:159).

Se observa, entonces, cómo estos modelos cognitivos están operando en el discurso de Olé: el fútbol es pasión, barrio, identidad, masculinidad. Detrás de la puesta en lenguaje del acontecimiento futbolístico está operando no solo el modelo cognitivo del fútbol es pasión, sino también del fútbol es pertenencia y del fútbol es virilidad. Es interesante ver cómo Olé explicita sus modelos cognitivos al presentar una publicidad que describe y define a su público lector.

4. Conclusión Luego de hacer un análisis exhaustivo del corpus arribamos a algunas conclusiones. Primero, Olé parte de modelos cognitivos vinculados con la pasión y la identidad, de los aficionados que conforman sus receptores. Estos se discursivizan mediante estrategias verbales tales como el uso de interjecciones, operadores de modalización, subjetivemas, focalizaciones y metáforas. Segundo, esto permite vislumbrar un discurso icónico, que gira en torno a lo emotivo-evaluativo, y que toma como eje las pasiones que se les asignan a los receptores. Tercero, al colocar las interjecciones, modalizadores hacia el final del fragmento o cadena, el emisor intenta poner en escena lo que él supone que es la evaluación realizada por el receptor después de leer la información. Es así que aquel intenta sostener sus argumentos con los pathē de sus lectores y a su vez los refuerza con el impacto icónico que causan estos elementos emotivo-expresivo-evaluativos ubicados en el término del enunciado. Asimismo, el empleo de estos elementos en las piezas del corpus está íntimamente relacionado tanto con el contexto de realización como con la imagen que el emisor tiene de sus lectores. Justamente, esta última se vincula con modelos cognitivos que incluyen conocimientos culturales que activan empatías que 20

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conllevan a construir un sentimiento de grupo social. Por lo tanto, las estrategias del diario deportivo Olé están puestas al servicio de crear su propia “ciudad futbolera” (el público aficionado al fútbol) y se refuerzan con las publicidades del mismo medio, dado que, en estas se establecen las características propias del universo de sus lectores. Referencias Alcaide Lara, E. 1996. Los operadores de modalidad. En C. Fuentes Rodríguez (ed.). Introducción teórica a la pragmática lingüística, pp.73-86. Sevilla: Facultad de Filología de Sevilla. Aristóteles 2002. Retórica. Madrid: Alianza. Barthes, R. 1997. La aventura semiológica. Buenos Aires: Paidos. Baudrillard, J. 1978. Cultura y simulacro. Barcelona: Kairós. Bernardi, L. y Sáenz, C. 2008. [Disponible en www.redcomunicacion.org]. El lenguaje expresivo en los artículos de Olé: una estrategia frente al discurso audiovisual/virtual. En Memorias de las XII Jornadas de investigadores en comunicación, Red de Investigadores en Comunicación [Consulta: 15 marzo 2014]. Bernardi, L. y Sáenz, C. 2009. [Disponible en www.redcomunicacion.org]. Circuitos comunicativos de la prensa escrita en la era digital: cartas de lectores del diario Olé. En Memorias de las XIII Jornadas de investigadores en comunicación, Red de Investigadores en Comunicación [Consulta: 15 marzo 2014]. Bernardi, L. 2012. La interjección desde una perspectiva lingüístico-cognitiva. En G. Müller, L. Miñones y V. Barbeito (eds.). Estudios de lingüística cognitiva, pp.79-88. Mendoza: EDIUNC. Cifuentes Honrubia, J. 1996. Gramática cognitiva. Fundamentos críticos. Madrid: Eudema. Croft, W. 1990. Typology and universals. Cambridge: University Press. Croft, W. y Cruse D. 2008. Lingüística cognitiva. Madrid: Ediciones AKAL. Cucatto, A. 2009. [Disponible en www.fhuc.unl.edu.ar/]. La iconicidad en el lenguaje escrito. Un estudio lingüístico-cognitivo sobre la conectividad. En M. Arbusti y H. M. Manni (comp.) Actas del XI Congreso de la Sociedad Argentina de Lingüística (SAL), pp.1-10. Santa Fe: Universidad Nacional del Litoral. CD ROM. Di Tullio, A. 2005. Manual de la gramática del español. Buenos Aires: La Isla de Luna. Evans, V. y Green, M. 2006. Cognitive linguistics. An introduction. Edinburgh: University Press. Frydenberg, J. 2011. Historia social del fútbol del amateurismo a la profesionalización. Buenos Aires: Siglo XXI. Givón, T. 1990. Syntax: A functional-typological introduction, vol. 2, Amsterdam: Benjamins. Kerbrat-Orecchioni, C. 1993. La enunciación. De la subjetividad en el lenguaje. Buenos Aires: Edicial. 21

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Lakoff, G. 1987. Women, fire and dangerous things. Chicago: University Press. Lakoff, G. y Johnson, M. 1995 [1980]. Metáforas de la vida cotidiana. Madrid: Cátedra. Parret, H. 1986. Las pasiones. Ensayo sobre la puesta en discurso de la subjetividad. Buenos Aires: Edicial. Real Academia Española. [Disponible en: www.rae.es]. Diccionario de la lengua española. Vigésima segunda edición. [Consulta: 13 de noviembre de 2010; 14 de noviembre de 2010; 25 de marzo de 2012; 30 de octubre de 2012; 9 de mayo de 2013; 30 de mayo de 2014]. Sperber y Wilson. 1986. Relevance. Oxford: Blackwell.

Lucía Bernardi es profesora en Letras egresada de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, institución en la que se desempeña como Jefe de Trabajos Prácticos en las cátedras de Introducción a la Lengua y la Comunicación y de Lengua I. Es miembro de la Asociación Argentina de Lingüística Cognitiva, participando en los simposios con trabajos sobre la interjección, que han sido oportunamente publicados. Actualmente, está finalizando la escritura de su tesis doctoral titulada “La Interjección: su estatus de categoría gramatical desde un enfoque lingüístico-cognitivo en el español rioplatense”. Correo electrónico: [email protected] Cristian Sebastián Sáenz es Licenciado en Comunicación Social egresado de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, en donde se desempeña en la actualidad como Ayudante Diplomado de la cátedra de Periodismo Deportivo II. Ha participado de numerosos congresos y jornadas de la especialidad, nacionales e internacionales. Además, ha publicado varios de sus trabajos presentados en reuniones científicas. Es miembro de la Sociedad Argentina de Lingüística. Está realizando el Doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Correo electrónico: [email protected]

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ARTÍCULO

¿Qué le dijo Ortega a Desábato? Un estudio de los efectos interactivos de la analogía en la vida cotidiana ALICIA EUGENIA CARRIZO Universidad de Buenos Aires

Resumen: En este trabajo nos proponemos reconocer la argumentación interaccional como un fenómeno del habla a partir de una práctica relevante: el uso de la analogía como estrategia discursiva, para dar cuenta de los movimientos de los participantes en el desarrollo de una discusión. Nuestro objetivo, además, es entender la situación de conflicto y las acciones que realizan los participantes para recomponer las relaciones interpersonales y continuar con la gestión de la situación comunicativa. En este sentido, nos interesa estudiar los beneficios comunicativos que conlleva el uso de la analogía, porque no solo funciona como un tipo de razonamiento argumentativo (van Eemeren y Grootendorst, 2002), sino que también opera en el nivel interaccional del discurso. La interacción es analizada desde una perspectiva multidimensional del discurso (Carrizo 2012). La hipótesis teórica es que la analogía es una estrategia que limita los movimientos de la otra parte, de acuerdo con un marco de interpretación particular (Goffman 1974). El corpus es una conversación en una cena familiar en la que la madre le pregunta al hijo, José, acerca de una disputa que hubo entre jugadores de fútbol el fin de semana. José defiende la actitud de uno de ellos de no hablar con la prensa para contar lo sucedido en el campo de juego. Palabras clave: argumentación interaccional, disputa, analogía, persuasión. Resumo: Neste trabalho propomos a reconhecer a argumentação interacional como um fenômeno da fala a partir de uma prática relevante: o uso da analogia como uma estratégia discursiva a fim de explicar os movimentos dos participantes no desenvolvimento de um argumento. Nosso objetivo também é entender a situação de conflito e as ações que os participantes realizam para reconstruir relações e continuar a gestão de uma dada situação comunicativa. Nesse sentido, estamos interessados nas vantagens comunicativas associadas com o uso da analogia, que não só funciona como uma espécie de razoamento argumentativo (van Eemeren y Grootendorst 2002), mas também opera no nível interacional do discurso. A interação é analisada a partir de uma perspectiva multidimensional do discurso (Carrizo 2012). A hipótese teórica é que a analogia é uma estratégia que limita os movimentos da outra parte, de acordo com um modelo de interpretação particular (Goffman 1974). O corpus é uma conversação em um jantar em família no qual a mãe pergunta ao filho, João, sobre uma briga entre dois jogadores de futebol no fim de semana. João defende a atitude de um deles de não falar com a imprensa para evitar o relato do que aconteceu no campo de jogo. Palavras- chave: argumentação interacional, disputa, analogia, persuasão. Recibido: 25 de septiembre de 2014 • Aceptado: 27 de noviembre de 2014.

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Abstract: The aim of this paper is to examine argumentative interaction as a phenomenon of talk focusing on a relevant practice: the use of analogy as a discursive strategy, with the purpose of describing the movements of the participants in the development of a discussion. Also, our goal is to understand conflict and the actions participants undertake to rebuild relationships and continue the exchange. We are interested in the communicative benefits associated with the use of analogy because it not only functions as a kind of argumentation scheme (van Eemeren y Grootendorst 2002) but also operates at the interactional level of discourse. The interaction is analyzed from a multidimensional perspective of discourse (Carrizo 2012). The theoretical hypothesis is that analogy is a strategy that limits the movements of the other party, in agreement with a particular interpretation framework (Goffman 1974). The corpus is a conversation in a family dinner where the mother asks her son, José, about a dispute between soccer players over the weekend. José takes sides with the one who decided not to talk to the press about what happened in the field. Keywords: argumentative interaction, dispute, analogy, persuasion.

Introducción La argumentación es una de las prácticas más interesantes de la comunicación porque permite estudiar los mecanismos sociales de adaptación y regulación intersubjetiva de las personas. Desde una perspectiva interaccional constituye un mecanismo pragmático que ayuda a los participantes a gestionar un conflicto interpersonal. En la interpretación de la situación comunicativa, reconocemos tres dimensiones en el análisis del discurso que retoman conceptos desarrollados en la tradición teórica de la argumentación, a saber, el orden lógico, la confrontación dialéctica y la persuasión retórica. En este trabajo nos proponemos reconocer un fenómeno del habla, la argumentación, a partir de una práctica relevante, el uso de la analogía como estrategia discursiva para dar cuenta de los movimientos de los participantes en el desarrollo de la disputa. La interpretación se realiza en función de la situación comunicativa, sin perder de vista el posicionamiento del grupo social con el que se identifica el hablante, es decir, el conjunto de representaciones sociales, creencias, actitudes y valores que lo hacen argumentar del modo en que lo hace, por las razones que lo hace. Nuestro objetivo, además, es entender la situación de conflicto y las acciones que realizan los participantes para recomponer las relaciones interpersonales y continuar con la situación comunicativa. En este sentido, nos interesa estudiar los beneficios comunicativos que conlleva el uso de la analogía, porque no solo funciona como un tipo de razonamiento argumentativo (van Eemeren y Grootendorst 2002), sino que también opera en el nivel interaccional del discurso. En lo que respecta a la conceptualización de la analogía, retomamos la interpretación que dan Perelman y Olbrechs Tyteca (1994) en tanto la incluyen entre los argumentos que “fundamentan la estructura de lo real”. La analogía 24

Alicia Eugenia Carrizo: ¿Qué le dijo Ortega a Desábato? Un estudio de los efectos interactivos de la ...

establece una similitud de estructuras que se da entre cuatro términos: A es a B lo que C es a D (Perelman y Olbrechts-Tyteca 1994: 570). Si bien el alcance de la relación difiere en las distintas disciplinas, en general, las cosas mencionadas en una tesis mantienen un orden similar a la estructura de otras cosas que uno tiene en mente. En estos casos, los elementos de la realidad están conectados con algo que la audiencia ya conoce, pero de alguna manera al invocarlos, se crea algo nuevo. Es el caso del ejemplo (se usa para generalizar), la ilustración (para sostener una regularidad ya establecida) o el modelo (para incitar a la imitación). El hablante que argumenta intenta destacar el prestigio del modelo, con la esperanza de dar suficientes razones a la audiencia para imitarlo. Es decir que el modelo busca presionar sobre las acciones. Esta caracterización nos brinda elementos para explicar, en parte, el efecto interactivo de la analogía.

1. Marco conceptual y metodológico La argumentación interaccional se produce en el marco de una situación comunicativa conversacional cara a cara. Es un hecho de habla entendido como una acción social situada en un contexto específico (Hymes 1972, Gumperz 1982, Goffman 1983, Pomerantz y Mandelbaum 2005), en la que uno de los participantes justifica un punto de vista ante una situación que percibe como conflictiva o de desacuerdo conversacional (Carrizo 2012). Estos intercambios nos permiten considerar procesos de significación social a partir de la interpretación que hacen los participantes de la situación comunicativa. El conflicto se gestiona gracias a la acción conjunta de los participantes para resolverlo de algún modo. Identificamos la secuencia de argumentación interaccional como unidad de análisis. Comprende una serie encadenada de actos comunicativos con un inicio y un cierre analítico, en la que los participantes cogestionan una situación de conflicto interpersonal. La disputa se produce cuando se enfrentan posiciones dialécticas que se justifican con argumentos. Desde el punto de vista del análisis del discurso, la argumentación interaccional presenta tres dimensiones que se pueden reconocer en términos analíticos y que interactúan entre sí en forma dinámica: la estructura lógica, la disputa dialéctica y la retórica persuasiva (Carrizo 2012). La dimensión lógica organiza el contenido proposicional en el que se expresa la opinión o el punto de vista de un hablante de acuerdo con una estructura asociada al silogismo. La dimensión dialéctica tiene que ver con la relación interpersonal entre los participantes durante la gestión del conflicto en sus distintas etapas. Finalmente, la dimensión retórica, orientada hacia el receptor, tiene que ver con la persuasión que se logra a través de elementos y mecanismos estratégicos de la comunicación. Respecto de la estructura lógica de la argumentación, tomo como punto de partida la propuesta funcional de Toulmin (1984, 2007). El punto de vista o posición de un hablante es un papel dialéctico que se defiende, de acuerdo 25

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con una o más estructuras argumentativas (EARG, de aquí en más) que puede coincidir con un turno o más; incluso, un turno puede contener más de una EARG. La tesis expresa la postura del hablante (T). La justificación o argumento (A) explica las razones invocadas para afirmar una posición; también puede incluir fuentes que se consideren autoridad en el tema, evidencia o datos acerca del mundo, y en alguno de los casos analizados, en la etapa de justificación, una narrativa que actúa como evidencia de experiencia personal. La garantía (G) conecta, en virtud de ciertas normas implícitas, los argumentos con la tesis; puede ampliarse agregando elementos explícitos más concretos que llamaremos refuerzos (Ref ). La modalidad, (M), incluye los elementos que marcan el alcance de la validez y peso de la tesis. Además, se incluyen como parte del EARG, las posibles refutaciones (PR) de la tesis. Por último, las consecuencias (C) indican los efectos puntuales que el sostener una T produce en la vida cotidiana, en términos de conducta, o en el orden moral, político e ideológico; el efecto pragmático expresa la valoración de la secuencia, visible en las acciones lingüísticas que siguen en el intercambio en curso (acuerdos, cambio de tópico, silencio, etc.). Asimismo, al argumentar, el hablante se apoya en un esquema argumentativo preestablecido que caracteriza a la argumentación y además constituye un modo de representar la relación entre el argumento y la tesis, de una manera más o menos convencionalizada (van Eemeren y Grootendorst 2002:116). Se distinguen tres categorías de esquemas: sintomático, analógico e instrumental. En el primer tipo, la aceptabilidad del argumento se transfiere al punto de vista; en el segundo se plantea una similitud entre ambas partes y en el tercero, una relación de causalidad. Para el análisis de los recursos dialécticos, definimos posición dialéctica como una valoración, sentimiento, opinión o creencia acerca de un hecho del mundo, tema o situación. Vale destacar que la posición que se construye en la interacción puede ser reivindicada por más de un participante. Las posiciones pueden estar asumidas por uno o más participantes y, al mismo tiempo, un mismo participante puede cambiar de opinión. Las posiciones dialécticas de las secuencias constituyen mecanismos de coherencia textual, en cuanto actúan como ejes de lectura de las tesis y de los movimientos interaccionales de los participantes. Estratégicamente, asignan sentido argumentativo a las narrativas, anécdotas, chistes y demás intervenciones que ponen en escena los que defienden una posición. Reconocemos las etapas de la discusión crítica del modelo que propone la Teoría Pragmadialéctica (van Eemeren y Grootendorst 2002, van Eemeren, Grootendorst y Henkemann 2006), en sintonía con la tradición clásica: confrontación, apertura, argumentación y cierre. En los casos de conversación oral espontánea, agregamos elementos conceptuales de los rituales de conflicto: declaración de hostilidad, escalaridad (repetición, inversión y escalación), y cierre.

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Por último, la posición, retóricamente, se interpreta en función de un marco de interpretación sociocognitivo, frame (Goffman 1974, Tannen 1993) y de una estructura de participación determinada (Goffman 1981, Goodwin y Goodwin 2004, Goodwin 2007) que da sentido a las conductas comunicativas de los participantes. La dimensión retórica estudia el efecto de ciertas estrategias discursivas que intentan cambiar pensamientos, conductas, sentimientos y/o valores sociales a través de la persuasión. El corpus es una conversación en una cena familiar de aproximadamente 41 minutos de volumen de habla (Carrizo 2012). Caracterizamos conversacionalmente a las cenas familiares como interacciones cara a cara sin tópico fijo ni límite de tiempo en el turno de habla (Levinson 1989: 38). Para el análisis de la secuencia de argumentación interaccional procedimos en etapas sucesivas e inclusivas, a saber, identificamos el conflicto, describimos la estructura conversacional, interpretamos los recursos pragmáticos y analizamos las dimensiones argumentativas de manera progresiva, en el marco del análisis lingüístico - pragmático del discurso (Lavandera 1985). Los distintos recursos se integran para la interpretación en la noción de estrategia discursiva (Menéndez 1996, van Dijk y Kintsch 1983). Para la transcripción del corpus oral se utilizaron los criterios adaptados de Sacks, Schegloff y Jefferson (1974). Los turnos se segmentaron en cláusulas (Halliday 1985) para trabajar con unidades mínimas de contenido ideativo.

2. Análisis de la secuencia de argumentación interaccional 2.1. Contexto situacional El fin de semana del 25 de abril de 2010, en un partido de fútbol entre el Club Atlético River Plate y Estudiantes de La Plata, hubo una pelea verbal en el campo de juego entre los jugadores de ambos equipos, Ariel Ortega y Leandro Desábato, respectivamente. A los pocos días, en una cena familiar, la madre le pregunta al hijo acerca del incidente. Se inicia una secuencia argumentativa que enmarca una pelea entre los hermanos (José y María). La cuestión es que, además de la anécdota de la cancha, Desábato habló con la prensa acerca de lo que había sucedido y Ortega no1. José (simpatizante de River Plate) defiende la postura de Ortega de no hablar y, de hecho, él tampoco lo hace. Invoca una ley general del universo de valores del fútbol. En la discusión, María (simpatizante de Estudiantes de La Plata) exige razones. Se produce una discusión dialéctica que gestiona abiertamente las diferencias de opinión entre José y María para imponer una interpretación positiva o negativa de la actitud de los jugadores ante la prensa. 2.2. Análisis de las dimensiones argumentativas La cena familiar ocurrió el 29 de abril de 2010, participan Ana (la madre) Toni (su esposo) y los hijos de Ana, José (14 años) y María (15 años).

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I) Confrontación: se introduce el tema, se relatan los hechos y se presentan los personajes involucrados. La situación conflictiva se inicia a partir de la pregunta de la madre a José sobre el partido del fin de semana. En la respuesta José da poca información. Ante la insistencia de la madre, el hijo no le dice lo que pasó. El marido (Toni) interviene entonces para explicar la actitud poco colaboradora de José. Presentamos a continuación un cuadro de doble entrada para exponer el análisis de la secuencia. La primera columna indica turno de habla, la numeración corresponde a la transcripción completa de la cena2. A continuación, se identifican con iniciales a los participantes de la interacción (en este caso, T es Toni, J es José, M, María y A, Ana). En la entrada ‘Texto’ transcribo el turno segmentado en cláusulas. En las siguientes columnas se describen los elementos más importantes de las dimensiones lógica, dialéctica y retórica. Para los recursos lógicos, utilizamos las siguientes convenciones: EARG es la estructura argumentativa que se numeran de manera correlativa; entre paréntesis se indica el tipo de esquema. En la EARG, las categorías indican la expresión discursiva del participante: A es dato o argumento; G, garantía; T tesis; M, modalidad; Ref. refuerzo de la G; RP, refutaciones posibles; C, consecuencias y CA, campo argumental. Cuadro 1. Etapa de confrontación Turno Pt

Texto

Dimensión lógica

507 A i. qué le dijo ortega a

508

Dimensión dialéctica Confrontación

desábato? ii. pobre desábato, iii. ortega que además-J desábato a ortega le dijo borracho.

Narratio (describe los hechos)

509 A (0.2) y?, se ofendió? 510 J i. y ortega le dijo ii. que e:: eso no lo ofendió, iii. que lo ofendió otra cosa iv. que desábato le dijo. 511 A y qué dijo? 512

Dimensión retórica Exordio (introduce el tema y los personajes)

Narrativa vicaria Viola máxima de cantidad (Grice, 1995)

J no sé

513 T no te lo va a decir

Enmienda

514 A (0.2) buéh.

Implicita negación

Respeta calidad (Grice, 1995) Explica a José Reconoce la actitud de José

EP – Inferencia

II) Apertura: María interviene para poner en duda la actitud de Ortega. José reacciona y la ataca. Se inicia la hostilidad entre ambos, se asumen posiciones y se dan razones. Para María la actitud de Ortega no es correcta porque no explica lo que sucedió (utiliza un esquema instrumental). José en cambio, 28

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asume el rol de hincha y se expresa de manera tajante: defiende a Ortega con un esquema sintomático en el que valora negativamente a Desábato. En el turno siguiente (519), María repite literalmente a José, pero en realidad lo hace para enfrentarlo con un marco de interpretación alternativo. Sigue un breve intercambio que escala el conflicto. María menciona a Maradona3 y entonces José refiere a (Juan Sebastián) Verón. Se completa la analogía: Ortega es a Desábato lo que Maradona a Verón. Desábato y Verón son de Estudiantes de La Plata, la similitud que comparten es la de ser jugadores que no tienen código, que le cuentan a la prensa lo que hablan en la cancha. María trata de inducir a José a tener una conducta contradictoria, por eso utiliza las premisas concedidas por él, para llegar la conclusión opuesta: ‘alguien es cagón por no hablar; por lo tanto, Desábato no es cagón; Ortega, sí’. Cuadro 2. Etapa de la apertura 515 M hmmm no creo mucho

Refuerza a A

Infiere que no le cree a Ortega

Colabora con A.

516 J i. PARÁ:: ii. vos porque defendés a desábato

Argumentatio Apertura Inicio de hostilidades (de J a M)

517 M i. no, ii. porque digo, iii. buéh, si no lo quiere decir, iv. no puedo probar v. que lo [dijo.]

POSICIÓN I (de M) La decisión de Ortega no es correcta

518 J

POSICIÓN II (de J) La decisión de Ortega es correcta. Invoca ley general

519 M

520 J 521 M

EARG1 (instrumental consecuencia) - A: Ortega no dice (t.513) - (G: no decir es ocultar) - T: no puede probar - C: Desábato habla porque puede probar i. [son] cosas que salen EARG2 (sintomática en la cancha viejo principio general) ii. no se la puede decir, - A: lo que se dice en la iii. desábato (iv.) porque cancha es tan CAGÓN la - (G: códigos del fútbol) dice, pero bueno - T: no se pueden decir a la prensa - C: Desábato es cagón i. como es tan cagón - Esquema sintomático ii. la dice? - Discurso Directo (DD) iii. JOSÉ! cagón, cagón es sin verbo de decir iv. cuando vos NO EARG3 – Intenta refutar DECÍS las cosas, ARG 2 v. eso es cagón. i. (0.1) es un cagón. Esquema sintomático ii. (0.1) no tiene código. EARG4 – se defiende i. ay, odio ii. cuando la gente dice iii. no tiene código iv. CÓDIGO? qué es?

Frame 1 – En una pelea, uno se defiende al contar lo que pasó.

Presupone la defensa de Ortega. Frame 2 – No decir a la prensa lo que se dice en la cancha es respetar los códigos. No decir es correcto. Vale para el fútbol Argumentación Enmienda por Escalada interpretación Repite + invierte metalingüística (Goodwin, 2007) Frame 1 DD sin verbo - eco reformula Repite Ley general Frame 2 Repite + invierte

- Metacomunica - Generaliza para reforzar. Juicio de valor que introduce el pedido de aclaración

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522 J y código! 523 M lo que dice maradona ahora! 524 J verón tampoco tiene código.

Compara Esquema analógico A es a B lo que C es a D

Escalada

Menciona a Maradona Generaliza para mitigar

III) Argumentación. Se suman los adultos a la discusión. La madre (simpatizante de Estudiantes de La Plata) intercede a favor de Verón. De nuevo, Toni explicita los supuestos y completa la analogía: Verón habló mal de Ángel Cappa (DT de River Plate) ante la prensa4. La madre niega para intentar refutar la analogía, pero no da resultado. José insiste en el análogo y agrega antecedentes que apuntan a reforzar actitudes negativas de Verón. La pelea se vuelve más agresiva, con gritos y superposiciones entre todos. Cuadro 3. Etapa de argumentación 525 A por qué? 526 527 528 529 530

M J M T A

531 J

532 M 533 J 534 M 535 A 536 T

537 A 538 J

539 M 540 A

verón por qué, ahora? no sé. por qué ahora? porque habló mal de cappa i. no, ii. no habló mal i. ese mercenario que tiraba la pelota afuera del mundial de japón. ii. da::le! mercenario vos sabés la palabra? [JOSÉ!] [Dale!] [Ese mundial] {no se entiende} [JOSÉ] vos SABÉS qué es la palabra mercenario? no dijo e:: i. dijo ii. que nunca había ganado nada i. bueno. es ii. o no es una REAlidad? {No se entiende} i. CAPPA andá, chabón, ii. [qué te agrandás! iii. te creés-!] [JOSÉ! JOSÉ! JOSÉ! JOSÉ! JOSÉ!] bue:::no, bue:::no.

541 M i. ¡no, ii. es que me pone nerviosa iii. que no me escuche!

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Implicita

Ingresa a la disputa Ingresa nuevo participante Repite para atacar Frame 2

Pregunta metalingüística Ingresa a la disputa Frame 2 Refuta, niega el análogo Esquema sintomático

Ataque metalingüístico Pide aclaración

Frame 2

- Repite - Direcciona a J Frame 2

DR - DI reformulado

Ataque metalingüística Pide aclaración

Repite con reformulación Defiende a J Interpreta

Desvío: ataca a T (literal) - Desvío: ataca a un - Goodwin, tercero para refor- (2007) zar su posición - Diálogo - Escalada - gritos hipotético Escalada - gritos Busca recomponer (orden) Justifica los gritos Valoración

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542 A bue:::no, pero no le grites 542 T i. tampoco es ii. para gritar así 543 A cla:ro. 544 M me pone nerviosa.

Razón

Repite la valoración

545 A buéh.

IV) Escalada del conflicto. En esta parte se analiza el otro modo de refutar una analogía: un ataque ad hóminen a José. Para lograrlo, María primero reinterpreta ‘poroto’ como insulto. Así busca socavar la actitud previa de José de ‘no hablar’ como algo positivo (coherente). La discusión llega al clímax de la pelea cuando le grita ‘hipócrita, mentiroso, contradictorio’. A continuación, José descomprime la situación con un juego lingüístico entre Verón y Perón. La tregua es aceptada por todos. Luego, se ríen y se inicia el cierre de la secuencia. Cuadro 4. Etapa de argumentación: refutación 546 M i. Buéh, teniendo en cuenta ii. quién lo dice. 547 A por qué? 548 M 549 J

550 A 551 M

552 J 553 M 554 J

555 M

556 A 557 M

Desvío entre M-A

Responde con ataque Buéh Infiere ese verón es un poroTO. - Esquema sintomático Retoma la disputa - ‘ese’ descalifica (entimema de A) Juicio de - Anáfora como Se infieren los elementos valoración implicatura negativo convencional verón? Inserta enmienda i. José, eh, José putear no era - Ataque metalingüístico - Ataque Frame 1 ii. cuando vos decías malas - Pide razones del decir - Direcciona a J palabras supuestamente vos? i. bueno, buéh eeeeh! a ver, - Contesta a M ii. cómo lo dirías? - Contraataque decís muchas cosas Retroceso i. ehmm a ver ii. a ver iii. a ver hipócrita, mentiroso, Ataque - EIO contradictorio (grita) - Explicita implicatura 549 {no se entiende} i. pero él es RE EARG5 (sintomático) Escalada - Frame 1 contradictorio, - A: turno 549 - REDIRECCIO- - Discurso referido ii. dice - (G: decir poroto es NA a J – Discurso iii. que para él la la eh: putear es descalificativo) - Nuevo tópico indirecto (cita) iv. cuando vos e: cuando vos - T: José es - Mismos - Anáfora con decís malas palabras contradictorio protagonistas referente v. y recién dijo - Ref: definición de ambiguo vi. que verón había dicho eso putear (confusión) vii. y que eso era putear. - Malentendido

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558 J i. no ii. yo dije iii. que cappa, lo puteó a cappa iv. que en realidad lo puteo a cappa v. y que en realidad no es nadie, vi. y que se siente perón vii. y que en realidad no es nadie. 559 M i. perón! ii. no entendí lo de perón 560 J no sé 561 A i. qué es, por verón? ii. verón perón? 562 M i. verón no puteó a nadie ii. pero dicen iii. que puteó iv. porque lo insultó v. y cree que putear- {se ríen}

EARG6 aclaración - A: lo dicho por Verón a Cappa - (G: es una cita de otro) - T: no es putear - Ref: descalifica a Verón

Metalingüístico

Enmienda

Repite

Autoenmienda iniciada por otro

Repite Confusión

Disociación + reformula

Reformula

V) Cierre: con el juego lingüístico se acuerda el cierre de la discusión, pero María insiste con la valoración negativa de José. Más adelante, con la intervención de los adultos, se cambia de tema. Cuadro 5. Cierre de la secuencia 563 T ni ella se entiende {risas} 564 J y bueno, verón pero perón, perón 565 A (Cantando) verón, verón que grande s-! 566 J i. poroto es chiquito, ii. perón es tres veces presidente, iii. verón se cree perón, iv. y en realidad es un POROTO. 567 T como verón. 568 M i. uh, buéh, no importa. José, ii. no se entiende tu carácter e:: tu chiste no no 569 J i. no es un chiste, ii. es la verdad. 570 T i. bueno, yo no tengo ganas de ii. discutir iii. disculpen. iv. creo que ya no da para más

Inicia cierre

- Risas - Inserta secuencia Cantando Cantando

Juicio de valor Juego de palabras - juego imitación negativo Comparación (Holt y Clift, (esquema analógico) 2007)

Ataque metaingüístico Pide aclaración

Retoma disputa

Niega Tercero que interviene Relación de poder

3. Interpretación de la analogía En la discusión, María oficia de argumentadora, exige razones, o sea, le pide a José que dé una justificación o prueba de su tesis. La estrategia de José se realiza en tres movimientos: 32

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- Señala a un modelo precedente positivo (Maradona)5 - Aplica el caso precedente con la situación en disputa (Ortega tiene código) - Actúa (imita la conducta) como el modelo (José tiene código) Como vimos antes, el resultado es que Ortega es a Desábato lo que (Maradona) Cappa es a Verón. Desábato y Verón son de Estudiantes de La Plata; la similitud que comparten es la de ser jugadores que no tienen código (hablan con la prensa). José en cambio, es hincha de River Plate, se identifica con el tándem Ortega/Cappa. Asume en el hacer lo que pregona en el decir, es decir, tiene código, no cuenta, a pesar de los reclamos de la madre. La analogía planteada por José es cuestionada en tres momentos: a) En principio, María argumenta a favor de su posición. Utiliza como estrategia discursiva la repetición en eco: retoma parte de lo anterior como parte de una enmienda por interpretación metalingüística. En Carrizo (2012) demostramos que el uso del discurso referido (DR) en argumentaciones interaccionales sirve para dramatizar la posición del hablante, ya sea que hable él mismo o bien que otro hable en su lugar. Sin embargo, cuando se da lugar al discurso del contrincante, se lo hace en contextos refutativos. El discurso directo (DD eco literal) es una estrategia de ataque que en la estructura lógica funciona como argumento (entimema). A nivel interaccional, lo literal protege al hablante, ya que el acto de repetir produce un efecto invertido: las palabras se vuelven en contra del receptor en la recontextualización. En este caso, en el mismo turno, María agrega una definición que tiene como objetivo cuestionar la consecuencia de la estructura lógica de José: Cuadro 6. Primer ataque: repetición en eco 518 J i. [son] cosas que salen en la cancha viejo ii. no se la puede decir, iii. desábato (iv.) porque es tan CAGÓN la dice, pero bueno 519 M i. como es tan cagón ii. la dice? iii. JOSÉ! cagón, cagón es iv. cuando vos NO DECÍS las cosas, v. eso es cagón.

b) Seguimos a Plantin (1998: 44) cuando incorporamos la refutación en el análisis y evaluación de la argumentación. Entonces, desde el punto de vista interaccional, una posición resulta refutada cuando es abandonada por el hablante en el curso de la interacción. En el caso de la analogía, se admiten dos modos de refutación. Uno respecto de lo que es común (en este caso, “hablar con la prensa”), demostrar que no son análogos y aportar pruebas. Esto es lo que intenta hacer Ana cuando defiende a Verón.

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Cuadro 7. Segundo ataque: refutación del análogo 529 T porque habló mal de cappa 530 A i. no, ii. no habló mal 531 J i. ese mercenario que tiraba la pelota afuera del mundial de japón. ii. da::le!

c) Otra posibilidad de refutar es mediante un argumento ad hóminen. Así, María asume una actitud más ligada a la dialéctica, en el sentido de tratar de atrapar a José en una inconsistencia entre sus ideas y acciones (en el pasado y/o presente). Cuadro 8. Tercer ataque: refutación ad hóminen 546 M i. Buéh, teniendo en cuenta ii. quién lo dice. 547 A por qué? 548 M buéh 549 J ese verón es un poroTO. 550 A verón? 551 M i. José, eh, José putear no era ii. cuando vos decías malas palabras supuestamente vos? 552 J i. bueno, buéh eeeeh!a ver, ii. cómo lo dirías? 553 M decís muchas cosas 554 J i. ehmm a ver ii. a ver iii. a ver 555 M hipócrita, mentiroso, contradictorio (grita)

La disputa metalingüística es dialéctica porque no tiene como objetivo saber algo6, se trata de prevalecer en una discusión. Sin embargo, para lograrlo es necesario refutar al interlocutor. Desde el punto de vista lógico, refutar es inducir al adversario a generar un silogismo contradictorio. Se parte de los argumentos dados por él y se llega a una conclusión que contradice su tesis. La habilidad consiste en evitar caer en ella. Lo importante en la discusión dialéctica, entonces, es que para inducir a la contradicción al adversario es necesario partir de premisas que son acordadas entre ambos: si no hay acuerdo, no hay contradicción.

