Por un sistema de democracia ecológica (Primer programa)

September 10, 2017 | Autor: D. Hernández Castro | Categoria: Radical Democracy, Ecosocialism, Democracia Radical, Ecological Democracy, Ecosocialismo
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Por un sistema de democracia ecológica (Primer programa) texto de David Hernández Castro

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ueden, objetivamente, las actuales organizaciones que pretenden la transformación social conseguir esa transformación? La experiencia parece indicar que no. Y tal vez esa impotencia procede en primer lugar de la misma naturaleza de esas organizaciones, de su estructura. Urge pensar sobre ello.

1 Dirigentes y dirigidos Al igual que todas las revoluciones del pasado, el triunfo o la derrota de los movimientos de transformación social sigue dependiendo, en última instancia, no sólo de que se generen las condiciones materiales que hagan posible su existencia sino además, y muy necesariamente, de que se articule en una subjetividad rebelde el anhelo de transformación que constituye la base ideológica del movimiento. Esta nueva subjetividad rebelde no puede desdecir en su forma de articulación concreta, sea ésta un partido político, un sindicato de trabajadores o cualquier otra clase de organización social, aquellos principios que constituyen la justificación de su existencia. Cuando esto ocurre su historia sólo puede terminar en tragedia, que es el abismo que separa el deseo de la realidad. Lo que debería ser el principio activo del movimiento de transformación social se ha convertido en un objetivo fosilizado a conquistar por medios instrumentales, o con otras palabras, el socialismo ha dejado de ser una práctica social para convertirse en una doctrina a realizar por medios que se le oponen como un poder extraño. La razón por la que algo tan obvio ha pasado generalmente inadvertido se encuentra en la propia estructura de producción política que el movimiento obrero articuló prác-

ticamente desde el principio. Cuando los primeros trabajadores empezaron a organizarse en sindicatos de clase y agrupaciones políticas trasladaron la forma de organización del trabajo en las fábricas a la forma de organización de su actividad política. El sindicato, el partido, asumió la representación como la forma dominante de la distribución de la participación política, y para hacerlo tuvo que aniquilar las tendencias democrático-radicales que el movimiento obrero albergaba en su seno. Pronto se instauró un divorcio radical entre dirigentes y dirigidos, “intelligentsia” y militancia, comités y asambleas. Se creó la “compartimentación vertical absoluta” que hacía impracticable la comunicación transversal, se fomentó la despolitización de la militancia monopolizando los procedimientos de toma de decisiones en las manos del grupo dirigente, y se articuló un discurso y una forma de organización que bajo la invocación de la eficacia y la disciplina sacrificaba en el altar del centralismo democrático la autonomía de las bases. Que Marx proclamara que “la emancipación de la clase obrera debe ser obra de los obreros mismos” fue apenas un inconveniente que los exégetas de la vulgata marxista pronto pasaron a interpretar a la luz de la realidad soviética, o sea, que demasiado ocupada estaba la clase obrera en la obra de su emancipación como para detenerse a pensarla: de eso ya se ocupaban sus dirigentes.

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2 Democracia y autonomía La carencia incluso de una democracia que se pueda llamar representativa se sigue inmediatamente de la inexistencia de los mandatos imperativos y consultas a la población o a la militancia, sobre las decisiones políticas que los supuestos representantes deben adoptar. En realidad, sufrimos una suerte de democracia sustitutiva, donde lo que se vota no es tanto a quién se va a delegar la representación del interés político como quién va a ostentar los derechos políticos en nuestro lugar. Si la izquierda transformadora aspira a subvertir la dominación del capital primero deberá afrontar la subversión que el capital ha realizado de su autonomía política. La farsa que cada cuatro años se representa para hacer pasar por democracia lo que no es más que un complejo proceso de criba a través de la delegación escalonada, es la prueba más sangrante de que lo que se realiza al interior de la organización es pseudopolítica, la apariencia de una práctica política que en realidad no existe. Los militantes no hacen política, sostienen la política que otros hacen por ellos.

misma indolencia, que afecta al sistema parlamentario, por la sencilla razón de que la delegación corrompe la democracia. Es por eso que la crisis ideológica de los partidos suele irrumpir con la pérdida de votos, es decir, del capital que esos votos llevan asociados, porque en esencia las modernas representaciones políticas de la izquierda han devenido en fábricas de producción de mercancías políticas, donde su utilidad viene impuesta por su valor de cambio en el mercado electoral y no por la necesidad social de su valor de uso. De la misma manera que Hölderlin y Hegel dijeron en su Primer programa de un sistema del idealismo alemán que “no existe una idea del Estado, puesto que el Estado es algo mecánico, así como no existe tampoco una idea de una máquina”, nosotros podemos añadir que si sólo lo que es objeto de libertad se llama partido, ¡tenemos que ir más allá del partido!

