MEDIR NUESTRAS VIDAS (reseña) revista TEMAS

STIGLITZ, JOSEPH, SEN, AMARTYA Y FITOUSSI, JEAN-PAUL: Medir nuestras vidas. Las limitaciones del PIB como indicador de progreso. RBA Actualidad. Barcelona, 2013, 202 páginas. En febrero de 2008, Nicolás Sarkozy convoca una comisión de expertos dirigida por tres economistas destacados, para intentar alumbrar la verdad sobre las limitaciones del PIB y la métrica del desarrollo del bienestar. Este libro recoge las conclusiones de dicha comisión, publicadas en septiembre de 2009. Así como un prólogo del entonces presidente de la República Francesa. Encontramos un análisis sistemático y pormenorizado de las limitaciones del PIB y de las posibles vías para abordar la medida de la calidad de vida y la sostenibilidad. Un trabajo, sin duda, riguroso y certero, que pretende ser un punto de partida de futuras investigaciones en la consecución de indicadores con los que componer un cuadro de mandos que sirva de guía a la acción política. El prólogo de Nicolas Sarkozy sorprende extraordinariamente, por su encendida crítica a un sistema que posee fe ciega en los mecanismos del mercado como proveedores de todas las soluciones y todas las exégesis de este mundo en crisis. Estamos presos de los filtros con los que observamos la realidad, confundimos los medidores con lo que pretendemos medir. Y, más allá, debemos darnos cuenta de que el modo en que mesuramos nuestros logros define la orientación de nuestros esfuerzos. Sarkozy defiende la oportunidad de este cambio: “Lo único que nos salvará es liberarnos y deshacernos del conformismo, del conservadurismo y de los intereses a corto plazo” (p.19)

Según los autores, la métrica condiciona nuestras creencias y conclusiones, y por tanto nuestra acción y nuestra evolución. Las conclusiones que propone el libro, son en forma de reflexiones y posteriores recomendaciones para la acción en los tres campos en que se dividió el trabajo de la comisión: Cuestiones sobre el PIB. Parte considerando que el PIB es un instrumento útil, pero está siendo profusamente sobreinterpretado. Tanto que las conclusiones que ofrece en buena medida se contradicen con lo percibido por los ciudadanos. Habría que mejorar, en general, la valoración de la calidad de los servicios y la influencia de factores cualitativos en el cómputo del pib, en especial de servicios públicos, como sanidad y educación. Tener en cuenta la producción de los hogares. Y contemplar el uso de la riqueza y el consumo, además de la propia producción y la renta, como medida de la capacidad de los hogares para acceder a los recursos. Mención aparte merece, de manera recurrente en el libro, el problema de la desigualdad. Los crecientes desequilibrios entre los miembros de una sociedad, han hecho que las medias sean cada vez menos representativas y debamos recurrir a otros indicadores que nos den buena cuenta de las distintas condiciones y percepciones de los distintos grupos sociales. La medida de la calidad de vida. Está claro que una métrica de los recursos resulta insuficiente a la hora de registrar los cambios en la calidad de vida. Intentar acercarse a la medición del bienestar personal o familiar, propone serios retos, entre los que se plantean cuestiones filosóficas, en ocasiones contradictorias. Parece evidente la necesidad de introducir medidas subjetivas, sobre la propia percepción de felicidad que poseen los individuos de una sociedad, a través de encuestas

directas, junto con otras medidas objetivas sobre las capacidades que una sociedad oferta a sus miembros. Desarrollo sostenible y medioambiente Por último, es indispensable una proyección al futuro de nuestra actividad económica y social como civilización. Parece ineludible abordar el estudio sistemático de la sostenibilidad de los planteamientos a corto plazo de nuestra sociedad. Para poder valorar cómo decisiones actuales, influyen de modo determinante en la capacidad de las generaciones futuras de proporcionarse un bienestar aceptable. Es imprescindible, concluyen, conseguir un panel consistente de indicadores que nos alerten sobre la incurrencia, o no, en un alto riesgo de insostenibilidad. En definitiva. El trabajo de Stiglitz, Sen y Fitoussi supone una base muy sólida sobre la que construir un nuevo paradigma en la cuantificación del logro de las sociedades. Nada más y nada menos. Manuel Galaviz Calle