Informe de arqueología y patrimonio cultural. DIA Proyecto Hidroeléctrico Picacho

Share Embed


Descrição do Produto

DECLARACIÓN DE IMPACTO AMBIENTAL PROYECTO HIDROLÉCTRICO PICACHO INFORME DE ARQUEOLOGÍA Y PATRIMONIO CULTURAL

Índice Objetivo…………………………………………………………………………….……2 Identificación del proyecto………………………………………………………………2 Descripción del proyecto………………………………………………………………...2 Antecedentes que permiten a la autoridad evaluar si el impacto ambiental del proyecto se ajusta a las normas ambientales vigentes, y que éste no requiere de un EIA de acuerdo a la Ley y los reglamentos………..…………………………………………….2 - Antecedentes legales.…………………………………………………………………..2 - Antecedentes arqueológicos……………………………………………………………3 - Área del proyecto………………………………………………………………………4 - Metodología……………………………………………………………………………5 - Resultados……………………………………………………………………………...5 Compromisos ambientales voluntarios…………………………………………………..9 Medidas apropiadas para la conservación y/o protección de los posibles monumentos nacionales que pudieran hallarse en las obras de construcción...………………………9 Bibliografía………………………………………………………………………………9

1

Objetivo Dar cumplimiento al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, contenido en la Ley 19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente, el desarrollo del artículo 11 del Reglamento del Sistema de Evaluación Ambiental D.S. nº 95/01, y la Ley 17.288, que legisla sobre los Monumentos Nacionales de Chile, para el Proyecto Hidroeléctrico Picacho, que plantea establecerse en la cuenca homónima, en la Región de Aysén.

Identificación del proyecto Nombre: Proyecto Hidroeléctrico Picacho. Localización: 5023850N 710967E (V00) y 5019301N 711528E (V18) Región: XI de Aysén del Genera Carlos Ibáñez del Campo. Provincia: Aysén. Comuna: Cisnes.

Descripción del proyecto El Proyecto Hidroeléctrico Picacho (PHP), plantea la construcción de una central hidroeléctrica de paso, con un trazado de conducción de 6.3 kms. en dirección N-S, que busca emplazarse a través de a orilla N y W del curso inferior del Río Picacho, a aprox. 15 kms. (V18) en línea recta de la Carretera Austral, en el tramo que une la localidad de Villa Mañihuales (comuna de Aysén) con Villa Amengual (Comuna de Lago Verde), desde los puntos que van entre las coordenadas 18G 5023850N 710967E (V00) 5019301N 711528E (V18) y 5017500N 711125E.

Antecedentes que permiten a la autoridad evaluar si el impacto ambiental del proyecto se ajusta a las normas ambientales vigentes, y que éste no requiere de un EIA de acuerdo a la Ley y los reglamentos. Antecedentes legales La protección del patrimonio cultural en Chile cuenta con distintas disposiciones legales enmarcadas en 3 cuerpos. El primero es la Ley Nº 17.288 de Monumentos Nacionales (4 de febrero de 1970) y su reglamento (2 de Abril de 1991). Un segundo cuerpo legal corresponde la Ley N° 19.300, de Bases Generales del Medio Ambiente, y por último, la Ley N° 19.253 sobre Pueblos Indígenas, que en el artículo 28 establece que …el reconocimiento, respeto y protección de las culturas e idiomas indígenas contemplará... f) la promoción de las expresiones artísticas y culturales y la protección del patrimonio arquitectónico, arqueológico, cultural e histórico indígena.