4. Comentario final, a modo de conclusión En una perspectiva multidimensional de la argumentación interaccional, el que defiende una posición dialéctica lo hace desde un rol social determinado, compatible con un marco de interpretación que le da sentido. Como bien

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señalan los estudios interaccionales (Goffman 1974, Gumperz 1982, Goodwin 2007), distintos marcos pueden entrar en conflicto en un momento de la interacción e incluso uno de los participantes puede alternar entre dos o más marcos (Tannen y Wallat 1987) para posibilitar el intercambio. La pelea entre los hermanos se puede explicar como una disputa entre marcos alternativos. Para José, el fútbol tiene una moral específica con códigos de conducta, mientras que María considera que existen normas generales que incluyen a las del fútbol. Tener código es no contar en público lo que se dice en privado. La analogía (el modelo Maradona-Ortega) encubre para José la asunción de un modelo con un valor superior en su jerarquía ética. De allí que se traduce en su conducta y lo lleva a la imitación: él tampoco habla, como los jugadores, tiene código7. ¿Qué hace razonable el planteo analógico por parte de José? En Argentina, los fanáticos del fútbol se dividen entre defensores de Carlos Bilardo (ex DT de Estudiantes de La Plata) y los de César Luis Menotti (ex DT de Huracán, al igual que Cappa). La oposición entre Menotti y Bilardo percibida como antagónica convierte en aceptable el análogo entre Desábato - Ortega. El tratamiento que se le da a Verón sigue este modelo. Esto vale para todos los participantes, incluso para María. La analogía tiene éxito si se da un tratamiento similar al caso que se presenta como el análogo, la consistencia actúa con fuerza lógica y moral (necesita de la conducta). Un hecho se considera explicado cuando queda integrado en un sistema de representaciones. El éxito de la comparación analógica parece seguir los mismos mecanismos psicológicos de la identificación. Las consecuencias señalan el lugar (simbólico) en el que quedamos después de argumentar, a dónde queremos llegar, nuestro locus de pertenencia. Los efectos nos ayudan además, a seguir la trayectoria de los movimientos interaccionales en el desarrollo del intercambio La pregunta entonces es ¿en qué lugar queda José después de la pelea? ¿y María? Teniendo en cuenta la aceptabilidad que tuvo el planteo analógico, José aparece como ganador de la disputa en tanto logra imponer su eje de lectura. Sin embargo, vale destacar el contexto familiar y los roles de ambos participantes para tener en cuenta el grado de autonomía que sienten: son hermanos, ambos tienen la misma relación de poder pero el fútbol es tema de hombres. Por último nos preguntamos ¿cómo se interpreta la persuasión en los argumentos analógicos? En principio, se manifiesta en la colaboración coparticipada que realizan María y José para conformar la analogía, es decir, es una versión de la realidad, privada y a la vez, compartida. Por otro lado, entendemos que actúa como una especie de trampa posicional, porque no importa la tesis en juego, importa la posición en que queda el oponente; de este modo, una vez utilizada, obliga al oponente a darla por sentada (en ese caso, negar la aplicación al nuevo caso) o bien, intentar atacar al argumentador.

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En resumen, la persuasión en la analogía (por su efecto pragmático) vuelve a poner en el centro de la escena la relación entre pensamiento, lenguaje y conducta. El análisis de la situación argumentativa debe integrar conceptualmente las conductas comunicativas en simultáneo con el orden lógico y los movimientos dialécticos a riesgo de que en la simplificación terminemos desvirtuando el poder del lenguaje. Notas 1 En declaraciones a la prensa, Ortega declaró “¿Sabés todo lo que me dicen a mi? Somos profesionales y esas cosas quedan dentro de la cancha” (http://www.ambito. com/noticia.asp?id=519208 consultado el 08/06/14).  2 La numeración de los turnos sigue la transcripción completa de la cena. Con relación a las pautas de transcripción, adaptamos las usuales en el análisis conversacional (Sacks et al., 1974). El objetivo fue, por un lado, respetar la fidelidad del material recolectado y, por otro, simplificar la aplicación para asegurar que los textos fueran accesibles a la lectura sin perder fenómenos propios de la oralidad. 3 La mención de Maradona por parte de María se interpreta a partir de su desconocimiento del mundo del fútbol, de sus protagonistas. Maradona es el ejemplar de ese universo más conocido (con mayor dominio) para comparar y eso le permite entender a Ortega. 4 Verón declaró “Para defender cierta ideología con fundamentos hay que ganar cosas y Cappa, que yo sepa, todavía en el futbol argentino no ganó nada con su fútbol. Quiere desprestigiar el resultado que obtuvimos” (http://www.ambito.com/noticia. asp?id=519410 consultado el 08/06/14). 5 En realidad, María es la que menciona por primera vez a Maradona. 6 La dialéctica no pretende ser un saber, sino que consiste en saber interrogar; conceptualmente se ubica en la posición de la interrogación (crítica) y le deja al sofista el lugar del que responde. Sin embargo, la idea de dialéctica incluye a la vez una dimensión sofística en la refutación: para prevalecer en una discusión es necesario refutar al interlocutor “Si en efecto hay refutación, allí hay necesariamente silogismo, pero, si hay silogismo, no hay necesariamente refutación” (Aristóteles, Tópicos, citado por Berti [1975]). 7 Podríamos extender la efectividad de esta relación (tener código - decir en público) más allá del ámbito del fútbol, pero excede el marco de este trabajo.

Referencias Bibliográficas Berti, E. 1975. La dialéctica en Aristóteles. En E. Barti (ed.). Studi aristotelici, pp. 109-133. L’Aquila, Italia: Japadre Editore. Carrizo, A. E. 2012. La argumentación interaccional: efectos del uso del discurso referido. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial de la Facultad de Filosofía y Letras Universidad de Buenos Aires. E-Book. [ISBN 978-987-3617-24-9]. Goffman, E. 1974. Frame analysis. An essay on the organization of experience. Boston: Northeastern University Press. 36

Alicia Eugenia Carrizo: ¿Qué le dijo Ortega a Desábato? Un estudio de los efectos interactivos de la ...

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Alicia Eugenia Carrizo es doctora de la Universidad de Buenos Aires con mención en lingüística. Profesora adjunta de lingüística y gramática textual de la carrera de Letras en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Es investigadora del Instituto de Lingüística en las áreas del análisis del discurso y pragmática. Es directora y consejera de graduados tesistas. Cuenta con numerosas publicaciones en estas áreas. Correo electrónico: [email protected]

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ARTÍCULO

Da aforização à construção do ethos: Dilma Rousseff e a Copa do Mundo da FIFA 20141

GLAUCIA MUNIZ PROENÇA LARA Universidade Federal de Minas Gerais

Resumen: En este artículo, analizamos, desde la perspectiva del análisis del discurso francés y, de forma más específica, de las contribuciones de Dominique Maingueneau, enunciados destacados (aforizaciones) acerca de la Copa Mundial de la FIFA 2014, atribuidos a la Presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, en la prensa escrita y digital. Partiendo de la hipótesis de que estamos frente a un poderoso recurso mediático para influir en los receptores, buscamos observar el funcionamiento de las aforizaciones en la construcción del ethos de dicha gobernante, como la principal líder de un evento que trasciende ampliamente el dominio deportivo. De manera general, las aforizaciones estudiadas, en su conjunto, apuntan hacia una imagen fragilizada de la Presidenta y, por ende, alejada de aquella que se esperaría de un líder, tal como se define comúnmente esa noción, lo que puede estar relacionado, en mayor o menor grado, con su condición femenina. Palabras-clave: aforización, ethos, Copa Mundial de la FIFA, medios. Resumo: Neste artigo, examinamos, à luz da análise do discurso francesa e, mais especificamente, das contribuições de Dominique Maingueneau, enunciados destacados (aforizações) sobre a Copa do Mundo de Futebol 2014, atribuídos à Presidente Dilma Rousseff e veiculados pelas mídias impressa e digital. Partindo da hipótese de que estamos diante de um poderoso recurso midiático para influenciar os receptores, procuramos observar o funcionamento das aforizações na construção do ethos de Dilma Rousseff como líder maior de um evento que transcende largamente o domínio esportivo. Em linhas gerais, as aforizações estudadas, no seu conjunto, apontam para uma imagem fragilizada da Presidente e, portanto, distante daquela que se esperaria de um líder, tal como se define comumente essa noção, o que pode estar associado, em maior ou menor grau, à sua condição feminina. Palavras-chave: aforização, ethos, liderança, Copa do Mundo, mídias. Abstract: In this paper, we examine highlighted utterances (aphorizations) about the Fifa World Cup 2014 attributed to President Dilma Rousseff in the press and on the internet, employing methods of French Discourse Analysis and, more specifically by Dominique Maingueneau. Assuming that aphorization is a powerful mediatic resource to influence readers, we observed it how worked in the construction of Dilma’s ethos as the main leader of an event that goes far beyond sports. In general, the aphorizations studied, as a whole, reveal a fragile image of Dilma Rousseff and therefore different from what would be expected for a leader, according to most common definitions of such notion, which may be associated, to a greater or a lesser extent, to the President’s feminine gender. Recibido: 18 de septiembre de 2014 • Aceptado: 12 de noviembre de 2014.

ALED 14 (2), pp. 39-55

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Keywords: aphorization, ethos, leadership, World Cup, mass media.

Introdução Se assumimos a posição de que um Chefe de Estado (e/ou de Governo) é o líder maior de uma nação, devemos, consequentemente, apreender os sentidos possíveis de líder, ou, pelo menos, as acepções mais usuais dessa noção no meio social. Por razões de rapidez e praticidade, partiremos de definições de dicionário. A título de ilustração, reproduzimos, a seguir, o verbete líder, tal como ele se apresenta em dois dicionários on-line: o Michaelis2 e o Merriam-Webster3: Líder - sm (ingl leader) 1 Chefe, guia. 2 Tipo representativo de um grupo. 3 Chefe de um partido político. Leader: a person who leads: as a : guide, conductor b (1) : a person who directs a military force or unit (2) : a person who has commanding authority or influence c (1) : the principal officer of a British political party d (1) : conductor c (2) : a first or principal performer of a group. Como podemos observar, a definição de líder costuma incluir atributos como chefiar, conduzir, guiar, acepção que acreditamos estender-se ao senso comum, à doxa4, quando se pensa num(a) Presidente da República5. No Brasil, é a primeira vez que uma mulher ocupa tal cargo e, nessa condição, coube a ela liderar a realização de uma Copa do Mundo de Futebol, evento tradicionalmente masculino, que aconteceu no país pela segunda vez, depois de mais de 60 anos. Não é preciso dizer que foi um acontecimento dos mais relevantes no cenário internacional, transcendendo o domínio esportivo mais imediato para envolver questões políticas, econômicas e ideológicas. Assim, os holofotes midiáticos voltaram-se, de forma privilegiada, para esse evento, focalizando todos os atores (políticos ou não) nele envolvido. Segundo Charaudeau (2006a: 252-253), se as mídias, por um lado, desempenham um papel fundamental no âmbito da democracia: o de informar a população sobre os fatos e acontecimentos que ocorrem à sua volta; por outro, considerando que, em geral, os cidadãos entram em contato com o acontecimento tal como ele é filtrado pelas mídias, são elas, afinal, que escolhem o que tornar visível (e, acrescentamos, determinam o modo como esse visível deve ser tornado visível), direcionando a forma como os destinatários interpretam o que ouvem/leem. Nessa perspectiva, constatamos, em pesquisa recente6, que um poderoso recurso mobilizado pela mídia impressa para influenciar os leitores são os enunciados destacados (aforizações).

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A noção de aforização, cunhada por D. Maingueneau (2012), pode ser definida, em linhas gerais, como uma pequena frase, isto é, um enunciado curto e propenso a retomada(s) que, destacado de um texto, passa a ser (re)utilizado como legenda de foto, título ou intertítulo. No caso específico das mídias – nosso terreno de investigação –, os enunciados aforizados contribuem para formar a opinião pública acerca dos eventos e dos personagens que deles participam, na medida em que iluminam certos aspectos em detrimento de outros. Logo, ao destacar, no discurso de um dado locutor, determinados enunciados (e não outros, que estariam igualmente disponíveis) e alçá-los à condição de aforizações, as mídias vão forjando uma imagem (discursiva) desse locutor. Isso, segundo Maingueneau (2012: 19), gera um desacordo entre o locutor-origem (responsável pelo que é dito) e esse mesmo locutor tomado como aforizador de um enunciado destacado por terceiros (pela instância midiática). Isso implica que muitos locutores tornam-se aforizadores, não por sua livre e espontânea vontade, sendo produzidos como tais pelo próprio trabalho de citação. Trata-se, no entender do autor, de um fenômeno recorrente nas mídias atuais. Diante desse quadro, pretendemos verificar como se constroi, via aforizações, a imagem discursiva (o ethos) de Dilma Rousseff frente à Copa do Mundo de Futebol 2014. Interessa-nos verificar se os atributos de um líder (aquele que chefia, conduz, guia) são ou não associados ao ethos da Presidente pelos enunciados destacados (aforizados) pelas mídias, sem perder de vista, evidentemente, questões de gênero, ou seja, o fato de ela ser mulher. Estatísticas divulgadas pela ONU (Organização das Nações Unidas)7 mostram que, apesar de alguns avanços significativos, o sexo feminino ainda é submetido a um papel menor e limitado nas sociedades atuais: por exemplo, os salários das mulheres representam entre 70 e 90% dos salários de seus colegas masculinos; as mulheres ainda são raramente empregadas em trabalhos com status, poder e autoridade e em ocupações tradicionalmente masculinas. Essas questões relacionadas ao dito sexo frágil –e, por extensão, aos estereótipos de inferioridade, submissão, dependência etc que persistem ainda hoje– permitem-nos indagar se a condição feminina da atual Presidente interfere (ou não) na construção, pela instância midiática, de um ethos de liderança. Lembremos que o estereótipo é “uma representação coletiva cristalizada [...] que depende do cálculo interpretativo do alocutário e de seu conhecimento enciclopédico”, constituindo uma espécie de “saber de senso comum” (Amossy 2004: 215), o que pode, portanto, ser associado à já mencionada noção de doxa (ver nota 4). À luz da Análise do Discurso francesa (em sentido amplo), este artigo faz, pois, dialogarem duas noções importantes: a de aforização (ver Maingueneau 2006, 2010, 2012) e a de ethos discursivo (ver Maingueneau 1993, 2001, 2006, 2008 e Charaudeau 2006b), sem perder de vista outros autores e/ou abordagens que, sem incompatibilidades teóricas com a AD, possam contribuir

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para complementar e enriquecer nossa reflexão. Nesse sentido, ainda que Maingueneau e Charaudeau falem de lugares teóricos distintos –o primeiro, a partir das tendências francesas de análise do discurso; o segundo, da teoria semiolinguística–, ambos se debruçam sobre o mesmo objeto: o texto/o discurso, o que permite aproximá-los em muitos pontos, como é o caso da releitura que fazem do ethos aristotélico. Os demais autores: Amossy (2004, 2005), Plantin (2005) e Adam (2005)8 inserem-se nos estudos da argumentação, domínio com que a AD vem interagindo de forma privilegiada nos últimos tempos9, o que os torna relevantes para este trabalho. Quanto à questão metodológica, elegemos as mídias brasileiras (impressa e digital) como campo de investigação das aforizações. Nesse sentido, coletamos, no período que antecedeu o evento (de dezembro de 2013 a maio de 2014), enunciados destacados, atribuídos a Dilma Rousseff, que faziam referência (direta ou indireta) à Copa do Mundo. A fim de apreender o maior número possível de aforizações, não determinamos a priori as publicações que seriam investigadas. Optamos por fazer uma consulta semanal a vários jornais e revistas de grande circulação no país (no formato impresso e/ou na versão on-line, como é o caso dos jornais O Estado de São Paulo e O Globo e das revistas IstoÉ e Época ), bem como a blogs e sites da internet (Terra, Uol, Portal Brasil, entre outros), usando, nesse último caso, o dispositivo de busca do google.

1. Aforização e ethos: um diálogo possível Ao abordar a destacabilidade, Maingueneau (2006: 72-73) aponta, inicialmente, o grande número de enunciados que circulam na sociedade e que poderiam ser chamados, genericamente, de citações ou fórmulas. Nas mídias, como foi dito, não é possível determinar se essas pequenas frases são assim porque “os locutores de origem as quiseram [...] destacáveis, destinadas à retomada pelas mídias, ou se são os jornalistas que as dizem dessa forma para legitimar seu dizer”. Em outras palavras: os profissionais das mídias as fabricariam, em função dos reempregos que delas seriam feitos, tendo em vista o jogo de antecipações das modalidades de recepção. Assim, nada impede que “um jornalista converta soberanamente em pequenas frases, graças a uma manipulação apropriada, qualquer sequência de um texto (Maingueneau 1986: 80-81). De acordo com o autor, a citação está inscrita no próprio funcionamento da máquina midiática, cujos atores gastam seu tempo destacando fragmentos de textos para convertêlos em citações (para títulos, intertítulos, entrevistas etc). Em linhas gerais, para Maingueneau (1986: 90), a aforização, sendo uma “frase sem texto”, remete a um tipo de enunciação que obedece a uma outra lógica, distinta da do texto. Do ponto de vista mais imediato, isso significa que ela não é nem precedida nem seguida de outras frases com as quais estaria ligada por relações de coesão, de modo a formar uma unidade textual, ancorada 42

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num gênero de discurso. Logo, o que caracteriza a aforização é a recusa em entrar na lógica do texto e do gênero de discurso, o que não significa, por outro lado, que ela seja destituída de contexto. Porém tal “contextualização” é diferente segundo se trate de uma aforização primária (autônoma), como é o caso dos provérbios e das máximas, ou de uma aforização secundária: aquela que é destacada de um texto. Esse segundo tipo de aforização é, de fato, tomado em dois contextos efetivos: um contexto fonte e um contexto de recepção, sendo a distância entre esses dois contextos responsável, via de regra, pelas alterações a que o contexto de recepção submeteria o enunciado destacado, ativando, inclusive, potencialidades semânticas outras, para além daquelas presentes no contexto original (Maingueneau 2012: 25-27). Cabe ressaltar ainda que há dois tipos de aforização secundária: por destacamento forte e por destacamento fraco. No primeiro, os enunciados destacados rompem com o texto de origem, ou seja, do ponto de vista do consumidor de mídias, esse texto não existe, enquanto, no segundo, os enunciados destacados são vizinhos do texto de origem. Portanto, no destacamento fraco, os enunciados mantêm um elo com o texto de origem, embora isso não implique uma fidelidade absoluta. No presente artigo, abordamos tanto aforizações por destacamento forte (ver exemplo 1) quanto por destacamento fraco (ver exemplos de 2 a 7), pois o que nos interessa é reunir as aforizações, apreendidas em diferentes publicações/veículos, para chegar à imagem discursiva da Presidente Dilma Rousseff, relacionada à Copa do Mundo de Futebol 2014. Sem a intenção de ser exaustivo, Maingueneau (2012: 58) lista alguns índices que orientam para um diagnóstico de aforização: índices textuais (preferência por enunciados constituídos de uma única frase); índices lexicais (presença de verbos como repetir e martelar, que ressaltam o caráter memorizável da aforização); índices aspectuais (caráter genérico do enunciado); índices sintáticos e prosódicos (construções simétricas, em quiasma...); índices semânticos (presença de tropos: metáforas, paradoxos...), entre outros. O autor, porém, ressalta que a aforização pura não existe, já que cada aforização pertence necessariamente a um tipo e sofre coerções por esse pertencimento (Maingueneau 2012: 50). Nessa perspectiva, as mídias (impressa e digital), ao des(con)textualizarem certos enunciados, separando-os do seu contexto de origem, e os destacarem em outros (novos) contextos, contribuíram para a construção do ethos de Dilma Rousseff relacionado a um evento esportivo – que assumiu também nuances políticas, econômicas, ideológicas, como foi dito anteriormente – da maior importância para a consolidação do Brasil como nação-potência na atualidade. Quanto aos enunciados destacados que tomamos como objeto de análise, resta dizer que, em consonância com a posição de Maingueneau (2012: 29) de que a aforização prototípica resulta de uma lógica de discurso relatado em estilo direto, excluímos todos aqueles que se apresentavam em discurso indireto. 43

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Já no que se refere à noção de ethos, se a considerarmos na sua acepção mais tradicional: a de imagem de si que o locutor constrói (Amossy 2005), podemos dizer que, na verdade, o que ocorre é uma co-construção de ethos. Isso porque as falas são de Dilma (é ela a fonte da enunciação e, como tal, a fiadora dessas falas), mas a decisão e a forma de destacá-las (em detrimento de outras falas, igualmente disponíveis) são de responsabilidade das mídias. Logo, se a maquinaria midiática tem, de fato, o poder que lhe é atribuído, foi ela, afinal, que deu o tom ao ethos de Dilma, levando os destinatários a atribuírem uma certa representação à locutora-Presidente, sem que ela pudesse, de fato, intervir ou controlar essa representação na sua condição de aforizadora de enunciados destacados por terceiros. Ao discutir a noção de ethos herdada da retórica clássica, Amossy (2005: 17-18) afirma que Aristóteles toma essa noção como a imagem de si “construída no discurso”, distinguindo-se, pois, dos romanos que, inspirados, principalmente, em Isócrates, entendiam o ethos como “um dado preexistente que se apóia na autoridade individual e institucional do orador”, tendência seguida também por Quintiliano e Cícero. Na mesma direção, Adam (1999: 110-111) destaca a importância conferida ao ethos por Aristóteles (em detrimento do páthos e do logos). Isso porque, para o filósofo grego, a convicção vem da confiança que o auditório é levado a atribuir ao orador, em vista de qualidades pessoais que emanam do seu discurso. Distinguem-se, assim, claramente: 1) um ethos discursivo (“efeito do discurso”); 2) uma imagem prévia (“prevenção sobre o caráter do orador”). Logo, a honestidade da pessoa do orador na sua vida (sua conduta real) não garante o fato de que seu discurso levará ou não à adesão. Dando um grande salto no tempo, constatamos que a releitura do conceito aristotélico de ethos pela AD conta com autores como Maingueneau (1993, 2001, 2006, 2008) e Charaudeau (2006b), que trata mais especificamente do ethos político. Em seus primeiros trabalhos, Maingueneau (1993, 2001) insiste que o ethos corresponde às “propriedades que os oradores se conferem implicitamente por meio de sua maneira de dizer” (1993: 45). Está, pois, claramente situado na enunciação: ele não é dito, não é explicitado no enunciado. Um dos méritos de Maingueneau foi estender a noção de ethos para além dos textos orais. Isso implica que mesmo os corpora escritos são “sustentados por uma voz”, ou por um tom que, associado a um caráter e a uma corporalidade10, responde pela noção de ethos enunciativo (Maingueneau 1993: 47). Logo, “por meio da enunciação, revela-se a personalidade do enunciador”. (Maingueneau 2001: 98). Nessa perspectiva, o sentido do discurso emana tanto do ethos quanto das ideias transmitidas, as quais “se apresentam por intermédio de uma maneira de dizer que remete a uma maneira de ser...” (Maingueneau 2001: 99; grifos do original). Vemos, pois, que, para o autor, o ethos (o “tom”

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do texto) não se confunde com o que é do nível das ideias (ou seja, das informações veiculadas no/pelo texto). Entretanto, em trabalhos mais recentes, Maingueneau (2006, 2008, 2010) passa a admitir a existência de um “ethos efetivo”, que resulta da interação de diversos fatores: 1) um ethos pré-discursivo, isto é, a imagem prévia que se tem do enunciador, antes mesmo que ele abra a boca; 2) um ethos discursivo, dividido em ethos dito e ethos mostrado. Este pode ser assimilado ao tom que o enunciador confere ao seu discurso: pela entonação, pela seleção vocabular etc; é uma instância ligada à enunciação. Já o ethos dito remete aos “fragmentos do texto nos quais o enunciador evoca sua própria enunciação [...] – diretamente (‘é um amigo que lhes fala’) ou indiretamente, por meio de metáforas ou de alusões a outras cenas de fala, por exemplo” (Maingueneau 2008b: 18). Trata-se de uma instância ligada ao enunciado. O autor constata, porém, a impossibilidade de se definir uma fronteira nítida entre o dito e o mostrado, preferindo posicionar esses dois éthe nos extremos de uma linha contínua. Adotamos, neste trabalho, o conceito mais amplo de ethos, deixando claro, porém, que, para os fins que nos interessam, o ethos prévio de Dilma Rousseff foi considerado não a partir de suas qualidades pessoais, mas do equilíbrio entre seu estatuto de líder – afinal, ela é uma Chefe de Estado/de Governo – e sua condição feminina, ambos atravessados por “estereótipos ligados aos mundos éticos” (Maingueneau 2008b: 18). Afinal, o ethos de líder também implica situações estereotípicas associadas a comportamentos, ou seja, representações sociais, mais ou menos difusas, que são apreendidas e avaliadas pelos destinatários. Além disso, o fato de a Presidente falar mais do evento do que de si mesma (em relação a ele) apontava um ethos dito pouco proeminente, o que nos levou a trabalhar com a noção geral de “ethos discursivo”, sem nos determos na separação entre o dito e o mostrado. Desse modo, partimos da hipótese de que o conjunto dos “traços éthicos”, apreendidos nas diferentes aforizações atribuídas a Dilma Rousseff numa dada cena de enunciação (referente à Copa do Mundo de Futebol), permitiria chegar ao ethos discursivo da Presidente e constatar sua proximidade (ou não) do ethos prévio apontado anteriormente. Charaudeau (2006b: 87-88), por sua vez, assumindo que a dupla identidade discursiva/social do sujeito – e, portanto, seu ethos – passa por representações sociais que circulam num dado grupo (e que são configuradas como imaginários sociodiscursivos), aborda a dificuldade de se apreender o ethos político, dada a existência de traços que podem contradizer-se e mesmo derivar para efeitos não desejados. Assim, um Chefe de Estado que se cala diante de uma situação de crise pode ser tomado como ponderado por alguns, como autoritário por outros, ou ainda como impotente, ou seja, como incapaz de reagir. Isso depende, em última análise, das representações que cada grupo social faz do que é ser x ou y. Entretanto, como destaca o autor, o ethos do ator político precisa ser, ao mesmo tempo, crível, já que “não há político sem que se possa crer em seu poder de fazer” e suporte de identificação à sua pessoa, pois “para aderir às 45

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suas ideias, é preciso aderir à sua pessoa” (Charaudeau 2006b: 118). Esses dois aspectos podem ser reunidos em dois éthe: o ethos de credibilidade e o ethos de identificação que subsumem outros éthe. Nessa perspectiva, o ethos de credibilidade compreenderia os éthe de competência, de sério e de virtude (Charaudeau 2006b: 119-125), enquanto o ethos de identificação se desdobraria nos éthe de inteligência, de potência, de caráter, de chefe, de humanidade e de solidariedade (Charaudeau 2006b: 137-166)11. Em suma, neste trabalho, privilegiamos os enunciados destacados em discurso direto e coletados em fontes diversas no contexto brasileiro, procurando, num primeiro momento, apreender, por meio de categorias linguísticodiscursivas de análise (escolhas lexicais, modos de enunciação, temas abordados ou silenciados, presença (ou não) de estereótipos e de frases feitas etc), como se dá construção do ethos da Presidente e verificando, num segundo momento, se nele se inscrevem as qualidades incorporadas pelo senso comum (pela doxa) como sendo as de um líder, responsável pelos destinos e pelas conquistas de um país (entre as quais, a realização bem-sucedida de uma Copa do Mundo de Futebol). Esclarecemos, finalmente, que nossa análise não buscou tecer juízos de valor sobre a pessoa ou sobre a atuação de Dilma Rousseff como governante, mas apenas apreender a forma como as mídias construíram, via aforizações, sua imagem discursiva. Nesse sentido, se nos damos conta de que as mídias não detêm o monopólio de influência social (que é também exercida por outras instâncias, como a escola ou a igreja, por exemplo) e que há destinatários (leitores/ouvintes) mais críticos, que não se deixam manipular com facilidade, não podemos perder de vista a importância das mídias na construção da opinião pública.

2. Examinando as aforizações 2.1. Aspectos quantitativos Embora o presente trabalho privilegie o aspecto qualitativo, julgamos importante apresentar rapidamente alguns números. Nessa perspectiva, nos seis meses anteriores ao início da Copa do Mundo (dezembro de 2013 a maio de 2014), coletamos, em diferentes publicações, 81 ocorrências que traziam enunciados destacados. Segundo o critério já apontado de examinarmos apenas enunciados em discurso direto, selecionamos 45 ocorrências para análise. Como algumas dessas ocorrências apresentavam mais de uma aforização, reunimos um total de 53 aforizações. Destas, 11 são aforizações por destacamento forte e 42, por destacamento fraco. Além disso, a grande maioria das aforizações (38) são títulos, que constituem, de acordo com Maingueneau (2012), aforizações prototípicas. O quadro 1, a seguir, permite visualizar melhor esses dados:

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Quadro 1: Constituição do corpus Ocorrências Ocorrências Aforizações Aforizações por Aforizações por Presença de títulos coletadas selecionadas selecionadas destacamento destacamento (aforizações (total) forte fraco prototípicas) 81

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Um aspecto que nos chamou a atenção foi a presença de apenas duas ocorrências/aforizações em revista impressa (ambas da IstoÉ). As demais foram coletadas na internet seja em versões on-line de revistas e jornais impressos de grande circulação (4), seja em portais/sites/blogs (47). Houve, pois, maior recorrência de aforizações na internet, o que possivelmente está relacionado ao caráter interativo da rede e à sua flexibilidade/rapidez no gerenciamento de informações, que podem ser postadas, alteradas e mesmo apagadas em questão de segundos, resultando, ao que tudo indica, num menor grau de comprometimento do que os veículos impressos tradicionais. Na impossibilidade de apresentar e analisar todas as 53 aforizações selecionadas, em função das limitações de espaço de um artigo, tomamos, de forma aleatória, uma pequena – mas representativa – amostra do corpus, constituída de sete aforizações, para ilustrar a forma como apreendemos o ethos de Dilma Rousseff e avaliamos sua relação com o ethos que se esperaria de um líder na condução de um evento de repercussão internacional, capaz de influenciar a autoestima dos brasileiros e a imagem do país lá fora. Considerando que foram as aforizações, na sua condição de fragmentos de textos12, que contribuíram para a construção do ethos da Presidente, decidimos denominá-las fragmentos éthicos, a fim de reunir numa única expressão as noções aqui mobilizadas. Antes de apresentar as análises, reiteramos, com Charaudeau (2006b: 137), o caráter complexo do ethos político, que se relaciona, em maior ou menor grau, às “expectativas vagas dos cidadãos por meio de imaginários que atribuem valores positivos e negativos a essas maneiras de ser”. É esse, pois, nosso ponto de referência para as análises que seguem. 2.2. Aspectos qualitativos: alguns exemplos Comecemos pelo bate-boca entre o presidente da Fifa, Joseph Blatter, e Dilma Rousseff (IstoÉ, ano 38 – nº 2303 – 15/01/2014, p. 31), que aparece no formato de uma sequência de aforizações por destacamento forte na Seção Semana, que é uma espécie de coletânea de falas de pessoas famosas, sem que o leitor tenha acesso aos textos de onde essas falas foram recortadas. Assim, em resposta à crítica de Blatter de que “o Brasil teve sete anos para se preparar para sediar a Copa do Mundo. [...] Mas é também o país que mais está atrasado nos preparativos...”, responde Dilma: 47

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[1] “A procura por ingressos para os jogos, a maior de todas as Copas, mostra que todo mundo confia no Brasil. Amamos o futebol e, por isso, recebemos essa copa com orgulho e faremos dela a Copa das Copas.”

Imprimindo à sua fala um tom otimista e até mesmo de ufanismo, Dilma silencia sobre o tema maior apontado por Blatter: o atraso nas obras de infraestrutura, como estádios e aeroportos. E mais do que isso generaliza (“todo mundo confia no Brasil”), faz uso de estereótipos ligados à imagem do país, sobretudo no exterior (“amamos o futebol”) e cita a fórmula Copa das Copas, que, repetida em várias outras ocasiões, tornou-se uma espécie de mote da Copa brasileira de 2014. Assim, a imagem de uma autoridade política, capaz de responder objetivamente às críticas de Blatter, dizendo o que está sendo feito para sanar os problemas apontados, dá lugar a uma resposta evasiva, que credita a outros (os “compradores de ingressos”) o sucesso da Copa, eximindo-se Dilma de sua responsabilidade como realizadora maior do evento. Ainda que, ao longo do discurso de onde foi retirada essa fala (e a que, por se tratar de destacamento forte, não temos acesso), Dilma tenha apresentado explicações para justificar os atrasos, o enunciado destacado pela revista IstoÉ mostra, ao contrário, a falta de argumentos compatíveis com a assunção da postura de liderança e comprometimento que a seriedade da situação requer (e que a opinião pública, em geral, espera). Isso abala, de certa forma, o ethos de credibilidade de Dilma, ainda que se possa argumentar que ela esteja falando não como política, mas como anfitriã do evento ou, ainda, que esteja evitando polemizar. No entanto, como destaca Charaudeau (200b: 159), “não replicar quando se é acusado [...] pode ser contraprodutivo do ponto de vista do ethos”, sugerindo, por exemplo, submissão. Se Dilma respondeu às críticas de Blatter, não foi isso, afinal, que a IstoÉ (e outras publicações da época) destacaram. Em outra ocasião, mais especificamente, no seu pronunciamento final, no Fórum Econômico Mundial, em Davos, na Suíça (24/01/2014), Dilma convida os participantes a visitarem o Brasil durante a Copa do Mundo 2014 e os Jogos Olímpicos 2016: [2] “Estamos de braços abertos.”

Trata-se de uma aforização-título, recortada pelo jornal O Estado de São Paulo on-line13 do texto vizinho (destacamento fraco) e reapresentada duas vezes: uma no lide e outra junto à foto da Presidente, discursando na tribuna do evento. Esse enunciado, pinçado do meio de uma fala maior – “Convido a todos vocês para que venham ao Brasil na Copa e na Olimpíada. Estamos de braços abertos, de Norte a Sul e de Leste a Oeste do meu país, para receber todos os visitantes”. (grifo nosso) –, destaca mais um estereótipo do brasileiro: o de povo hospitaleiro, o que, novamente, silencia outros temas importantes, como, por exemplo, a falta de segurança nos estádios e fora deles. 48

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Observamos também aqui um posicionamento superficial, que em nada remete ao de um líder político, empenhado em reverter uma outra imagem do povo brasileiro divulgada internacionalmente: a de violência, evidenciada, por exemplo, na onda de protestos deflagrados durante a Copa das Confederações (2013). Lendo, porém, o texto, na íntegra, constatamos que outros enunciados poderiam ter sido destacados pelo Estadão. É o caso do trecho: “Segundo ela (Dilma), muitos investimentos em infraestrutura estão sendo feitos para viabilizar a realização da competição, mas principalmente para ‘atender às necessidades do Brasil’.”, que seria muito mais produtivo do ponto de vista político, econômico – e mesmo ideológico – do que a ideia estereotipada de um povo que recebe os turistas “de braços abertos”, mas tem pouco a oferecer além disso. Uma reportagem da mesma época, produzida pelo CanalTech (06/01/2014)14, traz como título: [3] “Brasileiros irão sediar Copa das Copas, diz Dilma no Twitter.”