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La guerra civil de la burocracia del partido La búsqueda de razones ideológicas para justificar la crisis de la izquierda no es más que un síntoma de la desesperación de sus dirigentes que prefieren perderse en malabaris3 mos cromáticos antes que apuntar a las razones materiales La máquina del partido que en verdad determinan esta crisis en última instancia. No La cuestión fundamental es que no se pueden alcanzar obes la estrategia de las dos orillas o la de la izquierda plural, jetivos emancipadores por medios que contradigan esos misJulio Anguita o Gaspar Llamazares, sino la pérdida de recurmos objetivos. Si queremos construir una sociedad democrásos económicos que lleva aparejado el desastre electoral lo tico-participativa deberemos hacerlo por medios democrátique se encuentra en el origen de la deriva ideológica y la verco-participativos, si queremos una sociedad socialista, debedadera causa de la escisión de la burocracia interna en dos remos emplear procedimientos socialistas. En la física aristofacciones que pugnan por el control de los recursos. Las difetélica, que vía Hegel tanto influyó en el pensamiento de Marx, rentes posiciones políticas que adoptaron estas facciones en es la forma lo que determina el contenido. su lucha por el poder estaban más vinLa tragedia del movimiento obrero es que culadas a la propaganda para conseguir Lo que se vota no es tanto a la forma histórica de la que se dotó para la adhesión de las bases que a una verquién se va a delegar la postular su contenido emancipador era dadera diferenciación de identidades representación del interés opuesta a ese mismo contenido. La razón políticas. Las sonadas muestras de transinstrumental dictaba la lógica del sacrifi- político como quién va a ostentar fuguismo de destacados dirigentes de un cio, la disciplina, la obediencia y el resto de bando a otro, la celeridad con la que se los derechos políticos en los valores castrenses que los obreros traspasaban a criticar las posturas del advernuestro lugar. ladaron de la producción fabril a la prosario incluso antes de que éste hubiera ducción política, sólo que en lugar de traabierto la boca, y la asombrosa naturalibajar para la producción de mercancías industriales trabajadad con la que se lanzaban acusaciones de traición contra el ron para la producción industrial de mercancías políticas. El rival por sostener posiciones idénticas a las que poco antes partido se convirtió en una fábrica disciplinada por la lógica había sostenido el propio acusador (véase el acuerdo de del nuevo mercado de la representación electoral, en una Frutos y Almunia y lo que pasó después, por poner un ejemmáquina para dominar que no era sino una reproducción plo), demostraban a las claras que se trataba no de la conespecular de la máquina del Estado. Era necesario que en el frontación de dos proyectos distintos, sino de una despiadainterior del partido se reprodujese la misma pasividad, la da guerra civil de la burocracia por el control del aparato del

