PLRA: nuevo sistema electoral para nuevos desafíos

PLRA: nuevo sistema electoral para nuevos desafíos La consulta a padrón abierto que se discute al interior del partido es hoy el tema central en el PLRA; aceptada por algunos y cuestionada por otros, la propuesta vendrá a modificar radicalmente el tablero de competidores. Con este sistema tendrán peso otras variables que afectarán en el resultado: nuevos actores, otro escenario, otros recursos, todo con el objetivo aparente de llegar con el mayor consenso a las próximas elecciones, lo que en política se traduce en mayor legitimidad y representatividad. Cualquier esfuerzo por lograr consensos en el atomizado medio de los partidos políticos puede ser oportuno para dar otro pequeño paso orientado a la gobernabilidad, ya que ésta requiere una gestión política mucho más responsable de la que estamos acostumbrados a ejercer y ver en 22 años de entrenamiento y práctica democrática. Bienvenida la propuesta si se trata de construir un clima de mayor tolerancia en el que puedan lograrse los acuerdos necesarios para la gestión de políticas públicas realistas, centradas en objetivos concretos y medibles, que en el breve plazo puedan resultar en una mejora de la calidad de vida ya tan deteriorada en la mayoría de la población. Si es así, el PLRA se estaría reorientando al objetivo primordial de la política, que en esencia es una actividad social transformadora que tiene por norte el bien común. No es poca cosa el desafío que se impone el PLRA, esto no se lo permitirían a sí mismos ni los partidos más progresistas!, porque realizar una

consulta pública aleatoria para la legitimación de un futuro candidato a o c u p a r l a Pr e s i d e n c i a , a n t e s d e someterlo a elección interna por las vías formales creadas al efecto, de la que participarán propios y extraños (es decir todos los ciudadanos de cualquier filiación política) es dar vía para intervenir en la confirmación de los liderazgos a quienes nada tienen que ver con el partido, con su ideología, su historia, sus luchas y sus políticas, muchas veces erradas, es cierto, pero otras tantas bien acertadas. Con la consulta a padrón abierto el PLRA buscará no ofertar al candidato equivocado cuando éste deba medir fuerzas con los demás que lo enfrenten en elecciones nacionales, o cuando deba sentarse a la mesa de concertación de posibles alianzas buscando liderar coaliciones. Se ha afirmado que el sistema carece de sustento y que la vía correcta son las elecciones. Pero no debe perderse de vista que éstas se realizarán en cumplimiento de la forma, como ya se viene haciendo en otros partidos. Verse obligados a diseñar estrategias alternativas de legitimación de liderazgos es desde luego el cauce natural que seguirían los partidos y el debate político, porque hace tiempo que hace aguas el sistema electoral que más de veinte años atrás nació viciado, con aquella famosa Ley 1/90 y su posterior ratificación en la Constituyente que obligó al voto directo, y que llevó a la atomización de los partidos. El que se volvió aún más perverso cuando no pudo ser contenido por una ley de regulación del financiamiento político que no logró mayoría para su aprobación a tiempo.

Esto es la revisión del modelo en la práctica. Pero como todo tiene su límite, luego de que ninguna fuerza electoral haya quedado fuera del poder en estos años de transición, de que todas hayan sido medidas, aprobadas o reprobadas, quizá se haya llegado al punto de inflexión necesario para mejorar la calidad de la política.

María José Rolón Gregorio