O processo criativo de Ensaio sobre a cegueira - parte I: o ano de 1993

May 27, 2017 | Autor: Wilton Cavalcante | Categoria: Literatura Portuguesa, José Saramago, Processo Criativo, Ensaio Sobre a Cegueira
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EDITORIAL

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uando inicié este viaje recuerdo que me encontraba en Brasilia, buscando mi mundo, navegando y tratando de encontrar mi puerto. Recuerdo, con mucha nostalgia, las sonrisas de las personas que conocí allá, una familia que abría sus brazos para darme la bienvenida y al final la despedida; fue en ese tramo de tiempo y espacio, en el que Nena y los Calixto, me preguntaron: ¿ahora, qué harás? Porque recuerdo que iba a dejar el teatro y sólo quería dedicarme a trotar por el mundo. Fue en ese momento, una noche del mes de Septiembre que inició esto. Empezamos dos personas en el navío, a quienes ahora veo de lejos, alejándose de este puerto. Suelo recordar que entusiasmados, decíamos: este puerto irá más allá de los confines de los océanos que conocemos. Siempre en broma e ilusión, como escritores o gran parte como traductores o lectores. La revista inició con la idea de ser literaria, no eramos tampoco niños, pero teníamos la juventud de tener veintidós años y creer que la literatura era el puerto en el que deberíamos empezar. Sin embargo, instalado en Brasilia, los ánimos fueron cambiando, para bien, aquella familia que conocí me explicó que a veces había que navegar para

encontrar lo que de verdad deseamos y fue lo que hice: ingresé a grupos, escribí y no dejé de escribir, fue entonces cuando empezó a dar sus frutos: llegó Irene, Flor Idrugo, Helena Rodriguez, Mary y entre otras personas, quienes saben que al no mencionarlas, siguen siendo tan importantes como lo fueron en su momento. Es así, que durante meses de trabajo, madrugadas intensas y dejando mi pasión (el teatro) fue naciendo el equipo, el satff que hoy conforma Corporación Cultural Puertos, el cual brinda este servicio, la de una revista cultural y de arte; una revista que busca innovar y unir Hispanohablantes con españoles y gran parte de Iberoamérica. Por eso trabajamos, incluso, sábados y domingos, sin dormir y dejar de imaginar. Revista Cultural Puertos, busca unir e identificar a redactores de diferentes lugares de Latinoamerica y Europa, sin distinción alguna, sólo con la convicción de hacer llegar conocimiento, innovación, creatividad… valores que nos identifican como una revista “novel”, pero que seguirá día a día trabajando para que este sueño que ahora empieza se vea reflejado en una revista de calidad, de presencia, de nombre y unión.

GERENTE GENERAL Alexis Flores-Uriol [email protected]

Traducción: Nuria Denasio

Directora General: Alejandra Alfaro Alfieri [email protected] Diseño y Maquetación Candela López | Estudio ñu www.niuestudio.com.ar Portada Génesis Lance www.genesislance.es Modelo Lorena León Comité Editorial Corrección: María Isabel No Anaïs Palomo Gimenez Elisabeth Rodríguez Daniela Manríquez Thanya Alejandra Gómez

Sección de Fotografía: Editora: Vanesa Franco Sub-editor: Ruth Iris Balfour Artal (Dixy) [email protected] Sección de Moda: Editor: Juan Márquez [email protected] Sección de Música: Editora: Carmen Mateos Campos mú[email protected] Sección de Arte Editora: Flor Idrugo Espejo [email protected] Sub-editora: Mónica Arana [email protected] Sección de Literatura Editora: Imelda Espinosa Martínez [email protected]

No quiero terminar sin antes agradecer a las personas que me soportan día a día, con mis sarcasmos y mis temores: Candela, Alejandra, Carmen, Flor y todo el equipo que conforma este maravilloso puerto, quienes – a su vez - más que mis amigos, ahora son mi familia; familia la cual ha decidido emprender un viaje, navegar buscando nuevos puertos, los cuales deseamos conquistar. Este pre-lanzamiento se logró gracias a ellos y los colaboradores, al gusto por el arte de unirse sin importar distancias y horarios, siguiendo sólo el camino de dar sin pretender recibir algo a cambio. Dedico este número 0 de la revista a mi madre quien falleció, mi abuela Luciana y a mi abuelo Manuel, quienes por sus consejos me hicieron ser quien soy; a mi madre Altemira y a mi Tía Ade, por ser quienes me engríen y a mi hermana Kelly, por el amor.

