MONSEÑOR TULIO BOTERO SALAZAR: UNA PERSPECTIVA FAMILIAR

May 21, 2017 | Autor: Maria Naranjo | Categoria: Genetics, Population Genetics, Genealogy-Family History
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El Presbitero Ulpiano Ramirez Urrea en su libro "Marinilla y el señor Jimenez", menciona que en este año Don Miguel Salazar fue Alcalde.
Partida de Bautismo Medellin, Libro 1, Folio 42, Partida sin No., Marzo 2003. "En 19 de octubre de 1.679, bautizó de orden mia el Mo. D. Joseph de Molina, y puso Olio y Chrisma a GERONIMO ALONSO hijo legitimo del Alguacil Mayor Alonso xaramillo de Andrade, y de Da. Jainta de Molina - fueron padrinos el Capn Pedro de la serna Palacio y Da. Marina Zapata, y Múnera su muger. Advertiles el parentesco. Dr. D. Lorenzo de Castrillon Berdo. de Quiros".


MONSEÑOR TULIO BOTERO SALAZAR:
UNA PERSPECTIVA FAMILIAR
María Emilia Naranjo Ramos

Mucho se ha hablado de Monseñor y sería imposible no mencionar siquiera todos sus logros sacerdotales y su generosa entrega principalmente a los pobres. Sin embargo, acá quiero referirme a él como "Tulito el de Pachita", el nieto, hijo, hermano, tío y tío abuelo que conocimos en el seno familiar, y dar a conocer su genealogía, saber algo de sus ancestros y el legado recibido.
Fue el sexto hijo del sonsonés Francisco Botero Jaramillo (papá Francisco) y la manizalita María Francisca Salazar Jaramillo (mamá Pachita); nació en Manizales, Caldas, el miércoles nueve de marzo de 1904 y fue bautizado con el nombre de Francisco Tulio, el domingo trece del mismo mes en la Catedral, por el presbítero Benjamín Muñoz; fueron sus padrinos el tío materno José Jesús Salazar Jaramillo, un año mayor que "Pachita" y su señora esposa Leonor Mejía Duque.
Quedó huérfano de padre a los diez años de edad, un jueves tres de septiembre de 1914, cuando su papá Francisco, quien se dedicaba al comercio en Manizales, se encontraba en un viaje de negocios en la ciudad de Bogotá; falleció a los 47 años de un infarto cardíaco en casa del hermano de su mamá: Rafael Salazar Jaramillo.
Sus tíos maternos y su abuelo Félix Salazar Gómez, solidariamente se hicieron cargo del destino de su madre (viuda a los 41 años) y de los diez hermanos Botero Salazar. Tulio estudió en el Colegio del Rosario y luego fue enviado al noviciado de los padres Lazaristas (luego Vicentinos) en 1924 (Apostólica de Santa Rosa de Cabal) cerca a Manizales.
Cuentan que en su infancia por sus travesuras se ganó muchos regaños al colgarse del "cable" (sistema de transporte de carga) y que cuando venía a Manizales, sus amigos de infancia siempre le pedían "una medallita"…. costumbre que conservó toda su vida, pues a los niños, sobrinos y sobrinos-nietos acostumbraba siempre regalar medallitas de la Virgen Milagrosa, su devoción preferida.

