HALLAZGO DE Engraulis ringens Y Psidum guajava EN COPROLITOS HUMANOS DEL SITIO ARQUEOLÓGICO DE MIRAYA Inés Gárate1, Alicia Diestro2, Jazmín Opisso3, Luz Segura3, Karen Flores1 1Laboratorio
de Parasitología Humana y Animal, Facultad de Ciencias Biológicas, UNMSM de Entomología Médica y Veterinaria, Facultad de Ciencias Biológicas, UNMSM 3Museo de Historia Natural de la UNMSM 2Laboratorio
Antecedentes
Resultados
Discusión
El sitio arqueológico de Miraya es un asentamiento que se desarrolló durante el periodo Arcaico Tardío (3000 a 1800 a. C.) en el Valle de Supe, cerca de la Ciudad Sagrada de Caral, ocupando aproximadamente 43 hectáreas.
En 11 coprolitos se encontraron restos óseos de Engraulis ringens “anchoveta”, identificándose partes craneales y vertebrales.
El sitio de Miraya se encuentra en el valle medio a más de 20 km del litoral, los productos marinos debieron de ser llevados por medio de intercambios.
En 7 coprolitos se encontraron restos vegetales: semillas de Psidum guajava “guayaba” y fibras. En 1 de los coprolitos se observó un fragmento mandibular de Emerita analoga “muy muy”.
Miraya es conocido por sus pirámides con plaza circular de arquitectura parecida a la de Caral y por el hallazgo arqueológico de figurinas antropomorfas elaboradas con barro sin cocer y pintura polícroma. Los habitantes de Miraya tuvieron una economía mixta sustentada en la pesca y agricultura. Figura 1.Figurinas antropomorfas con pintura polícroma encontradas en Miraya. Representan a un hombre y una mujer con importante rango social. Foto: PEACS
Figura 2. Semillas de Psidum guajava halladas en coprolitos de pobladores precolombinos del Sitio de Miraya. Semillas de 3.5 -2.5 mm, borde liso, reniformes y duras. Embrión curvado en forma de espiral y con cotiledones cortos.
Objetivo El objetivo de este estudio fue determinar los organismos vegetales y animales que habrían formado parte de la dieta, mediante la revisión de coprolitos (heces fosilizadas) de los pobladores que habitaron Miraya hace aproximadamente 5000 años.
Métodos
Figura 3. Vértebra precaudal de Engraulis ringens “anchoveta” en coprolitos de pobladores precolombinos de Miraya. La fragmentación ocurre por la masticación, los jugos gástricos y/o la manipulación en el momento del análisis debido a la fragilidad de los restos.
Durante el año 2014, se revisaron 17 coprolitos humanos del Sitio Arqueológico de Miraya, colectados en las excavaciones de las distintas edificaciones del lugar por los arqueólogos de la Zona Arqueológica Caral (ZAC).
Se observa el consumo entero de anchovetas y muy-muy, así como el consumo de frutos y vegetales; este hábito se ve reflejado en otros sitios del Arcaico Tardío. Diversos investigadores han discutido sobre la base de la alimentación para el origen de la civilización en los Andes, con estos análisis vamos observando que se articuló una economía mixta.
Figura 6. Representación de las actividades de pesca y transporte de productos marinos en las playas cercanas a los sitios litorales. Dibujo: PEACS
Conclusiones Los resultados indican que la anchoveta fue uno de los recursos marinos que formó parte importante de la dieta de los pobladores precolombinos de Miraya, debido a su abundancia en nuestro mar durante todo el año. Así también, la guayaba fue uno de los frutos de consumo de esta población.
Se aplicaron técnicas de rehidratación con fosfato trisódico al 0.5%, filtración con malla metálica para la separación de macrorrestos y métodos de anatomía comparada para la identificación de organismos. Los macrorrestos recuperados fueron observados con ayuda de un estereomicroscopio y se realizó el registro fotográfico. Asimismo, se utilizó material de referencia para comparar los restos ictiológicos.
Figure 5. Vista de la Plaza Circular de Miraya frente a la pirámide escalonada, arquitectura típica hecha en piedra canteada. A la entrada de la plaza y a los lados de la escalinata se encuentran colocados dos monolitos o huancas.
Figura 4. Fragmento mandibular de Emerita analoga “muy muy” en coprolitos de pobladores precolombinos de Miraya. La flecha roja señala el borde roto por una probable mordedura de molar humano al momento del consumo.
Referencias
Agradecimientos
1. CALLEN E. & T. CAMERON. 1960. A prehistoric diet revealed in coprolites. New Scientist 8: 35-40.
Al Vicerrectorado de Investigación de la UNMSM, por el financiamiento del estudio de investigación.
2.FUGASSA M. & R. GUICHÓN. 2005. Análisis Paleoparasitológico de coprolitos hallados en sitios arqueológicos de Patagonia Austral: definiciones y perspectivas. Magallania 33(2):13-19.
A la Zona Arqueológica Caral, por facilitar el material y el apoyo en las actividades de esta investigación.
Los hallazgos de este estudio multidisciplinario son novedosos pues no existen reportes de los componentes que formaron parte de la dieta de los habitantes precolombinos de Miraya. Detalles de contacto: Inés Garate Camacho, Laboratorio de Parasitología Humana y Animal, Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Calle Germán Amézaga N° 375, Cuidad Universitaria.
[email protected] Presentado en XXIV Reunión Científica Icbar, Agosto 2015