Alexis Uriol Flores Gerente General

Sección de Cine: Editora: Ornella Mangialavori Sub-Editora: Patricia Merola [email protected] Sección de Viajes Editora: Rosario Burgos [email protected] Gestión Cultural Mónica Arana [email protected] Flor Idrugo Espejo flor.idrugo@revistaculturalpuertos Rosa María Vargas [email protected] [email protected]

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Revista cultural puertos es una publicación de Corporación Cultural Puertos E.I.R.L Editor General: Alejandra Alfaro Alfieri ISSN 2311-7753 = Online ISSN 2311-7958 = Impreso Jr. Daniel Carrión 723 DPTO. 06 URB. Primavera – Magdalena del Mar – Lima/Perú Código postal: Lima 17

4. Artistas portugueses no Río de Janeiro Por Camila Dazzi

16. La escuela de iconos de Pskov Por Lara Revilla Lozano

26. Estética Lovecraftiana

Psicoanálisis y su influencia en el arte contemporáneo del Siglo XX-XXI

37. Roberto Bolaño

Nacer escritor. Por Carolina Sánchez Molero

46. Archivo Secreto

Clint Eastwood. Por ornellla Mangialavori

54. ¿Arte o artesanía en el diseño de interiores? Por

Por Raquel Martínez - Amil Lorez

58. Omar Rodríguez López

Bosnian Raimbows por Dan Serrano

Blaxplotation .20

Una retrospectiva sobre su impacto en la cinematografía mundial. Por Gabriela S. de la Cruz

Dúo dinámico: Ricardo Darín - Juan José Campanella .34 Por ornellla Mangialavori

Micah P Hinson .39

Un problema y una Canción. Por Carmen Mateos

Con Sabor a Portugal .49 Por Ana Filipa Oliveira

Cortázar: el personaje detrás del escritor .56 Por Lucia Cortesi

CADÁVER EXQUISITO .66

La nueva forma de expresión. Por Carlo Egurrola

The Foo Figther en México .88 75. The Street Style Crónica: Por Dan Serrano Por Juan Márquez

LITERATURA

EL PROCESO CREATIVO DE ENSAYO SOBRE LA CEGUERA PARTE I: EL AÑO DE 1993 Francisco Wilton Lima Cavalcante Traducción Nuria Denasio

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n el documental producido por Miguel Gonçalves Mendes entre los años de 2008 y 2009, y estrenado en 2010, cuenta la rutina exhaustiva de Saramago y Pilar del Rio, su esposa, lo que costó (a Saramago), a causa del constante desgaste físico, algunos días de internación. Quien, por desinterés o por no conocerlo, no estuviera al tanto de la vida de Saramago antes de la obtención del Premio Nobel de Literatura en 1998, puede pensar que esta rutina cambió drásticamente a partir del año referido, participando en más congresos, conferencias, etc.. Quien piense eso, se equivoca. Los Cuadernos de Lanzarote nos muestran que en la década de 1990, cuando ya era merecidamente consagrado como escritor, Saramago recibía invitaciones de amigos, conocidos y desconocidos, de muchas partes del mundo, solicitando su presencia por innumerables motivos. Es en esa época, por ejemplo, que él recibe la propuesta para formar parte de varios jurados de premios literarios y de asociaciones de escritores. Es en ese contexto de idas y venidas, casi todos los meses y a veces semanas, desde Lanzarote hacia varias partes del mundo, que Saramago escribió su obra Ensayo sobre la ceguera. La idea de la obra surge el 6 de septiembre de 1991 y es finalizada el 8 de agosto de 1995. Estos datos son

importantes no solo porque ayudan a entender la tardanza en la escritura del Ensayo y las dificultades (personales y literarias) que Saramago tuvo al escribir su obra, pero nos muestra que esa rutina incansable –la cual, a pesar de todo, le daba mucho placer– parece haber sido parte del sufrimiento que él aseguraba le había causado escribir esa obra. - Sucedió de repente Cuando nos llega una novela a la mano, difícilmente nos preguntamos cuál habrá sido el proceso de creación de esta: si aquel personaje estaba previsto desde el inicio de la escritura o desde la “concepción” del libro; si el espacio donde transcurre la narración era el mismo desde el inicio; si el desenvolvimiento de la historia no sufrió alteraciones; y si el libro querría decir incluso lo que dice (si bien los libros nos muestran más de lo que pensamos). El libro Ensayo sobre la ceguera me trajo esas preguntas hace tiempo. Afortunadamente Saramago nos dejó antes de morir, además de su obra monumental, los registros de su día a día, y esos registros nos dan la posibilidad de intentar identificar y examinar el camino que él siguió al escribir el Ensayo. - 1993 – Los primeros problemas y el primer capítulo Saramago tuvo la idea de Ensayo sobre la ceguera el 6 de septiembre de 1991, en el difícil año en que su libro El