2

Antecedentes arqueológicos Las investigaciones desarrolladas desde hace más de 40 años en la Región de Aysén (Ericksen 1966), permiten aseverar que el poblamiento humano se ha desarrollado de manera continua -para una escala arqueológica- desde hace alrededor de por lo menos 12.600 años a.p. (Bate 1982; Sade 2008). De acuerdo al lapso cronológico, estas ocupaciones pudieron ser esporádicas o permanentes, aprovechando solo ambientes esteparios, boscosos o mixtos. Sin embargo, los vestigios materiales de estas poblaciones, se concentran mayormente en las zonas esteparias, hallazgos que han estado favorecidos por la amplia visibilidad y el intemperismo eólico al cual se han sometido los contextos culturales. Otros vestigios, aunque en menor cantidad, se han detectado desde hace algunos años en el sitio Alero del Toro, en el bosque siempreverde de la porción continental de Aysén (Bate y Mena 2005) y Lago Elizalde (Sade 2010). En la zona de los canales y archipiélagos occidentales, los hallazgos son igualmente escasos, aunque en los últimos años ha habido un incremento en las investigaciones favorecidas por proyectos universitarios o académicos (FONDECYT). Históricamente, se reconocen dos modos de vida de cazadores recolectores, que responden a distintas maneras de resolver la ocupación del ambiente inmediato. Por un lado, los cazadores continentales, que habitaban la porción oriental de Aysén y algunos sectores boscosos y, los cazadores canoeros, pobladores de los archipiélagos y canales del occidente patagónico. Para el poblamiento inicial (ca. 12.600-9.400/9.000) existen escasos antecedentes, y que proceden, de algún sector no identificado cercano al Río Huemules, Baño Nuevo 1 y el curso superior del Río Cisnes. Para el primer caso hay dos preformas de puntas tipo cola de pescado y un lito discoidal (Bate 1978; Sade 2006), para el segundo –menos diagnóstico- algunas lascas menores de 10 mm. y un fragmento óseo animal con huellas de corte, mientras en el curso superior del Río Cisnes (Reyes et al. 2007) las evidencias se componen de un fechamiento sobre carbón que se asocia a una lasca grande y a materiales de superficie como litos discoidales, que aunque no son totalmente diagnósticos del primer poblamiento, pudieran resultar sugerentes. Para el segundo poblamiento (ca. 9.400/9.000 – 5.000 a.p.) la información es un poco más abundante para sus momentos iniciales, principalmente por las evidencias de esqueletos humanos y su contexto fechados desde 9.070 + 50 hasta 8.530 + 50 (Velásquez y Mena 2006), tecnología lítica donde destacan puntas ‘triangulares’ aserradas (García 2005), gancho y mango de estólica, restos óseos de animales extintos (Trejo 2005), y pinturas rupestres zoomorfas (Bate 1970a; Bate 1982) y de escenas de cacería (Niemeyer 1980). En el sitio Baño Nuevo 1 y para este periodo, los fechamientos absolutos indican ocupaciones ininterrumpidas que van desde 9.530 + 25/9.435 + 25 a.p., hasta 7.165 + 25 a.p. (Velásquez y Mena 2006). Estas poblaciones, han sido detectadas también en pinturas rupestres de guanacos acéfalos (Sade 2008) y una punta triangular de bordes aserrados en Punta del Monte (Bate 1970b). Es posible que la tecnología de grandes

3

lascas y láminas (casapedrense) detectada en este último sitio y algunas otras detectadas en Lago Cástor, también sean reflejo de momentos finales de estas poblaciones o iniciales de los cambios detectados para momentos siguientes. Aunque sin materiales tipológicamente diagnósticos, más que algunos negativos de manos (Bate 1970a) y que ya desaparecieron o no están al alcance de análisis macroscópicos, en la Cueva Baño Nuevo se identificaron ocupaciones con fechamientos absolutos que van desde el 4.180 + 25 hasta 2.830 + 70 a.p. (Velásquez y Mena 2006). El desarrollo de los tehuelches históricos (aonikenk) no está documentado etnográficamente para la cuenca del Río Aysén, aunque algunas escasas evidencias sugieren ciertas excepciones. Hasta el momento, no existía una referencia arqueológica o fuente escrita que demostrara la presencia de cazadores recolectores tribalizados en esta porción, por lo cual se ha planteado un abandono total, aunque ello ha implicado desestimar el margen de variabilidad de algunos fechamientos absolutos y la toponimia (cf. Reyes 2002; Velásquez 2007; Galindo 2002: 152; Sade 2008: 125). Recientemente se han encontrado algunos raspadores de vidrio en el sector Punta del Monte (con tipología de raspadores), aunque no han sido sometidos a mayores pruebas (Sade 2010). El problema para identificar poblaciones tehuelches y diferenciarlas de las anteriores reside en que los fechamientos radiocarbónicos dan márgenes de error más amplios que la historia documentada etnográficamente, y a falta de éstos, los vestigios que nos dan cuenta de ello son artefactos manufacturados por indígenas sobre materias primas o soportes no indígenas, o en cuya manufactura hayan influido así sea únicamente aspectos formales como los decorados.

