GRUPO PSICOTERAPEUTICO PARA PADRES IMPEDIDOS DE CONTACTO

June 3, 2017 | Autor: Alejandra Rossi | Categoria: Psicología clínica, Psicologia
Share Embed


Descrição do Produto

GRUPO PSICOTERAPEUTICO PARA PADRES IMPEDIDOS DE CONTACTO FILIAL
Lic. Alejandra Rossi
El presente artículo plasma la experiencia que se realiza en el Hospital San Roque Viejo de la Ciudad de Córdoba, con padres impedidos de contacto filial. Sus particularidades residen en que: 1.- esta práctica está mirada en el contexto de una Investigación que se lleva a cabo en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba denominada "El dispositivo grupal psicoterapéutico en las instituciones de salud de la Ciudad de Córdoba", avalada por Secyt; 2.- Se desarrolla en un hospital público, única en este contexto, según los informes de numerosos grupos de padres autoconvocados que comparten esta situación; 3.- los padres que concurren y que han sido damnificados con graves denuncias han sido absueltos, dejando al descubierto la falsa denuncia.
La investigación marco parte del acercamiento a los distintos dispositivos grupales que se llevan a cabo en instituciones públicas, con la premisa conocida de que esta modalidad redunda en una economía de recursos humanos a favor de un alcance a un número mayor de usuarios, a la luz de la implementación de leyes de salud mental Nacional Nº 26657 y de la Provincia de Córdoba N°9848.
Asentada en los postulados de Avila Espada (1994), lo psicoterapéutico será visto como el "conjunto de sistemas teórico- técnicos aplicados, de carácter interdisciplinar en cuanto a sus objetivos y multiprofesional en su práctica, derivados de modelos teóricos y de investigación de diferentes ciencias y que tienen como finalidad principal la resolución, por medios psicológicos, de los trastornos del comportamiento y/o la inducción de cambios estables en los diferentes niveles de expresión de la conducta en orden al logro del bienestar biopsicosocial de los individuos en sociedad" .
Así, lo grupal, será pensado desde Bleger (1887) quien indica que el tipo de comunicación que se establece en la relación terapéutica será altamente significativa teniendo en cuenta el resto de sus relaciones interpersonales, es decir, de su modalidad para relacionarse con sus semejantes. El grupo operativo, logra constituirse en equipo que aprende a lograr una cierta rectificación de vínculos estereotipados y, por lo tanto, un cierto grado de efecto terapéutico. Esto no quiere decir, de ninguna manera, que cualquier tarea realizada en cualquier condición sea terapéutica ni tampoco que baste con poner a trabajar a un enfermo —individualmente o en grupo— para lograr su curación. El trabajo en sí es una abstracción que no cura ni enferma; lo que cura, enriquece la personalidad o enferma son las condiciones humanas e inhumanas en que se lo realiza, el tipo de vínculo o relación interpersonal que se tiene establecido mientras se trabaja. El grupo operativo tiende a lograr un vínculo óptimo que enriquezca la personalidad y rectifique pautas estereotipadas y distorsionadas, los grupos de enseñanza no son directamente terapéuticos, sino que lo implican en la tarea del aprendizaje; todo aprendizaje bien realizado y toda educación es, siempre, implícitamente terapéutica.
La situación peculiar de estos padres se distingue por el hecho de estar separados de sus hijos, sin ningún tipo de contacto y por tiempos largos en la mayoría de los casos. Cuando decimos "padres" incluimos a "madres" y el algunos casos a "abuelos" que, por diferencias con sus hijos han sido privados de la visita de sus nietos. Bajo la figura de separación o divorcio, estas personas han tenido que atravesar una crisis circunstancial en la que, además de la disolución de los vínculos emocionales de la pareja, se le suma el alejamiento de los hijos tras una grave denuncia de parte del otro progenitor.
Las personas que asisten al grupo no han podido tramitar una separación asequible, en el que las partes logran ponerse de acuerdo en lo que atañe al cuidado de los hijos en común, preservándolos del conflicto conyugal y garantizando la continuidad de sus funciones parentales. Por el contrario, en estas separaciones destructivas, no es posible la resolución del conflicto, colocando a los hijos en el centro de la batalla, desconociendo sus necesidades, desprotegiéndolos, instalándose una lucha por poder a costa de usar los hijos en la contienda. Cuando hablamos de impedimento de contacto nos referimos a aquellas situaciones en las que uno de los progenitores obstaculiza la relación de sus hijos con el otro progenitor a través de diversas estrategias.