Tulio en su adolescencia. Archivo personal María Emilia Naranjo Ramos.
Existe una afectuosa carta enviada desde la Congregación de la Misión o Lazaristas, de Bogotá, a su "papá Félix" (viudo hacía un par de años), a los 24 años de edad, donde se demuestra su afecto y cariño, su preocupación por el abuelo y su sólida convicción de apego a Dios en momentos de dolor, la cual me permito transcribir:
Enero 1° 1928
Señor Don
Félix M. Salazar
Manizales
Mi querido papacito:
¡Felíz año-nuevo! Son esas las palabras que andan en boca de todo el mundo en el día de hoy, cuando empezamos un año más. Creí que me tenía que contentar con encomendarlo a N.S. en mi comunión y oraciones para desearle el felíz año nuevo, pues pensaba mandar las cartas desde antier con Ernesto, pero como no pude enviarlas a tiempo las demoré hasta hoy para mandarlas por correo.
El año que acaba de pasar fue una jornada más que dimos en esta "nuestra peregrinación por el mundo hacia la patria del cielo" como dice el Espíritu Santo; empezamos con el nuevo año una nueva jornada que quien sabe si para algunos de nosotros no sea la última; por ahora lo que nos interesa es hacer bien esa jornada, empleando bien nuestro tiempo. Todo el mundo se desea en este día un año próspero, con buena salud, buenos negocios, sin desgracias de familia, ect. Pero yo quiero desearle a más de eso que es pasajero y transitorio, algo más eccelente y duradero, es decir: un año fecundo en bienes espirituales para su alma. Ud. Que ya ha vivido un buen número de años, papacito, sabe muy bien por experiencia que no hay año que transcurra sin dolores y aflicciones, unos más, otros menos; pero no sabe menos por la fe que no hay dolor ni sufrimiento por pequeño que sea en el cual no intervenga la mano amorosísima de Aquel Padre Celestial que afirmó por boca de su mismo hijo: "ni un cabello cae de nuestra cabeza sin permisión mía", ¡que consuelo para nosotros! Si eso hace Dios cuidando hasta de un cabello, ¿qué no hará cuando se trata de cosas mayores?
Si la fe pues nos enseña que todo eso viene de Dios, blasfemo llamaríamos alque se atreviera a decir que Dios, siendo Padre amorosísimo envía sufrimiento a sus hijos los hombres, únicamente por el gusto de hacerlos sufrir; en que detrás de todo golpe y coscorrón de Dios, está la mano amorosa de Padre que se vale de eso para mayor bien de sus hijos. Es que el precio del sufrimiento para bien de nuestras almas es incalculable; esas son monedas de oro para comprar el cielo; con razón que los santos estimaran tanto el dolor, y con razón que Dios les enviara tantos trabajos; "a los que mi Padre más ama, a esos envía armas más pesadas", le dijo una vez N.S. a Sta. Teresa. Basta contemplar al mismo Niño Dios, sufriendo frío, persecución de Herodes, desde el Pesebre jhasta la Cruz. Por eso pues papacito, como sé que en el año nuevo nonos faltaran cruces y dolores, mi deseo y así lo pido diariamente a Dios por Ud. Es que le dé mucha paciencia y resignación a fin de que todo eso se convierta en lluvia de bendiciones para su alma, por eso permite Dios que le vengan; penetrando y meditando uno con frecuencia estas enseñanzas de la fe, llega a comprender por qué los santos no solo sufrían con resignación, sino aún con alegría, pues pensaban en el cúmulo de gloria que con eso alcanzarían en el cielo. Esos son pues mis deseos para Ud. Y todos los de la familia; reciba con ellos un abrazo de su hijo que le pide lo bendiga.
Tulio Botero S."
El 19 de diciembre de 1931 fue ordenado en Bogotá en la Basílica Primada, por Monseñor Ismael Perdomo. En 1932, para el cumpleaños de su abuelo, escribió y dedicó este acróstico, coincidencialmente meses antes del fallecimiento de este:


"A Papá Félix, en testimonio de filial cariño

Fijar quieres, anciano, la luz de tu pupila
En el herrero ignoto de la granja tranquila?
La aurora lo sorprende en la ruda faena,
I cuando el astro regio, con tristeza que apena
Cela su faz al mundo, en los prados dormidos
Se escuchan todavía del yunque los gemidos.

Mustio y pálido símil de tus años prolijos
Años que son el gozo y ufanía de tus hijos
Reciamente haz luchado: la huella de tu paso,
I el final de idea, y el vigor de tu brazo
Al servicio pusiste de tu fé y de tu suelo.

Si se nieva tu frente, si te falta el anhelo?
Alégrate ¡un descanso perenne se apresura!
La vida no te brinda encantos ni ventura?
Alégrate ¡es mezquina la tierra para tu alma!
Zarpar puedes, anciano, con apacible calma
A recibir el premio que Dios en su morada
Reserva al que sin tregua trabaja en la jornada.
Tulio Botero Salazar. Pbro.
21 de febrero de 1932"

Consagración Episcopal en la Catedral de Manizales
Cortesía del sacerdote Mario Luján Estrada.
En 1934 lo asignaron al Seminario de Popayán; en 1941 pasó a Bogotá como maestro de novicios y Secretario privado del Nuncio Monseñor José Beltrami; en 1948 fue Rector del Seminario de Tunja; el 07 de mayo de 1949 fue preconizado para Obispo y Auxiliar de Monseñor José Ignacio López, Arzobispo de Cartagena. Recibió la consagración episcopal en Manizales, de manos de Monseñor Bernardo Botero Álvarez, el 14 de agosto de 1949.