Área del proyecto El Río Picacho pertenece a la cuenca del Lago Copa (figura 01), la que a su vez forma parte de la Gran Cuenca del Río Cisnes (5.047 kms.2). La proyección del tendido eléctrico corre a lo largo del curso inferior del Río Picacho, el cual desemboca a los 18G 713256E 5016749S en la porción media del Río Cobarde. Este río tiene un cauce de 12 kms. aproximadamente, y 5 m de ancho en su desembocadura con el Río Picacho. Desde este punto, las aguas corren dirección E-W 44 kms. antes de llegar al mar en el curso inferior del Río Cisnes, atravesando el Lago Copa y la Laguna Escondida. La vegetación del sector pertenece a la Provincia Templada Húmeda Intermedia (cfk) (3% de la superficie regional), aledaña a la Provincia Templada Húmeda (cfkn) (16% de la superficie regional). La proyección de la línea de transmisión eléctrica se extiende en su mayor parte a 250 msm. (V00-V23), descendiendo en su parte final (V23-V24) hasta los 80 msm. en plena cordillera andina, en un sector geológicamente dominado por el Batolito Patagónico (Serplac 2005).

4

Figura 01. Área del proyecto y relación con Alero el Toro, sitio más cercano identificado.

Metodología Se recorrió a pié por completo la zona en cuestión, incluyendo los caminos de acceso, mediante dos pares de transectas, teniendo especial cuidado en la detección de aleros, cuevas y otros reparos rocosos secos, lugares con mayores probabilidades de presentar indicios de patrimonio cultural, ya sea conteniendo pinturas rupestres o conservando otros elementos de la cultura material bajo el nivel del suelo. También, los sectores más bajos en la rivera del Río Picacho, que podrían proporcionar información sobre materias primas líticas, ya que contienen una gran cantidad de rodados (figura 02a). Se observaron así mismo, perfiles y cortes expuestos.

Resultados Los aleros y reparos rocosos son escasos y casi ninguno se encuentra con el piso seco. La mayor parte de ellos se encuentra cubierto de sedimentos y de musgos en la superficie rocosa (figura 02 b), con permanentes filtraciones de agua. La única excepción la constituyen algunas bardas que están fuera de la zona de intervención proyectada, sobre la casa de uno de los pobladores del área (figura 02 c). En ellos, sin embargo, no hay indicios de pinturas rupestres, aunque se pudieron detectar materias primas (probablemente hematita), que eran utilizadas comúnmente para estos fines (figura 02 d). Otra fuente de pigmentos lo constituye la oxidación de algunos líquenes, que se encuentra disponible en algunas rocas aisladas (figura 02 e). Los incendios forestales durante y antes de la colonización agroganadera (Markgraf et al. 2007), pudieron incidir en la conservación de las pinturas rupestres al alterar los soportes rocosos, sobre todo si ellos se encontraban sobre pátinas proglaciares que son más susceptibles a la meteorización. También, la actividad térmica pudo influir en los 5

materiales arqueológicos, sea cual fuese su naturaleza y ser un elemento de alteración posterior a su deposición. Se observó que la zona del Picacho, al igual que otros sectores de la Región de Aysén (González 1998; Defensores del bosque chileno 1998; Pomar 2002; Martínez 2005; Martinic 2005; Quintanilla 2008), también fue sometida a estos incendios (figura 02 f), aunque desconocemos la magnitud de ellos.

