Historia Bombardeo Plaza de Mayo

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Yo elegí hablar de un tema en particular, que no se encontraba en el libro, y me pareció muy interesante. El tema es el Bombardeo de la Plaza de Mayo, que también es conocido como la Masacre de Plaza de Mayo. Este fue el bombardeo y simultáneo ametrallamiento aéreo, cometido el 16 de junio de 1955 en la ciudad de Buenos Aires . Ese día un grupo de militares y civiles opuestos al gobierno del presidente Juan Domingo Perón intentó asesinarlo y llevar adelante un golpe de estado y, si bien fracasaron en su propósito, causaron consecuencias muy graves, siendo, irónicamente, el bautismo de fuego de la Aviación Naval Argentina (contra los propios argentinos).
El desprecio por la vida de las personas y la violencia con la cual se ejecutó el hecho, de una magnitud nunca vista anteriormente en Argentina, hace que se lo vincule con el terrorismo de Estado, que aparece años después en el país.

ANTECEDENTES
El 24 de febrero de 1946 se realizaron elecciones en las que Juan Domingo Perón resultó elegido presidente de la Nación Argentina con el 52 % de los votos. El primer Gobierno de Perón se desarrolló con una fuerte oposición antiperonista,
En 1951 se produjo un primer intento fallido de golpe de estado por parte de ramas conservadoras del Ejército, con apoyo de algunos sectores civiles.
Ese mismo año se realizaron las elecciones presidenciales en las que Perón volvió a ganar, ampliando su apoyo hasta alcanzar un 62,49%.
El 15 de abril de 1953 un grupo comando antiperonista realizó un atentado terrorista contra una manifestación sindical organizada por la CGT en la Plaza de Mayo. Dejando muertos y heridos.
A fines de 1954 el conflicto entre el gobierno y la Iglesia ―por la ley de Divorcio y la posible quita de subsidios y pago de sueldos a la curia― dio nuevo impulso a los golpistas. Dentro de los conspiradores había oficiales del Ejército de alta graduación (como Lonardi y Aramburu).
El 11 de junio se produjo la gran movilización opositora que reunió 250.000 manifestantes, desplazándose desde la zona de la Catedral a la zona del Congreso Nacional. Las crónicas de la época reseñan que los activistas católicos dañaron placas conmemorativas a la figura de Eva Perón (fallecida de cáncer dos años antes, a quien los peronistas consideraban una santa y mártir de los pobres). En el mástil del Congreso arriaron la bandera argentina e izaron una bandera del Vaticano (blanca y amarilla). La Policía Federal denunció que la bandera argentina fue quemada durante la procesión. (Poco después, sin embargo, se confesó que la bandera había sido quemada por policías).
El gobierno organizó un acto de desagravio a la bandera nacional, por lo ocurrido, a realizarse el jueves 16 de junio de 1955. Para esto se decidió que una formación de aviones sobrevolaría la Catedral de Buenos Aires, donde descansan los restos del Libertador. El anuncio del desfile reunió en Plaza de Mayo a un numeroso público, porque era un acto cívico-militar en solidaridad con el gobierno frente a los embates de la oposición.
Los servicios de información
Mientras ocurrían estos hechos el contralmirante, Calderón fue advertido de que su participación en el movimiento revolucionario había sido descubierto por un organismo que simpatizaba con Perón) por lo cual, ante el temor de ser arrestado y puesto a disposición del Poder Ejecutivo, decidió apresurar una acción militar contundente.
La noche del 15 de junio, el ministro de Ejército general fue informado por su ayudante de que se produciría una rebelión en las primeras horas del día siguiente pero no le dio crédito a la noticia ni la informó a Perón.

Plan de la acción rebelde
El plan consistía en aprovechar un vuelo-homenaje de desagravio a la bandera nacional que despegaría a las 8 de la mañana, y bombardear la Casa de Gobierno y el Ministerio de Guerra con el objetivo de eliminar a Perón o provocar un duro golpe psicológico contra su administración.
Las unidades que participarían eran: las aeronaves de la base naval de Punta Indio, otras aeronaves Fuerza Aérea, unos 700 efectivos de infantería de marina y varios grupos de civiles armados.
Ese día el contraalmirante Calderón puso en conocimiento del plan a su superior inmediato, vicealmirante Gargiulo, quien se plegó al movimiento y a Olivieri, quien calificó el plan como «una locura». Tras todos esos acontecimientos, cerca de las tres de la tarde Olivieri sufrió una descompensación y debió ser internado en el hospital naval.
Los participantes en el bombardeo afirmaron posteriormente que el objetivo no era matar al presidente de la Nación sino «quebrarlo en su fortaleza de mando».
Muchos de los aviones que participaron en el bombardeo de Plaza de Mayo habían sido pintados con el signo de "Cristo Vence", una cruz dibujada dentro de una letra V. Tras el exilio de Perón, sus partidarios modificaron este símbolo: agregándole un arco curvo al sector superior derecho de la cruz, se formaba el signo de "Perón Vuelve" (o según otros "Perón Vence", "Perón Vive", "Perón Viene").