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evangelio según Jesucristo fue censurado por el gobierno portugués en el certamen del premio literario europeo – lo que tuvo como consecuencia que se autoexiliara en Lanzarote, en las Islas Canarias (España). En la anotación del 20 de abril de 1993, Saramago expone aquellos que eran sus mayores baches en la escritura del Ensayo, el primer libro en que trabajaría con un número tan grande de personas a causa de una epidemia: Esta mañana, cuando desperté, surgió la idea de Ensayo sobre la ceguera, y durante unos minutos todo me pareció claro – excepto que del tema pueda transformarse alguna vez en una novela, en el sentido más o menos consensual de la palabra y del objeto. Por ejemplo: ¿cómo introducir en el relato personajes que resistan el gran lapso de tiempo narrativo que voy a necesitar? ¿Cuántos años serán necesarios para sustituir, por otras, todas las personas vivas en un momento en particular? Un siglo, digamos que un poco más, creo que será suficiente. Pero, en este mi Ensayo, todos los videntes tendrán que ser sustituidos por ciegos, y estos, todos, otra vez, por videntes… Las personas, todas ellas, comenzarán a nacer ciegas, vivirán y morirán ciegas, entonces vendrán otras que serán sanas de vista y así permanecerán hasta la muerte. ¿Cuánto tiempo necesita esto? Pienso que podría usar, adaptándolo a esta época, el modelo clásico de cuento filosófico, introduciendo en él, para servir a las diferentes situaciones, personajes temporales, rápidamente reemplazables por otros en el caso de nopresenten consistencia suficiente para una duración mayor en la historia que tuviera que contar. (SARAMAGO, 1997, p. 15-16). Los puntos centrales en esa anotación, como podemos percibir, son el tiempo (tenía que tratar con el surgimiento, el desarrollo y la ya prevista desaparición de la epidemia de la ceguera) y la propia epidemia que parece tener a esta altura, solamente el carácter común de enfermedad que se propaga. Con la lectura de la novela, descubrimos que no fue

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necesario que los niños nacieran ciegos: el primer ciego es un hombre adulto, casado, sin hijos, y pierde la vista de repente, dentro de un auto, cuando estaba solo. El aspecto epidémico solo se vuelve evidente después, cuando algunas personas que estuvieron en contacto perdieron la visión: la chica de los lentes de sol, el oftalmólogo y otras. Desde el inicio de la novela, cuando el primer ciego busca un tratamiento, el aspecto insólito se intensifica: no se trata de solo una ceguera epidémica, sino de una ceguera blanca. Sin embargo, ¡no nos adelantemos, los que ya hemos leído la novela! Por lo menos hasta el 2 de agosto de 1993, Saramago no escribirá ni siquiera una línea del Ensayo. El día 10 de mayo, él lamenta que, a pesar de que quisiera entregarse al nuevo trabajo, solamente podrá hacerlo luego de un mes. Sin embargo, más de un mes después, el 27 de junio, en una entrevista con Sandra Cohen, del diario O Globo, Saramago hace mención a una novela (el Ensayo, en efecto) y también a un libro de memorias que está obligado a “[…] sacar adelante para ocuparse de otro proyecto: una novela para la televisión a cerca del rey Juan II –un asunto que se interpuso en mi camino sin que yo lo haya previsto”. (TRIGO, 1994, p. 284). Unos pocos días antes (el 21 de junio), él afirma haber encontrado la solución para el problema narrativo relacionado al tiempo y a la ceguera epidémica: “Dificultad resuelta. No es preciso que los personajes del Ensayo sobre la ceguera tengan que nacer ciegas, una después de la otra, hasta sustituir por completo a las que tienen visión: pueden quedar ciegas en cualquier momento. De esta forma queda reducido el tiempo narrativo”. (SARAMAGO, 1997, P.64). Después de haber comenzado la escritura del Ensayo (2 de agosto), el 13 de agosto de 1993, estamos todavía en el primer capítulo –según el escritor, el que le demanda más tiempo-. En la entrevista concedida a Sandra Cohen, así como también en la anotación del 13 de agosto, Saramago