6

Figura 02. a. Lecho del Río Picacho, sector de rodados. b. Bardas húmedas sin indicios de patrimonio cultural. c y d. Aleros secos, con restos de pigmentos pero sin vestigios culturales. e. líquenes. f. incendios forestales. g y h. perfiles.

7

Los cortes y perfiles expuestos presentan una gran potencia de horizonte A, revelando una alta tasa de depositación de materia orgánica. En ninguno de ellos se observó elementos óseos u orgánicos, lo puede reflejar la alta descomposición en estos ambientes húmedos. En los sectores más bajos, se detectaron bancos de arcilla (figura 02 g), aunque hasta el momento no existen evidencias de manufactura cerámica en zonas de este tipo de bosque en la Región de Aysén. Si comparamos las evidencias arqueológicas de las que se dispone en el curso medio de la cuenca del Río Cisnes con las de la Cuenca del Lago General Carrera (especialmente el Río Ibáñez) y el Baker (Río Chacabuco), vemos que son totalmente asimétricas, sea por una real desocupación humana del bosque en el pasado, o por que se trata mayormente de una zona de baja visibilidad y alta deposición sedimentaria, lo cual disminuye drásticamente la probabilidad de detectar hallazgos superficiales. Hasta el momento, las evidencias más cercanas de ocupación humana al sector del Picacho es el sitio Alero del Toro (figura 01), inserto en pleno bosque siempre verde montano (Gajardo 1994) en el curso medio del Río Cisnes (Bate y Mena 2005), distante 29 kms. hacia el norte del punto más septentrional del PHP, pero separados de un cordón montañoso de difícil tránsito determinado por los hielos de altura, pendientes y sotobosque. Otro de los factores que influye sobre el paisaje actual y que puede ser causal de remoción de los contextos es la disgregación del suelo por pisoteo animal, observada en gran parte del área (Sade y Pérez 2009), y el efecto de las raíces sobre estratos subsuperficiales (Piana et al 2006; Mengoni 2007; Gómez y Messineo 2007). Aunque se carece de antecedentes paleoambientales para esta zona, es de presumir que los incendios forestales han provocado cambios en el sistema suelo sedimento, y en el escurrimiento de las aguas superficiales y subterráneas. En perfiles expuestos es posible observar antiguos niveles de arenas (figura 02 h), correspondiendo a antiguos niveles del río. En términos generales, dado el emplazamiento de los hallazgos procedentes de Alero del Toro en el curso medio del Río Cisnes, y a falta de antecedentes ambientales en la cuenca del Lago Copa que pudieran descartar la posibilidad de tránsito hacia el mar o al interior de la misma cuenca, sin antecedentes paleoambientales que entreguen información sobre cuándo fue posible transitar por este sector hacia el mar, cabrá por el momento la posibilidad de que el área donde se establecería el PHP pudiera haber formado parte de una ruta de contacto entre modos de vida, de tránsito desde el continente hacia la costa o viceversa (por ejemplo, desde y/o hacia el Lago Fontana o Plata, Argentina), u otra razón de habitabilidad, aunque debido a que: 1- No existe hasta el momento ningún indicio de ocupación en la cuenca del Lago Copa y los cordones del sur de la porción media de la Gran Cuenca del Río Cisnes. 2- Las condiciones para el asentamiento no debieron ser óptimas (escasos aleros, refugios y claros debido al denso bosque y sotobosque, con escasos espacios para albergar bandas mínimas, al menos en el sector Picacho).

