“Nadie es ilegal”. Revista electrónica Contrasentido, http://www.contrasentido.mx/, año 1, No 8, pp. 24-27. 2012

Francisc o Orozco Plascenc ia FOTOGRAF ÍA DE PORTADA/ EDITORIA L/ÍNDICE/ CONTRAP ORTADA Juan

“UN HOMBRE, CUALQUIER HOMBRE, VALE MÁS QUE UNA BANDERA, CUALQUIER BANDERA.” (Eduardo Chillida)

DIRECTORIO EDITOR Osvaldo Fabián Elizondo MKT Marco Limón del Toro EDITOR GRÁFICO / DISEÑO Oscar D. Cisneros E. EDITOR FOTOGRÁFICO / DISEÑO Juan F. Orozco P. ASESOR EDITORIAL Fernando García COMMUNITY MANAGER Flor López Ramos RELACIONES PÚBLICAS Rocío Rivera Ocegueda

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ÍNDICE De todo como en botica

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Migrantes y Villanos

10

Dignidad sin documentos

14

Hay que buscarle...

18

Nadie es ilegal

24

Mochilas

28

De ida y vuelta

32

Hechizo mundial del mariachi; de intérpretes a amantes de México

36

Nueve extranjeros para sentirse mexicano

42

Cerebros mexicanos a la fuga

50

New York city boy

54

Migración forzada: especies en movimiento

58

Pata de perro | Ajijic

62

Oniria

72

Shelby, still on the road

78

Entre líneas

82

Tinta negra

84

NADIE ES ILEGAL n Texto: Enrique González Ilustraciones: Angélica Sánchez “Yo me voy de aquí, me voy de aquí  No tengo nada que darte a ti.  El otro lado es la solución  Por todas partes se oye el rumor”. Maldita Vecindad Y Los Hijos Del Quinto Patio, “Mojado” (1989) Vivimos en una aldea global cada día más interconectada, en donde el flujo de información, mercancías y capital rompen con las barreras geográficas, como lo dice lúdicamente Jorge Drexler (2006) “[…] Multinacionales japonesas instalan empresas en Hong-Kong y producen con materia prima brasileña para competir en el mercado americano[…]”. El problema se presenta cuando hablamos del derecho que tenemos a migrar y transitar libremente por nuestra aldea, es en este punto cuando el flujo se atasca.

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Pero no siempre fue así, el fenómeno migratorio ha acompañado a la humanidad desde su origen como especie. Nuestro andar, inició en lo que hoy conocemos como Etiopía y fue Lucy la protagonista de esta aventura. Aún después 3,2 millones de años la humanidad sigue moviéndose, sin embargo las barreras que obstaculizaban otrora nuestro camino ya no son meramente climatológicas; cuando emergió el Estado-Nación posterior a la Paz de Westfalia los obstáculos cambiaron a conceptos abstractos llamados fronteras y soberanía. Con ello, etiquetas que determinan la “calidad” como persona: ciudadana, extranjera, residente, trabajadora temporal, migrante, emigrante, inmigrate, transmigrante. En el plano local, escuchamos cotidianamente las frases “Llegó de Sinaloa a trabajar a Guanatos”, “Se fue de shopping el fin de semana a Houston”, “Me voy a un master a Barcelona”. Todos fuimos, somos, o seremos migrantes en algún punto de nuestra existencia, lo único que nos diferencia

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son las condiciones materiales con las que transitamos nuestro camino. Es por eso que las etiquetas que utilizamos en torno a la migración no pueden pasar desapercibidas. Hoy en día sin importar el idioma que se emplee las palabras: Ilegal, ilegítimo, ilícito, prohibido, indebido, son adjetivos calificativos, utilizados para describir una acción que se encuentra fuera de la norma (o ley), por tanto pueden ser considerados como un delito. Cuando empleamos uno de estos calificativos dirigiéndonos a otra persona, lo deshumanizamos convirtiéndolo en un objeto que puede tener la condición de legal o ilegal. En conclusión, las fronteras que dividen a los Estados-Nación son imaginarias e impuestas por los esquemas de una economía de mercado neoliberalizada, mientras que las personas que las cruzamos somos seres vivos, reales y con el legítimo derecho a migrar. Compañeras y compañeros... ¡nadie es ilegal!

We live in a global village that is increasingly interconnected, where information flows and capital goods break geographical barriers; as Jorge Drexler said (2006) “[...] Japanese Multinational companies installed in Hong Kong and produce with Brazilian raw materials to compete in the American market [...] “. The problem arises when we talk about our right to migrate and move freely through our village, is on this point when the flow stalls. But it wasn’t always like that; migration has walked side-by-side humankind since its inception. Our journey began in what is now known as Ethiopia and Lucy was the star of this adventure. Even after 3.2 million years mankind is still moving, but the barriers that were in our way were not merely a matter of weather. When the nation-state emerged, after the Peace Treaties of Westphalia changed obstacles to abstract concepts called “borders” and “sovereignty”. This, labels that determine the “quality” as a person: citizens, foreign residents, temporary worker, migrant, immigrant, immigrant or transmigrant. The borders that divide nation-states are imagined and imposed by the schemes of a neo-liberalized market economy, while people crossing them are living beings, real and legitimate right to migrate. Comrades ...No one is illegal! |27|

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