trata al libro como una novela, por lo que suponemos es el género de la obra, que iría a imprenta en 1995 bajo el título Ensayo sobre la ceguera, ya estaba definido. Dos días después, el escritor toma una decisión que sería al mismo tiempo, significativa y problemática durante un tiempo: He decidido que no habrá nombres propios en el Ensayo, nadie se llamará Antonio o María, Laura o Francisco, Joaquín o Joaquina. Estoy consciente de la dificultad enorme que será dirigir una narración sin la habitual, y hasta en cierta medida inevitable, muleta de los nombres, pero justamente lo que no queremos es tener que tomar de la mano a esas sombras que llamamos personajes, inventarles una vida y preparar sus destinos. Prefiero, esta vez, que el libro sea poblado por sombras de sombras, que el lector no sepa nunca de quien se trata, que cuando alguien aparezca en la narrativa se pregunte si es la primera vez que sucede, si el ciego de la página cien será o no el mismo de la página cincuenta, en fin, que experimente, de facto, el mundo de los otros, esos a quien no conocemos, todos nosotros. (SARAMAGO, 1997, P. 101-02, cursivas del autor). Significativa por tratarse de una estrategia narrativa con una clara intención humanista: hacer que el lector perciba, se fije en otro tal como este se presenta. A causa de ese deseo que nos identifiquemos y aceptemos a otro por lo que es, Saramago decide que lo que nos será mostrado de cada personaje no es prioritariamente el pasado (son pocas las menciones de la vida particular antes de la epidemia), ni un nombre (es suficiente el apodo de cada ciego, basado en características, profesión, relación afectiva o enfermedad), sino la condición humana –así, parece ser más fácil que encontremos realmente un otro en un personaje cualquiera, o hasta en nosotros mismos. Problemático porque implica que no estaba resuelta la cuestión de la duración de los personajes: lo que da la impresión de que el escritor todavía pretendía valerse de personajes temporales; pero terminó modificándo la idea.

El 22 de agosto, Saramago asegura que no se siente atraído por el Ensayo. Aunque dos días antes él nos da la que posiblemente es la primera señal de que este libro representa un cambio no solo en la visión de él en relación al mundo, sino del propio mundo: Una hipótesis: quizás esta necesidad imperiosa de organizar un recuerdo coherente de mi pasado, de esa siempre, feliz o infeliz, única infancia, cuando la esperanza todavía estaba intacta, o, al menos, la posibilidad de tenerla, se haya contruído, sin que yo lo pensase, como una repuesta vital para contraponer al mundo horrible que estoy en camino de imaginar y describir en el Ensayo sobre la ceguera.

vendrá. (SARAMAGO, apud LOPES, 2010, p. 147). El 30 de agosto termina el primer capítulo: “Terminé el primer capítulo del Ensayo. Un mes para escribir quince páginas… Pero Pilar, lectora emérita, dice que no me quedó mal”. (SARAMAGO, 1997, p. 112). Y llegamos así al final de este año sin nada más del libro, debido a que Saramago no tendrá las condiciones necesarias para continuarlo –hay viajes, fiestas y otros compromisos en este período que hacen esperar al Ensayo. (SARAMAGO, 1997, p. 161). El 17 de diciembre, él regresa al primer capítulo, pero no tenemos todavía señal del segundo. (SARAMAGO, 1997, p. 173).

(SARAMAGO, 1997, p. 105). Esa idea gana nuevos contornos si consideramos lo que el escritor nos revela en la anotación del día 15 de septiembre de 1994: ese día, Saramago relee una conferencia de Luciana Stegagno Picchio acerca de Levantando del suelo. El comentario de Luciana acerca de este libro marcó “un paso” en la escritura de Saramago hace que el escritor piense que, en verdad, todos sus libros no son solo“libros de paso”, sino “actos de paso”. (SARAMAGO, 1997, p. 370-71). La interpretación del Ensayo como “acto de paso” es significativa, si tomamos en cuenta consideraciones posteriores de Saramago en que defiende que este libro es una lectura de la posmodernidad, y por tanto, de una época posterior a aquella en que él todavía tenía la “esperanza” a la cual el escritor se refiere el 20 de agosto de 1993: ¿Estamos o no ante una obra-ensayo acerca de la condición posmoderna? Es una reflexión que podemos hacer, especialmente a partir de Ensayo sobre la ceguera […] Existe, entonces, un proceso reflexivo relacionado con la posmodernidad y al cuestionamiento. Estamos en el fin de una civilización y un proceso de paso de un tiempo con raíces en la Revolución Francesa, en la Ilustración, en la Enciclopedia, que tiende a desaparecer. No sé lo que

...Próxima entrega – “1994 simbólicas de un escritor”



Percepciones

- BIBLIOGRAFÍA LOPES, João Marques. Saramago: biografía. San Pablo: Leya, 2010. SARAMAGO, José. Cadernos de Lanzarote. San Pablo: Companhia das Letras, 1997. Ensaio sobre a cegueira. San Pablo: Companhia das Letras, 1995. José Saramago – Entrevista a Sandra Cohen. In: TRIGO, Luciano. (Org.). O Globo: grandes entrevistas: los escritores. San Pablo: Globo, 1994.

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