8

3- El Río Picacho hacia el norte constituye un sector ‘sin salida’ para la movilidad humana, habiendo mayores posibilidades de desplazamiento E-W p. ej. Lago de la Plata-Lago Copa- desembocadura del Río Cisnes. Las obras que se realicen en el marco del PHP no afectarán material cultural como campamentos, sitios estacionarios, refugios y pinturas rupestres en aleros o cuevas, como así tampoco materiales en espacios abiertos. De esta manera, el PHP cumple con la normativa vigente contenida en la ley Ley Nº 17.288 de Monumentos Nacionales y su reglamento, así como también la Ley N° 19.300, de Bases Generales del Medio Ambiente. Por último, no existen poblaciones indígenas en el área, por lo cual el PHP cumple con la Ley N° 19.253 sobre Pueblos Indígenas.

Compromisos Ambientales Voluntarios Debido a que el PHP contempla la remoción de amplios volúmenes de sedimentos y, a manera de prevenir la afectación del componente patrimonial, es recomendable la presencia de un arqueólogo durante las obras de excavación. Principalmente, en las obras que se efectúen en las zonas aledañas a los escasos aleros y reparos rocosos. Esto, por que las únicas evidencias de poblaciones humanas para sectores de bosque siempreverde de la cuenca del Río Cisnes, ubicadas en Alero el Toro (30 kms. N del PHP), se emplazan en lugares de similares características, es decir, reparos secos sin evidencias superficiales de actividad humana.

Medidas apropiadas para la conservación y/o protección de los posibles monumentos nacionales que pudieran hallarse en las obras de construcción De acuerdo a la ley 17.288 (V, 26º),…Toda persona natural o jurídica que al hacer excavaciones en cualquier punto del territorio nacional y con cualquier finalidad, encontrare ruinas, yacimientos, piezas u objetos de carácter histórico, antropológico, arqueológico o paleontológico, está obligada a denunciar inmediatamente el descubrimiento al Gobernador del Departamento, quien ordenará a Carabineros que se haga responsable de su vigilancia hasta que el Consejo se haga cargo de él. Por lo tanto, en caso de encontrarse vestigios de patrimonio cultural, el titular del PHP deberá proceder de acuerdo a la normativa vigente, abogando por su rápido monitoreo por parte de un especialista, dado el acelerado deterioro al cual se someten los materiales arqueológicos una vez expuestos a la intemperie.

9

Bibliografía Bate, L.F. 1970a. Primeras investigaciones sobre el arte rupestre de la Patagonia Chilena. Anales del Instituto de la Patagonia. Punta Arenas. ----------------1970b. El yacimiento de Punta del Monte. Rehue. Concepción. ----------------1978. Las investigaciones sobre los cazadores tempranos de Chile Austral. Trapananda. Coyhaique. ----------------1982. Orígenes de la comunidad primitiva en Patagonia. Escuela Nacional de Antropología e Historia. Editorial Cuicuilco, México D. F. Bate, L.F. y F. Mena. 2005. Alero el Toro: un campamento indígena en el umbral del bosque siempreverde cercano al litoral en Aisén. En: Actas del XVI congreso nacional de arqueología chilena: 675-680. Tomé. Defensores del bosque chileno. 1998. La tragedia del bosque chileno. Ocho libros eds. 397 p. Ericksen, M.F. 1966. Restos óseos provenientes de Chile Chico (Provincia de Aysén, Chile). Revista Universitaria. Universidad Católica de Chile. Santiago. Gajardo, R. 1994. La vegetación natural de Chile: clasificación y distribución geográfica. Editorial universitaria. Santiago. Galindo, L. 2002. Anexo. En: Pomar, José [1923] 2002, La Concesión del Aisén y el Valle Simpson. Edición facsimilar. Coyhaique. García, Ch. 2005. Nuevos datos para un viejo problema: los materiales líticos de las ocupaciones de cazadores recolectores en la cueva Baño Nuevo 1. Anexo informe de avance. FONDECYT 1030560. Santiago. González M. 1998. Aisén en la Patagonia. Edición del programa Aplicación y Recopilación Bibliográfica Cultural Regional, Coyhaique. Gómez G. y Messineo P. 2007. Análisis tafonómico de micromamíferos y mesomamíferos del sitio Laguna la Barrancosa 1 (Partido de Benito Juárez, provincia de Buenos Aires). Intersecciones en Antropología 9: 77-91. Markgraf, V., C. Withlock y S. Haberle. 2007. Vegetation and fire history during the last 18,000 cal yr. B.P. In Southern Patagonia: Mallín Pollux, Coyhaique, Province Aisén (45º 41’ 30’’ S, 71º 50’ 30’’W, 640 m elevation). Palaeogeography, Palaeoclimatology, Palaeoecology. Mengoni G. 2007. Archaeofaunal studies in Argentina: a historical overview. En: Taphonomy and Zooarchaeology in Argentina, Gutiérrez, M., L. Miotti, G. Barrientos, G. L. Mengoni Goñalons y M. Salemme (editores), BAR International Series. Archaeopress, Oxford. Martínez E. 2005. Geografía e Historia de Aysén. Lom. Santiago. 156 p. Martinic M. 2005. De la Trapananda al Aisen. Pehuén eds. 539 p. Niemeyer, H. 1980. La cueva con pinturas indígenas del Río Pedregoso. Trapananda. Coyhaique. Piana, E., Tessone, A. y F. Zangrando 2006. Contextos mortuorios en la región del Canal Beagle… del hallazgo fortuito a la búsqueda sistemática. Magallania 34 (1): 103117.