Dedicatoria: "Para mi querida mamacita, con cariño filial y con mi más afectuosa bendición. + Tulio, Obispo titular de Mérida. Conciliar de Cartagena. 1949. Cortesía Elvira Calle Botero.
De 1949 a 1952 fue Obispo Auxiliar de Cartagena; al erigirse la Diócesis de Zipaquirá fue su primer Obispo y tomó posesión el 15 de agosto de 1952. De esta época guarda unos bellos recuerdos su sobrina Elvira Calle Botero, hija de Isabel Botero Salazar y esposa de Jaime Pinzón Urdaneta: refiere que ella estaba viviendo en Cajicá y se hacían visita con frecuencia, era muy bondadoso, generoso y preocupado por la familia. Sus visitas causaban conmoción siempre en el vecindario, con su llegada en carro, y el chofer de toda la vida de su abuela Pachita, llamado Ignacio.

Con su hermano Luis quien se "disfrazó" de sacerdote. Cortesía de Luis Botero González.
Arzobispo de Medellín -02 de febrero de 1958 a 02 de junio de 1979-. Actualizó y modernizó la Curia acentuando su carácter pastoral y procurando su unidad. Creó 124 Parroquias que organizó en Vicarías Foráneas y luego en zonas pastorales. Escribió muchas cartas pastorales. Atendió a las necesidades del clero procurado su preparación académica y espiritual, fundando el Consejo Episcopal y el Consejo Presbiteral, lo mismo que el Seguro Social Eclesiástico y el Fondo Común Sacerdotal. Construyó el edificio para el Seminario Mayor en las afueras de la ciudad donde desde 1962 viene funcionando, con una nueva orientación adaptada a las circunstancias actuales. Impulsó la creación y el perfeccionamiento de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Bolivariana. Creó el Seminario de Bachilleres y luego la Casa Pablo VI para vocaciones especiales. Durante su administración se ordenaron 203 sacerdotes, 158 ordenados por Él. Incardinó 19 sacerdotes. En la pastoral social desde el comienzo de su episcopado fomentó la obra de Cáritas. Creó el Instituto Caritativo Arquidiocesano, ICAM. Creó el Patronato eclesiástico carcelario para la atención de los que estaban en las cárceles.
De carácter jovial, alegre y optimista. No desaprovechaba oportunidad para compartir con sus hermanos y sus familias, que eran los siguientes: Isabel Botero Salazar y su esposo Fernando Calle Velásquez; Ernesto Botero Salazar y su esposa Leonor Salazar Mejía; José Botero Salazar y su esposa Maruja Gómez Lalinde; Elvira Botero Salazar, religiosa, fue muchos años superiora de la comunidad de la Visitación en Manizales; Carlota Botero Salazar y su esposo Néstor Villegas Duque; María Emilia (Maruja) Botero Salazar y su esposo Marco Naranjo López; Alejandro Botero Salazar y su esposa Leonor Villegas; Luis Botero Salazar y su esposa Sofía González; y su hermana menor Laura, fallecida en 1912.

