LAS BUENAS OBRAS COMO ACTOS DE FE

LAS BUENAS OBRAS COMO ACTOS DE FE Ceferino Díaz Ruiz

Tener fe en Dios es creer que Él hará lo que dijo que va a hacer; es creer Sus promesas; es creerle a Él; no es solamente creer que Él existe. Noé creyó que Dios haría caer un diluvio, y cayó. Abraham creyó que Dios haría que él y su esposa engendrarían un hijo, y lo engendraron. Moisés creyó que Dios sacaría a los hebreos de Egipto, y Dios los sacó. María creyó que Dios haría que ella pariera un niño siendo ella virgen, y lo parió. Simeón creyó que él no moriría sin antes ver al Mesías —como le prometió el Espíritu Santo—, y lo vio. Podemos creer las promesas de Dios, porque Él tiene poder para cumplirlas, aunque nos parezcan imposibles. Una de las cosas que Dios prometió, fue que su Hijo Jesucristo juzgaría a todas las personas individualmente, según hayan sido sus obras. Como Noé, Abraham, Moisés, María y Simeón creyeron aquellas promesas y vieron su cumplimiento, los cristianos debemos creer que esta promesa también la cumplirá. Noé y los otros mencionados actuaron de acuerdo con lo que creían. Noé creyó que Dios haría caer un diluvio, y construyó un arca. Simeón creyó lo que le prometió el Espíritu Santo, y siguió la dirección de éste para llegar al Templo de Jerusalén cuando allí estaban presentando al niño Jesús a Dios. Si Noé no hubiera construido el arca, nadie se hubiera salvado del diluvio. Y si Simeón no hubiera ido al Templo de Jerusalén, no hubiera visto al Mesías. Del mismo modo, si creemos que Jesucristo nos juzgará según hayan sido nuestras obras y cambiamos nustra mala manera de vivir y de tratar al prójimo por una buena, no importa lo malo que hayan sido nuestros pecados, quedaremos ante Dios blancos como la nieve (seremos justificados) y puestos a la derecha de Jesucristo, donde pondrán a quienes no sean condenados el el juicio. Quien cree que Jesucristo lo juzgará y vive haciendo buenas obras para ser justificado en el juicio y no condenado, está actuando por fe; sus buenas obras son actos de fe. Y quien diga que tiene fe en Jesucristo y no viva haciendo buenas obras, o no cree que Jesucristo lo juzgará (lo que es incredulidad) o lo cree, pero no le importa (lo que es rebeldía); tal persona será condenada —por sus malas obras—. Hay que creer y obrar de acuerdo con lo que uno cree. Tener fe en Jesucristo, no es solamente creer que Él nació, murió y resucitó, también incluye creer que Él juzgará a todas las personas individualmente según hayan sido sus obras y determinará cuál ha de ser su destino eterno. Quien crea esto y quiera tener un buen destino eterno, debe vivir haciendo buenas obras. «El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo» (I Juan 2: 6) y «… éste anduvo haciendo bienes y sanado a todos los oprimidos por el diablo» (Hechos 10: 38).