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partido. Como en todas las guerras, los dirigentes de los baninstrumentos de participación política libre y asociada. ¡Pero dos en pugna intentan ocultar las verdaderas raíces materiaesto es el comunismo, el “irrealizable” comunismo! les del conflicto bajo un discurso ideológico fabricado para despertar la adhesión emocional más que la sintonía crítica, 6 y como suele ocurrir en estos casos, a menudo las tensiones puntuales se desinflan en acuerdos y apretones de manos, La alienación del trabajo político entiéndase listas conjuntas, reparto proLa diferencia sustancial entre la vieja y porcionado de los recursos, o simplemente la nueva forma de actuación política subNo hay políticos buenos y pasteleo, de manera que por unos instanyace en la dialéctica de la razón instruotros malos. Son la expresión tes la militancia, hasta entonces persuamental de la que adolece el partido. Al política de un sistema que dida de la incompatibilidad de los discurdotarse de una forma de organización resos, puede contemplar en su cruda natupresentativa, la clase obrera asumió la produce la función que raleza la banalización de la que ha sido existencia de un divorcio entre sus objetiellos asumen. objeto por parte de los dirigentes. Y es en vos, la consecución de una sociedad sin esta mañana de juventud, bajo los encenclases y la socialización de los medios de didos rayos de la verdad recobrada, cuando germina en la producción; y los medios para conquistarlos, una organizaconciencia de la militancia el rumor de la democracia que ción estratificada en diferentes grados de competencia y una hará fecundar la campiña de la izquierda del futuro. distribución desigual de la participación en la toma de decisiones. Lo importante era el objetivo final, el momento de la catarsis colectiva que acaecería el día de la liberación y en cu5 yo altar era necesario, y merecía la pena, sacrificarlo todo. El La expropiación de los expropiadores obrero asumió su condición de militante sin percibir que dePensar que la superación de la crisis depende de un camtrás de la raíz castrense de la palabra subyacía algo más que bio de dirigentes es tanto como pensar que los dirigentes una misma disciplina, abnegación y exposición de la vida; controlan la organización del partido, cuando es en realidad estaba cargando además con una forma de organizar su actila estructura de su organización la que condiciona y reprovidad política que en lugar de acercarle a la consecución de duce la función de la que los dirigentes concretos son siemsus objetivos le alejaba de ellos inevitablemente. El obrero pre encarnaciones accidentales. No es la conciencia de los transformó su actividad política en un trabajo, sin caer en la líderes políticos la que determina la realidad del partido, cuenta de que la forma trabajo, tal y como se presenta en sino que son las relaciones de producción del partido las nuestra sociedad de clases, suscita la profesionalización del que determinan la conciencia de sus líderes. No hay polítitrabajo, la conversión del libre y creativo desarrollo vital que cos buenos y otros malos. Son la expresión política de un despliega el proceso de la actividad política en un empeño sistema que produce la función que ellos asumen y que en alienado y alienante de la capacidad política al servicio del la mayoría de los casos ejercen dotados de una ética y una partido que la domina. Al reducir su capacidad a una mera abnegación irreprochables, incluso teniendo, como es el fuerza de trabajo política, el militante aporta su valor en la caso de alguno de ellos, un puesto de trabajo fuera de la pocadena de producción del partido, pero debido al carácter prilítica. El asunto no es tanto la buena o mala voluntad de los vado de la posesión de los medios de producción, o sea, el dirigentes como la posición que ocupan dentro de la buromonopolio por la casta dirigente de los instrumentos de decicracia del partido. Aunque sus decisiones políticas sean acersión política, el militante percibe que su propio trabajo se le tadas, están pervertidas desde el momento en que fueron enfrenta en medida creciente como propiedad ajena. De ahí muñidas a espaldas de la militancia. La participación en que su trabajo político se le presenta cada vez más como un cargos de dirección sólo está legitimada si aspira a la expromedio para poder conseguir la gratificación moral de existir piación de los expropiadores. Querer convertir la participapolíticamente (o estar luchando para cambiar el mundo). ción política individual en una realidad, transformando los Acude a las reuniones para sentirse bien fuera de ellas. El milimedios de producción política del partido, que hoy son funtante ni siquiera considera su trabajo político parte de su vida; damentalmente medios de producción de mercancías polítipara él es más bien un sacrificio de su vida. Por eso su implicacas que se intercambian por votos (la mercancía que funcioción en la actividad del partido le parece cada vez más pesada, na como medida de valor, los votos son dinero), en simples más insustancial, más aburrida. Para él, la vida comienza allí

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turas democráticas de decisión generan valores democráticos. La democracia es un medio pero también un fin en sí misma. Y lo es porque además de producir con su práctica los procedimientos de su organización está reproduciendo los valores y objetivos que la inspiran. El mero hecho de participar, de implicarse en la gestión de los asuntos que a todos conciernen, de reunirse con los compañeros para establecer las prioridades y necesidades de la organización y la sociedad, nos realiza como personas, nos hace mejores, nos educa en ciertos valores de convivencia que la sociedad del espectáculo ha relegado al último rincón. Participar, compartir, cooperar, nos hace responsables y solidarios. Por el contrario, la delegación instaura la cultura de la pasividad y el egoísmo.