Esse enunciado foi recortado do texto vizinho (destacamento fraco), com algumas alterações (cortes) que lhe conferem um tom mais assertivo e engajado do que seu correspondente no texto fonte: “Os brasileiros começam 2014 confiantes que irão sediar a Copa das Copas. No Brasil, a Copa estará em casa, pois este é o país do futebol”, disse a presidente (grifos nossos). Logo abaixo do título, há a foto do rosto de uma Dilma sorridente a quem falta, no entanto, a parte superior da cabeça. Mesmo que não seja proposital, esse corte na imagem cria, para o leitor, alguns efeitos de sentido. Poderíamos pensar, por exemplo, numa alusão ao estereótipo de falta de inteligência atribuído às mulheres, num mundo ainda predominantemente machista. Lembremos que o ethos de inteligência é um dos éthe de identificação, inerentes ao papel de (líder) político. Cabe destacar ainda a presença do desgastado mote Copa das Copas na aforização-título. Não queremos dizer, com isso, que um líder (no caso uma Presidente) não possa dizer trivialidades, valer-se de estereótipos ou usar um tom informal, mas que, quando as mídias dão destaque apenas essa voz, outras são silenciadas ou desconsideradas, criando-se, com isso, um efeito de sentido de monofonia, o que denega a polifonia que atravessa constitutivamente o discurso. Considerando que Dilma, em seus pronunciamentos, também fala dos problemas do país, responde a crítica referentes aos atrasos nas obras da Copa ou aos investimentos vultosos já feitos, perguntamos: por que as mídias, em geral, não destacaram esses enunciados, ao invés daqueles que se restringem a comentários supérfluos? Ora, se tais comentários podem, por um lado, conferir um tom mais descontraído e talvez mais simpático ao discurso, por outro, geram uma fala vazia, descomprometida, que se esgota nela mesma, interferindo, por tabela, na imagem (no ethos) que os destinatários vão construindo da fiadora do 49

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discurso. Inspirando-nos no ethos de chefe proposto por Charaudeau (2006b: 158), podemos dizer que Dilma, ao ser mostrada dessa forma, pode passar por alguém incapaz de compreender os verdadeiros problemas que se colocam à nação, ou como arrogante e insensível às reivindicações que lhes são feitas. Podemos pensar também num ethos de incompetência, que a aponta como impotente para agir, seja por falta de conhecimento, seja por falta de experiência ou mesmo de poder. Aliás, essa imagem de pouco comprometimento atribuída à Dilma pela forma como as mídias vão construindo seu ethos nas/pelas aforizações mantémse nos títulos de duas notícias veiculadas em dois lugares diferentes – no blog A fonte e no Portal Brasil – sobre o mesmo evento: a inauguração do estádio de futebol de Natal, uma das cidades-sede da Copa. São eles: [4] “Arena das Dunas: Fiquei encantada com a beleza deste estádio, diz Dilma Rousseff ”. [5] “Arena das Dunas é tão bonita quanto Natal, diz Dilma” (textos postados, respectivamente, em 23/01/201415 e em 22/01/201416).

Tais títulos enfatizam apenas a supérflua beleza do estádio e da cidade, inviabilizando outros destacamentos que poderiam, inclusive, responder à crítica repetidamente feita ao governo de gastar muito mais do que deveria com a Copa, em detrimento da saúde e da educação. Vejamos um dos enunciados, que aparece no corpo da segunda notícia citada: “Fiquei encantada com a beleza desse estádio e, principalmente, com o fato de que saiu 3% abaixo do preço orçado. A Arena é ambientalmente sustentável e empregou quatro mil trabalhadores.”. Esses elementos – o custo menor do estádio, a geração de empregos e a sustentabilidade ambiental – são mais relevantes do ponto de vista da própria locutora-Presidente, que os faz anteceder pelo advérbio “principalmente”, do que a beleza da construção. Por que, então, os sites que veicularam a notícia se empenharam em ressaltar esse aspecto e não aqueles? É o típico caso do aforizador construído pelo próprio trabalho de citação, ou seja, pela escolha do que se cita e do como se cita. Outra notícia, publicada em 24/02/2014, no site do RepórterMT (jornal on-line)17, traz a seguinte aforização-título: [6] “Não são puxadinhos; alguns vão durar além da Copa diz Dilma sobre aeroportos.”.

Segundo informa o texto fonte, trata-se de uma conversa da Presidente com a imprensa de Bruxelas, na Bélgica, durante a Cúpula Brasil-União Europeia. Aqui cabe observar o tom informal do enunciado por destacamento fraco, manifestado, sobretudo, no emprego da palavra puxadinho, que indica uma construção irregular (sem aprovação legal dos órgãos públicos), que se apresenta como uma extensão (ou anexo) de um imóvel. 50

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Aliás, o site desqualifica três vezes a fala de Dilma, batizando-a de “miopia petista”, expressão que antecede o título, e de “visão míope”, que aparece duas vezes: na legenda da foto do rosto crispado de Dilma, sugerindo aborrecimento e, posteriormente, no parágrafo final do texto fonte. A fala completa, de onde foi destacada a aforização-título é “Não são puxadinhos, não senhor, se fossem puxadinhos seriam bem baratinhos, e não é baratinho. Alguns têm durabilidade até para além da Copa, a maioria”. Como se vê, também essa notícia segue o movimento geral das mídias de destacar falas banais ou simplórias da parte da Presidente do Brasil, construindo, por meio desse recurso, um efeito de sentido de monofonia e desconsiderando, como já foi dito, outras vozes também existentes no discurso de Dilma. Lembrando a dificuldade de apreensão do ethos político mencionada por Charaudeau (2006b), não podemos perder de vista que alguns leitores podem atribuir à Presidente um ethos de simplicidade, que a aproxima do cidadão comum, já que ela fala como nós. Porém, considerando que se trata de um pronunciamento durante um evento internacional, do qual se esperaria um mínimo de formalidade (ainda que Dilma esteja se dirigindo à imprensa e não, por exemplo, discursando numa tribuna), a aforização não deixa de surpreender (negativamente) um grande contingente de leitores que associa a condição de líder ao ethos de inteligência, que indicaria falar com sabedoria, e ao ethos de competência, que implicaria um poder fazer, inerente ao cargo. Essa segunda imagem (de incompetência) é reforçada pelo traço /não durabilidade/ relacionado às obras, já que apenas algumas permanecerão depois da Copa, o que enfatiza a ideia geral de improvisação, parecendo desconsiderar os vultosos gastos (em grande parte, oriundos de recursos públicos) feitos para a propalada modernização dos aeroportos. Ora, se o destacamento foi feito para surpreender o leitor ou mesmo para diverti-lo, não podemos perder de vista que ele constrói, paralelamente, outros efeitos de sentido que contribuem para interferir negativamente no ethos de credibilidade da Presidente. Vejamos uma última matéria jornalística, postada em 12/04/2014, no Diário do Centro do Mundo (jornal on-line)18, cujo título causa, no mínimo, estranhamento: [7] “No Brasil, muitas vezes você é criticado por ter um cachorro e outras vezes por não ter o mesmo cachorro, diz Dilma”.

A aforização-título reproduz uma fala de Dilma, recortada de um discurso feito durante a inauguração de um sistema de tratamento sanitário em Porto Alegre - RS, em que ela procura defender o governo das críticas relacionadas aos investimentos na Copa. Ocorre aqui uma analogia, a título de simplificação, que faz a transposição de uma isotopia político-econômica para outra (uma isotopia, digamos, doméstica), a fim de enfatizar a ideia de que o governo será sempre criticado seja pelo que faz, seja pelo que não faz. 51

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Observamos aqui o mesmo tom de informalidade da aforização anterior, o que destoa do tipo de pronunciamento (solene ou, pelo menos, formal) que grande parte dos leitores esperaria de um(a) Presidente em situações públicas. E, mesmo que a matéria não seja tendenciosa como a anterior, não deixa de surpreender o fato de um enunciado tão incomum ter sido destacado, em detrimento de outros igualmente disponíveis (e, nos parecem, mais apropriados à situação), como, por exemplo, “As obras, rigorosamente falando, atendem à Copa, mas elas não são para a Copa, elas são para o povo desse país...”. Em suma: se há, nas 53 ocorrências selecionadas, aforizações mais propícias ao que os leitores comuns esperariam de um líder político, empenhado em discutir e buscar soluções para os problemas do país, como mostra, por exemplo, o título: “Brasil está pronto para combater turismo sexual, diz Dilma”19, publicado no jornal O Tempo (versão on-line), não podemos perder de vista que a grande maioria das aforizações (por destacamento fraco ou forte) assinala, ao contrário, posições vagas, imprecisas ou estereotipadas, como aquelas que analisamos. Poder-se-ia objetar que uma das coerções que afetam um título – já que a grande maioria das aforizações que apreendemos são desse tipo – é sua brevidade (o que implica que cortes sejam feitos) e que a função do título é, afinal, atrair o leitor (daí, as manchetes surpreendentes). O que fica patente, porém, é que escolhas são feitas (em lugar de outras) e são elas que orientam o olhar do outro para a construção de uma representação do locutor: um aforizador produzido por terceiros (a maquinaria midiática).

3. Considerações finais Mesmo se concordamos com Charaudeau (2006a: 256) que não há, necessariamente, da parte das mídias uma “verdadeira intenção manipuladora”, não podemos perder de vista que elas, ao destacarem determinados enunciados (ao invés de outros), direcionam a interpretação dos destinatários, levando-os a atribuir certas propriedades à instância-fonte do acontecimento enunciativo, a partir de índices variados – liberados nas/pelas aforizações – sem que tal instância tenha controle sobre eles. Esse fato evidencia a capacidade da maquinaria midiática de criar éthe (Maingueneau 2008b). Não é preciso dizer que o ethos (ou os éthe) de Dilma construído(s) nas/pelas mídias em relação à Copa do Mundo não se restringe(m) às aforizações, podendo ser recuperado(s) por meio de outras informações disponibilizadas não apenas nos textos contiguos às aforizações, como também em outras publicações/emissões que circularam no meio social mais amplo. Porém, não podemos esquecer-nos dos muitos “leitores apressados”, cujo olhar não vai muito além dos títulos, das manchetes e das chamadas via internet. Daí, a relevância desses fragmentos éthicos que, reunidos, permitem apreender uma dada imagem do(a) fiador(a) do discurso. Comparando a definição de líder (na sua acepção mais comum) com as 53 aforizações sobre a Copa do Mundo atribuídas a Dilma Rousseff, assistimos à 52

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construção de uma espécie de anti-ethos de líder, na medida em que, com raras exceções, as falas da Presidente destacadas pelas mídias veiculavam opiniões superficiais, respostas evasivas a críticas graves e o recorrente apelo a estereótipos ligados ao Brasil – “país do futebol”, “povo alegre e acolhedor” –, silenciando temas (como segurança, infraestrutura, transporte) da maior relevância para um evento de proporções internacionais, que, como tal, poderia inclusive comprometer a imagem do Brasil como nação séria e confiável. Acreditamos que os exemplos trazidos para análise em 2.2. ilustram, de forma adequada, essa tendência geral do corpus. Aliás, o tom otimista e patriótico assumido pela Presidente, principalmente na repetição do mote Copa das Copas, parece não ter sido suficiente para resgatar, via ethos, sua condição de autoridade, pelo menos quando se consideram suas aforizações a partir do senso comum, da doxa, com suas representações socialmente predominantes. As aforizações, ao contrário, parecem indicar falta de autonomia e de capacidade de decisão, características muito distantes daquelas que se esperariam de um verdadeiro líder, (pre)ocupado com os destinos da nação, sobretudo quando se considera o grande número de crises (como as manifestações contra a Copa do Mundo) e escândalos (como o da Petrobrás) que vêm abalando o prestígio do governo nos últimos tempos e têm levado especialistas a afirmarem que falta liderança ao Brasil na atualidade (ver, por exemplo, a entrevista do cientista político Luiz Felipe d’Ávila, nas páginas amarelas da revista Veja (ed. 2359, ano 47, n. 6), de 06/02/2014). Ora, se não podemos afirmar, sem uma pesquisa mais ampla, que a condição feminina de Dilma sobredeterminou a imagem discursiva que dela se construiu no corpus examinado, há elementos que apontam nessa direção, como os estereótipos de incompetência, de falta de inteligência ou de autonomia ligados às aforizações que apresentamos em 2.2. Fica a questão em aberto para novas investigações. O que constatamos, entretanto, por razões que não nos cabe discutir aqui, já que fugiriam ao escopo deste artigo, é um apagamento, nos enunciados aforizados pela maquinaria midiática, de outros éthe possíveis de Dilma Rousseff, em favor de um ethos de superficialidade que, se, por um lado, sinalizou um discurso mais descontraído e menos afeito a polêmicas, por outro, conferiu à Presidente um caráter pouco apropriado para o momento tenso que o país atravessava nos momentos que antecederam a Copa, comprometendo, em larga medida, sua condição de líder. Notas 1 Uma primeira versão deste trabalho foi apresentada no V Colóquio da ALED, realizado na UFSCar (São Carlos, SP), no período de 29 a 31 de maio de 2014. Agradecemos aos professores Wander Emediato e Sírio Possenti as valiosas contribuições para esta versão final. 53

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2 Disponível em: http://michaelis.uol.com.br/moderno/portugues/definicao/ l%C3%ADder%20_991814.html. Acesso em: 10/04/2014. 3 Disponível em: http://www.merriam-webster.com/dictionary/leader. Acesso em: 10/04/2014. 4 Segundo Plantin (2004: 176), o termo doxa “designa a opinião, a reputação, o que dizemos das coisas e das pessoas”, correspondendo, pois, “ao sentido comum, isto é, a um conjunto de representações socialmente predominantes...” (grifo do original). 5 Lembramos que, no sistema político do Brasil, o(a) Presidente da República representa o Estado-Nação (é Chefe de Estado) e também governa (é Chefe de Governo). 6 Trata-se da pesquisa de pós-doutorado Aforização e sobreasseveração nas mídias brasileira e francesa: um estudo comparativo à luz da Análise do Discurso, que foi desenvolvida no Brasil (Unicamp) e na França (Université Paris IV – Sorbonne), entre agosto/2012 e julho/2013, com bolsa de Estágio Sênior da Capes. Na referida pesquisa, utilizamos apenas revistas impressas. 7 Informações disponíveis em: http://www.unicrio.org.br/onu-divulga-estatisticasabrangentes-sobre-as-mulheres/. Acesso em: 11/04/2014. 8 Embora J-M. Adam seja mais conhecido por seus trabalhos em Linguística Textual, o capítulo de sua autoria que utilizamos no presente artigo aborda a noção de ethos. 9 Amossy (2008: 231), por exemplo, afirma que considerar a argumentação como parte integrante do discurso implica que a AD “deve buscar os meios de estudá-la no quadro de uma análise global dos funcionamentos discursivos”. 10 O “caráter” corresponde ao “conjunto de traços psicológicos que o leitor-ouvinte atribui espontaneamente à figura do enunciador, em função de seu modo de dizer”. A “corporalidade”, por sua vez, remete a “uma representação do Corpo do enunciador” (cf. Maingueneau, 1993: 47). 11 Na impossibilidade de discorrer sobre todos esses éthe no espaço limitado de um artigo, remetemos o leitor interessado à referida obra de Charaudeau: Discurso político (2006b). 12 Lembramos que as aforizações que nos interessam aqui –as secundárias– são enunciados destacados de um texto. 13 Disponível em: http://www.estadao.com.br/noticias/esportes,em-davos-dilmaconvida-todos-para-ir-ao-brasil-na-copa-do-mundo,1122460,0.htm. Acesso em: 26/01/2014. 14 Disponível em: http://canaltech.com.br/noticia/twitter/Brasileiros-irao-sediarCopa-das-Copas-diz-Dilma-no-Twitter/#ixzz30ksz0rH9. Acesso em: 02/02/2014. 15 Disponível em: http://blogafonte.net.br/blog/arena-das-dunas-fiquei-encantadacom-a-beleza-deste-estadio-diz-dilma-Roussefff. Acesso em: 02/02/2014. 16 Disponível em: http://www.brasil.gov.br/esporte/2014/01/arena-das-dunas-e-taobonita-quanto-natal-diz-dilma. Acesso em 02/02/2014. 17 Disponível em: http://www.reportermt.com.br/principal. Acesso em: 28/02/2014. 18 Disponível em: http://www.diariodocentrodomundo.com.br/essencial/no-brasilmuitas-vezes-voce-e-criticado-por-ter-um-cachorro-e-outras-vezes-por-nao-ter-omesmo-cachorro-diz-dilma/. Acesso em: 23/04/2014. 19 Disponível em: http://www.otempo.com.br/capa/pol%C3%ADtica. Acesso em: 28/02/2014. A reportagem foi publicada em 25/02/2014. 54

Glaucia Muniz Proença Lara: Da aforização à construção do ethos: Dilma Rousseff e a Copa do Mundo...

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Glaucia Muniz Proença Lara possui Doutorado em Semiótica e Linguística Geral pela Universidade de São Paulo (USP). Realizou dois estágios pós-doutorais em análise do discurso, o mais recente em 2012-2013, com a supervisão de Sírio Possenti (Unicamp) e de Dominique Maingueneau (Universidade Paris IV – Sorbonne). Participou da diretoria da Associação Brasileira de Linguística (Abralin) e exerceu a função de subcoordenadora do Programa de Pós-Graduação em Estudos Linguísticos (PosLin) da Universidade Federal de Minas Gerais (Ufmg). Atualmente é professora da Faculdade de Letras/ Ufmg, atuando tanto na graduação quanto na pós-graduação na área de estudos textuais e discursivos. Entre suas publicações destacam-se os livros O que dizem da língua os que ensinam a língua: uma análise semiótica do discurso do professor de português; Ensaios de semiótica: aprendendo com o texto (com Ana Cristina Fricke Matte), e os volumes 1, 2 e 4 da coletânea Análises do discurso hoje, organizados juntamente com Ida Lucia Machado e Wander Emediato. Correo electrónico: [email protected]

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ARTÍCULO

Os discursos presentes nas estratégias de criação do “Novo Mineirão”: modernização e tradição no jogo que acontece fora das quatro linhas SARAH TEIXEIRA SOUTTO MAYOR SÍLVIO RICARDO DA SILVA Universidade Federal de Minas Gerais

Resumen: El objetivo de este trabajo es analizar los discursos presentes en las propuestas de la modernización del Nuevo Mineirão, uno de los estadios sede de la Copa Mundial FIFA 2014, ubicado en Belo Horizonte, Minas Gerais. Para ello, nos atenemos, en particular, a las relaciones entre las nociones de modernización y tradición, que se encuentran especialmente en los documentos: Estádios de Futebol: recomendações e requisitos técnicos (2011), Planejamento Estratégico Integrado (2010) y Mineirão entre os melhores do mundo (2012). Destacamos la conexión de lo tradicional con lo moderno como elemento crucial en los intentos de legitimar las transformaciones operadas en el estadio y, sobre todo, proporcionar un cierto estatus valorativo a los cambios, para producir un llamado a la memoria y la identidad colectiva lograda, paradójicamente, por preservación de la tradición a través de la modernización. Percibimos lo moderno, según apuntan los documentos, como lo contrario a la tradición que se rechaza, mientras que otras son seleccionadas para mantener el vínculo de identidad con el nuevo estadio. Palabras-clave: tradición, modernización, fútbol, discurso. Resumo: Objetivamos analisar os discursos presentes nas propostas de modernização do Novo Mineirão, um dos estádios-sede da Copa do Mundo FIFA 2014, localizado em Belo Horizonte, Minas Gerais. Para tanto, atemo-nos, em especial, às relações estabelecidas entre as noções de modernização e tradição, encontradas, especialmente, nos seguintes documentos: Estádios de Futebol: recomendações e requisitos técnicos (2011), Planejamento Estratégico Integrado (2010), e cartilha Mineirão entre os melhores do mundo (2012). Destacamos a junção do tradicional ao moderno como elemento crucial nas tentativas de legitimar as transformações operadas no estádio e, sobretudo, conferir certo status valorativo às mudanças, ao se produzir um apelo à memória e a uma identidade coletiva alcançada, paradoxalmente, pela preservação da tradição via modernização. Percebemos o moderno, termo recorrente nos documentos, como o contrário da tradição que não se deseja, enquanto outras são selecionadas para manter o elo identitário com o novo estádio. Palavras-chave: tradição, modernização, futebol, discurso. Abstract: We aimed to analyze the discourses present in the proposed modernization of the New Mineirão, one of the stadiums hosting the 2014 FIFA World Cup, located in Belo Horizonte, Minas Gerais. For this purpose we relied on the relations between the notions of modernization and tradition, especially found in the following documents: Estádios de Futebol: recomendações e requisitos técnicos (2011), Planejamento Estratégico Integrado (2010) and Mineirão entre os melhores do mundo (2012). We emphasize the Recibido: 07 de septiembre de 2014 • Aceptado: 22 de noviembre de 2014.

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connection between the traditional and the modern as a crucial element in the attempts to legitimize the transformations promoted in the stadium and, especially, to provide a certain evaluative status to the changes, through a call to the memory and collective identity, which is achieved, paradoxically, by the preservation of tradition through modernization. We found the modern as a recurring term in the documents, as opposed to the unwanted tradition, while other terms are selected to maintain the identity with the new stadium. Keywords: tradition, modernization, soccer, discourse.

Introdução No ano de 2007, o Brasil foi anunciado como país sede da Copa do Mundo de 2014 e, desde aquele momento, inúmeras medidas foram executadas para adequar as cidades que abrigariam os jogos aos padrões estipulados pela FIFA (Fédération Internationale de Football Association), entidade máxima do futebol mundial e detentora dos diretos de realização da Copa do Mundo. A cidade de Belo Horizonte, capital do estado de Minas Gerais, foi uma das escolhidas para sediar o evento. Para este fim, o estádio Governador Magalhães Pinto (conhecido como Mineirão) interrompeu suas atividades em 2010 com vistas à reforma de suas instalações. Simultaneamente às preocupações com o estádio, a capital mineira, assim como as outras cidades-sede brasileiras, viu-se interpelada por meses de extensas intervenções no intuito de receber a Copa nos padrões desejados. Embora reconheçamos a importância do futebol na constituição histórica e cultural de nosso país1, a escolha do Brasil como sede dos jogos mundiais e as consequentes medidas governamentais executadas para a efetivação do empreendimento coexistiram em uma atmosfera marcada pela controvérsia. Uma parcela significativa da população questionou os altos gastos públicos e as reais condições do país em sediar tamanho evento. Exemplo disso foram as grandes manifestações que marcaram a realização da Copa das Confederações2 em várias cidades, em 2013. Vale destacar também, a existência de grupos organizados que, declaradamente, manifestaram a sua contrariedade em relação à realização da Copa do Mundo3. No entanto, os projetos seguiram seu curso. O evento não ocorreu sem percalços, mas se pode pensar em certa vitória daqueles que o idealizaram, haja vista os empreendimentos realizados nas diversas cidades-sede, mesmo sob os manifestos citados. Neste caso, entendemos que a efetivação dessa proposta não se deu apenas pela magnitude dos investimentos públicos e privados. Em meio aos projetos, planejamentos e demais documentos criados, variados apelos que se prestaram a afirmar, defender e compensar a realização do evento, bem como, sensibilizar a população, tornaram-se importantes estratégias discursivas de convencimento. 58

Sarah Teixeira Soutto Mayor y Silvio Ricardo da Silva: Os discursos governamentais nas estratégias ...

No caso da cidade de Belo Horizonte, foi inevitável perceber o diálogo que a linearidade textual contida nas medidas técnicas necessárias à concretização das reformas travou com o apelo à subjetividade das ações, como a criação de um sentido pátrio comum e como a valorização, via modernização, de elementos caros à memória e à tradição. A representação histórica que possui o Mineirão, inaugurado em 1965 e envolto pelo conjunto arquitetônico da Pampulha4, ambos símbolos da cidade e dos mineiros, ganhou destaque na formulação dos projetos “modernos” do governo e da iniciativa privada. Assim, nesta atmosfera de ambiguidades, interessa-nos, especificamente, analisar os discursos presentes nas propostas de modernização do Novo Mineirão (assim intitulado após as reformas), atentando-se, justamente, às relações estabelecidas com a ideia de tradição.

1. Marco metodológico e teórico O corpus foi constituído por quatro conjuntos documentais: 1) a publicação da FIFA intitulada Estádios de Futebol: recomendações e requisitos técnicos (2011); 2) o Planejamento Estratégico Integrado (PEI 2010), criado pelo Governo do Estado de Minas Gerais e pela Prefeitura Municipal de Belo Horizonte; 3) a cartilha Mineirão entre os melhores do mundo (2012), publicada pela Minas Arena (empresa gestora do novo estádio) e pelo Governo do Estado de Minas Gerais; 4) e textos presentes no site da Minas Arena e no site da Secopa (Secretaria Extraordinária da Copa do Mundo). Esta escolha foi balizada pela importância de tais instituições (Estado de Minas Gerais, Prefeitura de Belo Horizonte, empresa Minas Arena e Secopa) na ação política que culminou e viabilizou a realização da Copa do Mundo em Belo Horizonte. Dessa forma, o corpus foi construído considerando as condições de produção dos mesmos e o fato de tratarem de objetos semelhantes. Embora os textos não necessariamente tenham sido escritos por sujeitos que fazem parte da esfera política, seus objetivos se aliaram aos órgãos governamentais e ao propósito de validar, no plano político, as propostas sinalizadas. Um ponto de congruência nas produções textuais e que balizou a seleção e o agrupamento das mesmas para análise foi a presença do campo semântico tradição/modernização como uma constante. Tradição e modernização, embora pareçam noções antagônicas, podem ser pensadas como complementares, mediante relações de interesses que extrapolam um entendimento simplista desses termos. Partindo das reflexões de Hall (2006) e Canclini (2008) entendemos que a tradição é fundamentada muito mais por um conjunto de construções simbólicas e discursivas historicamente situadas do que por uma mensuração quantitativa temporal. Nessa perspectiva, os elementos que a compõem podem ser reorganizados para se articular a diferentes práticas e ações (Hall 2006), no esforço de simular uma substância fundadora e um referencial histórico (Canclini 2008), que 59

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se dirige, especialmente, à um processo de formação e reconhecimento de identidades. De igual forma, o que compreendemos como modernização prescinde de um referencial analítico, pois o termo comporta diferentes interpretações. Para Carvalho (2012), as palavras modernização e modernidade, não raro, têm sido traduzidas como sinônimas, aliando-se, comumente, a características como novidade, superação e progresso. Neste sentido, a possibilidade interpretativa dessas noções está diretamente relacionada a uma situação histórica e cultural específica, circunscrita por relações contextuais, como ressalta o autor. Ao reconhecermos um processo de tornar o estádio mais “moderno”, com o foco em uma racionalidade instrumental e em um critério central de desenvolvimento econômico, optamos pelo uso da noção de modernização e, nesse caso, vale ressaltar que o termo abarcou a própria noção de modernidade, descrita nos documentos com a mesma ideia. No entanto, entendemos que, assim como tradição, modernização não é um mero adjetivo e nem se funda em definições apriorísticas, ou seja, as ideias e simbologias que emergem desse termo requerem uma conjuntura de produção e de circulação. Sendo assim, inferimos que tradição e modernização participam da cena política em um jogo dual. Para Le Goff (2003: 177) a recorrência ao moderno compreende um eterno retorno ao passado, que se vale do “prestígio da antiguidade e das origens”. A moda retro é um dos exemplos citados pelo autor para expressar essa mescla. Ao encontro dessas considerações, Baudrillard (2007) menciona a existência de um tipo de consumo que se sustenta pela busca dos simbolismos daquilo que já deixou de existir. E nesse caso, a própria ideia de tradição se reatualiza no desejo de imprimir ao novo a veracidade e a autoridade do passado. Partindo do entendimento proposto pelos autores supracitados, as noções centrais aqui analisadas (tradição e modernização) foram compreendidas, em seus diversos usos nos documentos estudados, como produções discursivas, que desempenharam importante papel na legitimação de ações relacionadas a uma imagem valorativa de passado e a uma ideia (igualmente intangível) da novidade como essencialmente benéfica, necessária e salvadora. Dentre os vários recursos e estratégias percebidos, tradição e modernização ocuparam um papel central na tentativa de assegurar a legitimidade da representação política envolvida na reforma do estádio Mineirão. Por esta razão, aliamos as incursões teóricas propostas por Hall (2006) e Canclini (2008) no que tange à percepção da tradição como uma construção intencionada e interessada, à compreensão da noção de modernização como necessariamente contextual, sinalizada por Carvalho (2012), e às ponderações de Le Goff (2003) e Baudrillard (2007), que propõem a coexistência dúbia de ambas as noções. Tais proposições se fundam em uma compreensão relacional de tradição e de modernização e na ideia de que o seu uso é marcado por ações determinadas. No caso específico desse estudo, tais ações visaram legitimar a 60

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realização do evento, convencer o leitor de sua necessidade e regular o processo de interação entre o mesmo e a instância política, minimizando possíveis conflitos. Esse reconhecimento nos conduziu para uma análise pautada pela teoria da semiolinguística do discurso (Charaudeau 2005). Nesse intento, procuramos desvendar e problematizar os princípios presentes no processo de transação, que compõe juntamente com o processo de transformação, o duplo processo de semiotização do mundo, nos dizeres de Charaudeau (2005). São eles: o princípio de alteridade, o princípio de pertinência, o princípio de influência e o princípio de regulação. Para o autor, tais princípios são fundantes do ato de linguagem “que o inscrevem em quadro de ação, em uma praxiologia do agir sobre o outro” (Charaudeau 2006: 16). Intencionamos, deste modo, analisar os textos selecionados considerando a presença de tais princípios na ação política que compreende o propósito de escrita do conjunto documental analisado, ou seja, de um agir sobre o outro pautado por uma necessidade premente de convencer o leitor (cidadão mineiro e belo-horizontino) da realização das inúmeras intervenções em prol da Copa do Mundo, um evento que se sustentou, no decorrer dos anos precedentes à sua realização, de forma bastante frágil. Nessa apreciação, aliaram-se outras importantes considerações de Charaudeau (2006) na análise do discurso político: as relações de força existentes entre os sujeitos que produzem os documentos e o sujeitos-alvo (os leitores), balizadas pela possibilidade de existência de alguma gratificação; e a utilização de argumentos que se voltam à razão e à paixão, no intento de a instância política convencer a instância cidadã à adesão de suas ações. Em nossas análises, a gratificação se traduziu na veiculação dos inúmeros benefícios sociais advindos das obras, atrelada também à ideia de progresso materializada na (re) construção do estádio. O apelo à razão também se aliou ao desejo do novo e pôde ser representada pela noção de modernização. Já a emoção foi evidenciada no apelo saudosista à memória que a tradição evoca. Essa dupla mobilização se fundamenta em um discurso que, como observa Charaudeau (2006: 215), valida a tradição como algo puro e a modernidade como um conjunto de representações comparativas que visualiza no momento presente “um estado de saber superior” em relação ao passado. Nas palavras do referido autor (Charaudeau 2006: 210), tradição e modernidade são dois grandes tipos de imaginários sociodiscursivos, “mais recorrentes e mais propícios a alimentar a dramaturgia política”. Nesse cenário, procuramos observar a relação forma-sentido nos textos analisados, a partir da posição semiolinguística de Charaudeau (2005), considerando a responsabilidade de sujeitos intencionais (os produtores dos documentos: Governo do Estado de Minas Gerais, Prefeitura de Belo Horizonte, empresa Minas Arena e Secopa), o seu projeto de influência social (por meio da problematização dos referidos princípios, aliados às estratégias de uso da razão/paixão e da promessa de gratificação), inscritos num quadro específico de ação (Charaudeau 2005). 61

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Assim, no desvelamento do objetivo proposto, procuramos nos ater à inserção desses documentos no contexto aqui apresentado, marcado, dentre outras necessidades, por um imperativo legitimador que primou pela capacidade de congregar ideias ou amenizar divergências em prol da realização de um evento com tamanha magnitude econômica em um país com tamanha contradição social. Tradição e modernização foram apenas alguns dos recursos utilizados nesse jogo que aconteceu fora das quatro linhas, mas que desvelou estratégias argumentativas importantes para o entendimento do que se encontra subentendido na realização de um megaevento esportivo como a Copa do Mundo.

2. O pontapé inicial da FIFA: “Pelo jogo, pelo mundo” 5? Em um primeiro movimento de análise importa a constatação de que as argumentações utilizadas nos documentos referentes à cidade de Belo Horizonte e ao estado de Minas Gerais eram correspondentes às orientações da FIFA. O documento Estádios de futebol: recomendações e requisitos técnicos (FIFA 2011) é um texto direcionador de ações-modelo para a realização de um megaevento como a Copa e, nele, percebemos um discurso comum que também se manifestou nas outras produções textuais aqui analisadas. O principal ponto enfatizado é o possível legado que a realização da Copa deixaria aos locais-sede. Há o apelo a uma dita benfeitoria em todos os documentos. De acordo com Joseph Blatter, presidente da instituição, “os estádios são um legado visível de eventos como a Copa do Mundo FIFA e, combinados com um conjunto de eventos de longo prazo e uma infraestrutura flexível, podem ajudar a adicionar um valor agregado social significativo” (Blatter 2011: 7). Ainda segundo Blatter, as transformações operadas trariam vantagens para todos os grupos alvo, em razão da criação de uma multifuncionalidade para a realização de vários espetáculos, ultrapassando a função dos estádios como “meros locais de realização de partidas de futebol” (Blatter 2011: 7). Para o secretário geral da entidade, Jérôme Valcke, tal legado se traduziria em “oportunidade única para um país redefinir e comercializar a sua imagem para uma audiência global” (Valcke 2011: 9). Outros apelos observados se referiam à possibilidade de “retorno das famílias ao estádio”, em função da melhoria do serviço de transporte e de segurança (Blatter 2011: 7); e ao sentimento pátrio. Valcke afirma que (2011: 9) “sediar a Copa do Mundo traz um orgulho e honra imensuráveis para o país anfitrião”. As falas, que pareciam conter um objetivo comum – a necessidade de justificar a construção e reforma de estádios como promotores de vantagens econômicas e sociais – pressupunham estratégias argumentativas de supervalorização de grandes eventos como se, por si só, fossem capazes de promover as benfeitorias anunciadas. Para um país de proporções continentais como o Brasil parece simplista considerar que a Copa poderia “adicionar um valor agregado social significativo”, ou que a sua realização traria “vantagens para todos os 62

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grupos alvo” (Blatter 2011: 7). De forma semelhante, é possível questionar um modelo de família universal que se faz presente no texto. Na escrita produzida por Jérôme Valcke, a vantagem também se traduziria na comercialização da imagem do país-sede, prerrogativa que se repete com frequência nos outros documentos que analisamos e que se relaciona, intimamente, com os usos das noções de tradição e modernização, na medida em que a preservação e a construção de obras dedicadas ao passado (ou a simples referência a ele) podem servir não apenas a um propósito compensatório, mas à possibilidade de agregar valor comercial ao novo por meio dos simbolismos de uma memória interessada. Neste caso, há uma referência à tradição, materializada, por exemplo, na construção e reforma de museus para o futebol que se alia a frases superficiais como as que descrevem os legados da Copa (como se estes fossem possíveis de serem alcançados da mesma forma em todos os lugares-sede). Os dizeres “pelo jogo, pelo mundo”, anunciados em destaque nas produções com a marca FIFA, parecem resumir essa superficialidade ao mesmo tempo em que supervalorizam o jogo de futebol como prática capaz de impactar o mundo positivamente.