En Cali, en reunión familiar. De pié de izq. a der. Leonor Villegas, Alejandro Botero, Maruja Gómez esposa de José, Maruja Botero; Sentados de izq. a der. Leonor Salazar, Ernesto Botero, Tulio Botero, Mercedes Salazar de Vallejo, Isabel Botero y Carlota Botero. Foto cortesía de las religiosas Leonor e Inés Calle Botero.
En su testamento firmado el 30 de noviembre de 1978 manifiesta: "sean benditos, Señor, mis padres, tan dignos y cristianos, que me educaron, me amaron y me rodearon de solícitos cuidados. Agradezco a todos mis hermanos y familiares sus atenciones y bondades. Reciban mi saludo y mis bendiciones todas las personas que he encontrado en mi peregrinación terrena; los que fueron mis amigos, colaboradores y consejeros; han sido tan numerosos y tan buenos…"
Las tres obras principales que dejó recomendadas fueron: el Seminario, la Universidad Pontificia Bolivariana y la Normal Antioqueña de Señoritas. Legó al Seminario Conciliar de Medellín toda su biblioteca. Los objetos religiosos y de culto del oratorio privado de la casa arzobispal que le pertenecían, a la congregación de Religiosas de Cristo Sacerdote, casa de Medellín, así como la mitra blanca y azul bordada a mano, en agradecimiento por sus atenciones en la residencia arzobispal. A la Arquidiócesis de Medellín sus ornamentos litúrgicos y el báculo de madera. 29 cuadros de Torres Méndez, pintor santafereño del siglo antepasado, que estaban en los corredores de la casa que habitaba, y otros cuadros y condecoraciones recibidas, a Barrios de Jesús, donde tuvo su residencia en los últimos años. Y otros bienes de orden temporal (objetos) a sus hermanos y a Barrios de Jesús.
Todo su patrimonio familiar recibido por herencia de sus padres, lo repartió a los pobres por intermedio de Barrios de Jesús y de la Fundación Cultural denominada Instituto Social de Líderes Apóstoles ISLA, que funcionaba bajo el auspicio inmediato de la Universidad Pontificia Bolivariana. El objetivo primordial de la Fundación Barrios de Jesús era el de ayudar en la solución del problema de vivienda de las personas de escasos recursos económicos. Según su página web ha construido a la fecha (año 2016) más de 5.000 soluciones de vivienda en diversos barrios en Medellín, Barbosa, Itagüí y Bello y en áreas rurales; desarrolló programas de autoconstrucción y ayuda mutua y durante muchos años adelantó el programa de préstamos en materiales para personas dueñas de lote, igualmente hizo créditos para compra de vivienda usada. Participó en la reconstrucción de 600 viviendas en Guatemala, a raíz del terremoto del año 1.976. 
Monseñor falleció ya en retiro de su arzobispado, en Medellín el 01 de marzo de 1981 y sus exequias fueron muy concurridas.

Monseñor al centro, su hermano Ernesto y su cuñada Leonor. Río La Miel, Hacienda Las Palmeras. Cortesía Mauricio Salazar Uribe.
ASCENDENCIA BOTERO


Sexta generación en Colombia de la numerosa descendencia en Colombia del italiano Juan Andrés Botero Bernavi, procedente de la República de Génova, en tiempos de la decadencia del que se denominó el "siglo de los genoveses" que aportó significativamente a la evolución de la marina española y al comercio. En 1670 los genoveses enviaban a las Indias un volumen apreciable de mercaderías y eran los mayores exportadores de tejidos de sedas, y canalizaban gran parte de la producción de rasos, damascos y tafetanes; sus barcos estaban autorizados para partir del puerto de Cádiz hacia América.
En uno de estos navíos fabricado en Génova, llamado "Santa Rosa" fue que llegó el primer Botero a la actual Colombia, a Cartagena de Indias, el 09 de enero de 1716. Venía desempeñando el oficio de "artillero" (hombre práctico y experimentado en el arte militar de la artillería, capaz de manejar con eficacia las piezas de artillería y de interpretar las condiciones climatológicas para saber en qué momento efectuar los disparos desde el barco para que sean lo más efectivos posibles) en la flota de 60 cañones que transportaba al Príncipe de Santobuono, don Carmine Nicolás Caraciolo, noble napolitano que había sido Embajador en Venecia del Rey Felipe V y que por Real Cédula fechada en Madrid el 20 de diciembre de 1713 había sido nombrado Virrey del Perú.
Salieron del puerto de Cádiz el 14 de noviembre de 1715, luego de desembarcar 600 barriles de agua potable ante el arribo a última hora de un voluminoso equipaje del Príncipe y la Princesa de Santobuono. La flota se componía además del navío "Santa Rosa", de dos navíos mercantes "San Carlos" y "Ninfa", y el patache "El Cubano". Fueron escoltados por cuatro navíos franceses al servicio de España, comandados por Nicolás de Martinet.
La cantidad de pasajeros era de 715, entre los cuales estaban familiares y empleados de los príncipes, los Obispos de Santa Marta, Panamá, Arequipa y Buenos Aires, una misión de 11 frailes capuchinos que iba a catequizar a indios de Maracaibo, mercaderes, familiares, y una carga de camellos con su comida que iba para Panamá. Al poco tiempo del viaje aparecieron 300 polizones (a quienes llamaban "llovidos" en esa época) que ocasionaron grandes dificultades al navío pues casi mueren de sed. En el viaje pereció la Princesa de Santo Buono al dar a luz al décimocuarto hijo del Príncipe. Llegaron tras 56 días de viaje, a Cartagena, donde desembarcó nuestro Juan Andrés Botero, por grave enfermedad. Al poco tiempo fue a vivir a Antioquia, donde se casó.
ASCENDENCIA SALAZAR


