Poemas de romanticismo

Poemas de romanticismo
Amor de mis entrañas, viva muerte,
En vano espero tu palabra escrita
Y pienso, con la flor que se marchita,
Que si vivo sin mí quiero perderte.
El aire es inmortal. La piedra inerte
Ni conoce la sombra ni la evita.
Corazón interior no necesita
La miel helada que la luna vierte.
Pero yo te sufrí. Rasgué mis venas,
Tigre y paloma, sobre tu cintura
En duelo de mordiscos y azucenas.
Llena, pues, de palabras mi locura
O déjame vivir en mi serena
Noche del alma para siempre oscura.

Estás contra mí pecho,
Y sé que todo el aire desordenado
De mi vida
Rinde ante ti los brazos, mujer mía.
Conmigo por tantas horas,
Tú restauras mi profunda alegría
Y la apuntalas a tu modo
En el mundo. Y eres la fantasiosa que recorre
El delicado juego de la encantada noche, mi poseída.

Lejos, estás lejos
Aunque te siento, incluso te beso
A pesar de que puedo mirarte,
Sigues lejos, cada instante más lejos
Es extraña mi añoranza de ti,
Porque estás aquí
Pero no estás aquí: estás lejos de mí.


Si te llamo y no respondes, 
muero por tu silencio, 
si te acaricio y no me acompañas, 
sufro por tu desprecio, 
si te amo, y no me correspondes, 
seguiré amándote, 
porque aun así soy feliz admirándote.

Pensaré en ti
Pensaré que te conocí,
Sentiré tu presencia
Sentiré que estas aquí
Sabré que existes,
Sabré que me conoces
Y siempre me ilusionare,
Como el día en el que te conocí.