3. Tradição e modernização nos documentos analisados: As produções discursivas na legitimação do “Novo Mineirão” O Planejamento Estratégico Integrado (PEI), produzido em conjunto pela Prefeitura Municipal de Belo Horizonte e pelo Governo do Estado de Minas Gerais, é um documento norteador das obras que seriam executadas na cidade. Logo de início, apresenta como objetivo primordial “consolidar o planejamento de todos os aspectos concernentes à realização do evento, que visa, em última instância, ao desenvolvimento social, econômico e cívico do país” (PEI 2010: 10). Na escrita dos gestores que produziram o documento é clara a associação da realização da Copa com os legados a serem deixados para a cidade-sede, numa atitude que parece utilizar as benfeitorias como justificativa e como forma de defesa a possíveis críticas. Deste modo, a menção à Copa é sempre acompanhada de uma quantidade significativa de vantagens para a cidade. De acordo com o texto introdutório do documento: “o Brasil receberá consideráveis investimentos para infraestrutura e serviços, relativos a estádios, mobilidade urbana, aeroportos, turismo, segurança, saúde, entre outros” (PEI 2010: 10). A forma como o enunciado se encerra, utilizando o “entre outros”, remete à superficialidade percebida no documento da FIFA, já que os serviços citados parecem prestar-se mais a um senso comum desenvolvido para justificar a produção de megaeventos do que a ações que, de fato, serão concretizadas. Legado enquanto palavra que se justifica por si só também foi utilizada na escrita do governador do Estado de Minas Gerais, Antônio Anastasia, e do prefeito de Belo Horizonte, Márcio Lacerda. Para o primeiro, a Copa é uma 63

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oportunidade de “construção de um legado para a sociedade mineira”, por meio da “ampliação dos efeitos no crescimento econômico, no desenvolvimento social e ambiental e a consolidação do espírito cívico em nosso estado” (Anastasia 2010: 2). O governador encerra a sua fala afirmando que “estamos diante da real perspectiva de consolidar Minas Gerais como praça do mundo, território protagonista no cenário global, ao exercer um papel de destaque na Copa de 2014” (Anastasia 2010: 2). Também para o prefeito, as obras e intervenções devem ser um “legado real de benfeitorias para os belo-horizontinos e os mineiros” (Lacerda 2010: 3). A Copa seria, para ele, “uma chance única de transformarmos qualitativamente a vida da nossa cidade e da nossa população” (Lacerda 2010: 3). Encerra sua fala da seguinte forma: “Belo Horizonte merece” (Lacerda 2010: 3). Esta assertiva colabora, sobremaneira, para o entendimento da Copa como algo grandioso, benéfico em si e, na menção ao merecimento dos belo-horizontinos, apela para a valorização da população, que parece ser presenteada com a realização do evento. Dessa forma, inverte-se o jogo: o dispêndio da Copa, motivo de tantos protestos, torna-se um presente à cidade. No entanto, em meio ao concreto que dava vida aos novos contornos do estádio, pouco se percebia de sólido no que se refere às vantagens anunciadas para a população. Modernizar o Mineirão aparecia com frequência no documento, bem como ações voltadas para que o seu entorno recebesse a estrutura adequada. Havia uma nítida preocupação com a imagem de Belo Horizonte e com o atendimento ao turista, mas diante do recorrente apelo às benfeitorias realizadas para a população, faltavam conexões mais palpáveis em se tratando do que, efetivamente, tornar-se-ia benefício para as várias regiões da cidade. Os discursos dos dois gestores se relacionavam com o propósito de conferir visibilidade à Copa enquanto evento de “elevada magnitude” (Anastasia 2010: 2) e de associá-la à suposta predisposição do brasileiro em vangloriar o futebol, como se o país fosse formado apenas por uma massa homogênea de aficionados pelo esporte. Ainda nas palavras do governador do Estado, [...] a possibilidade de sediar os jogos de uma Copa do Mundo sempre foi um sonho acalentado por milhões de brasileiros. Seja como forma de prestar um tributo a essa terra generosa em produzir jogadores com nível de excelência, seja pelo inadiável desejo de ver bem de perto esse espetáculo que atrai olhares de todas as partes do mundo (Anastasia 2010: 2).

Partia-se, assim, da representação de um leitor que sonha com a realização da Copa no país. A utilização do termo “milhões de brasileiros” produz certo consenso que se dirige ao público receptor do material, ao homogeneizar e reduzir os brasileiros a um grupo descrito por uma quantificação imensurável que intimida pela abrangência. Vale destacar, ainda, uma ideia utilizada durante todo o texto documental que se resume em uma frase, repetida em três páginas do PEI: “Minas Gerais e 64

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Belo Horizonte integrados na Gestão da copa de 2014 como alavanca para o desenvolvimento econômico, social e cívico” (PEI 2010: 11, 15, 62). Destacada em caixa alta, com fonte maior que o restante do texto, em aspas e inscrita dentro de um retângulo de cor diferente, a sua repetição permite inferir uma necessidade de convencer o leitor da importância da proposta. Na utilização da palavra “alavanca” fica perceptível o caráter utilitarista e compensatório conferido à Copa, bem como, o abstrato apelo a um sentimento pátrio por meio do “desenvolvimento do civismo”. Este parece se resumir no dever de aceitação dos cidadãos à representação do Brasil como sede da Copa do Mundo. Em torno dessa ambiência é que se desenvolveram relações entre a necessidade de se modernizar o estádio e o reconhecimento do valor que possui a preservação de certas características antigas, ou mesmo, o fomento a ações voltadas à memória para que se mantenha (ou se construa) o elo identitário que se deseja com a população. O Novo Mineirão foi entregue em 21 de dezembro de 2012, após quase três anos fechado, conforme consta no site da Secopa (www.copa2014.gov. br). No site da Minas Arena (www.minasarena.com.br), empresa responsável pela execução das obras de reforma do estádio, em parceria firmada com o Governo do Estado de Minas Gerais, é possível perceber a funcionalidade comercial atribuída à tradição e a menção à mesma como justificativa para a realização das obras. No texto produzido pelos gestores da empresa, lê-se: “O Mineirão é uma arena multiuso com elevados padrões de qualidade. Toda sua tradição esportiva e cultural ganha com o que há de mais moderno em termos de conforto e tecnologia”. A escrita instaura, assim, uma ideia de benefício para a memória esportiva da cidade via os novos investimentos. Em outra passagem há a afirmação de que o Mineirão “é um dos mais tradicionais estádios do Brasil”, uma referência que parece conferir à tradição um valor de status e distinção. Este destaque também está presente em outros enunciados que buscam enfatizar o estádio enquanto “patrimônio histórico, arquitetônico e afetivo de todos os mineiros”. Em meio às referências à tradição, foi possível verificar afirmações que visavam enaltecer os novos padrões modernos alcançados: “Após sua reforma, o Mineirão se tornou a mais moderna arena multiuso de Minas Gerais, com público crescente e esplanada exclusiva, sendo capaz de aliar entretenimento, serviços, cultura e lazer [...]” (www.minasarena.com.br). Percebe-se que, ao mesmo tempo em que o estádio era considerado “um dos mais tradicionais do país”, era também “a mais moderna arena de Minas Gerais”. Tradicional e moderno tornaram-se, assim, dois indissociáveis valores dos novos empreendimentos. Essa ambiguidade também pôde ser percebida no material impresso de divulgação da empresa Minas Arena em parceria com o Governo do Estado de Minas Gerais, do ano de 2012. A cartilha “Mineirão entre os melhores do mundo” é composta por depoimentos de políticos mineiros, funcionários do governo e gestores privados; informações gerais sobre as reformas realizadas; 65

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e aspectos da história do estádio. Vale destacar a comparação internacional que o título estabelece, chamando a atenção do leitor, logo de início, para a magnitude do estádio. O primeiro texto é escrito pelo governador de Minas Gerais, Antônio Anastasia, e também se inicia com recurso semelhante, uma interjeição capaz de exprimir sensação positiva de admiração: “Viva o novo Mineirão”! Em seu conteúdo há destaque à dualidade composta pelos termos moderno e tradicional. No primeiro parágrafo o governador enfatiza que, após as transformações realizadas, “passamos a contar com um dos estádios mais modernos do mundo” (Anastasia 2012: 3). Já no parágrafo seguinte, há a menção às exigências da FIFA e à necessidade de preservação de algumas das características do antigo estádio. Na verdade, o Gigante da Pampulha – como carinhosamente o chamamos – foi praticamente reconstruído de acordo com as exigências da FIFA. Mas foi preservado o grande anel externo, tombado pelo patrimônio histórico por tão bem se integrar a Pampulha [...] arquitetada pela genial e já saudosa memória de Oscar Niemayer (Anastasia 2012: 3).

Nas palavras de Anastasia observa-se o tom enaltecedor na referência ao acervo arquitetônico da Pampulha e na menção a Oscar Niemayer, um dos nomes mais consagrados da arquitetura brasileira. Tal referência parece cumprir uma importante função de respeito a um passado que se torna necessário valorizar e preservar para que a novidade cause menos impacto. No terceiro parágrafo do texto, o governador relata em tom afirmativo: “trata-se, certamente, do mais bonito e funcional estádio do Brasil”. Após enaltecer algumas de suas características (arena multiuso com mais de 60 mil lugares e esplanada externa com 80 mil metros quadrados equipada para receber espetáculos culturais e eventos de lazer), diz no parágrafo seguinte que o “Novo Mineirão combina modernidade e tradição, onde as famílias terão acesso também a lojas, restaurantes, museu e, ainda, ao clássico feijão tropeiro, marca registrada dos dias de futebol em Belo Horizonte” (Anastasia 2012: 3). No site da Secopa é também mencionado o “tradicional tropeiro” como “item obrigatório no cardápio” (www.copa2014.gov.br). Nos trechos destacados vê-se o que se entende como modernidade e o que se pressupõe como tradição. Em meio às novidades, as famílias (mais uma vez descritas enquanto instância abstrata e idealizada) continuariam tendo acesso aos produtos que se tornaram símbolos do estádio, como o feijão tropeiro. No entanto, cabe destacar que as novas medidas estruturadoras da FIFA implicaram na retirada dos antigos barraqueiros do Mineirão6 e das antigas lanchonetes. Neste caso, fabricado nos estabelecimentos em conformidade com os novos padrões, o “tradicional” tropeiro tornou-se mais um novo produto da modernização. Também, nesta perspectiva, dentre as especialidades do novo mercado tem-se o museu, junto às lojas e restaurantes. Um monumento de referência 66

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ao passado, à tradição e à memória como produto do que se entende como moderno. No site da empresa Minas Arena, o Museu Brasileiro do Futebol aparece como um dos novos serviços criados. A exposição que marcou a sua abertura, em 2012, foi anunciada com a finalidade de apresentar aspectos do universo desse esporte, numa perspectiva histórica e cultural, com um olhar sobre as relações sociais instituídas em torno de sua prática [...]. Lembrar a história do estádio e dos muitos agentes que nele deixaram marcada sua presença e, ainda, reiterar sua importância como bem cultural da cidade são outros objetivos dessa primeira ação expositiva do Museu Brasileiro do Futebol [...]. Emoção e memória são, desde já, elementos indissociáveis de suas ações (www.minasarenas.com.br).

Entretanto, esta lembrança não é gratuita. No material de divulgação do museu há uma tabela de preços para sua visitação. O fomento à memória está ligado, de alguma forma, ao interesse mercadológico presente em outras ações descritas como modernizadoras. Esta perspectiva é percebida, explicitamente, na cartilha “Mineirão entre os melhores do mundo” (2012), pois dentre as vantagens anunciadas está o tratamento diferenciado ao torcedor-cliente. Para Barra (2012: 9), diretor-presidente da Minas Arena, uma das missões da empresa seria “operar o complexo atendendo as expectativas dos nossos clientes, dentro dos mais exigentes padrões de qualidade”. Em outra parte da cartilha lê-se: nesse cenário, o grande vencedor será o torcedor, que passará a ser visto como um cliente. Esse novo torcedor-cliente vai frequentar um estádio mais confortável, seguro, acessível e sustentável. E, além de partidas de futebol, poderá assistir também a grandes eventos artísticos e culturais, já que o Mineirão foi transformado em uma moderna arena multiuso (Minas Arena 2012: 39).

Ao longo do referido material, o adjetivo moderno foi vinculado a um padrão internacional, sobretudo europeu, e baseou-se na divulgação de produtos e serviços que não faziam parte da estrutura dos antigos estádios brasileiros. Para além da reforma de características já presentes, relacionadas aos portões, ao acesso (catracas), ao estacionamento, às arquibancadas e ao campo, foram anunciados enormes telões de LED, lounges e lojas. No site da Secopa há o anúncio de restaurante panorâmico em um espaço de 1.160 m², com capacidade para 370 pessoas, além de uma área comercial de mais de 7,5 mil m² com até 47 lojas, 58 bares e lanchonetes espalhados por todos os setores (www.copa2014.gov.br). Em outro trecho da cartilha “Mineirão entre os melhores do mundo” afirma-se que o Governo de Minas: optou por um modelo de negócio que privilegia a modernização da infraestrutura, valoriza o complexo arquitetônico da Pampulha e busca o mais alto padrão internacional de operação do estádio, com conforto e segurança. Um modelo que 67

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também inova na visão comercial, ao perceber o torcedor como cliente (Minas Arena 2012: 38).

Nas palavras do senador mineiro e ex-governador do estado, Aécio Neves, também publicadas na cartilha em questão, a nova conformação do Mineirão será capaz de agregar “vantagens competitivas importantes à capital dos mineiros e à sua mais nítida vocação de vibrante polo cultural nacional e poderoso destino do turismo de negócios, acoplados a uma competente rede de novos serviços” (Neves 2012: 5). Como nos textos anteriores, também enfatizou a tradição em meio às ações modernizadoras, em um discurso já comum na fala dos gestores públicos: “o estádio tradicional –que tanto mobiliza o nosso afeto coletivo–, preservado em suas tradições, ampliou os seus horizontes e se transmudou em um moderno e promissor complexo de lazer e cultura” (Neves 2012: 5). No texto escrito por Tiago Lacerda, Secretário de Estado Extraordinário da Copa do Mundo, percebem-se apelos também já comuns: “a esplanada no entorno do Mineirão será uma área de convivência, um local de lazer para os mineiros” (Lacerda 2012: 7). Da mesma forma, outras benfeitorias se repetem. O secretário chega a dizer, contradizendo todas as aspirações empreendedoras direcionadas à criação dos novos produtos e serviços evidenciados no material publicitário, que o maior [destaque nosso] objetivo da reforma seria “permitir que as famílias mineiras frequentem o campo com conforto e segurança” (Lacerda 2012: 7). Em seguida, parece não sustentar o argumento quando afirma que a Copa será muito importante para a promoção de Minas Gerais, o que remete à função utilitarista do evento preconizada em todo o documento. Há, ainda, prerrogativas que são comuns em outros textos pesquisados: a ideia de uma paixão naturalizada pelo futebol, que justificaria qualquer empreendimento em relação a ele; e o apelo à identidade mineira com recursos de linguagem que fomentam um sentimento de orgulho e certa ideia de pertencimento e de aproximação do leitor às ações realizadas. Tiago Lacerda afirma que, embora a duração da Copa seja de apenas trinta dias, “[...] o amor dos mineiros pelo futebol é eterno, e o que se espera é que todos tenham ainda mais motivos para ir ao Mineirão” (Lacerda 2012: 7). Já em relação ao apelo identitário, o título do seu texto, “Um presente aos mineiros”, parece conter um caráter de supervalorização da população e de acomodação argumentativa semelhante ao que propôs o prefeito Márcio Lacerda, no PEI (2010: 3), quando fez a seguinte afirmação: “Belo Horizonte merece”. Situação parecida também se faz presente no texto produzido por Barra (2012: 9). Para ele, “estamos prontos para receber a todos com a eficiência requerida sem deixar o hospitaleiro jeitinho mineiro de lado”. No parágrafo seguinte, completa: “sejam todos bem-vindos, uai... Aqui só haverá lugar para a alegria”, utilizando-se de um dos recursos de linguagem – uai – mais característicos da população de Minas Gerais (Barra 2012: 9). O uai, neste caso, 68

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denota uma especificidade que participa efetivamente da autolegitimação do enunciador, por expressar um código linguageiro que é próprio do universo de sentido que o discurso instaura (Maingueneau 1998). Observa-se, assim, a construção de um consenso do que seria o jeito mineiro – hospitaleiro, amável, receptível –, o que colabora para amenizar as diferenças e até possíveis ações contrárias ao que se espera do mineiro. No site da empresa Minas Arena essa relação é ainda mais eloquente: A soma de todos esses esforços fez do Estado de Minas Gerais, da cidade de Belo Horizonte e do Estádio Mineirão exemplos para a Copa do Mundo FIFA 2014 e outros grandes eventos, levando consigo o talento profissional mineiro de criar, construir e oferecer qualidade de vida a seus cidadãos (www.minasarena.com.br).

Outra importante estratégia que podemos destacar é a utilização costumeira das palavras “nossos/nossas” – pronomes que podem comportar a ideia de inclusão e de sentido coletivo como recurso que visa aproximar o leitor e torná-lo parte das ações realizadas. “Nosso estado”, “nossa cidade” e “nossa população” foram comumente empregados pelos gestores públicos e privados. Vale destacar uma parte do texto escrito pelo senador Aécio Neves que, ao enaltecer a tradição do estádio Mineirão, afirma que este mobiliza “nosso afeto coletivo” (Neves 2012: 5). Outras formas textuais com características semelhantes foram também percebidas na já referida cartilha (Minas Arena 2012), tais como: “O Mineirão também é seu” e “o Novo Mineirão como sua verdadeira casa”; ou no site da Minas Arena: “você, que faz parte desta Esfera Coletiva, seja bem-vindo ao Museu Brasileiro do Futebol”. Estes enunciados parecem fortalecer a ideia de legado e de uma coletividade consensual, situação também reforçada na utilização da palavra “templo”. Em um dos trechos da cartilha (Minas Arena 2012), lê-se: “ao entregarem o templo do futebol mineiro de volta para os torcedores, completamente reformulado, a Minas Arena e o Governo de Minas convocam a todos para conhecê-lo [...]”. O componente sagrado implícito no termo contribui para a ambiência de veneração e de intocabilidade que se gesta em torno do novo estádio, um universo simbólico de pertencimento a algo inquestionavelmente grandioso.

4. Muito além das quatro linhas Em meio às contradições citadas, o Mineirão emergiu, repetidamente, como um dos “melhores do mundo”, capaz de inaugurar uma “nova era” ou um “tempo de modernidade”, como se lê na cartilha “Mineirão entre os melhores do mundo” (2012: 7, 11). No jogo simbólico que acontece fora das quatro linhas, a modernização assume um valor positivo, que evoca desenvolvimento e prosperidade. Interessante destacar o anúncio de inauguração de uma nova era ou de um novo tempo com as reformas para a Copa do Mundo de 2014, 69

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já que a própria construção do Mineirão há quase cinquenta anos, deu-se sob o anúncio de uma modernidade desejada para Belo Horizonte. Em 1965, durante a cerimônia de inauguração, havia uma grande faixa estampada com os dizeres: “o mais moderno estádio do mundo” 7. Agora, inaugura-se novamente a tão sonhada e intangível modernidade: uma produção discursiva atemporal, reinventada para produzir uma distinção valorativa. Moderno, modernidade e modernização anunciam, assim, muito mais do que um tempo histórico, até mesmo porque estas são categorias relativas, difíceis de alinhar a um período e lugar pré-estabelecidos. Sobretudo, pode-se pensar que estas referências expressam um predicado, uma característica e, portanto, conferem um valor que denota certo avanço em relação a algo julgado como ultrapassado. Como observa Carvalho (2012), os termos moderno, modernidade e modernização não podem ser confinados em um conceito previamente determinado, pois requerem um contexto ou circunstancialização histórica para que sua definição se torne operatória. No momento atual, chama a atenção a frequente associação dos caracteres anunciados como modernos a símbolos relacionados à tradição do estádio e ao passado da cidade. Como importante exemplo, destacamos a construção e o incremento de instituições voltadas à memória, como os museus. Parece-nos fundamental a compreensão de que não é apenas um simples fator mercadológico que rege a edificação de tais instituições, embora esteja claro que constituem parte do novo complexo de produtos e serviços. Também a menção ao patrimônio histórico, presente nos trechos que destacam parte da estrutura do Mineirão e do complexo da Pampulha, não atende apenas às exigências formais de tombamento. Se assim fosse, bastaria uma breve menção explicativa sobre os limites da obra. Parece-nos evidente que a preocupação em destacar o passado tem implicações em ações do presente, pois para a própria legitimação do novo torna-se necessário o aval do passado e o respeito às lembranças que ele evoca. A recorrência à tradição observada nos documentos analisados pode servir como um dos grandes elementos afirmadores do que se apresenta como moderno, ao emprestar legitimidade histórica às transformações. Assim, a tomada de medidas que visa tornar o estádio mais afeito aos preceitos dos espetáculos da atualidade não descarta totalmente o vínculo com uma memória do espaço possível de se preservar. Uma memória interessada para a consolidação e (por que não?) para a criação de novos sentimentos de pertencimento ao novo Mineirão. Neste sentido, chama a atenção o caráter simbólico da tradição e, com isso, a inexistência de uma demarcação temporal que a defina. Desta forma, seus elementos podem ser reorganizados para se articular a diferentes práticas e posições e adquirir um novo significado e relevância (Hall 2006). Na relação com as iniciativas mercadológicas que preconizam a novidade, a referência à tradição pode ser um esforço para simular que há uma origem, uma substância

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fundadora, um referente histórico e um recurso simbólico contemporâneo, que possa estabelecer, assim, uma conexão com o passado (Canclini 2008). No caso dos documentos analisados, percebemos a veiculação da tradição como algo essencialmente positivo, assim como as noções de modernidade, moderno e modernização. Mas não qualquer ideia de tradição, vale ressaltar. Nesse processo, há um esforço em se romper com um passado que remete a tradições indesejadas, ou seja, aquelas que se mostram como um entrave à rentabilidade do espetáculo (O tropeiro, por exemplo, é considerado uma tradição, mas foi reinventado com novas exigências de higiene para atender a um novo público. No entanto, o rótulo “tradicional” permanece para um produto recentemente criado). Em um contexto de grandes mudanças que, inevitavelmente, impactam a vida de um grande contingente populacional, a noção de tradição parece cumprir duas funções essenciais nas produções textuais: 1) Amenizar, justificar e legitimar as transformações advindas do processo de modernização, já que este foi descrito como capaz de contribuir para a própria preservação da tradição e para a criação ou incremento de ações voltadas à memória. 2) Conferir valor às ditas modernizações, já que a tradição e a ideia de sua manutenção reatualizada passam a ser divulgadas como um novo produto no mercado do entretenimento esportivo; ou seja, incorpora-se valor e status àquilo que se mantém intocado (pelo menos na ideia da divulgação) frente às novas intervenções. Há, assim, um tipo de consumo cultural que se define como “tempo e lugar de ressurreição caricatural e de evocação pândega do que já não existe”, ou seja, há o consumo, sob forma ritual, dos “prestígios defuntos” de um acontecimento histórico, reatualizado na contemporaneidade como uma espécie de lenda (Baudrillard 2007: 103). Em meio à necessidade de construir uma “nova era”, como relatado em um dos textos, a utilização da palavra tradição parece manter o respeito (interessado) às referências históricas e o “prestígio das origens”, como pondera Le Goff (2003: 177). Para o autor, nessa relação há um paradoxo ou uma ambiguidade: “o ‘moderno’, à beira do abismo do presente, volta-se para o passado. Se, por um lado, recusa o antigo, tende a refugiar-se na história. [...]”. O que se diz e se quer totalmente novo se deixa obcecar pelo passado, pela memória e pela história e, assim como moderno pode comportar o sentido de recente, o antigo pode ter o sentido de longínquo, ora sublimado, ora depreciado (Le Goff 2003). Ao descortinarmos esses discursos, reportamo-nos, necessariamente, ao caráter político presente em cada produção textual, sobretudo, se pensarmos

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nas relações que os discursos estabelecem com as políticas públicas. Com a nova conformação advinda da parceria público-privada, novas características entram em cena, e isso não diz respeito apenas ao jogo em si e às pessoas que se identificam com o esporte, mas à vida de um contingente populacional que habita a cidade. Nesta perspectiva, consideramos pertinente problematizar nos textos analisados os princípios de alteridade, pertinência, influência e regulação (Charaudeau 2005). O primeiro, pautado pela própria situação de troca entre os interlocutores, só se constrói pela existência de “universos de referência (saberes compartilhados) e finalidades (motivações comuns)” (Charaudeau 2005: 12). Trata-se, assim, de um lugar compartilhado tanto pelos produtores dos documentos quanto pelos cidadãos belo-horizontinos e mineiros, para quem os mesmos se dirigem. No entanto, embora haja um processo recíproco de reconhecimento do outro, há que se considerar as dissimetrias que se estabelecem nas relações de poder. Nos textos analisados, há produções de importantes personalidades da cidade e do estado, como o prefeito, o governador e o senador, o que, de fato, instaura uma autoridade, apesar de camuflada em algumas estratégias de aproximação com o leitor. Nesse caso, é necessário que haja um reconhecimento dos saberes implicados no ato de linguagem em questão (Charaudeau 2005). A menção à tradição e à modernização se inscreveram em um contexto próprio, onde questões ligadas exclusivamente à situação belo-horizontina e mineira foram tratadas. A ideia de legado; a realização de benfeitorias; a comercialização da imagem da cidade e do estado; a promessa do retorno das famílias ao estádio (vinculada à suposta redução da violência); a ideia de transformação da vida da cidade via realização da Copa do Mundo; a menção a especificidades históricas (como a inauguração do Mineirão, inserida no conjunto arquitetônico da Pampulha, idealizado por Niemayer), e a especificidades culturais, como o consumo do feijão tropeiro, podem ser pensados como constituintes do princípio de pertinência, já que a linguagem é cuidadosamente apropriada no seu contexto. Em diálogo com essas considerações, tem-se o princípio de influência. Nas análises aqui realizadas consideramos esse princípio como o mais relevante, por constatarmos a clara intenção de se atingir o leitor emocionalmente. Aliados às ideias de legado e às motivações econômicas mencionadas no princípio de pertinência, têm-se a intensa veiculação de expressões que se voltam para o passado, para o sentimento de orgulho e honra, para o protagonismo de Minas Gerais no cenário brasileiro e internacional (“Minas Gerais como praça do mundo”, Anastasia 2012) e para o espírito pátrio e cívico da população. A Copa foi também descrita como sonho de milhares de brasileiros, o que promove um sentimento comum de aceitação nacional, apelo que possui grande poder de influência no leitor. Também podemos destacar a sistemática repetição de determinadas palavras, tais como legado, a utilização de interjeições que denotam

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uma positividade e de códigos de linguagem que constroem uma proximidade com o leitor e que evocam o pertencimento identitário do mineiro, como o uai. Ainda, pode-se acrescentar o uso de estratégias que conferem um sentido coletivo, como os pronomes “nossos/nossas”. Nesta perspectiva é que tradição e modernização são mobilizadas em um ambíguo jogo problematizado por Charaudeau (2006). Para o autor, tais noções são grandes tipos de imaginários sociodiscursivos, denominados por ele como universos de significação que circulam em um espaço de interdiscursividade e que conferem “testemunho das identidades coletivas e da percepção que os indivíduos e os grupos têm dos acontecimentos”. O imaginário da tradição, segundo Charaudeau (2006: 211), é “sustentado por discursos que se referem a um estado longínquo no tempo, no qual os indivíduos teriam conhecido um estado de pureza”, fundando-se, assim, em uma fonte de autenticidade. Já o imaginário da modernidade não se refere a um tempo histórico estabelecido, mas a “um conjunto de representações que os grupos sociais constroem a propósito da maneira como percebem ou julgam seu instante presente, em comparação com o passado, atribuindo-lhe um valor positivo” (Charaudeau 2006: 215). Nos documentos analisados, percebemos uma dupla mobilização desses imaginários aparentemente antagônicos, mas suficientemente interligados ao propósito comum de legitimação das ações propostas. Na tentativa de fazer a instância cidadã aderir às suas ações, a instância política joga com argumentos da razão e da paixão. Como exemplo, nos textos pesquisados, podemos relacionar à razão os números apresentados sobre os detalhes “modernos” da obra (que intimidam pela grandiosidade), enquanto o apelo à paixão pode ser resumido nas menções recorrentes à memória do estádio e da cidade, à identidade mineira, à família e ao futebol como paixão nacional intrínseca ao “ser brasileiro”. “Na gestão das paixões coletivas” (Charaudeau 2006: 19), algo precisa cumprir o papel de convencer os sujeitos da importância e da solidez das ações empreendidas. Para Charaudeau (2006) duas situações podem ser destacadas: a existência de uma ameaça ou a possibilidade de uma gratificação. Esta última possibilidade é a que se materializa em nossa percepção, sobretudo, pela já mencionada ideia de legado. A gratificação, nesse caso, pode ser pensada como parte importante do princípio de regulação. Assim, pode ser traduzida nos benefícios sociais e nas promessas de desenvolvimento econômico advindos das obras, prestando-se a um importante papel na acomodação de possíveis conflitos entre o que se deseja moderno e o que necessita se manter para simbolizar o respeito ao passado e à tradição. Para o referido autor, o discurso político compõe relações complexas entre linguagem, ação, poder e verdade que carecem ser desmembradas. Dito de outra forma, mesmo que a palavra não represente tudo no âmbito do político, ela “intervém no espaço de persuasão para que a

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instância política possa convencer a instância cidadã dos fundamentos de seu programa e das decisões que ela toma ao gerir os conflitos de opinião em seu proveito” (Charaudeau 2006: 21). Das palavras utilizadas, circunscritas em um contexto específico de produção de sentido, foi possível verificar uma forte narrativa de enaltecimento às ações realizadas, como se estas fossem conquistas que denotassem, até mesmo, um feito heroico. Por fim, percebemos que as ações presentes na reforma do Mineirão para a adequação aos padrões estipulados pela FIFA se apresentaram compiladas em uma ampla produção discursiva que visou, especialmente, convencer o leitor de que as medidas pensadas e efetivadas pela parceria público-privada (Prefeitura de Belo Horizonte, Governo de Minas Gerais e empresa Minas Arena) são, em si, benéficas para toda a população, que deve se orgulhar da “eficiência” do povo mineiro e da realização de um evento com tamanha magnitude no estado.

5. Considerações finais O presente artigo produziu análises sobre os documentos apresentados na perspectiva de um olhar. Ao centrarmos nas produções textuais com autoria de gestores públicos e privados, certamente, ocultamos outras percepções, outras leituras e possíveis manifestações que afirmariam o caráter não linear da recepção. Ou seja, entre o que se produz e o que se veicula, há uma variável de interpretações e de apropriações que podem apontar para caminhos totalmente diferentes do que se esperou do enunciador. Embora não tenha feito parte de nosso objetivo estudar a recepção por outros atores sociais, reconhecemos a importância e a riqueza que esta possibilidade de pesquisa abarca. Nesta direção, acreditamos ser fundamental, sobretudo em se tratando do discurso político, levar em conta, de forma mais densa, os princípios de regulação a que chamou a atenção Charaudeau (2006). Pensar esta perspectiva implica também levar em consideração as relações da “força social dos sujeitos discursivos com as formas de manifestação do discurso” (Solís 2013: 22). Nesta teia de disputas é necessário reconhecer que, de fato, o futebol não é apenas um esporte. É um “grande fenômeno de produção de sentido, que se relaciona de múltiplas formas com a vida social brasileira”, como bem observaram Cornelsen, Ferreira e Silva (2012: 9). Historicamente, construíram-se representações e imaginários culturais, formações identitárias aliaram-se a projetos políticos em prol de uma brasilidade anunciada, iniciativas mercadológicas e midiáticas emergiram e ganharam força no jogo que se estende para além das quatro linhas. Neste contexto, “tradição” e “modernização” cumpriram papel de destaque nas tentativas de legitimação do grande evento esportivo que se traduz na Copa do Mundo, aqui analisada por meio da experiência da cidade de Belo 74

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Horizonte, Minas Gerais. Juntas, as duas noções se complementam em uma relação aparentemente paradoxal. Ao mesmo tempo em que o “moderno” é invocado para trazer ao estádio e à cidade os padrões da novidade e do modelo internacional, recorre-se à importância da “tradição” como símbolo de uma permanência histórica. Assim, percebemos que algumas tradições são descartadas, enquanto outras são selecionadas para manter o elo identitário com o novo estádio; questões estas que dizem respeito ao futebol, mas também à vida citadina, às políticas públicas, à economia, às ações midiáticas e a toda interação social que nessa rede se constrói. Notas 1 Sobre essa relação, destacamos os trabalhos de autores como Roberto da Matta (1982) e José Miguel Wisnik (2008). 2 Torneio organizado pela FIFA entre as seleções nacionais que se sagraram campeãs em seus continentes, somando-se o atual campeão mundial e o país-sede. Atualmente o evento vem servindo como um teste preparatório para o país que realizará a Copa do Mundo. 3 Como exemplo, citamos o Comitê Popular dos Atingidos Pela Copa 2014 - BH (Belo Horizonte). Para mais informações, acessar: http://atingidoscopa2014.wordpress.com/ 4 A construção deste Conjunto se deu no início da década de 1940, sendo composto pela Igreja de São Francisco de Assis, pela Casa do Baile, pelo Iate Clube e pelo Museu de Arte Moderna. Todas essas obras foram projetadas pelo arquiteto Oscar Niemayer e possuem participação do paisagista Burle Marx e do artista Cândido Portinari. Na década de 1960, incorporou-se ao conjunto arquitetônico da região, o Estádio Governador Magalhães Pinto, o Mineirão. 5 Dizeres contidos em todo o documento produzido pela FIFA: Estádios de Futebol: recomendações e requisitos técnicos (2011). 6 Para maiores informações sobre esse processo sugerimos a leitura do texto: “Os impactos dos megaeventos nos trabalhadores informais e precários: estudo de caso dos barraqueiros no Mineirão” (Miranda e Merladet, 2013). 7 Fonte iconográfica encontrada no Museu Brasileiro do Futebol. Estádio Governador Magalhães Pinto (Mineirão). Belo Horizonte, MG, Brasil.

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Sarah Teixeira Soutto Mayor é Mestre e Doutoranda do Programa de PósGraduação Interdisciplinar em Estudos do Lazer - Universidade Federal de Minas Gerais (UFMG), Brasil. Membro do GEFuT – UFMG (Grupo de Estudos sobre Futebol e Torcidas) e da Secretaria de Minas Gerais do Colégio Brasileiro de Ciências do Esporte (CBCE). Atualmente, desenvolve pesquisas relacionadas à história do futebol em Minas Gerais. Correo electrónico: [email protected] Sílvio Ricardo da Silva possui graduação em Educação Física pela Universidade Gama Filho (1984), mestrado em Ciência do Movimento Humano pela Universidade Federal de Santa Maria (1994) e doutorado em Educação Física pela Universidade Estadual de Campinas (2001), Brasil. Atualmente é professor associado III da Universidade Federal de Minas Gerais, coordenador e docente do Programa de Pós Graduação Interdisciplinar em Estudos do Lazer da UFMG, tutor do PET Educação Física e Lazer e coordenador do Grupo de Estudos Sobre Futebol e Torcidas (GEFuT). Tem experiência na área de Educação, com ênfase interdisciplinar, atuando principalmente nos seguintes temas: lazer, futebol, torcedor e Educação Física. Correo electrónico: [email protected]

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ARTÍCULO

Futebol arte, o verdadeiro futebol brasileiro

SÍRIO POSSENTI Universidade Estadual de Campinas/ CNPq/ FesTA

ANA CAROLINA VILELA-ARDENGHI Universidade Federal de Mato Grosso do Sul/ FesTA

HÉLIO DE OLIVEIRA Universidade Estadual de Campinas/ CNPq/ FEsTA

Resumen: El presente trabajo analiza, a partir de un conjunto de fórmulas (el fútbol arte, especialmente), la circulación de discursos sobre una posible identidad brasileña. Desde un punto de vista metodológico, tiene como objetivo demostrar la productividad de la organización de un corpus relevante según el trayecto (parcours, Maingueneau 2008) de las fórmulas (Krieg-Planque 2010) elegidas. Servirán de escenario, junto con obras históricas y sociológicas sobre la “brasilidad”, los ensayos de Wisnik (2008), Antunes (2004) y Rodrigues (1958), así como los de Pasolini ([1971] 1999), quien contrasta el fútbol prosa con el fútbol poesía y considera que este último caracteriza al fútbol brasileño. Palabras-clave: fútbol arte, fútbol callejero, fórmula discursiva, estereotipo. Resumo: O presente trabalho analisa, a partir de um conjunto de fórmulas (futebol arte, especialmente), a circulação de discursos sobre uma possível identidade brasileira. Do ponto de vista metodológico, objetiva ainda mostrar a produtividade da organização de um corpus relevante seguindo o percurso (parcours, Maingueneau 2008) das fórmulas (Krieg-Planque 2010) escolhidas. Ensaios como os de Wisnik (2008), Antunes (2004) e Rodrigues (1958), além de Pasolini ([1971] 1999) – que opõe futebol prosa ao futebol poesia, que é como ele caracteriza o futebol brasileiro – servirão como pano de fundo, juntamente com obras históricas e sociológicas sobre “brasilidade”. Palavras-chave: futebol arte, futebol moleque, fórmula discursiva, estereótipo. Abstract: This paper analyses, through a group of formulas (soccer-as-art, especially), the circulation of discourses about a possible Brazilian identity. From a methodological point of view, it aims to show the effectiveness of organizing a relevant corpus based on the path (parcours, Maingueneau 2008) of the selected formulas (Krieg-Planque 2010). The background of this study consists of historical and sociological texts on brasilidade (“Brazilian identity”) and essays such as Wisnik’s (2008), Antunes’ (2004) and Rodrigues’ (1958) as well as Pasolini’s ([1971] 1999), who contrasts soccer as prose with soccer as poetry and attributes the latter to Brazilian soccer. Keywords: soccer-as-art, street soccer, discursive formula, stereotype. Recibido: 13 de septiembre de 2014 • Aceptado: 8 de octubre de 2014.