El apellido Salazar lo trajo a Antioquia desde el municipio de Simití, en el Departamento actual de Bolívar, el Capitán Antonio Salazar del Castillo, quien había nacido por 1670 y era hijo de Don Pedro de Salazar y Doña Josefa del Castillo. Este Capitán contrajo matrimonio en Copacabana (Antioquia) el 02 de octubre de 1689 con Doña Juana Henao Losada, hija de Don Melchor Henao Garcia y Dona Juana Losada y Zerpa-Alarcon. La familia Salazar Henao se radicó en Marinilla.
El Capitán Salazar fue alcalde ordinario del Valle de la Marinilla y Sitio del Señor San José; uno de sus hijos fue Don Miguel de Salazar Henao, Alcalde del Partido de Marinilla en 1723. En las fuentes documentales del Archivo Regional de Boyaca encontramos que: "...nos consta por documentos y también de vista propia, que en el año de setecientos veintitrés obtuvo el empleo de alcalde ordinario de ésta, don Miguel de Salazar y sucesivamente han obtenido este mismo honor y los demás empleos de República sus hijos y nietos, descendientes legítimos, hasta lo presente habiéndolos tenido presentes para todos los empleos honoríficos así eclesiásticos como seculares, ilustre y distinguidas personas que lo son por sus nobilísimos principios y por la continuada posesión de nobleza en que siempre se han mantenido sin contradicción alguna, cuya posición se haya afianzada con autos positivos en que se han empleado desde tiempo inmemoriable en estos lugares...". Posteriormente, cuando Marinilla ya era Parroquia y fue anexada a la Provincia de Antioquia, fue también Alcalde Ordinario (1759). Don Miguel casó con una nieta de uno de los fundadores de su ciudad: Dona María Hernández Giraldo; y sus hermanos casaron principalmente con Duques y Orozcos.
Don Miguel y Doña María tuvieron varios hijos, entre ellos a Don Juan Ignacio Salazar Hernández, nacido por 1729 en Marinilla, quien caso en 1748 con Doña Maria Josefa Gómez de Castro Jimenez, hija del que después fue considerado como el fundador del municipio de El Santuario, Don Antonio Gomez de Castro y Betancourt, y de Jerónima Jiménez y Duque de Estrada.