Las particularidades de encuadre se fijaron al inicio mismo de la creación de estos grupos, en el año 2011, y se han ido modificando en pos de los distintos objetivos terapéuticos que marcaron el rumbo en cada uno de ellos. Vale recalcar la diferencia entre la psicoterapia individual y la psicoterapia de grupo. La primera se basa en una relación dual entre psicoterapeuta y paciente, en palabras de Yalom (2010) "En la psicoterapia individual una persona cualificada establece un contrato profesional con un paciente y lleva a cabo intervenciones terapéuticas verbales y no verbales con el objetivo de aliviar el malestar psicológico, cambiar el comportamiento inadaptado y estimular el crecimiento y el desarrollo de la personalidad". En la segunda hay un encuadre diferente, la relación es de un terapeuta con varios pacientes que conforman el grupo. Yalom (2010) nos dice que, "el grupo mismo, así como la aplicación de técnicas específicas y la realización de intervenciones por parte del terapeuta cualificado, sirve como instrumento de cambio." Esa particularidad es la que hace que este tipo de tratamiento sea eficaz.
De esta forma, se fijaron sesiones semanales de dos horas de duración, para poder garantizar la participación de todos los asistentes. Nunca superaron la asistencia de más de 15 participantes, pues el horario del hospital en que funcionan es matutino (de 7:00 a 14:00 hs), no permitiendo un acceso equitativo para todas aquellas personas que trabajan o realizan sus actividades en esa franja horaria. El ingreso al grupo fue irrestricto al principio, con un encuentro individual para conocer a las personas en un espacio extra grupo, pero la experiencia nos direccionó a realizar una entrevista de admisión, siendo determinante para el acceso al mismo. Cuando éstas entrevistas indicaban que alguna persona no reunía las condiciones para integrar estos grupos en particular (por diferencias en las conflictivas), se les ofreció un espacio individual a modo de psicoterapia de apoyo, para no dejarlos librados a su suerte.
Los objetivos terapéuticos fueron trabajados en conjunto, los participantes sólo pedían "contención" y "acompañamiento" para sortear el dolor y la impotencia de estas épocas de incertidumbre… hasta poder volver a encontrarse con sus hijos. Como equipo propusimos ir más allá, aprovechando el espacio para crecer, incrementar la autoestima y aprender nuevas maneras de relacionarse.
Las intervenciones se circunscriben a brindar información, esclarecer situaciones puntuales y propiciar el cambio de constructos inadecuados por aquellos que tienen sustento en la realidad. Con la incorporación de nuevos co-terapeutas se han incluido técnicas corporales como ejercitación de la respiración y la relajación, así como metodologías psicodramáticas.
La transferencia, como en todo dispositivo grupal, se deposita indistintamente en el coordinador como los co-terapeutas, siendo de fácil manejo. Lo difícil se da a nivel contratransferencial, pues la tarea nos pone ante una realidad muchas veces difícil de digerir. Este dolor y esta impotencia a la que los padres hacen referencia, se materializa tanto en el encuentro que los terapeutas debemos aferrarnos fuertemente a nuestra disociación instrumental. El tipo de denuncia que estas personas deben afrontar nos pone ante dilemas existenciales, por lo destructivo de los decires. Y esta da pie para asentar que nuestra mirada a las situaciones es hecha desde una perspectiva sistémica.
Otro aspecto a considerar es la necesidad que tienen muchas de estas personas de presentar certificados de asistencia psicológica en los distintos juzgados donde están litigando. Al principio el equipo se basó en la buena fé, pero aquí también la experiencia nos marcó el camino de aclararles a los solicitantes que así como una certifica la asistencia, también anunciará al juzgado cuando las personas abandonen el grupo. Esta modalidad se instauró como una defensa a nuestro rol y al espacio público como legitimador de tratamientos que muchas veces se iniciaban con ése solo objetivo, para preservarnos del clientelismo.
Para finalizar, la experiencia con este tipo de grupos nos ha enseñado que estas problemáticas no devienen nunca en cronicidad, la crisis nos atraviesa permanentemente y lograr que estas personas puedan entrenarse en diversas estrategias de afrontamiento ha tomado un lugar preponderante en los objetivos terapéuticos.


REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS
Ávila Espada, A y cols. (1994) Manual de Técnicas de Psicoterapia. Un enfoque analítico. Primera Parte, Capítulo 1. Siglo XXI de España editores. Madrid.
Bleger, José (1987) Temas de Psicología: Entrevistas y grupos. Buenos Aires: Nueva visión.
De La Torre Laso, J. (2005) Las relaciones entre padres e hijos después de las separaciones conflictivas. Apuntes de Psicología Colegio Oficial de Psicología
Vol. 23, Nº 1, 101-112.
Kaes, R (1995) "El grupo y el sujeto del grupo". Bs. As. Amorrortu.
Pichon Riviere E. (1985) El proceso grupal. Del Psicoanálisis a la Psicología Social. Aportaciones a la didáctica de la Psicología Social. Ed. Nueva Visión. Bs.As.




Lihat lebih banyak...

Comentários

Copyright © 2017 DADOSPDF Inc.