8 Democracia ecológica En su sentido más primordial la política es inherente al marcador de la participación activa, la liberación creativa de las donde terminan estas actividades, en la mesa de su casa, en el fuerzas vitales producida por el libre juego de la sinergia políbanco de la taberna, en la cama. Hasta que en algún momentica de la comunidad. Mientras que los sistemas representatito indeterminado de este proceso, un momento que se deja vos tienden a la homogeneización del discurso, a la fabricasentir siempre para la mayoría, el militante termina escuchanción del consenso a costa de la persecución del disenso, los do en su interior alguna versión del grito de Vaneigem: “la sistemas participativos producen y amplían una pluralidad toma de partido por la vida es una toma de partido política. enriquecedora de diversas expresiones políticas, es decir, de No queremos un mundo en el que la garantía de no morir de la actividad vital que realiza más íntegramente la libertad huhambre equivalga al riesgo de morir de aburrimiento”. mana. Podemos apoyarnos en el “pensamiento poblacional”, señalado por algunos como el elemento fuerte de la teoría de 7 Darwin frente al concepto de competencia de las especies, para señalar las potencialidades ecológicas de los sistemas La democracia es un fin en sí misma participativos. Se trata de un punto de vista que enfatiza el caAnte la cuestión de la orientación política que cabe esperar rácter único de cada individuo en las poblaciones de cada de una tal organización que se dirija a sí misma, es necesario especie que se reproduce sexualmente, y que relaciona esta desmontar de una vez por todas la falacia tan cara a las direcvariabilidad real de las poblaciones con sus posibilidades de ciones de todos los tiempos de que el pueblo, o la militancia, adaptarse al medio ambiente, y por consiguiente, de sobrevinecesita de “hombres omnisapientes” que le aclaren lo que vir. Aplicado a la participación política, este principio nos llemás le conviene, en la medida en que sólo a estos dirigentes varía a reconocer que el futuro de la organización de la profesionales “debe entenderse por ‘inteligentes’ en materia izquierda transformadora no está ligado a una lucha fratricida de organización” (Lenin). Esta impostura es tanto más fuerte por la supremacía política, sino al esfuerzo por desarrollar cuando lo que en verdad sucede es más bien lo contrario: cada nuevas y singulares manifestaciones polívez que se produce una delegación permaticas capaces de abrir caminos innovadonente de la responsabilidad terminan insLos militantes no hacen res hacia formas de organización más taurándose los valores de la autoridad, el política, sostienen la política ricas y complejas. La izquierda no sobreviconformismo y la indolencia. Una asamblea que otros hacen por ellos. virá estrangulando las tendencias minories siempre más consecuente, crítica y radical tarias que languidecen en su seno, sino que sus dirigentes, algo de lo que la historia arbitrando los procedimientos para que estas tendencias puedel movimiento obrero es un ejemplo continuo. La razón de dan expresarse y encontrar su lugar dentro del ecosistema que ello sea así estriba en que la forma determina el contenipolítico. A diferencia del camaleonismo ideológico del que do, y por consiguiente, si las estructuras jerárquicas de decihacen gala las organizaciones electoralistas en sus vanos sión generan valores jerárquicos de pensamiento, las estruc-