ASCENDENCIA JARAMILLO
Don Juan Jaramillo de Andrade nació en la Villa de Montejicar, pequeña población situada a una hora al norte de la ciudad de Granada, en España, como primogénito del matrimonio de don Alonso Jaramillo de Andrade y de doña Isabel de Toledo y Salcedo, y fue bautizado el día 5 de febrero de 1579. Muy joven ingresó don Juan a la Real Armada, y después de servir algún tiempo, pasó a América con los galeones que cada año hacían este viaje, al mando del General don Luis Fajardo, y arribó a Cartagena el 17 de agosto de 1598. Al parecer, con algunos ahorros que traía, y con la liquidación de su paga de soldado, se dirigió a la ciudad de Remedios, y allí hizo alguna compañía de minas. Luego sabiendo que tenía parientes y muy ricos, en Santafé de Antioquia, buscó a don García Jaramillo de Andrade, primo de su padre, acaudalado minero y hacendado, quien estaba casado con doña María Centeno, hija del Capitán Fernando de Zafra Centeno y de doña Juana Taborda, pertenecientes quizás a la familia más importante de Santafé de Antioquia. La hermana menor de doña María, llamada doña Juana, estaba soltera, y su estado obedecía a que no había aparecido mozo de suficiente alcurnia y condiciones que la desposara. Entonces se concertó la boda de doña Juana con don Juan, de menor edad que ella.
Su hijo el Capitán Juan Jaramillo de Andrade y Centeno, nació en la Villa de Santafé de Antioquia y fue bautizado el 26 de julio de 1611; casó en primeras nupcias con doña Ana de Céspedes y Guzmán, hija del capitán don Francisco de Guzmán y de doña Luisa de Lezcano. Prestó, como su padre, muy valiosos servicios en defensa de la ciudad contra las agresiones de los indios. Habiendo adquirido unas minas de sal -donde luego se fundaría Heliconia- se dedicó a su explotación. Ejerció el comercio pues enviaba su dinero a Cartagena para negociar, con lo que obtenía muchas ganancias, según lo declara él mismo. Luego de enviudar casó con doña Ana Chacón de Poveda, viuda del Contador de la real Hacienda don Antonio de la Massa. En 1684 resolvió repartir los bienes entre sus hijos e irse a un convento. Se trasladó a Honda donde era rector del Colegio de la Compañía de Jesús su hijo Francisco José Jaramillo y allí murió a los pocos días, después de otorgar testamento el 13 de abril de 1684 ante el escribano público Luis de Montes. Fue de los principales impulsadores de la creación de la Villa de Nuestra Señora de la Candelaria de cuyo primer cabildo formó parte.
Su hijo el Capitán Alonso Jaramillo de Andrade y Cespedes, ocupó también puestos del cabildo y fue Alcalde Mayor Provincial de la naciente Villa de Nuestra Señora de la Candelaria (Medellín) en 1675, contrajo matrimonio en primeras nupcias en el Sitio de Aná, el 8 de mayo de 1672, con doña Jacinta de Molina, hija de don Carlos de Molina y de doña Beatríz Beltrán del Castillo.
Uno de sus hijos fue don Mateo Jaramillo Molina, de quien desciende una línea de Monseñor Tulio Botero, como se observa en la gráfica adjunta. Casó con doña Narcisa Sánchez, hija de don Francisco Sánchez y doña Josefa Somoano.
Otro de los hijos del Capitán Jaramillo de Andrade y Céspedes, fue don Alonso Jaramillo Molina quien se estableció en Rionegro, donde casó con doña María Gallón Arango de Zafra, hija de Toribio Gallón y de doña Olaya de Arango de Zafra.
Hijo de éste último, fue don Alonso Elías Jaramillo Gallón, de quien desciende otra línea de Monseñor Tulio, quien casó con Teresa de Ossa Castrillon (Rionegro), hija de don José de Ossa Zapata y doña María Teresa Castrillón, familia de conocida trayectoria conquistadora que vivieron en Arma y en Medellín. Regidor de la Ciudad de Santiago de Arma de Rionegro y vecino muy estimado de la misma población, donde se desempeñó también como Alcalde de la Santa Hermandad. Tuvo el título de Capitán a Guerra de Rionegro, Marinilla y Arma (este título de Capitán a Guerra, era otorgado por el Virrey y fue dado a personas influyentes para que organizaran la población en determinados momentos, ayudaran a guardar el orden y apoyaran a la autoridad. La disponibilidad de ejército en el Virreinato de la Nueva Granada, era muy escasa, y solo dos o tres ciudades, como Santa Fe de Bogotá, Cartagena y tal vez Popayán, disponían de este cuerpo en forma permanente). Durante la segunda gobernación de Don Francisco Silvestre, Alonso Elías Jaramillo Gallón, aportó la suma de 100 patacones para la construcción del camino a Sonsón (Relación de la Provincia de Antioquia, por Francisco Silvestre. Trascripción y notas de David J. Robinson. Ediciones Especiales, Volumen 4, Secretaria de Educación y cultura de Antioquia. Medellín, 1988).

Bibliografía
Archivo general de Indias. Contratación 5468, No.2, ramo 12. Consultado en la página web de los archivos españoles en línea.
Portal de la Armada Española. Instituto de Historia y Cultura Naval. www.armada.mde.es/ArmadaPortal
Arango Mejía, Gabriel. Genealogías de Antioquia y Caldas. Cuarta Edición.1993
Jaramillo Mejía, William. Antioquia bajo los Austrias. Segunda edición.1998.
Arquidiócesis de Medellín. A la memoria de Mons. Tulio Botero Salazar. 1981.
Archivos sacramentales de parroquias y otros digitalizados por www.familysearch.org,
Algunos datos suministrados por Iván Restrepo.
Naranjo Ramos, María Emilia. Documento inédito "Raíces Paísas. Orígenes y descendencia de Félix María Salazar Gómez y María de Jesús Jaramillo Arango". Versión 2015.
Fotos y anécdotas de archivos familiares y sacerdotales.
Fundación Barrio de Jesús en: http://www.fundacionbarriosdejesus.org/#!presencia-de-iglesia/g9440



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