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Pontapé inicial Em entrevista à imprensa, uma semana antes da abertura da Copa do Mundo de 2014, o presidente da FIFA, Joseph Blatter, retomou dois clichês: que o Brasil é o país do futebol e que o brasileiro é um povo alegre. Estas fórmulas resumem dois discursos relevantes sobre a identidade brasileira. Que seja o país do futebol decorre de uma história que inclui a participação em todas as Copas do Mundo, o relativo sucesso nas competições de 1938 e 1950 (esta no Brasil, quando a seleção nacional perdeu a final para o Uruguai), os cinco títulos mundiais e o fato de que se trata não só do esporte preferido, como do mais praticado pelos brasileiros, em muitas versões (a pelada e o joguinho são as versões mais populares). A série de vitórias mundiais confirma o que vem se dizendo desde 1958, ano da primeira conquista. Nesta ocasião, celebrou-se (o mundo esportivo celebrou) a equipe e seu estilo de futebol, com destaque para Pelé e Garrincha. Atualmente, o Brasil é o país que mais exporta jogadores para o mundo. O slogan de uma propaganda que circulou intensamente na época pré-Copa foi “o futebol está voltando pra casa” (nos últimos dias antes da Copa, “o futebol voltou pra casa”), cujo sentido é que o Brasil é a casa do futebol (“casa” está em óbvia relação de substituição de “país”). Que o Brasil é um país alegre é um discurso cuja memória é de longo prazo. Funda-se em ampla literatura, cujas fontes remontam à Carta de Caminha1. Musicalidade, desenvoltura, dança e alegria são características repetidamente atribuídas ao povo. Tais traços seriam devidos a fatores naturais (clima, sol) e históricos (miscigenação em primeiro lugar). A natureza teria influenciado o futebol, no Brasil transformado em arte, um futebol moleque, expressão que implica inventividade, singularidade e individualidade e, eventualmente, em casos de derrota ou insucesso, alguma irresponsabilidade. A junção de futebol, música e dança é nitidamente expressa na letra de uma canção comemorativa da primeira conquista mundial, em 1958, na Suécia. O título é “A taça do mundo é nossa”, e a parte mais significativa da letra celebra a junção de futebol e samba (“couro” é outro nome para “bola”). A sequência “futebol como é que é” pode ser interpretada como paráfrase de “verdadeiro futebol”: A taça do mundo é nossa Com brasileiro não há quem possa Êh eita esquadrão de ouro É bom no samba, é bom no couro O brasileiro lá no estrangeiro Mostrou o futebol como é que é Ganhou a taça do mundo Sambando com a bola no pé

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Sirio Possenti, Ana C. Vilela-Ardenghi y Hélio de Oliveira: Futebol arte, o verdadeiro futebol brasileiro

1. Saindo para o jogo Em “O que faz do brasil, Brasil?”, DaMatta (1986: 14) define a si próprio como brasileiro a partir da diferença em relação a um americano. Afirma reconhecer-se brasileiro porque prefere feijoada a hambúrguer, sabe distinguir um frevo de um samba, em situações em que se recebe um “não” ele não é definitivo e admite sempre um jeitinho, e porque sabe que futebol é um jogo que se joga com os pés e não com as mãos. Segundo o autor, as identidades sociais – e as sociedades – definem-se a partir de listas como esta. Mas é preciso não esquecer que essas escolhas seguem uma ordem. É certo que eu inventei um “brasileiro” e um “americano” que o acompanhava por contraste linhas atrás, mas quem me garante que aquilo que disse é convincente para definir um brasileiro foi a própria sociedade brasileira. Ou seja: quando eu defini o “brasileiro” como sendo amante do futebol, da música popular, do carnaval, da comida misturada, dos amigos e parentes, dos santos e orixás etc., usei uma fórmula que me foi fornecida pelo Brasil. (DaMatta 1986: 15; grifamos).

O aporte teórico-metodológico em que se funda este artigo – a saber, o da Análise do Discurso francesa (doravante AD, Maingueneau 2005, 2008a, 2008b, 2010, 2012) – não se interessa propriamente pelo modo de definir uma identidade, mas pelos discursos acerca de identidades. Assumindo que é possível analisar e descrever discursos sobre uma possível identidade brasileira, o ponto relevante das considerações de DaMatta é precisamente este: a associação entre o futebol e uma identidade nacional, que surge frequentemente como algo dado, inquestionável. Mas o discurso do brasileiro amante do futebol, que assume, segundo DaMatta (1986), entre sorrisos que somos os melhores do mundo, não é algo natural, mas uma construção histórica. Esse discurso dá corpo ao que se costuma chamar genericamente de brasilidade2. Assim como o futebol, outros traços são considerados representativos – ou típicos – do Brasil ou do brasileiro: a música, a dança, a sensualidade etc. A quase mistura que há entre Brasil e brasileiro é marcante: o brasileiro seria o que melhor caracterizaria o Brasil, mas ele se define, por seu turno, por traços típicos do Brasil, a saber, o clima, as paisagens, as comidas. A importância da natureza, nesse cenário, merece destaque. Historicamente, a imagem de um paraíso terreal impregnou as narrativas do descobrimento (Holanda [1959] 2010) e, no caso brasileiro, cristalizou-se a ponto de fazer da natureza exuberante, colorida, uma espécie de influência natural para o caráter nacional. Marcha para o Oeste, de Cassiano Ricardo ([1940] 1970), é exemplar sobre o tema: tratando da formação da sociedade brasileira, através da mistura das raças, exalta-se o berreiro cromático que é o Brasil: “parece que Deus derramou tinta por tudo”. Do escândalo de cores da natureza – do céu aos animais – o autor faz um paralelo com mistura de raças que formam o povo brasileiro: “todas as cores raciais na paisagem humana”. 81

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Também na moda (Vilela-Ardenghi 2014) se observa de maneira bastante clara a imbricação de todos esses elementos: o clima tropical favorece uma exuberância paisagística (em cores, formas, fauna) e permite ao povo uma leveza no vestir – mesmo porque é na praia que ele está (ou para onde vai) – que o faz ser mais solto, dançante. O calor do clima é transposto naturalmente para a imagem de um povo caloroso, amistoso, envolvente. Para além da moda, os discursos que cristalizam uma ideia de brasilidade circulam pelos mais variados cenários: turismo, gastronomia, arquitetura e, para o que interessa aqui, esporte. Considere-se um episódio ilustrativo e sua análise contrastiva (poderiam ser evocados diversos outros lances memoráveis, como o drible de Pelé no goleiro do Uruguai na Copa de 1970, os dribles de Garrincha, principalmente contra a URSS, na Copa de 1958 etc.). O historiador Jorge Caldeira (2002), após descrever minuciosamente os dois gols do Brasil contra a Alemanha na final da Copa de 2002, trata brevemente do fato curioso de que os dois países, dos mais relevantes no futebol mundial, nunca tinham disputado uma partida em Copas do Mundo. E que, portanto, todos os debates sobre as diferenças entre as duas culturas futebolísticas3 – que não se restringem ao campo de futebol – eram como conversas “de noivas virgens e padres austeros discutindo sexo” (Caldeira 2002: 13). E continua: Havia dois mundos que não se tocavam, duas definições fundamentais de futebol praticadas como crenças absolutas, mas que jamais se provaram. O futebol brasileiro era “alegre” ou “ingênuo”, apesar de sua eficiência estatística. Coisa praticada por gente de talento, mas incapaz de se organizar – numa referência análoga a algumas análises da economia do país. Já a Alemanha não perdia tempo com fantasias, e construía seu caminho com vistas ao resultado, e não se perdendo em firulas pelo caminho – assim como as fábricas do país e seus construtores. (Caldeira 2002: 13-14).

Se Antunes (2004: 278) destaca que “a associação entre seleção brasileira de futebol e unidade nacional possui raízes antigas e profundas, que remetem a um discurso nacionalista e à ideia de brasilidade”, Hobsbawm (2004) mostra – ao fazer uma espécie de trajetória do nacionalismo, sobretudo no cenário europeu – que os atletas e as equipes de esportes contribuíram, a partir dos anos pós-1918 (que ele chama de “apogeu do nacionalismo”), para a superação do local em favor do nacional. Nesse contexto, as Olimpíadas e a Copa do Mundo são, para Hobsbawm (2004: 170-171), o ápice de como os esportes passaram a representar uma fonte de autoafirmação nacional: o torcedor, ao se identificar com o atleta como um símbolo nacional, transfere o sentimento de lealdade para com o time ou com a equipe para a nação, transformando-se, ele também, num símbolo nacional4. No período entre-guerras, os esportes funcionavam como uma forma civilizada de confronto com o outro – que forçava, em boa medida, uma definição do nós. Antunes (2004: 234) observa que Nelson Rodrigues, por exemplo, 82

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“comparava uma partida de futebol a uma guerra entre nações inimigas, e a seleção ao próprio exército nacional” (a pátria em chuteiras). Assim, este panorama coloca em lugar de destaque, nas sociedades contemporâneas, os espetáculos esportivos, “lugares propícios à constituição de identidades coletivas, sejam elas de grupos sejam mesmo nacionais, uma vez que permitem a conformação de diferentes arranjos e experiências de integração social” (Antunes, 2004: 18). No caso brasileiro, Mário Filho (Filho [1947] 2003) mostra quão imbricados estão futebol e nacionalismo em dado momento de nossa história: as festividades cívicas (Independência do Brasil, Proclamação da República, por exemplo) foram, por muito tempo, celebradas por meio de uma partida de futebol, em que a seleção brasileira entrava em campo. Assim, para muitos brasileiros, “a experiência da nacionalidade, da identidade nacional, dava-se unicamente por intermédio de uma partida de futebol e das expectativas que envolviam sua realização” (Antunes 2004: 135). Nessa mesma direção vai José Lins do Rego (Rego 1949), em suas crônicas esportivas, apontando que “a identificação entre o povo e o futebol assumiria, no Brasil, uma dimensão tão grande que, quando a seleção vencia, tinha-se a impressão de que o povo brasileiro vencia com ela” (Antunes 2004: 53). A história mostra, porém, que a vitória não é necessariamente uma garantia da identificação do povo com a seleção nacional. Tomemos dois exemplos emblemáticos: mesmo não tendo vencido, a seleção de 1982 é tomada como símbolo do verdadeiro futebol brasileiro, enquanto a de 1994 – ainda que tenha vencido a Copa – é lembrada a partir de uma memória negativa, i.e., ela não teria representado o estilo brasileiro de jogar. A questão é antiga: “quando se tratava de seleção brasileira, cabia ao jogador representar integralmente o homem brasileiro, de preferência apenas em suas qualidades” (Antunes 2004: 137). A seleção de Flávio Costa, que representou o Brasil em uma sequência de amistosos pela Europa em 1956, por exemplo, também foi um problema: Para Mário Filho, a origem das críticas seria uma só: o brasileiro não se reconhecia na seleção que Flávio Costa montara, tampouco reconhecia o futebol apresentado como genuinamente brasileiro. Isso porque, na opinião do cronista, era o torcedor que fazia a seleção ser portadora de seus ideais. Se o brasileiro não se identificasse com a seleção, era como se ela não representasse o Brasil (Antunes 2004: 138).

Uma seleção com o selo made in Brazil precisa ter o quê, afinal? Em outras palavras, o que faz com que o torcedor “a cubra ou não com a bandeira nacional” (Filho 1956 citado por Antunes 2004: 139)? Uma resposta para isso parece estar relacionada à figura do jogador brasileiro.

2. A seleção: considerações em torno do jogador brasileiro A conquista do tricampeonato mundial em 1970 pelo Brasil suscitou um célebre ensaio de Pasolini ([1971] 1999)5 em que ele distingue um futebol 83

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prosa de um futebol poesia. Enquanto aquele teria certa linearidade e ênfase no jogo coletivo (vocação defensiva, triangulação, contra-ataque, cruzamento e finalização), este seria marcado por dribles e gols, de modo que o individualismo do jogador seria decisivo. Pasolini finaliza seu texto de maneira que se tornou emblemática ao se falar de um verdadeiro futebol brasileiro: “Sem fazer distinção de valor, mas em sentido puramente técnico, no México [em 1970] a prosa estetizante italiana foi batida pela poesia brasileira”. O futebol poesia – como seria o caso do futebol brasileiro genuíno – demanda necessariamente certa genialidade que só pode ser individual, embora toda a equipe se favoreça dela. Os dribles e toques de efeito teriam por resultado a criação de espaços até então não imaginados no campo, o que, por seu turno, permitiria que o gol “fosse inventado por qualquer um e de qualquer posição”. A referência à individualidade do jogador brasileiro também surge nas crônicas de Mário Filho ([1947] 2003). Há nelas, porém, outro tom. Após a derrota na Copa de 1950, propõe uma explicação para a causa do Maracanaço: o individualismo excessivo dos malabaristas da bola. Não é outra a razão da sua crítica a Leônidas6: Popular era Leônidas, o inventor da bicicleta. Mais do gosto do brasileiro. Pouco importava que ele se metesse em escândalos, que não se pudesse contar muito com ele. Talvez, inclusive, essa volubilidade de Leônidas ajudasse, tornando-o ainda mais querido. O clube que o tivesse precisava conquistá-lo todos os dias, todos os jogos. E o povo queria era isso, o discurso de praça pública, o improviso, a anedota, o passo de samba, a visagem do capoeira (Filho 1957, citado por Antunes 2004: 173).

A ideia de que é a capacidade individual que faz do futebol brasileiro um futebol poético exige, por outro lado, que se pense uma característica típica do jogador brasileiro – na medida em que seria ela que daria a cara do futebol nacional. E, de fato, há: o discurso que sustenta essa identificação é aquele que encontramos – para tomar um exemplo magistral – em Gilberto Freyre a respeito da miscigenação que deu origem ao povo brasileiro. Wisnik (2008: 414-415), sobre o tema, observa que há em Freyre “uma inacabada teoria da mulatice” que “sugere afinal o mestiço, racial e cultural, como o intérprete por excelência da ‘reciprocidade de culturas’ que forma a sociabilidade brasileira”. No futebol, para Freyre, a mestiçagem teria provado seu poder de transmutação de veneno a remédio (Wisnik 2008) e transformado o futebol brasileiro na sua expressão e, consequentemente, em motivo de orgulho nacional. Nesse mesmo sentido, José Lins do Rego via no esporte um elemento da identidade nacional e “o futebol mestiço ou mulato traduzia e sintetizava a brasilidade” (Antunes 2004: 67). Leônidas era, para ele, o maior expoente dessa mestiçagem: “um caso para os estudiosos da miscigenação brasileira” (Rego 1949 citado por Antunes 2004: 65). Ainda para o cronista, “tanto nos aspectos bons quanto nos maus, o futebol praticado no Brasil, lembrando os passos da capoeira, com 84

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um gosto especial pelos floreios e pelo inusitado, definia o estilo emocional do brasileiro” (Antunes 2004: 67). As discussões em torno de um verdadeiro futebol brasileiro – marcado por dribles, floreios, malabarismos e muitos gols, conforme vimos até aqui – condensam, assim, uma série de discursos que acabam por remeter, em boa medida, à ideia de um verdadeiro Brasil, daí estarem esses debates atrelados à discussão identitária. A representação genuína desse nosso futebol é, não raro, feita por meio de um conjunto de fórmulas (Krieg-Planque 2010) – futebol arte e futebol moleque, por exemplo – que colocam em cena esses discursos que são, em última análise, sobre uma propalada brasilidade. E são precisamente esses discursos que o corpus organizado em torno dessas fórmulas pretende analisar.

3. Esquema tático: fórmulas, estereótipos e pequenas frases Discutindo questões metodológicas para a AD, Maingueneau (2009) afirma que encontrar uma entrada a partir de uma fórmula, de um conector, de uma metáfora, de uma frase, pode ser muito produtivo na constituição de corpora para uma pesquisa, pois permite considerar um texto não por seu conteúdo, mas por sua inserção em um determinado discurso e, consequentemente, no interdiscurso. Nesse sentido, a noção de fórmula tal como proposta por Krieg-Planque (2010) oferece um quadro ao mesmo tempo teórico e metodológico útil aos pesquisadores interessados em explorar a heterogeneidade e a circulação de discursos no espaço social. Embora os estereótipos, as imagens e os provérbios não possam ser considerados como fórmulas na acepção de Krieg-Planque, esses elementos não raro encontram-se associados a uma fórmula específica e, de certa maneira, acompanham sua circulação, participando ativamente dos processos de produção de sentidos associados à fórmula. Essa convergência de fatores (diferentes semioses, suportes e gêneros) em torno da fórmula configura o que Maingueneau (2008: 18) chama de percurso – uma unidade não-tópica de discurso, isto é, não institucionalizada, mas que circula por diversos espaços. A partir da reflexão sobre a natureza e a diversidade das unidades reivindicadas atualmente pelos analistas do discurso, o autor distingue duas grandes categorias: as unidades tópicas e as unidades não-tópicas. Enquanto as primeiras correspondem a espaços pré-delineados pelas práticas verbais (a exemplo do discurso comunista e do discurso socialista), as segundas são construídas pelos pesquisadores independentemente de fronteiras pré-estabelecidas, embora profundamente inscritos na história e por ela justificados. Um tipo peculiar de unidade não-tópica são os percursos, definidos como unidades de diversas ordens (lexicais, proposicionais, fragmentos de textos) extraídos do interdiscurso, sem procurar construir espaços de coerência ou constituir totalidades. O que se pretende, em análises de percursos, ao contrário, é desestruturar as unidades instituídas, definindo um percurso imprevisto, 85

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único para cada pesquisa. Trata-se, nas palavras do autor, de “explorar uma dispersão, uma circulação” (Maingueneau 2008: 18). Considerando o sintagma futebol arte como fórmula, pode-se configurar um percurso que extrapola, de maneira significativa, o campo esportivo. É frequentemente enunciada em mesas redondas, debates, artigos jornalísticos das seções de esportes e em textos de autoria de comentaristas, jogadores e ex-jogadores de futebol. E, para além da esfera esportiva, encontra-se em outros campos discursivos7, configurando, então, mais claramente, um percurso8, que pode ser confirmado por sua circulação em domínios diversos, entre os quais: (a) Campo científico: pesquisas acadêmicas associadas à Associação Futebol Arte (AFA), em parceria com a Faculdade de Educação Física (FEF) da Universidade Estadual de Campinas (UNICAMP); artigos na área das Ciências Humanas (especialmente Sociologia e História), Linguística (Semântica, Semiótica, Análise do Discurso), entre outras, além de livros com extensos estudos sobre o tema, publicados nas áreas citadas ou em áreas afins; (b) Campo literário: as crônicas de Nelson Rodrigues (1958) e de Chico Buarque de Holanda (1998) que se confundem como literatura e jornalismo; poemas de diversos autores, dentre os quais grandes poetas, como Drummond (Futebol), Ferreira Gullar (Gol), João Cabral de Melo Neto (Ademir da Guia, De um jogador brasileiro a um técnico espanhol, O futebol brasileiro evocado na Europa), Vinícius de Moraes (O anjo de pernas tortas), Chico Buarque de Holanda (O futebol); (c) Campo publicitário: propagandas impressas ou veiculadas na TV e na internet de grandes marcas como Brahma, Skol, RedBull, Coca-Cola, Antártica, Claro, Tim, Fox, e marcas de materiais esportivos como Nike e Adidas; (d) Campo das artes (artes plásticas, documentário etc.): Exposições como a realizada no Iguatemi Shopping, em Campinas, em janeiro/fevereiro de 2014, intitulada Futebol Arte (gravuras, ilustrações e fotografias); coletânea de imagens publicada no livro Futebol-Arte do Oiapoque ao Chuí; documentários como Santos: 100 anos de futebol-arte; (e) Campo jornalístico: além dos textos nas seções de esporte na grande maioria dos jornais impressos (que, aliás, têm uma versão digital das mesmas seções em seus sites), podem-se encontrar artigos de opinião numa grande diversidade de sites fora da esfera jornalística, como os textos veiculados no Observatório da imprensa; (d) Campo das mídias sociais digitais: blogs pessoais, redes sociais, comunidades e perfis no Facebook, perfis no Twitter etc., que tratam especificamente de futebol arte, futebol moleque, verdadeiro futebol brasileiro e formulações relacionadas. 86

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A circulação por diversas instâncias sociais e discursivas é condição sine qua non para que valha a pena analisar uma fórmula. Ela se torna objeto de interesse tanto maior quanto mais for retomada, reformulada, (eventualmente) recusada em diferentes posicionamentos e seja objeto de polêmicas. Neste artigo, faremos alguns recortes do corpus, com vistas a priorizar os textos que destacam, de alguma forma, o sintagma futebol arte e suas reformulações para caracterizar o verdadeiro futebol brasileiro como um traço importante da própria identidade brasileira. O primeiro recorte diz respeito ao campo publicitário, isolando um espaço discursivo composto por propagandas que circularam meses antes da realização da Copa do Mundo no Brasil (primeiro semestre de 2014), contribuindo para a construção de sentidos em torno do futebol brasileiro.

4. Futebol moleque: sinônimo de futebol arte ou novo sentido para o futebol brasileiro? A importância da publicidade para a compreensão das relações sociais na atualidade é destacada por Maingueneau (2008b:72). Afirma que “os estereótipos de comportamento eram outrora acessíveis às elites de maneira privilegiada por meio da leitura dos textos literários; hoje esse papel é atribuído à publicidade, sobretudo em sua forma audiovisual”. Tomando o campo publicitário como base para a constituição do corpus, analisamos, a seguir, o estereótipo de jogador brasileiro que, ligado a uma cena de enunciação específica, emerge como um elemento constante em todos os textos desse campo, embora a eles não se restrinja. Considerem-se os seguintes enunciados: (E1) Se antes eu era esporte, no Brasil eu virei arte, arte pintada com os pés.9 (E2) Para nós, o futebol não se traduz em termos técnicos e táticos, mas em termos puramente emocionais.10 (E3) Quando você pensa que ele vai para a direita, ele vai para a esquerda.11 (E4) Gol de lata, viva o futebol moleque.12 (E5) Joga moleque, ouse ser brasileiro.13 (E6) A Copa Coca-Cola e o futebol moleque do Brasil.14 (E7) Coca-Cola apresenta as regras do futebol moleque: tudo o que se mexe pode ser driblado. É algo que você inventa, do seu jeito. Qualquer espaço entre duas coisas é gol.15 (E8) Camisetas “futebol arte moleque made in Brazil”: criadas para homenagear esta nova safra de craques que está surgindo no Brasil e que provavelmente brilhará na copa de 2014.16 Maingueneau propõe o conceito de cena da enunciação para analisar textos discursivamente – i.e., em oposição à noção de situação de comunicação, em que somente o ponto de vista sócio-interacional é considerado. Para ele, “apreender 87

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uma situação de discurso como cena de enunciação é considerá-la (...) através da situação que a fala pretende definir, o quadro que ela mostra (no sentido pragmático) no movimento mesmo de seu desdobramento” (Maingueneau 2010: 204). Divide a cena de enunciação em três dimensões simultâneas: cena englobante, cena genérica e cenografia. A cena englobante corresponde ao tipo do discurso, a cena genérica ao gênero discursivo. Já a cenografia é construída pelo próprio texto17. Maingueneau explica que há discursos que se restringem às cenas englobante e genérica. Ou seja, sua cenografia praticamente não varia (lista telefônica, receita médica). Mas há discursos que se valem de cenografias variadas, como o discurso publicitário. Alguns casos exemplares são comerciais que recorrem a cenografias de conversação rotineira ou cenografias de discurso científico/médico, como quando um dentista, a partir de seu consultório, fala de afecções orais e problemas de saúde que serão prevenidos com o uso do produto X. Exemplos como este são ilustrativos do que Maingueneau chama de cena validada, ou seja, uma cena de fala cotidiana instalada no imaginário social, na qual a cenografia se apoia. No caso do corpus deste artigo, no que se refere à cena englobante, diremos apenas que se trata do campo publicitário, sem nos estendermos em sua caracterização. No que se refere à cena genérica, ele permitiria um debate sobre a natureza textual dos slogans (o que também não faremos; apenas remetemos à teoria do autor expressa em Maingueneau [2012], obra que defende que os slogans pertencem a um regime peculiar de enunciação, que chama de aforizante). Portanto, trataremos apenas da cenografia, e, quando for o caso, das cenas validadas (uma retomada de cenas memoráveis) que ela evoca. Na maioria dos enunciados em análise, a cenografia evoca conversações informais, que remetem a uma interação entre amigos. Em E3, E4 e E5, esse caráter informal é mais claro, na medida em que simulam diálogos simultâneos durante um jogo de futebol. E3 é o comentário dirigido a um amigo: “Quando você pensa que ele vai para a direita, ele vai para a esquerda”. E4 simula a narração do gol, seguida de uma saudação: “Gol de lata! Viva o futebol moleque!”. E5 é uma frase que pode ser um grito de incentivo ao jogador “Joga, moleque! Ouse ser brasileiro!”. “Moleque” caracteriza o futebol ou o jogador brasileiro, pela audácia e pela imprevisibilidade. E1 e E2 também recorrem à cenografia da conversação, com algumas particularidades. E1 evoca a cena de um depoimento, cujos índices são os verbos ser e virar na primeira pessoa do singular, e o dêitico eu. Assim, o enunciador é uma personificação do próprio futebol. Ainda assim se mantém o tom informal da cena validada (voltar para casa), pois o “futebol” está voltando para seu lar, o Brasil. No trecho final da propaganda, o enunciador pede que um provável amigo ou parente próximo (e para todos os brasileiros!) ponha a cerveja para gelar (uma cena validada, por ser comum e pelo que evoca – festa, alegria), que em breve ele chegará, reforçando o grau de intimidade/informalidade na

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construção da cenografia. O que mais interessa destacar neste caso é a formulação “Se antes eu era esporte, no Brasil eu virei arte”, que retoma o lugar comum que significa que o futebol brasileiro não é (apenas) um “esporte”, que esse status aqui foi superado, está agora em um patamar superior, é arte. E2 soa como uma pequena aula, talvez uma consideração de comentarista especializado em esportes: “Para nós, o futebol não se traduz em termos técnicos e táticos, mas em termos puramente emocionais”18. De qualquer forma, seu sentido coincide com uma ideia do futebol que não considera a rigidez das táticas ou das questões relevantes para um atleta, mas vai na direção de um contexto emocional, lúdico, artístico, coerente com a ideia de futebol arte. Outro aspecto importante, que atravessa todos os enunciados aqui considerados, e se explicita particularmente em E7, é a informalidade das cenas validadas. Um tema recorrente não só nas propagandas, mas também em outros textos, é a pelada. Trata-se de uma modalidade do jogo descrita por Holanda (1998) como matriz do futebol sul-americano. Caracteriza-se por seu caráter não profissional: É praticada, como se sabe, por moleques de pés descalços no meio da rua, em pirambeira, na linha de trem, dentro do ônibus, no mangue, na areia fofa, em qualquer terreno pouco confiável. Em suma, pelada é uma espécie de futebol que se joga apesar do chão. (...) Todas as linhas são imaginárias - ou flutuantes, como a linha da água no futebol de praia - e o próprio gol é coisa abstrata. O que conta mesmo é a bola e o moleque, o moleque e a bola (Holanda 1998).

Retomando sentidos relacionados à prática da pelada, em E2, há menção a esse futebol que “não se traduz em termos técnicos e táticos”; em E4, a formulação “gol de lata” indica que a bola não é a tradicionalmente utilizada nas partidas oficiais; em E4, E5, E6 e E7, “moleque” é um adjetivo que predica “futebol”; em E7, a despeito de haver regras, o que implicaria um jogo organizado, as orientações contradizem qualquer ideia de prescrição: “tudo o que se mexe pode ser driblado. É algo que você inventa, do seu jeito. Qualquer espaço entre duas coisas é gol”. Estamos considerando apenas a dimensão verbal das propagandas. Se levássemos em conta a dimensão não verbal desses textos, constataríamos um grande investimento na cena validada pelada para a construção da cenografia. São recorrentes imagens de jogos na praia, em campinhos de terra batida e em outras áreas não profissionais. A aproximação entre futebol arte e futebol moleque aparece materializada no sintagma “futebol arte moleque, made in Brazil”, estampado em uma coleção de camisetas da marca Futebolês, conforme E8. Este enunciado ainda acrescenta que as camisetas foram “criadas para homenagear esta nova safra de craques que está surgindo no Brasil e que provavelmente brilhará na Copa de 2014”, o que permite duas interpretações: (a) moleque seria uma especificação (uma variação, um acréscimo) de futebol arte. Nesse caso, também poder-se-ia dizer 89

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que futebol moleque funciona como um hipônimo de futebol arte; (b) “arte” e “moleque” seriam facetas de um mesmo futebol e, nesse caso, tanto “arte” como “moleque” seriam predicativos equivalentes entre si para qualificar o mesmo referente: o “verdadeiro futebol brasileiro”. As ocorrências de futebol moleque no material analisado parecem apontar para o segundo tipo de construção: “moleque“ e “arte“ mantém uma relação metafórica de equivalência, compartilham o mesmo sentido básico de irreverência e inventividade. É esse moleque irreverente, alegre e imprevisível, cuja performance vem de um savoir faire inato, oriundo da improvisação e da inspiração, refinado em peladas e em campos improvisados nas áreas mais pobres da periferia, que corporifica o estereótipo do jogador brasileiro e de um futebol inventivo, original e pentacampeão. A cena validada configurada pelas imagens da pelada e do moleque apoia e legitima a cenografia da conversa informal, de amigos assistindo ao (e comentando o) jogo de futebol, na maioria dos exemplos considerados. Em todos esses textos, a cenografia é essencial ao processo de produção de sentidos, pois é com a cenografia – o texto concreto – que o leitor se confronta. É também nesse âmbito que entram em funcionamento os estereótipos cristalizados numa determinada cultura. Segundo Amossy (2008: 125), os estereótipos são representações coletivas cristalizadas ou esquemas culturais preexistentes e compartilhados no mundo social que operam na maneira com que a comunidade avalia e percebe o indivíduo, segundo categorias por ela mesma difundidas. Sobre isso, Mussalim e Fonseca-Silva (2011) acrescentam que os estereótipos se apresentam como elementos constitutivos do texto publicitário e lugares privilegiados de produção de sentido que possibilitam a inscrição do social e do histórico no texto. O estereótipo é, dessa forma, também uma construção de leitura, uma vez que ele somente emerge no momento em que o sujeito-leitor recupera, no discurso, esses elementos espalhados e frequentemente lacunares, para reconstruí-los em função de um modelo cultural preexistente (Mussalim e Fonseca-Silva 2011: 147-148).

No momento da identificação, o leitor passa a ocupar a posição de coenunciador daquela cenografia. Eventualmente, há uma correspondência entre a figura daquele que enuncia e a figura do coenunciador: no “nós” (todos os brasileiros) de E2; naquele que vai pôr a cerveja para gelar e aguarda com expectativa a volta do futebol para seu lar (o Brasil), em E1; no “você” genérico de E3 e E7; naqueles que vibram e torcem com as exclamações de “viva”, “joga”, “ouse” em E4 e E5; naqueles que ouvem (e aplicam!) as regras simples e, de certo modo, infantis de E7, para ficar apenas no recorte representado por essas propagandas. A noção de cenografia é, de fato, inseparável da noção de ethos discursivo, já que ambas participam de um processo de enlaçamento paradoxal: “são os conteúdos desenvolvidos pelo discurso que permitem especificar e validar o 90

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ethos, bem como sua cenografia, por meio dos quais esses conteúdos surgem” (Maingueneau 2008b: 71). Segundo o autor, o ethos corresponde a uma instância subjetiva que se manifesta por meio do discurso e não pode ser concebida como um estatuto, mas como uma voz, associada a um corpo enunciante historicamente especificado. Diferentemente da retórica, que relacionou o ethos à oralidade, Maingueneau propõe que qualquer texto escrito tem uma vocalidade específica que possibilita relacioná-la a uma caracterização do corpo do enunciador, que pode ser entendido como um fiador, já que é este que atesta o que é dito por meio de seu tom. A figura do fiador torna bem mais vívida a ideia que se tem do enunciador, pois implica o tom com que esse enunciador fala, a partir de uma cenografia específica. Nesse sentido, o fiador seria a encarnação do ethos. Explicando a relação entre ethos e fiador Maingueneau acrescenta: (...) optei por uma concepção mais “encarnada” do ethos, que, nessa perspectiva, recobre não somente a dimensão verbal, mas também o conjunto das determinações físicas e psíquicas associadas ao “fiador” pelas representações coletivas. Assim, acaba-se por atribuir ao fiador um “caráter” e uma “corporalidade”, cujo grau de precisão varia segundo os textos (Maingueneau 2008b: 65, grifamos).

Assim, a noção de ethos concebida por Maingueneau compreende não só a dimensão verbal do enunciado, mas também o conjunto de determinações físicas e psíquicas que constituem a figura do fiador, ou seja, uma corporalidade (compleição física, maneira de se vestir e de se movimentar no espaço social – exemplos seriam o jaleco branco e o estetoscópio em volta do pescoço no caso dos médicos e o andar sensual e expressão de femme fatale características das top models) e um caráter (uma gama de traços psicológicos: a felicidade esfuziante dos cantores de axé music quando retratados no material de divulgação veiculado pelas gravadoras ou a ponderação e doçura das mães em publicidades de produtos infantis). Reforça-se, na articulação entre ethos e cenografia, a construção da já comentada brasilidade: trata-se de um jogador inventivo, imprevisível, alegre e exuberante – eventualmente mestiço –, o que corresponde ao estereótipo do próprio brasileiro. O jogador-moleque brasileiro é uma representação do brasileiro, um elemento importante da identidade nacional, conforme apontado por José Lins do Rego (em Antunes, 2004). Não apenas o estereótipo corporal, humano (o brasileiro), mas também uma representação geográfica, ambiental (o Brasil) do próprio país, uma vez que A incorporação do leitor ultrapassa a simples identificação a uma personagem fiadora. Ela implica um “mundo ético” do qual o fiador é parte pregnante e ao qual ele dá acesso. Esse “mundo ético”, ativado por meio da leitura, é um estereótipo cultural que subsume determinado número de situações estereotípicas associadas a comportamentos: a publicidade contemporânea apóia-se maciçamente em tais estereótipos (o mundo ético dos executivos, dos esnobes, das estrelas de cinema etc.). (Maingueneau 2008b: 65). 91

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Em suma, a principal constatação da circulação de futebol arte pelo campo discursivo da publicidade é o fato de as ocorrências do sintagma participarem de um processo de constituição discursiva do verdadeiro futebol brasileiro como parte significativa da construção da identidade brasileira.