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esfuerzos por adaptarse a las demandas cambiantes del mercaecológica es la condición subjetiva necesaria para un mundo do electoral, una organización política fundada en el principio sostenible. Es ahora cuando descubrimos que el abismo que de la democracia ecológica es un (eco)sistema complejo que separa a la militancia del partido, al partido de la sociedad y a interactúa con el medio ambiente social y político en el que la sociedad del Esado, es el mismo que separa a la comunidad habita manteniendo un equilibrio dinámico social de la naturaleza, y todas estas sepaque le permite conservar su modo de organiraciones no son más que expresiones difeNo se pueden alcanzar zación y la función política que le es inherenrentes de la contradicción esencial que sepate. Como todos los sistemas complejos las objetivos emancipadores por ra al trabajador del producto de su trabajo, organizaciones políticas tienden a aumentar medios que contradigan esos es decir, de su naturaleza vital, la vida prosu grado de entropía, es decir, de desorden ductiva misma, la vida que crea vida. El sigmismos objetivos. interior, en la misma medida en que se muesno del capital es el signo de la alienación tran incapaces de recibir energía desde fuera absoluta que domina la relación humana del sistema. Esto es lo que ocurre cuando la (bio)diversidad de con su propia naturaleza, el trabajo alienado, y de ahí es él la manifestación política se reduce a la producción monocorde quien expande su determinación a todas las formas de prodel aparato del partido. La organización se hace más impermeducción y relación social que caen bajo su férula. Es su somable a las respuestas con las que el ambiente (la sociedad) le bra la que se proyecta en la negación del trabajador por el trainforma de la repercusión de los productos (políticos) que va bajo enajenado que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu, generando. Y al mismo tiempo, al reducir su grado de compero es también la que se oculta tras la alienación de la activiplejidad, su grado de entropía aumenta hasta romper el equilidad política del militante (y su enajenación ideológica, adocbrio dinámico: se produce una crisis, que puede resolverse o trinamiento) por la máquina del partido, de la autonomía de bien en la imposición del desorden y la destrucción del sistema; la sociedad por las omnímodas atribuciones políticas del Eso bien, a través del empleo de procedimientos autoorganizatitado, y de la naturaleza (que también es el ser humano) por la vos, en su completa renovación hasta alcanzar un nuevo destrucción suicida del medio ambiente. El ciclo de la repromomento de estabilidad, diferente al anterior. ducción ampliada de las relaciones de producción del capital Estos procedimientos de autoorganización son lo que nosse expande por todos los resquicios de la sociedad del especotros llamamos democracia participativa, o democracia táculo, y al igual que ha producido la mercantilización de la ecológica si los interpretamos en su sentido más global, y una política ha transformado también las relaciones sindicales en vez puestos en funcionamiento harán brotar de los restos del un medio de producción de mercancía sindical y las organizapartido una comunidad ecológica destinada a revolucionar el ciones de solidaridad en meras fábricas de mercancías humaecosistema político del capitalismo. Sus miembros ya no se nitarias. Todas estas relaciones son diferentes formas de la llamarán militantes sino participantes y establecerán con su alienación primordial que encierra el capital, y todas ellas actividad creativa y reproductiva una nueva relación con la soserán disueltas conforme se articule en cada uno de sus ámbiciedad caracterizada por una sensibilidad más simbiótica, tos una nueva forma de relación social que hará de la demouna técnica política que enriquezca la diversidad democráticracia ecológica su forma de organización. Y es precisamente ca, y una racionalidad política que engrandezca la conciencia en este movimiento real que anula y supera el abismo surgido humana. Murray Bookchin ha destacado la relación de inmade las entrañas del capital donde la nueva comunidad ecolónencia entre este pensar ecológicamente y una práctica social gica se reconoce a sí misma. He aquí su verdadero secreto: la orientada a la promoción de las tendencias autoorganizativas Ecomuna es, esencialmente, una forma autónoma de organide la naturaleza, y es precisamente en este “apoyo al impulso zación de la clase trabajadora, fruto de su lucha por la rede la evolución natural hacia una biosfera más variada y conquista de sus derechos políticos, sociales y medioambienfecunda” donde la sociedad humana se juega su bienestar y su tales, la forma política al fin descubierta para llevar hasta sus supervivencia. El ser humano no es una abstracción de la naúltimas consecuencias la emancipación política de los trabaturaleza, es parte de ella, y por tanto, naturaleza consciente, la jadores y la revolución social ! única naturaleza capaz de asumir una ética ecológica que disLa versión completa de este artículo puede leerse en www.elviejotocrimine positivamente aquellas de sus acciones que fomenten po.com, sección Otros Textos. David Hernández Castro fue miembro la biodiversidad de aquellas otras que la destruyan. Si la lógidel Consejo Político Federal de IU. En la actualidad forma parte del ca del capital conduce inexorablemente a la depredación de Consejo Político Regional de IU de la Región de Murcia (abejorrilos recursos y la degradación medioambiental, la racionalidad [email protected]).

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