EL ATAQUE
Perón fue informado de los movimientos militares por el ministro de guerra general, quien le pidió que abandonase la Casa de Gobierno pues podría ser objeto de un ataque, por lo que Perón se trasladó entonces a la sede de ese Ministerio, ese mismo dia.

El bombardeo y ametrallamiento
La escuadra de 34 aviones de la Marina de Guerra argentina que había estado sobrevolando la ciudad desde hacía bastante tiempo iniciaron sus bombardeos y ametrallamientos al área de la Plaza de Mayo. La sorpresa del ataque hizo que el mismo cayera sobre la población, que realizaba sus actividades normales debido a que era un día hábil. Entre las primeras víctimas se contaron los ocupantes de los vehículos de transporte público de pasajeros. Un trolebús repleto de niños recibió una bomba de lleno, muriendo todos sus ocupantes.
Se arrojaron 9.500 kg de bombas, y miles de balas; causando la muerte a 364 personas y heridas a más de 700.
Las evacuaciones médicas se iniciaron de inmediato.
Combates en la urbe
Desde el interior de la Casa de Gobierno y el Ministerio de Guerra comenzó a organizarse la resistencia armada. Las tropas rebeldes del Batallón 4 fueron desplegadas en Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada, pero fueron repelidos desde el interior por efectivos del Regimiento de Granaderos a Caballo y desde el exterior por tropas del Ejército. Ademas, también se unieron trabajadores para defender a su líder. Y los delegados sindicales estaban movilizando obreros desde las fábricas de los alrededores de Buenos Aires hacia el Centro de la ciudad.
Perón ordenó a su que no debía concurrir un solo hombre a la Plaza de Mayo, que ése era un enfrentamiento entre soldados, sin embargo, ya habían algunos en la Plaza.
Los civiles convocados por la CGT, por la Alianza Libertadora Nacionalista, y el Ministerio de Guerra también se hacía fuego contra los rebeldes.
Los rebeldes quedaron cercados con sus líderes.

La lucha en el aire
Mientras se acentuaban los tiroteos en el centro porteño, el mando leal ordenó a la Base Aérea Militar de la Fuerza Aérea en Morón el despegue de interceptores a reacción. Los pilotos se encontraban entonces en acaloradas discusiones sobre si debían adherirse o no al movimiento revolucionario. Rápidamente se hizo al aire una escuadrilla de cuatro Gloster Meteor leales al gobierno. Si bien no pudieron llegar a tiempo para impedir el bombardeo, lograron interceptar una escuadrilla naval rebelde que se retiraba de la zona. Sin embargo, la Base Aérea de Morón cayó entonces por poco tiempo en manos rebeldes, con lo que estos pudieron hacerse con aviones para realizar un segundo ataque a la Casa Rosada cuando el resto del alzamiento estaba al borde del fracaso: todos los rebeldes estaban en el ministerio de Marina, rodeados por fuerzas muy superiores.

Retirada y rendición
Ante el fracaso del combate en tierra y tras sufrir dos derribos por las baterías antiaéreas montadas en la zona, los aviadores rebeldes recibieron la orden de huir a territorio uruguayo, pidiendo asilo. Si bien todos se dirigieron al aeropuerto de Carrascos en Uruguay, algunos debieron aterrizar antes (Río de la Plata o en los campos de Carmelo, Uruguay) porque habían consumido mucho combustible en el bombardeo.
Consecuencias
Se comunicó a los líderes del alzamiento, Olivieri, Gargiulo y Calderón, que serían juzgados bajo ley marcial, y se les ofreció a cada uno un arma para terminar con sus vidas, solo Benjamín Gargiulo se suicidó, ya que los otros dos rechazaron esta invitación, para hacerse cargo plenamente de sus actos ante la corte.
La pena más dura fue impuesta contra Calderón (condenado a cadena perpetua), mientras que los militares que se asilaron en Uruguay fueron dados de baja por el cargo de rebelión, pero tres meses después fueron reintegrados por los nuevos mandos ―tras el golpe de Estado.
La noche del 16 de junio de 1955, como represalia al asesinato de varios centenares de civiles, simpatizantes peronistas incendiaron la Curia Metropolitana, las basílicas de Santo Domingo y San Francisco, junto con otras ocho iglesias, sin que los policías y bomberos presentes hicieran nada por impedirlo.
Si bien se decretó estado de sitio, Perón intentó una política de reconciliación con los sectores opositores, abandonando su política de confrontación e intentando calmar mediante anuncios por radio a la clase trabajadora.
El bombardeo-ametrallamiento es uno de los antecedentes directos del levantamiento cívico-militar que se produciría tres meses después, logrando deponer el 16 de septiembre de 1955 al presidente Perón e instaurándose la autodenominada Revolución Libertadora.


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