5. Concluindo O futebol brasileiro, em especial as fórmulas que o retomam, tem servido como interpretante para as condições histórico-sociais do país, numa aproximação essencial entre história e discurso. Se houvesse uma única resposta à pergunta “O que faz do brasil, Brasil?”, Blatter não estaria errado ao associar alegria e futebol para caracterizar tanto o país, quanto os brasileiros, pois essa caracterização estereotípica não vem de uma interpretação pessoal, mas de condicionamentos históricos que fazem parte da memória discursiva e que reaparecem nos discursos. Isso não significa que o efeito desses condicionamentos seja sempre soberano, determinante ou consensual, haja vista as várias manifestações contrárias à realização da Copa no Brasil que, em alguns casos, pretenderam denunciar a alegria popular e o gosto pelo futebol como alienação diante dos problemas sociais e políticos enfrentados pelo país e da subserviência à FIFA. Pelo contrário, deflagrar polêmicas é uma das propriedades constitutivas das fórmulas discursivas (traço pouco explorado nesse trabalho), que se tornam um lugar privilegiado para “compreender a forma como os diversos atores sociais organizam, por meio dos discursos, as relações de poder e de opinião” (Krieg-Planque 2010: 9). Atravessando um território marcado por disputas e tensões, distingue-se um discurso sobre brasilidade, que deságua em um discurso sobre o típico (verdadeiro) futebol brasileiro. Esse futebol made in Brazil não se joga apenas no campo, mas, parafraseando Carlos Drummond de Andrade, se joga na rua, na praia e na alma. Está presente em muitas facetas do cotidiano, entre elas a publicidade, conforme se pôde demonstrar. Para entendê-lo, recorre-se a uma memória que se (re)constrói continuamente em (e por meio de) cenas validadas que retratam um jogador alegre e imprevisível, na figura de um moleque, ao mesmo tempo em que é genial e inimitável, na figura de um artista. Notas 1

Considerada a “certidão de nascimento” do Brasil, nela encontram-se as primeiras referências à “exuberância” das paisagens. 2 Cabe notar aqui que quando se fala em “brasilidade” são características (em geral positivas) associadas ao Brasil e ao brasileiro. 3 O mau desempenho da seleção na Copa de 2014, realizada no Brasil, foi em grande parte atribuído ao fato de o futebol praticado não ter sido o legítimo futebol brasileiro ou, alternativamente, ao fato de a seleção não ter craques (jogadores “moleques”), ou, ainda, de ter um só e depender dele. 92

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4 Considere-se o filme Invictus, que mostra como Mandela transformou um campeonato mundial de rugby em evento que “uniu” todos os cidadãos da África do Sul, apesar de este ser então, naquele país, um esporte de brancos. 5 “Il calcio ‘è’ um linguaggio con i suoi poeti e prosatori”, Pier Paolo Pasolini. 6 Não é casual a menção a Leônidas: trata-se de um jogador que foi considerado como uma espécie de “síntese” do futebol “genuinamente” brasileiro na década de 1930. 7 Para os interesses deste artigo, os exemplos mencionados não representam a totalidade de textos encontrados a partir dos procedimentos de busca e coleta de material. Mencionam-se apenas os principais exemplares de cada campo discursivo, como amostra ilustrativa da circulação e da proficuidade do sintagma “futebol arte”. Além disso, nem todas as amostras trazem o sintagma em seu título, mas eventualmente o abordam no corpo dos textos. 8 Detalhes sobre a metodologia de busca/coleta de material, assim como procedimentos de seleção, organização e delimitação dos corpora diversos em que se mobiliza a noção de fórmula em Análise do Discurso e em que se recorre às ferramentas de busca podem ser encontrados em Baronas (2013) e Motta e Salgado (2011). 9 Propaganda da cerveja Brahma, disponível em. Acesso em 15 maio 2014. 10 Propaganda da operadora de telefonia Claro, disponível em . Acesso em 15 maio 2014. 11 Propaganda da marca esportiva Nike, disponível em. Acesso em 15 maio 2014. 12 Propaganda do energético Red Bull, disponível em . Acesso em 15 maio 2014. 13 Propaganda da Nike, disponível em . Acesso em 15 maio 2014. 14 Propaganda do refrigerante Coca-Cola, disponível em . Acesso em 15 maio 2014. 15 Propaganda do refrigerante Coca-Cola, disponível em . Acesso em 15 maio 2014. 16 Propaganda da marca Futebolês divulgada na página: . Acesso em 15 maio 2014. 17 Para uma descrição mais detalhada desses conceitos, sugerimos a leitura de Maingueneau (2005). 18 Essa propaganda é inspirada nas crônicas de Nelson Rodrigues, publicadas em jornais nas décadas de 1950-1970, que a publicidade retoma para ressignificá-las à sua maneira.

Referências bibliográficas Amossy, R. 2008. O ethos na intersecção das disciplinas: retórica, pragmática, sociologia dos campos. In R. Amossy, (org.). Imagens de si no discurso, pp. 119-144. São Paulo: Contexto. 93

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Sirio Possenti, Ana C. Vilela-Ardenghi y Hélio de Oliveira: Futebol arte, o verdadeiro futebol brasileiro

Rodrigues, N. 1958. Complexo de vira-latas. Manchete Esportiva, Coluna Personagem da Semana. Rio de Janeiro: Bloch Editores, 31 de maio de 1958. Vilela-Ardenghi, A. C. 2014. Minha terra tem palmeiras...: aspectos discursivos da construção de um espaço tipicamente brasileiro. Tese de Doutorado em Linguística. Instituto de Estudos da Linguagem, Universidade Estadual de Campinas, Campinas. Wisnik, J. M. 2008. Veneno remédio: o futebol e o Brasil. S. Paulo, Companhia das Letras.

Sírio Possenti é graduado em Filosofia pela Pontifícia Universidade Católica do Paraná (1969), fez mestrado em Linguística na Universidade Estadual de Campinas (1977) e doutorado em Linguística também na Universidade Estadual de Campinas (1986). Atualmente, é professor titular no Departamento de Linguística da Universidade Estadual de Campinas. Atua em diversas áreas da Linguística, com ênfase em Teoria e Análise Linguística, principalmente na sub-área da Análise do Discurso, em especial nos campos do humor e da mídia. Coordena o Centro de Pesquisa “Fórmulas e estereótipos - teoria e análise (FEsTA)”, com apoio do CNPq. Correo electrónico: [email protected] Ana Carolina Vilela-Ardenghi é graduada em Letras pela Universidade Federal de Mato Grosso do Sul (2004), Mestra em Linguística pela Universidade Federal de Uberlândia (2007) e Doutora em Linguística da Universidade Estadual de Campinas (2014). É professora da Universidade Federal de Mato Grosso do Sul, Campus de Ponta Porã. Tem experiência na área de Linguística, atuando principalmente em Análise do Discurso. Faz parte do Centro de Pesquisa “Fórmulas e estereótipos - teoria e análise (FEsTA)”. Correo electrónico: [email protected] Hélio de Oliveira é graduado em Letras pela UNIFEOB-SP, especialista em Planejamento, Implementação e Gestão da Educação a Distância (PIGEAD) pela UFF - Universidade Federal Fluminense, RJ, Mestre em Linguística pelo Instituto de Estudos da Linguagem - IEL/UNICAMP, SP. Atualmente cursa doutorado no IEL/UNICAMP, com projeto de pesquisa associado ao Centro de Pesquisa “Fórmulas e estereótipos - teoria e análise (FEsTA)”, com apoio da FAPESP. Correo electrónico: [email protected]

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ARTÍCULO

“Vamos todos cantar de coração”: Discursos fundadores dos hinos dos clubes brasileiros de futebol RAFAEL DUARTE OLIVEIRA VENANCIO Universidade Federal de Uberlândia

Resumen: El artículo analiza la forma en que los himnos de los clubes de fútbol brasileños engendran, dentro del amplio campo del imaginario deportivo, el rol de una gestión de la memoria que resulta en la identidad de estos equipos, así como en una asociación inmediata. La idea que aquí se presenta es que esa propiedad de los himnos reside en su construcción y representación de los discursos fundadores que emergen de una colectividad hiperenunciativa, siguiendo la contribución teórica de Maingueneau (2006, 2008). Palabras-clave: lenguaje mediático, enunciación, fútbol, himnos, discurso. Resumo: O artigo pretende analisar o modo pelo qual os hinos dos clubes brasileiros de futebol engendram, dentro do amplo campo do imaginário esportivo, o papel de uma gestão da memória que resulta em identidade desses times, bem como imediata associação. A ideia aqui apresentada é que essa propriedade dos hinos reside em sua construção e representação de discursos fundadores que emergem uma coletividade hiperenunciativa, seguindo o arcabouço teórico de Maingueneau (2006, 2008). Palavras-chave: linguagem midiática, enunciação, futebol, hinos, discurso. Abstract: This paper analyzes the way in which the anthems of Brazilian soccer teams process the role of memory management within the broad field of sports imagery, resulting in the identification with those teams, as well as immediate association with them. The idea presented here is that this property of hymns lies in their construction and representation of founding discourses that emerge from a hiperenunciation community, following the theoretical contributions by Maingueneau (2006, 2008). Keywords: media language, enunciation, soccer, anthems, discourse.

Recibido: 05 de septiembre de 2014 • Aceptado: 11 de noviembre de 2014.

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Introdução Mais respeitados nos estádios brasileiros do que o próprio Hino Nacional, os hinos de clubes de futebol são uma tradição onde se entrecruza uma tradição musical popular e uma configuração peculiar de suporte e torcida. Os hinos, mais do que meras canções, são mecanismos identitários utilizados para os clubes se distinguirem um dos outros. Com isso, o presente artigo deseja analisar os discursos fundadores dessa produção musical e futebolística. Tendo como corpus os hinos dos 101 clubes brasileiros que disputaram o campeonato nacional de 2013 – sendo 20 da Série A (Primeira Divisão), 20 da Série B (Segunda Divisão), 21 da Série C (Terceira Divisão) e 40 da Série D (Quarta Divisão) –, os procedimentos metodológicos seguem os princípios da linha francesa de Análise do Discurso, especialmente focados em Dominique Maingueneau. Apresentamos no presente trabalho apenas aqueles que se colocam enquanto mais representativos, seguindo uma abordagem quasi-típica-ideal weberiana. Os discursos fundadores ou discursos constituintes são aqueles que residem na pressuposição de “não reconhecer outra autoridade além de sua própria, de não admitir quaisquer outros discursos acima dele” (Maingueneau 2008: 37-38). São, assim, constituidores do “lugar-comum da coletividade, o espaço que engloba a infinidade de ‘lugares-comuns’ que aí circulam” (Maingueneau 2008: 39). Eis aqui um “trabalho de fundação no e pelo discurso (...), [bem como a] determinação de um lugar associado a um corpo de enunciadores consagrados e uma gestão da memória” (Maingueneau 2008: 38). É uma gestão da memória, realizada pelos discursos fundadores dos hinos de futebol, que resultam em identidade dos clubes brasileiros, bem como imediata associação. Afinal, certos versos como “Até a pé nós iremos”, “Vamos todos cantar de coração” e “Existe um grande clube na cidade” se tornam, inclusive, destacados da língua ordinária e apropriados por clubes tais como o Grêmio, o Vasco da Gama e o Cruzeiro, respectivamente. Com isso, o objetivo do presente artigo é desvelar tais mecanismos discursivos e, com isso, entender a função do hino de futebol na construção do imaginário esportivo brasileiro. Afinal, imaginário esse que funda um discurso coeso, mesmo na heterogeneidade e agonismo clubístico, de Nação.

1. Música como discurso A ideia da música enquanto elemento lingüístico para uma análise de discurso é amplamente defendida, pioneiramente inclusive, por Jean-Jacques Nattiez, que se autodeclara um semiólogo musical. Nattiez (1990), inclusive, descreveu um método de análise. Tal método emerge daquilo que Nattiez chama de tripartição semiológica, composta por três dimensões do fenômeno simbólico: a poiética, a estésica e o 98

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traço. Cada uma delas, é bem calcada em uma tradição pós-estruturalista dentro das Ciências da Linguagem, tal como podemos verificar: (a) A dimensão poiética: mesmo quando é vazia de todos os significados pretendidos, como é aqui, a forma simbólica resulta de um processo de criação que pode ser descrito ou reconstruído. (b) A dimensão estésica: receptores, quando confrontados por uma forma simbólica, colocam um ou vários significados para a forma; o termo receptor é, no entanto, algo de traiçoeiro. Claramente no caso anterior, nós não recebemos o significado de uma mensagem (já que o produtor não queria uma), mas sim construímos significado no curso de um processo perceptual ativo. (c) O traço: uma forma simbólica é encarnada fisicamente e materialmente sob a forma de um traço acessível aos cinco sentidos. Nós utilizamos a palavra traço porque o processo poiético não pode imediatamente ser lido dentro de suas linearidades, já que o processo estésico (se for em parte determinado pelo traço) é altamente dependente na experiência vívida do receptor (Nattiez 1990: 11-12). Com isso, o programa semiológico de Análise do Discurso proposto por Nattiez possui a análise pautada por essas três dimensões. Nattiez (1990: 17), inclusive, reformula o modelo comunicacional de Shannon e Weaver, tendo como base tais dimensões processuais semiológicas: Proceso Poiético Processo Estésico “Productor Traço “Receptor” Esse processo de Nattiez, baseado nas ideias de Molino, imprime uma mudança significativa no modelo de Shannon e Weaver. Tanto há uma reversão do caminho posto no processo estésico, mas também podemos notar que o processo semiológico, aqui, implica que: a) Uma forma simbólica (um poema, um filme, uma sinfonia) não é um intermediário qualquer no processo de comunicação que transmite o significado pretendido por um autor para uma audiência; b) É, ao contrário, o resultado de um complexo processo de criação (o processo poiético) que tem a ver tanto com a forma bem como com o conteúdo do trabalho; c) É também o ponto de partida para um processo complexo de recepção (o processo estésico) que reconstrói uma mensagem. O processo poiético e o processo estésico não, necessariamente, correspondem. Como Molino normalmente diz em discussões sobre a matéria, o poiético não é 99

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necessariamente destinado para terminar em comunicação. O poiético não pode deixar traços na forma simbólica em si; se ele deixa tais traços, eles nem sempre podem ser percebidos. No campo da música, o exemplo mais óbvio, sem dúvida, é a escala tonal de Schoenberg, sem mencionar as estruturas musicais autoconscientes de Webern ou Boulez (Nattiez 1990: 17).

O modelo de Nattiez, de fato, pode ser aplicado para qualquer forma comunicacional simbólica. No entanto, o seu objetivo – e objetivo também do presente artigo – era pensar esse fluxo comunicacional sob o ponto de vista da música. Com isso, pensando em uma música, o esquema posto anteriormente se configura da seguinte forma (Nattiez 1990: 73): Proceso Poiético

Partitura

Resultado Musical

Processo Estésico

Interpretaçao (Performance) O objetivo do presente trabalho é analisar os discursos fundadores dessa produção musical e futebolística composta pelos hinos de clubes de futebol. Tais formas simbólicas são mecanismos identitários tão importantes quanto o escudo, a camisa e o nome do time. Aliás, não só possuem igual importância, mas também relação discursiva direta. Então, aqui o importante não é o traço musical nem mesmo a capacidade do receptor de dotar de significado o hino, mas sim os discursos que permeiam a criação do hino, deixando rastros em sua forma simbólica. O trabalho aqui proposto é um trabalho de análise da ordem do poiético enquanto discursivo. Para notar a discursividade de tal poiesis, utilizaremos aqui a reflexão de uma Análise do Discurso como foco enunciativo, tal como propõe Dominique Maingueneau. E, se a questão é a fundação da criação de um hino, há apenas dois elementos do discurso que não podemos nos furtar de observar: os discursos fundadores e a cenografia da enunciação posta.

2. Discursos fundadores, pragmática e a cena enunciativa Ora, dentro da Análise do Discurso, podemos colocar a enunciação enquanto mecanismo mais poderoso de análise pragmática. Esse conceito não só serve para uma caracterização discursiva, mas também para verificar a ação lingüística de determinado sujeito. Para Maingueneau (2006: 52-53), “a enunciação é classicamente definida, após Benveniste, como ‘a colocação em funcionamento da língua por um ato individual de utilização’. Ela opõe-se, assim, ao enunciado como o ato distingui-se de seu produto.” Com isso, nos colocamos diante de três afirmações: • A enunciação não deve ser concebida como a apropriação, por um indivíduo, do sistema da língua: o sujeito só acede à enunciação através das limitações múltiplas dos gêneros de discurso. 100

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• A enunciação não repousa sobre um único enunciador: a interação é preponderante. Como lembra Benveniste, “o ‘monólogo’ deve ser posto, apesar da aparência, como uma variedade do diálogo, estrutura fundamental”. • O indivíduo que fala não é necessariamente a instância que se encarrega da enunciação. Isso leva Ducrot a definir a enunciação, independentemente do autor da palavra, como “o acontecimento constituído pela aparição de um enunciado” (Maingueneau 2006: 53).

Assim, o que estamos analisando aqui é, exatamente, aquilo que Maingueneau descreve enquanto uma cena da enunciação. Cena essa que é dominada por um hiperenunciador. O hiperenunciador é uma categoria do discurso onde há o apagamento de uma marca autoral para ela se transformar em uma situação de perpétua citação, tal como um clichê, que se mantém por sua presença em uso por múltiplos sujeitos de fala. Eis aqui “um sistema de citação singular, a ‘particitação’, uma palavra-valise que funde ‘participação’ e ‘citação’” (Maingueneau 2008: 93). Todas as músicas de futebol – sejam os hinos, sejam os gritos de torcida – são produtos de um hiperenunciador da ordem do coletivo. “Elas visam à fusão imaginária dos indivíduos em um locutor coletivo que, por sua enunciação, institui e confirma o pertencimento de cada um ao grupo” (Maingueneau 2008: 103). A “particitação” – a palavra-valise criada por Maingueneau unindo “participação” e “citação” – de grupo posta pelos hinos é, sem sobra de dúvida, militante. Essas particitações permitem reforçar a coesão de uma coletividade, opondo-a a um exterior ameaçador (slogans militantes, cantos de torcida, gritos de guerra...). Diferentemente das participações sentenciosas, as militantes são produzidas por um enunciador coletivo. Neste coletivo convém estabelecer uma distinção entre grupo empírico dos locutores e a entidade de ordem institucional a que é atribuído o PDV [ponto de vista]. Esta última não pode se reduzir aos indivíduos empíricos que a constituem em um dado momento (Maingueneau 2008: 103).

Para ser mais preciso, podem-se distinguir três níveis distintos: (a) Os locutores empíricos, os indivíduos que compõe o grupo; assim considerados, eles não interessam à análise do discurso; (b) O ator coletivo do qual eles participam: um partido, um conjunto de manifestantes, uma associação; (c) O hiperenunciador que funda os diversos PDVs expressos por esse ator: a Esquerda, a Nação, o Clube etc. (Maingueneau 2008: 103). O resultado dessa particitação, que são os hinos, nada mais nada menos, é um conceito de Clube que é fundado por esse discurso. Por isso aqui que 101

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podemos colocar a noção de Discurso Fundador, trabalhada, por exemplo, por Eni Orlandi e pelo próprio Maingueneau, para dizer o que funda esse hiperenunciador. Para verificar a ampla cena de enunciação futebolística do Brasil, procederemos para verificar quais pontos de vistas são construídos nos hinos dos clubes brasileiros profissionais que jogam uma das 4 Divisões nacionais. Em 2013, foram 101 clubes: 20 da Série A (Primeira Divisão), 20 da Série B (Segunda Divisão), 21 da Série C (Terceira Divisão) e 40 da Série D (Quarta Divisão). São os hinos desses clubes que iremos analisar.

3. Os hinos do futebol brasileiro O hino de futebol no Brasil possui a filiação mista entre a marchinha de carnaval e o hino marcial em seu processo melódico. No entanto, em sua designação, tal como o hino pátrio, ele retira o seu nome dos antigos cânticos religiosos, cuja tradição pré-data os Salmos judaico-cristãos. Na Idade Moderna, o hino deixou de ser uma forma de composição musical exclusiva do âmbito religioso. Surge, então, o hino nacional (de devoção à nação ou à pátria), o hino partidário (de devoção a um partido político), o hino de organizações em geral e o hino desportivo (de devoção a um clube ou agremiação). De acordo com Olavo Bilac e Guimaraens Passos, num sentido contemporâneo, “[r]igorosamente, dá-se hoje o nome de hymno a uma composição poética, acompanhada ou não de música, em que se exalta alguém, ou se celebra algum acontecimento, e com que se excitam os ânimos por uma entoação forte e elevada”, e o hino seria uma forma da poesia lírica que, muitas vezes, se confundiria com outras duas formas, mais precisamente os cânticos e os salmos. Todavia, é nas letras dos hinos dos clubes que a literatura se aliará em essência ao futebol e à música, como ocorrera na aliança entre esporte e arte, na Antiguidade, pois as letras de hinos, muitas vezes, apresentam um grau de sofisticação em termos de elaboração, não obstante o fato do caráter popular que marca o futebol enquanto fenômeno cultural de massa (Cornelsen 2012: 60).

A figura essencial aqui, no ponto de vista da composição, é Lamartine Babo. Babo é o compositor que dará esse caráter misto de um hino marcial com estilo de marchinha de carnaval que Cornelsen chama de hino popular. Tudo aconteceu graças a um mecanismo midiático: Embora alguns clubes brasileiros já tivessem hinos compostos nas décadas de 1920 e 1930, são as décadas de 1940, 1950, 1960 e 1970 que formarão o período áureo de composição dos hinos e, em alguns casos, até mesmo de composição de novos hinos populares para aqueles clubes que já possuíam hinos oficiais na década de 1920, como é o caso das principais equipes de futebol do Rio de Janeiro, além do Corinthians, do Atlético Mineiro, do Villa Nova, do Paysandu, entre outros. Podemos afirmar com segurança que a transição dos chamados hinos marciais

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para os hinos populares no âmbito do futebol se consolidou em meados da década de 1940. Tal transição está associada a um nome em especial: Lamartine Babo, famoso compositor de marchas de carnaval que compôs nada mais nada menos do que os hinos de 11 clubes do Rio: América, time de coração do compositor, Botafogo, Flamengo, Fluminense, Vasco da Gama, Bangu, todos considerados grandes na época, e dos times pequenos Madureira, Olaria, São Cristóvão, Bonsucesso e Canto do Rio.11 Segundo consta, Lalá, como era conhecido, foi desafiado pelo radialista Héber de Bôscoli, com quem compunha o Trio de Osso juntamente com Yara Sales no programa Trem da Alegria, da Rádio Mayrink Veiga, a compor um hino por semana para cada clube do Rio de Janeiro, desafio esse plenamente cumprido pelo compositor.12 Aliás, Lamartine Babo faria escola também quanto ao estilo dos hinos de futebol, compostos como marchas-rancho ou marchinhas, como também eram conhecidas, e estas se diferenciavam das marchas militares em sua cadência. De acordo com Paulo Jebaili, “[o] hino de futebol escolhe a marcha porque é a festa. E a festa é sublimação da dor. A marcha é uma das primeiras manifestações de pessoas que se reuniam em blocos na rua para cantar a vida de forma lúdica” (Cornelsen 2012: 62-63).

E, com isso, Lamartine Babo coloca parâmetros para a composição dos novos hinos, bem como até os topoi trabalhados. Ora, à guisa de rememoração, o topos é o lugar-comum da retórica clásica (Aristóteles 2005), ou seja, os assuntos reincidentes para a construção de um discurso ou oração. É através dessa tópica de Babo que os hinos foram construídos e são nelas que encontraremos a ampla cena enunciativa de discursos fundadores dos clubes brasileiros de futebol. Como, então, podemos esquematizar tais elementos? Ora, os topoi dos hinos, locus de seus discursos fundadores, podem ser agrupados em dois conjuntos. Um abarca os enraizamentos do clube, tais como a localidade do clube ou mesmo a história geral de seu grupo social, bem como elementos futebolísticos como as conquistas e sua torcida. Já os outros são compostos de sentimentos, o pathos engendrado pelo clube tal como a rememoração do passado, o amor ao clube, o jeito de jogar futebol do clube, o sentimento de luta e o simbolismo clubístico. Assim, entre enraizamentos e sentimentos, os hinos engendram discursos que fundam esse hiperenunciador que é o Clube de futebol. Nas próximas páginas, vamos falar um pouquinho de cada um dos topos engendrados. 3.1. Topoi de enraizamento Um clube de futebol é, antes de tudo, uma Instituição. Possui sede, endereço, uma data de fundação e pessoas que trabalham, torcem e jogam por ele. Sem tais elementos, um hino jamais representaria o clube dignamente e, o mais importante, não o transformaria em uma situação de hiperenunciação: não haveria particitação, não haveria a formação da identidade grupal. Quatro topoi são utilizados nos hinos brasileiros de futebol: a torcida, o local, a história desse local e as conquistas do clube. Muito mais que um 103

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distintivo ou uma camisa, são elementos assim que fazem uma ideia de coletividade encarnar em tempo, espaço e pessoas. 3.1.1. A torcida Como forma de humanização do hiperenunciador, a torcida é um recurso posto pelos hinos para conduzir o enunciado. Isso pode ser feito tanto no plural ou no singular. No plural, um dos maiores exemplos é feito por Lupicínio Rodrigues. Um dos maiores compositores de samba-canção de dor de cotovelo e conhecido com algumas marchinhas de Carnaval, Rodrigues resolveu fazer o hino de comemoração aos 50 anos de seu clube de futebol, o Grêmio Foot-Ball Porto-Alegrense, que logo se transformaria, não só no hino oficial do clube, mas também um amplo exemplo de um hino cantado por um coletivo de torcedores em enunciado e em enunciação: Até a pé nós iremos Para o que der e vier Mas o certo e que nós estaremos Com o Grêmio onde o Grêmio estiver (...) Nós como bons torcedores Sem hesitarmos sequer Aplaudiremos o Grêmio Aonde o Grêmio estiver No entanto, a forma coletiva não é a única maneira de representar os torcedores. Lamartine Babo a utilizou, com maestria, no hino do Clube de Regatas Flamengo. Há quem faça a piada que Babo encarnou o eu lírico de sua música, mesmo sendo americano, se misturando no próprio mecanismo de particitação. O hino é um clássico do Maracanã: Uma vez Flamengo Sempre Flamengo Flamengo sempre eu hei de ser É meu maior prazer vê-lo brilhar Seja na terra, seja no mar Vencer, vencer, vencer! Uma vez Flamengo Flamengo até morrer! Na regata, ele me mata

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Me maltrata, me arrebata Que emoção no coração! Consagrado no gramado Sempre amado O mais cotado nos Fla-Flus é o ‹ai, Jesus!› Eu teria um desgosto profundo Se faltasse o Flamengo no mundo Ele vibra, ele é fibra Muita libra já pesou Flamengo até morrer eu sou! Os hinos de Grêmio e Flamengo mostram uma fórmula clássica de mostrar a torcida: através do eu ou do nós da hiperenunciação. Com isso, no estádio ou em qualquer lugar, basta cantar o hino para se formar uma noção de Clube. Cada um que canta o hino, se torna parte da Instituição. 3.1.2. O local Um clube nasce em um bairro, em uma cidade, em um Estado. Alguns querem representar o Brasil inteiro, outros apenas a sua rua. A construção magnânima do hiperenunciador Clube diz muito sobre a ideia de abrangência que um clube deseja ter. Por exemplo, o Santos Futebol Clube, apesar de ser um time bicampeão mundial, prefere se chamar no hino enquanto um time de bairro, onde uma comunidade fechada nasce, morre e vive: Sou alvinegro da Vila Belmiro O Santos vive no meu coração É o motivo de todo o meu riso De minhas lágrimas e emoção Sua bandeira no mastro é a história De um passado e um presente só de glórias Nascer, viver e no Santos morrer É um orgulho que nem todos podem ter Já tem clubes, tal como o Cruzeiro Esporte Clube, de Belo Horizonte, que desejam indicar para o seu rival, logo na primeira linha de seu hino, que ele é o time da cidade. Além disso, como sua cidade é a capital do Estado e, por muito tempo, o campeonato de futebol de Minas Gerais se resumia aos times de Belo Horizonte, ele expande tal construção para o Estado: Existe um grande clube na cidade, Que mora dentro do meu coração. 105

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E eu vivo cheio de vaidade, Pois na realidade é um grande campeão. Nos gramados de Minas Gerais, Temos páginas heróicas e imortais, Cruzeiro, Cruzeiro querido, tão combatido, jamais vencido. Em um diálogo interdiscursiva, o maior rival do Cruzeiro, o Clube Atlético Mineiro, em seu hino, parece pegar o ponto de chegada do rival, o estado de Minas Gerais, para transformá-lo em ponto de partida. Afinal, em seu hino, o Atlético se coloca enquanto um time que sai das fronteiras brasileiras: Vencer, vencer, vencer Este é o nosso ideal Honramos o nome de Minas No cenário esportivo mundial Lutar, lutar, lutar Pelos gramados do mundo pra vencer Clube Atlético Mineiro Uma vez até morrer 3.1.3. As conquistas Talvez maior que a própria torcida ou a abrangência local de um clube, estejam suas conquistas no futebol. O hino pode se transformar em um mecanismo egóico, tal como Lamartine Babo fez inteligentemente com o hino do Botafogo de Futebol e Regatas: Botafogo, Botafogo, Campeão desde 1910 Foste herói em cada jogo, Botafogo, por isso é que tu és E hás de ser nosso imenso prazer Tradições aos milhões tens também Tu és o glorioso, Não podes perder, Perder para ninguém! No entanto, não há necessidade de demarcar um título em especial para falar de conquistas, tal como o hino do Botafogo faz com o Campeonato Carioca de 1910. Há hinos que constroem seu hiperenunciador enquanto um campeão em geral, tal como o faz a canção do Sport Club Internacional:

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Glória do desporto nacional Oh, Internacional Que eu vivo a exaltar Levas a plagas distantes Feitos relevantes Vives a brilhar Correm os anos, surge o amanhã Radioso de luz, varonil Segue a tua senda de vitórias Colorado das glórias Orgulho do Brasil Junto com a torcida, as conquistas são os topoi de enraizamento que se colocam mais próximos com os topoi de sentimento, pois são um mecanismo de personalização do discurso fundador. Falar de conquistas significa falar de feitos humanos dessa coletividade e, ao cantá-los, particitando-os, há a rememoração, (re)presentação e, o mais importante, identificação dos membros de um clube com a ideia de Clube. 3.1.4. História geral Curiosamente, ao invés de locais, há clubes que preferem se ligar a uma tradição histórica. Tradição essa que, muitas vezes, não tem nada a ver com o futebol. É o caso do hino do Clube de Regatas Vasco da Gama, também composto por Lamartine Babo, que faz ampla referência ao navegador português homônimo, logo nos primeiros versos: Vamos todos cantar de coração A Cruz de Malta é o meu pendão Tu tens o nome de um heróico português, Vasco da Gama, a tua fama assim se fez! 3.2. Topoi de sentimento Na Retórica, “depois de uma discussão inicial sobre a natureza da retórica, Aristóteles a define como a faculdade de descobrir os meios de persuasão em cada assunto. Ele, então, começa a distinguir dois tipos de provas: artificial e inartificial ou artística e não-artística” (Kennedy 1963: 88). Enquanto as provas inartificiais/ não-artísticas, são aquelas que existem fora do universo do texto – algo que poderíamos chamar de “fatos” –, as provas artificiais/artísticas são “as provas fornecidas pelo discurso [e] se distinguem em três espécies: umas residem no caráter moral do orador, outras, nas disposições que se criaram no ouvinte; outras, no próprio discurso, pelo que ele demonstra ou parece demonstrar” (Aristóteles 2005: 33). Elas recebem, receptivamente os nomes de ethos, pathos e logos. 107

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As três categorias denotam uma relação de produção textual – seja do texto escrito ou do discurso falado – que relaciona o produtor do texto ao seu público. Podemos dizer, à luz dos estudos atuais, que o logos trabalha com a dimensão dos vários discursos nos quais tanto o autor como a audiência estão envolvidos. O campo do logos é o campo dos entimemas. Entimema é uma espécie de silogismo, ou seja, “a forma do raciocínio por excelência. É a relação de formas proposicionais” (Joseph 2008: 160). Os silogismos funcionam na busca da validez ou da invalidez (falácia, fundada em algum processo ilícito de algum dos termos) e, dentro de um processo dialético, seriam a fonte da busca do conhecimento. O entimema, por sua vez, estaria apenas na Retórica e acontece quando as premissas são somente provavelmente verdadeiras, principalmente aquela que é a omitida. Assim, nem sempre falamos a verdade quando enunciamos um entimema. Já o ethos é o campo da construção da imagem de si do discurso. Um hino de futebol constrói o ethos de um Clube, o hiperenunciador em si. No entanto, não basta apenas falar de si, se fosse bastaria os topoi de enraizamento, há de provocar e representar emoções em seu público: eis aqui o pathos. Os topoi de sentimento, simplesmente, são o pathos dos hinos de futebol, buscando a consolidação do processo poiético em processo estésico. Com isso, encontramos lugares-comum nos hinos de amor, luta, passado, jogo e simbolismo. 3.2.1. O amor Hinos de futebol podem ser claramente uma prova de amor ao Clube e essa situação pode estar claramente posta no processo poiético da composição da canção e eternamente repetida pela particitação feita em cada execução do hino. Esse é o caso do hino oficial do São Paulo Futebol Clube. Em 1936, um dos fundadores e dirigentes do São Paulo, o então tenente Porfírio da Paz passava por uma crise financeira – tal como o próprio clube de futebol – e estava sendo despejado de sua casa. Nervoso com a situação, começou a cantarolar um slogan, conclamando que o seu amor pelo clube o salve, e vice-versa: “Salve o Tricolor Paulista”. Com isso nascia um hino de amor ao clube que, até hoje, é o hino oficial da equipe, posta em pleno estilo das marchas militares, mas com a paixão dos hinos populares: Salve o tricolor paulista Amado clube brasileiro Tu és forte, tu és grande Dentre os grandes és o primeiro Ó tricolor Clube bem amado As tuas glórias 108

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Vêm do passado São teus guias brasileiros Que te amam eternamente De São Paulo tens o nome Que ostentas dignamente Ó tricolor Clube bem amado As tuas glórias Vêm do passado O amor pelo Clube é uma grande força-motriz do discurso fundador. Eis aqui um mecanismo próximo daquele que Freud descreve da formação de grupos. Aqui, o amor pelo Ideal de Eu posto pelo Clube, transforma todos os membros do clube de futebol em uma massa. Ora, para Freud, a massa é formada quando “o indivíduo abandona seu ideal do ego e o substitui pelo ideal do grupo, tal como é corporificado no líder” (Freud 1998: 104). Assim, “o homem (...) [é] um animal de horda. A multidão é assim uma reedição da horda primitiva, na qual o amor que o chefe supostamente dispensa por igual a todos os membros é apenas uma idealização da perseguição de todos os membros pelo chefe da horda primitiva” (Mezan 1997: 494). E é isso que a tópica do amor nos hinos produzem discursivamente. 3.2.2. A luta Também como bom filho dos hinos militares, o hino de futebol pode engendrar, discursivamente, uma fundação na luta. O caso mais patente disso é o hino da Sociedade Esportiva Palmeiras, onde há uma metaforização do jogo de futebol enquanto uma batalha, uma luta tal como o hino descreve: Quando surge o alviverde imponente No gramado em que a luta o aguarda, Sabe bem o que vem pela frente. Que a dureza do prélio não tarda! E o Palmeiras no ardor da partida, Transformando a lealdade em padrão. Sabe sempre levar de vencida E mostrar que, de fato, é campeão! Defesa que ninguém passa. Linha atacante de raça. Torcida que canta e vibra Por nosso alviverde inteiro, 109

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Que sabe ser brasileiro, Ostentando a sua fibra! 3.2.3. O jogo No entanto, seria errôneo acharmos que o jogo de futebol sempre será caracterizado enquanto uma batalha, uma guerra disputada entre quatro linhas em um gramado verde. Há hinos que descrevem, claramente, o processo de jogar futebol e fazem o jogar bem futebol a maior virtude de seu time. Eis um exemplo tirado de um dos clubes menores do Estado de São Paulo, o Oeste Futebol Clube, da cidade de Itápolis: A minha alegria É ver meu time jogar Quando minha equipe está beleza É alegria pra lá e pra cá Mas quando o jogo aperta Eu vejo é na moral Oeste, aqui estou! E dá-lhe rubro É gol, é gol, é gol, é gol, é gol 3.2.4. O passado Mas, talvez, a melhor forma de jogar bem o futebol seria representá-lo, em canção, pela ideia do passado glorioso do Clube. Os hinos engendram isso de maneira muito interessante, até mesmo separando do topos de enraizamento da conquista. Um exemplo disso é o hino do Criciúma Esporte Clube: Lembrando os heróis do passado Que escreveram seus nomes na história Oh! Tricolor predestinado A um presente e futuro de glórias Salve o Criciúma No esporte Nacional Salve o Criciúma De patrimônio imortal Na hora da decisão Numa só voz grita feliz O meu povão Em uma tópica do passado, o importante é a consolidação, logo da fundação discursiva, da tradição de um determinado clube. O interessante é que, 110

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pensando que a tradição é um processo histórico, o hino acaba, por muitas vezes, inserindo tradição extrahistórica. Ou seja, um Clube, em sua particitação, se enuncia enquanto tendo tradição, mesmo sem ter essa sedimentação histórica. 3.2.5. O simbolismo Em uma condição metalinguística, um hino de futebol, que é um símbolo discursivo de um Clube, também pode falar sobre as outras marcas identitárias do hiperenunciador, tal como fosse um “discurso de si sobre si”, um metaethos. Alguns hinos, por exemplo, se calcam quase que inteiramente nisso, tal como o da Associação Atlética Ponte Preta: Estandarte desfraldado preto e branco é sua cor Ponte Preta vai pro campo prá mostrar o seu valor Ponte Preta inflamante Ponte Preta emoção Ponte Preta gigante raça de campeão Seu estádio é o Majestoso seu nome uma glória Ponte Preta sempre sempre na derrota ou na vitória És amada Ponte Preta Orgulho de nossa terra Ponte Preta de paz Ponte Preta de guerra Ponte Preta de paz Ponte Preta de guerra Além da plena repetição do nome do clube – dez vezes em dezoito versos –, há também referência à bandeira, às cores e ao estádio do clube, todos símbolos do hiperenunciador e postos em movimento linguístico pela particitação. Tal como um mantra, o hino da Ponte Preta repete sua história de si insistentemente.