10

Pomar J. 2002 (1923). La concesión del Aisén y el Valle Simpson. Edición especial I. Municipalidad de Coyhaique. Coyhaique. Quintanilla V. 2008. Estado de recuperación del bosque nativo en una cuenca nordpatagónica de Chile, perturbada por grandes fuegos acaecidos 50 años atrás (44º45º S). Revista de Geografía Norte Grande 39: 73-92. Reyes, O. 2002. Funebria indígena en el curso inferior del valle del Río Ibáñez, andes orientales de Centro Patagonia (XI Región de Aysén). Anales del Instituto de la Patagonia. Punta Arenas. Reyes, O., Méndez, C., Trejo, V. y H. Velásquez. 2007. El Chueco 1: un asentamiento multicomponente en la estepa occidental de Patagonia Central (11.400 a 2.700 años cal. ap, ~44° s). Magallania. 35 (1):107-119. Sade, K. 2006. Nuevas evidencias de poblamiento temprano en Patagonia Occidental: una preforma tipo cola de pescado en Aysén. Contexto arqueológico. Instituto Nacional de Antropología e Historia. México D.F. -------------2008. Cazadores extintos de Aysén continental. Ediciones Ñire Negro. Coyhaique. -------------2010. Informe de investigación proyecto FONDART Contextualización Paleoecológica y Poblacional de los sitios con pinturas rupestres de la cuenca del Río Aysén. CNCA. Coyhaique. Sade K. y L. Pérez. 2009. El impacto humano sobre el paisaje arqueológico en la cuenca del Río Aysén. MS. Presentado a las jornadas de Historia Patagónica. Trevelín. Serplac Aysén. 2005. Atlas Regional de Aysén. Coyhaique. Trejo, V. 2005. Identificación de los cánidos del sitio cueva Baño Nuevo 1- campaña 2005. Anexo informe de avance. Proyecto FONDECYT 1030560. Santiago. Velásquez, H. 2007. Una visión arqueológica e histórica de la presencia indígena tardía en los valles cordilleranos de Aysén. Otras narrativas en Patagonia. Tres miradas antropológicas a la Región de Aisén, Ediciones Ñire Negro. Coyhaique. Velásquez, H. y F. Mena. 2006. Distribuciones óseas de ungulados en la Cueva Baño Nuevo-1 (XI Región, Chile): un primer acercamiento. Magallania 34(2):91-106.

11

Lihat lebih banyak...

Comentários

Copyright © 2017 DADOSPDF Inc.