Ma. Guadalupe Pimentel Correa

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Ma. Guadalupe Pimentel Correa

Maestría en Educación

Profesor Ernesto Martínez Ibarra


El Modelo Educativo Finlandés





Una mirada al modelo educativo de Finlandia

Intentar hacer una comparación entre los modelos educativos de dos países como México y Finlandia podría llevarnos a conclusiones irreales; por ello me gustaría hacer algunas precisiones sobre aspectos que hacen a estos países tan diferentes.
Finlandia posee una población de aproximadamente 5 millones de habitantes, lo cual representa menos del 5% de la de México; dicho país nórdico posee un territorio mucho menor que el de México, su extensión equivale a la sexta parte del nuestro. Desde un punto de vista étnico, Finlandia es un país con poca diversidad; las lenguas oficiales son el finlandés y el sueco; en la población finlandesa existe poca desigualdad social y económica pues el gobierno ha apostado por la equidad y la inclusión en todos los ámbitos.
Tal vez uno de los aspectos más sobresalientes de Finlandia es que está considerado como el país con menos nivel de corrupción en el mundo, con elevados niveles de ciudadanía y aunado a esto, su nivel de calidad de vida es uno de los más altos. Existe una homogeneidad en los diferentes sectores de la sociedad cuando se trata de mejoras a su país; políticos, empresarios, funcionarios y sociedad visualizan a la educación como un valioso recurso.
A continuación se enlistan las principales diferencias entre el modelo educativo mexicano y el finlandés.


En el sistema educativo finlandés se cuenta con un currículo básico, el cual incluye lo mínimo que los estudiantes deben aprender, este currículo es de una extensión tal que permite a las municipalidades e incluso a los centros escolares cumplir con él y también hacer las adecuaciones pertinentes adecuadas a las características de sus alumnos y de su contexto.
En Finlandia se apuesta por la profesionalización docente. Solamente los mejores candidatos son aceptados en las escuelas formadoras de maestros. Para ser profesor se debe tener un elevado nivel académico, asimismo se tiene que hacer un programa de maestría de 3 años una vez graduado de la universidad. La transformación de la formación docente en Finlandia pretende que exista un rigor académico en las aulas.
En el modelo educativo finlandés los docentes enseñan a los estudiantes a reflexionar y pensar y a ser responsables de su aprendizaje; los colegios de Finlandia se enfocan más en preparar a los alumnos para que sean competitivos en el mundo laboral.
La educación en Finlandia es totalmente gratuita; la gratuidad incluye la cobertura del útiles, libros, material didáctico, un alimento al día, pago de transporte si el alumno vive a más de 5 Km de distancia e incluso servicios de salud básicos.
Un gran porcentaje de los padres de familia finlandeses están ciertos de que los principales responsables de la educación de sus hijos es el núcleo familiar, o sea los mismos padres, por ello buscan trabajar colaborativamente con los docentes y directivos en pro de los estudiantes.
En Finlandia, la educación básica obligatoria inicia cuando los niños tienen 7 años y termina a los 19, en México es de los 3 a los 15 años.
A diferencia de lo que sucede en nuestro país, en Finlandia se imparten en promedio 4.5 horas/clase al día, la cantidad de tareas es poca y el receso vacacional es largo. El tiempo de aprendizaje y los periodos de recreo se van alternando en el día, para no saturar al alumno y permitir descanso a su actividad cerebral.
Los docentes finlandeses tienen alto grado de permanencia en su profesión, generalmente hasta la jubilación. Su sueldo es considerado bueno para los estándares de vida finlandeses.
A diferencia de lo que ocurre en las instituciones educativas públicas de nuestro país, en Finlandia los docentes son elegidos por los directivos de las escuelas.
En Finlandia, la deserción y el rezago escolar prácticamente no existen; la realidad en México es muy diferente ya que existe elevado grado de deserción en cada nivel.
El modelo educativo finlandés fundamenta la educación en tres pilares: la familia, la escuela y el desarrollo sociocultural.
Finlandia se ha asegurado que la escuela pública satisfaga las necesidades educativas de su población; solamente el 1% de la matrícula escolar corresponde a instituciones privadas.
Las aulas finlandesas se caracterizan por que existe un ambiente libre, flexible, lúdico, estableciéndose un nexo más cercano entre alumnos y maestros. Se procura que un docente imparta clases a un mismo grupo durante varios años.
La proporción docente-alumnos en Finlandia es de aproximadamente 20 alumnos como máximo por grupo; en México es frecuente tener aulas con una densidad de hasta 40 alumnos por salón.
Dentro del sistema finlandés, un aspecto fundamental, es que aquellos alumnos que tengan problemas de aprendizaje o tengan capacidades diferentes son atendidos inmediatamente y se les asigna un tutor para que no se atrasen.



Sin duda es grande la brecha que nos separa de la calidad educativa de Finlandia; es interesante el ver que su sistema educativo está basado en la confianza: las autoridades confían en los directivos, los directivos confían en los docentes, los padres confían en la escuela, los docentes confían en los alumnos y los alumnos confían en una sociedad que ve en ellos a lo más valioso que un país puede tener.

La pregunta que me gustaría plantear es ¿qué aspectos podemos tomar de un modelo con tantas peculiaridades? No se trata de "copiar" y "pegar" las estrategias a nuestro modelo educativo; poco se podrá hacer mientras subsistan en nuestro país estructuras y vicios anquilosados. Lo valioso es entender cuáles prácticas y estrategias podemos implementar en nuestro trabajo diario y así, desde nuestra trinchera buscar formar ciudadanos dignos, felices y competitivos en un mundo globalizado.