4. Considerações finais Produto de uma hiperenunciação, a noção de Clube perpassa as vidas de qualquer sujeito futebolístico. O torcedor ama, odeia, chora, vibra e canta pelo seu time. O jogador se emociona com o canto da torcida e os profissionais 111

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do clube se sentem representados por essas enunciações da ordem do musical chamadas hinos. Esses hinos são a representação mais plena daquilo onde o ideário de determinado time de futebol se calca discursivamente. Na nossa presente análise, apresentamos um par de conjuntos que classificam tais discursos fundadores. De um lado, temos o enraizamento. Um Clube, mesmo sendo o exercício de hiperenunciação, de uma particitação grupal de hinos, cânticos e discursos diversos, possui sede, conquistas e um arredor social e histórico composto por pessoas. Com isso, temos hinos que falam desse material empírico daquilo que faz um clube. No entanto, há o outro conjunto: o sentimento, o pathos. Ora, futebol é uma das práticas mais hearts and minds que os humanos se engajaram no século XX e seguem o mesmo exemplo, em processo amplo de globalização, para o século XXI. Sendo canções que mobilizam esse pathos, os hinos falam de amor e luta, jogar bem e passado. Um hino se transforma mais do que um símbolo, se torna o símbolo que fala de símbolos. Com essa capacidade metalinguística, o hino de futebol possui o eterno fascínio de representar um clube mesmo em sua ausência (podemos dizer até mais, em sua plena e perene ausência). Afinal, quando entoamos um hino, fazemos uma performance, não só carregamos o traço de uma canção, mas também o traço de um Clube, símbolo de sua poiésis. Referências bibliográficas Aristóteles 2005. Arte retórica e arte poética. Rio de Janeiro: Ediouro. Cornelsen, E. L. 2012. Hinos de futebol nas Gerais: dos hinos marciais aos populares. Aletria 22, 2: 59-71. Freud, S. 1998. Psicologia de grupo e análise do ego. In S. Freud. Edição eletrônica brasileira das obras psicológicas completas de Sigmund Freud. vol. 18, Rio de Janeiro: Imago. Joseph, I. M. 2008. O Trivium: As artes liberais da lógica, gramática e retórica. São Paulo: É. Kennedy, G. 1963. The art of persuasion in Greece. Princeton: Princeton University Press. Maingueneau, D. 2006. Termos-chave da análise do discurso. Belo Horizonte: Ed. UFMG. Maingueneau, D. 2008. Cenas da enunciação. São Paulo: Parábola. Mezan, R. 1997. Freud, pensador da cultura. São Paulo: Brasiliense. Nattiez, J.J. 1990. Music and discourse. Princeton: Princeton University Press.

Rafael Duarte Oliveira Venancio é Doutor em Meios e Processos Audiovisuais pela Escola de Comunicações e Artes da Universidade de São Paulo e Professor do curso de Jornalismo da Universidade Federal de Uberlândia. Correo electrónico: [email protected] 112

Reseñas

Charaudeau, Patrick 2013. La conquête du pouvoir. Opinion, persuasion, valeur. Les discours d’une nouvelle donne politique. 250 pps. L’Harmattan. Collection Langue & Parole. ISBN: 978-2-343-010854. Patrick Charaudeau nos ofrece un trabajo de sumo interés para los analistas políticos y del discurso. Luego de una introducción general, organiza el libro en cuatro partes, cada una de ellas dedicada a los temas que anuncia en los subtítulos de la obra, y se nutre de atinadas referencias bibliográficas del campo de la filosofía, de la politología, de la sociología, de la psicología social y de la comunicación. En la introducción explica que la conquista del poder político se enmarca en una escenografía basada en un discurso de promesa dirigido a tres categorías de electorado que componen lo que se conoce como la opinión pública: el que vota por convicción, el que lo hace por tradición y el que elige de acuerdo con sus intereses inmediatos. Apunta acertadamente que, en el caso de las campañas presidenciales, los candidatos ponen en marcha estrategias discursivas basadas más en las emociones que en la razón y dejan en la vaguedad sus programas políticos. Pero no sólo las figuras políticas se apropian de dichas estrategias, pues éstas al mismo tiempo circulan en el espacio social, en las voces de los periodistas, los analistas y los movimientos sociales, entre otros. Refiriéndose en particular al contexto francés, Charaudeau describe el mosaico de movimientos sociales, tanto de derecha como de izquierda, históricamente presentes. Se traza, como objetivo, analizar las opiniones, las estrategias persuasivas y los valores políticos a partir de los procesos enunciativos escenificados por los candidatos en su lucha por el poder. En la primera parte de la obra, el autor explica que la opinión pública se construye en los discursos mediatizados de los movimientos sociales, así como de los políticos, los encuestadores y los comentadores. Enfoca, en particular, las encuestas y los sondeos de opinión y las categoriza de acuerdo con los fines que persiguen: identificar las intenciones de voto, las preferencias y las posiciones frente a problemas de sociedad. Estos sondeos constituyen actos de habla cuyos resultados, muy diversos y pocas veces confiables, son difundidos creando la ilusión de representar opiniones reales. Aunque advierte acerca de la dificultad de identificar diferentes categorías de electores por la heterogeneidad de sus orígenes, su composición social y sus motivaciones, se sustenta en datos estadísticos y su profundo conocimiento de la realidad socio-política francesa 113

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para establecer relaciones entre candidatos presidenciales y sus poblaciones electorales específicas. Charaudeau reflexiona acerca de la forma como el amplio abanico de posturas electorales se concentra, al final de cada campaña presidencial, en dos polos representados por el autoritarismo republicano, por un lado, y la igualdad democrática, por el otro. Considera que la opinión pública, difícilmente caracterizable, se nutre de todos los discursos circulantes. La innegable influencia que en ella tienen los actores políticos es examinada en la siguiente parte de la obra, sobre los discursos de persuasión. En esta segunda parte, el autor comienza por hacer un recorrido del concepto de legitimidad, relacionando sus distintos matices con situaciones y personajes de la vida pública francesa. Luego aborda cuestiones relativas a la credibilidad y al carisma que proyectan los políticos en la imagen que construyen de sí mismos y que otros perciben de ellos. Describe las condiciones necesarias para lograr credibilidad y carisma, ambas imprescindibles en el ejercicio del poder. Para Charaudeau, la credibilidad debe satisfacer condiciones de sinceridad, de conocimiento y de actuación mientras que el carisma es un factor suplementario que cobra importancia específica en diferentes ámbitos, como el religioso y el artístico, así como el político. El lingüista hace uso de abundantes muestras discursivas para ilustrar de qué manera se interrelacionaron, o dejaron de interrelacionar, ambas nociones en los candidatos que participaron en la campaña presidencial de 2012 en Francia. Es particularmente interesante la referencia que hace a los dos principales contrincantes de esa campaña, Nicolas Sarkozy y François Hollande. Apunta que las estrategias discursivas del candidato Sarkozy, entonces Presidente de la República, no tuvieron el mismo éxito que en 2007. Considera el autor que su imagen personal se vio degradada, entre otras razones, por un lenguaje y un comportamiento transgresores. Muestra con elocuentes ejemplos discursivos de qué manera el ex presidente proyectó en la campaña de 2012 una imagen que condujo a su pérdida de legitimidad. Asimismo, aborda el caso del candidato Hollande, quien, para el momento de la campaña de 2012, a diferencia de Sarkozy, no había ejercido ningún cargo gubernamental y debía construirse una legitimidad y una credibilidad ante un electorado variopinto. Charaudeau muestra a través de ejemplos tomados de intervenciones televisadas y escritas que Hollande utilizó hábilmente estrategias discursivas que lo situaban en posición favorable y opuesta a la del candidato-presidente, cuya credibilidad y legitimidad se habían desvanecido. Si bien el autor reconoce que el candidato socialista adolecía del carisma que en su momento tuvo Sarkozy, estima que su bien ganada credibilidad le confiere la legitimidad, simbólica y pragmática, necesaria para gobernar el país. A fin de cuentas, supo construirse una imagen de demócrata ante la imagen autoritaria que el ex-presidente Sarkozy se había labrado.

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Reseñas

En la tercera parte de la obra, Patrick Charaudeau se adentra en los conflictos discursivos que giran en torno a los valores tradicionales de la sociedad francesa. El autor se extiende, en esta parte, sobre el concepto de democracia, al cual contrasta con el concepto de república, y explica que, aunque ambos tienen como objetivo el bien común, difieren en su modo de lograrlo. Destaca que, si bien en ambas formas la soberanía popular se delega, la democracia se distingue por las condiciones de vigilancia y control que impone. Mientras que el concepto de república es de orden vertical, centrado en la autoridad del estado, el de democracia es horizontal, pues en ella se juegan relaciones de fuerza entre ciudadanos y dirigentes. Señala el permanente conflicto en la sociedad francesa entre un poder político representativo, pero elitesco, y un poder político que involucra, idealmente, a todos los ciudadanos. Pero no se trata, como explica, de una simple oposición entre partidos sino de dos ideologías que contienen valores del imaginario colectivo. Se plantea entonces develar cómo se distribuyen estos valores en el contexto francés. Identifica claramente un pensamiento de izquierda que aboga por la solidaridad y el progreso social y un pensamiento de derecha conservador y liberal. Se trata de dos pensamientos que se entrecruzan en los partidos y que dan origen a conflictos internos. Argumenta que estas matrices ideológicas se funden en un tercer ámbito, el del populismo, donde el discurso de los políticos deriva en extremismos. Mientras el extremismo de derecha aboga por un estado fuerte y autoritario, el de izquierda ataca a los distintos grupos elitescos, cada uno de ellos con sus propios chivos expiatorios. Sin embargo, aclara Charaudeau, el discurso populista, lejos de nutrirse de referencias ideológicas definidas, no es sino una estrategia para ganar adeptos. Con elocuentes muestras discursivas, el autor describe el caso de Marine Le Pen, a la cabeza del partido de extrema derecha, Front National, quien se deslinda de algunas temáticas defendidas por su padre, anterior líder del partido. Entre otros aspectos, esta candidata presidencial de 2012 refuerza el tema de la identidad nacional. Lo hace por oposición a todo lo que le es diferente, y por consiguiente amenazante, encontrando en el tema de la inmigración, particularmente la de fe musulmana, un nuevo chivo expiatorio responsable de todos los males que azotan a la sociedad. De igual modo, Charaudeau describe el radicalismo de izquierda, personificado durante la campaña de 2012 en Jean-Luc Mélenchon, cuyo discurso, a pesar de las distancias, se funde con el de Marine Le Pen, especialmente cuando arremete contra el sistema financiero, las élites y el liberalismo. Tanto Mélenchon como Le Pen hacen uso de tácticas de descalificación del adversario, usuales en el discurso populista. Sin embargo, ambos tienen el mérito de haber renovado el discurso de sus respectivas tendencias partidistas, captando así votos motivados más por deseos de venganza o de esperanza que por razones ideológicas. Por su parte, Sarkozy, hacienda gala también de un discurso y un comportamiento populista, hizo suyos temas de la derecha como el de la inmigración, la 115

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seguridad, el trabajo y la identidad nacional. Asimismo, y fundamentándose en una amplia gama de ejemplos, Charaudeau muestra de qué manera desaparecen los límites entre la derecha y la izquierda en las intervenciones discursivas de François Hollande y de otros candidatos en la campaña presidencial de 2012. En la última parte de la obra, el autor nos ofrece lúcidas reflexiones acerca de la democracia y sus contradicciones. Reconoce que los dirigentes se encuentran con frecuencia ante problemas como el de conciliar la libertad individual con el interés general de la colectividad, o como el de dar respuesta a las exigencias sociales sin ser tildado de demagogo, populista o bien de autócrata. En cuanto a la campaña de 2012, concluye que en ella se expresó un fuerte antagonismo entre democracia representativa y democracia participativa, dos movimientos que, considera, deberían idealmente complementarse. Persisten, después de la campaña presidencial, en los imaginarios sociales que se debaten entre el deseo de autoridad republicana y la búsqueda de la igualdad democrática. François Hollande, candidato socialista ganador de la contienda, se enfrenta ahora a una oposición de derecha dividida entre distintas figuras políticas y fragmentada en diferentes movimientos, como el del “anti-matrimonio homosexual”, defendido por integristas católicos y extremistas de derecha, o el de la “primavera francesa”, que tomó el lugar de la extrema derecha tradicional. Al mismo tiempo, tiene ante si las demandas sociales del electorado que lo eligió y de la izquierda radical, sin dejar de lado a los medios, ocupados en construir, y destruir, su imagen. Pero el nuevo presidente se enfrenta sobre todo a una situación de crisis económica, social e ideológica que lleva a Charaudeau a preguntarse si el modelo político está por llegar a su fin. Hace una advertencia que reconoce como prematura cuando dice que la tensión entre el interés individual y el interés general pareciera dar muestras de inclinarse hacia el primero. En su reflexión final, nos invita a hacer una analogía entre el péndulo de Foucault y los movimientos de la vida social: nada es definitivo, nada es estático. Consideramos que su crítica visión de la dinámica política francesa de los últimos años, con énfasis en los procesos que entraron en juego en la campaña presidencial de 2012, y las abundantes muestras de intervenciones discursivas en las que se sustenta, le permiten a Charaudeau describir atinadamente los mecanismos y procesos que llevaron al actual presidente, François Hollande, al poder. Este libro no deja de impactarnos con las inquietantes preguntas acerca del devenir socio-político francés, en un momento en el que operan reacomodos ideológicos que inciden en los imaginarios colectivos y que tendrán efecto en los discursos dirigidos a conquistar el poder. Frances D. de Erlich Universidad Central de Venezuela [email protected]

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Reseñas

Shiro, Marta; Charaudeau, Patrick; Granato, Luisa (eds.). 2012. Los géneros discursivos desde múltiples perspectivas: teorías y análisis. Madrid: IberoamericanaVervuert. 283 pp. ISBN 978-84-8489-680-7 (Iberoamericana) ISBN 978-386527-743-5 (Vervuert) El estudio de los géneros discursivos se ha convertido en un importante y provechoso campo de investigación y, en los últimos años, ha despertado un interés especial entre los analistas del discurso debido a su pertinencia para la formación académica y profesional. Sin embargo, el problema de la definición y clasificación de los géneros discursivos sigue suscitando discusiones entre los investigadores y esta obra es una prueba de ello. Clasificar los textos como pertenecientes a una categoría abstracta llamada género, constituye una importante tarea para el analista del discurso que quiera estudiar la interacción comunicativa en contextos específicos de comunicación. Este libro, como bien señala Shiro en su Introducción, surgió como una propuesta en el VI Congreso Internacional de la Asociación Latinoamericana de Estudios del Discurso (ALED, Santiago de Chile, 2005) y viene a llenar un vacío en un tema que, si bien ha sido abordado suficientemente, en habla inglesa principalmente, ha tenido un tratamiento mucho más restringido en el mundo hispanohablante. Por tanto, esta publicación constituye una valiosa contribución para la discusión teórica y metodológica del problema de los géneros discursivos en nuestra región latinoamericana. Los editores estructuran la obra en dos partes. La primera parte referida a las teorías en la que se presentan distintas perspectivas para abordar el estudio de los géneros discursivos y, en la segunda parte, se exponen análisis de algunos géneros discursivos específicos, siguiendo un enfoque teórico y metodológico adoptado por cada autor. El primer capítulo, Los géneros: una perspectiva socio-comunicativa, de Patrick Charaudeau está orientado hacia el problema de la definición y clasificación de los géneros. Propone enfocar el estudio de los géneros a partir de la vinculación entre las prácticas lingüísticas y los ámbitos de las prácticas sociales. Ahora bien, ¿cómo articular esos ámbitos de la práctica social con la actividad discursiva, para constituir ámbitos de práctica lingüística que permitan identificar regularidades discursivas con el fin de definir los géneros? La propuesta de Charaudeau es caracterizar los géneros discursivos a partir de la relación entre tres niveles de producción-interpretación del discurso, ya que cada uno de ellos aporta un principio de clasificación que le es propio: a) el nivel situacional, b) el de las restricciones discursivas y c) el de la configuración textual. Agrega Charaudeau que “los intercambios lingüísticos se realizan siempre en una situación específica” (p. 34) y ésta depende, a su vez, de una situación global. De acuerdo con este autor, en este enfoque cada uno de los niveles señalados (situacional, discursivo, textual) participa en la definición del género; y ninguno de los tres puede constituir de forma aislada el lugar de determinación 117

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de éste. En síntesis, la propuesta de Charaudeau es tomar en consideración el resultado de la combinación entre estos niveles, lo que permite poner en evidencia los componentes de cada género discursivo. En el capítulo dos, Los géneros: una perspectiva sistémico-funcional, Maite Taboada muestra la relación entre el género y el registro como exponentes de la vinculación entre la acción social y el lenguaje y refiere la controversia, por la falta de consenso, en la delimitación entre género y registro en el enfoque de la Lingüística Sistémico-Funcional (LSF). La autora propone una conceptualización en la que el género, que constituye un nivel superior sobre el registro y la realización lingüística, está compuesto por elementos que penetran esos niveles. Concluye el capítulo repasando las aplicaciones de la teoría de géneros desde diversas perspectivas, para demostrar el amplio desarrollo que ha adquirido y la aplicación a diversos campos del conocimiento. En el capítulo tres, Los géneros: una perspectiva interaccionista, Florencia Miranda define la noción de género discursivo distinguiendo, para efectos metodológicos, tres planos: a) psicológico (o psico-cognitivo) en el cual los géneros constituyen modelos de producción e interpretación de los textos; b) el plano social, en el que se observa cómo los géneros “son creados y recreados en y por las propias prácticas colectivas para posibilitar la comunicación lingüística” (p. 74-75); y, c) el plano semiótico en el cual los géneros constituyen opciones de organización lingüística que permite identificar estructuras textuales, si bien no exclusivas, por lo menos específicas de cada género. Estas distinciones permiten visualizar a los géneros organizados en un architexto, es decir, en un repertorio de géneros relativamente estables, pero en constante movimiento, que pueden ser utilizados por los miembros de una comunidad. Desde esa perspectiva el texto es observado como resultado de una situación de comunicación que, a su vez, es reflejo tanto del género adoptado y adaptado como del proceso de adaptación a la situación de comunicación particular, lo que permite la identificación y descripción de los aspectos considerados fundamentales para la enseñanza de los géneros y su utilización en la vida social. El capítulo cuatro, La lingüística de los géneros y su relevancia para la traducción, de Guiomar Ciapuscio tiene como propósito vincular los aportes del estudio de los géneros discursivo, desde la perspectiva cognitivo-comunicativa, con el desempeño del traductor. Este enfoque dirige la mirada, no a los textos como producto, sino al proceso de comprensión y producción. Desde esa perspectiva, se establece una distinción entre géneros y esquemas textuales. Señala Ciapuscio que los primeros son vistos como “realizaciones textuales con cualidades prototípicas en las distintas dimensiones” (p. 92) y los esquemas textuales son entendidos como el conocimiento de la estructura genérica que poseen los hablantes. Esta distinción permite el establecimiento de una tipología de los géneros que toma en consideración el conocimiento de los esquemas globales en niveles o dimensiones que definen al texto. Finalmente, Ciapuscio concluye señalando la necesidad de incorporar a la competencia del traductor, 118

Reseñas

el conocimiento de los géneros, no sólo de la lengua de partida, sino también de la lengua meta. La tipología multidimensional propuesta en este trabajo pudiera constituir un instrumento valioso para alcanzar este fin. El último capítulo dedicado a las teorías es el de Isolda Carranza, Los géneros en la vida social: la perspectiva fundada en las prácticas sociales. El propósito de su trabajo es presentar un enfoque del estudio de los géneros asociados con los tipos de actividad social, ya que afirma que “el género no es una propiedad de los textos, sino que constituye un conjunto de recursos sociales” (p. 100). El foco, entonces, estaría en los participantes y los acontecimientos en los que se producen los intercambios comunicativos. La investigación bajo esta perspectiva está orientada, por un lado, al hecho de que el estudio de los géneros permite la comparación entre las sociedades y, por el otro, en el reconocimiento de los géneros por parte de los actores sociales como dato ineludible para el investigador. El enfoque presentado por Carranza permite estudiar las prácticas sociales de una cultura desde la diversidad interna de los géneros y su relación entre esas prácticas y los grupos sociales, así como los cambios que éstas padecen en la vida social. Finalmente, puntualiza la autora, que estudiar los géneros a partir de los aspectos situacionales e históricos permite ampliar la visión hacia los cambios sociales y culturales mediados a través de la configuración discursiva de los géneros. La segunda parte del libro está dedicada al análisis de los géneros discursivos en diferentes contextos. Se inicia con el trabajo de Charaudeau, El discurso de la propaganda. Un intento de tipologización, en el que se propone establecer una tipología del discurso de la propaganda con base en la teoría socio-comunicativa expuesta por el autor en el primer capítulo de este libro. Partiendo del principio de alteridad (no hay un yo sin un tú), propone tres aspectos, enmarcados en el contexto situacional, para caracterizar los discursos propagandísticos: el aspecto prescriptivo, el aspecto informativo y el aspecto incitativo. Así, distingue, entonces, los tipos de discurso propagandísticos en publicitario, promocional, mediático y político. Charaudeau explica que el discurso político presenta una distorsión del contrato discursivo, originado por la intención de persuadir a todo costo, lo cual ha generado el uso recurrente de estrategias manipulativas y, por ende, la configuración de subgéneros. Dos de las formas de manipulación que este autor destaca son el populismo y la propaganda, haciendo énfasis en el discurso de la manipulación extrema propio de esta última. El autor finaliza puntualizando que las diferencias encontradas en la gradación entre las estrategias de manipulación y las de persuasión diferencian los discursos propagandísticos, por lo que deja abierta la reflexión en torno al papel de estos discursos en una democracia. En el capítulo siete, Consideraciones acerca de la conversación coloquial, la autora, Luisa Granato, se propone averiguar cuáles son los rasgos comunes de la conversación cotidiana, a partir del análisis de un corpus utilizado en proyectos de investigación sobre la conversación coloquial en la Universidad Nacional 119

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de la Plata en Argentina. Presenta tres características como base para caracterizar la conversación coloquial: a) los modelos pre-existentes, en el sentido de que la interacción social se construye a partir de los textos producidos con anterioridad que están almacenados en la memoria como parte del contexto de cultura; b) la intertextualidad, entendida como la relación entre las prácticas discursivas y las prácticas sociales y c) la interdiscursividad y coherencia, referida al hecho de que en las conversaciones cotidianas se incrustan formas genéricas de otros discursos y la coherencia se mantiene por el conocimiento compartido de los participantes. El análisis del corpus focalizado en esas tres características le permite a Granato afirmar que la conversación coloquial, si bien no puede ser considerada un género discursivo, debe ser incorporada como una forma de discurso dentro del contexto de cultura, en razón de que la naturaleza de estos discursos se encuentra almacenada en la memoria de los participantes. Finalmente, deja abierta la puerta para seguir indagando sobre el tema, fundamentalmente acerca del estudio de la cohesión y la coherencia en la conversación coloquial, fenómeno este que suscita mucho interés entre los investigadores. El capítulo ocho de Susana Gallardo, El discurso académico especializado: aportes a la caracterización de la tesis doctoral, ofrece un exhaustivo análisis de este género discursivo que, como bien señala su autora, tiene como propósito principal presentar a los pares una investigación original. Además, tiene la función secundaria de “persuadir a la audiencia sobre la validez de los resultados y la capacidad del tesista para ser considerado como investigador formado con derecho a pertenecer a la comunidad científica” (p. 194). La autora realizó su estudio en un corpus de Introducciones de 18 tesis doctorales en español de biología y lingüística, con el fin de observar diferencias y similitudes entre las disciplinas. Los hallazgos muestran que las tesis doctorales se ajustan a la estructura general del artículo de investigación. Sin embargo, las del área de biología concuerdan más con los movimientos retóricos convencionales que las de lingüística. En estas últimas se observa mayor variación, ya que segmentos extensos de la sección de Introducción presentes en las tesis del área de biología son desarrollados también en las de lingüística pero en otros capítulos, por ejemplo en el marco teórico. Complementa su análisis con el estudio de los recursos evaluativos utilizados por los tesistas y ofrece evidencias del uso de unidades léxicas que manifiestan la apreciación en forma explícita. La distinción entre las disciplinas está en la entidad evaluada. En biología, la evaluación está orientada hacia el tema y el objeto de estudio, mientras que, en lingüística, el foco de la apreciación está en el marco teórico y en el corpus para demostrar su adecuación con el propósito de la investigación lo que lleva a una valoración de la propia investigación como contribución al saber científico. Finalmente, concluye la autora que la tesis doctoral constituye un género discursivo con unos propósitos claramente establecidos y las diferencias encontradas son producto de las normas instituidas por las comunidades discursivas de cada disciplina. 120

Reseñas

Florencia Miranda nos presenta en el capítulo nueve su trabajo titulado, Textos, identidad genérica y mezclas de géneros. Con base en el enfoque del Interaccionismo Sociodiscursivo (ISD), presentado en el tercer capítulo de este libro, la autora nos ofrece un instrumento de análisis que permite estudiar no sólo los textos, sino también los géneros discursivos, ya que como ella misma señala “el análisis textual implica el análisis genérico” (p. 202). El dispositivo de análisis contempla dos dimensiones: situacional y semiolingüística. Miranda ilustra la aplicación del instrumento en tres textos pertenecientes a los géneros publicitarios poniendo el foco en la intertextualización, la cual caracteriza ampliamente como el proceso en el que se mezclan rasgos de dos o más géneros diferentes. El análisis realizado le permite poner en evidencia dos procesos identificados en la producción de un texto: la textualización que consiste en la construcción de un texto siguiendo un modelo genérico y la intertextualización que, como ya señalamos, implica la presencia de rasgos de dos o más géneros en un mismo texto. Resulta interesante este trabajo no sólo por la exhaustividad del instrumento presentado, sino porque logra establecer claramente la relación entre los géneros y los textos. En el capítulo diez de este libro, La construcción dialógica de un macrogénero: la Crisis Diplomática, Adriana Bolívar parte nuevamente del análisis del diálogo y la evaluación como categorías centrales de análisis desde un enfoque interaccional crítico y plantea un cambio en el foco de atención para ir desde las acciones de las personas en eventos hacia los textos en los contextos sociales en los cuales se construyen, con el fin de estudiar la dinámica social de las interacciones, a través de los actores responsables de iniciar y cerrar ciclos comunicativos. En tal sentido propone la noción de macrogénero como: un macrodiálogo en el que los participantes construyen un conjunto de géneros y textos que se relacionan y encadenan mediante un proceso en el que, simultáneamente, los participantes activan la experiencia y el conocimiento del mundo y realizan acciones verbales con propósitos definidos (p. 229).

En este trabajo, la autora muestra cómo se conforman estos macrogéneros en las prácticas discursivas, sociales, mediáticas y políticas enmarcadas en eventos conflictivos. Tomando como corpus de estudio cuatro eventos conflictivos ocurridos entre los años 2005 y 2008 en Latinoamérica, llega a la conclusión de que los géneros discursivos que conforman el macrogénero “crisis diplomática”, calificada de este modo por los medios, van más allá del contexto local y se extienden globalmente, lo que nos permite observar las prácticas discursivas de los actores sociales en la lucha por el poder y nos induce a estudiar el discurso en la dinámica social de la cual formamos parte como marco general para la interpretación crítica de los significados. Finalmente, en el capítulo once, Shiro presenta su trabajo, El desarrollo de los géneros en el habla infantil: el caso de la narración, y se propone caracterizar el discurso narrativo oral, con el fin observar los procesos evolutivos del habla 121

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infantil que permiten la apropiación de este género discursivo y su dominio en la interacción social. Concibe los géneros discursivos desde la configuración de la relación entre texto y contexto y sugiere que el estudio del desarrollo narrativo en el lenguaje infantil permite observar cómo emergen las destrezas discursivas en el proceso de adquisición de este género discursivo. Asume la narración como una “constelación de géneros” (p. 256) en la que se puede distinguir la narración de experiencia personal y la narración de un relato de ficción. Uno de los hallazgos más relevantes es el uso del lenguaje evaluativo como elemento para distinguir los dos géneros narrativos estudiados. Adicionalmente, los datos pusieron en evidencia que el lenguaje evaluativo varía con la edad y el nivel socioeconómico del niño. Esto también se confirma en el uso del discurso reportado al que añade otra variable en el desarrollo de habilidades narrativas: el sexo del hablante, debido al uso más frecuente de reportes en los niños que en las niñas. Estos datos le permiten concluir a Shiro, que el estudio de los rasgos textuales no constituye un criterio suficiente para caracterizar los géneros discursivos. Se requiere determinar los contextos de producción en los cuales circulan los textos constituyentes e identificar los procesos evolutivos mediante los cuales los miembros de una comunidad discursiva se apropian de las habilidades para usar los géneros específicos de su ámbito de acción discursiva. Metodológicamente, esto lleva a la autora a plantearse que para el estudio del desarrollo de las habilidades narrativas se requiere de corpus muy amplios, inclusive pertenecientes a otras lenguas, con el fin de poder determinar realmente cuáles rasgos distinguen a la narración de aquellos que dependen de la comunidad discursiva o de determinados géneros narrativos. Como hemos visto, las tradiciones en el estudio de los géneros discursivos expuestas en este libro no presentan visiones contradictorias, sino que varían en su orientación y en los aspectos que consideran imprescindibles para su análisis. Por lo tanto, podemos decir que complementan una visión compleja sobre este fenómeno discursivo que permite a los analistas del discurso realizar aproximaciones teóricas más complejas y que requiere asumir una postura teórica cada vez que se utilice la noción de género discursivo como objeto de cualquier investigación. Además, queremos resaltar la enorme contribución de esta obra, la cual se constituye en una referencia obligada tanto para los investigadores y profesores, como para los estudiantes de las distintas disciplinas que se interesen en el estudio de los usos del lenguaje fundamentalmente en el contexto latinoamericano. Cristina D´Avolio Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) [email protected]

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Indice acumulado

Indice acumulado VOLUMEN 1 (1) 2001 CHARAUDEAU, Patrick, De la competencia social de comunicación a las competencias discursivas, 7-22. MARCUSHI, Luiz Antônio, Aspectos da questão metodológica na análise da interaçao verbal: o continuum cualitativo-cuantitativo, 23-42. CARBÓ, Teresa, Tocar el lenguaje con la mano: experiencias de método, 43-67. VAN DIJK, Teun, Algunos principios de la teoría del contexto, 69-81. ESPAR, Teresa, Estrategias enunciativas en el discurso irónico: un artículo de opinión de José Ignacio Cabrujas, 83-100. Reseñas Teun van Dijk (comp.), El discurso como estructura y proceso. Estudios del discurso: Introducción multidisciplinaria, reseñado por Guillermo Soto, 103-125. Giovanni Parodi Sweis (comp.), Relaciones entre lectura y escritura: una perspectiva cognitiva discursiva. Bases teóricas y antecedentes empíricos, reseñado por Rebeca Beke, 127-130. Helena Calsamiglia Blancaflor y Amparo Tusón Vals, Las cosas del decir. Manual de análisis del discurso, reseñado por Antonio Núñez, 133-137.

VOLUMEN 2 (1) 2002 VILLAÇA KOCH, Ingedore G., A construçã de objetos-de-discurso, 7-20. CUCATTO, Mariana, Cómo “hacer hacer” cosas con palabras. La construcción discursiva del estereotipo femenino en la publicidad de los 90. El caso de Slim Center, 21-49. WILLIAMSON, Rodney, Situación comunicativa y estructura genérica en la telenovela mexicana, 51-68. MADRIZ, María Fernánda, La noción de pueblo en el discurso populista, 69-92. RUIZ ÁVILA, Dalia, Discurso autobiográfico e identidad sociocultural, 93-109. Reseñas Bob Hodge y Kam Louis, The politics of Chinese language and culture. The art of reading dragons, reseñado por Irene Fonte, 111-114. Susan Hunston y Geoff Thompson (eds.), Evaluation in text: Authorial Stance and the Construction of Discourse, reseñado por Nora Kaplan, 115-121. Ingedore Grunfeld Villaça Koch, Desvendando os segredos do texto, reseñado por Lenita Vieira, 122-126.

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VOLUMEN 3 (1) 2003 CADEMARTORI D., Yanina, La inscripción de las personas en textos de divulgación científica, 9-27. CHAMORRO MIRANDA, Diana, MIZUNO HAYDAR, Jorge y MOSS, Gillian, Tergiversaciones y correspondencias: la metáfora y sus bemoles, 29-47. GARCIA DA SILVA, Denise Elena, Discurso y cognición social en la “red” de las metáforas, 49-69. MARTINS FERREIRA, Dina María, La identidad en la posmodernidad: Lula y la construcción discursiva del sujeto, 71-81. VIEIRA, Lenita D., El mundo al revés. Humor en el discurso político, 83-91. Reseñas Leda Berardi (comp.), Análisis crítico del discurso. Perspectivas latinoamericanas, reseñado por Luisa Martín Rojo, 93-96. Luisa Martín Rojo (dir.), Ester Alcalá Recuerda, Aitana Gari Pérez, Laura Mijares, Inmaculada Sierra Rodrigo y Mª Ángeles Rodríguez, ¿Asimilar o integrar? Dilemas ante el multilingüísmo en las aulas, reseñado por Dalia Ruiz Ávila, 97-101. Analia Brandolín y María Eugenia Rosboch, Transformaciones “al aire”: radio, medios y poder, reseñado por Pedro Santander Molina, 102-107.

VOLUMEN 4 (1) 2004 ROMANO PACÍFICO, Soraya Maria y SOUSA ROMÃO, Lucília Maria, Intertextualidade e humor: No país do carnaval “Muito riso e pouco siso” é o lema nacional, 7-24. ACOSTA V., Gladys Lucía, El Ser y el Hacer del DIRCOM: un análisis en la perspectiva del discurso, 25-46. RODRÍGUEZ ALFANO, Lidia y KOIKE, Dale April, La interacción en diálogos transmitidos por la radio en la frontera, 47-72. KICZKOVSKY, Silvia, Los relatos tradicionales como vehículos de valores éticos, 73-88. HESS ZIMMERMANN, Karina, El desarrollo de la habilidad para manejar tiempos verbales en la narración, 89-102. Reseñas Patrick Charaudeau, El discurso de la información. La construcción del espejo social, reseñado por María Jesús Nieto y Otero, 103-104. Dalia Ruiz Ávila, Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y práctica discursiva, reseñado por Irania Malaver, 105-107. Deborah Schiffrin, Deborah Tannen y Heidi E. Hamilton, (comps.) The handbook of discourse analysis, reseñado por Nora Kaplan, 108-114.

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Indice acumulado

VOLUMEN 4 (2) 2004 ZULLO, Julia y RAITER, Alejandro, Piquetes y piqueteros. Los actores sociales de la pobreza en la prensa argentina, 7-26. ESCAMILLA MORALES, Julio y MORALES ESCORCIA, Efraín, Imaginarios culturales subyacentes en la canción vallenata, 27-53. OSUNA, Zulaima, GALINDO VILLARDÓN, Ma Purificación y MARTÍN VALLEJO, Javier, Análisis estadístico de datos textuales. Aplicación al estudio de las declaraciones del Libertador Simón Bolívar, 55-62. ALVAREZ, Guadalupe, Estudio sobre la representación del trabajo en el discurso de los indigentes de la Ciudad de Buenos Aires, 63-89. CHUMACEIRO, Irma, Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes venezolanos: Hugo Chávez y Enrique Mendoza, 91-113. Reseñas Gladys Acosta y Jorge Sánchez, Construcción de Identidad y Función Política en el discurso del director de comunicaciones, reseñado por Olga Beatriz Muñoz, 115-119. Michel Meyer (Ed.), Perelman. Le renouveau de la rhétorique, reseñado por Frances D. de Erlich, 120-126. Teun A. van Dijk, Racismo y discurso de las élites, reseñado por Leda Berardi, 127-133.

VOLUMEN 5 (1) 2005 BERTORELLO, Adrián, El estatuto de la subjetividad en la teoría polifónica de la enunciación, 7-25. RESENDE, Viviane De Melo, Y SEBBA RAMALHO, Viviane C., Análise de discurso crítica: uma reflexão acerca dos desdobramentos recentes da teoria social do discurso, 27-50. MARTINS FERREIRA, Dina Maria, La construcción de la identidad de lo femenino: pragmatismo, imaginario y simbolismo, 51-61. SHARIM PAZ, Sarah y MUÑOZ ACEVEDO, Daniel, Una propuesta metodológica para el análisis del diálogo: la Unidad Interaccional, 63-96. BURDACH, Ana María y ROSS A., Paula, La construcción de la voz del enunciador en el discurso político de Ricardo Lagos, ex-Presidente de la República, 97-112. Reseñas Marianne Peronard y Ximena Gómez García (Eds), El hombre y su palabra, reseñado por Juana Marinkovich, 113-115. Anamaría Harvey (comp.), En torno al discurso. Contribuciones de América Latina, reseñado por Marianne Peronard Thierry, 121-125. Giovanni Parodi (ed), Discurso especializado e instituciones formadoras, reseñado por Carmen López Ferrero, 116-120.

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VOLUMEN 5 (2) 2005 CONSTANTINO, Gustavo Daniel, Modalidades comunicativo-discursivas de participación en comunidades virtuales de aprendizaje: una propuesta para la evaluación formativa, 7-32. FLORES TREVIÑO, María Eugenia, La ironía y el humor en El Habla de Monterrey, 33- 47. GALLUCCI, María José, Argumentación y funciones estratégicas en el discurso político venezolano: el cierre de campaña del referéndum revocatorio presidencial, 49-75. FONTE Irene y WILLIAMSON, Rodney, Marcos temporales y proyectos comunicativos: el análisis de la temporalidad en la interacción verbal, 77- 94. RODRÍGUEZ ALFANO, Lidia y ELIZONDO REGALADO, Gabriela, Dime a quién citas y te diré quién eres. La co-construcción de la identidad en el diálogo, 95- 106. SALGADO ANDRADE, Eva, Una nueva tipología para analizar la prensa en México, 107- 125. Reseñas Alexandra Álvarez Muro, Poética del habla cotidiana, reseñado por Ainoa Larrauri, 127- 133. Jan Renkema, lntroduction to discourse studies, reseñado por María Valentina Noblía, 134- 137. Rodney Williamson y Fernando de Diego, Verbo e Imagen en la Telenovela mexicana, reseñado por Yoconda Correa Maneiro, 138- 146.

VOLUMEN 6 (1) 2006 OQUENDO, Luís y DOMÍNGUEZ, Mariluz, Género, étnia y actitudes lingüísticas en hablantes bilingües wayuu, 5-20. SOUSA ROMÃO, Lucília María, RIBEIRO PATTI, Ane y DE MACEDO RIBEIRO PATTI, Antônia, Heróis da mídia na voz das crianças: efeitos de sentido sobre/ da infancia, 21-38. MARCHESE, Mariana Carolina, La construcción del signo “indigente” en el discurso de las instituciones estatales de la Ciudad de Buenos Aires, 39-62. TRINDADE, Eneus y FABIANO ANNIBAL, Sergio, Os sentidos do espaço na enunciação midiática publicitária, 63-76. ESTRADA, Andrea, Originalidad vs. claridad en el discurso académico: la comprensión del evidencial reformulativo ‘en todo caso’, 77-112. Reseñas Luís Alfonso Ramírez Peña y Gladis Lucía Acosta Valencia (comps.), Estudios del discurso en Colombia, reseñado por Martha Shiro, 113-119. Viviane de Melo Resende y Viviane Ramalho, Análise de discurso crítica, reseñado por João Bosco B. Bonfim, 120-123. Denise Elena García Da Silva, Nas instancias do discurso. Uma permeabilidade de fronteiras, reseñado por Lúcia Gonçalves de Freitas, 124-128. Entrevista Óscar Iván Londoño Zapata, El análisis crítico del discurso (ACD), una actitud de resistencia. Entrevista a Teun A. van Dijk, 129-135. 126

Indice acumulado

VOLUMEN 6 (2) 2006 MASSONE, María Ignacia y BUSCAGLIA, Virginia Luisa, La cumbia villera (en) red(ada) en el discurso. Una introducción al monográfico sobre cumbia villera en Argentina, 5-20. MASSONE, Manuel y DE FILIPPIS, Mariano, “Las palmas de todos los negros arriba…” Origen, influencias y análisis musical de la cumbia villera, 21-44. MARCHESE, Mariana Carolina, Tango: el lenguaje quebrado del desarraigo, 45-60. SERPA, Cecilia, Estado argentino y cumbia villera, 61-82. PARDO, María Laura, Cumbia villera en Argentina: un análisis crítico del discurso de la posmodernidad, 83-95. Reseñas Daniel Cassany. Tras las líneas. Sobre lectura contemporánea, reseñado por Cristina D’Avolio, 97-103. Norman Fairclough. Language and globalization, reseñado por Viviane de Melo Resende, 104-111. Teun A. Van Dijk. Dominación étnica y racismo discursivo en España y América Latina, reseñado por Luisana Bisbe, 112-120.

VOLUMEN 7(1) 2007 GALLEGO MENGOD, Verónica, Metodología para el análisis de las publicaciones periódicas: los géneros discursivos como señales de cambio (Ensayo Literario 1872-1874), 5-30. KALTENBACHER, Martín, Perspectivas en el análisis de la multimodalidad: desde los inicios hasta el estado del arte, 31-58. SANTANDER, Pedro, Análisis Crítico del Discurso y análisis de los medios de comunicación: retos y falencias, 59-78. XU, Shi, Reconstruyendo los paradigmas orientales de los estudios del discurso, 79-94. VIEIRA, Lenita, Humor en editoriales de TalCual: Texto e imagen en el discurso político, 95-114. Reseñas Adriana Bolívar (comp.). Análisis del discurso ¿Por qué y para qué?, reseñado por Francisco José Bolet, 115-123. Neyla Pardo Abril. Cómo hacer análisis crítico del discurso. Una perspectiva latinoamericana, reseñado por Alicia Carrizo, 124-132. Luis Alfonso Ramírez Peña. Comunicación y discurso. La perspectiva polifónica en los discursos literario, cotidiano y científico, reseñado por Gonzalo Pubiano Bernal, 133-140.

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VOLUMEN 7(2) 2007 ALVES, A., FERRAREZI, L. y SOUSA ROMÃO, L. M., Leitura de barraco: a semente da leitura, o discurso e os movimentos do sujeito, 5-20. BISBE BONILLA, L., El amerindio venezolano en los textos escolares: una representación discursiva desde la Gramática Sistémica Funcional, 21-48. BOLET, F. J., Estrategias de divulgación de la ciencia en Venezuela a fines del siglo XIX: El Zulia Ilustrado (1889-1896), 49-72. GUALDA, R., As Eleições Presidenciais de 2002 nas páginas de “Veja”, 73-90. MONTERO, A.S., Política y convicción. Memorias discursivas de la militancia setentista en el discurso presidencial argentino, 91-114. Reseñas Liliana Cubo de Severino (coord.), Los textos de la Ciencia. Principales clases del discurso académico-científico, reseñado por Telma Piacente, 115-118. Martha Shiro, La construcción del punto de vista en los relatos orales de niños en edad escolar. Un análisis discursivo de la modalidad, reseñado por Guillermina Piatti, 119-123. Patricia Vallejos Llobet (coord.), Los estudios del discurso. Nuevos aportes desde la investigación en la Argentina, reseñado por María Leticia Móccero, 124-128.

VOLUMEN 8(1) 2008 NÚMERO MONOGRÁFICO: HOMENAJE A LUIZ ANTÔNIO MARCUSCHI SAITO MONTEIRO DE BARROS, Kasue, GARCIA DA SILVA, Denize Elena y AGUIAR, Marigia Ana M., Apresentaçao. DE ARRUDA C. DA CUNHA, Dóris, Reflexões sobre as nocões de leitor, autor e polifonía no hipertexto, 9-18. GARCIA DA SILVA, Denize Elena y RAMALHO, Viviane. Reflexões para uma abordagem crítica dos géneros discursivos, 19-40. BOLÍVAR, Adriana, El informe de arbitraje como género discursivo en la dinámica de la investigación, 41-64. SAITO MONTEIRO DE BARROS, Kasue, Estratégias de (im)polidez em interações acadêmicas virtuais, 65-76. PARDO ABRIL, Neyla Graciela, El discurso multimodal en Youtube, 77-108. POSSENTI, Sírio, Um percurso: o caso “por qué no te callas?”, 109-118. Reseñas Luiz Antônio Marcuschi, Produção textual: análise e compreensão. Reseñado por Cristina Teixera, 119-121. Luiz Antônio Marcuschi, Cognição, Linguagem e Práticas Interaccionáis. Reseñado por Judith C. Hoffnagel, 122-124. Luiz Antônio Marcuschi, Fenómenos da linguagem. Reseñado por Viviane de Melo Resende, 125- 124.

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Indice acumulado

VOLUMEN 8(2) 2008 BIANCARDI, Maria Silvia, La representación de los “recursos naturales” en la prensa. El uso de las nominalizaciones en crónicas de Clarín sobre Minera La Alumbrera, 5-23. COLARES, Virginia, JARDIM, Natalia, PEDROSA, Bruno, BARROS, Lívia y SIMPLÍCIO Kamila, Buracos do Recife: estudo de uma decisão judicial, 25-44. CORTÉS, Daniel F., Una mitigación reveladora: La Declaración de Principios de la Marina argentina (noviembre de 1955), 45-60. RAMALHO, Viviane, Anúncio publicitário de medicamento: discurso e ideologia, 61-79. ROGERS, Rebecca, Entre contextos: un análisis crítico del discurso de la alfabetización familiar, las prácticas discursivas y las subjetividades de la alfabetización, 81-132. Reseñas Patrick Charaudeau, Entre populisme et peopolisme. Comment Sarkozy a gagné, Reseñado por Karina M. Ibañez, 133-137. Beatriz Gabbiani e Irene Madfes, Conversación y poder. Análisis de interacciones en aulas y consultorios, Reseñado por María Carolina Ferrari, 138-140. María Laura Pardo, El discurso sobre la pobreza en América Latina, Reseñado por María Lucía de la Vega, 141-147. Entrevista Claudia Gabriela D’Angelo, Tendencias actuales de los estudios multimodales. Entrevista a Martin Kaltenbacher, 149-156.

VOLUMEN 9(1) 2009 NÚMERO MONOGRÁFICO SOTO, Guillermo, Introducción: Relaciones entre la gramática y el discurso, 5-10. CUCATTO, Andrea, Un enfoque lingüístico-cognitivo para trabajar la conexión en los textos escritos. De la gramática al discurso, 11-43. CUCATTO, Mariana, Narrar para describir; describir para argumentar. La operación lingüístico-cognitiva de la reificación en las secuencias penales de primera instancia, 45-65. GONZÁLEZ V., Carlos y JÉLVEZ H., Lorena, Peso pragmático y éxito de la discusión en la argumentación oral en sala de clases, 67-85. OTEÍZA S., Teresa, De “la conspiración de silencio” al reconocimiento de voces alternativas. Las violaciones a los derechos humanos en Chile según el Informe Valech (2003), 87-111. PINUER R., Claudio A., La función focal en la gramática: implicancias teóricas y repercusiones metodológicas, 113-134. SABAJ M., Omar, Gramática, Pragmática y Discurso: antecedentes de un desamor y una reconciliación, 135-146. Reseñas Andrea Cucatto, Introducción a los estudios del lenguaje y la comunicación. Teoría y práctica, Reseñado por Alejandro Martín Errecalde, 147-150. María José Serrano, Gramática del discurso, Reseñado por Yanira Becerra Ortiz, 151-156. 129

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VOLUMEN 9(2) 2009 FERRARI, Laura D., Marcadores de modalidad epistémica y evidencial en el análisis de las conclusiones de artículos de investigación de disciplinas distintas, 5-23. DE FREITAS, Ernani C., Blocos semânticos e a construção do sentido no discurso, 25-42. LUI, Gabriel Henrique e RIBEIRO DE ALMEIDA, J. Antônio, O discurso sobre a gestão e a conservação da Amazônia em dois dos principais periódicos científicos internacionais, 43-61. OLIVEIRA FARIA, Daiana e SOUSA ROMÃO, Lucília Maria, Che Guevara: sentidos em confronto no discurso midiático, 63-80. PIATTI, Guillermina, La función de la modalidad interrogativa en la conversación, 81-99. Reseñas Lourdes Molero de Cabeza y Julián Cabeza. El poder, el querer y el protestar, Reseñado por Ana Mireya Uzcátegui Q., 101-110. Teun Van Dijk, Discurso y poder. Contribuciones a los estudios críticos del discurso, Reseñado por Carlos del Valle Rojas, 111-114.

VOLUMEN 10(1) 2010 NÚMERO MONOGRÁFICO BOLÍVAR, Adriana y CHUMACEIRO, Irma, Introducción: Crisis y cambios en la democracia venezolana, 3-7. ADRIÁN S., Thays, La metáfora conceptual en el discurso político venezolano: Rómulo Betancourt y Hugo Chávez Frías, 9-33. ÁLVAREZ, Alexandra y CHUMACEIRO Irma, ¡Con la Iglesia hemos topado…! Aspectos de una interacción polémica entre el Presidente Chávez y el Cardenal Urosa Savino, 35-63. COURLEANDER HIDALGO, Vanesa, “El pueblo” en campañas electorales venezolanas: palabra e imagen en 1999 y 2006, 65-92. D. ERLICH, Frances, Los cubanos en misiones de salud en Venezuela. Referencias contrapuestas y polarización discursiva, 93-110. MOLERO DE CABEZA, Lourdes, Crisis y cambio en el discurso político venezolano de la primera década del siglo XXI: estrategias lingüístico-discursivas, 111-133. PALACIOS, Euclides, Discurso y cambio constitucional en el VIII Plan de la Nación del presidente Carlos Andrés Pérez 1989-1993, 135-152. Reseñas Rosa Graciela Montes y Patrick Charaudeau, El “tercero”. Fondo y figura de las personas del discurso, Reseñado por Martha Shiro, 153-158. Sírio Possenti, Humor, lingua e discurso, Reseñado por Cellina Rodríguez Muniz, 159-162.

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Indice acumulado

VOLUMEN 10(2) 2010 BONNIN, Juan E., Dinámicas de la voz y producción de legibilidad en los Documentos Finales de Medellín (1968). Un análisis genético-discursivo, 7-28. CAMEJO, Estrella, Premio CAB Somos Patrimonio: construcción discursiva de la identidad cultural venezolana en un contexto internacional, 29-53. GÓMEZ C., Natalia, Violencia contra mujeres: voz y agencia en noticias de La Nación, 55-76. OLIVEIRA A., Fábio, Análise do discurso e psicoanálisis: a questão do sujeito, 77-85. DE MELO RESENDE, Viviane e FILIPE ALEXANDRE, Marta, Representação discursiva da pobreza extrema. Análise discursiva crítica de um testemunho publicado em editorial da revista Casi, 87-105. Reseñas Beth Brait. Literatura e outras linguagens, Reseñado por Valdemir Miotello y Marina Haber de F., 107-112. Lésmer Montecino. Discurso, pobreza y exclusión en América Latina, Reseñado por Leda Berardi, 113-119.

VOLUMEN 11(1) 2011 NÚMERO MONOGRÁFICO: HOMENAJE A TEUN A. VAN DIJK BOLÍVAR, Adriana, EMILSSON, Elin y FONTE, Irene, Introducción: La ALED y Teun van Dijk. Permanencia y fluir de un discurso, 3-8. BOLÍVAR, Adriana y D. ERLICH, Frances, La práctica del análisis del discurso en contextos políticos polarizados. Una reflexión crítica, 9-30. CARBÓ, Teresa, Sobre la semiosis en textos verbales y visuales, 31-60. CERUTI, Emilio, La americanización del discurso historiográfico. Un análisis crítico del discurso sobre el 1898 puertorriqueño en un texto de amplia circulación para la educación media superior, 61-77. KOCH, Ingedore G.V., MORATTO, Edwiges M. y BENTES, Anna C., Ainda o contexto: algumas considerações sobre as relações entre contexto, cognição e práticas sociais na obra de Teun van Dijk, 79-109. MONTECINO, Lésmer y VIDAL, Margarita, Representación del consumo de drogas en historias de vida de personas en situación de calle en Santiago de Chile, 93PARDO ABRIL, Neyla Graciela, Construcción de opiniones públicas: preservación y normalización de la dependencia, 111-127. SHIRO, Martha, Usos del lenguaje evaluativo en el planteamiento del problema del artículo de investigación, 129-148.

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VOLUMEN 11(2) 2011 AMADIO, Débora, Las inocentes preguntas sobre el significado durante los testimonios, 5-22. CÁRDENAS N., Camila, Análisis de tres modos de representación ideológica construidos en discursos especializados sobre juventud chilena producidos entre 1970 y 1990, 23-47. DE FREITAS, Ernani C., Práticas de linguagem na atividade de trabalho: cenografia e ethos em discursos socioprofissionais, 49-68. GARCÍA N., María Marta, Sin duda y en principio: Modalización, desdoblamiento enunciativo y heterogeneidad, 69-88. LIBENSON, Manuel, La configuración discursiva de efectos incitativos en rumores económicos, 89-111. Reseñas Neyla G. Pardo A. Discurso, impunidad y prensa, Reseñado por María Alejandra Vitale, 113-120. Carlos Piovezani y Vanice Sargentini (Orgs.) Legados de Michel Pêcheux: inéditos em análise do discurso, Reseñado por Jefferson Voss, 121-124.

VOLUMEN 12(1) 2012 NÚMERO MONOGRÁFICO D’ANGELO, Claudia Gabriela, Introducción: Multimodalidad: de la teoría a la práctica, 3-5. GARCIA DA SILVA, Denize Elena y RAMALHO, Viviane, Discurso, imagem e texto verbal: uma perspectiva crítica da multimodalidade, 7-29. MAGALHÂES, Célia M. y SANTIAGO ARAÚJO, Vera Lúcia, Metodologia para elaboração de audiodescrições para museus baseada na semiótica social e multimodalidade: introdução teórica e prática, 31-55. MENÉNDEZ, Salvio Martín, Multimodalidad y estrategias discursivas: un abordaje metodológico, 57-73. O’HALLORAN, Kay L., Análisis del discurso multimodal. Traducido por Claudia Gabriela D’Angelo, 75-97. PARDO ABRIL, Neyla Graciela, Exploraciones sobre la pobreza y el racismo en Colombia. Estudio multimodal, 99-117. Reseñas Monika Bednarek y J.R. Martin (eds.). New Discourse on Language. Functional Perspectives on Multimodality, Identity, and Affiliation, Reseñado por Damián Alvarado, 119-123. Gunther R. Kress. Multimodality: A Social Semiotic Approach to Contemporary Communication, Reseñado por Julián Ezquerra, 124-130. 132

Indice acumulado

VOLUMEN 12(2) 2012 GUTIÉRREZ MORALES, Irma Mariana, Falacias en los discursos de los candidatos presidenciales en México (2012), 11-31. HARVEY, Anamaría, BAEZA, Patricia y SOLOGUREN, Enrique, La deixis de primera persona en la construcción discursiva del estudiante universitario, 33-52. OLAVE ARIAS, Giohanny, Escenificación y multidestinación en el discurso presidencial de Juan Manuel Santos, 53-79. DE MELO RESENDE, Viviane y ALVES DOS SANTOS, Andreia, A representação de pessoas em situação de rua quando vítimas de chacina: uma análise discursiva crítica, 81-101. SALGADO ANDRADE, Eva, Indígenas en la prensa mexicana en el contexto preelectoral de fines del foxismo, 103-128. Reseñas Londoño Zapata, O. I. (Ed.). Horizontes discursivos: miradas a los estudios del discurso, Reseñado por Doris Martínez, 129-135. Hodge, B. & Coronado, G. Mexico and its others: A chaos theory approach, Reseñado por Rodney Williamson, 136-139.

VOLUMEN 13(1) 2013 ADRIÁN S., Thays, Divide y vencerás: la antonimia como estrategia ideológica de polarización en el discurso de Hugo Chávez Frías, 9-32. AGUAYO, Adriana, Una mirada a la discriminación en México desde el discurso de la prensa escrita, 33-55. DUARTE A., Mercedes, Redes de metáforas cognitivas en el discurso político: “el socialismo del siglo XXI” de Hugo Chávez, 57-77. DVOSKIN, Gabriel, Paradigmas en disputa, presupuestos compartidos, 79-98. PÉREZ ARCE, Chery, GARRIDO OSSES, Sandra, LLANQUINAO LLANQUINAO, Gabriel, TURRA CHICO, Héctor, MERINO DICKINSON, María Eugenia, La ciudad y el campo como referentes de identidad en adolescentes mapuches de Temuco y Santiago, 99-114. Reseñas Bolívar, A. y Beke, R. (2011). Lectura y escritura para la investigación, Reseñado por Laura Ferrari, 115-119. Londoño Zapata, O. I. (2012). Los estudios del discurso: miradas latinoamericanas 1, Reseñado por Juan Eduardo Bonnin, 120-123.

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VOLUMEN 13(2) 2013 MACHADO, Ida L. e MENDES Emília, A Análise Semiolinguística: seu percurso e sua efetiva tropicalização, 7-20. MARTÍNEZ S., María C., Los géneros desde una perspectiva socio-enunciativa. La noción de contexto integrado, 21-40. MARTINS G., Lúcia H., LINO P., Maria A. e MAURO M., Rosane S., Modalização em textos mediáticos: estratégias de construção de sentido, 41-61. MONTES, Rosa G., DEL ROSAL, Gerardo y FIDELHOLTZ, James L., El principio de alteridad en la construcción identitaria en el discurso, 63-80. SALGADO A., Eva, La historia nacional como máscara en el discurso presidencial en México (2006-2012), 81-97. SEGOVIA L., Pablo y NIETO G., Maritza, El contrato de comunicación en dos programas radiales chilenos, 99-120. Reseñas Charaudeau, Patrick (dir.). (2008) La médiatisation de la science. Clonage, OGM, manipulations génétiques, Reseñado por Ma. de Lourdes Berruecos Villalobos, 121-128. Charaudeau, Patrick (1992). Grammaire du sens et de l’expression, Reseñado por Wander Emediato de Souza, 129-132.

VOLUMEN 14(1) 2014 CHARAUDEAU, Patrick, El investigador y el compromiso. Una cuestión de contrato comunicacional, 7-22. COMISARENCO M., Dina, Donde caben dos caben tres: la intertextualidad en la fotografía y la pintura de Edward Weston, Tina Modotti y Diego Rivera, 23-42. GUTIÉRREZ-RIVAS, Carolina, El discurso de Carmen Clemente Travieso a la luz de las nociones de ideología y los enfoques feministas actuales sobre la comunicación, 43-57. DE SÁ, Israel y SARGENTINI, Vanice, A esquerda na ditadura militar brasileira: formação discursiva, memória e identidade, 59-76. VILAR A., Josefina, Las señales del cuerpo emocionado. Un entrelazamiento entre análisis del discurso y semiótica, 77-94. Reseñas Pardo Abril, Neyla Graciela (2012). Discurso en la web: pobreza en YouTube, Reseñado por Luis Fernando García Núñez, 95-98. Petri, Verli y Dias, Cristiane (2013). Análise do Discurso em Perspectiva: teoria, método e análise, Reseñado por Fernanda Correa Silveira Galli y Dantielli Assumpção Garcia, 99-104.

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Instrucciones para las reseñas · La reseña tendrá como encabezado el autor (o editor), el año, el título, el número de páginas, la casa editorial y el ISBN de la obra reseñada. · En la introducción se identificará el tema y el problema central. · Se describirá la estructura de la obra (en capítulos, y partes, existencia de glosarios, apéndices, etc.) y se hará una síntesis completa del contenido. Asimismo, se especificará quiénes son los lectores potenciales del libro reseñado. · El texto de la reseña será evaluativo y expresará la posición del autor frente a la obra reseñada. · El libro reseñado se pondrá en relación con otros trabajos sobre el mismo tema y/o del mismo autor y se situará en el contexto del momento y lugar en que aparece publicado. · Se seguirán las convenciones de citas que se indican para el resto de las contribuciones a la revista de la ALED. · El texto de la reseña tendrá un límite máximo de 3.000 palabras (aproximadamente diez cuartillas). · Enviar dos copias en papel tamaño carta y una en disquete en formato de documento Word (o compatible) a: Sírio Possenti, e-mail: [email protected] o Irene Fonte, e-mail: [email protected]

Instruções para as resenhas · No encabeçado da resenha devem ser indicados o autor (ou editor), o ano, o título, o número de páginas, a casa editorial e o ISBN da obra resenhada. · Na introdução serão indicados o tema e o problema central. · Descrição da estrutura da obra (em capítulos, ou partes, a existência de glossários, apêndices, etc.) e apresentação de uma síntese completa do conteúdo. É importante a informação sobre os leitores potenciais do livro resenhado. · O texto da resenha será avaliativo e expressará a posição do autor frente à obra resenhada. · Comentar-se-á a relação entre o livro resenhado e outros trabalhos sobre o mesmo tema, alheios ou do autor considerado, e situar-se-á a obra no seu contexto temporal e espacial. · Para as citações, serão seguidas as mesmas convenções que se indicam para o resto das contribuições da revista da ALED. · O texto da resenha terá um limite máximo de 3.000 palavras (aproximadamente dez páginas). · Enviar duas cópias em papel tamanho carta e uma em disquete em formato Word (ou compatível) a: Sírio Possenti. E-mail: [email protected] e Irene Fonte, e-mail: [email protected]

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Instruções para os autores - Política Editorial. A Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso publica trabalhos originais e inéditos dos pesquisadores membros da Associação. Os trabalhos recebidos, preferivelmente artigos de investigação, serão submetidos a parecer por especialistas de prestígio reconhecido. Assim, o Comitê Editorial se reserva o direito de sugerir modificações formais aos artigos que sejam aceitos, bem como publicá-los no número que considere mais conveniente. - Instruções para os autores: Os pesquisadores interessados em publicar seus trabalhos na Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso deverão seguir as seguintes instruções: 1. Os trabalhos devem ser enviados em arquivo anexo aos endereços eletrônicos seguintes: [email protected] [email protected] [email protected] 2. Os artigos deverão ser escritos em formato Word (ou compatível), em espaço 1,5 e fonte Times New Roman 12. A extensão máxima é de 7500 palavras, incluindo notas e bibliografia. Tanto as imagens, como os gráficos ou tabelas devem vir em anexo em seu formato original (preferivelmente jpg, tif ou gif ). 3. O título, em itálico, deve sintetizar de maneira muito concisa o conteúdo do artigo. Seguem-se o nome do(s) autor(es) e a instituição a qual pertence(m). O texto do artigo deve vir precedido de um resumo em português, espanhol (resumen)e inglês (abstract) de, no máximo, 150 palavras. Ao final, devem incluir-se até seis palavras-chave. O título da primeira seção é Introdução, sem numeração. Os demais títulos e subtítulos terão numeração segundo sua hierarquia no texto. As imagens, gráficos e tabelas devem ser enumerados, seu conteúdo deve ser claro e devem ser acompanhados de título explicativo. É necessário que cada um seja explicado ou mencionado no texto do artigo. 4. Todos os artigos devem ser acompanhados por uma breve informação biográfica e acadêmica escrita em uma extensão entre 50 e 100 palavras. Adicionalmente, deve-se indicar com claridade o nome completo do(s) autores, nome, endereço eletrônico e postal para o recebimento de correspondência, bem como da instituição onde trabalha, telefone e fax. 5. Toda citação textual deve indicar a fonte correspondente entre parênteses (autor data: número de página). Se a citação tem menos de 40 palavras, vai dentro do parágrafo entre aspas. Se tem mais de 40 palavras, deve-se observar uma sangria de 1cm a cada lado e um espaçamento de 1 linha, seguido da fonte entre parênteses (autor ano: número de página). Exemplo: (Romano e Sousa 2004: 17), (Charaudeau 2003:25). 6. Em caso de referenciação, sem citação textual, quando o conteúdo requer explicitar a fonte da citação, deve-se pôr entre parênteses o nome do autor e o ano de publicação (Charaudeau 2003, Romano y Sousa 2004). 7. As notas devem vir enumeradas consecutivamente e estar ao final do texto, antes das Referências Bibliográficas. 8. Todas as referências bibliográficas devem ser ordenadas alfabeticamente depois das notas. Toda referência incluída na lista bibliográfica deve ser mencionada no texto e toda referência mencionada no texto deve aparecer na lista bibliográfica. Abaixo o formato a ser seguido: Livros: Ruíz Ávila, D. 2003. Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y práctica discursiva. México: Fomento Editorial. Chilton, P. y Schäffner, C. (eds.). Politics as text and talk. Analytic approaches to political discourse. Amsterdam/ Philadelphia: John Benjamins Publishing Company. Capítulo de livro: Donaire, M. L. 2004. La polifonía, una relación binaria. In E. Arnoux y M. M. García Negroni (comps.). Homenaje a Oswald Ducrot, pp. 117-133. Buenos Aires: Eudeba. Wodak, R. 2003. De qué trata el análisis crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y sus desarrollos. In R. Wodak y M. Meyer (eds.). Métodos de análisis crítico del discurso, pp.17-43. Barcelona: Gedisa. Artigosem revistas especializadas: Chumaceiro, I. 2004. Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes venezolanos. Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso 4, 2: 91-112. Texto consultado na web: Charaudeau, P. 2011. [Disponível online em www.patrick-charaudeau.com]. Que vaut la parole dún chroniqueur á la télevision? L´affaire Zemour, comme symptôme d´une dérive de la parole médiatique. Réseaux 6: 135-161[Consulta: 26 de agosto de 2014]. Devem-se usar as letras a, b, c anexadas à data de publicação para referenciar trabalhos de um mesmo autor publicado no mesmo ano. Exemplo: (van Dijk 2010a, 2010b). 9. Uma vez que o artigo seja recebido e aceitado, cada autor deverá assinar cartas de originalidade e cessão de direitos autorais. Os autores receberão o modelo da carta que deverão preencher, assinar e escanear para reenvio aos endereços eletrônicos acima mencionados. 10. Cada autor receberá dois exemplares do número da revista na qual aparece seu trabalho. Adriana Bolívar e Martha Shiro Editoras da Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso

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REVISTA

Instrucciones para los autores

Revista Lationamericana de Estudios del Discurso Revista Latinoamericana de Estudos do Discurso

- Política Editorial. La Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso publica trabajos originales e inéditos de los investigadores miembros de la Asociación. Los trabajos recibidos, preferiblemente artículos de investigación, serán sometidos a arbitraje por parte de especialistas de reconocido prestigio. Como consecuencia, el Comité Editorial se reserva el derecho de sugerir a los autores modificaciones formales a los artículos que sean aceptados, así como publicarlos en el número que considere más conveniente. - Instrucciones para los autores: Los investigadores interesados en publicar sus trabajos en la Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso deberán seguir las siguientes instrucciones: 1. Los trabajos deben ser enviados en archivo anexo a las siguientes direcciones electrónicas: [email protected] [email protected] [email protected] 2. Los artículos deberán ser escritos en formato Word (u otro compatible), a espacio y medio en Times New Roman 12. La extensión máxima es de 7500 palabras, incluyendo notas y bibliografía. Tanto las imágenes, como los gráficos o tablas deben anexarse en su formato original (preferiblemente jpg, tif, gif). 3. El título, en cursiva, debe sintetizar de manera muy concisa el contenido del artículo. Le sigue el nombre del(os) autor(es) y la institución a la cual pertenece(n). El texto del artículo debe ir precedido por un resumen en español, portugués (resumo) e inglés (abstract) de no más de 150 palabras. Se incluirán hasta seis palabras clave. Los títulos generales y de las secciones deben ser breves y explícitos. El título de la primera sección es Introducción y no tiene numeración, los demás títulos y subtítulos llevan numeración según la jerarquía en el texto.Las imágenes, los gráficos y las tablas deben ser numerados, su contenido debe ser claro y deben llevar un título explicativo. Es necesario que cada uno se explique o mencione en el texto del artículo. 4. Todo artículo debe estar acompañado por una breve información biográfica y académica escrita en una extensión entre 50 y 100 palabras. Adicionalmente, se debe indicar con claridad el nombre completo del o los autores, nombre, correo electrónico, dirección postal donde puede recibir correspondencia, dirección de la institución donde labora, teléfono y fax. 5. Toda cita textual debe dar la fuente correspondiente entre paréntesis (autor fecha: nro. de página). Si la cita tiene menos de 40 palabras, va dentro del párrafo entre comillas. Si tiene más de 40 palabras deben tener una sangría de 1cm a cada lado y un interlineado a un solo espacio, seguido de la fuente entre paréntesis (autor año: número página). Ejemplo: (Romano y Sousa 2004: 17), (Charaudeau 2003:25). . Si no es una cita textual, pero el contenido requiere dar la fuente de la información se pone entre paréntesis el nombre del autor y el año de publicación (Charaudeau 2003, Romano y Sousa 2004). 7. Las notas deben numerarse consecutivamente y colocarse al final del texto, antes de las Referencias Bibliográficas. 8. Todas las referencias bibliográficas deben ser ordenadas alfabéticamente después de las notas. Toda referencia incluida en la lista bibliográfica debe ser mencionada en el texto y toda referencia mencionada en el texto debe aparecer en la lista bibliográfica. Se muestra a continuación el formato a seguir: Libros: Ruíz Ávila, D. 2003. Tejiendo discursos se tejen sombreros. Identidad y práctica discursiva. México: Fomento Editorial. Chilton, P. y Schäffner, C. (eds.). Politics as text and talk. Analytic approaches to political discourse. Amsterdam/ Philadelphia: John Benjamins Publishing Company. Capítulo de libro: Donaire, M. L. 2004. La polifonía, una relación binaria. En E. Arnoux y M. M. García Negroni (comps.). Homenaje a Oswald Ducrot, pp. 117-133. Buenos Aires: Eudeba. Wodak, R. 2003. De qué trata el análisis crítico del discurso (ACD). Resumen de su historia, sus conceptos fundamentales y sus desarrollos. En R. Wodak y M. Meyer (eds.). Métodos de análisis crítico del discurso, pp.17-43. Barcelona: Gedisa. Artículos en revistas especializadas: Chumaceiro, I. 2004. Las metáforas políticas en el discurso de dos líderes venezolanos. Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso 4, 2: 91-112. Texto consultado en la web: Charaudeau, P. 2011. [Disponible en línea en www.patrick-charaudeau.com]. Que vaut la parole dún chroniqueur á la télevision? L´affaire Zemour, comme symptôme d´une dérive de la parole médiatique. Réseaux 6: 135-161[Consulta: 26 de agosto de 2014]. Se deben usar las letras a, b, c, anexadas a la fecha de publicación, para referenciar trabajos de un mismo autor publicados en el mismo año. Ejemplo: (van Dijk 2010a, 2010b). 9. Una vez que el artículo sea recibido y aceptado, cada autor deberá firmar cartas de originalidad y de cesión de derechos para la difusión de su artículo. Los autores recibirán el modelo de la carta que deberán llenar, firmar y escanear para reenviarla a los correos electrónicos arriba mencionados. 10. Cada autor recibirá dos ejemplares del número de la revista donde aparece su trabajo. Adriana Bolívar y Martha Shiro Editoras de la Revista Latinoamericana de Estudios del Discurso

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